Asignatura:

Psicología Educativa

Título del trabajo

La Educación un Campo de Combate

Presenta
Andrés Felipe Cristancho Peláez.
Yohana Andrea Jaramillo González.
Daniel Alejandro Páramo Dorado.
José Roiman Realpe Loaiza.

Docente
Carlos Alberto Ramírez

Colombia, Guadalajara de Buga Febrero, 18 de 2019

 Reflexión

Tras leer el documento de la entrevista de Estanislao Zuleta, llegamos a

diversas conclusiones, la primera de estas es el cómo este influyente hombre
piensa, la educación de secundaria o bachillerato como es mejor conocida,
realmente, es demasiado somera, inclusive, puede llegar a ser o demasiado
superficial o demasiado profunda, en temas que realmente un estudiante solo va a
usar en el transcurso de su bachiller, y que posiblemente como se manifiesta en el
texto, los va a olvidar; estamos realmente tan programados que ni siquiera
habíamos hecho una apreciación tan profunda, sobre el modelo de enseñanza
actualmente empleado, tan mecánico, en el sentido de que se asiste a una clase a
recibir la información por parte del docente que cada año dice exactamente lo
mismo, sistematizado en el sentido de que si hay una nueva variante en el
momento de enseñar, es al de aplicar las herramientas tecnológicas, las cuales
nos limitan aún más la manera de desarrollar el proceso de aprendizaje, debido a
que en internet se encuentra con mucha más facilidad la información y está al
alcance de todos, evitando así el proceso evolutivo de pensar y crear para resolver
situaciones, volviendo a todos dependientes, porque el proceso de aprendizaje
siempre se da dentro de la misma situación, donde el docente ofrece las pautas
con los requerimientos y el alumno solo las acata y las desarrolla de la manera
que se le ha indicado, sin hacer el proceso de crear y desarrollar su propio estilo
de aprendizaje.
En ese sentido, pensamos que realmente es necesario la modificación en la
educación de los jóvenes, una reestructuración en el sistema, permitiendo la
formación creativa y la formación recíproca entre docente y alumno, generando
espacios donde el estudiando pueda desarrollar sus propias maneras de hacer las
cosas, puede darse bajo la supervisión del docente, pero sin reprimir el espacio de
exploración individual. Porque se les está enseñando información de una forma
rápida y demandante, que como se menciona, funciona completamente para lo
que exige el bachiller, no obstante, deja de ser de utilidad cuando el mismo se
termina.
Si pensamos eso más a fondo, es increíble, ver que ninguno de nosotros
recuerda cosas que nos enseñaron hace años, y seguramente, la razón por la que
no lo recordamos es porque la forma en que nos enseñaron no fue la mejor y no
estuvo pensada en nuestras necesidades futuras, todos fuimos puestos bajo un
mismo foco y nos enseñaron a todos los alumnos por igual, sin tener en cuenta
que uno que otro tiene una diferente forma de aprender y diferentes fortalezas y
debilidades, es posible que a alguno le cueste más leer o a otro sumar, solo
somos conscientes que la educación que nos ofrecieron, fue llana teniendo en
cuenta el profundo análisis del autor anteriormente mencionado.
 Es importante tener en cuenta que este proceso que tiene un trasfondo, tal
como lo menciona Gintis, diciendo que la educación “Lo que finalmente logra
producir es una especie de técnico con conocimientos parciales, particulares,
especializados” lo cual si es analizado, tiene gran validez, teniendo en cuenta que
en la sociedad es fácil notar que cada individuo se especializa en un quehacer
diferente y la sociedad demanda que de esta manera sea, para con ello prestar un
servicio y poder ser remunerado por ello, logrando igualmente que los estudiantes
sean educados así, inculcando conocimientos que le permitan producir, con
énfasis muy limitados, con la visión de profundización en una sola área y teniendo
que ser dependientes de la sociedad, dejándonos en blanco en el momento que
se precisa emplear unas destrezas y conocimientos en los cuales no hemos sido
capacitados. No es el caso de todas las personas, aprender lo que únicamente les
traiga como recompensa una remuneración monetaria y no satisfacción personal,
pero estamos muy ligados a ese sistema en la mayoría de la población, pues
somos educados a través de limitantes en nuestros procesos de formación,
zanjando nuestro ingenio a fin de seguir unos estándares básicos que alguien más
decidió deben seguirse.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, es cuando llegamos a la reflexión

inexorable, que los estudiantes de bachillerato estudian demasiado, pero
aprenden poco y esto puede ser por diferentes razones; porque no les interesa la
materia, porque el profesor no es idóneo para el cargo o por el simple hecho que
es demasiado información para algunos, sea cual sea el caso, no se quita el
mérito a los profesores que se ocupan de dictar las clases frente a cuarenta o
cincuenta alumnos, teniendo en cuenta que es una cantidad considerable dentro
de un aula y que el proceso de enseñar se hace más dispendioso.

Lo que intentamos hacer ver, es que la forma de enseñar y la forma en que nos
hicieron creer que debemos adquirir el conocimiento, no está por completo bien,
decir que está mal, sería contradictorio, porque si no hubiésemos aprendido nada,
no estaríamos capacitados para redactar ni siquiera la mitad de este texto, solo
queremos hacer un énfasis en que es necesario cambiar la forma en que se
enseña a los alumnos; que no se repitan las materias, que se enseñe materias
útiles para su desarrollo, que se trabaje a la par con los estudiantes y que deje de
verse a los docentes como los seres únicos y capaces de posees e impartir
conocimiento, especialmente, queremos decir que se tengan en cuenta los
procesos y capacidades de todos los estudiantes de un aula, si algo hemos
aprendido, es que no todos somos iguales, y que algunos les cuesta aprender más
que a otros, no por eso significa que no cuenten con la capacidad para adquirir
conocimiento.
 Finalmente, podemos concluir mencionando que hay una necesidad presente
de que nos enseñen a aprender antes de hacernos ver infinidad de materias y
sucesos históricos, que honestamente, dejan de parecer serviciales con el tiempo
y se terminan desechando.