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Expediente N°: 00291-2019

Escrito N°:0
SUMILLA: INTERPONGO RECURSO
DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL
y otros

SEÑOR PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA PENAL DE


APELACIONES DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE
LIMA NORTE

John Elvis Mattos Contreras, EN LA DEMANDA DE HABEAS CORPUS, CON


DOMICILIO PROCESAL EN LA CASILLA 2090 DE LA CENTRAL DE
NOTIFICACIONES DE LA CORTE SUPERIOR DE LIMA NORTE, Y
CASILLA ELECTRÓNICA N° 678 DEL SINOE, a usted muy respetuosamente
me presento y digo:

Que, encontrándome dentro del término de ley INTERPONGO RECURSO DE


AGRAVIO CONSTITUCIONAL la resolución de fecha 22 de FEBRERO del año
2019, que CONFIRMA IMPROCEDENTE LA DEMANDA DE Hábeas Corpus
interpuesta por EL BENEFICIADO demanda dirigida, CONTRA LOS
MAGISTRADOS QUE OBRAN EN AUTOS:

Se les notificara a los siguientes Magistrados.


Magistrada PORFIRIA EDITA CONDORI FERNANDEZ integrante de la Sala
Penal Nacional sito en Av. Paseo d la Republica s/n Palacio de Justicia , Cercado de
Lima.
Magistrada BELINDA ISABEL MERCADO VILCHEZ Juez del Decimo
Juzgado Penal Liquidador de Independencia- Ovalo de Naranjal.
Magistrado JAVIER VILLA STEIN , domicilio GRAL JUAN ANTONIO PE s/n
Lima San Isidro.
Magistrado DUBERLI RODRIGUEZ TINEO Primera Sala de Derecho
Constitucional y Social Transitoria sito en Av. Paseo de la Republica s/n Palacio de
Justicia Cercado de Lima.
Magistrado JOSE ANTONIO NEYRA FLORES Sala Penal especial sito Av.
Paseo de la Republica s/n Palacio de Justicia Paseo de la Republica.
Magistrado DAVID LOLI BONILLA Primera sla Liquidadora Esquina Abancay
Colmena s/n Corte Superior de Justicia de Lima.
Magistrado TERREL CRISPIN Corte Superior de Lima Norte , sito en Av Izaguirre
Nº176 –Independencia.
Magistrado SALINAS MENDOZA Corte Superior de Lima Norte , sito en Av
Izaguirre Nº176 –Independencia.
Magistrado CRISOSTOMO SALVATIERRA Corte Superior de Lima Norte , sito
en Av Izaguirre Nº176 –Independencia.
Magistrado LAUYA MENDEZ MARIA DEL CARMEN Corte Superior de Lima
Norte , sito en Av Izaguirre Nº176 –Independencia.
PROCURADOR PUBLICO EN ASUNTOS JUDICIALES Av.Petit thouars Nº
3943 distrito San Isidro Telefono 4228386 Anexo 18950.

Por la vulneración o afectación a sus derechos constitucionales al debido proceso, a la


Tutela Jurisdiccional efectiva, a la Presunción de Inocencia, al Derecho de defensa y a la
Motivación de las resoluciones Judiciales así como al principio del Indubio Pro Reo,
dicha Resolución injusta no acorde a la Ley ni a la jurisprudencia Constitucional del
Tribunal Constitucional del Perú, y de la CIDH, me causan Agravio y por ello dentro del
plazo previsto en el Art. 18° de la Ley N° 28237 Código Procesal Constitucional, (Pub.
31.05.2001 y vigente a partir del 01.12.2004) y del Art. 202° Inc. 2° de la Constitución
Politica 1993 y del Art. 41° párr.. 1° y 2° de la Ley N° 26435 Ley Organica del Tribunal
Constitucional de fecha 10.01.95, acudo a la Sala de vuestra Presidencia, con la finalidad
de interponer RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL, (Llamado antes Recurso
extraordinario)

En base a los siguientes fundamentos fácticos y jurídicos:

II.FUNDAMENTOS DE LA SALA PERMANENTE DE LA CORTE


SUPREMA
1.- REITERO SEñOR JUEZ QUE El que el vehículo de placa IQ- 4783 de
propiedad de John Elvis Mattos Contreras haya sido el mismo que se dio a conocer a
los policías para que efectuaran la intervención, permite inferir claramente que John
Elvis Mattos Contreras participó en el ilícito penal transportando al autor directo del
homicidio. “En ese sentido, su actuación es propia de un cómplice secundario por
haber prestado un aporte esencial para la perpetración del asesinato”. Dicho aporte
consistió en el transporte de David Elvis Mejía Pérez – autor directo del ilícito penal-
no limitándose a llevarlo al lugar donde cometería el delito, sino también facilitarle
su huida.

2.- USTED NO HA TENIDO EN CUENTA este razonamiento, se le suman las


declaraciones brindadas en juicio oral por los efectivos policiales Julio Canales
Huashuayo- fojas 532-Hector Manuel Rojas Rojas – 532 y 571, respectivamente- que
se ratificaron en que los acusados fueron intervenidos, incautándose un arma de
fuego. Además, tenemos de acuerdo al acta de registro domiciliario y hallazgo de
arma de fuego –fojas 43 – que en el domicilio signado con el N° ciento cuarenta del
pasaje Carlos Mariátegui- Independencia, se intervino a John Elvis Mattos Contreras,
quien se encontraba oculto debajo de una cama y se observó que en el domicilio
contiguo estaba tirada una pistola marca Bancal nueve milímetros. Calibre balístico
que coincide con el casquillo y proyectil encontrándose en la escena del crimen tal
como se desprende del dictamen pericial de balística forense a fojas setenta y siete.

3.-La prohibición de regreso no es aplicable a aquél que adapta su conducta, en


principio neutral o inocua, al plan criminal. De este modo, no es posible entender
como una conducta estandarizada neutral o inocua a quien engarza su actuar en la
ejecución de un delito de modo que objetivamente sea posible como defraudatorio de
su rol. En otras palabras, no se puede cerrar los ojos, y dejar impune a quien pone su
rol en la sociedad como un medio para cometer delitos, en un contexto
marcadamente delictivo.

En este orden de ideas, REITERO QUE el Tribunal Supremo concluye que:

No solo se encuentra debidamente probado el hecho delictivo, asesinato de Eduardo


Vivar Flores Palomino, sino que se evidencia la autoría de David Elvis Mejía Pérez y
la complicidad secundaria de John Elvis Mattos Contreras. El acervo probatorio en
este caso no solo descansa en prueba testimonial, sino también en prueba material
como son la pistola, el proyectil y el casquillo de bala encontrados en la escena del
crimen, así como los dictámenes de balística forense que permitieron determinar la
relación de ellos.

Del mismo modo, se ha evidenciado la responsabilidad penal del cómplice


secundario Mattos Contreras quien, adecuando su rol a un contexto marcadamente
delictivo, realizó un aporte a la ejecución del plan criminal consistente en el
transporte del autor directo, David Elvis Mejía Pérez, quien disparó directamente
sobre la víctima causándole la muerte. En consecuencia, se ha probado en juicio un
hecho subsumible en el delito de asesinato por alevosía tipificado en el inciso tres del
artículo ciento ocho del Código Penal, tal como fue calificado, habiéndose
desvanecido la presunción de inocencia que reviste todo acusado hasta que se pruebe
lo contrario, por lo que la recurrida se encuentra conforme a ley.

III. FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA

1.-REITERO Que, me encuentro (favorecido con la acción constitucional) recluido


en el Establecimiento Penal Miguel Castro Castro desde el 11 de Julio del 2012
cumpliendo pena privativa de la libertad en calidad de sentenciado, Pabellón N° 1 del
citado centro carcelario.
2.-Con fecha 31 de enero del 2014, expediente 5952-2012. Segunda Sala Penal de
Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte en audiencia
pública , fojas 781 , la primera de las resoluciones citadas fui condenado como
cómplice secundario , del delito contra la vida, el cuerpo y la salud- Homicidio
Calificado- Asesinato- en agravio de Eduardo Vivar Flores Palomino. ,
imponiéndoles quince años de pena privativa de libertad y fijo en treinta mil nuevos
soles el monto por concepto de reparación civil a favor de los herederos legales de la
víctima.
3.- Recurrida ésta la Sala Permanente de la Corte Suprema demandada declaró
no haber nulidad en el Recurso de Nulidad expediente N° 1335-2014 con fecha 2
de junio 2015, sin otro raciocinio que el utilizado por la instancia inferior.
4.- Los citados pronunciamientos judiciales han vulnerado y violado la garantía
constitucional de la libertad sin la debida motivación resolutoria, al haberse
razonado sin los suficientes elementos lógicos ya que, pese haberse otorgado certeza
a la totalidad de afirmaciones de los testigos no presenciales solo referenciales , se
han tomado en cuenta aquellas que directamente perjudican al demandante, más no
así aquellas otras que , por el contrario, redundan en el debido proceso o que vistas a
su integridad conducirían a un resultado totalmente distinto a la incriminación del
que he sido objeto.
En tales circunstancias, y al haberse procedido de manera totalmente arbitraria, es
que solicito la nulidad de los pronunciamientos judiciales cuestionados.
La demanda interpuesta tampoco pretende la superposición de competencias con la
justicia ordinaria, en la lógica de pronunciarse sobre la responsabilidad o no que en
términos penales pudiera corresponderle a la demandante de la presente causa,
simplemente se limita a solicitar la verificación de la alegada vulneración del
derecho a la motivación resolutoria, que resulta una competencia constitucional es
decir corresponde al ámbito constitucional.
Existe la necesidad de pronunciamiento inmediato, habida cuenta que ya me
encuentro privado de mi libertad desde 11 de Julio del 2012, o sea desde hace seis
años y medio, y a instancias de resoluciones judiciales cuyo eventual o carácter
arbitrario corresponde a este Tribunal definir, a la luz de las argumentaciones
vertidas en la demanda y de lo que aparece objetivamente en el contenido de las
mismas.
En tales circunstancias, la prolongación en la restricción de un derecho como la
libertad individual, implica pues una definición impostergable; máxime en
circunstancias en las que las resoluciones judiciales que la sustentan son severamente
cuestionadas por mi persona, como se desprenden de los argumentos descritos en la
demanda.
Por lo consiguiente, asumida como la descrita en un contexto de tutela preferente, se
deberá pronunciar plenamente y legítimamente sobre el fondo de la materia
controvertida que constituye vulneración del derecho fundamental alegado por el
recurrente.
En la presente sentencia de alguna manera se ha establecido que el agente directo que
causa la privación de la vida del agraviado, es el acusado DAVID
ELVIS MEJIA PEREZ, el debate se trata de que si estuve en el lugar de los hechos o
estuve como se ha sostenido a dos o tres cuadras, mi defensa ha alcanzado
algunos paneux fotográficos , siendo imposible que el vehículo que conducía pueda
acceder a este lugar donde casi solamente acceden mototaxis, ,
técnicamente sería imposible que una persona que quiera perpetrar el delito y
pretenda luego salir huyendo de ahí pueda ingresar a un lugar donde es sumamente
angosto y donde hay otros vehículos que puedan obstaculizar el paso, entonces esto
termina de alguna manera restando fiabilidad al testimonio del menor Piero Samir ,
no pude estar en el lugar de los hechos porque técnicamente es imposible , he estado
a dos cuadras , he actuado conforme a una conducta aceptada, cumpliendo mi rol de
taxista y la única prueba que pretende vincularme es la declaración del menor.

La finalidad de la prueba consiste en formar la “última convicción “del tribunal


acerca de la existencia o no del hecho punible y de la participación de su autor.
Para condenar será necesario que la acusación haya sido confirmada por un conjunto
de pruebas de cargo concordantes con ella, no desvirtuadas por ninguna prueba de
descargo.

La omisión al debido proceso y a la debida motivación se materializan en precisar las


circunstancias de los hechos , la temporalidad de los hechos , el tránsito entre el lugar
de los hechos y la posible fuga esto es concretamente las circunstancias del hecho,
materializándose en la coautoría , hechos que hubieran significado de trascendental
relevancia si hubiera actuado de acuerdo a ley con un protocolo de reconstrucción de
los hechos con presencia del juez ante tantas contradicciones de ambas partes tanto
testigos como autor y coautor a fin de poder brindar la certeza necesaria para motivar
la sentencia.
Esta fuera de toda duda que se ha violado el derecho a una decisión debidamente
motivada, cuando la motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente en
el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustenta la decisión o de
que no responde a la alegación de las partes del proceso o porque solo intenta dar un
cumplimiento formal al mandato operando en frases sin ningún sustento factico o
jurídico.

No se ha podido desvirtuar el móvil del homicidio , entre la teoría de la defensa


propia o la teoría de la agresión ilegitima , es contundente la afirmación en que se ha
producido por una razón u otra la perdida de una vida humana pero no se ha podido
desvirtuar las causas que originaron este episodio trágico, los elementos subjetivos
de las víctimas como testigos presenciales han sido valorados subjetivamente , no
teniendo en cuenta el momento del desenlace fatal , no encontrándose presentes
ninguna de los testigos en el momento de los hechos que era lo medular , fueron
testigos presenciales posterior al hecho , tanto el niño como la conviviente del
agraviado Rosangela Yelitza Alvino Ricalde in situ, donde puedan desvirtuar si hubo
un forcejeo o fue una agresión directa de parte del victimario,
No existe conexión lógica entre los hechos materia de imputación y la pena impuesta
contra mi persona, mis argumentos esgrimidos no fueron tomados en cuenta
asumiendo el principio a la debida defensa y la imparcialidad que todo juez debe
considerarla dentro de sus atribuciones para poder definir y dictar una sentencia
debidamente fundamentada.
Vulnerando el principio de inmediación e imparcialidad cogieron las supuestas
declaraciones que figuran en el expediente sobre la declaración de los testigos,
testigos que no figuran en sus declaraciones testimoniales ni declaraciones judiciales
, premisa subjetiva extraída de la policía sin fundamento alguno, sobre un supuesto
ajuste de cuentas , no fundamentando los móviles sobre el supuesto ajuste de cuentas
, solo se me sentencia por versiones antojadizas de la población que no se ha
individualizado en los testimonios ,valorando en el proceso por versiones recogidas
de la policía ,
en una flagrante violación al orden constitucional según el Artículo 2 inciso d de la
Constitución Política del Perú, nadie será procesado ni condenado por acto u omisión
que al tiempo de cometerse no está previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible ; ni sancionado con pena no prevista
en la ley.
Se me ha condenado como cómplice secundario en el delito instruido, bajo una
premisa que he colaborado en el delito contra la vida el cuerpo y la salud en la
modalidad de homicidio, con la imputación fáctica de colaborador, con el móvil que
mi vehículo de placa IQ-1873 de mi propiedad fue el mismo que dieron a conocer los
pobladores para efectuar la intervención. En ninguna parte de la manifestación figura
la descripción precisa de mi vehículo , ni la precisión e individualización de los
involucrados , en ningún momento estuve en el lugar de los hechos , estuve en una
zona alejada donde no observe nada, ser un coautor como se me imputo desde el
principio, siendo así no me voy a esconder en mi casa , si hubiera tenido
responsabilidad penal por el temor por simple lógica me hubiera retirado del lugar y
no me hubiera ido a mi casa ,no tomándose en cuenta el transcurso de las horas entre
los hechos suscitados y el momento de la captura, asimismo sucedieron en lugares
diferentes .
Respecto a mi defensa desde un primer momento lo he manifestado que no ayude en
ningún momento a escapar , la lógica nos dice si lo ayudo a escapar lo hubiera
llevado a un lugar lejano , la premisa del tribunal fue que colabore en ayudarle a
escapar al homicida , pero no argumenta el cómo , el tránsito de escape , el trayecto,
la orientación del vehículo, la ruta de escape , solo enfoca un análisis abstracto e
inmotivado, subjetivamente concluye “ su actuación es propia de un cómplice
secundario por haber prestado un aporte esencial para la perpetración del asesinato,
el aporte esencial argumenta en base a las versiones no corroboradas de la policía , a
la declaración del niño , que no precisa la placa ni las características de las personas ,
a la declaración de la conviviente que no argumenta en ninguna declaración si en el
evento hubo un forcejeo previo o fue con alevosía , no precisando el evento in situ.
Se argumenta en base a las declaraciones de los efectivos policiales Julio Canales
Huashuayo , Hector Manuel Rojas Rojas quienes ratifican que fui intervenido
incautándome un arma de fuego ,de acuerdo al acta de registro domiciliario y
hallazgo de arma de fuego, omitiendo el tribunal que no fue en mi domicilio ,fue en
un domicilio contiguo ya que donde se realiza la captura es una vivienda que consta
de diez departamentos con una puerta común de ingreso libre, sin que se analice que
el arma fue encontrado en el domicilio contiguo que es un centro educativo, que
precisamente fue el lugar donde fue encontrado la pistola marca Baycal, calibre 9mm
con número de serie A1820, con su respectiva cacerina abastecida con cartucho de
9mm, debo precisar que en la presente diligencia no aparece la firma del Fiscal
provincial de turno como representante del Ministerio Publico, asimismo el
allanamiento fue sin las debidas medidas pertinentes de acuerdo a ley ,
asimismo no se determina el lugar del hallazgo , sin ninguna orden expresa se
realizó el allanamiento.
Se ha vulnerado el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales al no
valorarse íntegramente los medios de prueba aportados en el proceso por cuanto las
testimoniales del niño de ese entonces Piero Samir Flores Alvino y Rosangela
Yelitza Alvino Ricalde ( hijo y conviviente del agraviado) no reúne los requisitos de
credibilidad al no mantener uniformidad entre lo expuesto, a la instrucción y el
contradictorio, y al no contar con otro medio probatorio para precisar las
circunstancias en que el recurrente habría facilitado la huida de su coencausado luego
de haberse disparado al agraviado.
No participé de la comisión del ilícito penal que se me imputa pues como taxista, me
encuentra dentro de los alcances de la prohibición de regreso, más aún si no existe
medio probatorio alguno que advierta que tuve conocimiento del accionar del
encausado. Si existe una teoría de la legitima defensa en aplicación al principio de
imparcialidad se hubiera diligenciado las pruebas balísticas de ambas personas que
protagonizaron el evento, ya que el homicida ha sostenido en reiteradas veces que
fue en defensa propia, sin embargo, solo se le practicó la diligencia del peritaje de la
prueba de absorción atómica al homicida y no al occiso , ya que esto hubiera
determinado que el homicida no iba con la intención de asesinarlo y como
consecuencia el cómplice no existiría , esto es que la coautoría seria infundada en
todo sus extremos.
Por último fue presentado a la Corte Suprema de Justicia en el expediente 1335-2014
con fecha cinco de marzo del dos mil quince en declaración jurada de la conviviente
del occiso la señora Rosangela Yelitza Alvino Ricalde donde expresa que las
imputaciones tomadas en mi contra las hizo motivadas por la rabia y el dolor que
causo la pérdida de su conviviente asimismo orientó a su hijo para que mienta sobre
que vio el vehículo que estaba en el lugar de los hechos-
Afirma que en ningún momento logro ver el vehículo tico amarillo, remarca que en
ese momento solo estaba ella y su menor hijo que contaba en ese entonces con ocho
años de edad, que tampoco es cierto que el tico rondara días antes alrededor de su
casa, menos que haya escuchado al chofer “ven rápido ya lo mataste” .
Lo que le movió es por los elementos subjetivos, movidos por la indignación, el
elemento rabia y el elemento dolor, que son propios en toda víctima y son
comprensibles desde el punto de vista humano, pero descartados desde el punto de
vista objetivo, ya que según esta versión no se ajusta la existencia de haber
participado en el delito que se me imputo y sentencio siendo inocente.
De la misma forma sostiene que yo haya realizado disparos cuando fuimos
intervenidos en el momento de la captura, esta tesis la sostuve desde un inicio que
nunca en mi vida he hecho uso ni conozco un arma de fuego, esto se corrobora con la
prueba de absorción atómica que salió negativo para plomo, bario y antimonio, y una
vez más se demuestra lo desmotivado de la resolución donde se me sentencio.
Esta declaración de la conviviente es del 12 de agosto del 2014, firmada ante el
notario público fue sin ejercer medios de coacción, ni haber mediado dadiva ni
medios económicos alguno de por medio, esta declaración es voluntaria movida por
su preocupación de la persona de haber actuado con afirmaciones falsas contra mi
persona a fin de que se ejerza la debida justicia.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que las máximas de la experiencia son elementos
abstractos que se obtienen a partir de elementos constantes en hechos o experiencias
anteriores. Como bien señala Castillo Alva, el alcance de la máxima de la experiencia
dependerá de los medios fácticos que se analizan también se presentan en los hechos que
representan experiencias anteriores para el juzgador

Que, los fines esenciales de los Procesos Constitucionales son las de garantizar la
primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos Constitucionales.

El Proceso Constitucional de Hábeas Corpus tiene por finalidad proteger los Derechos
Constitucionales reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de
violación de un derecho Constitucional; asimismo, procede cuando una resolución
judicial firme vulnera en forma manifiesta la LIBERTAD INDIVIDUAL.

DECLARADA NULA, POR VULNERACIÓN AL DEBIDO PROCESO

“La Prueba es un medio u objeto que proporciona al juzgador el convencimiento de la


existencia de un hecho. Desde un punto de vista objetivo sirve para acreditar un hecho
desconocido; y desde un punto de vista subjetivo, es la convicción o certeza que tal
medio u objeto produce en la mente del juez; en efecto , sin la existencia de la prueba no
es posible dictar Resolución Judicial alguna que afecte el entorno jurídico de las partes,
sobretodo del imputado”. Sala Penal R.N. Nº 1224-2004 Huaraz, considerando
Tercero.
En segunda instancia, respecto a la labor de valoración de la prueba personal
debemos tener en cuenta que el Ad quem solo puede valorar los medios probatorios
que se actuaron ante él, ello en virtud del principio de inmediación. Dicho de otro
modo, las pruebas personales que fueron actuadas con inmediación en primera

instancia no pueden ser revaloradas por el Ad quem, lo que significa que este

órgano debe respetar el mérito o conclusión probatoria realizada por el Ad quo.

. En esta línea, sostienen que "Tratándose de pruebas personales, como la testifical,


la única inmediación es aquélla de la que goza el Tribunal de Instancia, a quién
corresponde su valoración conforme a los principios de oralidad y su consecuencia
la inmediación, debiendo prevalecer esa valoración salvo que se evidencia un fallo
en el razonamiento lógico o en el íter inductivo del juzgador de instancia, o cuando
por el mismo se establezcan afirmaciones o

Conclusiones arbitrarias y absurdas, y lo mismos debe decirse cuando se trata de la

prueba pericial1".

5.15. Aunado a ello, esta Sala Suprema al emitir la Casación N° 05-2007- Huaura,

manifestó que en materia de valoración de prueba personal es cierto que el Ad quem,

en virtud a los principios de inmediación y de oralidad, no está autorizado a variar

la conclusión o valoración dada por el Ad quo. Ello, desde luego, reduce el criterio

fiscalizador del Tribunal de Apelación, pero no lo elimina. Agrega que en los casos
de

valoración de prueba personal en segunda instancia, el Ad quem tiene el margen de

control o intervención que está vinculado a la coherencia interna dela valoración

realizada por el Ad qua y. que tiene que ver con aquello que la doctrina comparada
denomina "zonas abiertas". Las zonas opacas son los datos expresados por los
testigos

estrechamente ligados a la inmediación por lo que la valoración dada en primera

instancia no es susceptible de revisión; en consecuencia, no es pasible de variación.

Las zonas abiertas, sin embargo, son aspectos relativos a la estructura racional del

propio contenido de la prueba, ajenos a la percepción sensorial del Juzgador de

primera instancia que pueden ser objeto de fiscalización a través de la lógica, la

experiencia y los conocimientos científicos. Este último caso puede darse cuando el

Juez Ad qua asume como probado un hecho: Es apreciado como manifestó error de

modo radicalmente inexacto; es oscuro, impreciso, dubitativo, ininteligible,

incompleto, incongruente o contradictorio entre sí; o, e) pudo ser desvirtuado por

pruebas practicadas en segunda instancia. Finalmente, concluye que en la prueba

personal, el Ad quem debe valorar también la coherencia y persistencia de los

principales testigos de cargo. Teniendo en cuenta ello, el hecho de que un testigo

brinde diversas versiones en el proceso no inhabilita al órgano jurisdiccional a optar

por una de las versiones, siempre y cuando explicite los motivos por los cuales se

decidió de esa forma; para ello, se valdrá de las reglas de la experiencia, la


verificación

de la suficiencia, el análisis del conjunto de prueba apreciada por el Ad qua y, el

razonamiento sólido y completo que este mismo haya realizado.

5.16. En ese sentido, existe una limitación impuesta al Ad quem, descrita en el


artículo

cuatrocientos veinticinco, apartado dos, del Código Procesal Penal a fin de no


infringir

el principio de inmediación; esto es, no puede otorgar diferente valor probatorio a la


Prueba personal que fue objeto de inmediación por el Juez de primera instancia,
salvo

que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia.

Dicho aquello, si bien corresponde al Juez de primera instancia valorar la prueba

personal, empero el Ad quem está posibilitado a controlar, a través del recurso de

apelación, si dicha valoración infringe las reglas de la lógica, la ciencia y las


máximas

de la experiencia.

5.17. En esa línea, que el Juzgador de primera instancia cometa un error al valorar la

prueba es algo sustancialmente contrario a que efectúe una nueva valoración

probatoria partiendo de cero, que es lo propio de un sistema de apelación limitado; es

decir, es distinto controlar la valoración probatoria del Ad qua en contraste a que el

Ad quem realice una revaloración de la prueba valorada por aquel; siendo que la

primera está permitida, mientras que la segunda está proscrita

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--

1 Citado por PICÓ 1 JUNOY."Valoración de la prueba y segunda instancia civil:


hacia la búsqueda del necesario

equilibrio". Revista Jurídica de Catalunia, 3/2009, pág. 57.


5.18. En consecuencia, es de concluir que la Sala Penal de Apelaciones está facultada

legalmente para condenar en segunda instancia a un justiciable que fue absuelto en

primera instancia, lo cual está supeditado a una actuación probatoria en audiencia de

apelación, ello en fiel respeto al principio de inmediación y que la prueba actuada

tenga entidad suficiente para enervar el status de inocencia del encausado, previsto
en

el apartado e) del inciso veinticuatro del artículo dos de la Constitución Política del

Estado.

C) en consecuencia, la sentencia recurrida debe ser declarado nula que fue


expedida, por la Sala Penal transitoria de la corte suprema , Resolución Nº Lima,
Treinta y uno de marzo de dos mil nueve.- que condena al absuelto de homicidio
calificado y condena a 16 años sin ninguna motivación La motivación debe
respetar las máximas de la experiencia Las máximas de la experiencia se
constituyen a partir de las reglas de la vida, las vivencias personales o transmitidas,
el sentido común. Todos estos son elementos que los magistrados deben tomar en
cuenta al momento de la elaboración de las premisas que lo llevaran a una
determinada conclusión. Y es que de lo contrario, existiría un grave defecto de o
vicio en la motivación.

Ahora bien, debemos tener en cuenta que las máximas de la experiencia son
elementos abstractos que se obtienen a partir de elementos constantes en hechos o
experiencias anteriores. Como bien señala Castillo Alva, el alcance de la máxima de
la experiencia dependerá de los medios fácticos que se analizan también se presentan
en los hechos que representan experiencias anteriores para el juzgador1.

c).- Que, los fines esenciales de los Procesos Constitucionales son las de garantizar la
primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos Constitucionales.

1
d).- El Proceso Constitucional de Hábeas Corpus tiene por finalidad proteger los
Derechos Constitucionales reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho Constitucional; asimismo, procede cuando una
resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la LIBERTAD INDIVIDUAL.

Al respeto, tengo que rechazar dicho Fundamento, debido a que el Juez Penal de
Lima o A-quo, está justificando para no amparar la Demanda de Habeas Corpus, en
el sentido que “Nuestro Tribunal Constitucional, tiene dispuesto que el Habeas
Corpus no tiene por objeto convertir a las instancias de la justicia constitucional en
supra instancias de la justicia ordinaria, sino como, se infiere de la propia
constitución, proteger únicamente derecho constitucionales”; sobre el particular debo
objetar con un “p e r o” en el presente caso, habida cuenta de que en se han
establecido
Estoy recurriendo al Tribunal Constitucional como órgano de control de la
Constitución Política y como órgano de protección de los Derechos Constitucionales
de la persona humana.

FUNDAMENTOS DE DERECHO:

LEY N° 28237: CODIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL (Pub. 31.05.2004 y


vigente 01.12.01)

Articulo IV.- Órganos Competentes


“Los procesos constitucionales son de conocimiento del Poder Judicial y del Tribunal
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto en la Constitución, en sus
respectivas leyes orgánicas y en el presente Código”.

Artículo VII.- Precedente


“las sentencias del Tribunal Constitucional que adquieren la autoridad de cosa
juzgada constituyen precedente vinculante cuando así lo exprese la sentencia,
precisando el extremo de su efecto normativo”.
Articulo 2.- Procedencia.
“Los Procesos constitucionales de hábeas corpus, amparo y hábeas data proceden
cuando se amenace o viole los derechos constitucionales por acción u omisión de
actos de cumplimiento obligatorio, por parte de cualquier autoridad, funcionario o
persona. Cuando se invoque la amenaza de violación, ésta debe ser cierta y de
inminente realización. El proceso de cumplimiento procede para que se acate una
norma legal o se ejecute un acto administrativo.

Articulo 18.- RECURSO DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL


“Contra la resolución de segundo grado que declara infundada o improcedente la
demanda, procede recurso de agravio constitucional ante el Tribunal Constitucional,
dentro del plazo de diez días contados desde el dia siguiente de notificada la
resolución. Concedido el recurso, el Presidente de la Sala remite al Tribunal
Constitucional el expediente dentro del plazo máximo de tres días, más el término de
la de la distancia, bajo responsabilidad.”

CONSTITUCION POLITICA:

PROCESO DE HABEAS CORPUS

Artículo 200° Son garantías Constitucionales


Inciso 1°: “La Acción de Habeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por
parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la
libertad individual o los Derechos Constitucionales conexos.”

JURISPRUDENCIA PENAL: DE OBLIGATORIA APLICACIÓN EN


ESTE CASO SAUL IGNACIO MAURICIO VIVAR DEL PERU

EL DERECHO A LA DEBIDA MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES


JUDICIALES: REFLEXIONES A LA LUZ DEL HABEAS CORPUS A
FAVOR DE GIULIANA LLAMOJA
Recientemente el Tribunal Constitucional resolvió un habeas corpus fundado en
parte a favor de Giuliana Llamoja (sentencia recaída en Exp. 0728-2008-PHC-TC).
En concreto, el TC declaró fundado el extremo que solicitaba la nulidad de la
sentencia emitida por la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia de la República y de la Tercera Sala Penal con Reos en Cárcel de la Corte
Superior de Justicia de Lima; e improcedente en el extremo que solicitaba su
inmediata libertad, en razón a que la nulidad no alcanza a la sentencia condenatoria
emitida por la Sala Superior Penal. Los fundamentos del TC para declarar fundado el
Habeas Corpus se basaron en la afectación del derecho a la debida motivación de las
sentencias en la que incurría la sentencia condenatoria de la accionante.

A partir de esta sentencia, queremos hacer referencia al derecho a la motivación en el


ordenamiento peruano, el contenido del mismo, las formas en que se vulnera el
derecho, los requisitos para la debida motivación, los mecanismos procesales para
cuestionar una resolución judicial que afecte este derecho, la debida motivación en el
caso de Giuliana Llamoja, entre otros temas.

Creemos que abordar este tema es importante porque el TC, de forma reiterada, ha
venido conociendo amparos o habeas corpus contra resoluciones judiciales y en ese
sentido, es importante sistematizar la información sobre el tema a partir de dichos
fallos, analizarlos a la luz de la doctrina y finalmente que la comunidad jurídica tenga
presente la forma en como se viene entendiendo el funcionamiento y la procedencia
del amparo contra resoluciones judiciales, así como las exigencias mínimas de una
debida motivación.

I. Concepto de motivación de las resoluciones judiciales

El concepto de motivación se refiere a la justificación razonada que hacen


jurídicamente aceptable a una decisión judicial. La motivación, señala Colomer, “es
sinónimo de justificación y por ello la esencia de este concepto se encuentra en que
su decisión es conforme a derecho y ha sido adoptada con sujeción a la ley” 2 3. No

2
COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. La motivación de las sentencias, sus exigencias
constitucionales y legales, Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, p. 39
3
Es importante hacer una diferencia entre el término “justificación” y el término “explicación”. A
diferencia del primer término, este último se refiere a colocar de manifiesto las razones que explican
o informan el porque de el juez ha adoptado una decisión, indicar los antecedentes que llevan a su
adopción, por eso no pretende convencer a los destinatarios, ni la aceptación de los mismos
basta entonces que se explique cual ha sido el proceso psicológico, sociológico para
llegar a la decisión sino demostrar o poner de manifiesto que las razones por las que
se tomo una decisión son aceptables desde la óptica del ordenamiento.4

En el mismo sentido, el Tribunal Constitucional Español ha señalado que la


motivación “es una exigencia formal de las sentencias, en cuanto deben expresar las
razones de hecho y de derecho que las fundamentan, es decir el proceso lógico
jurídico que conduce a la decisión o fallo”5.

Ahora bien, en el ordenamiento peruano, el Tribunal Constitucional ha señalado que


“la motivación de una decisión no solo consiste en expresar la norma legal en la que
se ampara, sino fundamentalmente en exponer suficientemente las razones de hecho
y el sustento jurídico que justifican la decisión tomada”6. En ese sentido, al igual que
el TC español o la doctrina citada, el TC incide en la necesidad que los fallos
judiciales establezcan una justificación razonada y no solo una explicación de los
argumentos por cuales llega a tomar una decisión en un caso concreto.

Asimismo debemos señalar que la motivación es un deber de los jueces y un derecho


de los justiciables, cuestiones que pasaremos a analizar en el siguiente apartado.

II. Reconocimiento constitucional del derecho a la debida motivación

En efecto, la motivación tiene dos aristas en relación a su reconocimiento


constitucional. Y es que la debida motivación es una obligación y al mismo tiempo
un derecho fundamental de los individuos.

En el ordenamiento peruano el artículo 139.5 de la Constitución señala que son


principios y derechos de la función jurisdiccional “la motivación de las resoluciones
judiciales en todas las instancias (…) con mención expresa de la ley y los
fundamentos de hecho en que se sustentan”.

El postulado constitucional que acabamos de mencionar, si bien ha sido señalado en


un sentido univoco, es decir no podemos distinguir si se ha formulado como un
derecho o una obligación, podemos interpretar que el mismo se ha establecido o

4
COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. Op. Cit, p. 38, citando a NIETO. El arbitrio judicial, Ariel,
Barcelona, 2000, p.154
5
Tribunal Constitucional Español. STC 24/1990. En Colomer, Op. Cit, p.38
6
Tribunal Constitucional Peruano. Exp. N.º 03283-2007-PA/TC, FJ.3
debemos entenderlo en los dos sentidos mencionados. Y es que la debida motivación
de las resoluciones se constituye como un punto esencial del Estado Constitucional
de Derecho en ambos sentidos, en la medida que coadyuva a garantizar otros
derechos de los justiciables y algunos principios fundamentales de la actividad
jurisdiccional, así como controlar que la actividad jurisdiccional no sea arbitraria ni
abuse del poder.

A manera de ejemplo, el TC español ha elaborado jurisprudencia en la que establece


un reconocimiento simultáneo de estas dos dimensiones y que se nutre de las mismas
en igual término. Al respecto,

La obligación de motivar debidamente

La obligación de motivar debidamente como dice Ignacio Colomer, “es un principio


constitucional y pilar esencial de la jurisdicción democrática”. Y es que a diferencia
del Antiguo Régimen, en el que los órganos judiciales no estaban llamados a dar
cuenta de la interpretación y aplicación del Derecho, esto no puede considerarse
admisible en una sociedad democrática, en la que justicia, igualdad y libertad
ascienden a la dignidad de principios fundamentales7.

La obligación de motivar cumple la finalidad de evidenciar que el fallo es una


decisión razonada en términos de Derecho y no un simple y arbitrario acto de
voluntad de quien está llamado a juzgar, en ejercicio de un rechazable - en nuestra
opinión- absolutismo judicial8.

Ahora bien, en términos concretos la obligación de motivar es una garantía del


principio de imparcialidad, en la medida que mediante ella podemos conocer si el
juez actuó de manera imparcial frente a las partes durante el proceso. En el mismo
sentido, la motivación es una garantía de independencia judicial, en la medida que
garantiza que el juez no determine o solucione un caso por presión o intereses de los
poderes externos o de los tribunales superiores del Poder Judicial.

7
Ibidem, pp. 60-71. Colomer señala que “(…) el paso del Antiguo Régimen al diseño liberal ha tenido
su vértice en la sumisión del juez a la ley, y esta a su vez ha sido garantizada por la necesidad de
justificación de las decisiones judiciales”, p. 71
8
MILLIONE, Cirio. El derecho a obtener una resolución de fondo en la jurisprudencia del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos y del Tribunal Constitucional Español, p. 16
Igualmente, la obligación de motivar se constituye como límite a la arbitrariedad del
juez, permite además constatar la sujeción del juez a la ley y que las resoluciones del
juez puedan ser objeto de control en relación a si cumplieron o no con los requisitos
y exigencias de la debida motivación9.

Y es que en tanto garantía de la “no arbitrariedad”, la motivación debe ser justificada


de manera lógica. De ahí que la exigencia de motivación, como señala Colomer, no
sea el mero hecho de redactar formalmente sino que la justificación debe ser racional
y lógica como garantía de frente al uso arbitrario del poder”10.

En el mismo sentido, en relación a la sujeción a la ley, la motivación permite


constatar que la decisión del juez es dictada conforme a las exigencias normativas -
constitucionales, legales, reglamentarias- del ordenamiento. Ello finalmente
contribuye a que la sociedad en general tenga confianza en la labor que ejerce el
Poder Judicial en la resolución de conflictos. En efecto, el TC ha señalado que “[l]a
exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas garantiza que los jueces,
cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan, expresen la argumentación
jurídica que los ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de
la potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la ley; pero también con la
finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables
(...)”11.

El derecho a la debida motivación

La otra cara de la moneda es la de la debida motivación como derecho. En efecto, la


motivación de las resoluciones judiciales es una garantía esencial de los justiciables,
en la medida que por medio de la exigibilidad de que dicha motivación sea “debida”
se puede comprobar que la solución que un juez brinda a un caso cumple con las
exigencias de una exégesis racional del ordenamiento y no fruto de la arbitrariedad12.

9
COLOMER. Op. Cit. p. 96
10
Ibidem. p. 97
11
Tribunal Constitucional Peruano, Exp. 8125-2005-PHC/TC, FJ 11, Exp. N.° 7022-2006-PA/TC, FJ.8
12
Tribunal Constitucional Español. STC 109/1992, fundamento jurídico 3
Ahora bien, el derecho a la motivación de las sentencias se deriva del derecho al
debido proceso. En efecto, si realizamos una interpretación sistemática entre el
artículo 139, 5 y el artículo que puede leerse de la siguiente manera, “la obligación
de motivar las resoluciones, puesta en relación con el derecho al debido proceso,
comprende el derecho a obtener una resolución debidamente motivada”13.

El TC además ha señalado en constante jurisprudencia que “El debido proceso


presenta dos expresiones: la formal y la sustantiva; en la de carácter formal, los
principios y reglas que lo integran tienen que ver con las formalidades estatuidas,
tales como las que establecen el juez natural, el procedimiento preestablecido, el
derecho de defensa y la motivación (…)”14

En efecto, en otra de las sentencias el TC ha indicado que “no de los contenidos del
derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente
deducidas por las partes en cualquier clase de proceso”15.

De otro lado, de modo similar al de la obligación de motivar, el derecho a la debida


motivación se constituye como un límite a la arbitrariedad en la que los jueces
puedan incurrir por medio de sus decisiones. Y es que a decir del TC peruano, “toda
decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y congruente,
constituirá una decisión arbitraria y, en consecuencia, será inconstitucional”16.

En ese sentido, el TC entiende como arbitrariedad toda resolución que no ha sido


motivada debidamente. Así, toda sentencia que sea “producto del decisionismo, antes
que de la aplicación del derecho, que sus conclusiones sean ajenas a la lógica, será
arbitraria e injusta en la medida que afecta los derechos de los individuos y por ende
inconstitucional en el sentido de vulnerar los derechos consagrados en la carta
fundamental”17.

13
COLOMER. Op. Cit, p. 93
14
Tribunal Constitucional Peruano, Exp. N° N. º 02424-2004-AA/TC
15
Tribunal Constitucional Peruano , Exp. N.° 8125-2005-PHC/TC, FJ. 11
16
Tribunal Constitucional Peruano, Exp. N° 05401-2006-PA/TC, FJ. 3; Tribunal Constitucional
Peruano, Exp. N° 0728-2008-PHC/TC, FJ. 8.
17
Tribunal Constitucional Peruano. Exp. N° 0728-2008-PHC/TC, FJ 8 y 9.
III. Fines o funciones del derecho a la debida motivación

Los fines de la debida motivación tienen efectos fuera y dentro del proceso. En una
dimensión endoprocesal, la motivación busca en principio que las partes conozcan
los fundamentos y razones determinantes de la decisión judicial lo que llevará o
permitirá que posteriormente tengan la posibilidad de impugnarla cuando no están de
acuerdo con lo sentenciado por le juez. En el mismo sentido, la dimensión
endoprocesal cumple la función de generar autocontrol en el juez al momento de
decidir, con lo cual el juez debe controlar el sentido y alcance de su decisión y la
forma en que justifica la misma18. Finalmente, esta dimensión explicita que la
motivación constituye una garantía de control que los órganos jurisdiccionales
superiores realizan en relación al juez de instancia inferior19

En perspectiva extraprocesal, la motivación cumple también funciones fuera del


proceso, es decir, de cara a la opinión pública y sociedad en general. Y es que la
sociedad debe conocer como funciona el Poder Judicial, en tanto encargado de la
resolución de conflictos e institución que por delegación del pueblo cumple esta
tarea. R

En un Estado democrático, la sociedad ejercer legítimamente la labor de controlar a


los poderes en el ejercicio de sus funciones de tal forma que se conozca si estos
actúan con independencia, eficiencia y respetando los postulados que la Constitución
y el ordenamiento jurídico reconocen como pilares y bases de cada país. Asimismo
debemos recordar que la sociedad, en tanto titular de la facultad de administrar
justicia, según el artículo 138 de la Constitución, tiene la potestad de controlar al
órgano en el cual ha depositado esta funcíón.

De otro lado, la motivación de las resoluciones judiciales, como bien señala Cruz
Silva, citando a un autor colombiano, “la exposición clara y coherente de los motivos
de la decisión judicial abunda en la construcción visible de las líneas

18
COLOMER. Op. Cit., p.135
19
Ibidem, p. 136
jurisprudenciales que, a la larga, fomenta el posicionamiento del Poder Judicial como
un verdadero Poder del Estado”20

Asimismo, en el ordenamiento peruano, la Corte Suprema Peruana en distintas


sentencias de casación - Cas. N° 912-199-Ucayali21 y en Cas. N° 990-2000-Lima22
ha señalado como fines de la motivación a los siguientes23:

a. que el juzgador ponga de manifiesto las razones de su decisión, por le


legítimo interés del justiciable y la comunidad en conocerlas.
b. Que se pueda comprobar que la decisión judicial corresponde a una
determinada interpretación y aplicación del derecho.
c. Que las partes tengan la información necesaria para recurrir, en su caso, la
decisión.
d. Que los tribunales de revisión tengan la información necesaria para vigilar la
correcta interpretación y aplicación del derecho.

IV. ¿Qué requisitos debe cumplir la motivación de una sentencia?

Una sentencia judicial debe basarse una motivación fundada en derecho, es decir,
que vaya en concordancia con el derecho y los valores y principios consagrados en el
ordenamiento jurídico. Por ello es que, como señala Colomer, podemos solicitar o
exigir al juzgador razonabilidad y racionalidad en su decisión24, así como establecer
determinados criterios que los jueces deben tomar en cuenta al momento de motivar
una sentencia.

Los requisitos de motivación de la sentencia pueden definirse como límites a la


actividad motivadora del juez. Y es que el juez u órgano jurisdiccional no podrá
justificar decisiones que no calcen o no cumplan estos requisitos. Sobre los requisitos
de motivación nos parece importante citar los criterios que Colomer, así como otro
20
SILVA DEL CARPIO, Cruz. Dime como motivas y te diré quién eres: a propósito de la motivación
de las sentencias judiciales, en: www.justiciaviva.org,pe, citando a: LÓPEZ MEDINA, Diego
Eduardo. El Derecho de los jueces. Segunda Edición, 2006. Universidad de los Andes. Colombia.
21
En Diario El Peruano, Lima, 12 de noviembre de 1999
22
En Diario El Peruano, Lima, 30 de octubre de 2000
23
Información recogida de CASTILLO ALVA, José Luis y otros. El razonamiento judicial, Lima,
Gaceta Jurídica, 2004, p. 340
24
COLOMER, Ignacio. Op. Cit., p. 158
sector de la doctrina han señalado al respecto. Tales son la racionalidad, la
coherencia y la razonabilidad.

Racionalidad.- Aquí, Colomer evalúa si la justificación es fundada en Derecho,


tanto sobre los hechos del juicio (selección de hechos probados, valoración de las
pruebas, método de libre apreciación) como del derecho aplicado25.

Sobre este segundo aspecto, el autor precisa los siguientes sub requisitos: Primero,
que la decisión sea fruto de una aplicación racional del sistema de fuentes del
ordenamiento jurídico; es decir, evaluar que la norma seleccionada sea vigente,
válida y adecuada a las circunstancias del caso; que tal norma haya sido
correctamente aplicada y que la interpretación que se le haya otorgado sea válida
(adecuada utilización de los criterios hermenéuticos, interpretación judicial y
principio de legalidad)26. En segundo lugar, se analiza que la motivación respete los
derechos fundamentales (aquí, será relevante la interpretación realizada tanto el TC
como la Corte Interamericana de Derechos Humanos y toda aquella interpretación
que se siga de los principios especiales que asisten a este tipo de derechos, como el
de desarrollo progresivo, y el motivación cualitativa en casos de restricción, por
ejemplo)27. En tercer lugar, está la adecuada conexión entre los hechos y las normas
que justifican la decisión28.

Coherencia.- Es un presupuesto de la motivación que va de la mano y en conexión


inescindible con la racionalidad. Ahora bien, la coherencia en un sentido interno de
la motivación se refiere a la necesaria coherencia que debe existir en la justificación
del fallo, y en un sentido externo, la coherencia debe entenderse como la logicidad
entre motivación y fallo, y entre la motivación y otras resoluciones ajenas a la propia
sentencia29.

En relación a la coherencia interna, podemos señalar que la misma se hace patente


cuando establece exigencias de coherencia lingüística -prohibición de errores

25
SILVA DEL CARPIO, Cruz. Op. Cit
26
Ibidem
27
Ibidem
28
Ibidem
29
Colomer, Op. Cit 295
gramaticales, errores de ortografía, errores sintácticos que presenten tal grado de
incoherencia que impiden la adecuada compresión para el auditorio técnico y
general-.

También la coherencia interna se traduce en la exigibilidad de que la justificación de


la sentencia tenga coherencia argumentativa. Por lo tanto, se prohíbe la existencia de:
A. contradicciones entre los hechos probados dentro de una misma motivación de
una sentencia30; B. contradicciones entre los fundamentos jurídicos de una sentencia,
es decir, que no haya incompatibilidad entre los razonamientos jurídicos de una
resolución que impidan a las partes determinar las razones que fundamentan la
decisión31; C. contradicciones internas entre los hechos probados y los fundamentos
jurídicos de una sentencia32.

En relación a la coherencia externa de la motivación la sentencia, esta exige que en el


fallo: “A. no exista falta de justificación de un elemento del fallo adoptado, B. que la
justificación tenga en cuenta únicamente todos los fallos del caso y no incluya alguno
ajeno al mismo, C. que la motivación este conectada plenamente con el fallo, con lo
cual se prohíbe que haya una motivación ajena al contenido del fallo, D. que las
conclusiones de la motivación no sean opuestas a los puntos de decisión de la
sentencia”33.

Asimismo, la coherencia externa supone que el juez se encuentra vinculado por sus
decisiones previas en casos análogos. Esto, dice Colomer, se sustenta en la vocación
de “universalización” en la adopción de una sentencia, que luego condicionará al
juez para la solución de casos similares posteriores. Esto busca asegurar que el juez
optó por la decisión correcta o que más se adecua al derecho, la cual será luego
universalizable.

Razonabilidad.- La exigencia de razonabilidad se predica respecto de todas las


resoluciones judiciales. Al respecto, señala Colomer, que pueden haber decisiones

30
Ibidem, p. 296
31
Ibidem, p. 296
32
Ibidem, p.297
33
Ibidem., p. 302
racionales y coherentes pero que las mismas puedan ser irrazonables. La
razonabilidad según este autor tiene que ver con la aceptabilidad de la decisión por el
común de las personas y el auditorio técnico34.

De otro lado, otro sector de la doctrina señala que los requisitos de la adecuada
motivación son: que la motivación sea expresa, clara, que respete las máximas de la
experiencia, y que respete los principios lógicos.

Motivación expresa

Cuando se emite una sentencia, el juzgador debe hacer expresas las razones que
respaldan el fallo al que se ha llegado. Ello, como hemos señalado, es requisito
indispensable para poder apelar, comprender el sentido del fallo,
en líneas generales, para controlar las decisiones del juez.

Ahora bien, hay casos en los que se admite la motivación por remisión, es decir, que
el juez superior, por ejemplo, confirme una sentencia de primera instancia
estableciendo “por sus propios fundamentos” en referencia a la motivación que ha
realizado el “a quo”. El Perú es un país en el que sucede esto, en efecto el artículo 12
de la Ley Orgánica del Poder Judicial señala “Todas las resoluciones, con exclusión
de las de mero trámite, son motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los
fundamentos en que se sustentan, pudiendo éstos reproducirse en todo o en parte sólo
en segunda instancia, al absolver el grado”.

Motivación clara

La motivación clara puede establecerse como imperativo procesal en la medida que


las partes que estos son los destinatarios directos de la resolución de un conflicto ante
el Poder Judicial. Y es que como bien señalan Castillo Alva y otros, la exigencia de
motivar las resoluciones deviene del principio de impugnación, lo que supone que
sea indispensable que las partes conozcan que es lo que se va a impugnar pues de
otra forma el derecho a la defensa de las mismas se vería restringido de modo
irrazonable35.

34
Ibidem, p. 308
35
CASTILLO ALVA. Op. Cit., p. 425
La motivación debe respetar las máximas de la experiencia

Las máximas de la experiencia se constituyen a partir de las reglas de la vida, las


vivencias personales o transmitidas, el sentido común. Todos estos son elementos
que los magistrados deben tomar en cuenta al momento de la elaboración de las
premisas que lo llevaran a una determinada conclusión. Y es que de lo contrario,
existiría un grave defecto de o vicio en la motivación36.

Ahora bien, debemos tener en cuenta que las máximas de la experiencia son
elementos abstractos que se obtienen a partir de elementos constantes en hechos o
experiencias anteriores. Como bien señala Castillo Alva, el alcance de la máxima de
la experiencia dependerá de los medios fácticos que se analizan también se presentan
en los hechos que representan experiencias anteriores para el juzgador37.

La motivación debe respetar los principios lógicos.

En efecto, las resoluciones deben respetar el principio de “no contradicción” por el


cual se encuentra prohibida la afirmación y negación, a la vez, de un hecho, de un
fundamento jurídico, etc. Igualmente, se debe respetar el principio de “tercio
excluido” que señala que “entre dos cosas contradictorias no cabe término medio, es
decir, si reconocemos que una proposición es verdadera, la negación de dicha
proposición es falsa, en ese sentido, no caben términos medios. De otro lado, se debe
respetar el principio de “identidad” cuyo contenido supone que si atribuimos a un
concepto determinado contenido, el mismo no debe variar durante el proceso del
razonamiento38

De otro lado, es necesario mencionar que el TC peruano ha hecho suyas estas dos
clasificaciones de los requisitos de la motivación que acabamos de mencionar. En
efecto, para el TC, la motivación debe ser: clara, lógica y jurídica. Así, ha señalado
que

36
Ibidem, p. 429
37
Ibidem, p. 430
38
Ibidem. pp. 431-443
“La debida motivación debe estar presente en toda resolución que se emita en un
proceso. Este derecho implica que cualquier decisión cuente con un razonamiento
que no sea aparente o defectuoso, sino que exponga de manera clara, lógica y
jurídica los fundamentos de hecho y de derecho que la justifican, de manera tal que
los destinatarios, a partir de conocer las razones por las cuales se decidió en un
sentido o en otro, estén en la aptitud de realizar los actos necesarios para la defensa
de su derecho”

En relación al mismo tema el TC también ha señalado que la motivación debe ser


suficiente y razonable. Al respecto, en la sentencia recaída en los Expedientes N.o
0791-2002-HC/TC y N.° 1091-2002-HC/TC, se afirmó, entre otras cosas, “que la
motivación debe ser tanto suficiente (debe expresar por sí misma las condiciones que
sirven para dictarla y mantenerla) como razonada (debe observar la ponderación
judicial en torno a la concurrencia de todos los factores que justifiquen la adopción
de esta medida cautelar)”.

Asimismo, en el caso de Giuliana LLamoja, el TC hace referencia a las máximas de


la experiencia y los razonamientos lógicos como exigencias de la motivación. En
efecto, “lo mínimo que debe observarse en la sentencia y que debe estar claramente
explicitado o delimitado son los siguientes elementos: el hecho base o hecho
indiciario, que debe estar plenamente probado (indicio); el hecho consecuencia o
hecho indiciado, lo que se trata de probar (delito) y el enlace o razonamiento
deductivo. Este último, en tanto que conexión lógica entre los dos primeros debe
ser directo y preciso, pero además debe responder o sujetarse plenamente a las
reglas de la lógica, a las máximas de la experiencia o a los conocimientos
científicos”.

De otro lado, el TC ha señalado que la congruencia de las resoluciones judiciales


también es un principio que se debe tener en cuenta como requisito de una debida
motivación. En más de una sentencia, el TC señaló que el contenido esencial de la
debida motivación “se respeta siempre que exista congruencia entre lo pedido y lo
resuelto (..)”39.

V. ¿Cuándo se afecta la debida motivación?

39
Tribunal Constitucional Peruano. Sentencia recaída en el expediente. N.º 1230-2002-HC/TC, Exp.
N.º 04228-2005-HC/TC, FJ.1
En los expedientes 3493-2006-PA/TC y en el caso de Giuliana LLamoja, el Tribunal
Constitucional Peruano ha señalado y desarrollado los supuestos en los que se afecta
la debida motivación:

A. inexistencia de motivación o motivación aparente:

A decir del TC, este supuesto se da cuando no hay motivación o cuando esta no da
razones mínimas del sentido del fallo, que no responde a las alegaciones de las
partes, o porque intenta únicamente dar cumplimiento formal de la motivación
(motivación aparente)

B. Falta de motivación interna de razonamiento

Este supuesto ocurre cuando hay incoherencia narrativa en la motivación de tal


forma que no se puede comprender las razones en las que el juez apoya su decisión.
Igualmente, hay falta de motivación interna cuando existe invalidez de una
conclusión a partir de las premisas que ha establecido en juez en la motivación.

C. Deficiencias en la motivación externa

Aquí el TC ha señalado que nos encontramos ante un caso de este tipo cuando las
premisas de las que parte el juez no han sido confrontadas con la validez fáctica (de
los hechos) o jurídica existentes para el caso en concreto.

D. La motivación insuficiente

Se refiere al mínimo de motivación exigible para que la decisión esté motivada


adecuadamente y para que satisfaga el derecho del justiciable y de la sociedad de
conocer las razones que apoyan la decisión judicial40. Por otra parte la suficiencia es
un criterio para evaluar las resoluciones que se encuentran en medio de una
motivación completa y una motivación inexistente41.

E. La motivación sustancialmente incongruente

40
Ibidem, p.350-351
41
Ibidem, p. 350-351
Los órganos judiciales están obligados a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que han sido planteadas, sin ir más allá de lo
solicitado por las partes, otorgar algo distinto a lo solicitado por las partes, u omitir
pronunciarse sobre algún pedido de las partes.

Esto último debe matizarse con el principio “iura novit curia” (el juez conoce el
derecho) que establece que órgano jurisdiccional competente debe aplicar el derecho
que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya
sido erróneamente. A decir del TC, “esta actuación no representará una
extralimitación de las facultades del juez, siempre que éste proceda de conformidad
con los fines esenciales de los procesos”.42

VI. Procesos constitucionales para proteger el derecho a la debida motivación

En el Estado Constitucional, el reconocimiento de derechos fundamentales dentro de


los textos constitucionales necesariamente implica la creación de mecanismos o
procesos constitucionales para la defensa de dichos derechos y, en fin de cuentas, del
carácter vinculante de la Constitución43. Ahora bien, cuando hablamos del derecho a
la debida motivación de las resoluciones judiciales, nos encontramos frente a un
derecho de rango constitucional y por tanto el mismo tendría que ser objeto de
protección por medio de los procesos constitucionales consagrados en la
Constitución y el Código Procesal Constitucional.

En efecto, cuando realizamos un análisis sobre el tipo de proceso constitucional que


corresponde aplicar cuando se vulnera el derecho a la debida motivación, en primer
término pensamos en el proceso de amparo. Y es que este tipo de proceso, se
encuentra destinado a proteger los derechos reconocidos en la constitución con
excepción del derecho a la información que es protegido por el proceso de habeas
data, y el derecho a la libertad personal y derechos conexos, objeto de protección de
los procesos de habeas corpus.

En concreto, en el ordenamiento peruano, la Constitución ha establecido en el


artículo 200 inciso 2 que “la Acción de Amparo, que procede contra el hecho u

42
Tribunal Constitucional Peruano, Exp. N.° 7022-2006-PA/TC, FJ.10
43
Los procesos constitucionales también pueden denominarse garantías de la propia constitución en la
medida que son mecanismos destinados a asegurar la observancia, aplicación y estabilidad de la ley
Fundamental. GOMEZ CANOTILHO. Directo Constitucional e Teoria de Constitución, Almedina,
Coimbra, 2005, p. 859-860
omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o
amenaza los demás derechos reconocidos por la Constitución (…)

Así, cabría decir que existe la posibilidad de que las resoluciones judiciales puedan
ser cuestionadas en un proceso de amparo por la vulneración de derechos
constitucionales, pero ello ha sido cuestión ampliamente debatida, principalmente
porque el artículo 200, 2 también señala que “(…) No procede contra (…)
resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular”.

Frente a ello, el TC ha sentado jurisprudencia sobre el tema en cuestión en el sentido


de admitir este supuesto, todo ello sobre la base de la interpretación de los
dispositivos constitucionales y legales que abordan el tema. Al respecto de como
debe leerse o entenderse este dispositivo, el TC considera inadmisible que el artículo
200,2 de la Constitución pueda significar o interpretarse como una limitación a la
competencia rationae materia del amparo contra resoluciones judiciales44.

En ese sentido, debemos descartar el supuesto que niega la posibilidad del amparo
contra resoluciones judiciales, por el contrario debemos situarnos en el caso de un
supuesto limitado en la medida que se prohíbe el amparo contra resoluciones de
procesos regulares45, más no de fallos emitidos dentro de un proceso judicial
irregular. Con ello quedaba como interrogante la definición de lo que es un proceso
irregular y se establecía una puerta de entrada para la procedencia de los amparos
contra resoluciones judiciales.

Ahora bien, sobre el punto, se ha pasado de reconocer que una resolución emanada
de procedimiento irregular se refería “a aquella que afectaba al debido proceso o la
tutela jurisdiccional efectiva, derechos reconocidos en el 139, 3 de la
Constitución”46, a la tesis que señala que una resolución irregular es aquella en la
cual se afecta cualquier derecho fundamental.

44
Tribunal Constitucional Peruano. Exp N° 3179-2004-AA/TC, FJ. 14
45
Sobre la definición de proceso regular, el TC ha señalado que “La existencia de un "procedimiento
regular" se encuentra relacionada con la existencia de un proceso en el que se hayan respetado
garantías mínimas tales como los derechos al libre acceso a la jurisdicción, de defensa, a la prueba,
motivación, a la obtención de una resolución fundada en Derecho, la pluralidad de instancias, al plazo
razonable del proceso, a un juez competente, independiente e imparcialidad, entre otros derechos
fundamentales”, Exp. N.º 5374-2005-PA/TC, FJ.6
46
La admisión de esta tesis en el ordenamiento peruano se ve reflejada en el artículo 4 del Código
Procesal Constitucional que a la letra señala:” El amparo procede respecto de resoluciones judiciales
En el caso Apolonia Collca, el TC afirmó que atendiendo a la eficacia vertical de los
derechos fundamentales, es decir, a la vinculación de los derechos hacia cualquiera
de los poderes, y en general, órganos públicos, “la tesis según la cual el amparo
contra resoluciones judiciales procede únicamente por violación del debido proceso o
la tutela jurisdiccional efectiva, confirma la vinculatoriedad de dichos derechos en
relación con los órganos que forman parte del Poder Judicial. Pero constituye una
negación sobre la vinculatoriedad de los “otros” derechos fundamentales que no
tengan naturaleza de derechos fundamentales procesales”47

Así, el TC ha admitido la procedencia de los amparos contra resoluciones judiciales


para la afectación de cualquier derecho constitucional pues todos esos casos
configurarían un proceso irregular. Otro de los argumentos utilizados por el TC es
que atendiendo a los artículos 1.1 y 1.2 de la Convención Derechos Humanos y a la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, los estados tienen
la obligación de ofrecer a las personas sometidas a su jurisdicción, un recurso
judicial efectivo contra actos violatorios de sus derechos fundamentales48. A decir
del ordenamiento peruano, este recurso se configura a través del amparo.

Igualmente, de una lectura del artículo 25.1 de la Convención, referido al derecho a


un recurso sencillo y rápido que amparen a la persona contra las violaciones a sus
derechos, quedaría claro que no hay derecho fundamental que no pueda ser objeto de
protección por parte del Estado en toda circunstancia, sin excepción alguna.

Caso Llamoja: Habeas Corpus contra resoluciones judiciales

De otro lado, también es posible presentar una demanda de hábeas corpus en tanto se
pretenda proteger el derecho a la libertad y derechos conexos, caso en el que calza la
debida motivación de las resoluciones judiciales en tanto la misma es también una
manifestación del derecho al debido proceso y en determinadas circunstancias su
contenido se ve afectado al igual que el derecho a la libertad.

Al respecto, el CPC, señala en el artículo 4 que “el hábeas corpus procede cuando
una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y la

firmes dictadas con manifiesto agravio a la tutela procesal efectiva, que comprende el acceso a la
justicia y el debido proceso (…)”
47
Tribunal Constitucional Peruano. Exp N° 3179-2004-AA/TC, FJ. 18
48
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva 9/87, párrafo 23. Citado en
Sentencia recaída en Exp. 3179-2004-AA/TC, FJ.19
tutela procesal efectiva”. En términos concretos sin embargo, esta disposición del
CPC no implica o no habilita a que todas las resoluciones puedan ser objeto de
control por el proceso constitucional de hábeas corpus. En efecto, el TC ha señalado
que solo podrán ser evaluadas “(…) aquellas resoluciones judiciales firmes que
vulneren en forma manifiesta la libertad individual y los derechos conexos a ella, lo
que implica que el actor, frente al acto procesal alegado de lesivo previamente haya
hecho uso de los recursos necesarios que le otorga la ley (…)”49.

Y es que, si luego de obtener una resolución judicial firme no ha sido posible


conseguir en vía judicial la tutela del derecho fundamental presuntamente vulnerado
(libertad individual y conexos a ella), quien dice ser afectado respecto a este derecho,
podrá acudir al proceso constitucional, a efectos de buscar su tutela.

Ahora bien, un ejemplo clásico de la procedencia de hábeas corpus contra


resoluciones judiciales lo encontramos en los procesos penales que determinan la
pena privativa de la libertad como consecuencia de la afectación a la tutela efectiva o
al debido proceso. En ese sentido, el CPC habilita a que cuando se restringe el
ejercicio del derecho a la libertad individual tras el dictado en forma definitiva de
una sentencia condenatoria a pena privativa de la libertad, se habilita la posibilidad
que el justiciable evalúe la legitimidad de los actos judiciales invocados como
lesivos50. El caso de Giuliana Llamoja es una muestra concreta de este supuesto.

VII. Canon para el control constitucional de las resoluciones judiciales en el


caso Llamoja

Según la doctrina reiterada del Tribunal Constitucional, tanto en el caso Apolonia


Collca, en el de Giuliana LLamoja, entre otros, se ha establecido un examen para el
control constitucional de las resoluciones judiciales ordinarias el cual que se basa en
la realización de un examen de razonabilidad; en segundo lugar, por el examen de
coherencia; y, finalmente, por el examen de suficiencia:

Examen de razonabilidad.– Por el examen de razonabilidad, el Tribunal


Constitucional debe evaluar si la revisión de todo el proceso judicial ordinario es

49
Tribunal Constitucional Peruano. Exp N° 00728-2008-PHC/TC, FJ. 3
50
Ibidem, FJ. 3
relevante para determinar si la resolución judicial que se cuestiona vulnera el derecho
fundamental que está siendo demandado.

Examen de coherencia o racionalidad.– El examen de coherencia exige que el


Tribunal Constitucional precise si el acto lesivo del caso concreto se vincula
directamente con el proceso o la decisión judicial que se impugna; de lo contrario no
estaría plenamente justificado el hecho de que el Tribunal efectúe una revisión total
del proceso ordinario, si tal revisión no guarda relación alguna con el acto
vulneratorio.

Examen de suficiencia.– Mediante el examen de suficiencia, el Tribunal


Constitucional debe determinar la intensidad del control constitucional que sea
necesaria para llegar a precisar el límite de la revisión del proceso judicial ordinario,
a fin de cautelar el derecho fundamental demandado.

Ahora bien, conviene señalar que si bien ha sido referido por el Tribunal para el caso
de procesos de amparo contra resoluciones judiciales, también resulta aplicable en el
caso de procesos constitucionales de hábeas corpus, donde se precisa el objeto y la
medida de la revisión del fondo y la forma del fallo judicial ordinario51.

Asimismo conviene indicar que el canon de revisión en mención no supone que el


juez constitucional será una cuarta instancia judicial, pues eso atentaría contra el
principio de cosa juzgada. En efecto, el juez solo podrá evaluar, al amparo de este
canon, si el juez del Poder Judicial ha actuado respetando los derechos de las partes
procesales, para que cuando no suceda esto se repongan las cosas al estado anterior.
El amparo contra resoluciones judiciales no controla el fondo de la decisión, es decir,
si un contrato es valido o si hay comisión o no de delito, sino únicamente si el
proceso ha sido sancionado con las debidas garantías52.

VIII. La debida motivación en el caso Llamoja

En uno de los extremos de la demanda presentada por Giuliana LLamoja, se solicitó


la nulidad de su sentencia condenatoria de fecha 26 de julio de 2006, y su
confirmatoria mediante ejecutoria suprema de fecha 22 de enero de 2007, ambas
51
Tribunal Constitucional Peruano. Exp. N.° 02022-2008-PHC/TC
52
Tribunal Constitucional Peruano. Exp. N.°5374-2005-PA/TC, FJ. 6
recaídas en el proceso penal que se le siguió por el delito de parricidio (Exp. N.º
3651-2006) en las esferas del Poder Judicial.

A decir de la demandante, se habría afectado su derecho a la debida motivación de


las resoluciones judiciales en la medida que la sentencia condenatoria como su
confirmatoria mediante ejecutoria suprema se basaron principalmente en: a) criterios
irracionales e ilógicos (razonamientos absurdos), ilegales, sostenidos en falacias,
hechos falsos, falsa motivación (sesgada, subjetiva, falaz, etc.); entre otros. Al
respecto, el TC declaró fundada esta parte del petitorio de la demanda. Para ello se
basó en el análisis de las resoluciones judiciales impugnadas y determinó que en
efecto se había afectado el derecho a la debida motivación.

El TC ha señalado en concreto que se afecta el derecho a la debida motivación en la


medida que la Ejecutoria Suprema habría incurrido en falta de corrección narrativa,
que no permitía establecer la realidad de los hechos, o más bien los invertía – en
referencia a la contradicción de la sentencia cuando se señala en un primer momento
que la occisa tomó un cuchillo y luego en otro fundamento, que la occisa tomó un
arma de menor peligrosidad-.

Igualmente, el TC indica que la Ejecutoria Suprema tiene falta de correción lógica en


la medida que establece que existe desproporcionalidad en las heridas (4 de la
procesada frente a 60 de la occisa). En efecto, se ha indicado que la Ejecutoria“se
basa más en criterios cuantitativos antes que en aspectos cualitativos como sería de
esperar [más aún, si se trata de una sentencia condenatoria que incide en la libertad
personal], permitiendo calificar de manera indebida los criterios cuantitativos como
supuestos jurídicamente no infalibles, lo que es manifiestamente arbitrario; pues, en
efecto, puede ocurrir todo lo contrario, que quien presente menos heridas sea en
realidad el sujeto pasivo del delito de parricidio (incluso con una sola herida), y que
quien presente más heridas en el cuerpo sea en puridad el autor de dicho ilícito; de lo
que se colige que estamos ante una inferencia inmediata indeterminada o
excesivamente abierta, que da lugar a más de un resultado posible como
conclusión”53.

53
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. 0728-2008-PHC/TC
Asimismo, esta sentencia nos parece relevante en la medida que se hace referencia a
la obligación del juez penal de motivar o hacer expresa la valoración de la prueba54,
en este caso la prueba indiciaria o la prueba por indicios (prueba indirecta). Ello es
importante en tanto, la regla general según Marina Gascón, es que la necesidad de
motivar las sentencias se ha convertido ya en una exigencia incontestable dentro del
Estado Constitucional, no obstante ello, “la cultura de la motivación ha encontrado y
aún encuentra una especial resistencia en el ámbito de la prueba”55.

En efecto, continúa la autora señalado que “el juicio de hecho parece haber
pertenecido durante mucho tiempo”56: 1- “al ámbito de las cuestiones jurídicas no
problemáticas, por lo que la motivación aparece como innecesaria” 57; o 2.- “”A una
"zona de penumbra" donde reina el arbitrio judicial, por lo que la motivación sólo
puede ser concebida como racionalización a posteriori de una decisión que se ha
tomado al margen de cualquier proceso racional de valoración de los hechos de un
caso en concreto””58.

Sin embargo, esta concepción descrita por Gascón es la tesis que ni ella admite, ni
nuestro tribunal acepta. El TC peruano se adscribe a la teoría que señala que por
mucho que la convicción de la prueba sea individual, ello no significa que el juez no
pueda motivar su valoración de la prueba, ello en la medida que el acto de valoración
no es irracional. Como bien dice Michele Taruffo, el juez está obligado a
“JUSTIFICAR su decisión, exponiendo las razones en forma de argumentaciones
racionalmente válidas e intersubjetivamente correctas59. Pero incluso si la valoración
fuera irracional, el juez debe encontrar argumentos aceptables que legitimen su
decisión hacia afuera60

54
La prueba judicial es un juicio sobre la ocurrencia de hechos (generalmente hechos del pasado que
no han sido presenciados por el juzgador)
55
GASCÓN ABELLÁN, Marina. La prueba judicial: valoración racional y motivación, en:
http://www.uclm.es/postgrado.derecho/_02/web/materiales/filosofia/Prueba.pdf
56
Ibidem
57
Ibidem
58
Ibidem
59
TARUFFO, Michele. Algunos comentarios sobre la valoración de la prueba, en:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01482529890165929650035/discusiones3/discus
iones_07.pdf
60
Ibidem
En el caso en cuestión, el TC señala que si bien la prueba indiciaria se encuentra
permitida en el proceso penal, el juez debe explicitar el RAZONAMIENTO
LÓGICO por medio del cual llegó a dicha conclusión. En ese sentido, el TC está
señalando que el juez se encuentra obligado a efectuar una debida motivación
respecto a los fundamentos de hecho que conllevan a que tome una decisión al
respecto sobre la autoría de la imputada en relación al delito de parricidio.

Resulta interesante también que desde una perspectiva constitucional, el TC haya


señalado que la prueba indiciaria, y en general el juicio o razonamiento que se haga
de los hechos del caso debe ser fundamentado y justificado de tal forma que el
justiciable conozca si su caso ha sido analizado a la luz de criterios razonables y
aceptables dentro del ordenamiento. Sobre el punto, el TC en el fundamento jurídico
28, señala que “no se puede establecer la responsabilidad penal de una persona y
menos restringir la efectividad de su derecho fundamental a la libertad personal a
través de la prueba indiciaria, si es que no se ha señalado debidamente y con total
objetividad el procedimiento para su aplicación”.

Asimismo, en relación a la prueba indiciaria, el TC ha establecido algunas reglas. En


principio ha señalado que el razonamiento lógico a seguir en la prueba indiciaria es
la de: HECHO INICIAL-MAXIMA DE LA EXPERIENCIA-HECHO FINAL; o
HECHO CONOCIDO-INFERENCIA LÓGICA-HECHO DESCONOCIDO. Todo
ello luego debe ser explicitado para colmar la exigencia de motivación.

Y es que tratándose de una prueba indiciaria, que puede determinar la privación de la


libertad de un individuo, el juzgador debe explicitar el hecho base indiciario, el
hecho consecuencia y el enlace o razonamiento que coadyuva a llegar del indicio a la
conclusión. En el mismo sentido el TC refuerza su argumentación a lo señalado, en
terminos análogos por el TC Español, y por nuestra Corte Suprema que
expresamente ha indicado que “en lo atinente a la inducción o inferencia, es
necesario que sea razonable, esto es, que responda plenamente a las reglas de la
lógica y la experiencia, de suerte que de los indicios surja el hecho consecuencia y
que entre ambos exista un enlace preciso y directo”61.

61
Tribunal Constitucional Peruano. Exp. N° 0728-2008-PHC/TC, FJ 8 y 9., FJ. 31
Finalmente, es importante que el TC aborde estos temas, como lo referido a la
motivación en la prueba indiciaria, en tanto ello garantizará de una mejor manera los
derechos de los individuos en el marco de un proceso penal. En otro sentido, es
relevante mencionar que en relación a los amparos y habeas corpus contra
resoluciones judiciales, existen ya diversos temas que hemos abordado aquí respecto
de los cuales el TC ha ido sentando posición. Sin duda, todavía hay mucho por
desarrollar en relación al control de resoluciones judiciales que afectan la debida
motivación, pero ya tenemos importantes avances

PRCEDENTES DE JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


VINCULANTE DE ACCION DE HABEAS CORPUS:

1. “El Hábeas corpus: Es empleado para denunciar mora en el proceso Judicial u


otras violaciones al debido proceso o a la tutela judicial efectiva; es decir,
cuando se mantenga indebidamente la privación de la libertad de una persona
o se demore la determinación jurisdiccional que resuelva la situación personal
de un detenido.
“Que, el tercer párrafo del Art. 9° del Pacto Internacional de Derecho Civiles
y Politicos, aprobado mediante Decreto Ley N° 22128, dispone en Toda
Persona detenida o presa a causa de una infracción penal tiene derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad….”
(Exp. N° 2663-2003-HC/TC CONO NORTE DE LIMA, 23/03/04, S1, FJ.6)

2. “Al respecto, el Articulo 8.1 de la Convención Americana de Derechos


Humanos dispone que toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente.
Sobre este derecho la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
establecido, en criterio que compartimos, que el derecho al plazo razonable
tiene como finalidad impedir que los acusados permanezcan largo tiempo
bajo acusación y asegurar que ésta se decida prontamente (Caso Suarez
Rosero contra Ecuador, sentencia sobre el fondo de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, Fundamento 70).
(EXP. N° 5291-2005-PHC/TC LIMA, 21/10/05, Pub. 22.11.2005. S1, FJ.5)
(SENTENCIA: REPARACIONES C.I.D.H. CASO SUAREZ ROSERO
CONTRA ECUADOR SENTENCIA: Pub. 20.01.1999).

PRINCIPIOS PROCESALES CONSTITUCIONALES:


1.- PRINCIPIO IN DUBIO PRO REO: “Es un principio universal que se encuentra
regulado en el art. 139 Inc. 11 de la Constitucion Politica del Estado; en el que “LA
DUDA FAVORECE AL REO”, después de agotar todos los medios de prueba. Su
valor se refiere a que: “ES MEJOR DEJAR SIN CASTIGO, QUE CONDENAR A
UN INOCENTE”.
2.- PRINCIPIO DEL DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL: “El Art.
139°.3 de la ley fundamental también incorpora esta garantía especifica en el
conjunto de la reglas genéricas de protección del ciudadano en el curso de un proceso
judicial. Es un derecho fundamental de contenido múltiple que posibilita el Derecho
de acceso la justicia, a obtener una resolución de fondo fundada en derecho y a que
se ejecuten las resoluciones (Cfr.: Victor Moreno Catena. Ob. Cit. Págs. 220/222).
3.- PRINCIPIO DEL DERECHO A LA DEFENSA: “El Art. 139°, 14 de la
Constitución reconoce “El principio de no ser privado del derecho de defensa en
ningún estado del proceso. Toda persona será informada inmediatamente y por
escrito de la causa o las razones de su detención. Tiene derecho a comunicarse
personalmente con un defensor de su elección y a ser asesorada por éste desde que es
citada o detenida por cualquier autoridad”
La finalidad del derecho de Defensa del imputado es hacer valer con eficacia el
Derecho a la libertad, la necesidad de contradicción efectiva exige reconocer un
cuadro de garantías procesales que limiten la actividad de la Acusación del órgano
jurisdiccional. Los Arts. 14°.3 del Pacto y 8°.2 de la Convención Americana
reconocen los siguientes derechos, además derecho a ser informado detalladamente
de los cargos y de defenderse asistido por un defensor –sea de elección o
proporcionado por el Estado-: a) de que se designe un interprete en caso no se
comprenda el idioma; y b) de contar con el tiempo y los medios adecuados para la
preparación de su defensa. Los demás derechos instrumentales glosados en dichos
instrumentos internacionales guardan relación con el debido proceso (derecho a ser
juzgado sin dilaciones indebidas, a la no autoincriminación y a utilizar la prueba
pertinente), en cuanto garantía genérica, y el derecho al recurso en cuanto garantía
especifica.

4.- PRINCIPIO DEL DERECHO A UN JUEZ IMPARCIAL: “La imparcialidad


judicial garantiza una limpia e igualitaria contienda procesal, permite al Juez
desempeñar un papel super partes. Moreno Catena señala que la independencia
respecto de las partes y del objeto litigioso significa imparcialidad, es decir, ausencia
de todo interés para la Resolución del litigio que no sea la estricta aplicación del
ordenamiento jurídico (ob. Cit. Pág. 82). Como es obvio, esta imparcialidad puede
verse afectada a) por razones de parentesco o situaciones asimiladas; b) por razones
de amistad o enemistad; y c) por razones de interés, de incimpatibilidad o de
supremacía.
Se exige que el Juez esté en una posición alejada del conflicto que debe decidir; no
ha jurisdicción sin esa lejanía. Para evitar estas situaciones la ley prevé las causales
de abstención y de Recusación: si el Juez no se aparta del proceso motu proprio, las
partes tiene el derecho de proponer su apartamiento.

5.- PRINCIPIO DEL DERECHO A SER JUZGADO SIN DILACIONES


INDEBIDAS: “El Derecho de todo ciudadano –a todos los que sean parte en el
proceso penal –a un proceso sin dilaciones indebidas o a que su causa sea oída dentro
de un plazo razonable o sin retrazo, es un derecho fundamental de naturaleza
reaccional que se dirige a los órganos judiciales, creando en ellos la obligación de
actuar en un Plazo razonable el ius puniendo o reconocer y, en su caso, restablecer
inmediatamente el Derecho a la Libertad. La lenta reacción judicial, sin justificación,
origina y propicia, según explica De Vega Ruiz, una causa o motivo en cierto sentido
de despenalización porque el reproche judicial viene ya viciado por extemporáneo
cuando la Justicia tardia no es Justicia nunca (Proceso Penal y Derechos
Fundamentales desde la perspectiva jurisprudencia. ED. Colex. Madrid 1994. Pág.
123).

6.- PRINCIPIO DE LIBRE VALORACION DE LA PRUEBA EN EL PROCESO


PENAL.- que corresponde actuar a los Jueces y Tribunales; que la Sentencia
Condenatoria se fundamente en auténticos hechos de prueba, y que la actividad
probatoria sea suficiente para generar en el Tribunal de la existencia no solo del
hecho punible, sino también la responsabilidad penal que en él tuvo el acusado y así
desvirtuar la presunción”.
(EXP. N° 618-2005-HC/TC LIMA, 08/03/05, Pub. 04.08.2005, s1, FJ. 22)

OTROSI DIGO .- Al amparo del Art.290 de la Ley Orgánica del Poder Judicial el
suscrito firma en representación de su patrocinado

POR TANTO:
Pido a usted señor Presidencial, se sirva concederme el RECURSO DE AGRAVIO
CONSTITUCIONAL contra la sentencia de la Sala Penal Superior y tener por
expuesto mis fundamentos y agravios, rogándole elevar los autos oportunamente al
Tribunal Constitucional dentro del término de Ley, donde espero alcanzar justicia

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