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11/2/19

El CP en su Art. 139 establece la alevosía como una circunstancia agravante; y en su Art. 140
establece como circunstancia agravante que la víctima sea menor de 16 años. Es por lo que, de
una interpretación gramatical del CP, se entiende que la minoría de edad no se encuadra dentro
del concepto de alevosía.

No obstante, el TS no lo interpreta de esta manera. El TS sí considera asesinato alevoso el hecho


de matar a un bebé y, para hacer frente al discernimiento establecido en el CP, añade que no
podrá agravarse la pena nuevamente en virtud del Art. 140.1 CP, debido a que se estaría
incumpliendo el ne bis in idem.

El caso de José Bretón es un ejemplo concreto de esto: El TS consideró que existía alevosía en
virtud de la edad de los niños. No obstante, el riesgo para el autor es inexistente, por lo que el
profesor entiende que es abuso de superioridad.

Lo mismo ocurre con el artículo 148.

Cuando hay posibilidad de defensa, incluida la huida, ya no podemos hablar de alevosía.

12/2/19

TÍTULO III

De las lesiones

Art. 147 y ss.

El artículo 147 CP establece el tipo básico de las lesiones.

- Por cualquier medio o procedimiento: contagio de una enfermedad, ruidos, acoso… Se


refiere tanto a conductas activas como a conductas omisivas. STS del 31 de octubre de
1991, que considera que cabe la comisión por omisión.
- Delito de resultado.
- Bien jurídico protegido: la salud física o mental. Ante la salud psíquica surge un problema
debido a que esta es más difícil de objetivar.

Problemática: ¿qué ocurre con las lesiones que son consecuencia de una situación delictiva
previa? Por ejemplo: una detención, que a cualquiera puede afectar psíquicamente. También el
estrés postraumático tras un robo o un secuestro. Se plantea el concurso entre el delito de las
lesiones y el que provoca el otro delito. De los delitos que pueden provocar lesiones destaca el
de las agresiones sexuales (violación o no). En este caso se entiende que las lesiones
provenientes de estos delitos quedan subsumidas en el desvalor propio de la pena de la agresión
sexual y hay una jurisprudencia reticente a aplicar el concurso entre las lesiones y la violación.
En casos de lesiones de mayor entidad no quedan subsumidas. Las de índole psíquica también
se entienden subsumidas. Cuando son desproporcionadas al doblegamiento de la voluntad de
la víctima sí pueden entrar en concurso.

Profesor: sí entiende que pueda plantearse el concurso entre las lesiones psíquicas y el delito de
violación. No obstante el TS en jurisprudencia repetida no admite el concurso, salvo que sea una
afectación de la salud psíquica de orden material (por ejemplo, por golpes en la cabeza).
- Objetivamente: la lex artis es la que determina que la lesión requiera para su sanidad,
además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico.
- Tratamiento médico: sistema que se utiliza para tratar una enfermedad o tratar de
reducir sus consecuencias cuando no sea posible su curación.
- Tratamiento quirúrgico: cirugía mayor o menor.
- Prescripción de fármacos, rehabilitación, puntos de sutura: desde el punto de vista penal
se considera ulterior tratamiento médico o quirúrgico.
- El tratamiento médico o quirúrgico es un concepto normativo de manera que el juez no
está vinculado por el criterio médico.

14/2/19

No basta un dolo genérico de lesionar, el resultado tiene que ser abarcado por el dolo eventual
al menos.

Para que el resultado se impute imprudentemente tiene que existir una previsibilidad.

Cuando sea absolutamente imprevisible el resultado, no puede ser imputado ni por dolo ni por
imprudencia.

Cuando el riesgo que entraña la conducta no se materializa, por ejemplo una piedra que roza la
cara, se aplica la tentativa del 148.

Una barra de hierro lleva en sí un dolo muy grave. En el art. 148 CP se habla de riesgo.

Para diferenciar un dolo de otro, el profesor prefiere ver la probabilidad que había de ocurrir el
resultado; mientras que el criterio del consentimiento puede tener más tintes políticos.

A clava 30 cuchillos a B y B no muere. A alega que sólo tenía dolo de lesionar. Hay que ver que
objetivamente los instrumentos y la forma no son de lesionar con dolo del 147.1 CP.

Nuestra misión es objetivar el dolo, hacerlo visible.

Por tanto, hay que mirar el resultado, el riesgo y el dolo.

El 148 contempla el dolo del 147.1.

Normalmente las armas, instrumentos, etc., del 148 evidencian un dolo más grave que el del
147.

Caso: Un señor mayor vendedor de la ONCE es asaltado por unos sujetos que le roban unos
cupones y le causan la pérdida de los pocos dientes que le quedaban.

En cuanto a la pérdida de dientes Acuerdo de Sala 2º de 19 de abril de 2002, se establece que


no se aplica el artículo 150 si son piezas dentales que son repuestas pero, sí se aplicarían las
lesiones del art. 147.1

En los supuestos de pérdida de dientes, sin embargo, existe generalmente la posibilidad de


reparación a través de la implantación de prótesis, lo que no ocurre, en cambio, en los supuestos
de pérdida o inutilidad de un órgano o miembro no principal.

La aplicación, pues, de una prótesis dentaria, cuando se produce la pérdida de un diente, es


indudable que ofrece una posibilidad correctora, que no se da en aquellos otros casos.
Paralelamente, a pesar de la pérdida de sustancia corporal, cuando se produce la corrección se
recupera tanto la funcionalidad como la forma.

Todas estas circunstancias, sin duda, hacen que la hipótesis específica de pérdida de dientes,
reparable, no sea siempre equiparable a los supuestos previstos en el primer inciso del art. 150
("pérdida o inutilidad de un órgano o miembro no principal", irreparable).

Por tanto, entiendo que la nueva orientación de la Sala Segunda, expresada en el acuerdo al que
se refiere esta breve nota, que hasta ahora venía considerando la irrelevancia de la posibilidad
correctora a través de implantaciones postizas, a los efectos de la aplicación del tipo penal
agravado del art. 150, es satisfactoria, por ser respetuosa de la siempre necesaria
proporcionalidad entre la gravedad de la pena y la gravedad del delito.

18/02/19

Artículo 153:

Auto 233/2004. STC 59/2008: confirmó la constitucionalidad por entender que la violencia sobre
la mujer denota una mayor discriminación.

A pesar de que el TC considera que no quiebra el principio de igualdad y proporcionalidad


algunas sentencias venían a tratar de restringir la aplicación de este tipo penal a aquellos casos
en los que se denotara un comportamiento evidentemente machista.

Reciente STS ha venido a zanjar la cuestión. Cuando la víctima es mujer, directamente violencia
de género. No hace falta evidenciar el comportamiento discriminatorio por ser mujer.

Se aplica la agravante genérica (22.4) de violencia de género cuando un hombre comete contra
una mujer una lesión más grave que la del 153.

21/02/19

Articulo 156

Las intervenciones quirúrgicas otorgan salud, reestablecen la salud. Hay quien pensó que la
intervención quirúrgica constituye lesión, pero justificada. Esto no tiene sentido puesto que NO
es una lesión, no afecta a la salud, de hecho, otorga o recupera la salud.

No puede mediar ningún tipo de contraprestación en el trasplante inter vivos.

Con respecto al trasplante mortis causa, la ley de trasplantes es interpretada de forma


contundente en el sentido de que los familiares son los que tienen que prestar el consentimiento
para que se proceda a la extracción del órgano y subsiguiente trasplante; o bien la persona en
vida ha manifestado su voluntad de donación, en cuyo caso no habrá ningún problema. Si no
manifiesta la voluntad, se acude a los familiares. Consecuentemente no se procede a la
extracción de órganos de una persona fallecida si no se produce ese consentimiento. Pero la ley
no dice eso, la ley dice que, si la voluntad no ha sido previamente manifestada por el fallecido,
entonces los familiares interpretarán la voluntad del fallecido en el sentido de si hubiera
consentido. Los familiares hacen de intérpretes de la voluntad del fallecido.
TÍTULO XI

Delitos contra el honor

El honor es uno de los bienes jurídicos mas sutiles y más difíciles de aprender con los guantes de
madera del derecho penal.

Aun cuando determinadas conductas aparentemente entren en el tipo, si no hay bien jurídico
lesionado o puesto en peligro, no se castigan.

El concepto de bien jurídico es fundamental. Debemos saber la ratio legis, qué conductas
lesionan el bien jurídico, etc.

25/02/96

Artículo 18.1 CE considera que el honor es un derecho fundamental.

Mi yo es inevitablemente producto de la percepción que tiene sobre mí mi entorno social. Lo


que somos y nuestra valoración, está conformada por nuestra imagen que los demás proyectan
sobre nosotros mismos.

Mi yo depende de mis circunstancias y la percepción que el entorno tiene de mí. Si cambian mis
circunstancias y cambia el trato que los demás me tenían, pierdo mi yoicidad. El ser humano es
un ser social. Pretendemos ser recibidos y aceptados en el entorno social.

Cuando insultamos, calumniamos, injuriamos a un sujeto estamos atacando algo muy esencial,
su capacidad de relacionarse y autorrealizarse en un entorno social en el que precisa ser
aceptado, reconocido.

El ser humano es un ser social y cuando le faltamos al respeto y atacamos sus expectativas de
autorrealización en el entorno social estamos atacando a su honor o su dignidad.

Sin honor no se puede vivir.

Cuando el sujeto ha recibido la sanción social, rechazo o aislamiento, puede recuperar la estima
del ámbito del que provenía. Su dignidad merece ser reinsertado. Yo vuelvo a mi entorno, he
pagado y tengo derecho a ser de nuevo recibido entre mis iguales.

Artículo 205: El autor trata de que la víctima sea desprestigiada. Está llamando a la sanción
social. Si el delito no se imputa con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la
verdad hay un interés social y por tanto no puede ser objeto de sanción penal. Tiene que ser un
claro delito concreto. No un juicio de valor.

Conocimiento de su falsedad: Dolo directo.

Temerario desprecio a la verdad: Dolo eventual.

Prima y rige la presunción de inocencia que no se podrá enervar hasta que no se demuestre la
veracidad de la imputación.

Artículo 207: Esceptio veri tatis. Se invierte la presunción de inocencia. Es el calumniador el que
tiene que probar que el calumniado ha cometido el delito. Se presume inocente al calumniado.
Artículo 208: No estamos hablando ya de la consideración social. Trato absolutamente vejatorio,
escupir, ofender, menoscabar el respeto que la persona merece en sí misma. Atentando contra
la necesaria consideración de la persona. En la injuria el autor hace un juicio de valor.

Artículo 20. 4 CE: “Estas libertades (de expresión y de información) tienen su límite en el respeto
a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y,
especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la
juventud y de la infancia.”

No obstante, el honor no goza de una protección absoluta por muy derecho fundamental que
sea.

Distinción esfera privada e íntima:

La privacidad puede ser objeto de comunicación o crítica si esa conducta, a pesar de que afecta
a la privacidad, tiene repercusión sobre los intereses generales.

Lo íntimo ni afecta ni va a afectar a los intereses generales. No existe un interés general


preponderante que justifique destapar esa vida íntima.

Prensa como empresa.

“Las injurias que consistan en la imputación de hechos no se considerarán graves, salvo cuando
se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.”

26/02/19. Violencia de género en PDF aparte.

4/03/19

La reforma de 2015 ha incorporado un elemento distorsionador. La prueba de la verdad se


conforma como una excepción de verdad puesto que la falsedad es un elemento del tipo. La
veracidad era fundamental.

Se llega a decir incluso que la veracidad no es una correspondencia entre lo narrado y los hechos
objetivos, sino que basta una creencia, debido a que haya por ejemplo una opinión generalizada.
En la opinión no se exige la veracidad.

La prensa puede informar de un estado de opinión, de la creencia de que se han dado


determinados hechos.

El delito de calumnia, jurisprudencialmente se entiende que es un delito doloso. Si


imprudentemente no has actuado diligentemente pero no hay dolo, no habría delito. No
obstante, el profesor piensa que la prensa en el afán de conseguir exclusividad periodística
incumple en ocasiones el deber de diligencia de comprobación de los hechos.

Si los hechos son susceptibles de calificación como calumnia o injuria, tiene preferencia la
aplicación de la calumnia.
La acusación y denuncia falsa será también preferente cuando el hecho sea susceptible de
calificación como calumnia, injuria o acusación y denuncia falsa.

Cuando con una sola calumnia se perjudica a varias personas, concurso ideal. 1 sola acción,
varios delitos.

TÍTULO VIII. Delitos contra la libertad e indemnidad sexuales.

CAPÍTULO PRIMERO.

DE LAS AGRESIONES SEXUALES.

Bien jurídico protegido: libertad sexual. Libertad de expresarse o de tolerar conductas de


significación sexual. Libertad para actuar o soportar actos de contenido o naturaleza sexual.

Un acto que atente contra la libertad sexual de una persona menoscaba también la dignidad de
la persona.

Cuando es un menor atacamos la indemnidad sexual debido a que estamos menoscabando el


libre desarrollo psicosexual. Por eso el código penal hace referencia a la indemnidad sexual.

En este ámbito ha habido una clara expansión del derecho penal.

Los artículos 106 y 192.3 más que penas imponen medidas de seguridad debido a que se da por
sentado que el autor del delito sexual va a volver a cometer el delito. Aquí penalistas como el
profesor piensan: ¿dónde queda la culpabilidad? Si estamos dando por hecho que el sujeto va a
volver a delinquir debido a que es no puede controlarse a sí mismo. No obstante, mandarlo a un
centro psiquiátrico cuesta mucho dinero.

Artículo 178: En correspondencia con el perfil del bien jurídico tutelado, la agresión sexual
supone obligar a una persona a realizar o soportar una conducta de contenido sexual.

Jurisprudencia: hay conductas que podemos decir: sí o no. Con violencia o intimidación besamos
a una persona. La jurisprudencia de forma general ha considerado el beso como una conducta
de clara connotación sexual, que entrarían dentro del 178.

Podemos besar una parte del cuerpo que no tienen significación sexual. Con violencia o
intimidación beso el pie. Si entendemos que no tiene significación sexual nos iremos a un delito
contra la libertad en general.

Si el sujeto sabe que su hecho tiene una significación sexual (objetivamente) poco importa que
tenga ese ánimo lascivo o no. Basta con el dolo, no un elemento subjetivo añadido al dolo.

Cuando el hecho en sí no tenga claramente significación sexual. Ahí el ánimo lascivo sí nos va a
aclarar la relevancia típica del hecho.

Oler el pelo con violencia o intimidación: tiene una cierta connotación sexual y si además tiene
ánimo lascivo y lúbrico sí estaríamos dentro del tipo del 178.

En conclusión: ánimo lubrico no hace falta. Basta el dolo, conocer y querer realizar el acto que
tenga objetivamente una significación sexual. En algunos casos el ánimo lúbrico nos va a aclarar
la relevancia típica del hecho, cuando no está clara la naturaleza sexual del hecho.
Directiva 2011/93 UE relativa a la lucha contra los abusos sexuales… Convenio del Consejo de
Europa protección de los niños… sobre los que se sustentan las modificaciones que ha
incorporado el código en la reciente reforma.

5/03/19

La cercanía de la coacción con la agresión. La ausencia en algún caso de la exigencia objetiva, se


puede castigar por coacción.

Problema de la prueba: La violencia no precisa de la causación de lesiones ni ninguna otra


consecuencia objetivamente visualizada. Ni tampoco la intimidación. Ocurre que muchas veces
no tenemos nada más que la declaración de la víctima.

Incluso muchas veces puede que el ginecólogo no aprecie ninguna prueba física.

Solo hay una declaración de la víctima. Puede que todas las circunstancias del hecho evidencien
consentimiento, pero consentimiento hasta un punto.

Criterios que se vienen utilizando cuando solo tenemos el testimonio de la víctima: coherencia
absoluta en el relato. Ausente de contradicciones, persistente. Si además añadimos el informe
psicológico a que cualquier víctima es sometida y éste evidencia indicios o signos de haber
sufrido el inevitable trauma que se sufre cuando se es víctima de una violación, prácticamente
tenemos cerrada la prueba.

CASO: Chica y chico apartamento. El portero los ve legar, los saluda y salen en poco tiempo. No
ha habido signos ni gritos. Solamente una pequeña rojez en la muñeca de la chica. El portero no
ve nada. La chica denuncia una violación. Se absuelve porque no existe elementos de prueba
suficientes para condenar.

Al mes, la misma situación. Otra chica sube y la misma situación. Este hombre tiene una técnica
que no deja secuelas.

CASO: Chica denuncia y acusa a su padre de violación. En el interrogatorio evidencia situación


traumática cuando tiene que relatar la situación. Informe psicológico corrobora que la chica
presentada unos síntomas psicológicos que evidencian haber sufrido esa situación traumática.
El contexto en el que se realizó esa violación era una reunión familiar en la que parte de la familia
estaba en una habitación de la casa y la violación que denuncia se produce en la cocina. No hay
gritos, no hay nada. El tribunal consideró que no era creíble hasta el punto de que la prueba
fuera clara y contundente. Relato de los hechos, persistencia en su declaración, ausencia de
contradicciones, perseverancia denuncia del hecho, informe psicológico que acompañaba la
veracidad de su relato. No obstante, el contexto no fue concluyente para el tribunal porque la
familia se tenía que haber dado cuenta de algo. Tribunal (in dubio pro reo) absolvió.

La violencia: Desde una jurisprudencia anterior, que abochornaría hoy a cualquiera, la violencia
requería una actitud activa de la víctima de defensa. Hoy en día esta tesis está absolutamente
descartada. Si la violencia se ejerce, aunque inicialmente no sea de gran intensidad, pero con un
anuncio de que puede ir en aumento, no hay que esperar que la víctima presente más resistencia
ante ese anuncio.
Hoy sí se sigue considerando que la violencia debe ser una fuerza eficaz y suficiente para vencer
la voluntad de la víctima.

La violencia no tiene que causar lesiones. Normalmente esa violencia se subsume en la


penalidad del artículo 147.1.

Las lesiones pueden ser de orden físico y psíquico. Las lesiones de orden psíquico, que
inevitablemente en muchos casos acompañarán a estos delitos, de forma general se considera
por el TS que el desvalor de las lesiones psíquicas quedarían subsumidas en la pena propia del
delito contra la libertad sexual. En casos de lesiones de mayor entidad no quedan subsumidas.
Las de índole psíquica también se entienden subsumidas. Cuando son desproporcionadas al
doblegamiento de la voluntad de la víctima sí pueden entrar en concurso.

Profesor: sí entiende que pueda plantearse el concurso real entre las lesiones psíquicas y el
delito de violación. No obstante, el TS en jurisprudencia repetida no admite el concurso, salvo
que sea una afectación de la salud psíquica de orden material (por ejemplo, por golpes en la
cabeza).

La violencia no es necesario que se ejerza sobre la víctima sino sobre un tercero. Solo que el
tercero parece que encaja más en la intimidación.

La víctima, por violencia o intimidación, puede ser obligada a realizarse los actos en sí misma.

Intimidación: La provocación de un miedo mediante el anuncio de un mal inminente. Si el


anuncio es de un mal futuro, pierde sentido lógicamente la aplicación del tipo de agresión. La
violencia es una relación de causalidad clara entre la violencia y la consecución del objetivo del
sujeto. En la intimidación no podemos hablar de relación de causalidad estrictamente pero sí
que la intimidación tiene que ser causal, causar el miedo suficiente para doblegar la voluntad de
la víctima.

No es lo mismo que intimide una persona que varias personas. Si una intimidación se hace en
grupo puede entrañar y provocar un miedo evidente en la víctima.

Hay contextos intimidatorios. Puede que no quede probada la efectiva intimidación.

CASO: Una primera intimidación o violencia en la que 2 individuos obligan a una chica a subir a
un coche. Eso está probado, pero no se prueba con posterioridad otra intimidación. La chica
denuncia la violación. Se condenó aunque no se probó la efectiva presencia de conductas
violentas o intimidatorias más allá de lo que supuso la introducción en el coche. ¿Por qué?
Porque el tribunal entiende que, probada la primera acción violenta, la finalidad que animaba a
los sujetos sería obvia y consecuentemente aunque no se probara la segunda intimidación, la
intimidación está presente ya. Es un contexto intimidatorio en sí mismo.

Del mismo modo, hay contextos intimidatorios difusos. La víctima entiende y recibe la
intimidación por situaciones anteriores que en este caso tiene miedo de que se provoque. Esto
suele ocurrir en contextos familiares. Un padre que en ocasiones anteriores ha violado a hija.
Con simples comportamientos que denoten la repetición de aquellas conductas, hay
intimidación y se produce la intimidación y la víctima entiende que se van a repetir los
comportamientos violentos.
CASO: Primera relación consentida y otra con el anuncio de que revelaría ese hecho. Aquí no se
consideró intimidación porque, entre otras cosas, el anuncio consistía en revelarse la primera
relación al novio de la chica.

CASO: Padre que dice que como no consienta me suicido. STS 469/2013. Tienes que mirarla.

Artículo 179

- Acceso carnal: introducción del miembro masculino por vía vaginal, anal o bucal.
- Introducción de objetos por vía vaginal o anal.

Vía anal o vaginal: Algunos autores entienden que la mera conjunción de órganos genitales
porque en algunos casos la penetración sería muy difícil por circunstancias como el tamaño u
otras. El profesor considera que tiene que haber una mínima introducción, incluso leve.

Vía bucal: mayoritaria la doctrina de que se tienen que sobrepasar los labios. A efectos
probatorios, si hay un claro y evidente traspaso de los labios no habría ninguna dificultad, por el
hecho de que penetración tiene que haberla.

Si se aprietan los labios se puede lograr una mínima penetración, pero es bastante más difícil
que el acceso por las otras dos vías. No obstante, podemos considerar esto dependiendo del
caso concreto.

¿Tentativa? No se consigue la penetración. Ha habido violencia o intimidación y un atentado de


agresión sexual y podemos considerar o tentativa de violación del 179; o consumación de la
agresión sexual básica del 178.

PREGUNTA DE EXAMEN: En principio parece correcta la solución. Si no he conseguido acceder


sexualmente, penetrar sexualmente, sí he conseguido con violencia o intimidación la agresión
sexual básica que no precisa el acceso carnal. La solución dogmáticamente correcta partiría del
dolo del autor. Si el dolo es acceder sexualmente, aunque no lo consiguiera, estaríamos ante
tentativa de violación. Si no tuviéramos el dolo de acceder o penetrar, se aplicaría la agresión
sexual del tipo básico.

En las agresiones sexuales del tipo básico, el tipo subjetivo no persigue el acceso o penetración.
Mientras que, en la violación, el tipo subjetivo sí persigue la penetración.

En caso de desistimiento, sí podría considerarse el 178.

7/03/19

Sujeto pasivo: Actualmente, el sujeto pasivo puede ser un hombre o una mujer. (Antaño, cuando
el sujeto pasivo era hombre, podríamos subsumir el hecho en el delito de abuso).

CASO: Padre que penetró a su hija menor con los dedos. Antes el CP decía introducción de
objetos. Los dedos no eran objetos sino miembros corporales. El padre no pudo ser castigado
como autor de violación. El legislador se dio cuenta y e incluyó en el CP la introducción de
miembros corporales por vía vaginal o anal.
CASO: Mujer sujeto activo y sujeto pasivo hombre. ¿Y si la mujer provoca con violencia o
intimidación ser penetrada? Acuerdo Pleno no jurisdiccional TS de mayo de 2005. Ese acuerdo
tuvo que reunirse el TS y en pleno de esa fecha no jurisdiccional entendió que es equivalente
acceder a hacerse acceder.

STS 1295/2006 supuso la siguiente solución: Unos chicos travestidos en la parte de detrás de
una discoteca practicaron una felación y la víctima llegó a eyacular. El TS consideró que había
habido una violación, pero además curiosamente consideró que había habido una sola violación.
No tantas como sujetos practicaron la violación. Una sola. Los intervinientes fueron coautores.

CASO: Mujer sujeto activo y mujer sujeto pasivo. Acceso carnal no. La lengua permitiría una
penetración suficiente para considerar violación. (Introducción de miembro corporal por vía
vaginal).

¿Omisión en la violación? Algunos entienden que es tanto de mera actividad como de propia
mano. Quien, teniendo la posición de garante no impide la violación, podrá ser un cooperador
necesario por comisión por omisión, pero no autor.

Si no tiene la posición de garante  Art. 450.1 CP.

¿Autoría mediata?

“Quien realiza el hecho por medio de otro del que se sirve como instrumento”. Tiene el dominio
del hecho.

Es autor siempre que no consideremos que el delito no es de propia mano.

Doctrinalmente se entiende que sí cabe la autoridad mediata, aunque no se practiquen acciones


ejecutivas, aunque no se realice el acceso, ni violencia ni intimidación, sino que la violencia o
intimidación las realiza el autor mediato.

Doctrina mayoritaria: el que agarra, aunque realice actos ejecutivos, se considera como
cooperador necesario. Cooperación dolosa necesaria a un hecho ajeno. El profesor cree que
cuando alguien está agarrando para que otro viole, y además se turnan, el que agarra es mejor
considerarlo coautor.

CASO: Imaginemos un autor que realiza varias penetraciones sobre la víctima  Artículo 74.3
en la libertad sexual sí cabe el delito continuado. Siempre que se cumplan 3 requisitos:

1. Repetición del acto sexual de manera seguida con el mismo sujeto pasivo.
2. Misma ocasión con análoga circunstancia de tiempo y lugar y bajo la misma situación de
violencia o intimidación.
3. Cuando todos los actos corresponden al mismo impulso libidinoso no satisfecho, con o
sin eyaculación.

El problema surge cuando el sujeto eyacula y al tiempo vuelve a penetrar o vuelve a eyacular. El
requisito del mismo impulso libidinoso. El TS considera que cuando hay una separación temporal
entre un impulso y otro ya no cabe el delito continuado. Ha llegado a hablar incluso de 1 o 2
horas.

Si esto no es así  concurso real del Art. 73.

En relación a la introducción de objetos: Se ha considerado que el objeto venga a ser sustitutivo


del pene, que por el carácter o ánimo lascivo que animaría al autor, el objeto tendría que ser
apto para sustituir al pene. Los objetos que sean propios de lesión serían constitutivos de la
lesión correspondiente.

Es difícil encontrar algún objeto que en sí mismo no tenga connotación sexual. Por ejemplo un
tampón. Planteamiento general es que actuaría como sustitutivo del pene. Esto se puede
argumentar a favor y en contra.

11/3/2019

Artículo 180:

 Artículo 180.1.1ª. Colocarle a la víctima entre las piernas un gato para que no las pueda
cerrar. Prácticas como la lluvia amarilla que, pese a que algunos consideren que son
prácticas sexuales de sexuales tienen poco y son particularmente degradantes.
 Artículo 180.1.2ª. El TS considera que, en el caso de varios intervinientes, cuando uno
actúe como cooperador necesario mientras otro penetra y se intercambian los papeles,
se agravaría la pena a ambos.
 Artículo 180.1.3ª. Situaciones a las que jurisprudencialmente se aplica: edad,
enfermedad, estado de gestación… Suponen una mayor dificultad de oponerse. Es
necesario que el autor conozca la situación y se sirva de ella. “Circunstancia cercana a la
alevosía”. METE AQUÍ DEFINICIÓN DE ALEVOSÍA.
 Artículo 180.1.4ª. Prevalerse: condicionar la voluntad de la víctima. No obstante, esto
ya lo hemos computado con la intimidación. Policía y mujer detenida. Tío de 40 años y
sobrina de 20.

Artículo 181

 181. 2. Persona con deficiencias mentales. ¿Basta esa situación para considerar abuso?
Si la persona tiene capacidad para conocer la naturaleza sexual del acto no habría
responsabilidad. Ejemplo: síndrome de down o retraso mental.
 181.3. Relaciones docentes, ambiente laboral, dependencia económica, amistad,
vecindad.

CASO: Un profesor tiene fama de acostumbrar a tocar a las alumnas. Dos de ellas “le tienden
una trampa” de manera que conciertan con él unas clases particulares con la finalidad de poner
una cámara y pillar al profesor infraganti, tocando a las alumnas. Consiguen su propósito y en el
vídeo se ven efectivamente los tocamientos del profesor a las alumnas y al final del vídeo se las
ve a ambas alegrarse de haber logrado su propósito.
El tribunal consideró que el profesor era autor de un delito de abuso sexual y condenó al sujeto.
No obstante, el profesor Cabello opina que, en este caso, antes de discutir si se dan o no los
elementos del tipo del Art. 181, habría que preguntarse si en esta conducta se ha lesionado el
bien jurídico protegido (indemnidad sexual puesto que las alumnas eran menores de edad. En
el momento de dictar la sentencia aún no estaba en vigor el Art. 183). En el momento en el que
no hay un bien jurídico protegido que se haya lesionado o que se haya puesto en riesgo, la
conducta no habría de ser castigada.

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