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1. Lacan indica trata de dar respuesta a Sra. Aubry, quien no entiendo cómo es
que el odio se encuentra en la articulación de lo Simbólico y lo Imaginario. Por su
parte, indica al Dr. Leclaire que renuncie a la oposición entre lo afectivo y lo
intelectual al tratar de ubicar a la transferencia: lo intelectual se encuentra al nivel
del ego, en su proyección imaginaria, y pertenece a la defensa y a la resistencia.
La palabra es señalada como el médium fundador de la relación intersubjetiva que
modifica retroactivamente a ambos sujetos (analizante y analista).
En el progreso simbólico, cuando se cran signos (ej. en las matemáticas) hay un
progreso simbólico: en el análisis, nos enfrentamos, por otro lado a un símbolo
ampliamente polivalente y cuando demos un paso adelante, será retroactivo
simultáneamente, nos dirigirá a la comprensión de la transferencia.
3. El Dr. Bejarano pide a Lacan explicar en el caso Dora cómo son esos registros.
Lacan ubica el trípode del descubrimiento freudiano: a) sueño, b) lapsus y c) la
agudeza, añadiendo por último al síntoma, diciendo que no sirve como una
palabra sino como un signo. En el lapsus, Lacan distingue un aspecto radical del
sinsentido, donde este emerge y es creado. La agudeza, será descrita como “la
irrupción calculada del sin sentido en el discurso parece tener sentido” (Lacan,
1981, p. 408).
Sobre la transferencia, menciona que al ser ubicada se convierte en el mejor
apoyo de la técnica psicoanalítica. Existen diversos abordajes sobre esta, y se
indica que no se trata de sólo un fenómeno ilusorio, como supone Esriel, que
conlleva una intelectualización y un adoctrinamiento. Ni tampoco sólo un
fenómeno del hic et nunc (aquí y ahora), es decir, desde el abordaje imaginario.
Lacan destaca que lo imaginario puede observarse no sólo en la transferencia y se
remite a la etología animal, indicando que en toda conducta de reproducción o
duelo entre rivales en celo: la relación imaginaria captura a los individuos, ocurre
una identificación y se establecen “los papeles” evitando, en el caso de la lucha de
Andrés Díaz Mata. UAQ Psicología Clínica. 2019.
los machos rivales, que se lleve hasta la muerte, conservando la disputa en una
relación dialéctica.
Lacan menciona que para el ser humano la función imaginaria se reduce o
especializa en la imagen especular. Recordemos la asunción jubilatorio
mencionada en el estadio del espejo. “La imagen del yo (…) resume toda la
relación imaginaria en el hombre” (1981, p. 410). Una vez identificado en la
imagen especular, el esta relación imaginaria quedará ligada al déficit originario
causado por la prematuración vital y se encontrará siempre en el otro al yo ideal.
Cuando el otro colma esa imagen, indica Lacan, se vuelve objeto del
enamoramiento, una carga narcisista, pero si es el otro quien frustra al sujeto es
su ideal y en su propia imagen, produce una tensión de destrucción. ¿Es acaso
por esto que el niño siente celos tan intensos al observar a su hermano más
pequeño ser amamantado por la madre, recibiendo eso que a él le ha sido
restringido, frustrando entonces su ideal?
Volvamos al punto. Lacan indica que la carga imaginaria permite articulaciones, a
modo de pivote, en la transferencia. Esta última se establece mediante la palabra,
y sólo aporta la revelación de la relación imaginaria al alcanzar puntos cruciales
durante el análisis: por ejemplo en la relación del hombre de las ratas con Freud y
el temor que desarrolla con él. La regla fundamental desembaraza al discurso de
ciertas convenciones y permite al sujeto acceder a la “fecunda equivocación”
donde confluyen la palabra vacía y la palabra plena, la palabra verídica y el
discurso del error. Se trata de que en el análisis la persona desarrolle su verdad, la
integración de su historia, esa historia que tiene huecos y que se muestran
mediante la huida de la palabra. Ahí donde hubo un rechazo originario (verworfen)
o donde algo accedió al discurso y después se rechazó (verdakt).
Lacan introduce un esquema para explicar la relación dialéctica en el análisis,
destacando que lo que se menciona del lado del sujeto se escucha en el lado del
analista, quien produce una resonancia que vuelve a ser oída por el sujeto,
generando una espiral que lo aproxima cada vez más a su yo (moi) inconsciente,
constituido por “lo que el sujeto desconoce de su imagen estructurante” (1981, p.
Andrés Díaz Mata. UAQ Psicología Clínica. 2019.
Glosario:
Conferir, comunicar a alguien algo que hace para que mejor. En el caso del
psicoanálisis quizá para que, en un ejercicio creativo, ese algo, cambie
Dialéctica: búsqueda de la verdad
Imaginario: Al hablar de lo imaginario, se entiende el registro de la identificación,
de las relaciones del yo con el semejante, que implica desconocimiento,
alienación, amor y agresividad en la relación dual (Chemama, 1998).
Bibliografía:
Chemama, R, y Vandermersch, B. (1998). Diccionario del Psicoanálisis. Buenos
Aires: Amorrortu Editores.
Lacan, J. (1981). Clase 22. El concepto del análisis. En El Seminario de Jacques
Lacan. Libro 1. Los escritos técnicos de Freud 1953-1954 (pp. 397-417).
Buenos Aires: Paidós.
Andrés Díaz Mata. UAQ Psicología Clínica. 2019.
Lacan, J. (2003). El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal
como se nos revela en la experiencia psicoanalítica. En Escritos I (pp. 67-
85). México: Siglo veintiuno. (Texto original de 1949).