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LA REALIDAD ••
DESDE LA LINGUISTICA
alcanzaron una connotación es
En el caso de la lingüística, al igual que reproduce sus cabezas cada vez que tanto aparecieron insertas en un
que en el de la teoría psicoanalítica, es a el guerrero las corta de un tajo con su es . de lo nuclear era la presencia
los poetas y no exactamente a los practi pada. La realidad, esa vieja cigarra, vuel 3. El de la Modernidad. Durantl
cantes de ese particular saber, a quienes ve a ser una y otra vez. Decir esto siem XVII, ese siglo que para mucho!
se debe el haber intuido lo que en cada uno pre será algo más, mucho más que una me ye el paradigma de la rnoderniq
de los casos constituye el objeto del aná táfora, porque implicará de todos modos se dio como fundamental fue eli
lisis. En efecto, es un poeta alemán del si que se alude a la condición equívoca de temático. Todos o casi todos lo
glo XVIII quien delimita, por el intrincado esa realidad y no sólo a su apariencia más de esa época tienden a una ni
camino de la intuición, lo que los lingüístas inmediata o inocente. ción de la realidad, que a nu€
consideran ahora su problema fundamen todavía no ha sido valorada c
A lo largo de la historia los seres hu
tal: EL LENGUAJE. Ese poeta, EL POETA, en todas sus dimensiones. 4. El
en palabras de Heidegger, es Holderlin y manos se han preocupado de distintos mo
temporanidad. Ahora, en este
dos y en diferentes grados, por expl icar
la enunciación que aquí nos sirve de pre en las condiciones en que no~
texto -en el pleno sentido de la palabra de una manera que resulte convincente
aquello que viven, el espacio o los espa vivir, el paradigma de los sabe
es esa que dice: "Y se le ha dado al hom tituye, sin duda alguna, la lin~
bre el más peligroso de los bienes, el len cios reales en los que lo viven y su condi
pues, desde ese saber lingüÍ,
. . .. para que muestre Io que es. . . (1) . ción misma de sujetos que viven y, simul
guaJe donde la explicación sobre la
Ese lenguaje al que aludimos acá, enten táneamente, son vividos por el cúmulo de
su conjunto, y sobre los sujet<
diéndolo como un rasgo específicamente hechos que los hacen sujetos. Esa cierta
ciamoS, los procesos signific.
necesidad de explicar lo vivido ha tenido
humano, constituye no sólo el objeto de hacen ser la que es, alcanza
a lo largo del tiempo varios paradigmas de
la reflexión teórica que se va dando en el sión realmente significativa. E
análisis que han resultado válidos.
campo de la lingüística, sino que también desde donde sujetos, objeto~
es o tiende a ser, una forma de realidad. 1. El de la Antigüedad Clásica. Como aparecemos como signoS de
Una forma irregular y contradictoria, en la bien se sabe, durante este tiempo la filo nos incluye a todos, en tanto
medida en que se compone de lo físico, lo sofía proporcionó la perspectiva adecua ser.
simbólico y lo imaginario. Esa realidad que da para someter al filtro de un examen la
La lingüística tiene hoy el
se puede vislumbrar de una cierta mane realidad en su conjunto. 2. El de la Edad
ra desde el saber ligüístico está siendo de pio de una condición paradi
Media. Aquí lo fue la teología. Por ello las
mú,ltiples modos, a la manera de Medusa es, sin duda alguna, una afi
nociones de creación, realidad y sujeto.
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-aduce sus cabezas cada vez que alcanzaron una connotación especial en mática, casi obvia. ¿ Cuáles son, sin em
~ ro las corta de un tajo con su es tanto aparecieron insertas en un texto don bargo, los problemas y los procedimien
realidad, esa vieja cigarra, vuel de lo nuclear era la presencia de Dios. tos que pueden ser considerados como
una y otra vez. Decir esto siem 3. El de la Modernidad. Durante el siglo fundamentales en derredor de una discu
algo más, mucho más que una me XVII, ese siglo que para muchos constitu sión del tipo que genera o hace posible
lorque implicará de todos modos ye el paradigma de la modernidad, lo que la lingüística? Pienso que en medio de la
~ Iude a la condición equívoca de se dio como fundamental fue el saber ma variedad de alternativas que tenemos es
dad y no sólo a su apariencia más temático . Todos o casi todos los trabajos posible señalar algunas que alcanzan la
a o inocente. de esa época tienden a una matematiza condición de invariables fundamentales en
ción de la realidad, que a nuestro juicio las elaboraciones teóricas dadas por esa
largo de la historia los seres hu todavía no ha sido valorada críticamente lingüística.
~ han preocupado de distintos mo en todas sus dimensiones. 4. El de la Con
l diferentes grados, por explicar Considero que en primer lugar hay
temporanidad. Ahora, en este momento y
llanera que resulte convincente que aludir a la noción misma de realidad
en las condiciones en que nos ha tocado
l ue viven, el espacio o los espa material. A menudo las ciencias y las fi
vivir, el paradigma de los saberes lo cons
es en los que lo viven y su condi losofías han intentado demostrar que la
tituye, sin duda alguna, la lingüística. Es,
11a de sujetos que viven y, simul realidad no es exactamente como la mues
pues, desde ese saber lingüístico desde
He, son vividos por el cúmulo de tra una relación inmediata con las cosas.
donde la explicación sobre la realidad en
'ue los hacen sujetos. Esa cierta Ese presupuesto ha tenido dos variantes
su conjunto, y sobre los sujetos que agen
:l de explicar lo vivido ha tenido fundamentales . De un lado, se ha pretendi
ciamos, los procesos significantes que la
I del tiempo varios paradigmas de
do ir mucho más allá de las apariencias,
hacen ser la que es, alcanza una dimen
lue han resultado válidos. hasta llegar a una realidad subyacente. De
sión realmente significativa . Es desde alií.
otro, se ha llegado a conclui r que hay apa
de la Antigüedad Clásica. Como desde donde sujetos, objetos y procesos
riencias de realidad que son absolutamen
,abe, durante este tiempo la filo aparecemos como signos de un texto que
te mistificadoras. Esto último ha permitido
porcionó la perspectiva adecua nos incluye a todos, en tanto que nos hace
avanzar de una manera mucho más signi
ometer al filtro de un examen la ser . ficativa y ha revelado que debajo de las
en su conjunto. 2. El de la Edad La lingüística tiene hoy el estatuto pro apariencias más comunes y corrientes,
=l uí lo fue la teología. Por ello las pio de una condición paradigmática . El.lo existe a veces una realidad compleja y her
de creación, realidad y sujeto, es, sin duda alguna, una afirmación axio mosa .
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'Uno de los casos más sugerentes está afirmemos que desde esa perspectiva que
en la aparente continuidad de la materia. venimos señalando la real idad funciona
Cualquiera que tenga una cultura media como un lenguaje.
podrá recordar que desde Demócrito está
Afirmar lo anterior supone de un modo
demostrado lo contrario. Llegar a la idea
que parece inequívoco la alusión no sólo
de que lo material no está dado por un prin
a las prácticas discursivas que estructu
cipio de continuidad no ha sido fácil. Ha
ran esa realidad, sino también -y quizá
sido necesario superar objetivamente una
más radicalmente- a los polos metafóri
serie de prejuicios de todo tipo . Básica
co y metonímico desde donde se configu
mente, se trata de superar los dictados por
ran esas prácticas estructurantes de lo
el sentido común. Ese que desde Bache
real. Si por metáfora podemos entender
lard se considera el obstáculo más difíci I
"una figura por medio de la cual se trans
de vencer. Lograrlo ha sido de incuestio
porta, por así decirlo, el significado pro
nable utilidad en el campo de las ciencias,
pio de una palabra a otro significado que
especialmente en el de las exactas y na
solamente le conviene en virtud de una
turales. Jerrol J. Katz lo señala con preci
comparación que reside en la mente" (3),
sión: "la idea de que la continuidad es so
y por metonimia "una figura por medio de
lamente la apariencia superficial de la ma
la cual se coloca una palabra en lugar de
teria y de que en realidad ésta se compone otra cuyo significado da a entender" (4) ,
de un sinnúmero de minúsculas partículas
asumir esas nociones de esta manera se
con espacios vacíos entre ellas, permitió
ría, sin duda alguna, muy sugestivo, pero
explicar los fenómenos de difusión o in
tendría el grave inconveniente de ser in
terpenetración como procesos en los que
compatible con los logros de Roman Jakob
los átomos de un sólido, líquido o gas mi
son en relación con el análisis de las afa
gran hacia otro sólido, líquido o gas y ocu
sias. El establece la oposición entre lo uno
pan los espacios existentes entre sus áto
mos" (2). Un poco más adelante Katz se re y lo otro de la siguiente manera: "Toda for
fiere a los trabajos, muy conocidos, de La ma de trastorno afásico consiste en algu
voisier, Dalton y otros, con lo que él piensa na alteración, más o menos grave, de la
que se confirma la hipótesis de que el con facultad de selección y sustitución o la de la expreslOn de lo pensado, entend
la combinación y contextura. la primera que lo pensado no puede ser más
cepto de Estructura Atómica proporciona
una imagen verdadera de la naturaleza de afección produce un deterioro de las ope expresado. Julia Kristeva lo seña
la materia. La imagen de la materia como raciones metalingüísticas, mientras que los siguientes términos: "la materi ,
algo continuo quedó entonces relegada a la segunda altera la capacidad de mante enunciada, escrita o gesticulada, pr
la condición de una representación, nada ner la jerarquía de las unidades lingüís y expresa [es decir, comunica] lo q
más. ticas. la primera suprime la relación de mamos un pensamiento. Lo cual si
similariedad y la segunda la de contigüi que el lenguaje es la única forma
Esa teoría atómica cumple, pues, en un dad. la metáfora resulta imposible en la del pensamiento y, al mismo tiem
contexto muy definido, un papel similar alteración de la similariedad y la metoni realidad y su realización" (7) . Esa a
al que cumple la noción de realidad en su mia, en la alteración de la contigüidad" (G) . ción nos parece lo suficientemente
conjunto, si se la asume desde el saber En el tipo de trabajo realizado por Jakob como para eximirnos de glosarla.
lingüístico. Hoy empieza a quedar claro son lo que emerge es la noción misma de
realidad, y por ese camino la de objeto Wittgenstein ha señalado a prop
que esa real idad en los niveles diferentes de esa realidad subyacente en la E
a aquel que usualmente se nomencla co real. Esta última puede ser presentada a
través de una relación externa con el se sión y, sobre todo, en la forma lógi(
mo natural, no tiene porque implicar un ésta, que ella no puede "ser aclar~
tratamiento radicalmente distinto. Si las mema y no con el lexema (6). Para nuestro
caso resulta esencial la noción de reali partir de la profundización en la estl
teorías consideradas como vál idas en el ra oracional para revelar los elementl
campo de los fenómenos físico-químicos dad en la medida en que se intenta escla
recer la noción de objeto real, la de re gicos simples, sino de comparar Y'
funcionan paradigmáticamente, es porque tr'astar las maneras en que las di si
sus posibilidades de existencia e incluso, presentación y la de objeto representado.
oraciones se usan en los distintos a
las de su explicación teórica, son seme Esa realidad efectivamente dada no só tos de la vida" (S). En otra parte de su
jantes a las apropiadas en otros espacios lo puede representarse, sino también ex Wittgenstein anota lo siguiente: "¡Uní
del conocimiento. La realidad desde la lin presarse de una cierta y determinada ma posición es una cosa extraña! He a~
güística es realidad significante y signifi nera . La realidad designada está siendo la esencia de la sublimación de la lógif
cativa. Desde allí adquiere una connota realidad. Este aparente galimatías nos re tendencia a suponer un intermediar~
ción más inquietante la alusión lacaniana mite a la diferenci~ entre el ser y su re ro entre los signos proposicionales
al inconsciente como lo no sabido de un presentación. Lo real está siendo de múl hechos; o incluso, a intentar purifica
saber. Hagamos otra vez una paráfrasis y tiples maneras. Una de ellas es sin duda, blimar los signos mismos. Va que
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~
duda alguna, muy sugestivo, pero
el grave inconveniente de ser in
tibie con los logros de Roman Jakob
relación con el análisis de las afa
I establece la oposición entre lo uno
ro de la siguiente manera: "Toda for
trastorno afásico consiste en algu
ración, más o menos grave, de la
Id de selección Y sustitución o la de la expreslOn de lo pensado, entendiendo tras formas de expresión, al enviarnos en
~binación y contextura. La primera que lo pensado no puede ser más que lo persecusión de quimeras, nos impiden, de
~n produce un deterioro de las ope expresado. Jul ia Kristeva lo señala en diversas maneras, caer en la cuenta de
rS metalingüísticas, mientras que los siguientes términos: "La materialidad que nada fuera de lo común está sobre el
tapete" ( O) .
J.lnda altera la capacidad de mante enunciada, escrita o gesticulada, produce
jerarquía de las unidades lingüís y expresa [es decir, comunica] lo que lla
I La primera suprime la relación de mamos un pensamiento. Lo cual significa Con ello Wittgenstein logra desmontar
tiedad y la segunda la de contigüi que el lenguaje es la única forma de ser una ilusión muy cara a los intereses de to
a metáfora resulta imposible en la del pensamiento y, al mismo tiempo, su da ideología: sustituir la realidad por su
~ión de la similariedad y la metoni realidad y su realización" (7) . Esa afirma representación. Siguiendo estas anotacio
~ la alteración de la contigüidad" (G) . ción nos parece lo suficientemente clara nes uno podría perfectamente señalar que
ipo de trabajo realizado por Jakob como para eximirnos de glosarla. la distinción entre la forma lógica y la for
que emerge es la noción misma de ma gramatical de un enunciado [que siem
d, Y por ese camino la de objeto Wittgenstein ha señalado a propósito
de esa realidad subyacente en la expre pre se referirá a la realidad], entre el sig
¡sta última puede ser presentada a nificado y su aspecto fonético, es siempre
de una relación externa con el se sión Y. sobre todo, en la forma lógica de
ésta, que ella no puede "ser aclarada a una distinción entre la apariencia de rea
Y no con el lexema (O). Para nuestro lidad y la realidad. No sobra agregar que
sulta esencial la noción de reali partir de la profundización en la estructu
ra oracional para revelar los elementos ló esa distinción es, en lo fundamental, ope
la medida en que se intenta escla rativa.
a noción de objeto real, la de re gicos simples, sino de comparar y con
tación Y la de objeto representado. trastar las maneras en que las distintas
oraciones se usan en los distintos aspec Noam Chomsky ha actualizado a lo lar
realidad efectivamente dada no só tos de la vida" (8) . En otra parte de su obra go de su trabajo dos nociones que apare
e representarse, sino también ex Wittgenstein anota lo siguiente: "iUna pro cen por primera vez en la "Gramática ge
e de una cierta Y determinada ma posición es una cosa extraña! He aquí la neral y razonada del lenguaje", de Arnau Id
a realidad designada está siendo la esencia de la sublimación de la lógica: la y Lancelot. ObVIamente, me estoy refirien
d . Este aparente galimatías nos re tendencia a suponer un intermediario pu do a las nociones de Estructura Profunda
la diferencia entre el ser Y su re ro entre los signos proposicionales y los y Estructura superficial. La idea funda
tación. Lo real está siendo de múl hechos; o incluso, a intentar purificar, su mental del texto de Arnauld y Lancelot es
¡aneras . Una de ellas es sin duda. blimar los signos mismos. Ya que nues que el significado o forma lógica de una
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~
tarse de un modo un poco más exi constitución de la lingüística en cuanto productivo. Esa materialidad del lenguaje
de lo que lo hemos hecho hasta aho que ciencia particular, ha ido esbozando produce y expresa lo que bien pudiéramos
er esta pregunta supone en prime las distintas visiones del lenguaje. La pre llamar un pensamiento. "Lo cual significa
ancia aceptar el carácter histórico gunta ¿Qué es el lenguaje? podría y debe que el lenguaje es la única forma de ser
a discusión sobre el lenguaje. 'Unas ría ser sustituida por otra: ¿Cómo ha po del pensamiento y, al mismo tiempo, su
s de Julia Kristeva nos eximen de dido ser pensado el lenguaje? (12). Como realidad y su realización" (1:l) . Ahora bien,
ciones innecesarias. Ella afirma: lo señalé atrás, toda glosa resulta super si el lenguaje es la materia del pensamien
nder a la pregunta ¿Qué es el len flua. to, también es el elemento básico de la
, nos lleva al meollo de la proble comunicación humana . Digámoslo de un
que desde siempre, ha sido la del Ese lenguaje que ha sido considerado modo negativo y, al mismo tiempo, tajan
del lenguaje. Cada época o civili por Chomsky y sus discípulos como un ras te: así como no hay pensamiento sin len
, conforme al conjunto de sus cono go característico de la mente humana, apa guaje, así tampoco hay sociedad sin co
tos, de sus creencias y de su ideo rece profundamente implicado en sus di municación. Todo lo que se produce en el
esponde de diferente manera y con mensiones psicológica y antropológica, y lenguaje y en su derredor, lo es para ser
el lenguaje en función de los mol por ello debe ser estudiado desde la tras comunicado en medio de los procesos ma
e la constituyen. Así, pues, la época cendental función que cumple en el cono teriales a los que podemos nomenclar de
a, hasta el siglo XIII, tenía una vi cimiento humano. Pensar el lenguaje tal y manera general con el término de social.
ológica del lenguaje, preguntándose como lo proponen los teóricos contempo El lenguaje define y cimenta su identidad
do por el problema del origen o, co ráneos, permite no sólo que se abandone en tanto que no sólo produce un pensa
cho, por las reglas universales de una concepción esencialista de ese len miento, sino que también lo comunica.
ica; el siglo XIX, dominado por el guaje, sino, también, aludir a la reflexión
cismo, consideraba el lenguaje en que ese lenguaje ha suscitado y, finalmen En ese orden de ideas la materialidad
ue desarrollo, cambio, evolución a te, a la representación que se ha ido ha del lenguaje se concreta en el discurso.
del tiempo. Hoy en día, predominan ciendo de aquélla. Visto desde afuera, el La noción misma de discurso se ha discu
iones del lenguaje en tanto que sis lenguaje reviste una materialidad diversi tido arduamente en los últimos años des
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de perspectivas muy variadas . Recorde to en proceso , al que aquí y ahora conside medida en que conlleva una redistri
mos, por ejemplo, el lúcido y polémico tra ramos nuestro objeto de interés, está de las estructuras fonemáticas, mo r
bajo de Michel Foucault "El orden del dis constituido por una causal ¡dad metónimi cas y si ntácticas.
curso" que tanto nos ha enseñado a todos. ca, en la medida en que lo que sucede con La realidad no está hecha sala m e
Junto con Foucault y Kristeva, podemos él, está más cerca de la combinación [los lenguaje. Decir que sí, implicaría s i
citar a Emile Benveniste , para quien el dis psicoanalistas dirán condensación] que de lIna afirmación hiperbólica. Está t a
curso señala de manera inequívoca la pre la sustitución y del desplazamiento pro para citar un sólo caso, el mu ndo
sencia de la lengua en la comunicación vi pias de lo metafórico . obj etos físicos o concretos, de c uy
va . Según Benveniste el discurso se opone guaj e sólo pu ede hace rse una al us
por tanto a la lengua "que abarca de aho Ahora bien, este proceso de constitu
ción significante que venimos mencionan gurada. Si bien es ci erto qu e la r e
ra en adelante al lenguaje en tanto que no es sólo len guaje , tambié n lo es ,
conjunto de signos formales, estratifica do es, por supuesto, un proceso dado en
términos materiales. La materialidad es, reali dad no sería la que está s iendo
dos en sucesivos escalones, formando sis lenguaje no fuera una parte sustan
temas y estructuras" ( 14) . Ese discurso o, por así decirlo, su condición básica. Ello
no quiere decir, sin embargo, que ese pro ella. Tal vez para algu nos resu lte s e
lo efectivamente expresado por un sujeto, imaginar una rea lídad en la que e l I
constituye a este último en tanto que ele ceso sea posible verificarlo o constatarlo
empíricamente. La topología de ese proce 'e no tuviera cabida. Para m í carece
mento componente de unas prácticas de do inte rés. Considero que es un jue
semiosis generalizadas de la realidad. Hoy so es necesariamente abstracta. Julia Kris
teva lo señala muy claramente: "La topo vers o que conduce al cal lejó n sin
sabemos, gracias al trabajo de distintos del absurdo.
logía del sujeto en proceso está situada
teóricos del lenguaje , que ese sujeto se
en ese lugar' inubicable donde se realiza,
constituye a través de un proceso irregu Antonin A rtaud señaló alguna
sin la diferenciación petrificada entre su
lar y contradictorio. Pienso, por ejemplo, sigu ient e : " Una sola cosa nos par
jeto y objeto, el proceso de la significan
en el lúcido y complejo trabajo de Julia cia" (l~). vulnerable , una sola cosa nos parec
Kristeva sobre Antonin Artaud ; en el de dadera: el texto" (17) . Si en este en'
Philippe Sollers sobre Bataille; o en el de El proceso de constitución del sujeto do nosotros hacemos una sustitució
Jean Laplanche sobre Holderlin, elaborado tiene tres momentos esenciales: 1. Repu t ante s impl e y , en vez de texto, escri
desde el Psicoanálisis. El panorama, como dio. 2. Identificación. 3. Diferenciación. El lenguaje, te ndremos una proposició
bien puede verse, es bastante amplio y su repudio es posible a partir de una nega resulta válida en los análisis ca nte
gestivo . Para el presente caso, se conside ción de la negación, esto es , de una nega neos de l lenguaje. Ese lenguaje qu
ra que lo más apropiado es remitirse a las ción dialéctica. La identificación, en cam supuest o, puede ser objeto de una I
operaciones discursivas en las cuales se bio, supone o, mejor, está supuesta, por analítica , pero que también se erige
inserta ese sujeto, a la manera de inscrip Llna afirmación simple: aquélla que de un suj eto de un proceso de producción
ción en una cadena significante . Ello pue solo golpe entrega al sujeto en brazos de ficante mú ltiple . Puede ser un gen
de revelarnos de un modo bastante eficaz, lo imaginario. En la identificación el sujeto de sentido.
no sólo la sintaxis básica de esos proce se diluye en el otro . Es el otro o, más bien
sos, sino también su pragmática argumen trata infructuosamente de serlo, siendo a Tenem os , pues , la siguiente ec
tativa que hace ser al discurso un proceso veces su imagen, a veces su caricatura. algebraica : REALlDAD-SUJETO-LEN
caracterizado por lo polifónico. El otro, ése que yo no soy, ese que nunca Por ahora considera remos que los tr~
seré , intento serlo sin poder. Soya lo su m inos tienen el mismo va lor . Esa l'
Ese sujeto que se va constituyendo irre mo ése que él deja de ser. Es decir, el re será posible en tanto que sus mie
gular y contradictoriamente en los proce sultado de un juego de espejos en un efec se interrelaci one n. De hace rlo , su
sos de significación en los que más allá to metonímico y no metafórico. semántica, su operabili dad sintag mátl
de su voluntad y de conciencia aparece a modificarse inevitablemente . Pro
inscrito, dista mucho de ser homogéneo Para el caso de la constitución del su las sig~ientes relaciones: A es B, ¡::;
y compacto . Más que esto, es el múltiple jeto su inscripción en el lenguaje [en el 8 se constituye a partir de C.C gen !
resultado de diferentes y entrecruzadas Otro] constituye un momento dramático, valor sintagmático en la medida q
acciones de troquelamiento de los signos, porque para él no hay nada absolutamente realizado por B en el interior de A. Le
de la sociedad y de las prácticas que esta seguro. Allí puede encontrarse y ser él. términos tienen una relación de in
última alberga, dándoles un cierto haz de Pero también puede perderse. Holderl in ción. A tiene con C, una relación de
sentidos, en tanto les sirve de contexto . ya lo dijo: "... el más peligroso de los sión que es válida en tanto que C , la
Al estarse, al irse constituyendo como su bienes, el lenguaje ... .. ( 16). Insertarse en con B.
jeto, el sujeto no sólo aparece en la con el lenguaje supone la adquisición de una
dición de usuario que construye, a veces capaCidad de simbolización que compren En medio de esa real idad el sujE:
intuitiva, a veces consc ientemente, unas de o implica en su interior dos operaciones presándose por medio del lenguaj E
pOSibilidades de significación. No, también simultáneas: el rechazo y la aceptación. es, por decirlo de alguna manera, e l
lo es, en tanto que decodifica o, para de Los psicoanalistas dirán que la inscripción to de la historia. El decir de ese suj E;
cirlo de una manera un poco chocante, des del sujeto en el orden del lenguaje supone necesariamente, polifónico . En la n
truye y atraviesa efectivamente . Ese suje para éste una sobrecarga de placer, en la en que lo es, connota de unas rnaner i
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proceso, al que aquí y ahora conside medida en que conlleva una redistribución pueden ser visual izadas como variables
; nuestro objeto de interés, está de las estructuras fonemáticas, morfológi formales que ponen de presente la estruc
'tuido por una causalidad metónimi cas y sintácticas. tura general. La polifonía de ese decir se
la medida en que lo que sucede con fundamenta de manera directa en la su
tá más cerca de la combinación [los La realidad no está hecha solamente de perposición de distintos usos o, para ser
~nalistas dirán condensación] que de lenguaje . Decir que sí, implicaría sin duda más exactos , en diferentes niveles de uso .
5titución y del desplazamiento pro una afirmación hiperbólica. Está también ,
le lo metafórico. para citar un sólo caso, el mundo de los M ijai I Bajtín uti I iza el concepto de po
objetos físicos o concretos, de cuyo len lifonía para caracterizar distintas clases
lora bien, este proceso de constitu gu aje sólo puede hace rs e una alusión fi de literatura. \::1 llama dogmática a la lite
!igniJicante que venimos mencionan gu rad a. Si bien es cie rt o que la real idad ratura que co ntiene una sola voz, o en la
o por supuesto, un proceso dado en no es sólo leng uaje, ta m bién lo es , que la que las voc es de disti ntos person ajes son
lOS materiales. La materialidad es real idad no sería la que est á siend o, si el siempre juzgado s por la voz de l autor, que
&í decirlo, su condición básica. EII~ le nguaje no f uera una parte sustanc ial de a cada paso le est á indicando al lector lo
ere decir, sin embargo, que ese pro ella. Tal vez para alguno s resulte seductor que de be pensar de cada uno de los per
1>ea posible verificarlo o constatarlo imag inar una rea lidad en la que el lengua sonajes . Lla ma pol ifó nica a la que conti e
Icamente. La topología de ese proce je no tuviera cabida. Para m í carece de to ne vario s personaj es expresán dose por sí
pecesariamente abstracta . Julia Kris do interés. Consi ero que es un juego per mismos.
b señala muy claramente: "la topo verso que co nduce al ca ll ej ón sin salida
del sujeto en proceso está situada Por fuera de la textu alid ad li te raria to
del ab surdo .
~ lugar" inubicable donde se realiza,
dos los sujet os proferimos unos enu nc ia
¡diferenciación pe,trificada entre su- Antonin Art au d señaló alg una v ez lo dos , que al ig ual que los de la li te ratura
objeto, el proceso de la significan sigui ente : " Una sola cosa nos parece in c aracterizada por Bajtín como olifónica,
!) vulnerable , una sola cosa nos parece ver resultan siendo mú ltiples. Oswald Ducrot
I. dadera: el texto" (17) . Si en este enuncia es muy categórico al afirma r que: " El au
lproceso de constitución del sujeto do nosotro s hacem os una sustitución bas tor de un enunciado no se expres nunca
~ res momentos esenciales: 1. Repu- tante simple y, en vez de texto, es cribimos directamente, sino que pone en escena en
Identificación. 3. Diferenciación. El lenguaje, t endremos una propo sición que el mismo enunciado un cierto número de
o es posible a partir de una nega resulta válida en los aná l isis cont emporá personajes " ( I ~) . Para Ducrot el sentido de
~ la negación, esto es, de una nega neos de l lenguaje. Ese lenguaj e que , por un enunciado: "nace de la confrontación
ialéctica. La identificación, en cam supue sto , puede ser objeto de una mirada de esos diferentes sujetos : el sentido del
Jpone o, mejor, está supuesta, por analíti ca, pe ro que t ambién se erig e como enunciado no es más que el resultado de
irmación simple: aquélla que de un sujeto de un proceso de produ cc ión si gni las diferentes voces que allí aparecen de
) Ipe entrega al sujeto en brazos de f ican t e múltiple . Puede ser un generador un modo ef ectivo" (1 \1) .
~inario. En la identificación el sujeto de sentido . La polifonía de la enunciación nos i di
Iye en el otro. Es el otro o, más bien ca la presencia de varias funciones : 1. Su
nfructuosamente de serlo, siendo a Tenemos , ues , la siguiente ecuación
algebraica: REALlDAD-SUJETO-LENGUAJE. jeto Empí ico. 2. Locutor . 3. Enu nciador.
su imagen, a veces su caricatura. Ducrot llama Sujeto Empírico al a tor efec
, ése que yo no soy, ese que nunca Por ah ora con siderare mos que los tres t ér
min os tiene n el mismo v alor . Es a re ación ti vo de l enunci ado . Sólo qu e determ inar el
ntento serlo sin poder. Soya lo su
será posible en tanto q e sus m iembro au to r efecti vo de un enun ciado no siempre
~ que él deja de ser. Es decir, el re
se interrelacio nen. De hacerlo, su c arg a resulta f ác il. Pensemos , por ej em plo , en
) de un juego de espejos en un efec el caso de una comu nica ción interna en
onímico y no metafórico. semántica, su operabilidad sintag mát ica va
a modificarse inevitablemente. Propongo un a insti tución cualquiera. No resulta evi
a el caso de la constitución del su las sig:..Jientes relaciones: A es B, porque dente su autor: ¿es quien la redactó?
J inscripción en el lenguaje [en el B se constituye a parti r de C.C genera un ¿quien la dictó? ¿quien tomó la decisión?
constituye un momento dramático valor sintagmático en la medida que es Ducrot señala como locutor al "pre
para él no hay nada absolutament~ realizado por B en el interior de A. Los tres sunto, responsable del enunciado, es decir,
. Allí puede encontrarse y ser él. términos tienen una relación de impl ica la persona a quien se atribuye la responsa
ambién puede perderse. Holder/in ción. A tiene con C, una relación de inclu bilidad de la enunciación en el enunciado
jijo: "... el más peligroso de los sión que es válida en tanto que C, la tiene mismo" (~O) . Finalmente, llama Enunciador
, el lenguaje .. . " ( 16). Insertarse en con B. a "los orígenes de los diferentes puntos
uaje supone la adquisición de una de vista que se presentan en el enunciado.
Jad de simbolización que compren En medio de esa realidad el sujeto ex No son personas, sino puntos de perspec
Iplica en su interior dos operaciones presándose por medio del lenguaje. Ese tiva abstractos" (~l) .
Ineas: el rechazo y la aceptación. es, por decirlo de alguna manera, el libre
coanalistas dirán que la inscripción to de la historia. El decir de ese sujeto es, La noción de polifonía nos pone de pre
eto en el orden del lenguaje supone necesariamente, polifónico. En la medida sente que la noción de realidad que noso
,te una sobrecarga de placer, en la en que lo es, connota de unas maneras que tros podemos tener a partir de la lingüís
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tica, está dada por una serie de procesos cen a esa realidad ser lo que está siendo;
expresivos y comunicacionales que se es pero que también se escribe por cuenta de
tán cruzando permanentemente para inci otros agentes y otras gramáticas. Desde
dir unos sobre otros. En pocas palabras, la perspectiva de análisis proporcionada
pienso que se puede eludir a la realidad por la teoría lingüística uno puede afirmar
desde el saber lingüístico, considerándola de una manera categórica que la realidad iaime xibillé munt
como una especie de macrotexto que está no existe, la realidad se está construyen
escribiéndose de mano de los sujetos en do a cada momento de una manera paradó
la medida en que son ellos los agentes ac jica y, por ello, significativa.
tivos de los procesos significantes que ha
!\IOTAS
1. Hólderlin" Friedrich. Obras Completas. Tomo 111. pg. 246. 11 . Borges, Jorge Luis. Obra s Completas. Editorial Emecé,
pg. 255.
2. Katz, Jerrold. La realidad subyacente. del lenguaje y su
valor filosófico. Alianza Editorial. pg. 14. 12. Kristeva , Julia. El lenguaje , ese desconocido. Editorial Fun
damentos. pg. 7.
3. Dumarsais, Fernando. Tratado de 105 tropos. Editorial Az
13. Kristeva, Julia. Op. Cit., pg. 14.
nar, pg. 22.
4. Jakobson, Roman, Fundamentos del lenguaje. Editorial 14. Benveniste, Emile, citado por Julia Kristeva, Op. Cit., 43.
Ayuso, pg. 133.
15. Kristeva, Julia y otros. Artaud. Editorial Fundamentos,
5. Op . Cit., pg. 143. pg. 248.
6. En este punto adhiero a las nociones de semema y de 16. Holderlin, Friedrich. Obras Completas, Tomo l/l. Edito
lexema que aparecen en las teorías de Greimas. rial Río Nuevo , pg. 323.
7. Kristeva, Julia. El lenguaje, ese desconocido. Editorial Fun 17. Artaud, Antonin, citado por Julia Kristeva.
damentos, pg. 12. 18. Ducrot, Oswald. Polifonla y argumentación. Editorial Uni
ve(sidad del Valle, pg. 16.
8. Wittgenstein, L., citado por Katz. Op. Cie., pg. 43.
19. Ducrot, Oswald. Op. Cie., pg. 16.
9. Wittgenstein, L. Investigaciones Filosóficas. Editorial Tau·
rus" pg. 47. 20. Duero!, Oswald. Op. Cit., pg. 54.
10. Katz, Jerrold. Op. Cit., pg. 140. 21. Ducrot, Oswald. Op. Cit., pg. 58.
BIBLlOGRAFIA
1. Hólderlin, Friedrich. Obras Completas. Editorial Libros 5. Kristeva, Julia. El lenguaje, ese desconocido. Editorial Fun
Río Nuevo. Madrid, España. 1978. 524 pgs. damentos. Madrid, España. 1987. 345 pgs.