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UNIVERSISDAD RURAL DE GUATEMALA

FACULTAD DE AGRONOMIA CON ENFOQUE AMBIENTAL


CEI: HUEHUETENANGO

CURSO: CONSERVACION DE SUELOS

TEMA : ESTRUCTURAS MECANICAS

DOCENTE: RONY

SEMESTRE: IV SEMESTRE:

NOMBRE: HENRY DAVID HERNANDEZ CAMPOSECO

CARNET: 160080110

AÑO: 2018
ESTRUCTURAS O PRACTICAS MECANICAS DE CONSERVACION DE
SUELOS.

Las practicas mecánicas son obras de ingeniería que se realizan para manejar y
encauzar las aguas de escorrentía y controlar las remociones masales del suelo. El
manejo de las aguas de escorrentía pretende evitar que volúmenes grandes
recorran longitudes largas, cortándolas y evacuándolas hasta lugares adecuados.
Algunas prácticas buscan controlar los encharcamientos por medio de obras de
drenaje.
Algunas de las practicas más comunes y según lo visto en clases son:

Zanjas
Son canales angostos, trazados transversalmente a la pendiente a un intervalo
predeterminado. Se construyen con el propósito de interceptar las aguas de la
escorrentía para luego almacenarlas o evacuarlas en una forma controlada. De esta
forma se reduce el largo de la pendiente, disminuyendo el riesgo de erosión.
Esta práctica debe emplearse en zonas de escasas lluvias, o en suelos de textura
gruesa o muy gruesa, sin estructura o estructura débil, con el fin de propiciar la
infiltración y la retención de humedad. También se usa en suelos de textura fina,
compactos, de baja capacidad de infiltración en regiones secas.

No se deben construir zanjas en suelos sueltos con capas interiores impermeables,


ni en zonas lluviosas, ya que si son de pendiente suave ocasionan problemas de
drenaje, y si son de pendientes altas ocasionan deslizamientos, derrumbes o
problemas de solifluxión.

Sembrando hileras de árboles se protegen los cultivos, suelos, animales y viviendas.


Tipos de Zanjas más Comunes.
Zanjas de absorción: Tienen como finalidad el almacenamiento temporal de las
escorrentías superficiales de modo de lograr la estabilización de los suelos contra
su remoción. La absorción de la humedad permitirá que luego se reforeste sin
limitaciones por la suplencia de agua. Esta práctica no modifica la pendiente del
terreno, pero sí su longitud real o efectiva.

Zanjas filtrantes: Son zanjas de poca profundidad, de menos de un metro y de


entre 0,45 y 0,80 metros de ancho, excavadas en el terreno, que recogen y
distribuyen las aguas residuales sobre un lecho de tierra vegetal, grava y arena.

Zanjas de trinchera: Las zanjas de trinchera permiten retener grandes cantidades


de agua de lluvia infiltrándola al subsuelo, permitiendo la recuperación de
manantiales y en muchos casos, hasta el surgimiento de nuevos manantiales donde
antes no existían.
Por ejemplo, una zanja de 60 centímetros de profundidad por 60 centímetros de
alto, y un metro de largo, puede retener 360 litros de agua cada vez que se llena.
Una hectárea con 400 metros lineales de zanjas de trinchera, puede retener más de
140.000 litros de agua cada vez que las zanjas se llenan y esto ocurre varias veces
durante la época de lluvias.
Zanjas de Drenaje: Zanjas o canales de forma trapezoidal construidas a desnivel
en dirección transversal a la pendiente. La finalidad de la acequia es en primer lugar
el drenaje de agua en exceso. En lugares con altas precipitaciones y en suelos de
baja infiltración las acequias a nivel han causado problemas de sobre saturación del
suelo. Por esto, un desnivel a 1% permite el drenaje de la zanja. Las zanjas a
desnivel requieren de desagües al lado del campo para evitar la formación de
cárcavas. En segundo lugar, la acequia contribuye a la conservación de suelo en
combinación con camellones, barreras vivas y otras prácticas dividiendo la parcela
en pendientes cortas. La distancia entre acequias depende de la pendiente.
Combina bien con otras prácticas que mejoran la infiltración en el terreno mismo o
con técnicas que mejoran la fertilidad del suelo.

Canales de desviación: Son estructuras de drenaje de gran magnitud, utilizadas


para cortar y recoger el flujo de escorrentía de zonas localizadas aguas arriba de un
área que interesa defender y llevarla a un drenaje bien protegido. Se recomiendan
en pendientes que oscilan entre 10 y 30%, no obstante, este rango no es rígido. Su
sección usualmente es trapezoidal, pero pueden ser rectangulares, triangulares o
parabólicas. En la figuras pueden verse algunas secciones típicas de estos
canales. De León (1978) determinó las fórmulas generales para el cálculo de los
parámetros de su dimensionamiento: área (A), perímetro mojado (P), radio
hidráulico (R) y ancho superior (T).
Acequias de ladera

Las acequias de ladera, también llamadas zanjas de ladera o de drenaje,


generalmente son estructuras usadas en regiones lluviosas y en pendientes que
oscilan entre 10 y 40%. Se ubican sistemáticamente lo largo de la vertiente y tienen
como función principal dividir la longitud de la pendiente en tramos, cortando la
escorrentía, antes de que ésta adquiera velocidades erosivas y conduciéndola a
sitios o drenajes bien protegidos. Se recomiendan en zonas de lluvias intensas y
suelos pesados poco permeables. La figura muestra la sección típica de una
acequia de ladera.

Generalmente tienen un canal de fondo de unos 30-40 cm y una relación de talud


de 1:1 a 1,5:1. Su profundidad es variable según la pendiente, la pluviosidad (lluvia)
y las características hidrológicas del lote de terreno. Dado que su principal función
es sacar el excedente de agua a velocidades no erosivas, su trazado en el terreno
debe hacerse con un desnivel adecuado a lo largo de la misma para evitar erosiones
de fondo en el canal, que por lo general no debe ser superior al 1%. A fin de ser
más eficientes su funcionamiento, alargar su vida útil y disminuir costos de
mantenimiento, es recomendable colocar en la parte superior de la zanja, a unos
15-20 cm, una barrera viva que actúe como protección de la misma, pudiéndose
utilizar un pasto macolloso, de crecimiento denso como el vetiver (Vetiveria o
Crhysopogon zizanioides), malojillo (Cymbopogon citratum), imperial (Axonopus
scoparius) u otros. La separación entre zanjas varía según la pendiente del terreno,
la intensidad de las lluvias y el grado de protección que ofrezca el cultivo. En
términos generales a mayor pendiente y menor cobertura, menor separación entre
ellas.

TERRAZA:

Son estructuras mecánicas constituidas por un canal superficial ancho o banqueo,


que se construyen a través de la pendiente del terreno, permitiendo así retardar la
velocidad del flujo de escorrentía, promoviendo la infiltración o bien conduciendo el
excedente a desagües bien protegidos, según sea el tipo de terraza, además de
reducción de la erosión y sedimentación, en áreas sometidas a la actividad agrícola.
En general, las terrazas se adaptan a diferentes condiciones de clima, suelo,
pendiente, cultivo y factores socioeconómicos. Las terrazas pueden variar de
acuerdo a su funcionamiento o tipo de escurrimiento y sección transversal.

Tipos de terrazas más utilizados:


Terrazas individuales: Son pequeñas plataformas circulares o redondas trazadas
al tresbolillo. Al igual que las demás terrazas, tienen un corte y un relleno, pero no
son continuas. Además de su función de reducir la erosión, la terraza individual
permite la captación y conservación de humedad y el mejor aprovechamiento de los
fertilizantes. Son obras complementarias para uso con terrazas angostas o zanjas
de ladera para la siembra de frutales u otros cultivos permanentes.

Terrazas angostas: Son plataformas continuas y de base estrecha, trazadas de


manera transversal a la pendiente para interceptar el agua de la escorrentía. El agua
captada se almacena en la plataforma para que se infiltre, si está trazada a nivel, o
para que se evacue lentamente a lugares debidamente protegidos, cuando la
terraza se traza con desnivel. La plataforma o banco está formado por un corte y un
relleno, y tiene una pendiente inversa.
Terrazas de banco: son plataformas o bancos escalonados, construidos de
manera transversal a la pendiente y separados por taludes protegidos por
vegetación. El ancho del banco varía con la pendiente, el cultivo y la profundidad
del suelo.

Terraza de desagüe: construida con un declive o una pendiente pequeña, que


permite sacar el flujo de agua a velocidades no erosivas. Se recomiendan en
regiones lluviosas o suelos permeables y poco profundos que propician la
acumulación excesiva de agua.
Terraza de absorción: construida a nivel, para detener el agua en el canal. Su
construcción está restringida a aquellas zonas de poca precipitación o suelos poco
profundos y buena permeabilidad, que sean capaces de adsorber el agua de lluvia,
permitiendo retener humedad en el sitio. Se construyen con un borde lateral y a
veces con bordes en los extremos para asegurar así mayor oportunidad de
infiltración. de acuerdo a su sección transversal hay:
Terraza de base ancha: terrazas con canal, que se emplean con éxito en terrenos
con pendientes hasta el 15%. Su ancho total está influenciado por la pendiente del
terreno, correspondiéndole el menor ancho a medida que la pendiente es mayor.
Este tipo se terraza está construido de tal manera que pueda labrarse toda su
sección transversal, de allí que la profundidad tanto del canal como la altura del
borde, debe ser tal que permita el paso de la maquinaria agrícola (alrededor de 45
cm). En la figura puede verse la sección transversal de terrazas de base amplia en
una pendiente suave (2,5%) y una pendiente fuerte (10%).
Terraza de base angosta: tipo de terraza utilizada con éxito en áreas con
pendientes hasta el 15%, no se aconsejan en pendientes mayores a 20%. Su
sección transversal está constituida por un canal y un borde, el cual no se siembra
y debe mantenerse permanentemente con vegetación de poca altura (gramíneas,
como por ejemplo las nombradas anteriormente). La parte cultivable es la
comprendida entre dos terrazas sucesivas. Estas terrazas están dispuestas a lo
largo de la pendiente del terreno. El criterio de diseño y su separación dependen de
las condiciones del sitio y los objetivos que se persigan, pudiendo ser similares a la
zanjas de adsorción o de desagüe construida en serie a lo largo del terreno. La
figura presenta una serie de terrazas de base angosta a lo largo de una pendiente.

Terraza de riego: este tipo es usado ampliamente en algunos países de Asia para
el cultivo de arroz bajo riego en suelos de ladera con muy altas pendientes. Su
diseño es parecido al de terraza de banco, pero manteniendo un reborde elevado,
de modo que el agua se pueda almacenar. Se usan también en zonas con
pendientes entre 20 y 35% o más. La figura muestra una sección típica de una
terraza de riego.

Control de cárcavas
Constituye un caso especial de conservación de suelos que conjuga una serie de
estrategias o métodos de control de erosión, para atacar los mecanismos de erosión
de cárcavas, en canal o desmoronamiento. Para el tratamiento de la misma, primero
se debe aislar la zona donde se encentra la cárcava: cercándola para evitar
incidencia de animales que debiliten la cubierta vegetal protectora; utilizando
cortafuegos a su alrededor para evitar los daños irreversibles que ocasionan los
incendios de vegetación; utilizando canales de desviación para eliminar el agua de
escorrentía de áreas de áreas vecinas ubicadas en la parte superior; realizar obras
internas que mejoren las condiciones del sitio y que se pueda instaurar vegetación
pionera; construcción de una rápida en la cabecera cuyo piso esté reforzado por
piedras o concreto para evitar socavaciones de fondo; construir presas o diques de
control de azolves, los cuales pueden ser temporales (madera) o permanentes
(hierro, piedra, cemento, materiales resistentes).

Canales de desviación: Se utilizan para interceptar, desviar y transportar el agua


de escorrentía superficial, proveniente de las zonas altas de la cuenca a otras áreas
donde no causen ningún daño a cultivos o a la infraestructura, protegiendo los
cultivos o las zonas altamente erosionables. Se recomienda su uso en áreas de alta
precipitación para evitar la concentración y la alta velocidad del agua superficial,
sobre todo en zonas de alta pendiente o en zonas más planas con un nivel freático
(agua subterránea) alto.

Barreras de piedras: La barrera de piedra es un tipo de barrera de materia “muerta”


(colocación de piedras sobre el terreno) puesta en sentido transversal en la
pendiente, con el propósito de disminuir la velocidad del agua de escorrentía y a la
vez propiciar la deposición de sedimentos gruesos. La gran abundancia de piedras
en muchas zonas montañosas y la práctica tradicional de los agricultores de
construir cercos de piedra, subrayan la importancia y aceptación de este tipo de
estructura como práctica de conservación de suelos.

Diques para el control de cárcavas: Estas obras de control y recuperación tienen


el propósito de proteger el corte de la cabecera de la cárcava (pequeño surco
excavado por las aguas de escorrentía) y al mismo tiempo, reducir la velocidad del
flujo de las corrientes esporádicas o intermitentes de la escorrentía y disminuir la
pendiente en el cauce. Muchas veces no son económicamente rentables si el área
a proteger tiene poco potencial productivo, sin embargo, sirven para contrarrestar el
progreso de la cárcava y proteger el resto del área contribuyente y el área aguas
abajo.

Muros de piedras: Son muros que se elaboran recolectando las piedras del lugar
donde se va a construir la obra, y cuyas dimensiones variarán en función del
alcance del problema a resolver.

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