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CÓMIC ¿CÓMO?

Willy Rocabado Aüe


Un poco de historia
Guillermo está a punto de emprender el viaje que le dará, por fin, la gloria; ha muerto
Eduardo, rey de Inglaterra y un impostor se ha colocado la corona. En una feroz batalla,
Guillermo vence a Harold y se convierte en el primer francés en ser coronado como rey de
Inglaterra y la gesta debe ser inmortalizada de la mejor manera posible. ¿Será suficiente un
tapiz para este homenaje?
Marco Ulpio Trajano ha muerto y el senado romano ha decidido convertirlo en deidad y por
ello entierran sus cenizas en la base de la columna que lleva su apellido y que el mismo
Trajano, el primer emperador de origen no romano (era español) mandó construir para
celebrar que él había logrado la expansión más grande del imperio romano y que fue el
constructor de algunos de los edificios más emblemáticos de la capital del imperio. La
columna de casi 40 metros de altura, construida con bloques del mármol de Carrara más fino,
está grabada y en ella se pueden leer las gestas de este magnífico hombre.
La columna de Trajano, en el centro de Roma, es considerada por algunos teóricos como uno
de los vértices en la historia del cómic, otro está formado por el Tapiz de Bayeux y un
tercero, un poco más lejano en el tiempo, se encuentra en algunas narraciones encontradas
en vitrales de iglesias medievales europeas. También se mencionan a menudo, como parte
de la protohistoria del cómic, las ilustraciones que realizaban los copistas (en los
monasterios) para iluminar las letras capitales o graficar algunos pasajes de los textos que
pasaban la censura.
El Tapiz de Bayeux, que fue
bordado exquisitamente en
honor de Guillermo el
conquistador, tiene más de 68
metros de largo y 50 cm de
altura y narra un episodio nada
grato de recordar para los
ingleses: la conquista de
Inglaterra a manos de los
franceses en 1066.
Extracto del Tapiz de Bayeux
Sin embargo, el punto de inflexión más importante en la historia del cómic, fue sin duda
alguna la invención de la imprenta, que permitió tanto la popularización del uso de
ilustraciones y gráficos para acompañar los textos, como la masificación de los libros y
periódicos.
A finales del siglo XVIII comienza la denominada “época de oro” de la caricatura británica y
está íntimamente ligada a los periódicos y su prontamente aceptada presencia diaria en la
vida cotidiana y algunos de los grabados todavía hoy son considerados como obras clave
para comprender no solamente la evolución del cómic, sino también para revisar la historia
no oficial.
El cómic ha sido, desde esta época de oro, un instrumento que permite completar la visión
de la historia pues utiliza sus principales características: el humor y la irreverencia para
mostrar el lado “políticamente no tan correcto” de las cosas.
Esta forma de comunicación y de expresión cobró nuevos aires cuando comenzó a ser
considerado como un arte, primero menor y luego ya aceptado en museos y colecciones
privadas al finalizar el siglo XIX.
En nuestra América morena, el cómic ha servido para dejar constancia de los horrores de las
dictaduras y de las desigualdades económicas, sociales e
ideológicas y algunos ejemplos no solamente perduran sino
que siguen siendo referentes ideológicos y estilísticos:
Mafalda, Boogie el aceitoso, Inodoro Pereyra el renegáu, el
Eternauta, el loco Chávez, Vito Nervio, Misterix, el Corto
Maltés o Isidoro Cañones, por mencionar una corta parte de
un largo etcétera.
Inodoro Pereyra (y Eulogia)

Hoy el cómic se ha empoderado como una disciplina por peso propio y en nuestro país
existen cada vez más y mejores propuestas en tinta y sobre
papel, nombres como Javier Tapia, Gastón Calbimonte, Pablo
Deheza, Víctor Hugo Romero o Jorge Camacho se escuchan
hace tiempo y son la punta de lanza de un movimiento cada
vez más grande (de hecho este año, se realizó en
Cochabamba, una pequeña feria de historietas denominada
“Fantasticom”).

Javier Tapia y su último libro


Características
Un cómic tiene algunas características imprescindibles:
• Utiliza dibujos y texto, eso permite, sobre todo a los que dibujamos mal, utilizar los
diálogos como apoyo a la historia.
• Cuenta una historia, de preferencia completa, y aunque hacer eso es muy común en
nuestra comunicación cotidiana, (cada que contamos a
nuestro amigo cómo nos dejamos conquistar por un par de
ojos almendrados) requiere de alguna práctica y para ello
viene a nuestra ayuda Aristóteles con su estructura básica:
1.- Presentación de los personajes.
2.- Presentación del problema o conflicto y
3.- Resolución.
• Cada recuadro se conoce como viñeta y tiene formas y
tamaños que pueden variar en una misma historia. Si se
utilizan viñetas de muchas formas o se superponen entre
sí, es necesario guiar a los lectores estableciendo el orden
de lectura.
• Se pueden incluir varios personajes, y de estos por lo menos uno debe aparecer
(repetirse) en todas las viñetas pues este servirá como hilo conductor de la narración.
• Los espacios en los que se colocan los pensamientos o diálogos de los personajes se
conocen como “bocadillos” y si se utilizan, es necesario que se delimiten
correctamente y se escriban los textos con letra clara y, por supuesto ¡con buena
ortografía!
• El cómic debe tener un título.
• Puedes usar uno o varios colores
• DEBE ser creativo.
Una característica que es particular en el contexto
que nos convoca este diplomado es que el cómic
permite trabajar poniendo en práctica varias
habilidades y genera un aprendizaje mediado por el
uso de ambos hemisferios cerebrales y por lo tanto,
podría ser más significativo; si el dibujo no es lo tuyo,
no dejes de leer el párrafo que sigue.
No te desanimes si tus dibujos no son como los de
las obras que se mencionan líneas arriba (no tienes
que homenajear a emperadores o conquistadores) y tampoco corras a la plazuela a pedirle a
algún dibujante profesional para que haga tu tarea, la idea es que hagas el ejercicio de utilizar
una parte de tu inteligencia que puede que hace mucho que no uses, lo importante es que el
cómic represente, de la manera más clara posible, el (los) modelo(s) que tu grupo determinó
como apropiado(s). ¡A dibujar!

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