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La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
En la actualidad, el derecho romano es objeto de estudio de una disciplina jurídica
internacional, la romanística, cuya sede son las facultades de derecho de todo el mundo.
En virtud de este carácter internacional, el derecho romano se cultiva en varios idiomas,
principalmente italiano («lingua franca» de la romanística), seguido por el alemán y el
español. Hasta la mitad del siglo XX hubo importantes contribuciones en francés, pero en
la actualidad esta situación ha variado a la baja; el inglés es un idioma de uso minoritario
en el cultivo de la disciplina, aunque se acepta como idioma científico en la mayoría de las
publicaciones. El español se consolidó como idioma científico en esta disciplina a partir de
la segunda mitad del siglo XX, gracias a la altura científica que alcanzó la romanística
española, comandada por Álvaro d'Ors y continuada por sus discípulos.
La definición del derecho romano se comprende mejor si se construye a partir de la
comprensión de sus nociones fundamentales y de su sistema de fuentes. Sin embargo,
éstas no permanecen idénticas en el transcurso de la historia del derecho romano, sino
que varían tanto en su número, como en su valor dentro del sistema de fuentes mismo. Es
este sistema el que provee de nociones claves para entender lo que en Roma se entiende
por derecho. Con todo, es posible adelantar que la expresión ius es la que se utiliza para
señalar al derecho. Esta expresión se opone a la de fas, que designa a la voluntad divina.
Esta clara delimitación entre derecho y religión es patente en testimonios que datan desde
el s. III a. C., pero ello no es válido para los primeros tiempos, como se verá. A su vez, la
expresión ius servirá para la identificación de diversas categorías del mismo, tales
como ius civile, ius naturale, ius honorarium, o ius gentium, por nombrar algunas de las
más relevantes.
El derecho romano fue el ordenamiento jurídico que rigió a los ciudadanos de la Antigua
Roma, en un espectro histórico se a la par de la fundación de Roma (según la tradición,
el 21 de abril de 753 a. C.) y que se extiende hasta mediados del siglo VI d.C., época en la
que tuvo lugar la labor compiladora del emperador Justiniano I, que desde
el Renacimiento se conoció con el nombre de Corpus Iuris Civilis. El Corpus es sin duda el
texto legal más influyente de la historia de la humanidad, pues es la base del derecho de
gran cantidad de países de todo del mundo.
El derecho romano se divide, a grandes rasgos, en derecho público y en derecho privado,
igual que el derecho contemporáneo. Asimismo, ramas del derecho actual, como
el derecho penal, el derecho tributario o el derecho administrativo, existieron en la Antigua
Roma. Se puede dividir en los siguientes períodos:
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
En la actualidad, el derecho romano es objeto de estudio de una disciplina jurídica
internacional, la romanística, cuya sede son las facultades de derecho de todo el mundo.
En virtud de este carácter internacional, el derecho romano se cultiva en varios idiomas,
principalmente italiano («lingua franca» de la romanística), seguido por el alemán y el
español. Hasta la mitad del siglo XX hubo importantes contribuciones en francés, pero en
la actualidad esta situación ha variado a la baja; el inglés es un idioma de uso minoritario
en el cultivo de la disciplina, aunque se acepta como idioma científico en la mayoría de las
publicaciones. El español se consolidó como idioma científico en esta disciplina a partir de
la segunda mitad del siglo XX, gracias a la altura científica que alcanzó la romanística
española, comandada por Álvaro d'Ors y continuada por sus discípulos.
La definición del derecho romano se comprende mejor si se construye a partir de la
comprensión de sus nociones fundamentales y de su sistema de fuentes. Sin embargo,
éstas no permanecen idénticas en el transcurso de la historia del derecho romano, sino
que varían tanto en su número, como en su valor dentro del sistema de fuentes mismo. Es
este sistema el que provee de nociones claves para entender lo que en Roma se entiende
por derecho. Con todo, es posible adelantar que la expresión ius es la que se utiliza para
señalar al derecho. Esta expresión se opone a la de fas, que designa a la voluntad divina.
Esta clara delimitación entre derecho y religión es patente en testimonios que datan desde
el s. III a. C., pero ello no es válido para los primeros tiempos, como se verá. A su vez, la
expresión ius servirá para la identificación de diversas categorías del mismo, tales
como ius civile, ius naturale, ius honorarium, o ius gentium, por nombrar algunas de las
más relevantes.
El derecho romano fue el ordenamiento jurídico que rigió a los ciudadanos de la Antigua
Roma, en un espectro histórico se a la par de la fundación de Roma (según la tradición,
el 21 de abril de 753 a. C.) y que se extiende hasta mediados del siglo VI d.C., época en la
que tuvo lugar la labor compiladora del emperador Justiniano I, que desde
el Renacimiento se conoció con el nombre de Corpus Iuris Civilis. El Corpus es sin duda el
texto legal más influyente de la historia de la humanidad, pues es la base del derecho de
gran cantidad de países de todo del mundo.
El derecho romano se divide, a grandes rasgos, en derecho público y en derecho privado,
igual que el derecho contemporáneo. Asimismo, ramas del derecho actual, como
el derecho penal, el derecho tributario o el derecho administrativo, existieron en la Antigua
Roma. Se puede dividir en los siguientes períodos:
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.
La monarquía, desde mediados del siglo VIII a.C. (fundación de Roma) hasta la
expulsión de Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..
La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó
la Ley de las XII Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En
esta época, el Estado se basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son
elegidos democráticamente por los hombres libres en las asambleas populares, que
además aprueban las leyes; los magistrados ejercitan las funciones que les son
asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar resoluciones,
llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis política
que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por
el Senado del poder absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..
El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el
Estado era autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su
nombre. Algunos emperadores célebres son: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-
41), Nerón (54-68) o los hispanos Trajano (98-117) y Adriano (117-138). Bajo estos
últimos Roma alcanzó su máxima dimensión territorial: 5 millones de km².12,
configurándose como una de las grandes potencias mundiales de la época.
El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en
el que desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador
tiene el poder absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones
imperiales» (no confundir con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la
conversión del Imperio de la antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto
de Tesalónica, bajo el gobierno de Teodosio I el Grande. Este emperador divide el
Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus hijos Honorio y Arcadio, respectivamente.
Las invasiones germánicas llevan al declive y desaparición del Imperio Occidental, que
separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.
Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época
en la que se realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La
obra esta compuesta por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las
Novelas. La Compilación es la base del derecho romano y gracias a ella textos
jurídicos de juristas romanos de gran técnica jurídica y valor histórico han logrado ser
conservados. Los textos del Corpus han sido trabajados por juristas desde su
publicación y hasta la actualidad. Con capital en Bizancio (luego Constantinopla y
actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la costa del norte de África y el sudeste
de Hispania. Tras la muerte de Justiniano, paulatinamente el Estado pierde gran parte
de esos territorios y se le suele denominar con un término distinto: Imperio bizantino;
pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado propiamente medieval.