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Escrito N°:0
SUMILLA: INTERPONGO RECURSO
DE AGRAVIO CONSTITUCIONAL
y otros
Que, los fines esenciales de los Procesos Constitucionales son las de garantizar la
primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos Constitucionales.
El Proceso Constitucional de Hábeas Corpus tiene por finalidad proteger los Derechos
Constitucionales reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de
violación de un derecho Constitucional; asimismo, procede cuando una resolución
judicial firme vulnera en forma manifiesta la LIBERTAD INDIVIDUAL.
instancia no pueden ser revaloradas por el Ad quem, lo que significa que este
prueba pericial1".
5.15. Aunado a ello, esta Sala Suprema al emitir la Casación N° 05-2007- Huaura,
la conclusión o valoración dada por el Ad quo. Ello, desde luego, reduce el criterio
fiscalizador del Tribunal de Apelación, pero no lo elimina. Agrega que en los casos
de
realizada por el Ad qua y. que tiene que ver con aquello que la doctrina comparada
denomina "zonas abiertas". Las zonas opacas son los datos expresados por los
testigos
Las zonas abiertas, sin embargo, son aspectos relativos a la estructura racional del
experiencia y los conocimientos científicos. Este último caso puede darse cuando el
Juez Ad qua asume como probado un hecho: Es apreciado como manifestó error de
por una de las versiones, siempre y cuando explicite los motivos por los cuales se
que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia.
de la experiencia.
5.17. En esa línea, que el Juzgador de primera instancia cometa un error al valorar la
Ad quem realice una revaloración de la prueba valorada por aquel; siendo que la
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tenga entidad suficiente para enervar el status de inocencia del encausado, previsto
en
el apartado e) del inciso veinticuatro del artículo dos de la Constitución Política del
Estado.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que las máximas de la experiencia son
elementos abstractos que se obtienen a partir de elementos constantes en hechos o
experiencias anteriores. Como bien señala Castillo Alva, el alcance de la máxima de
la experiencia dependerá de los medios fácticos que se analizan también se presentan
en los hechos que representan experiencias anteriores para el juzgador1.
c).- Que, los fines esenciales de los Procesos Constitucionales son las de garantizar la
primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos Constitucionales.
1
d).- El Proceso Constitucional de Hábeas Corpus tiene por finalidad proteger los
Derechos Constitucionales reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o
amenaza de violación de un derecho Constitucional; asimismo, procede cuando una
resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la LIBERTAD INDIVIDUAL.
Al respeto, tengo que rechazar dicho Fundamento, debido a que el Juez Penal de
Lima o A-quo, está justificando para no amparar la Demanda de Habeas Corpus, en
el sentido que “Nuestro Tribunal Constitucional, tiene dispuesto que el Habeas
Corpus no tiene por objeto convertir a las instancias de la justicia constitucional en
supra instancias de la justicia ordinaria, sino como, se infiere de la propia
constitución, proteger únicamente derecho constitucionales”; sobre el particular debo
objetar con un “p e r o” en el presente caso, habida cuenta de que en se han
establecido
Estoy recurriendo al Tribunal Constitucional como órgano de control de la
Constitución Política y como órgano de protección de los Derechos Constitucionales
de la persona humana.
FUNDAMENTOS DE DERECHO:
CONSTITUCION POLITICA:
Creemos que abordar este tema es importante porque el TC, de forma reiterada, ha
venido conociendo amparos o habeas corpus contra resoluciones judiciales y en ese
sentido, es importante sistematizar la información sobre el tema a partir de dichos
fallos, analizarlos a la luz de la doctrina y finalmente que la comunidad jurídica tenga
presente la forma en como se viene entendiendo el funcionamiento y la procedencia
del amparo contra resoluciones judiciales, así como las exigencias mínimas de una
debida motivación.
2
COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. La motivación de las sentencias, sus exigencias
constitucionales y legales, Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, p. 39
3
Es importante hacer una diferencia entre el término “justificación” y el término “explicación”. A
diferencia del primer término, este último se refiere a colocar de manifiesto las razones que explican
o informan el porque de el juez ha adoptado una decisión, indicar los antecedentes que llevan a su
adopción, por eso no pretende convencer a los destinatarios, ni la aceptación de los mismos
basta entonces que se explique cual ha sido el proceso psicológico, sociológico para
llegar a la decisión sino demostrar o poner de manifiesto que las razones por las que
se tomo una decisión son aceptables desde la óptica del ordenamiento.4
4
COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. Op. Cit, p. 38, citando a NIETO. El arbitrio judicial, Ariel,
Barcelona, 2000, p.154
5
Tribunal Constitucional Español. STC 24/1990. En Colomer, Op. Cit, p.38
6
Tribunal Constitucional Peruano. Exp. N.º 03283-2007-PA/TC, FJ.3
debemos entenderlo en los dos sentidos mencionados. Y es que la debida motivación
de las resoluciones se constituye como un punto esencial del Estado Constitucional
de Derecho en ambos sentidos, en la medida que coadyuva a garantizar otros
derechos de los justiciables y algunos principios fundamentales de la actividad
jurisdiccional, así como controlar que la actividad jurisdiccional no sea arbitraria ni
abuse del poder.
7
Ibidem, pp. 60-71. Colomer señala que “(…) el paso del Antiguo Régimen al diseño liberal ha tenido
su vértice en la sumisión del juez a la ley, y esta a su vez ha sido garantizada por la necesidad de
justificación de las decisiones judiciales”, p. 71
8
MILLIONE, Cirio. El derecho a obtener una resolución de fondo en la jurisprudencia del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos y del Tribunal Constitucional Español, p. 16
Igualmente, la obligación de motivar se constituye como límite a la arbitrariedad del
juez, permite además constatar la sujeción del juez a la ley y que las resoluciones del
juez puedan ser objeto de control en relación a si cumplieron o no con los requisitos
y exigencias de la debida motivación9.
9
COLOMER. Op. Cit. p. 96
10
Ibidem. p. 97
11
Tribunal Constitucional Peruano, Exp. 8125-2005-PHC/TC, FJ 11, Exp. N.° 7022-2006-PA/TC, FJ.8
12
Tribunal Constitucional Español. STC 109/1992, fundamento jurídico 3
Ahora bien, el derecho a la motivación de las sentencias se deriva del derecho al
debido proceso. En efecto, si realizamos una interpretación sistemática entre el
artículo 139, 5 y el artículo que puede leerse de la siguiente manera, “la obligación
de motivar las resoluciones, puesta en relación con el derecho al debido proceso,
comprende el derecho a obtener una resolución debidamente motivada”13.
En efecto, en otra de las sentencias el TC ha indicado que “no de los contenidos del
derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente
deducidas por las partes en cualquier clase de proceso”15.
13
COLOMER. Op. Cit, p. 93
14
Tribunal Constitucional Peruano, Exp. N° N. º 02424-2004-AA/TC
15
Tribunal Constitucional Peruano , Exp. N.° 8125-2005-PHC/TC, FJ. 11
16
Tribunal Constitucional Peruano, Exp. N° 05401-2006-PA/TC, FJ. 3; Tribunal Constitucional
Peruano, Exp. N° 0728-2008-PHC/TC, FJ. 8.
17
Tribunal Constitucional Peruano. Exp. N° 0728-2008-PHC/TC, FJ 8 y 9.
III. Fines o funciones del derecho a la debida motivación
Los fines de la debida motivación tienen efectos fuera y dentro del proceso. En una
dimensión endoprocesal, la motivación busca en principio que las partes conozcan
los fundamentos y razones determinantes de la decisión judicial lo que llevará o
permitirá que posteriormente tengan la posibilidad de impugnarla cuando no están de
acuerdo con lo sentenciado por le juez. En el mismo sentido, la dimensión
endoprocesal cumple la función de generar autocontrol en el juez al momento de
decidir, con lo cual el juez debe controlar el sentido y alcance de su decisión y la
forma en que justifica la misma18. Finalmente, esta dimensión explicita que la
motivación constituye una garantía de control que los órganos jurisdiccionales
superiores realizan en relación al juez de instancia inferior19
De otro lado, la motivación de las resoluciones judiciales, como bien señala Cruz
Silva, citando a un autor colombiano, “la exposición clara y coherente de los motivos
de la decisión judicial abunda en la construcción visible de las líneas
18
COLOMER. Op. Cit., p.135
19
Ibidem, p. 136
jurisprudenciales que, a la larga, fomenta el posicionamiento del Poder Judicial como
un verdadero Poder del Estado”20
Una sentencia judicial debe basarse una motivación fundada en derecho, es decir,
que vaya en concordancia con el derecho y los valores y principios consagrados en el
ordenamiento jurídico. Por ello es que, como señala Colomer, podemos solicitar o
exigir al juzgador razonabilidad y racionalidad en su decisión24, así como establecer
determinados criterios que los jueces deben tomar en cuenta al momento de motivar
una sentencia.
Sobre este segundo aspecto, el autor precisa los siguientes sub requisitos: Primero,
que la decisión sea fruto de una aplicación racional del sistema de fuentes del
ordenamiento jurídico; es decir, evaluar que la norma seleccionada sea vigente,
válida y adecuada a las circunstancias del caso; que tal norma haya sido
correctamente aplicada y que la interpretación que se le haya otorgado sea válida
(adecuada utilización de los criterios hermenéuticos, interpretación judicial y
principio de legalidad)26. En segundo lugar, se analiza que la motivación respete los
derechos fundamentales (aquí, será relevante la interpretación realizada tanto el TC
como la Corte Interamericana de Derechos Humanos y toda aquella interpretación
que se siga de los principios especiales que asisten a este tipo de derechos, como el
de desarrollo progresivo, y el motivación cualitativa en casos de restricción, por
ejemplo)27. En tercer lugar, está la adecuada conexión entre los hechos y las normas
que justifican la decisión28.
25
SILVA DEL CARPIO, Cruz. Op. Cit
26
Ibidem
27
Ibidem
28
Ibidem
29
Colomer, Op. Cit 295
gramaticales, errores de ortografía, errores sintácticos que presenten tal grado de
incoherencia que impiden la adecuada compresión para el auditorio técnico y
general-.
Asimismo, la coherencia externa supone que el juez se encuentra vinculado por sus
decisiones previas en casos análogos. Esto, dice Colomer, se sustenta en la vocación
de “universalización” en la adopción de una sentencia, que luego condicionará al
juez para la solución de casos similares posteriores. Esto busca asegurar que el juez
optó por la decisión correcta o que más se adecua al derecho, la cual será luego
universalizable.
30
Ibidem, p. 296
31
Ibidem, p. 296
32
Ibidem, p.297
33
Ibidem., p. 302
racionales y coherentes pero que las mismas puedan ser irrazonables. La
razonabilidad según este autor tiene que ver con la aceptabilidad de la decisión por el
común de las personas y el auditorio técnico34.
De otro lado, otro sector de la doctrina señala que los requisitos de la adecuada
motivación son: que la motivación sea expresa, clara, que respete las máximas de la
experiencia, y que respete los principios lógicos.
Motivación expresa
Cuando se emite una sentencia, el juzgador debe hacer expresas las razones que
respaldan el fallo al que se ha llegado. Ello, como hemos señalado, es requisito
indispensable para poder apelar, comprender el sentido del fallo,
en líneas generales, para controlar las decisiones del juez.
Ahora bien, hay casos en los que se admite la motivación por remisión, es decir, que
el juez superior, por ejemplo, confirme una sentencia de primera instancia
estableciendo “por sus propios fundamentos” en referencia a la motivación que ha
realizado el “a quo”. El Perú es un país en el que sucede esto, en efecto el artículo 12
de la Ley Orgánica del Poder Judicial señala “Todas las resoluciones, con exclusión
de las de mero trámite, son motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los
fundamentos en que se sustentan, pudiendo éstos reproducirse en todo o en parte sólo
en segunda instancia, al absolver el grado”.
Motivación clara
34
Ibidem, p. 308
35
CASTILLO ALVA. Op. Cit., p. 425
La motivación debe respetar las máximas de la experiencia
Ahora bien, debemos tener en cuenta que las máximas de la experiencia son
elementos abstractos que se obtienen a partir de elementos constantes en hechos o
experiencias anteriores. Como bien señala Castillo Alva, el alcance de la máxima de
la experiencia dependerá de los medios fácticos que se analizan también se presentan
en los hechos que representan experiencias anteriores para el juzgador37.
De otro lado, es necesario mencionar que el TC peruano ha hecho suyas estas dos
clasificaciones de los requisitos de la motivación que acabamos de mencionar. En
efecto, para el TC, la motivación debe ser: clara, lógica y jurídica. Así, ha señalado
que
36
Ibidem, p. 429
37
Ibidem, p. 430
38
Ibidem. pp. 431-443
“La debida motivación debe estar presente en toda resolución que se emita en un
proceso. Este derecho implica que cualquier decisión cuente con un razonamiento
que no sea aparente o defectuoso, sino que exponga de manera clara, lógica y
jurídica los fundamentos de hecho y de derecho que la justifican, de manera tal que
los destinatarios, a partir de conocer las razones por las cuales se decidió en un
sentido o en otro, estén en la aptitud de realizar los actos necesarios para la defensa
de su derecho”
39
Tribunal Constitucional Peruano. Sentencia recaída en el expediente. N.º 1230-2002-HC/TC, Exp.
N.º 04228-2005-HC/TC, FJ.1
En los expedientes 3493-2006-PA/TC y en el caso de Giuliana LLamoja, el Tribunal
Constitucional Peruano ha señalado y desarrollado los supuestos en los que se afecta
la debida motivación:
A decir del TC, este supuesto se da cuando no hay motivación o cuando esta no da
razones mínimas del sentido del fallo, que no responde a las alegaciones de las
partes, o porque intenta únicamente dar cumplimiento formal de la motivación
(motivación aparente)
Aquí el TC ha señalado que nos encontramos ante un caso de este tipo cuando las
premisas de las que parte el juez no han sido confrontadas con la validez fáctica (de
los hechos) o jurídica existentes para el caso en concreto.
D. La motivación insuficiente
40
Ibidem, p.350-351
41
Ibidem, p. 350-351
Los órganos judiciales están obligados a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que han sido planteadas, sin ir más allá de lo
solicitado por las partes, otorgar algo distinto a lo solicitado por las partes, u omitir
pronunciarse sobre algún pedido de las partes.
Esto último debe matizarse con el principio “iura novit curia” (el juez conoce el
derecho) que establece que órgano jurisdiccional competente debe aplicar el derecho
que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya
sido erróneamente. A decir del TC, “esta actuación no representará una
extralimitación de las facultades del juez, siempre que éste proceda de conformidad
con los fines esenciales de los procesos”.42
42
Tribunal Constitucional Peruano, Exp. N.° 7022-2006-PA/TC, FJ.10
43
Los procesos constitucionales también pueden denominarse garantías de la propia constitución en la
medida que son mecanismos destinados a asegurar la observancia, aplicación y estabilidad de la ley
Fundamental. GOMEZ CANOTILHO. Directo Constitucional e Teoria de Constitución, Almedina,
Coimbra, 2005, p. 859-860
omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o
amenaza los demás derechos reconocidos por la Constitución (…)
Así, cabría decir que existe la posibilidad de que las resoluciones judiciales puedan
ser cuestionadas en un proceso de amparo por la vulneración de derechos
constitucionales, pero ello ha sido cuestión ampliamente debatida, principalmente
porque el artículo 200, 2 también señala que “(…) No procede contra (…)
resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular”.
En ese sentido, debemos descartar el supuesto que niega la posibilidad del amparo
contra resoluciones judiciales, por el contrario debemos situarnos en el caso de un
supuesto limitado en la medida que se prohíbe el amparo contra resoluciones de
procesos regulares45, más no de fallos emitidos dentro de un proceso judicial
irregular. Con ello quedaba como interrogante la definición de lo que es un proceso
irregular y se establecía una puerta de entrada para la procedencia de los amparos
contra resoluciones judiciales.
Ahora bien, sobre el punto, se ha pasado de reconocer que una resolución emanada
de procedimiento irregular se refería “a aquella que afectaba al debido proceso o la
tutela jurisdiccional efectiva, derechos reconocidos en el 139, 3 de la
Constitución”46, a la tesis que señala que una resolución irregular es aquella en la
cual se afecta cualquier derecho fundamental.
44
Tribunal Constitucional Peruano. Exp N° 3179-2004-AA/TC, FJ. 14
45
Sobre la definición de proceso regular, el TC ha señalado que “La existencia de un "procedimiento
regular" se encuentra relacionada con la existencia de un proceso en el que se hayan respetado
garantías mínimas tales como los derechos al libre acceso a la jurisdicción, de defensa, a la prueba,
motivación, a la obtención de una resolución fundada en Derecho, la pluralidad de instancias, al plazo
razonable del proceso, a un juez competente, independiente e imparcialidad, entre otros derechos
fundamentales”, Exp. N.º 5374-2005-PA/TC, FJ.6
46
La admisión de esta tesis en el ordenamiento peruano se ve reflejada en el artículo 4 del Código
Procesal Constitucional que a la letra señala:” El amparo procede respecto de resoluciones judiciales
En el caso Apolonia Collca, el TC afirmó que atendiendo a la eficacia vertical de los
derechos fundamentales, es decir, a la vinculación de los derechos hacia cualquiera
de los poderes, y en general, órganos públicos, “la tesis según la cual el amparo
contra resoluciones judiciales procede únicamente por violación del debido proceso o
la tutela jurisdiccional efectiva, confirma la vinculatoriedad de dichos derechos en
relación con los órganos que forman parte del Poder Judicial. Pero constituye una
negación sobre la vinculatoriedad de los “otros” derechos fundamentales que no
tengan naturaleza de derechos fundamentales procesales”47
De otro lado, también es posible presentar una demanda de hábeas corpus en tanto se
pretenda proteger el derecho a la libertad y derechos conexos, caso en el que calza la
debida motivación de las resoluciones judiciales en tanto la misma es también una
manifestación del derecho al debido proceso y en determinadas circunstancias su
contenido se ve afectado al igual que el derecho a la libertad.
Al respecto, el CPC, señala en el artículo 4 que “el hábeas corpus procede cuando
una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y la
firmes dictadas con manifiesto agravio a la tutela procesal efectiva, que comprende el acceso a la
justicia y el debido proceso (…)”
47
Tribunal Constitucional Peruano. Exp N° 3179-2004-AA/TC, FJ. 18
48
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva 9/87, párrafo 23. Citado en
Sentencia recaída en Exp. 3179-2004-AA/TC, FJ.19
tutela procesal efectiva”. En términos concretos sin embargo, esta disposición del
CPC no implica o no habilita a que todas las resoluciones puedan ser objeto de
control por el proceso constitucional de hábeas corpus. En efecto, el TC ha señalado
que solo podrán ser evaluadas “(…) aquellas resoluciones judiciales firmes que
vulneren en forma manifiesta la libertad individual y los derechos conexos a ella, lo
que implica que el actor, frente al acto procesal alegado de lesivo previamente haya
hecho uso de los recursos necesarios que le otorga la ley (…)”49.
49
Tribunal Constitucional Peruano. Exp N° 00728-2008-PHC/TC, FJ. 3
50
Ibidem, FJ. 3
relevante para determinar si la resolución judicial que se cuestiona vulnera el derecho
fundamental que está siendo demandado.
Ahora bien, conviene señalar que si bien ha sido referido por el Tribunal para el caso
de procesos de amparo contra resoluciones judiciales, también resulta aplicable en el
caso de procesos constitucionales de hábeas corpus, donde se precisa el objeto y la
medida de la revisión del fondo y la forma del fallo judicial ordinario51.
53
Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. 0728-2008-PHC/TC
Asimismo, esta sentencia nos parece relevante en la medida que se hace referencia a
la obligación del juez penal de motivar o hacer expresa la valoración de la prueba54,
en este caso la prueba indiciaria o la prueba por indicios (prueba indirecta). Ello es
importante en tanto, la regla general según Marina Gascón, es que la necesidad de
motivar las sentencias se ha convertido ya en una exigencia incontestable dentro del
Estado Constitucional, no obstante ello, “la cultura de la motivación ha encontrado y
aún encuentra una especial resistencia en el ámbito de la prueba”55.
En efecto, continúa la autora señalado que “el juicio de hecho parece haber
pertenecido durante mucho tiempo”56: 1- “al ámbito de las cuestiones jurídicas no
problemáticas, por lo que la motivación aparece como innecesaria” 57; o 2.- “”A una
"zona de penumbra" donde reina el arbitrio judicial, por lo que la motivación sólo
puede ser concebida como racionalización a posteriori de una decisión que se ha
tomado al margen de cualquier proceso racional de valoración de los hechos de un
caso en concreto””58.
Sin embargo, esta concepción descrita por Gascón es la tesis que ni ella admite, ni
nuestro tribunal acepta. El TC peruano se adscribe a la teoría que señala que por
mucho que la convicción de la prueba sea individual, ello no significa que el juez no
pueda motivar su valoración de la prueba, ello en la medida que el acto de valoración
no es irracional. Como bien dice Michele Taruffo, el juez está obligado a
“JUSTIFICAR su decisión, exponiendo las razones en forma de argumentaciones
racionalmente válidas e intersubjetivamente correctas59. Pero incluso si la valoración
fuera irracional, el juez debe encontrar argumentos aceptables que legitimen su
decisión hacia afuera60
54
La prueba judicial es un juicio sobre la ocurrencia de hechos (generalmente hechos del pasado que
no han sido presenciados por el juzgador)
55
GASCÓN ABELLÁN, Marina. La prueba judicial: valoración racional y motivación, en:
http://www.uclm.es/postgrado.derecho/_02/web/materiales/filosofia/Prueba.pdf
56
Ibidem
57
Ibidem
58
Ibidem
59
TARUFFO, Michele. Algunos comentarios sobre la valoración de la prueba, en:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01482529890165929650035/discusiones3/discus
iones_07.pdf
60
Ibidem
En el caso en cuestión, el TC señala que si bien la prueba indiciaria se encuentra
permitida en el proceso penal, el juez debe explicitar el RAZONAMIENTO
LÓGICO por medio del cual llegó a dicha conclusión. En ese sentido, el TC está
señalando que el juez se encuentra obligado a efectuar una debida motivación
respecto a los fundamentos de hecho que conllevan a que tome una decisión al
respecto sobre la autoría de la imputada en relación al delito de parricidio.
61
Tribunal Constitucional Peruano. Exp. N° 0728-2008-PHC/TC, FJ 8 y 9., FJ. 31
Finalmente, es importante que el TC aborde estos temas, como lo referido a la
motivación en la prueba indiciaria, en tanto ello garantizará de una mejor manera los
derechos de los individuos en el marco de un proceso penal. En otro sentido, es
relevante mencionar que en relación a los amparos y habeas corpus contra
resoluciones judiciales, existen ya diversos temas que hemos abordado aquí respecto
de los cuales el TC ha ido sentando posición. Sin duda, todavía hay mucho por
desarrollar en relación al control de resoluciones judiciales que afectan la debida
motivación, pero ya tenemos importantes avances
OTROSI DIGO .- Al amparo del Art.290 de la Ley Orgánica del Poder Judicial el
suscrito firma en representación de su patrocinado
POR TANTO:
Pido a usted señor Presidencial, se sirva concederme el RECURSO DE AGRAVIO
CONSTITUCIONAL contra la sentencia de la Sala Penal Superior y tener por
expuesto mis fundamentos y agravios, rogándole elevar los autos oportunamente al
Tribunal Constitucional dentro del término de Ley, donde espero alcanzar justicia