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5.5 ANALISIS DE ESFUERZOS POR FLEXION.

Como se analizó en el apartado 5.3, en el caso de la flexión, en cualquier sección transversal hay
dos cargas internas (V y Mi); entonces habrá los dos tipos de esfuerzos.

Como V es una fuerza cortante es obvio que ésta producirá esfuerzos cortantes τ. Por su parte
el momento Mi es el responsable de que la viga tienda a doblarse, esto hace que las fibras
superiores se compriman y las inferiores se tensionen Fig. 5.22, es decir el momento
produce esfuerzos normales σ de tensión y compresión en la misma sección transversal.

Fig. 5.22. Flexión de la viga.

5.5.1 ESFUERZOS NORMALES.

En este apartado se analizarán los esfuerzos normales, no se tendrán en cuenta por ahora
los esfuerzos cortantes.

Las magnitudes de los esfuerzos normales pueden ser calculadas si se conoce el momento
flector interno Mi en la sección transversal que se quiera analizar y si se logra establecer la
ley que rige la variación del esfuerzo normal en la sección transversal es decir si se logra
establecer como es la distribución de dicho esfuerzo sobre la sección transversal. Para la
mejor comprensión de este problema, se presentará ahora un breve resumen de la historia
de la evolución de las teorías del esfuerzo normal.

La primera hipótesis conocida sobre la distribución de los esfuerzos normales es la de


Galileo Galilei (1564 – 1642) quien, posiblemente observando que las vigas de piedra
cuando se sometían a cargas de flexión se rompían de manera semejante a la mostrada en
la fig. 5.23, sacó la conclusión de que el material en el punto A actuaba como si allí hubiese
un punto de apoyo y que la resultante de los esfuerzos de tensión estaba en el centro de la
sección transversal (como en las cargas axiales). Esta teoría conduce al diagrama de
distribución de esfuerzos de la figura 5.24ª en la que F T es la resultante de los esfuerzos de
tensión y Fc es la reacción del supuesto apoyo de la fibra superior propuesto por Galileo.

Al cabo de 50 años después de la hipótesis de Galileo, El físico francés E. Mariotte (1620 –


1684), aun mantenía el concepto del supuesto punto de apoyo de Galileo en la superficie
del lado de compresión de la viga, pero observaba que los alargamientos de los elementos
longitudinales de la viga (fibras) era proporcional a la distancia a dicho punto de apoyo,
sugiriendo que la distribución de esfuerzos era lineal como se observa en la fig. 5.24b.
Mariotte, después desestimó el concepto del punto de apoyo y observó que parte de la viga
en el lado de compresión estaba sometida a esfuerzo de compresión, con una distribución
triangular; pero, su expresión para la carga última continuaba aun basada en su concepto
original y así fue aceptada por famosos científicos como Jacob Bernoulli, Leonard Euler y
otros, Hasta que el ingeniero militar francés C. A. Coulomb (1736 – 1806), en una memoria
publicada en 1773, desechó el concepto del punto de apoyo y propuso la distribución
triangular que se muestra en la Fig. 5.24c, en la que tanto los esfuerzos de tensión como
los de compresión tienen la misma distribución lineal.

A continuación se demostrará que la teoría propuesta por Coulomb es correcta y con base
en ella se deducirá la ecuación para el cálculo de los esfuerzos normales.
La correcta teoría de Coulomb puede ser demostrada como sigue: Un segmento de la viga
de la Fig. 5.22 entre los planos a-a y b-b se muestra en la fig. 5.25 con la deformación muy
exagerada. Se hace la hipótesis de que una sección plana antes de la flexión permanece
plana después de ella. Para que esto sea estrictamente cierto, es necesario que la viga sea
curvada solamente por momentos (que no haya esfuerzo cortante en los planos
transversales). La viga debe tener sus proporciones de manera que no se produzca plegado
y las cargas deben estar aplicadas de manera que no haya torsión (esta última condición
quedará satisfecha si las cargas se aplican en un plano de simetría – que es una condición
suficiente pero no necesaria). Se observa en la fig. 5.25 que a alguna distancia c medida
desde la cara inferior de la viga, los elementos longitudinales (llamados también fibras) no
experimentan cambio en su longitud. La superficie curva que forman estos elementos
recibe el nombre de superficie neutra o plano neutro, ya que las fibras de este plano ni se
tensionan ni se comprimen y la intersección de esta superficie con cualquier plano
transversal se denomina eje neutro de la sección. Se hace la hipótesis de que todos los
elementos longitudinales (fibras) tienen la misma longitud. Esta hipótesis impone la
condición de que la viga sea inicialmente recta y de sección transversal constante; sin
embargo, en la práctica a menudo se admiten considerables desviaciones con rel ación a
estas últimas restricciones.

En la figura 5.25 se trazó el plano e-e’ paralelo al plano a-a por lo que para todas las fibras
la distancia entre estos dos planos es igual a ∆ x . Se observa que:

y c  yi
  .....  cte
y c yi

La deformación total de cualquier fibra es igual a su deformación unitaria multiplicada por


su longitud inicial ∆x. δyi = εyi.∆x. Puesto que todos los elementos tienen la misma longitud
inicial ∆x, reemplazando queda:

 y . x  c . x  yi . x y c  yi
  .....  cte o sea:   .....  Cte
y c yi y c yi
Asumiendo que se cumple la ley de Hooke: ε=σ.E, la relación anterior queda:

 y .E y  c .Ec  yi .Ei
  .....  Cte
y c yi

Finalmente se asume que el material es isotrópico y homogéneo, por lo tanto el módulo de


elasticidad E es igual en todas las fibras y en todas las direcciones de modo que
multiplicando por E la anterior expresión se tiene:

y c  yi
  ..... k y despejando el esfuerzo sobre cualquier fibra (y), se tiene:
y c yi

 y  k. y , lo cual significa que el esfuerzo en cualquier fibra es directamente proporcional


a la distancia desde dicha fibra al plano neutro; que es precisamente lo que proponía
Coulomb en su teoría.
Para establecer una ecuación que permita el cálculo de los esfuerzos normales por flexión,
es necesario pues, determinar la ubicación del eje neutro y el valor de la constante K.

En la figura 5.26 se ha supuesto que el eje neutro se encuentra sobre la mitad de la altura
de la viga y σy es el esfuerzo normal producido sobre la viga a una altura y.

Multiplicando σ y por el diferencial de área sobre el que actúa se obtiene el diferencial de


fuerza dF que actúa sobre el diferencial de área a la altura y. Sobre la altura total de la viga
actúan infinito número de fuerzas internas dF las cuales deben equilibrarse entre si ya que
sobre la viga no hay fuerzas externas aplicadas en la dirección x y debe satisfacerse la
ecuación de equilibrio Σx=0. Por tanto:

 dF  0   dF   
1
A y .dA   k. y.dA k  y.dA de modo que:
A A

k  y.dA  k. A. y  0 . En esta expresión el único término que puede ser 0 es y , por tanto:
A

y  0 . Lo cual significa entonces que el eje neutro es el eje centroidal z’ y la distribución


del esfuerzo normal es como se muestra en la figura 5.27.

En la figura 5.27, multiplicando dF por su distancia ‘’y’’ al eje neutro se tiene:

dF . y  dM  ( y .dA). y  k. y.dA. y  ky 2 .dA  dM  k.


2

A
y .dA
La expresión ∫y2.dA es conocida como el segundo momento del área respecto del eje de

referencia; en este caso el eje centroidal z’, que es el eje neutro. También se conoce esta
expresión como momento de inercia Iz’
Integrando se obtiene: M=K.Iz’

M
De modo que k  ; El valor de M es conocido del diagrama de momentos e Iz’ como ya
Iz'
se dijo es el momento de inercia de la sección transversal de la viga con respecto al eje
neutro.

Se deduce pues que el esfuerzo normal σ y para cualquier fibra ubicada a una distancia ``y’’
del eje neutro es.

M .y
y  ………… (5.7)
Iz'

La cual se conoce como la fórmula de la flexión.

El esfuerzo máximo corresponde al de la fibra más lejana, ubicada a la distancia ``c’’ del eje
neutro, como se muestra en la figura 5.27.

M .c
 max  ……… (5.8)
Iz'

5.5.2 ESFUERZOS CORTANTES.

Para el análisis de los esfuerzos cortantes se tomará como base la viga de la figura 5.28, en
la cual se ha tomado la porción de ella comprendida entre las secciones transversales (1) y
(2), separadas una distancia ∆x como se muestra, dicha porción se ha separado y se muestra
en la figura 5.29, bajo la acción del esfuerzo normal y la fuerza de corte en cada sección (1)
y (2). En esta figura se ha supuesto que la viga está formada por tres tablones colocados
uno sobre el otro y que inicialmente no hay ningún tipo de pegante ni ningún medio que
impida el deslizamiento entre ellos.
A una altura ``y’’ medida desde el eje neutro, y ubicada en el tablón superior, es decir, entre
s y c, se ha definido el diferencial de área dA .

La fuerza dF2, es la fuerza normal que actúa sobre este diferencial dA, y es igual a σy2.dA,
la resultante de estas fuerzas diferenciales es F2 (no mostrada) F2    y 2 .dA , integrada en
toda el área del tablón superior, es decir entre s y c, en donde σy2 es el esfuerzo normal
por el lado de la sección (2) a una distancia ``y ‘’ del eje neutro y está dado por la expresión
M .y
 y2  2 .
I

Por lo tanto:

M 2.y M
F2   .dA  2  y.dA
I I

M2 c
F2 
I 
s
y.dA

De la misma manera, la fuerza resultante en el lado izquierdo del elemento, sección (1),
es:

M1
I 
F1  y.dA .

Como M2>M1, (Figura 5.28), entonces F2>F1, lo que hará que el tablón se deslice sobre el
otro hasta que encuentre una posición de equilibrio y por consiguiente no se cumplirá la
condición de que una sección plana antes de la flexión debe permanecer plana después de
ella. Para evitar este deslizamiento será necesario algún medio que haga que los dos
tablones permanezcan unidos, por ejemplo, aplicar una capa de pegante a la superficie
entre los dos tablones, con lo cual el esfuerzo sobre el pegante genera una fuerza horizontal
que establece el equilibrio. Como se muestra en la figura 5.30.

Establecido pues, el equilibrio, se cumple entonces que: ΣFx = F1+ζ.b.∆x-F2=0, donde ζ


es el esfuerzo cortante medio longitudinal (horizontal), y reemplazando los valores de F1 y
F2 anteriormente establecidos queda:

M2 M M  M1 M
 m .b. x 
I  y.dA  1  y.dA  2
I I  y.dA 
I 
y.dA

Despejando el valor del esfuerzo cortante, se tiene:

M
 x .b.I 
m  y.dA ; en el límite cuando ∆x tiende a 0, se obtiene el esfuerzo cortante en el

M 1 dM 1
punto:   lim
 x 0
.
 x b.I  y.dA 
dx b.I 
. y.dA ; y de acuerdo con lo establecido en el

dM
apartado 5.4 en la ecuación 5.2, se sabe que:  V , y además  y.dA , representa el
dx
primer momento del área de sección transversal que tiende a deslizarse sobre el plano de
fibras en el que se está calculando el esfuerzo cortante; en este caso sobre el pegante; y se
_
representa por Q=A. y , reemplazando se deduce que:

v.Q
 ……………. (5.9)
I .b
A causa de que la fórmula de la flexión, Ec. (5.7), fue utilizada en la deducción, la Ec. (5.9)
está sujeta a las mismas hipótesis y limitaciones. Aun cuando el esfuerzo dado por la Ec.
(5.9) está asociado con un punto particular en una viga, se promedia en todo el espesor, b,
y de aquí que solamente sea preciso si b no es demasiado grande. Para una sección
rectangular que tenga un peralte el doble de la anchura, el máximo esfuerzo cortante
calculado por el método más riguroso de Saint-Venant es aproximadamente 3% superior al
dado por la Ec. (5.9). Si la viga es cuadrada, el error es aproximadamente del 12%, y si la
anchura es de cuatro veces el peralte, el error es de casi el 100%, por lo cual se puede
concluir que, si la Ec. (5.9) fuese aplicada a un punto en el patín de una viga con sección
transversal en T, el resultado sería prácticamente inservible. Además si la Ec. (5.9) se aplica
a secciones en las que los lados de la viga no son paralelos, tales como en una sección
trapezoidal como la de la viga de la figura 5.27, el esfuerzo medio está sujeto a un error
adicional a causa de que la variación transversal del esfuerzo es mayor cuando los lados no
son paralelos.

Como se ha hecho notar anteriormente, en cada punto


de un elemento estructural o de máquina, los esfuerzos
cortantes horizontal (longitudinal) y vertical
(transversal) τyx y τxy tienen la misma magnitud; de aquí
que la Ec. (5.9) proporcione el esfuerzo cortante vertical
en un punto de la viga (promediado en la anchura).

Fig. 5.31

En la sección 5.5.1, se demostró que el esfuerzo normal varía directamente proporcional


con la distancia ``y ’’ medida desde el eje neutro, en términos geométricos se dice entonces
que el fuerzo normal tiene una distribución triangular como se ve en la figura 5.26.

v.Q
El esfuerzo cortante transversal varía según   , en la cual los términos v, I y b, no
I .b
dependen de y, por lo tanto, la variación del esfuerzo cortante con la distancia al eje neutro
c b
depende de la forma como varíe Q, como Q   y.dA   b. y.dy  . y 2 s , se deduce que la
c

s 2
variación del esfuerzo cortante es parabólica, siendo c la distancia desde el eje neutro a la
fibra más lejana, y s la distancia desde el eje neutro hasta la fibra en donde se quiere evaluar
el esfuerzo, de este modo, si se desea evaluar el esfuerzo sobre la fibra más lejana, el valor
de s sería c y los límites de la integral serían entre c y c y por tanto el valor de dicha integral
es 0. Por otra parte el valor de esta integral es máximo cuando el límite inferior es 0 es decir
cuando s es 0, por consiguiente el esfuerzo cortante será máximo en el eje neutro. En la
figura 5.32, se muestra la distribución del esfuerzo normal comparada con la distribución
del esfuerzo cortante sobre una sección transversal rectangular. Se puede ver como en la
fibra más lejana el esfuerzo normal es máximo y el esfuerzo cortante 0, y en el eje neutro
el esfuerzo cortante es máximo mientras el esfuerzo normal es 0.

La figura 5.33 muestra la variación del esfuerzo cortante en una viga en T, se ve que la
distribución del esfuerzo cortante tiene una discontinuidad en la unión del patín con el
alma, a causa de que el espesor de la sección cambia bruscamente. Como se ha s eñalado
anteriormente, la distribución del esfuerzo en el patín es ficticia, puesto que el esfuerzo en
la parte inferior del patín debe ser 0, por ser una superficie libre. También a causa del brusco
cambio de la sección, existirá una concentración de esfuerzos y el máximo esfuerzo cortante
en la unión del patín con el alma será superior al esfuerzo medio.

Se puede deducir que, en general, el máximo esfuerzo cortante longitudinal y transversal


se presenta en la superficie neutra y en una sección en donde la fuerza de corte transversal
V, sea máxima.
5.5.3 FLUJO CORTANTE EN MIEMBROS COMPUESTOS.

A veces en la práctica de la ingeniería los miembros se ensamblan a fin de lograr una mayor
resistencia a las cargas. En la figura 5.34 se muestran algunos ejemplos.

Si las cargas provocan que los miembros se flexionen, probablemente se requieran


sujetadores tales como clavos, pernos, soldadura o un pegamento, a fin de evitar que las
partes componentes se deslicen una con respecto a la otra, para diseñar estos sujetadores
es necesario conocer la fuerza cortante que ha de ser resistida por el sujetador a lo largo de
la longitud del miembro. Esta carga cundo se mide como fuerza por unidad de longitud, se
denomina flujo cortante q. La magnitud del flujo cortante a lo largo de cualquier sección
longitudinal de una viga se puede obtener mediante un desarrollo similar al que se utilizó
para hallar el esfuerzo cortante en la viga. Para mostrarlo, se considerará la determinación
del flujo cortante a lo largo de la junta donde la parte compuesta de la figura 5.35a se
conecta al patín de la viga. Como se muestra en la figura 5.35b, tres fuerzas horizontales
deben actuar sobre esta parte. Dos de esas fuerzas, F y F+dF, son desarrolladas por los
esfuerzos normales generados por los momentos M y M+dM, respectivamente. La tercera
que por equilibrio es igual a dF, actúa en la junta y tiene que ser soportada por el sujetador.
Si se tiene en cuenta que dF, es el resultado de dM, entonces, del mismo modo que en el
caso de la fórmula del esfuerzo cortante, se tiene:

dM
dF 
I 
A'
ydA '

La integral representa a Q’, es decir el primer momento del área que desliza A’ en la figura
5.35b respecto al eje neutro de la sección transversal. Como el segmento tiene una longitud
dx, el flujo de corte, o fuerza por unidad de longitud, a lo largo de la viga, es q=dF/dx. Por
consiguiente, dividiendo ambos miembros por dx y viendo que v= dM/dx, entonces queda:
dF dM V .Q´

dx dx.I A'
ydA '  q Por Tanto: q
I
………. (5.10)

Aquí:

q = flujo de corte, medido como fuerza por unidad de longitud a lo largo de la viga.

V = Fuerza cortante interna resultante, la cual se puede obtener del diagrama de corte.

I = momento de inercia de la sección transversal respecto del eje neutro.

Q’ = A '. y ' , donde A’ es el área de la sección transversal del segmento conectado a la viga
en el pegue donde se desea calcular el flujo de corte y y ' es la distancia del eje neutro al
centroide de A’.

Es muy importante identificar correctamente el valor adecuado de Q’ cuando se va a


calcular el flujo de corte en una junta particular de la sección trans versal. Unos cuantos
ejemplos servirán para ilustrar como se hace esto.

Considerando las secciones transversales de las vigas mostradas en la figura 5.36 en la que
las partes sombreadas están conectadas a la viga por medio de sujetadores de tal modo
que el flujo de corte q para la ecuación (5.10) se determina usando un valor de Q’
calculado por medio de A’ y y ' tal como se indica en cada figura.
El flujo cortante es una medida de la fuerza por unidad de longitud a lo largo de un eje
longitudinal de una viga. Este valor se halla a partir de la fórmula del esfuerzo cortante y se
usa para determinar la fuerza cortante Fc, desarrollada en sujetadores y pegante que
mantienen unidos entre si a varios segmentos de una viga. Siendo S el paso entre
sujetadores igual a la distancia a lo largo de la viga entre un sujetador (Fig. 6.36a) o un grupo
de sujetadores (Fig. 6.36b, Fig. 6.36c) y el siguiente, entonces la fuerza cortante Fc
desarrollada sobre un sujetador o un grupo de sujetadores será:

Fc=q xS (5.11)

Nótese que este valor de Fc será resistido por un solo sujetador en las figuras 5.36ª, por
dos sujetadores en la figura 5.36b, y por tres sujetadores en la figura 5.36c. En otras
palabras, el sujetador en la figura 5.36a soporta el valor calculado de Fc y en las figuras
5.36b y 5.36c, el valor calculado de Fc es dividido en 2 y 3 respectivamente, obteniéndose
así la fuerza de corte sobre el sujetador que producirá el esfuerzo cortante sobre el mismo.
Siendo N el número de sujetadores del grupo (N=1 Fig. 5.36ª, N=2 Fig. 5.36b, y N=3 Fig.
5.36c) entonces la fuerza de corte sobre un sujetador será:

Fc
Vs  (5.12)
N

Y el esfuerzo cortante sobre cada sujetador será:

Vs
s  (5.13)
 .d 2
4

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