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Fichte y la frontera interior.


Étienne Balibar
(1942) es profesor
emérito en la
Universidad de París-
X-Nanterre. Ha sido

A propósito de los
discípulo de Louis
Althusser, con quien
publicó Para leer El
Capital. Sus trabajos

Discursos a la nación alemana1


más recientes se
ocupan del problema
nacional, la crisis
de la soberanía
estatal y los procesos
migratorios.

Étienne Balibar

Los Discursos a la nación alemana de Fichte conservan una inusitada actualidad. Leídos desde la Palabras clave:
Europa común, reavivan el interrogante, nunca pretérito, acerca de los fundamentos de la comuni- - Fichte
dad política. La pregunta por la frontera interior retoma la disyuntiva entre una comunidad política - Nación
entendida como comunión cultural y aquella concebida como comunidad cívica. Balibar, en suma, - Estado
haciendo pie en Fichte, nos interroga acerca del destino comunitario de Europa. - Comunidad
- Europa

Fichte´s Addresses to the German Nation retain an unexpected relevance. Read from the common
Europe they revitalize the question, never past, about the foundations of the political community. The
discussion of the internal border returns to the choice between a political community, understood
as a cultural communion, and that designed as a civic community. Balibar, in short, by standing in
Fichte, make us wonder about the communitarian fate of Europe.

L
a ambivalencia de la filosofía política 1 E. Balibar, ‘Fichte et la
de Fichte es uno de los grandes lugares frontière intérieure.
À propos des Discours à la
comunes de nuestra cultura. Pocas ge- nation allemande’, en
neraciones de intelectuales, durante este La crainte des masses.
Politique et philosophie
siglo y medio, han evitado preguntarse si había avant et après Marx,
que clasificar a este “sabio” entre los heraldos Galilée, Paris, pp. 131-156.
Versión revisada de una
de la libertad o los precursores del totalitarismo, conferencia pronun-
entre los defensores del derecho y la conciencia ciada en la École Normale
Supérieure de Saint-Cloud/
racional o los precursores del irracionalismo y el Fontenay, publicada en
organicismo (por no decir del racismo). los Cahiers de Fontenay,
nº 58/59, junio 1990 (nº
Uno de los intereses de esta discusión, en la que especial ‘Filosofía alemana
encontramos periódicamente los mismos argu- de los siglos XVIII y XIX’).
mentos, las mismas claves, es que constituye por 2 Es Fichte (aún en mayor
medida que Herder) el
sí misma un fenómeno ideológico en la historia que sirve a L. Dumont
del problema franco-alemán:2 desde la cuestión de (después de tantos otros)
para entender la diferencia
comprender cómo se articulan el sentido interior entre las “sub-culturas”
y el sentido exterior de la Revolución Francesa alemana y francesa (por
tanto, lo quiera o no,
hasta la cuestión de saber hasta qué punto los na- entre lo germano y lo
cionalismos modernos encuentran su prototipo (si latino) como “variantes” del
“individualismo moderno”
no su origen) en las reacciones alemanas a la con- (cf. ‘Une variante nationale:
quista napoleónica, continuación necesaria o no le peuple et la nation chez
Herder et Fichte’, en Essais
del hecho revolucionario. Otro interés reside en sur l’individualisme,
la interferencia constante entre las dos formas de Le Seuil, Paris, 1983).
[12 Fichte y la frontera interior

to fichteano, algunas de las razones que han he-


La naturaleza de la lengua cho persistente la confusión —teórica, política—
de las categorías de idealismo y nacionalismo a
es espiritual: en ese sentido,
través de las cuales se hace y se dice la historia.
las fronteras lingüísticas son Aquí me propongo intentar este análisis a par-
“interiores” y no “exteriores” tir de una expresión sorprendente, utilizada en
el Discursos a la nación alemana, donde ocupa
una posición estratégica: la “frontera interior”.
construir esas preguntas: sobre el sentido literal Me gustaría hacer de ella piedra de toque de esas
del pensamiento fichteano o sobre los usos que se tensiones que confieren al texto su propia dinámi-
han hecho de algunas de sus afirmaciones. Es un ca y su valor de provocación —término este muy
caso privilegiado en el que la letra de los textos fichteano: Anstoss, Anregung, Anruf—. Me gusta-
no puede analizarse sin tener en cuenta los signifi- ría al mismo tiempo servirme de ella para mostrar
cados contradictorios que el uso les ha conferido: una práctica de lectura y de análisis de los textos
Fichte ha sido completamente “llevado a las trin- filosóficos que supere la alternativa tradicional de
cheras”,3 sobre todo pasado de una a otra. Pero la reconstrucción de sistemas, donde la filosofía
su pensamiento también contiene sin duda, siem- se atribuye una autonomía imaginaria, y del uso
pre que sepamos explicarlo, algunas de las claves documental, donde el enunciado filosófico no es
del problema general de las trincheras: ¿por qué, más que una expresión o una pieza entre otras de
a pesar de su trazado tan claro en los mapas, los la historia de las ideas, del archivo de una época.
combates que se libran en ellas son tan dudosos? Sostengo que el texto filosófico lleva hasta el ex-
Esta ambivalencia puede ser explicada a partir tremo contradicciones que le superan, pero que no
de un problema de evolución intelectual. ¿Hay encuentran en ninguna otra parte una formulación
varios Fichte? ¿Dos, o incluso tres, sistemas su- tan apremiante.
cesivos? ¿De una filosofía de la práctica, del ideal No toda formulación se presta del mismo modo
moral, se pasa a una filosofía del Absoluto? ¿De a este tipo de análisis. La de “frontera interior”
un Fichte laico a un Fichte religioso? ¿De un Fi- —si conseguimos mostrar que desempeña una
chte individualista a un Fichte organicista? ¿De función central— presenta en este caso una venta-
un Fichte teórico del derecho natural a un Fichte ja: bien podemos decir que esta expresión es en sí
teórico de la misión histórica de los pueblos, o misma un símbolo, una condensación de contra-
más bien de un pueblo bien determinado? ¿De un dicciones. Para empezar, por la ambivalencia de
Fichte propagandista entusiasta (y tal vez agente) la noción misma de frontera: la frontera (Grenze)
de la revolución jacobina y del igualitarismo a un es a la vez lo que encierra, incluso lo que encar-
Fichte que califica a la autoridad monárquica pru- cela, y lo que pone en contacto: el lugar de paso
siana de Zwingsherr de la unidad alemana? ¿De o de comunicación; constituye al mismo tiempo
un Fichte cosmopolita a un Fichte nacionalista? el obstáculo a toda progresión ulterior y el punto
Entre estas diferentes formulaciones, ¿hay una donde comienza una expansión, el límite esencial-
simple yuxtaposición, debida a las circunstan- mente provisional de una exploración. Pero sobre
cias, o bien una correspondencia punto por punto, todo por el equívoco que genera necesariamente
que refleja una misma determinación? Y aún más, la aposición “fronteras interiores” (en plural): en
¿verdaderamente es necesario hablar de cortes, sus dos acepciones, bien las fronteras que dividen
por la radicalidad con la que el filósofo expresa- interiormente un territorio o un imperio (Boden,
ba cada una de sus posiciones; o más bien hay Reich) en dominios determinados (Gebiet), bien
que ver esas posiciones mismas como el síntoma las fronteras que aíslan una región del medio que
de una contradicción permanente que se traduci- la rodea, individualizándola, como expresiones
ría en incesantes desplazamientos?4 La filosofía de la constitución misma del sujeto. Las fronteras
3 En 1915, siguiendo la or- fichteana no sería entonces sino un proceso de interiores dibujan de algún modo el límite no re-
den del gobierno imperial, transición en sí misma. Muchos intérpretes lo han presentable de toda frontera, tal y como sería visto
el Alto Estado Mayor ale-
mán hizo imprimir cientos percibido de este modo —retrospectivamente, desde dentro de su trazado. Es una expresión que
de miles de ejemplares de claro, y a la luz de las preguntas de su tiempo— inmediatamente hace surgir el conjunto de aporías
los Discursos a la nación
alemana para que cada aun a riesgo, con el fin de determinar de dónde clásicas de la interioridad y la exterioridad. En el
soldado que partía al frente viene esta transición y adónde se dirige, de colo- contexto de una reflexión sobre la identidad de
pudiera llevar uno en su
macuto (cf. X. Leon, Fichte carla en una historia de las ideas convencional: un pueblo, de una nación o más en general de un
et son temps, Armand por ejemplo, el “Idealismo alemán” o la “géne- grupo humano, la expresión nos traslada necesa-
Colin, Paris, 1922-1927).
sis del nacionalismo”. Por ello es tentador dar la riamente al problema de la pureza, o mejor dicho
4 Cf. de nuevo I. Dumont:
en Fichte se libraría en
vuelta a la perspectiva: más que buscar, con celo de la purificación; apunta a la incertidumbre de
todo momento el combate historicista, el reflejo de estas grandes y (dema- esa identidad: al hecho de que el interior puede ser
inmemorial del igualitaris-
mo y la jerarquía (de ahí
siado) bien conocidas transiciones, es preferible penetrado o adulterado por su relación con el ex-
su “dialéctica”). intentar descubrir, dentro de las paradojas del tex- terior (que llamaremos aquí extranjero), o simple-
Estudios Culturales / Estudios sobre la frontera 13]

mente pensado sin comunicación con él. Veremos muy superior, formaban una unidad de pueblo
cómo actúan estas diferentes connotaciones en el (weil sie schon früher durch ein weit höheres
texto de Fichte, y tendremos que preguntarnos si Naturgesetz Ein Volk waren).5
las consigue dominar del todo, conceptualmente.
Naturalmente, también podemos suponer que jue- Esta presentación sintética de lo que hace que
ga con ellas, para provocar un efecto crítico. “un pueblo sea un pueblo” combina, como vemos,
Vayamos ahora al texto. Se sitúa al comienzo cuatro ideas esenciales:
del penúltimo (13º) discurso, donde se recapitulan
las lecciones del conjunto, y donde se esboza, en a. La unidad territorial de un pueblo, que dirige
relación inmediata con la actualidad histórica, el la de un Estado, y que hace de él un todo indiso-
llamamiento que Fichte pretende dirigir a sus des- ciable, no es territorial sino lingüística.
tinatarios, y a través de ellos a toda la nación ale-
mana, sumida en la miseria (después de [la batalla b. La lengua es la esencia del vínculo social,
de] Jena y [el tratado de] Tilsit): porque forma naturalmente (antes que todo “ar-
tificio”, toda aplicación de un “arte” política,
Las fronteras primeras, originarias y real- toda “convención” deliberada) el elemento de
mente naturales (die ersten, usrprünglichen und la comprensión o del entendimiento (Verstän-
wahrhaft natürlichen Grenzen) de los Estados digung) de las partes del todo (designadas por
son, sin duda alguna, sus fronteras internas el neutro Es).
(ihre innern Grenzen). Quienes hablan la mis-
ma lengua (Was dieselbe Sprache redet) están c. La naturaleza de la lengua es espiritual: en ese
unidos entre sí por una serie de lazos invisibles, sentido, las fronteras lingüísticas, o las fronteras
simplemente por naturaleza, y mucho antes que se manifiestan por la identidad lingüística,
de cualquier artificio humano (vor aller mens- son “interiores” y no “exteriores”.
chlichen Kunst vorher); se entienden entre sí y
son capaces de entenderse cada vez con mayor d. El exterior puede reaccionar sobre el interior:
claridad, pertenecen al conjunto y constituyen la mezcla (Vermischung) de pueblos histórica y
por naturaleza un todo único e inseparable (es culturalmente heterogéneos (o el simple contac-
gehört zusammen, und ist natürlich Eins, und to con el extranjero: ¿cómo hay que entender in
ein unzertrennliches Ganzes). Un “pueblo” así sich aufnehmen? ¿Dónde comienza esa acogida
no puede querer admitir en su seno a otro pue- mortal del extranjero?) destruye la identidad es-
blo de distinto origen y de distinta lengua (Ein piritual, el sentido de la historia de un pueblo: le
solches kann kein Volk anderer Abkunft und cierra el futuro.
Sprache in sich aufnehmen) ni mezclarse con
él sin desorientarse y perturbar enormemente Examinaré primero el sentido de estas afirma-
el desarrollo equilibrado de su formación, por ciones en el contexto del discurso decimotercero,
lo menos de momento. Como consecuencia de y más en general de la llamada lanzada por Fichte
esta frontera interior levantada por la naturaleza a sus compatriotas, antes de investigar cómo la
espiritual del hombre mismo (durch die geistige noción de frontera lingüística se define a partir de
Natur des Menschen selbst gezogenen), resul- los conceptos propiamente fichteanos del Urspra-
ta la frontera exterior del lugar donde se habi- che y del Urvolk, es decir, de la unidad originaria
ta (die äussere Begrenzung der Wohnsitze). Y del pueblo y de la lengua.
considerando el aspecto natural de las cosas (in El discurso decimotercero contiene un bello pa-
der natürlichen Ansicht der Dinge), resulta que saje que nos hace pensar, en virtud de la analogía
los hombres en modo alguno constituyen una de las circunstancias, en el Silence de la mer de
unidad de pueblo por el hecho de vivir rodeados Vercors (o incluso en el discurso que mantienen
de montañas y ríos (welche innerhalb gewisser hoy en la Checoslovaquia ocupada algunos porta-
Berge und Flüsse wohnen, um deswillen Ein voces de la Carta 77):
Volk), sino al revés, los hombres viven juntos,
5 J. G. Fichte, Reden
rodeados de ríos y montañas, si la suerte así lo Estamos vencidos; de nosotros seguirá siem- an die deutsche Nation,
ha querido, porque ellos ya antes, por una ley pre dependiendo el que, además, seamos me- Felix Meiner, Hamburg,
1978, p. 207, “VII, 460”.
nospreciados y menospreciados con razón, [N. de los T. Existe versión
Con su lengua y su cultura, cada y el que a todas las otras pérdidas añadamos castellana: Discursos a la
nación alemana, trad. de
también la pérdida del honor. La lucha con las
individuo lleva en sí el todo de la armas se ha terminado (beschlossen); surge, si
M.ª Jesús Varela y L. A.
Acosta, Tecnos, Madrid,
comunidad, pero este también es así lo queremos, la nueva lucha de los princi- 2002, p. 223. A esta edición
en castellano se refiere la
personalmente responsable pios (Grundsätze), de las costumbres (Sitten) paginación de todas las
de toda la comunidad y del carácter (Charakter). Demos a nuestros ulteriores citas al texto
de Fichte incluidas en el
huéspedes (unsern Gästen) un ejemplo de leal- presente artículo.]
[14 Fichte y la frontera interior

tad ciega a la patria y a los amigos, de rectitud solos, como si solo estuvieran entre ellos mismos,
insobornable y de amor al deber, de todas las si —anticipando a Gandhi— practican una abso-
virtudes cívicas y familiares (aller bürgerlichen luta no-cooperación, una “frontera invisible” les
und häuslichen Tugenden) como regalo cordial separará del conquistador, llevando la línea de
que han de llevar a su patria (als freundliches defensa al interior, a un lugar que está en todas
Gastgeschenk mit in ihre Heimat) a la que algún y en ninguna parte, inaccesible. Inversamente,
día terminarán por volver. Cuidémonos de invi- una frontera interior cruza el espíritu o el alma de
tarles a despreciarnos, pero con nada lo conse- cada alemán y separa la resignación de la feroci-
guiremos con mayor seguridad que temiéndoles dad, la asimilación de las ideas extranjeras (y el
demasiado o renunciando a nuestra manera de afrancesamiento) de la germanidad: es esta la que
ser (unsre Weise dazusein aufzugeben) para as- hay que fortificar y defender, por una resolución
pirar a ser como ellos. Quede lejos de nosotros (Entschluss) de cada instante, si es necesario con-
la improcedencia de que el individuo desafíe tra sí mismo (en un combate interior del Selbt y de
e incite al individuo (die Ungebühr, dass der la Selbstsucht).
einzelne die einzelnen herausfordere, und rei- En esta primera lectura, la idea es de resisten-
ze); por otra parte, la medida más segura (die cia (Widerstand), de ciudadela (se podría decir:
sicherste Massregel) consistirá en continuar las verdaderas fortificaciones en una guerra son
siempre nuestro camino como si estuviésemos interiores, lo que suspende la objeción de Ma-
nosotros solos (als ob wir mit uns selber allein quiavelo). No es solo que esta resistencia no sea
wären) y en no entablar con “ellos” en absoluto compatible con la llamada a las armas, sino que
más relaciones que las estrictamente necesarias puede considerarse la preparación, el “rearme
(durchaus kein Verhältnis anzuknüpfen, das uns moral” que precede y condiciona al rearme mi-
die Notwendigkeit nicht schlechthin auflegt); y litar; del mismo modo que el plan de educación
el medio más seguro (das sicherste Mittel hier- nacional que está en el corazón del programa de
zu) para ello será que cada uno se conforme con regeneración de Alemania precede y condiciona a
lo que las antiguas relaciones patrias de siempre la lucha armada, por la guerra no hace otra cosa
puedan proporcionarle (was die alten Vaterlän- que continuar la política por otros medios: o más
dischen Verhältnisse ihm zu leisten vermögen), bien solo la continuará si la política se cimenta
que comparta las cargas de la comunidad (die sobre una mística cívica, si los soldados —como
gemeinschaftliche Last) en la medida de sus en Valmy— son los ciudadanos de una comunidad
fuerzas y que considere todo favoritismo del ex- ética. Del mismo modo que la unidad política de
tranjero (jede Begünstigung durch das Ausland) Alemania (la fundación de un Estado nacional)
como una ignominia.6 presupone la conciencia de su unidad espiritual.
El trazado de las fronteras interiores de la libertad
Se trata de la descripción de una actitud moral es la condición de la liberación de las fronteras
que dirige de nuevo al trazado de una frontera in- exteriores, que llegará a su tiempo.
terior. Sin embargo, puede leerse, comprenderse, Pero a esta posible lectura —que intenta com-
de dos formas, con dos acentos bien diferentes. El pletar el texto con otros elementos del contex-
contexto no evita el equívoco. Podemos incluso to— se le opone otra, centrada no en la idea de
asegurar, por los debates que ha suscitado hasta la resistencia sino en la de refugio (Zufluchtsort:
nuestros días en la misma Alemania, que es prác- término clave de la tradición protestante y singu-
ticamente inevitable. Veámoslo más a fondo. larmente de la historia de Prusia en sus relaciones
Primera posibilidad: las fronteras exteriores (o con Francia, que desempeña un papel central en
lo que desempeñaba ese papel: la frágil soberanía los Discursos). Sin duda hemos sido vencidos,
de los Estados alemanes, la ficción del Sacro Im- nuestros Estados territoriales se han convertido en
perio) han sido franqueadas y destruidas. Napo- satélites. Pero esto es secundario, en realidad no
león está en Berlín, ha proclamado la disolución es más que algo exterior. Para la identidad nacio-
del Sacro Imperio y ha incorporado una parte de nal —que de todas formas nunca ha tenido más
Alemania a la Confederación del Rin... Quedan que un vínculo secundario y artificial (künstlich)
las fronteras interiores: si los alemanes son in- con esos Estados y sus fronteras (una identidad
teriormente invencibles —algo que está siempre esencialmente moral, del orden de la Gesinnung
en poder del hombre—, la fortaleza es impenetra-
ble (como la fe de Lutero, ein' feste Burg), estas La historia cuenta que los
fronteras son impenetrables. Con su lengua y su
Discursos fueron unánimemente
cultura, cada individuo lleva en sí el todo de la
comunidad, pero también cada individuo es per- aplaudidos por unos “alemanes”,
sonalmente responsable, por su actitud moral, de muchos enemigos del
toda la comunidad. De ahí esta idea: si, entre las republicanismo de Fichte
6 Ibid., p. 234. tropas de ocupación (Gäste!), los alemanes viven
Estudios Culturales / Estudios sobre la frontera 15]

y de la Sittlichkeit)— todavía existe un refugio: el cuenta que los Discursos fueron unánimemente
Sí-mismo (Selbst) de los Alemanes. O más bien aplaudidos por unos “alemanes”, de los cuales
ese refugio es la trama invisible que tejen entre muchos, la mayor parte tal vez, eran enemigos
ellos los hilos de la lengua, la unión invisible de del republicanismo de Fichte (todavía recordado
eso que no se tardará en llamar la Kulturnation. en el texto). También nos hace saber que entre
No solo este refugio es el único que merece ser los organizadores del cuerpo de voluntarios que
defendido (ya que no importa la grandeza pasada preparaban la guerra de “liberación nacional” de
de los Estados, irremediablemente destruida, sino 1813 (origen histórico de esta expresión) figura-
la grandeza que está por venir, más allá de toda ban jóvenes espectadores entusiasmados por el
política de poder, el destino del hombre); sí que discurso de 1808. Era posible, entonces, sin nece-
es el único que puede serlo, sobre la base de la sidad de una erudita interpretación y teniendo en
derrota misma. Momento de la verdad, por tan- cuenta los límites impuestos por la censura, ver un
to, y oportunidad única que hay que aprovechar. llamamiento a las armas en ese llamamiento a la
Porque este refugio no está delimitado por una resolución moral.
“frontera exterior” donde los alemanes chocarían Queda que Fichte la describa con insistencia
con otros, sino que está constituido por la realidad como puramente interior:
invisible de su mundo interior, donde pueden pro-
gresar indefinidamente sin encontrarse más que Y todo el que oiga esta voz tome esta decisión
con ellos mismos, y sin chocar con otra cosa que por sí mismo, igual que si estuviese él solo y
su propia inercia (Trägheit) o indolencia moral. él solo tuviese que hacerlo todo. Si hay de ver-
Entonces el sentido del llamamiento no es el de dad muchos individuos que piensan así, pronto
preparar una reconquista o una revancha, sino el habrá un gran todo que confluirá en una fuerza
de incitar a un recogimiento (Andacht, andenken) única y aglutinante… Debéis tomar una deci-
en el que lo exterior pierde toda importancia. No sión que solamente cada uno por sí mismo y en
se trata de reconquistar las fronteras (en el sentido su propia persona puede llevar a la práctica…
usual), sino de conquistar la moral y la cultura. Aquí se os exige una decisión que sea al mis-
¿Este equívoco puede superarse por el contexto mo tiempo vida inmediata y acto interno, que
o más bien se refuerza con él? ¿Qué debemos en- continúe sin titubear ni enfriarse y se imponga
tender (qué debía entender la audiencia de Fichte) hasta llegar a la meta (und jedweder, der die-
cuando exclama: se Stimme vernimmt, fasse diese Entschluss bei
sich selbst, und für sich selbst, gleich als ob er
Los discursos que aquí concluyo han ido diri- allein da sei, un dalles allein tun müsse. Wenn
gidos ciertamente, en primer lugar, de palabras recht viele einzelne so denken, so wird balde in
a ustedes, pero han tenido en cuenta a toda la grosses Ganzes dastehen, das in eine einzige
nación alemana; han tenido la intención de re- engverbundene Kraft zusammenfliesse… Eine
unir en torno a sí, en el espacio en que ustedes Entschliessung sollt ihr fassen, die jedweder
se encuentran, a todo aquel que en el ámbito que nur durch sich selbst und in seiner eignen Per-
abarca la lengua alemana (so weit die deutsche son ausführen kann… Es wird von euch ge-
Zunge reicht) sea capaz de comprenderlos. Si fordert ein solcher Entschluss, der zugleich un-
hubiese yo conseguido prender en cualquiera mittelbar Leben sei, und inwendige Tat, und der
de los corazones que aquí han latido una chispa da ohne wanken oder Erkältung fortdaure und
que continúe ardiendo y prenda en la vida, no es fortwalte, bis er am Ziele sei) (pp. 248-249).
mi intención que aquellos permanezcan solos y
aislados (über den ganzen gemeinsamen Boden Y sobre todo este objetivo final se describe pre-
hinweg), sino que mi deseo sería recoger para cisamente como un objetivo moral y espiritual, la
ellos, a través de todo el suelo patrio, opiniones (re)constitución de una comunidad virtuosa cuyo
y decisiones semejantes y unirlas a las suyas, de carácter específicamente alemán se fundará sobre
tal manera que partiendo de este punto central la inherencia recíproca de la lengua alemana (len-
se encienda y se extienda por todo el suelo na- gua “verdadera” o sincera por excelencia) y de
cional hasta sus fronteras más alejadas una úni- una cultura de la moralidad. Al final del discurso
ca llama de patriotismo que arda perennemente decimotercero, después de haber estigmatizado,
y sin interrupción (eine einzige fortfliessende con palabras a penas disimuladas, la veneración
und zusammenhängende Flamme vaterländis- por Napoleón de algunos de sus compatriotas, Fi-
cher Denkart)? chte les pide solamente que “preserven de esa des-
honra (Besudelung) nuestra lengua formada para
¿Y de qué “resolución” se trata cuando con- expresar lo verdadero (unsrer zum Ausdrucke des
tinúa: “No os mováis esta vez de vuestro sitio Wahren gebildeten Sprache) (p. 244). Es un lla-
sin haber tomado una decisión firme… Tomad mamiento a la reflexión (Nachdenken) (p. 214),
esta decisión ahora mismo” (p. 248). La historia a la realización de un “mundo de los espíritus”
[16 Fichte y la frontera interior

(Geisterwelt), “liberado de todo impulso sensi-


ble” (der Geist allein, rein, und ausgezogen von
allen sinnlichen Antrieben, soll an das Ruder der Parece que la no-violencia fuera
menschlichen Angelegenheiten treten) (p. 262), la característica principal del
al advenimiento de un “reino del derecho, de la patriotismo reclamado por Fichte
razón y de la verdad” (ein Reich des Rechts, der
Vernunft und der Wahrheit) (p. 262).
¿Significan estas formulaciones que Fichte no
hizo sino adherir un discurso profético (y en el dos caras del mismo fenómeno espiritual en el que
fondo claramente teológico) a la coyuntura histó- se manifiesta el sentido de la historia presente.
rica? ¿Y en beneficio de qué? ¿De la religión? ¿O ¿Pero acaso esta unidad profunda no tiene como
de la política? ¿O más bien se explican por pre- condición positiva (siguiendo el tono místico y
ocupaciones tácticas, bien porque Fichte hubiera apocalíptico) el empequeñecimiento de todas las
sobrevalorado el poder del Imperio Napoleóni- formas exteriores de la identidad alemana, que no
co y no hubiera creído que la liberación política es más que la concentración de los “rasgos fun-
pudiera ser obra de la generación presente, bien damentales” de la época, en tanto que presentada
porque practicara simplemente un doble lengua- como el fin de un mundo? La clave del problema
je para burlar la censura? Podríamos creerlo así, reside manifiestamente en el significado que re-
escuchándole desde su primer Discurso explicar viste la “misión universal” de la nación alemana,
a su audiencia que sus tesis no presentarían daño o incluso en la forma en que, en la perspectiva
alguno, o que la formación de una conciencia na- de esta elección histórica singular, la particulari-
cional a través de la educación es una tarea de lar- dad del pueblo alemán se ve unida al beneficio de
go aliento, para varias generaciones. su universalidad. Los signos de esta elección han
Pero otras argumentaciones muestran que esta sido rastreados anteriormente a través de diver-
“retirada de lo político” tiene un significado más sos acontecimientos históricos (resistencia de los
esencial, que forma parte precisamente del objeti- germanos a la romanización, libertades civiles de
vo final. De este modo, denuncia la gloria militar las ciudades alemanas, Reforma luterana, Grün-
como extranjera a la pureza del espíritu alemán. dlichkeit de la filosofía alemana), pero solo tienen
Parece que la no-violencia fuera la característica sentido retrospectivamente, desde el momento
principal del patriotismo reclamado por Fichte, presente de crisis radical. Lo que caracteriza polí-
como medio de una verdadera liberación, aunque ticamente a esta crisis a los ojos de Fichte es que,
describa la muerte por la patria como el sacrifico del enfrentamiento secular entre dos principios de
supremo. Así se explica que Fichte no presentara gobierno y organización de Europa (el imperia-
como una desgracia o una falta la partición polí- lismo y el equilibro europeo), hace surgir por pri-
tica de Alemania, causa aparente de su debilidad mera vez la posibilidad de otro orden, intrínseca o
militar, sino al contrario —retomando con insis- naturalmente pacífico. Lo que la caracteriza mo-
tencia el modelo romántico del helenismo anti- ralmente es que da a luz a un espíritu totalmente
guo— como la fortuna histórica que ha permiti- nuevo (das Beginnen eines granz neuen Geistes)
do a los alemanes preservar la originalidad de su a través de una revolución que “recrea” todo el ser
cultura y desarrollar “la esencia de lo humano” humano (eine gänzliche Umschaffung) (p. 159).
(das rein Menschliche) en su conciencia popular. ¿Cómo se entrelazan esta moral y esta política?
Porque esta partición política tenía como efecto A través de una filosofía de la historia. Exami-
disociar el Estado de la Nación (p. 104). Del mis- némosla brevemente.
mo modo se explica incluso que pueda presentar Dos dialécticas se entrecruzan en el fresco his-
la independencia nacional alemana, en el sentido tórico pintado por Fichte: una dialéctica tempo-
en que aquí está definida, como una exigencia de ral, una dialéctica del territorio. Ambas beben del
la humanidad entera, empezando por el conquis- realismo empírico, o caracterizan el mundo como
tador extranjero: “El mismo extranjero os conju- fenómeno (Erscheinung) —un fenómeno detrás
ra en tanto en cuanto todavía no se entiende a sí del cual, según la crítica constante de Fichte, es
mismo en lo más mínimo y aún puede ver su ver- inútil buscar una “cosa en sí”—. Pero la conexión
dadero provecho (Es beschwöret euch selbst das solo es posible con ayuda de una categoría moral:
Ausland, inwiefern dasselbe nur noch im mindes- el egoísmo. En efecto, una y otra son dialécticas
ten sich selbst verteht, und noche in Auge hat für de su desarrollo y de su auto-destrucción.
seinen wahren Vorteil)” (p. 264). Podemos resumir de forma simple la dialécti-
Desde este punto de vista, la aspiración inte- ca temporal de las formas de dominación en la
rior de los pueblos a la paz universal (distinta de historia europea. Comienza con el imperialismo
los intereses de sus gobernantes) y la aspiración romano, prolongado en la Edad Media por el
igualmente interior de los alemanes a la libertad sueño de una Monarquía universal que fusionaba
no son dos hechos de naturaleza diferente: son las el Estado con la autoridad eclesiástica, es decir,
Estudios Culturales / Estudios sobre la frontera 17]

con la religión exterior, la incorporación de los de fuerzas (y puede así equilibrarla) y las man-
individuos a las estructuras de la Iglesia visible, tiene a todas a distancia. Desgraciadamente, esta
la negación “latina” de las particularidades na- situación se da la vuelta: en lugar de mantener dis-
cionales. Esta dominación (Herrschaft) encontró tanciados a los adversarios, como un muro o una
enseguida su límite en la resistencia de los ger- pantalla disuasorios (ein fester Wall) (p. 210) —
manos, expresada por Tácito en una célebre frase. es decir, como una frontera humana infranquea-
Sobre todo se quebró frente a la afirmación de los ble—, el territorio alemán siempre fue su presa
individuos que querían sich selbst gleich bleiben. común, el coto de sus intereses políticos, donde se
De la independencia natural pasan a la concien- proyectan las divisiones de Europa (en forma de
cia de sí mismos, es decir, a la conciencia de “sí” pequeños Estados fragmentados [Kleinstaaterei],
en la cultura y en la educación (Ibid.). Contra la de alianzas hechas y deshechas, de rivalidades
uniformidad del Estado y la Iglesia vemos surgir dinásticas). Una Alemania extranjera a sí misma
nuevos sujetos históricos, los príncipes y los pue- es la imagen de una Europa alienada, además de
blos —los primeros dominantes pero sobre todo la causa permanente de su inestabilidad (Unru-
movidos por sus intereses particulares, los últi- he).7 También el equilibrio europeo es un “sueño”
mos dominados pero representantes de intereses (Traum) asesino, una “nadería” (Nichtigkeit) que
universales, por tanto verdaderamente activos—. vuelve a la nada.
Cuando ambos intereses se fusionan, por ejemplo Y ello lleva a la situación presente. Al destruir
en la Reforma luterana (cf. el Discurso sexto), la definitivamente la sombra de autonomía de Ale-
Humanidad como tal progresa. mania, la conquista napoleónica resucita el pro-
Entonces se abre un nuevo período, que pode- yecto de monarquía universal, al tiempo que el
mos llamar el de la alienación (Entfremdung) pro- culto al Estado, el desarrollo de la máquina admi-
piamente dicha, el de las individualidades concu- nistrativa como fin en sí mismo. Sin embargo, esta
rrentes, o de la guerra de todos contra todos, en la vuelta a los comienzos —a la concepción “roma-
que los pueblos son empujados (Trieb) a afirmarse na” del vínculo social— entra en total contradic-
a expensas los unos de los otros y se convierten ción con la aspiración actual a la libertad cívica. Y
en instrumentos de ambiciones dinásticas. Esta también, sin duda, con el hecho económico de la
situación cristaliza en el “equilibrio europeo”, expansión universal del comercio. Otro avatar del
instituido oficialmente por el Tratados de Westfa- “egoísmo” que debemos retomar ahora.
lia y teorizado por el arte político como el pacto En el Discurso, Fichte se refiere a su propio
clásico. La política del Verstand trata a los indivi- análisis del estado comercial cerrado (Der ges-
duos y a los pueblos, en el interior y en el exterior, chlossene Handelsstaat, 1800).8 Texto controver-
como los engranajes de una sabia mecánica, no tido —diana privilegiada de las ironías de Hegel
como ciudadanos autónomos, por lo que está en y de la corriente liberal en general—, fuente de
parte ligada a la monarquía absoluta, el despotis- malestar desde el principio, presentada alterna-
mo ilustrado, etc. tivamente como utopía igualitaria (roussoniana,
El equilibrio europeo es una relación de fuer- babuvista), como expresión de un arcaico mer-
zas que se espera someter a cálculo y estabilizar. cantilismo, como anticipación de la planificación
Es cierto que oficialmente busca la paz, pero no socialista o del nacionalismo económico (de List a
la consigue por un doble motivo. El primero es Schacht, o a Keynes...). Solo trataré aquí algunos
teórico, es su artificio mismo, la contradicción temas. El objetivo declarado del Estado comercial
permanente entre sus motivaciones y sus medios: cerrado es doble: la paz social interior y la paz
basta con leer a Maquiavelo para convencerse de universal exterior. Pero estos dos objetivos chocan
que no hay cercas naturales para la avidez huma- con el mismo obstáculo: el poder del dinero, cuya 7 Fichte se inscribe aquí
en una larga tradición,
na (natürliche Beschränkung der menschlichen causa hay que señalar: la expansión indefinida del marcada por los textos
Habsucht) (p. 209). La otra razón es práctica, comercio y en particular del comercio internacio- de Saint-Simon y de
Rousseau, aunque hacien-
históricamente singular: el sistema de equilibrio nal. Otra forma de imperialismo. Los “excesos” do una inversión exacta
europeo reposa desde su origen en la presencia, en bien conocidos del Estado comercial cerrado (la de las conclusiones.
el centro de Europa (im Mittelpunkte von Europa), supresión del derecho de la propiedad de la tie- 8 Der Geschlossne
Handelstaat.
de un no-Estado (Alemania) que no toma parte en rra en nombre del derecho al trabajo, garantizado Ein philosophischer Entwurf
el saqueo (Beute), que está fuera de la relación por una estricta regulación del Estado; el cierre als Anhang zur Rechtslehre
und Probe einer künftig
de las fronteras a toda circulación de bienes y de zu liefernden Politik, en
personas, con excepción de algunos sabios y ar- J.G. Fichte, Ausgewählte
politische Schriften, Zwi
La política del Verstand trata tistas encargados de organizar los intercambios Batscha und Richard
a los individuos y a los pueblos culturales) remiten sin duda a diversas fuentes Saage (Hrsgb.), Suhrkamp,
Frankfurt, pp. 56-167.
ideológicas. Pero se explican en última instancia
como los engranajes de una por la “consecuencia” con la que Fichte pretende
[N. de los T. Hay versión
castellana: El Estado
sabia mecánica abordar el principio común de la desigualdad y de comercial cerrado, trad. de
J. Franco Barrio, Madrid,
las guerras. Por un lado, la subordinación de la di- Tecnos, 1991.]
[18 Fichte y la frontera interior

visión del trabajo a la propiedad comercial, el an- go de palabras entre Selbstsucht y egoísmo?) en el
tagonismo de las condiciones sociales; por otro, el exterior (das Fremde, das Ausland). Y esta aliena-
antagonismo económico de los Estados, conver- ción comienza con el fetichismo de la propiedad
tidos en Estados comerciales “abiertos”, para los (Habsucht), se trate de la expansión territorial de
que la colonización (violentamente criticada por un Estado o de la posesión individual de la tie-
Fichte) es un momento esencial. La “guerra secre- rra, es decir, con la sustitución del ser lo que se
ta” que desemboca en una guerra abierta. El cierre hace por el ser lo que se tiene, del ser por la cosa
autoritario de fronteras que reclama, medio según (Ding), cosa en un mundo de cosas, por el ser por
su opinión de suprimir el dinero (o, al menos, de la acción (Tat, Tätigkeit).
separar moneda interior y moneda internacional, Es esta configuración la que da a Alemania una
por lo tanto, de suprimir el espacio mundial de misión universal. No por una predestinación, sino
acumulación capitalista), debería resolver de una por una situación histórica, en la que, sin embar-
sola tirada este doble problema. go, la evidencia empírica choca con sus propios
De la comparación entre el Estado comercial límites interiores. Simplificando, una situación de
cerrado y los Discursos a la nación alemana todo o nada: para Alemania, desaparición o rege-
podemos extraer una lección muy interesante en neración siguiendo otro plan; para Europa, guerra
lo que toca a las razones que cimientan su crítica generalizada, indefinidamente, o vuelta a empe-
al cosmopolitismo y que retomaremos más tarde zar de la historia en función de otros principios. A
a propósito de sus planes para la educación na- nada que Alemania quiera efectivamente aquello
cional. El cosmopolitismo se presenta como un a lo que la necesidad la ha reducido —formar una
universalismo (por encima de las fronteras histó- nación de espíritus unida en torno a un principio
ricas) y como un humanismo (por encima de las moral, intrínsecamente pacífico—, el ejemplo que
diferencias de estatus social, de “mayorías” y de dará puede ser irresistible, podrá comenzar una
“minorías”). En realidad, no puede ser ni lo uno nueva era. Y su propia independencia le será otor-
ni lo otro. El cosmopolitismo —tal y como se gada con creces.
presenta en el siglo XVIII en la República de las Esta explicación, sin embargo, acaso no se con-
Letras, donde ocupa un lugar privilegiado— no tradice con la forma en la que anteriormente Fich-
es más que la forma alienada del humanismo y de te había concedido a la germanidad (Deutschheit)
la universalidad.9 Lejos de anunciar la superación un privilegio natural, haciendo del pueblo alemán
de las rivalidades nacionales, es su manifestación el Urvolk de la historia europea: a la vez origen
ideológica, cuya verdad reside en lo que se hace de otros pueblos, pueblo originario, pueblo en sí o
en su nombre y no en lo que se dice. Y lo que se pueblo por excelencia... ¿Y esta característica no
hace es, por un lado, la imposición de una “len- implica concederle de igual modo una primacía
gua universal” (el francés) a la filosofía y a las política?
ciencias de todos los pueblos, y, por otro, la ins- Además, la definición del Urvolk germánico es
titución de la brecha entre la plebe, la masa, y la inseparable de aquella que considera al alemán
“clase cultivada” de todas las naciones —ambos el Ursprache, la lengua originaria o primera. Es
procesos evidentemente unidos—.10 Doble aliena- esta precisamente la unión con la que Fichte había
ción, para los intelectuales (Gelehrten) y para el (en los discursos 4º, 5º y 6º) entrelazado los temas
9 Recordemos que en pueblo: los unos no sienten nada de lo que expre- de la identidad y de la pureza nacional que serán
Kant, por encima de la
evolución de la temática san en una lengua extranjera (sus conceptos están activados después (a lo largo de los siglos XIX y
del “cosmopolitismo”, esta vacíos); los otros no saben nada, racionalmente, XX) por la “política lingüística” de los Estados-
presenta una constante:
la asociación estrecha de de lo que sienten (sus intuiciones son ciegas) y nación, o que, a la inversa, serán reivindicados
dos formas del “comercio” se convierten así en extranjeros de su propio pen- por los movimientos “nacionalitarios” y que apa-
(circulación de mercancías
y circulación de ideas, por samiento (volveremos a encontrar enseguida este recerán por ello como la verdad del nacionalismo
lo tanto circulación libre de problema de la cara sensible y la cara intelectual tal y como la enunció él mismo. Examinémoslos
hombres como comercian-
tes y como intelectuales) del lenguaje). más de cerca partiendo, como lo hace Fichte, de la
como condición natural Contrariamente a las apariencias, imperialis- idea de frontera. El orden mismo, muy riguroso,
(pero no suficiente) para la
paz universal. mo moderno (napoleónico) y liberalismo econó- de su argumentación arrojará luz sobre el signifi-
10 Federico II, que osten-
mico —o podríamos decir cosmopolitismo “a la cado singular que reviste esta fórmula constante-
taba no saber el alemán de francesa” y “a la inglesa”—, estas dos formas de mente repetida: el pueblo original (das ursprün-
sus súbditos, había hecho
proclamar “la universalidad
descomposición del equilibrio europeo cuya in- gliche Volk) o pueblo originario (das Urvolk) es
de la lengua francesa” por compatibilidad mutua caracteriza la crisis actual “el pueblo de la lengua originaria” (das Volk einer
la Academia de Berlín; cf.
la historia completa de este
y hace estallar indefinidamente la guerra, no son Ursprache, p. 99, Discurso sexto).
acontecimiento decisivo dos fenómenos de diferente naturaleza. Ambos En primer lugar, Fichte hace sufrir a la noción
para la constitución del “na-
cionalismo lingüístico” en
son formas de exteriorización del vínculo social de “frontera natural” un polémico desplazamien-
Alemania en F. Brunot, His- (Band), en las que el Sí-mismo (Selbst) se pierde to. Hemos citado más arriba el pasaje clave del
toire de la langue française,
tome VIII, Librairie Armand
y se busca en vano (a pesar de la falsedad de la Discurso decimotercero. El mismo tema se enun-
Colin, Paris, 1935. etimología, ¿cómo no sentirse tentado por el jue- cia ya en el Discurso cuarto: no hay determinis-
Estudios Culturales / Estudios sobre la frontera 19]

mo geográfico o geopolítico; lo que diferencia


en sentido (y en valor) a la historia alemana de Esta configuración le da
la de otros pueblos descendientes del “tronco” o
“línea” germánica (Stamm) no es la autoctonía de
a Alemania una misión universal.
los unos por oposición a las migraciones de los No por una predestinación,
otros, sino únicamente su relación con el origen sino por una situación histórica
lingüístico. Se recordará aquí que unos años antes,
en un estilo que podemos denominar “primitivis-
mo” romántico, Arndt escribió: “Estado de razón” el establecimiento de fronteras
(geográficas) naturales; o más bien relativizan su
La primera frontera natural es aquella que sentido, que es siempre exterior.
todo territorio recibe de su propio mar; la se- Pero este es solo el primer cambio de postura.
gunda, la lengua… La tierra, que recibe ahora ¿En qué consiste la unidad colectiva, la comuni-
el nombre de Teutonia, debe poseer el Rin en dad antropológica? Aquí interviene un segundo
solitario, y el mar a ambos lados del Rin como elemento polémico:
frontera natural (Die erste Naturgrenze ist, dass
jedes Land sein Meer bekomme, die zweite Tampoco es muy grande la diferencia de los
die Sprache… das Land, das jetzt Teutschland factores de influencia natural de las regiones
heisst, muss den Rhein allein besitzen, und das habitadas por los germanos. De igual manera,
Meer zu beiden Seiten des Rheins als seine Na- debe evitarse atribuir demasiada importancia al
turgrenze) (Germanien und Europa, citado por hecho de que el linaje germánico (die germa-
F. Meinecke, Weltbürgertum und Nationalstaat, nische Abstammung) se haya mezclado con los
Múnich, 1962, pp. 84-85) habitantes primeros de los pueblos conquista-
dos, pues los vencedores, soberanos y educa-
Fichte le da la vuelta al orden de determinación: dores del nuevo pueblo resultante de la mezcla,
lo que hace al pueblo no es el territorio, sino la no eran sino germanos (denn Sieger, und He-
lengua, que los hombres llevan con ellos; la uni- rrscher, und Bildner des aus der Vermischung
dad nacional es antropológica, no ecológica, por- entstehenden neuen Volks waren doch nur die
que reside únicamente en la cualidad de los lazos Germanen). Además, la mezcla que se produjo
vividos entre los hombres. Pero hay que remon- en el extranjero con galos, cántabros, etcétera,
tarse más lejos: si no a los orígenes (nebulosos) no fue menor que la que se produjo en la madre
de la noción de “fronteras naturales”, sí al menos patria (im Mutterlande) con eslavos, de forma
a su uso en el siglo XVIII. La Enciclopedia de- que hoy no resultaría fácil para ninguno de los
finía la Nación como “palabra colectiva que se pueblos descendientes de los germanos presen-
usa para referirse a una cantidad considerable de tar ante los demás una mayor pureza de linaje
gente, que habita una determinada extensión de (eine grössere Reinheit seiner Abstammung vor
territorio, encerrada en determinados límites, y den übrigen darzutun) (pp. 65-66).
que obedece al mismo gobierno”. Las nociones de
territorio y de frontera estaban aquí estrictamente Dicho de otro modo, la unidad antropológica
relacionadas con la de soberanía, aunque siempre no es genealógica. A la vez que Fichte se opone a
entendida en la perspectiva de subordinación, de Kant al conferir a la lengua y a la unidad lingüísti-
una unidad conferida “desde arriba”. Al reivindi- ca una importancia ética, le sigue en la disociación
car con los ejércitos de la Revolución Francesa completa de las nociones de “raza” y de “pueblo”,
la conquista de las “fronteras naturales”, preludio y se opone a la idea de que habría un vínculo his-
de la expansión de la Grande Nation a territorios tórico entre la continuidad lingüística y la conti-
cada vez más vastos, esta vez en nombre de la nuidad biológica. Los herederos de una lengua y
lucha contra el despotismo, Danton estaba en la una cultura que representan la unidad temporal de
práctica dando su verdadera forma a esta versión una nación (y en particular de la germanidad) no
del “derecho natural”. Se puede decir que Fich- tienen nada que ver en lo esencial con los descen-
te saca de aquí la conclusión: las únicas fronte- dientes “de sangre” de los germanos, los eslavos o
ras “naturales” son las fronteras humanas de una los celtas. De ahí la tesis fundamental:
comunidad lingüística espontánea, las fronteras
territoriales son siempre políticas (es decir, del El segundo, en cambio, es decir, el de la len-
Estado), son solo instituciones, las marcas de una gua, es de mayor importancia y en mi opinión
apropiación de las cosas y no las expresiones del constituye un perfecto contraste entre los ale-
propio sujeto. Se deben a la fuerza no a la libertad. manes y demás pueblos de origen germánico…
Estos análisis rectifican al mismo tiempo la tesis Tampoco se trata del origen primero (die vorige
del Estado comercial cerrado, que reclamaba para Abstammung) de quienes continúan hablando
el Estado histórico en vías de transición hacia el una lengua originaria (derer, die eine ursprün-
[20 Fichte y la frontera interior

dad lingüística y en particular la gramática, que


Lo que hace al pueblo no es el no tiene nada que ver con su problema. La opo-
territorio, sino la lengua; sición que dibuja entre los alemanes y el resto de
pueblos de origen germánico no se interesa por
la unidad nacional la naturaleza o la constitución (Beschaffenheit) de
es antropológica, no ecológica sus respectivas lenguas, “sino solamente de que
en un caso se conserva algo propio y en el otro se
ha aceptado algo extraño” (sondern allein darauf,
gliche Sprache fortsprechen), sino de que esta dass es dort Eigenes behalten, hier Fremdes an-
lengua haya continuado hablándose ininterrum- genommen wird) (p. 66), por el hecho de la “pu-
pidamente (dass diese Sprache ohne Unterbre- reza” o de la “mezcla”. Independientemente de la
chung fortgesprochen werde), porque más for- cuestión secundaria de su antigüedad, una lengua
ma la lengua a los hombres que los hombres a la viva es una lengua pura, libre de influencias, ajena
lengua (indem weitmehr die Menschen von der por su propia naturaleza al cosmopolitismo y más
Sprache gebildet werden, denn die Sprache von profundamente a lo que estamos tentados de lla-
den Menschen) (p. 66). mar aquí, por utilizar una terminología propuesta
recientemente,12 el “colingüismo” europeo (por
Esta tesis le da la vuelta al uso de la noción de eso el alemán y el griego son dos lenguas vivas
origen, y con él el sentido de la noción de Urvolk al mismo nivel). Pero este, excepto por algunos
aplicada a los alemanes. Nos permite comprender elementos que son más indicios que caracteres
que en realidad Fichte aplica una estrategia teó- esenciales (préstamos de vocabulario latino en las
rica que tiene como fin desviar esta noción de su letras del Aufklärung), no remite tanto a la objeti-
uso contemporáneo. Ciertamente, podemos pen- vidad de la lengua como a la subjetividad de la pa-
sar que esta estrategia es políticamente peligrosa, labra: es una forma de “vivir” la lengua y de vivir
ya que permite colocar un Urvolk (los alemanes), “en” el elemento de la lengua, una actitud ética.
o tal vez dos (los alemanes, los griegos), donde Por eso al final Fichte caracteriza la lengua viva,
estaba la multiplicidad igualitaria de fuentes cul- originaria y auténtica, por la unidad de tres fenó-
turales nacional-populares defendida por Herder. menos: se practica de forma continuada, lo cual le
Pero las cosas no son tan simples porque simul- permite reconstruir su propia historia dentro de sí
táneamente se invalida el mito de la descenden- misma y transformarse sin cesar; descansa sobre
cia. Dentro de lo que hace que un pueblo sea un la comunicación directa entre las diversas clases
pueblo hay esencialmente un vínculo con el ori- del pueblo, permitiendo al pueblo ser educado por
ginario, pero este originario no es el ser empírico sus propios intelectuales, y a estos, comprenderse
del pueblo, no es más que el efecto de su relación entre sí; tiene un carácter simbólico (sinnbildlich),
práctica con el origen lingüístico. Es cierto que que quiere decir que, por oposición a la arbitra-
hay una continuidad esencial, pero esta continui- riedad del signo prestado, a la convención propia
dad no resulta “naturalmente” de la sucesión de de las mezclas, realiza inmediatamente, en cada
las generaciones: al contrario, debe otorgar un “acto de lenguaje”, la unidad necesaria de lo sen-
sentido inteligible, propiamente histórico, a esa sible y lo espiritual.
sucesión. Detengámonos aquí para examinar los efectos
Entonces, ¿qué es la lengua originaria, o más de estos desplazamientos sucesivos. Queda claro,
bien el origen de la lengua (Ursprache)? Al fi- para empezar, que Fichte ha ido vaciando las no-
nal, todo está supeditado a esta pregunta. Y nos ciones de Urvolk y de Ursprache no solo de todo
reserva una nueva sorpresa. Es el tercer desplaza- contenido naturalista, sino también de todo con-
miento del problema. La lengua originaria, como tenido historicista. Del mismo modo, la germani-
Fichte no deja de repetir, es la lengua “viva” (die dad, cuya esencia busca caracterizar, no tiene nin-
lebendige Sprache, por oposición a die tote Spra- gún vínculo esencial con un pasado, sino en tanto
che). que el pasado inspira un proyecto de futuro (en úl-
Pero aquí Fichte hace un juego de palabras, con tima instancia, la regeneración espiritual y moral),
lengua y con vida. Los lingüistas románticos,11 en tanto que la contingencia del pasado se sublima
11 Es exactamente el reemplazando la cuestión racionalista clásica en la producción del futuro. La “vida original” del
mismo momento en que del origen de las lenguas (y del lenguaje primi- pueblo, y primero la de la lengua que teje los hilos
Fr. Schlegel publica
la obra inaugural de la tivo) por la cuestión “histórica” del Ursprache o de la comunidad, es esencialmente el movimien-
filología histórica: Über die “lengua madre” de todas las otras, habían llega- to de una formación continua (Bildung), de una
Sprache und Weisheit der
Inder (1808). do —fundándose en las nacientes técnicas de la actividad práctica (Tätigkeit), de una superación
12 Cf. R. Balibar,
gramática comparada— a la prioridad de la len- de todo lo que ha sido dado y determinado como
L'institution du français. gua germánica, o más bien de la indo-germánica. existente (Etwas). Es una revolución interior per-
Essai sur le colinguisme
des Carolingiens à la Repu-
Fichte ignora por completo este punto de vista manente. Lo originario no designa de donde pro-
blique, PUF, Paris, 1985. genético, del mismo modo que ignora la reali- viene un pueblo, sino aquello hacia lo que avan-
Estudios Culturales / Estudios sobre la frontera 21]

za, o todavía más preciso, el destino moral que se caprichosos, sino que, ante todo, hay una nor-
auto-designa activamente, cuyas pruebas Fichte ma fundamental, según la cual todo concepto
piensa encontrar en una determinada disposición se convierte en los órganos de la fonación en
“alemana” a tomarse en serio las palabras de la un determinado sonido y no en otro distinto (es
lengua, a “vivir como se habla” y a “hablar como gibt zuvörderst ein Grundgesetz, nach welchem
se actúa”. La lengua originaria, auténtica, no es jedweder Begriff in den menschlichen Spra-
solo la lengua de la acción, es acción moral en la chwerkzeugen zu diesem, und keinem andern
lengua; no una lengua que tiene una historia, sino Laute wird)… No es realmente el hombre quien
una “palabra viva” que hace una historia, y que habla, sino la naturaleza humana quien habla
hay que tomar en el momento en que la hace. en él y se manifiesta a sus semejantes (Nicht
No queda menos claro, en estas condiciones, eigentlich redet der Mensch, sondern in ihm
que la definición de Fichte es circular. Pero es pre- redet die menschliche Natur, und verkündiget
cisamente ese círculo lo que le importa. El círculo sich andern seinesgleichen). En consecuencia,
de la lengua y el pueblo, de su pertenencia recí- podría deducirse de esto que la lengua es única
proca: un pueblo vivo crea él mismo una lengua y completamente necesaria (Und so müsste man
viva, una palabra viva da vida a la lengua de un sagen: die Sprache ist eine einzige, und dur-
pueblo y así le hace vivir a él mismo. El círculo de chaus notwendige) (pp. 66-67).
la vida (Leben) y de la formación espiritual (geis-
tige Bildung): Y más adelante:

En el pueblo de lengua viva, la formación Si se llama pueblo a un grupo de hombres que


espiritual penetra en la vida; en el caso con- viven juntos, que sufren las mismas influencias
trario, la formación espiritual y la vida siguen externas en su órgano de fonación y que conti-
cada cual su camino (Beim Volke der lebendigen núan desarrollando su lengua en comunicación
Sprache greift die Geistesbildung ein ins Leben; permanente (und in fortgesetzter Mitteilung
beim Gegenteile geht geistige Bildung, und Le- ihre Sprache forbildenden), tenemos entonces
ben jedes seinen Gang für sich fort) (p. 79). que decir que la lengua de este pueblo es nece-
sariamente tal y como es, y que propiamente no
En último término, este círculo es la forma que es este pueblo quien manifiesta su conocimien-
adquiere en el Fichte de los Discursos, por tanto, to, sino que es su propio conocimiento quien
en un estilo “popular” (que le permitió sin duda se manifiesta a partir de aquel (nicht eigentlich
encontrar la solución teórica vanamente persegui- dieses Volk spricht seine Erkenntnis aus, son-
da a través de los incesantes modificaciones de la dern seine Erkenntnis selbst spricht sich aus
Wissenschaftslehre), la noción de lo trascenden- aus demselben) (p. 67).
tal.
En efecto, hay que decir a la vez que “los hom- Pero inversamente hay que decir (Discurso sép-
bres están formados por la lengua” y que “los timo):
hombres se hacen a sí mismos”, en tanto que ha-
cen la vida de su lengua: pero no en el mismo sen- Para él, la historia y, con ella, el género hu-
tido. En tanto que los hombres son individuos em- mano, no se desarrollan según leyes ocultas y
píricos, es decir, que pertenecen al mundo de las misteriosas de una danza circular (nach dem
“cosas” recíprocamente determinadas (que son et- verborgenen und wunderlichen Gesetze eines
was), podemos decir que están “hechos” ante todo Kreistanzes), sino que piensa que es el propio
por la lengua, es decir, que esta fija los límites o hombre quien las hace (macht der eigentliche
las posibilidades de su comprensión, de su cono- und rechte Menshs sich selbst), no limitándose
cimiento. Podemos incluso decir: según la lengua a repetir lo que ya ha existido, sino creando en
sea pura o viciada, esta comprensión será verda- el tiempo algo realmente nuevo (nicht etwa nur
dera o ilusoria y falsa. Sin la forma de la lengua no wiederholend das schon Dagewesene, sondern
comprenderíamos por qué Fichte puede escribir: in die Zeit hinein erschaffend das durchaus
Neue) (p. 124).
Me veo obligado a invitarles a considerar la
esencia de la lengua (das Wesen der Sprache El hombre del que se trata aquí ya no es el hom-
überhaupt). De manera general, la lengua y en bre empírico sino el hombre esencial o el hombre
particular las designaciones de los objetos que interior, el que decide conforme a su visión del
en ella producen los sonidos por medio de los absoluto, de la vida eterna; por tanto, al mismo
órganos de la fonación (besonders die Bezei- tiempo es el hombre práctico, el hombre que no
chnung der Gegenstände in derselben durch es otra cosa que su propio acto constitutivo. Este
das Lautwerden der Sprachwerkzeuge) no de- hombre no está hecho por la lengua, sino que, al
penden en absoluto de decisiones y acuerdos hablarla de forma originaria o auténtica, al llevar-
[22 Fichte y la frontera interior

la, por tanto, al infinito, al colocar siempre sus lí- sino muy concretamente: hace de ella el campo
mites más allá de lo que existe, hace que la idea por excelencia donde se realiza su política, en
penetre en la vida. Lo trascendental de la lengua tanto que política por y para la educación moral
no es entonces una trascendencia dada, en la que (Erziehung).
el pensamiento está constreñido por categorías o Sobre este tema me contento con extraer algu-
medios de expresión, sino una palabra trascenden- nos rasgos significativos de las largas argumen-
te, que es al mismo tiempo el acto de auto-consti- taciones de los Discursos 2º, 3º, 9º, 10º y 11º.
tución del pensamiento. A estas dos caras indiso- Nuevos contornos de la frontera, es decir, de la
ciables (al menos originalmente) corresponden las división y la unidad, del cierre y de la apertura,
dos vertientes del símbolo, la vertiente sensible y del desplazamiento de los límites. La propuesta se
la espiritual, o incluso la vertiente imagen (Bild) divide en tres tesis:
y la vertiente invisible de la lengua. No es impo-
sible considerar que esta concepción se sostiene - La constitución de un nuevo sistema educa-
sobre una auto-referencia permanente: el paradig- tivo es la condición, o aún mejor, la forma mis-
ma de la palabra constituyente es la propia palabra ma que debe adoptar la regeneración de Alema-
de Fichte, en su intento de recrear la unidad (la nia. De hecho, como esta regeneración repre-
comprensión de sí mismo) de la nación alemana senta la actualización de un carácter originario
a través de su discurso (igual que en otro tiempo (Ursprünglichkeit) que todavía no ha empezado
Lutero, der deutsche Mann), devolviéndoles así a a existir en la historia, hay que decir: es la forma
las palabras alemanas su sentido original, al dar que debe adoptar el nacimiento de Alemania. Se
cuerpo sensible (en imágenes) al pueblo futuro, al trata de un medio, pero que contiene en sí mis-
abrir la posibilidad de una nueva historia. Con esta mo la actualización de su fin, que es actividad
idea, la noción de una frontera interior adquiere su (Tätigkeit) por excelencia.
carga más profunda: en este punto habla. Mejor:
en este punto yo hablo identificándome con ella - Esto es posible en la medida en que la edu-
(recordemos el Es recurrente en el texto que ha- cación se concibe como una educación nacional
bíamos citado en el comienzo); en este punto yo (Nationalerziehung), y no como una formación
transformo incesantemente en futuro, es decir, en literaria y cosmopolita restringida a las clases
historicidad real, el pasado histórico fijado en el cultivadas, o como una simple escuela del pue-
“espacio” institucional. Pero también en este pun- blo destinada a los niños de condiciones socia-
to “ella” —la lengua, esencia del vínculo social les inferiores (Volksbildung).
(die Sprache, die niemals ist, sondern ewigfort
wird: la lengua/palabra, que nunca es, sino que - Finalmente, la educación nacional debe es-
está en continua transformación, Discurso quinto, tar organizada por el Estado, lo que quiere decir
p. 92)— habla en primera persona. Esta auto-refe- al mismo tiempo que debe ser sustraída a la au-
rencia se sostiene en un nombre, a la vez “propio” toridad de la familia y de la Iglesia y que debe
y “común” (der Deutsche, die Deutschheit): sin él ser inmediatamente una educación cívica (Fich-
la palabra no procedería de ninguna lengua deter- te nos indica que, gracias a este rasgo, recupe-
minada, la lengua no sería acto de nadie. Pero este rará la unidad griega de la educación y la ciuda-
nombre oculta un equívoco, una escisión interna: danía). Pero esto no significa que la educación
yo, Fichte, nuevo “hombre alemán”, hablo a los nacional es una educación “laica”, ni en el sen-
alemanes porque no son los que creen ser, doy tido de una oposición entre educación religiosa
sentido a las palabras de su tribu (Stamm) para y educación cívica, ni en el sentido de una se-
que lleguen a ser hombres (alemanes) nuevos. paración entre la moralidad colectiva y la fe in-
Hay que llegar a decir entonces que esta frontera dividual. Al contrario, la educación nacional es
no separa espacios (sean estos espacios territo- la del “hombre total” (der vollendete Mensch),
riales o, metafóricamente, universos culturales), sensible y espiritual, físico e intelectual, en la
sino que más bien representa el punto o momento perspectiva de la identificación del patriotismo
de conversión del espacio constituido en tiempo con la moralidad pura, o de que cada miembro
constituyente, que es el tiempo de la proyección, de la comunidad patriótica interiorice que esta
de la decisión, de la acción, del futuro (en tanto es una comunidad de libertades humanas, el lu-
que) espiritual. gar del progreso moral de las generaciones. Este
Concluyamos provisionalmente. Pasar, a través es el tema precisamente del Discurso undécimo.
del símbolo de la lengua, del espacio inmóvil a la Correlativamente, la función educativa aparece
movilidad invisible del tiempo es plantear a la vez como la principal del Estado, que define su ca-
la cuestión del progreso (Fortgang, Fortschrei- rácter racional: esta dirige las funciones milita-
ten), de la perfectibilidad (Verbesserlichkeit), de res, económicas y judiciales, y puede en última
la formación (Ausbildung). Fichte no expone esta instancia sustituirlas. Históricamente, nos per-
cuestión de una manera puramente especulativa, mite comparar el Estado real (empírico) con el
Estudios Culturales / Estudios sobre la frontera 23]

Estado de razón al que debe aproximarse, que pero el Estado solo puede producir la nación como
es un Estado educativo. En su horizonte último, comunidad real si se somete a la primacía de la
prepara el fin del Estado, su desmantelamiento nación ideal, de la que es instrumento. Y además,
en la consecución de su esencia. si sintetizamos las determinaciones “exteriores” e
“interiores” de la libertad: el Estado solo puede
La exposición de estas tesis, varias veces re- producir la independencia exterior de la nación,
tomadas y concretadas en un plan de educación condición material de su cultura, del desarrollo
nacional, está recorrida por un movimiento que autónomo de su “sí-mismo” (Selbst), de la vida
podemos resumir así: la educación nacional crea de su lengua y de su literatura, etc., si se erige
la comunidad nacional al suprimir las diferencias en organizador de la educación según el modelo
de condición, otras fronteras interiores pero arti- ideal de la nación interior, nación invisible de los
ficiales, que instalan bajo la apariencia de la na- espíritus, y bajo la condición de que este modelo
turaleza el reinado del egoísmo. Pero, al suprimir “viva” en sí como un Urbild, como una resolución
estas diferencias, añade un elemento espiritual a moral constante.
la naturaleza (un “añadido” o “suplemento”: ein Por ello, el patriotismo de Fichte aparece final-
Mehr) sin el que la naturaleza no es propiamen- mente como condicional, incluso aunque se pro-
te humana, y que es justamente la moralidad. La clame incondicionado (y que proclame el deber
pregunta que se plantea es entonces la siguiente: patriótico como deber incondicional de cada uno).
moralidad quiere decir libertad individual, igual- Esto es lo que se deduce de la actividad de Fichte
dad de los ciudadanos sea cual sea su condición de 1808 a 1813: sus proyectos de organización de
y fraternidad humana universal. Pero moralidad la Universidad contra la reivindicación de liber-
quiere decir también decisión espiritual entera- tades académicas, pero en nombre de la libertad
mente autónoma de los que son capaces de amor superior del espíritu; o cuando terminará por esta-
y de esperanza en la perfectibilidad humana. La llar la guerra patriótica, su indecisión permanen-
educación prepara esta decisión, en particular al te entre la palabra pública y la palabra privada:
tomar la forma de un cierre, de un muro pedagógi- como si nunca hubiera llegado a determinar si la
co casi monástico, que debe hacer posible, al me- guerra era o no conforme al concepto de la libera-
nos para la mayoría de los hombres, la expresión ción nacional, y, por tanto, nunca hubiera llegado
de su bondad original (Discurso décimo). Pero no a decidirse él mismo.14
la determina. Podemos entonces preguntarnos si Pero, naturalmente, esta incertidumbre personal
todo el proceso educativo no tiende a sustituir la de Fichte —el Fichte empírico...— deja comple-
división histórica de las condiciones sociales por tamente abierta la posibilidad a otros, en el seno
otra división entre los buenos y los malos, una del aparato del Estado o frente a él, de decidir no
frontera invisible entre dos especies de hombres: menos empíricamente sobre el sentido coyuntu-
los que viven en el egoísmo y los que viven en el ral de su interpelación. La controversia comienza
reino del espíritu. entonces después de su muerte y mostrará que, en
Concluimos entonces con una última ambiva- la práctica, la idea nacional, así formulada, es in-
lencia. Los “verdaderos alemanes”, sujetos y pro- finitamente plástica.
ductos de esta educación nacional, no son sino
alemanes empíricos, históricos, alemanes verda-
deros, mejores: alemanes que realizan en acto el Traducción de Alejandro Martínez Rodríguez
destino espiritual de Alemania, es decir, la huma- y Fernando Remiro Elía
nidad eterna (esa cuya patria es “el cielo que des-
ciende sobre la tierra”).13 En realidad, alemanes
tal y como deberían ser, más que alemanes tal y
como son. Aún mejor: los alemanes del futuro,
13 Son el resto de
empíricamente mezclados en el presente, en lo Alemania, como Isaías
transitorio de la crisis, con los alemanes del pasa- había hablado del “resto
de Israel” (Is. 4, 2-3; 10,
do. Pero esto quiere decir que la Nación alemana 19-21).
nunca podrá coincidir con el Estado alemán; este 14 Cf. los “fragmentos” de
será un Estado unitario e independiente, un Esta- un escrito político en 1813
que respondía a la llamada
do educativo e igualitario, una “república”. O más al pueblo del rey de Prusia
bien quiere decir que el concepto de la nación (Aus dem Entwurfe zu
einer politischer Schrift mi
nueva, como el del hombre en sus relaciones con Frühlinge 1813, Sämtliche
la lengua, se divide en una nación empírica y una Werke, 1845-46/1965, VII,
pp. 546-573). Extractos
nación trascendental (que es también la nación es- citados en J. G. Fichte,
piritual): la nación empírica es producida por el Lo Stato di tutto il popolo,
ed. de Nicolao Merker,
Estado (en toda producción [Erzeugung] del hom- Editori Riuntini, Roma,
bre es fundamental una educación [Erziehung]), 1978, p. 321y ss.

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