Vous êtes sur la page 1sur 4

LA BENDICIÓN DE LA COMUNIÓN.

1 Juan 1:1-4

El tema central de este primer capítulo es la comunión que el verdadero cristiano


puede experimentar con Dios al andar en la luz. La palabra comunión (KOINONIA)
significa “compartiendo algo en común.” Esta palabra implica: (1) Una vida común,
la vida de Cristo; (2) Un interés común, compartir algo junto; y, (3) Un propósito
común, contribuir, no sólo recibir.

A. LA PERSONA CENTRAL: CRISTO, EL VERBO DE VIDA.

Esta frase, “el Verbo de Vida” es una referencia a La PERSONA de Cristo, como
el verbo, el cual es la Vida. Juan 1:1,14; Apocalipsis 19:13.

1. La Existencia Pre-encarnada de Cristo. 1 Juan 1:1-2.

Juan enfatiza que Cristo había existido eternamente, es una clara afirmación
a la deidad de Cristo.

a. Cristo existía “desde el principio”. Juan 1:1.

Esta frase se refiere a Cristo, quien ya existía antes de la creación del


mundo.

b. Cristo “estaba con el Padre”.

La frase clave es “os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el


Padre, y se nos manifestó…” Juan afirma que Cristo estaba con el Padre en
la eternidad pasada (Juan 1:1,2), el cual se manifestó en el momento
propicio (Gálatas 4:4). Jesucristo, siendo Dios, tomó la forma de un
hombre, y se identificó con la raza humana. Jesucristo es el Dios y Hombre.
(Filipenses 2:5-9)

2. La Manifestación Histórica de Cristo. 1 Juan 1:1-2.

a. Manifestado por la encarnación.

Cristo, el Hijo de Dios, dejó su trono de gloria para hacerse parte de la


humanidad. (Juan 1:14; 1 Timoteo 3:16) La única manera para manifestar
su gloria al mundo era tomando la forma de, y habitar entre, los hombres.
Era importante aclarar este punto para responder a la falsa doctrina de los
gnósticos que decía que el Cristo vino sobre un hombre humano, Jesús, en
su bautismo. La Biblia dice claramente que Cristo nació del vientre de una
mujer, la Virgen María. (Mateo 1:23)

b. Manifestado por los Apóstoles.

Los apóstoles eran testigos de la deidad y la humanidad de Jesucristo.


(Lucas 24:48; Hechos 10:41) Ellos tocaron a Cristo físicamente, pero
también se dieron cuenta de su divinidad, por la revelación del Dios Padre.
(Mateo 16:16,17)

3. La Proclamación Apostólica de Cristo.

a. La Necesidad de la Proclamación. 1 Juan 1:2-3.

Era necesario proclamar la verdad de Cristo porque, sin ella, nadie se


salvaría de la condenación eterna. Cristo vino para ser el Salvador del
mundo (1 Juan 4:4), aunque sólo llega a ser el Salvador de los que creen
en El (Juan 3:16-18,36). Sin embargo, es imposible creer en Cristo si no
hemos escuchado las buenas nuevas de El (Romanos 10:14,15). La
revelación de Cristo fue dada a los apóstoles a fin de que ellos la
proclamasen al mundo perdido.

b. El Tema de la Proclamación. 1 Juan 1:1-3.

El tema de esta proclamación es Cristo, EL AUTOR Y DADOR DE LA


VIDA. Cristo posee vida, pero siendo Dios, Él también tiene poder para
dar vida a otros. (Juan 1:1-3) Cristo es el único agente por el cual la vida
inescrutable de la Trinidad es comunicada al hombre.

c. El Contenido de la Proclamación. :1,3

 Lo que habían aprendido por escuchar a Cristo. Los apóstoles eran los
receptores de cientos de horas de instrucción de parte del Señor
Jesucristo durante su ministerio aquí en la tierra. Cristo prometió que el
Espíritu Santo les ayudaría recordar su enseñanza después de la
resurrección, para luego, enseñar esa verdad a otros. (Juan 14:26)

 Lo que habían aprendido por ver a Cristo. Los apóstoles no sólo


aprendieron por las palabras de Cristo, sino también por su ejemplo. Al
observar a Cristo ORANDO, ellos aprendieron la importancia de la
oración. Al observar a Cristo TESTIFICANDO, ellos aprendieron la
importancia de anunciar el evangelio a todo el mundo. El ejemplo de
Cristo era tan importante. (1 Pedro 2:21)

 Lo que habían aprendido por escudriñar a Cristo. Escudriñar significa


mucho más que observar casualmente; es prestar mucha atención a
los detalles para sacar toda la información posible. Los apóstoles
observaban la vida de Cristo de día y de noche.

 Lo que habían aprendido por tocar a Cristo. Sin ninguna duda, Juan
menciona el hecho de TOCAR a Cristo para refutar a los gnósticos que
enseñaban que Cristo sólo aparentaba tener un cuerpo físico, cuando
en realidad ese “cuerpo” era nada más que una ilusión. Los apóstoles
habían tocado el cuerpo de Cristo. No había ninguna duda de su
existencia material. (Juan 20:27-29) Cristo era real, no una ilusión.
(Lucas 24:39)
4. El Medio de la Proclamación.

a. Testimonio oral.

Los apóstoles anunciaron la verdad de Cristo, predicando y enseñando a


la gente, en las sinagogas, en las iglesias, y en las calles, en público y en
privado.

b. Testimonio escrito.

Algunos de los apóstoles tuvieron el privilegio de ser utilizados por Dios,


el Espíritu Santo, para escribir, bajo inspiración, la mayor parte de las
Escrituras del Nuevo Testamento.

5. La Autoridad para la Proclamación. 1 Juan 1:2-3.

a. Testificaron lo que habían experimentado personalmente.

La autoridad del testigo proviene de lo que él personalmente ha visto,


escuchado, o tocado. Lo que los apóstoles predicaron, también lo habían
experimentado en forma muy personal. Ellos habían creído en Cristo
como su Salvador personal.

b. Declararon lo que habían sido comisionados predicar.

Los apóstoles habían sido comisionados por Cristo predicar el evangelio


en todo el mundo, a toda criatura. (Mateo 28:19,20; Marcos 16:15;
Hechos 1:8)

B. EL RESULTADO FINAL: GOZO COMPLETO.

El resultado de una comunión íntima con Dios, y con los demás cristianos, es
gozo completo (1) Gozo para Juan (al tener comunión con Dios y con sus
lectores), y (2) Gozo para ellos, los lectores de su epístola (al entrar en esa
comunión doble con Dios y con los apóstoles). Juan 15:11; 17:13; 3 Juan 4.
II. LA CONDICIÓN DE LA COMUNIÓN. 1:5-7
El tema principal de este primer capítulo es la comunión. Por lo tanto,
Juan quiere enfatizar los requisitos bíblicos para mantener esa
comunión. Es muy importante entender que no estamos hablando
6
aquí de la salvación del alma (Juan 10:28-30), sino de la comunión
diaria del creyente con Dios.
Hodges, p. 884, escribe al respecto, “Como creyentes, no podrían perder el
regalo de vida que Dios les habían dado (compare Juan 4:14; 6:32, 37-40),
pero su comunión dependía de andar en la luz.” (1 Juan 1:7)
Estos son los requisitos:
A. Reconocer que Dios es luz. :5
Dios es luz (verdad y justicia), y no hay ningunas tinieblas
(errores, pecados, ni injusticias) en El. (Isaías 6:3; 1 Timoteo 6:6;
Apocalipsis 4:8) Dios es santo y perfecto. Para tener comunión y
andar con El, es necesario andar donde El está andando – en la
luz.
B. No debemos andar en las tinieblas.
Negativamente, tenemos que examinar nuestras vidas para ver
si hay algún rastro del pecado en nosotros. (Amos 3:3;
2 Corintios 6:14b; Efesios 5:11) No podemos andar con Dios si hay
pecados inconfesos en nuestras vidas. Tenemos que estar limpios,
habiendo confesado nuestros pecados a Dios. En esto, negamos al
viejo hombre.
Dios no se acerca a nuestra oscuridad; nosotros tenemos que
acercarnos a Su luz.
C. Debemos andar en la luz. (Efesios 5:8; 1 Tesalonicenses 5:5)
Positivamente, tenemos que acercarnos a la luz. Esto implica
una determinación personal de enfrentar y renunciar nuestro
pecado y luego, con un acto de la voluntad, acercarnos a Dios,
obedeciendo su Palabra y cumpliendo Su voluntad. (Romanos
12:1,2; Gálatas 5:16; Efesios 5:18) En esto, fortalecemos al nuevo
hombre.

Vous aimerez peut-être aussi