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UNIVERSIDAD SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE OCCIDENTE


DIVISIÓN CIENCIA Y TECNOLOGÍA
IASPA/ PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO RURAL

El NEOLIBERALISMO

Alma Isamar Gonzalez Díaz 201430787


Elmer Ovidio Catillo Castillo 201530800
Kelly María Fernanda de León Rucuch 201531562
Bryan Josué Noriega Serrano 201531522

QUETZALTENANGO 12 DE JUNIO DE 2018


ÍNDICE
1. INTRODUCCION .............................................................................................. 3
3. MARCO CONCEPTUAL ................................................................................... 5
3.1. HISTORIA DEL NEOLIBERALISMO ............................................................. 5
3.2. ORÍGENES DEL NEOLIBERALISMO ........................................................... 5
3.3. ¿QUÉ ES EL NEOLIBERALISMO? ............................................................... 7
3.3.1. Características Del Neoliberalismo ......................................................... 9
3.4. NEOLIBERALISMO Y GLOBALIZACIÓN........................................................ 9
3.5. NEOLIBERALISMO EN GUATEMALA ........................................................... 13
3.5.1. Las Consecuencias Del Neoliberalismo En Derechos Humanos De Cada
Guatemalteco ..................................................................................................... 13
3.6. NEOLIBERALISMO Y EL DESARROLLO RURAL ........................................ 16
3.6.1. Neoliberalismo Y Los Procesos De Apertura Interna ............................ 16
3.6.2. La Apertura Y La Economía Campesina ............................................... 17
4. CONLUSIONES .............................................................................................. 20
5. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................... 21
1. INTRODUCCION

La palabra neoliberalismo fue inicialmente utilizada por el alemán Alexander Rustow


en 1938. A partir de ese momento se empezó a dar una definición del concepto de
neoliberalismo como una parte importante y como una prioridad en sistema de
precios del libre emprendimiento, la libre empresa y dentro de un Estado catalogado
como fuerte e industrial. Durante las últimas décadas, el término ha sido utilizado
para elaborar críticas contra las políticas de liberalización del poder dentro del sector
privado quienes quieren aumentar su economía
El neoliberalismo, como política burocrática y macroeconómica (y no propiamente
filosófica), tiene una dimensión geopolítica mercantilista ajena en la práctica al
liberalismo económico propiamente dicho, es decir el neoliberalismo no es
necesariamente sinónimo de mercado libre –sin trabas burocráticas ni privilegios
sectoriales–, razón que explicaría que sea asociado al corporativismo internacional.
Los intelectuales y políticos realistas, pragmáticos y neoliberales reafirman en todo
momento que para los gobiernos nacionales de países como Guatemala resulta
muy limitada la posibilidad de ejercer un control efectivo y que para con un gobierno
democrático no existe más opción que rendirse o integrarse de manera individual y
subordinada a los países hegemónicos como estos quieran y su bondad acepte. Y
si es preciso ceder la soberanía o parte de ella, no importando si se cumple el fin
último de la integración económica subordinada al gran capital.
Las políticas neoliberales, llamadas de apertura económica, consisten básicamente
en una serie de medidas de política macroeconómica que ponen la economía a
competir en el mercado internacional sin subsidios, es decir, involucran un proceso
de reorganización de la inserción del país al mercado internacional y de
reorganización de este. Se trata de políticas de ajuste que eliminan las tradiciones
protecciones al aparato productivo, liberas los mercados financieros y de factores,
en especial del trabajo, flexibilizando las legislaciones laborales, definen una taza
de cambio de paridad, desvalorizan la intervención del estado en la economía y le
dan un mayor protagonismo y responsabilidad al mercado en el proceso de
asignación de recursos. Por ello, la apertura viene aparejada en procesos de
privatización.
2. OBJETIVOS
2.1. General:
 Entender que es el neoliberalismo y conocer el objetivo de las
políticas neoliberales y su impacto.

2.2. Específicos:
 Conocer la relación existente entre el neoliberalismo y la
globalización.
 Identificar el impacto de las políticas neoliberales en Guatemala.
 Entender la concordancia que ha tenido el desarrollo rural con el
neoliberalismo.
3. MARCO CONCEPTUAL

3.1. HISTORIA DEL NEOLIBERALISMO

La palabra neoliberalismo fue inicialmente utilizada por el alemán Alexander Rustow


en 1938. A partir de ese momento se empezó a dar una definición del concepto de
neoliberalismo como una parte importante y como una prioridad en sistema de
precios del libre emprendimiento, la libre empresa y dentro de un Estado catalogado
como fuerte e industrial. Durante las últimas décadas, el término ha sido utilizado
para elaborar críticas contra las políticas de liberalización del poder dentro del sector
privado quienes quieren aumentar su economía. El neoliberalismo tiene y defiende
conceptos propios del viejo liberalismo que se dio durante el siglo XIX. (Moreno,
2014)

3.2. ORÍGENES DEL NEOLIBERALISMO

 Coloquio Walter Lippmann


En la década de los 30 el estado de ánimo general era antiliberal por la Gran
Depresión. Para unir fuerzas un grupo de 25 liberales organizaron el coloquio Walter
Lippman, un encuentro internacional que tuvo lugar en París en agosto de 1938.
Entre estos liberales se encontraban Louis Rougier, Walter Lippmann, Friedrich von
Hayek, Ludwig von Mises, Wilhelm Röpke y Alexander Rüstow. Rüstow, Lipmann y
Rougier concluyeron que el liberalismo laissez faire había fracasado y que el nuevo
liberalismo debía tomar el relevo. No obstante, Mises y Hayek no estaban
convencidos de ello. Aun así, todos los participantes del coloquio se unieron en su
llamado para un nuevo proyecto liberal. Sobre la base de la recomendación de
Rüstow llamaron a este proyecto neoliberalismo. (V., 2016)
El planteamiento que emanó del coloquio estaba de acuerdo en alejarse de la idea
de una libertad sin restricciones propia del liberalismo clásico y orientar la economía
de mercado hacia una economía regentada por un estado fuerte. Fue, en definitiva,
una forma de formular una «tercera vía». (V., 2016)
Durante el coloquio las diferencias entre los verdaderos liberales y los "liberales
clásicos" se hicieron patentes. Mientras que los verdaderos liberales exigían la
intervención del estado para corregir las estructuras del mercado indeseables,
Mises siempre había insistido en que el único papel legítimo del Estado era abolir
las barreras para la entrada en el mercado libre. También existían diferencias de
opinión similares en otras cuestiones, como la política social y las posibilidades de
intervencionismo. (V., 2016)
 Posguerra
En teoría, el neoliberalismo suele defender algunos conceptos filosóficos del viejo
liberalismo clásico del siglo XIX, aunque sus alineamientos políticos y su implicación
con ideas posteriores, hace de él una doctrina diferente de dicho liberalismo clásico.
Entre las cuestiones ampliamente promovidas por el neoliberalismo están la
extensión de la iniciativa privada a todas las áreas de la actividad económica o la
limitación del papel del Estado. Entre las ideas y los principios introducidos por el
neoliberalismo y ausentes en el liberalismo clásico, están el principio de
subsidiariedad del Estado (desarrollado por los ordoliberales alemanes, que habían
puesto en marcha algunas de sus propuestas en el denominado Milagro alemán de
posguerra), y en especial, el monetarismo de la Escuela de Chicago encabezada
por Milton Friedman que, desde mediados de los años 50, se convirtió en crítico
opositor de las políticas de intervención económica que se adoptaban en todo el
mundo, junto con aportaciones del enfoque macroeconómico keynesiano.
A finales de los años 70, estas teorías ganaron amplia popularidad en el mundo
académico y político como alternativa al fracaso del keynesianismo en la gestión de
la crisis de 1973. Las ideas keynesianas sugerían una relación inversa entre
inflación y desempleo, tal como sugiere la curva de Phillips. Sin embargo Milton
Friedman había señalado que esa relación no era necesaria, como quedó
demostrado por el fenómeno de la estanflación. El nuevo escenario estanflacionario
desafiaba los postulados keynesianos, en esas circunstancias, las ideas
monetaristas revivieron audiencia y credibilidad, como consecuencia se
implementaron nuevas medidas antikeynesianas como simultanear acciones
antirrecesivas y antiinflacionarias. La crítica de los monetaristas tenía tres
vertientes:
 Discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para
crear demanda agregada, recomendando mantener fija dicha magnitud;
 Desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del
constante déficit presupuestario, poniendo en duda el multiplicador
keynesiano; y
 Recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma
práctica de incrementar la demanda agregada.
La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin
a la predominancia que el keynesianismo tenía en la mayoría de las escuelas de
pensamiento económico desde la década de 1930. Tanto Margaret Thatcher como
la administración de Ronald Reagan pusieron en práctica estas teorías con
resultados desiguales.
El neoliberalismo, como política burocrática y macroeconómica (y no propiamente
filosófica), tiene una dimensión geopolítica mercantilista ajena en la práctica al
liberalismo económico propiamente dicho, es decir el neoliberalismo no es
necesariamente sinónimo de mercado libre –sin trabas burocráticas ni privilegios
sectoriales–, razón que explicaría que sea asociado al corporativismo internacional.
En abril de 1947 a las faldas del Mont Pèlerin, en los Alpes Suizos, Friedrich von
Hayek y Milton Friedman reunieron a un nutrido grupo de intelectuales de derecha
para expresar su repudio al New Deal y el keynesianismo que en ese momento
dominaba el mundo económico.
El objetivo de Hayek, Friedman y la treintena de empresarios y políticos
convocados, entre los que se contaba Karl Popper -quien acababa de publicar La
Sociedad Abierta y sus Enemigos-, era sentar las bases ideológicas para una
reducción del aparato estatal que con la revolución del economista británico John
Maynard Keynes había cobrado un nuevo ímpetu en el liderazgo del desempeño
económico.
A Hayek le molestaba la presencia del keynesianismo por su posibilidad de llegar a
establecer y legitimar al socialismo, lo que constituiría un verdadero “camino de
servidumbre” para el mundo civilizado. Para Hayek la planificación del Estado “solo
puede conducir al caos o al estancamiento”.
Esta vehemente reacción teórica y política contra el intervencionismo de Estado y
contra el Estado de Bienestar Social, se conoce como el origen del Neoliberalismo,
movimiento ideológico que crea y desarrolla a través de los think tanks- modelos de
ataque a toda limitación impuesta por el Estado a los mecanismos del mercado.
(Moreno, 2014)

3.3. ¿QUÉ ES EL NEOLIBERALISMO?

El neoliberalismo también conocido como nuevo liberalismo, se define como un


conjunto de grandes ideas políticas y económicas todas basadas en el capitalismo
que defiende, ante todo, la no participación del Estado en la economía, dejando por
fuera cualquier injerencia gubernamental y fomentando de esta manera la
producción privada que posee un capital único sin tener en ningún momento algún
tipo de subsidio por parte del gobierno (John Maynard Keynes, 2018).
Este modelo económico comprende como características principales el libre
mercado, eliminar el gasto público por los servicios sociales, desregulación,
privatización, eliminación del concepto de bien público o comunidad. El
neoliberalismo económico aprovecha la oportunidad para diagnosticar que la
excesiva regulación económica desestimula la libre circulación de bienes y capital,
elementos necesarios para dinamizar el libre mercado. Se impulsó como la mejor
alternativa al agotamiento del periodo de mayor crecimiento expansivo de la
economía mundial después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1940 y 1970,
considerado como la "era de oro del capitalismo" con un crecimiento económico
global alto caracterizado por la expansión industrial de países de la periferia
capitalista y con el fortalecimiento de las economías de los países socialistas.
Las relaciones entre Estado, sociedad y mercado se han redefinido en las últimas
décadas para lograr el equilibrio fiscal, bajo un enfoque político cultural
denominado neoliberalismo caracterizado por un retiro forzado del Estado de
las actividades económicas que se concentran en el mercado considerado como el
mejor asignador de los recursos sociales, liberador de las relaciones sociales
y disciplinador de los comportamientos sociales. El neoliberalismo, argumenta
Bourdeau (1998), tiene la tendencia como un todo a favorecer la separación de la
economía de las realidades sociales. (V., 2016)
Como modelo hegemónico del capitalismo a escala global fue asumido e impulsado
por Thatcher en Inglaterra y Reagan en Estados Unidos con el apoyo de las
instituciones financieras internacionales, el Fondo Monetario Internacional, el Banco
Mundial y la Organización Mundial de Comercio, quienes promueven políticas
de liberalización económica y financiera, desregulación, privatización, apertura
de las economías al mercado mundial, precarización de las relaciones de trabajo y
retracción de la presencia del Estado en la economía. (V., 2016)
Las políticas proteccionistas de los denominados mercados emergentes
impedían el avance del proyecto del libre mercado, por lo que el neoliberalismo
condena y arremete contra la ideología del desarrollo a través de la aplicación de
regulaciones de las instituciones financieras internacionales para convertir a las
economías emergentes en consumidoras de productos y servicios de los países
más avanzados, para quienes estas regulaciones no aplican.
El neoliberalismo disuelve las fronteras nacionales a favor de un proyecto global
mediante la ejecución de un programa de reestructuración económica que conlleva
la reestructuración política que redistribuye el poder entre el Estado y la sociedad
hacia los grupos locales con mayor orientación transnacional. (John Maynard
Keynes, 2018)
Es la doctrina de la neocolonización de Latinoamérica. Los países que se someten
al programa de ajuste estructural aceptan la construcción de instituciones afines a
los intereses del capitalismo transnacional. El neoliberalismo se inició en América
Latina en Bolivia y Chile con políticas económicas centradas en el combate a la
inflación como condición previa indispensable para retomar el crecimiento
económico y a distribución del ingreso.
El neoliberalismo alienta como medidas económicas la reducción del gasto público,
especialmente la reducción de prestaciones de servicios por parte del Estado,
particularmente a los sectores más pobres de la población. (Moreno, 2014).
3.3.1. Características Del Neoliberalismo

 La participación del Estado es mínima en cuanto a la forma de mejorar


y participar en la configuración de la economía de un país.
 El gobierno participa muy poco dentro del mercado laboral.
 Se da una política de privatización de las empresas que pertenecen al
Estado.
 Hay libre circulación de capitales internacionales y el énfasis en la
globalización es muy importante para ellos.
 Se abre paso a las industrias multinacionales para que inviertan y se
adoptan medidas importantes contra la protección económica que el
Estado brinda.
 Existe una marcada oposición al exceso de impuestos y gravámenes,
se aumenta la producción para beneficiar al inversor y hay un control
importante de los precios de los productos. La oferta y la demanda es
muy buena para poder regular los precios.
 La base económica debe estar formado por empresas privadas y se
fundamentan en el capitalismo. (John Maynard Keynes, 2018)

3.4. NEOLIBERALISMO Y GLOBALIZACIÓN

La globalización es básicamente un conjunto de procesos económicos capitalistas


que han llevado a la integración de mega mercados regionales cuya dinámica
implica el impulso de procesos de desnacionalización y transnacionalización de las
relaciones entre el capital y el trabajo. Al transnacionalizarse los procesos de
producción de mercancías, los trabajadores de un país fabrican objetos o partes de
objetos que serán ensamblados en otro país y vendidos y consumidos en otro u
otros países. El intercambio comercial de estos productos transnacionalizados está
sujeto a acuerdos que buscan disminuir las trabas arancelarias y otros gravámenes
que las naciones-Estado han instituido (ejerciendo un criterio de soberanía que,
como veremos, la transnacionalización viene a romper), por medio de los cuales
imponen restricciones sobre el intercambio de algunas mercancías con el fin de
proteger a la propia clase empresarial, la propia producción y los propios mercados
internos, nacionales. El libre comercio quiere decir justamente la abolición de
gravámenes entre los países que conforman un mega mercado, y de éstos con
países que forman otros bloques económicos, otros mega mercados. En el caso
que nos ocupa, la América Latina constituye un área de influencia de Estados
Unidos, y el primer paso en el proceso de conformación de la mega mercado de las
Américas lo constituye el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México
y Canadá, al cual se busca unir Centroamérica. (Morales, 1998)

Los procesos de transnacionalización económica tienden naturalmente a quebrar


las estructuras económicas, políticas e ideológicas que hasta ahora habíamos
conocido como nacionales, de modo que la transnacionalización de la producción y
el consumo implica a la vez la intensificación de fuertes procesos de
desnacionalización económica, política y cultural. Esto, porque la nación y los
imaginarios de lo nacional han sido realidades eminentemente políticas, impulsadas
por grupos de individuos especializados en ejercer estas tareas, a los cuales se ha
conocido como clase política, y ocurre que en un mundo en el que los procesos
productivos y de consumo transnacionalizados necesitan de acuerdos
transnacionales de libre comercio, no es la clase política la principalmente
interesada en la conformación de mega mercados sino lo es la clase empresarial.
De aquí, la presión neoliberal de empequeñecer los Estados para hacer recaer el
poder y el control económico de las sociedades en la clase empresarial, reduciendo
a la clase política a un conglomerado meramente administrativo de una justicia y
una ley que ampare precisamente los procesos de desestatización,
transnacionalización y desnacionalización política, económica e ideológica. Las
lealtades y las místicas de carácter nacional se van sustituyendo por las lealtades y
místicas hacia las corporaciones transnacionales. Aunque el imaginario de lo
nacional se fomente, ocurre que se hace como simulacro y espectáculo despojado
de contenidos remitidos a la soberanía y la autonomía, por ejemplo mediante el
nacionalismo deportivo (el Mundial de futbol). Además, si observamos la
conformación humana de las selecciones de futbol "nacionales", veremos que las
mismas están muy transnacional izadas. Incluso si se fomenta la formación de
deportistas nativos de los países en cuestión, las inversiones necesarias para el
efecto obedecen a una dinámica empresarial transnacional izada, y los efectos
buscados en el consumidor obedecen a una lógica mundializa dora de los
imaginarios colectivos, la cual fomenta criterios propios del espectáculo (el mundo
está bien y todos nos amamos) como sinónimo de lo nacional y de la convivencia
internacional. (Morales, 1998)

En el tema de la transnacionalización y la desnacionalización se debe tener en


cuenta que los procesos actuales que estamos describiendo y que constituyen el
corazón de los procesos de globalización, se diferencian de lo que hasta los años
sesenta fue la internacionalización capitalista, pues en ésta, el proceso se limitaba
a la exportación de capitales, la construcción de enclaves productivos mediante la
explotación de mano de obra y materia prima, a cambio de bienes suntuarios
importados. Ahora, el proceso productivo así como los consumos se han
transnacional izado para formar mega mercados, y en eso radica la diferencia entre
la internacionalización de capitales y su transnacionalización o globalización. La
mitología que acompaña a estos procesos de fortalecimiento capitalista están
remitidos a una supuesta unidad mundial, a una supuesta democratización de los
consumos, a una supuesta igualdad humana por el hecho de que todos podemos
ahora consumir las mismas cosas sin movernos de nuestro país e incluso de nuestra
casa. Así, en la tiendecita de la esquina, los niños pueden adquirir helados Wallis o
jugos de frutas Jume, y los adultos café Folders o Mescabé, y en la televisión un
televidente de una zona marginal latinoamericana puede ver exactamente el mismo
noticiero que mira un corredor de bolsa en Wall Street, al mismo tiempo. Sin
embargo, este consumo igualitario no anula las diferencias de clase de ambos
consumidores ni mucho menos las desigualdades entre los países que globalizan y
los que padecen la globalización. (Morales, 1998)
El neoliberalismo, que busca sustituir a la clase política por la clase empresarial,
arrebatándole al Estado su función reguladora de ciertas actividades económicas
así como su potestad de subsidiar empresas y brindar servicios básicos a la
sociedad como la salud, la vivienda, los planes de jubilación y las vías de
comunicación, entre otros, equipara la globalización con la necesidad de
empequeñecer el Estado y ensanchar el empresariado. Como la globalización es
algo inevitable y resulta absurdo pronunciarse en contra de ella, lo que procede
hacer -si uno insiste en mantener una posición política identificada con el interés
popular- es buscar maneras de globalizarse sin perder el espacio del Estado como
ente regulador de una parte importante de la actividad económica y social. Debido
a que el Estado es el único espacio por el cual vale la pena que los sectores
populares luchen y articulen un proyecto nacional-popular de nación. Si el Estado
es reducido a una mera entidad administrativa, legalizadora y policial, de los
negocios de la clase empresarial neoliberal, ¿para qué un proyecto político popular
si el poder no radicaría ya en el Estado sino en este empresariado, el cual sólo en
su retórica ideológica permite que su elite se ensanche? Llegados a este punto vale
la pena preguntarse: ¿es que la vía neoliberal es la única posible para
globalizarnos? El caso de Estados Unidos pareciera contestar con un rotundo no a
la interrogante, sobre todo si observamos la lucha del Partido Demócrata por
mantener un Estado fuerte, capaz de ocuparse de amplios conglomerados
marginados de los derechos y beneficios básicos populares como la salud, el
transporte y el trabajo. (Morales, 1998)

En efecto, ante la inevitabilidad de los procesos globalizadores, lo que procede es


plantear una permanente negociación entre Estado y empresariado de modo que el
primero permanezca siendo lo suficientemente fuerte como para regular una parte
significativa de la vida económica y social. Esto implica erradicar del Estado su
justamente señalado carácter corrupto e ineficiente. La depuración del Estado, la
erradicación de la corrupción y la impunidad son un requisito indispensable para
anular el argumento neoliberal de que el Estado debe minimizarse porque
históricamente ha demostrado ser ineficiente como administrador y corrupto como
ente político. Entonces, la lucha por un Estado fuerte es la lucha por la depuración
del Estado. Lo mismo ocurre con instituciones estatales como las universidades
públicas: la lucha por su mantención y sobrevivencia como espacios de desarrollo
cultural y académico de los sectores populares es la lucha por su depuración, por la
eliminación de la corrupción y la impunidad académicas y administrativas.

Definitivamente, la vía neoliberal no es la única vía para globalizarse, para entrar en


la globalización. Existe la posibilidad de entrar en ella con un Estado fuerte que
proteja intereses populares. Este planteamiento debiera ser el corazón de un
programa de izquierda renovada si es que esta izquierda existiera. Pero como no
existe, el planteamiento político de contención de la ola neoliberal tiene que ser
diferente. Si es cierto que el ingreso en la globalización es inevitable y a estas alturas
urgente y necesario para no quedarnos fuera del juego en el nuevo siglo, también
lo es que la única clase que está en capacidad de negociar la modalidad local,
nacional de ese ingreso es la clase empresarial, ya que es la que actualmente tiene
la representación política del país. La izquierda en general no la tiene. La izquierda
oficial se vendió a la derecha. Por todo, lo que procede es que el empresariado
liberal (no el neoliberal), es decir el que no está por la minimización del Estado, así
como las expresiones del centro político y las izquierdas en proceso de renovación,
articulen un proyecto nacional-popular de país con criterios interclasistas y
multisectoriales, que les permita tener influencia en las negociaciones que la clase
empresarial realiza actualmente con EEUU para que pasemos a formar parte, como
país y como región, del mega mercado de las Américas. A simple vista parece que
ya es demasiado tarde para que una fuerza política pluralista e interclasista pueda
hacer algo. La evidencia indica que nos globalizaremos mediante la modalidad
neoliberal. Sin embargo, la elite neoliberal es minoritaria y sin duda una alianza
política tendente a mantener un equilibro entre la fuerza empresarial y la fuerza del
Estado puede todavía imponerse. La condición es, primero, la gran alianza del
espectro político que el neoliberalismo contribuye a conformar como su anticuerpo
al rechazar como "socialistas" tanto al empresariado de derecha que acepta que el
Estado regule parte de la vida económica y social, como al centro político y a todas
las izquierdas; segundo, la discriminación de la izquierda oficial (por la situación de
desautorización moral en que quedó al firmar los acuerdos de paz) y, tercero, el
diálogo directo y las convergencias puntuales con el neoliberalismo. Esto puede
constituir el gran paso para la consolidación de un sistema democrático que de
verdad funcione y, con él, emitir nuestro pasaporte digno a la inevitable
globalización. El problema que afrentamos es la inercia del pasado, la cual
determina que el material humano con el que se tiene que trabajar presente los
vicios de la clase política corrupta, y que el empresariado neoliberal todavía vea en
la derecha moderada, el centro y las izquierdas actualizadas, a representantes de
lo que ellos conciben como socialismo y comunismo. Su mitología de la libertad de
empresa y del mercado libre tiene a los neoliberales todavía presos del dogmatismo
de derecha que animó la guerra fría, y sus ideólogos y políticos aún evidencian una
actitud autoritaria al querer imponer su pensamiento, su doctrina y su sistema,
negando toda posibilidad de negociación. Una actitud flexible por parte de todas las
fuerzas políticas que el neoliberalismo rechaza (contribuyendo con ello a su
unificación anti-neoliberal) es la necesaria respuesta. (Morales, 1998)

La globalización es el resultado del desarrollo del capitalismo. Su aceleramiento


actual se debe al derrumbe del socialismo como economía y a la integración de los
países del bloque socialista a las posibilidades del mercado globalizador. Satanizar
la globalización no conduce sino al autoaislamiento. Se trataría más bien de
comprenderla y de tratar de integrarse a ella de la manera más digna posible. En
esta lucha se inscribe la discusión actual acerca del papel del tercer mundo en los
procesos productivos mundiales. El consumo transnacionalizado no basta para
considerarnos parte de la "aldea global". Falta formar parte de ella como
productores, con nuestras propias reglas de juego. Falta también adoptar una
política inteligente respecto de un fenómeno que forma parte indisoluble de los
procesos de globalización: el narcotráfico como fuente de las narco finanzas
mundiales, las cuales han permeado todos los sistemas bancarios del orbe,
instaurando en los sistemas políticos su secuela más grave: el crimen organizado,
la corrupción generalizada y la impunidad como expresión de poderes "alternativos"
al poder de la ley y del sistema democrático. (Schwarz, 2017)
3.5. NEOLIBERALISMO EN GUATEMALA

El Neoliberalismo cobijó una tendencia de renacimiento y desarrollo de las ideas


liberales clásicas, tales como la importancia del individuo, el papel limitado del
Estado y el valor del mercado libre.
Ese enfoque afirma que si los guatemaltecos pueden libremente perseguir sus
propios intereses, las consecuencias colectivas serán mucho más beneficiosas que
la acción gubernamental. (Secretaria de Relaciones Internacionales de la PDH.,
2017)
Sin embargo los intelectuales y políticos realistas, pragmáticos y neoliberales
reafirman en todo momento que para los gobiernos nacionales de países como
Guatemala resulta muy limitada la posibilidad de ejercer un control efectivo sobre
su economía y que para un gobierno democrático no existe más opción que rendirse
o integrarse de manera individual y subordinada a los países hegemónicos como
estos quieran y su bondad acepte. Y si es preciso ceder la soberanía o parte de ella,
no importando si se cumple el fin último de la integración económica subordinada al
gran capital. (Secretaria de Relaciones Internacionales de la PDH., 2017)
En este sentido, la búsqueda de opciones distintas como: la integración de naciones
en el libre ejercicio de su soberanía e independencia y, sobre todo, al margen de las
grandes economías y mega corporaciones, resulta trabajo inútil.
Para muchos intelectuales modernos y modernizantes, la desproporción existente
entre las economías de los países dependientes respecto de los metropolitanos no
es amenaza, sino reto, que se resuelve en la medida que los países periféricos
acepten su condición dependiente y aprovechen la oportunidad de integrarse a la
globalización mediante la entrega de su economía y sus riquezas naturales al capital
transnacional.

3.5.1. Las Consecuencias Del Neoliberalismo En Derechos Humanos


De Cada Guatemalteco

Conjuntamente con la ola de democratización continental, debido a una compleja


tendencia internacional, se instaló en nuestro país una visión Economicista Y
Tecnocrática que, sin pretexto de reivindicar la libertad de mercado, está
reorganizando a las sociedades por la fuerza en términos bipolares y excluyentes.
Las políticas de ajustes del modelo neoliberal estaban dentro del mercado laboral,
y tenían acceso a la seguridad, a la justicia, a la salud y a la educación y hoy
engrosan las estadísticas de los marginados extremadamente pobres.
En este contexto está claro que la premisa del neoliberalismo es el principio de la
exclusión. Los defensores de esta doctrina consideran inevitable la desigualdad
social. (Secretaria de Relaciones Internacionales de la PDH., 2017)
En Guatemala varias encuestas muestran que existe una declinación significativa
de confianza de los ciudadanos con el actual sistema político. Las protestas contra
el desempleo, a favor de la educación y seguridad del trabajo así como la salud se
han tornado rutinarias en esta región.
Las implicaciones de esta situación de deterioro económico y social conllevan a una
situación de ingobernabilidad. Las personas no creen en la autoridad constituida,
esto provoca que lejos de estar construida una cultura política participativa y
democrática, se está solidificando una cultura política fragmentada e individualista
con reducido capital social. Capital social es aquí definido como el desarrollo de
redes de solidaridad y de identidades colectivas.
Las políticas neoliberales tienden a la exclusión social y a la polarización injusta en
el reparto de sacrificios y riquezas.
Se ha instalado un distanciamiento entre las recetas dadas por los países llamados
más desarrollados o del primer mundo y sus acciones concretas y que son seguidas
por los países menos desarrollados. Esto se refiere específicamente, a la noción de
Estado mínimo y la necesidad de reformular los gastos gubernamentales en áreas
consideradas prioritarias. La imagen que fue construida es que, en la medida que el
Estado es visto como un problema y no como una solución en la economía de
mercado debe, por tanto, restringir sus actividades a aquellas esferas consideradas
esenciales (Secretaria de Relaciones Internacionales de la PDH., 2017)
Este tipo de Estado, de acuerdo con los neoliberales, sería ideal para impulsar el
crecimiento económico y, en última instancia la igualdad social. Los países que son
tomados como modelo digno de emular son algunos países europeos y,
principalmente los Estados Unidos.
Sin embargo los éxitos del lado neoliberal en Guatemala no han sido contundentes.
Las privatizaciones han sido utilizadas para negocios oscuros en las altas esferas,
el crecimiento no está garantizado y en tampoco la estabilidad, y los efectos sociales
en términos de aumento de la pobreza han sido significativos ha contribuido a
debilitar las políticas sociales, las posibilidades de acceso de los grupos pobres a
los servicios básicos, ha concentrado los beneficios que brindan las oportunidades
de mercado en unos pocos grupos.
La problemática actual de la población guatemalteca es tan compleja y a la vez está
cargada de grandes desafíos que es catalogada como una realidad preocupante.
Teniendo que lidiar con problemas como las altas tasas de desnutrición, desempleo,
pobreza extrema, mala educación, deficiencias en salud, entre otros que no
permiten tener una calidad de vida digna para los guatemaltecos. Esto de la mano
de la escasez de autoridades y políticas publicas orientadas a cada uno de estos
problemas. Y la pregunta es:
¿Por qué se ha llegado a estos extremos tan dramáticos?
Teniendo como respuesta: que en Guatemala nunca se logró consolidar en si un
estado democrático, un gobierno fuerte y una sociedad responsable de sus
derechos y obligaciones.
El Estado autoritario durante los gobiernos militares ciertamente conculcó todo tipo
de libertades, pero tampoco estuvo exento de corrupción. Pero ese Estado
autoritario tenía como paradigma una fuerte presencia institucional. Un ejemplo: de
1970 a 1974 gobierna Guatemala el general Carlos Arana Osorio, a quien se le
atribuye el inicio de la represión, pero que dejó como legado un Estado con objetivos
puntuales. Creó, por ejemplo, instituciones públicas que en su momento aportaron
significativos logros para el país: el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícola
(ICTA), Instituto Nacional de Comercialización Agrícola (Indeca), Instituto Nacional
Forestal (Inafor), Centro Nacional de Promoción de Exportaciones (Guatexpro),
Corporación Financiera Nacional (Corfina), Banco de Desarrollo Agrícola
(Bandesa), Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap), Banco
Nacional de la Vivienda (Banvi), Instituto de Fomento y Desarrollo del Petén
(Fydep). Todas estas instituciones articularon alianzas técnicas con organismos
internacionales. Muchos profesionales con visión de Estado y de tendencia
desarrollista se vincularon a las mismas, generando estudios y proyectos de
probado impacto.
Con los sucesivos gobiernos estas instituciones se politizaron, nació el clientelismo
y la corrupción. Durante el gobierno de Álvaro Arzú se plantea como solución una
drástica reducción del Estado; la mayoría de estas instituciones fueron clausuradas
y, de paso, se privatizan empresas públicas que le generaban ingresos por servicios
al Estado: la Empresa Eléctrica de Guatemala (Eegsa), el Instituto Nacional de
Electrificación (INDE), Ferrocarriles de Guatemala (Fegua) y Guatel. Mientras el
capital privatizador llenaba sus arcas a lo largo y ancho del país, el Estado entraba
en la crisis fiscal más severa de toda su historia: se convirtió en un Estado débil e
irremediablemente desfinanciado.
Guatemala hoy en día es más dependiente que antes, debido en mucho a los
problemas provocados tanto por una deuda externa que no cesa de crecer como
por una “comunidad financiera internacional”, que pretende convertir la soberanía
en parte de los desechos provenientes del atraso político social y del desvarío
nacionalista. (Secretaria de Relaciones Internacionales de la PDH., 2017).
3.6. NEOLIBERALISMO Y EL DESARROLLO RURAL

3.6.1. Neoliberalismo Y Los Procesos De Apertura Interna


Las políticas neoliberales, llamadas de apertura económica, consisten básicamente
en una serie de medidas de política macroeconómica que ponen la economía a
competir en el mercado internacional sin subsidios, es decir, involucran un proceso
de reorganización de la inserción del país al mercado internacional y de
reorganización de este. Se trata de políticas de ajuste que eliminan las tradiciones
protecciones al aparato productivo, liberas los mercados financieros y de factores,
en especial del trabajo, flexibilizando las legislaciones laborales, definen una taza
de cambio de paridad, desvalorizan la intervención del estado en la economía y le
dan un mayor protagonismo y responsabilidad al mercado en el proceso de
asignación de recursos. Por ello, la apertura viene aparejada en procesos de
privatización. (Machado, Absalon, Comp., 1991)
En la actualidad no se discute si los países deben internarse o no al mercado
internacional, sino más bien como se internan, cual es la modalidad que se debe
adoptar, si abrupta, gradual, parcial o total. La apertura puede aplicarse a todos los
sectores de una sola vez, o empezar por unos sectores para continuar con otros e
la medida en que estén dadas las condiciones para que compitan, o reservar
algunas actividades o ramas de sectores para someterlas a la competencia
posteriormente. En general, el proceso se ha aplicado a todos los sectores sin
considerar sus condiciones y especialidades, como en el caso de la agricultura.
En nuestros países es indudable que la modalidad ideal de inserción es aquella que
se hace con gradualidad, de manera decidida y clara y con democracia, o sea,
conservando los sistemas democráticos a la vez que se les fortalece. (Machado,
Absalon, Comp., 1991)
El reto de prácticas políticas neoliberales y conservar la democracia en nuestros
países es difícil porque: a) los sistemas democráticos son débiles cuando no
corruptos, no tienen suficiente latinidad y credibilidad, b) existen muchos
desequilibrios sociales y económicos, los más afectados por el ajuste son los grupos
más pobres y desprotegidos y estos tienden a desestabilizar el sistema en la medida
en que el modelo de desarrollo no les brinda oportunidades compensatorias o
nuevas para garantizarse un empleo o un ingreso, c) para controlar los desbordes
sociales se suele recurrir a la fuerza o la respiración (Machado, Absalon, Comp.,
1991) (Schwarz, 2017)
El proceso de apertura vino para quedarse en los países y es difícil pensar que se
puede reservar, aunque si es probable que se introduzcan correcciones a la
ortodoxia neoliberal en la medida en que los actores sociales expresan capacidades
de negociación frente al estado en el uso de determinados instrumentos de política
sectorial. Lo que se instaura es una política de largo plazo donde variables
macroeconómicas que guían el proceso son bastantes rígidas y no son negociables
con los actores sociales. (Schwarz, 2017)
La negociación o concertación solo puede hacerse a nivel sectorial, regional o local,
donde los instrumentos pueden flexibilizar sin contradecir la esencia de los
instrumentos macroeconómicos. En lo regional y local se puede negociar las
transferencias del estado y su utilización según las necesidades de la comunidad,
con base en algunas prioridades.
Si bien es cierto que la política neoliberal cierra espacios de negociación, no todos
quedan eliminados. Tampoco es muy cierto que las políticas sectoriales
desaparezcan o pierdan protagonismo con el modelo neoliberal. Conocer que
espacios se cierran y cuales se abren es crucial para entender las limitaciones y las
posibilidades que deja el modelo para hacer políticas agrarias y de desarrollo rural
en un proceso de concertación (Machado, Absalon, Comp., 1991)
La política macroeconómica debe abrir espacios para que la agricultura recupere su
papel protagónico en el desarrollo socioeconómico, incorporándola como elemento
estratégico en lugar de marginarla. Para ello es necesario superar la visión
sectorialita de la agricultura, o de la agricultura como un conflicto o un problema
permanente para el desarrollo de los demás sectores o de la sociedad. La
agricultura hoy está muy articulada a otros sectores, tiene una serie de relaciones
de complementada con la industria y los servicios, no se le puede tratar igual que
antes.
A la agricultura se le debería someter a un proceso gradual de apertura, en especial
porque el comercio no maneja elementos de reprocidad en el mercado internacional
y los productos del agro están sometidos a muchas fluctuaciones en los precios que
afectan los ingresos de los agricultores. La gradualidad no surge del hecho de que
la agricultura tenga muchos riesgos climáticos pues ellos pueden reducirse en parte
con tecnología, sino más bien de la reciprocidad en el comercio (proteccionismo
agrícola en los países desarrollados) y el atraso tecnológico en que generalmente
se encuentra respecto a los países más desarrollados, además de la
descapitalización que sufrió en el modelo proteccionista anterior que discrimina
contra el sector (Schwarz, 2017)
3.6.2. La Apertura Y La Economía Campesina

La interrogante más importante que surge cuando se piensa en la economía


campesina es cómo articularla, junto con las políticas de desarrollo rural, al modelo
de desarrollo neoliberal. No es fácil una respuesta a este interrogante. Además de
que los postulados neoliberales indican que si se practican políticas para sectores
como el de la economía campesina, ellas deben ser transitorias en el corto plazo, el
ajuste restringe el gasto social y la intervención del estado en la orientación de los
procesos de desarrollo.
En las circunstancias anteriores, aparece necesario explorar elementos que
permitan encontrar una respuesta posible para concebir una política de desarrollo
rural que beneficie a los sectores campesinos y les genere condiciones para que se
desarrollen e integren al modelo. Aquí se consideran una serie de elementos
articulados que facilitarían entender cómo se puede compatibilizar el desarrollo rural
con la política macroeconómica de corte neoliberal. A continuación se enuncian los
principales elementos en ese sentido
1. Es necesario partir del reconocimiento de la economía campesina como un
sector con potencial de crecimiento y desarrollo
2. La economía campesina debe entenderse como un sistema ampliado
articulado a los mercados, y no como un sistema de simple subsistencia
como se le conocía en el pasado.
Lo anterior quiere decir que es necesario recontextualizar el discurso de la
economía campesina, ubicar en el contexto la conceptualización que de ella
tiene el Estado y las mismas organizaciones campesinas. Un discurso
moderno y actualizado de la economía campesina es punto de partida para
discutir las políticas que deben aplicarse para su desarrollo, y en especial
una visión de largo plazo sobre su ubicación en el modelo de desarrollo y en
la sociedad.
3. Es necesario también revisar los argumentos que tiene la economía
campesina frente al modelo de desarrollo y las políticas macroeconómicas.
Ello compromete
 Pasar de los argumentos microeconómicos a los macroeconómicos
 Recontextualizar al argumento tradicional económica de la
importancia de los campesinos en la producción de alimentos, en el
sentido de entender que este argumento de desvaloriza con la
apertura económica
 Superar la idea tradicional de que los campesinos solo encontraran su
redención en la producción de alimentos baratos, como la función
lógica que la sociedad le impone en el proceso global de acumulación.
 Valorizar el argumento de que la economía campesina es básica para
constituir la democracia y generar estabilidad social y política al
modelo de desarrollo en el largo plazo. La economía campesina en el
principal factor de equilibrio social en muchas sociedades
latinoamericanas.
 Además de esta diferencia existe la de productos y de regiones la
posibilidad de una economía campesina depende muchos hoy del
contexto regional en que se ubique, porque es allí donde pueden
identificarse alternativas nuevas.
4. La articulación del discurso campesino al modelo también depende de la
fortaleza de las instituciones públicas, de su capacidad de coordinación y la
posibilidad de que configure un discurso oficial único sobre desarrollo rural
5. Es necesario redefinir las funciones del estado frente a la economía
campesina y el desarrollo rural, y establecer que acciones se privilegian, que
tipo de servicios o actividades se pueden privatizar y como hacer más
eficiente el estado. Tener claridad sobre cuáles son las funciones del estado
en el desarrollo rural que no debe ser objeto de privatización, donde se
agranda y se achica el estado, es bien importante para definir la estructura
del estado para el desarrollo rural. (Machado, Absalon, Comp., 1991)

En el caso de la economía campesina podría decirse que se requiere


reconstruir al estado y desarrollar antes que achicarlo, lo mismo que debe
reconstruirse el sector privado y sus organizaciones. Al estado no le queda
fácil abandonar a la economía campesina. Las funciones que le competen en
el desarrollo rural, que no las va a realizar el mercado, seguirán siendo:
 La investigación, transferencia de tecnología y asistencia técnica a los
pequeños productores
 El desarrollo de infraestructura comercial y apoyo a formas de
organización para el mercado
 La conservación de los recursos naturales y el medio ambiente
 Las políticas sociales: seguridad social, educación, salud, vivienda,
agua potable y recreación.
 La promoción de la organización campesina, su captación y el
desarrollo de mecanismos de participación
 La promoción de sistemas alternativos para los pequeños y medianos
productores y para el desarrollo rural. (Machado, Absalon, Comp.,
1991)
4. CONLUSIONES

El neoliberalismo es evidentemente una ideología, con un proyecto más o menos


definido de cómo tiene que ser la sociedad, y sus bases pueden encontrarse en F.
Hayek o M. Friedman. Pero es también la configuración resultante de aplicar un
determinado tipo de políticas. Este modelo representa la idea de un modelo
económico cuyas dimensiones superan las fronteras nacionales que busca la
reducción del gasto público, especialmente la reducción de prestaciones de
servicios por parte del Estado, particularmente a los sectores más pobres de la
población. Por lo tanto, lo sitúan a un nivel global. Tanto la globalización como el
neoliberalismo han desempeñado un papel decisivo a nivel internacional durante los
últimos años
El proceso de globalización bajo el neoliberalismo, presenta con las inversiones
directas extranjeras y las transnacionales, el golpe más bajo para la soberanía de
las naciones latinoamericanas. De la mano con esta Globalización va la máxima
explotación del ser humano y el medio ambiente, tal es el caso de Guatemala
puesto que el desempleo aumenta, los precios aumentan y los salarios disminuyen,
la pobreza es cada día más, el estado privatiza, la deuda externa aumenta,
empresas extrajeras entran al país sin ningún problema, la injusticia social crece, el
estado da poco apoyo de financiamiento a pequeñas y medianas empresas y el
gobierno en vez de buscar el equilibrio en lo social, económico y político, busca de
donde obtener las mejores ganancias , claro, no importando que pase con las
personas.
Es necesario decir que el neoliberalismo ha hecho suya la teoría del libre cambio en
todas sus versiones y se ha apoyado en unas u otras para justificar su concepción
del mundo como un gran mercado donde todos compiten en condiciones de
igualdad entre cada país.
5. BIBLIOGRAFÍA

John Maynard Keynes, T. G. (Junio de 2018). Wikipedia. Obtenido de Neoliberalismo:


https://es.wikipedia.org/wiki/Neoliberalismo

Machado, Absalon, Comp. (Octubre de 1991). Google Books. Obtenido de Desarrollo Rural:
https://books.google.com.gt/books?id=eQ8zGBwfL1MC&lpg=PA170&ots=HGYVcMG6bm
&dq=relacion%20entre%20el%20neoliberalismo%20y%20el%20desarrollo%20rural&pg=P
A180#v=onepage&q=relacion%20entre%20el%20neoliberalismo%20y%20el%20desarrollo
%20rural&f=true

Morales, M. R. (Junio de 1998). La insignia. Obtenido de Globalización y neoliberalismo:


https://www.lainsignia.org/2006/abril/econ_007.htm

Moreno, M. A. (5 de Febrero de 2014). SCRIBD. Obtenido de Articulos de Opinion:


https://es.scribd.com/document/361937158/El-Origen-Del-Neoliberalismo

Schwarz, M. (18 de Septiembre de 2017). Neoliberalismo. Obtenido de


https://www.youtube.com/watch?v=FG652PTDZcw

Secretaria de Relaciones Internacionales de la PDH. (10 de Junio de 2017). Capitalismo Neoliberal y


su Impacto en Guatemala. Obtenido de Wordpress:
https://capitalismoneoliberalgt.wordpress.com/

V., G. B. (OCTUBRE de 2016). EUSTON. Obtenido de General:


https://www.euston96.com/neoliberalismo/

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