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treinta de octubre de dos mil quince

SENTENCIA

Mediante la cual se resuelven los autos del juicio de


amparo *.

A N T E C E D E N T E S:

PRIMERO. Demanda.

**, defensor particular del agraviado **, mediante


escrito presentado en la Oficina de Correspondencia
Común de los Juzgados de Distrito de Amparo en Materia
Penal en el Distrito Federal el dos de marzo de dos mil
quince, solicitó el amparo y protección de la Justicia
Federal contra los actos y autoridad que a continuación
se citan:

AUTORIDAD RESPONSABLE:

Como ordenadora:

1. Agente del Ministerio Público de la Federación


adscrito a la Unidad de Investigación de
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita
y Falsificación o Alteración de Moneda, de la
Subprocuraduría de Investigación Especializada
en Investigación de Delincuencia Organizada, de
la Procuraduría General de la República.

Como ejecutora:

1
2. Director General del Servicio de Administración y
Enajenación de Bienes.

ACTO RECLAMADO:

“De la autoridad señalada como el número 1,


reclamo lo siguiente:
a) La negativa a ordenar y/o determinar la
DEVOLUCIÓN DEL NUMERARIO afecto a la
indagatoria * antes **, al C. **, el cual
asciende a la cantidad de 509,820.00 dólares
(quinientos nueve mil ochocientos veinte
dólares de los Estados Unidos de América),
así como de los rendimientos generados
durante el tiempo que haya sido administrado.
b) La omisión de ordenar y/o determinar, de
oficio, la DEVOLUCIÓN DEL NUMERARIO
afecto a la indagatoria * antes **, al C. Luis
Fernando Aristizabal Lago, (…).
c) La omisión de resolver y/o determinar el no
ejercicio de la acción penal de la averiguación
previa *.
De la autoridad señalada con el número 2,
reclamo lo siguiente:
La ejecución del aseguramiento y la
administración, respecto del numerario afecto
a la indagatoria * antes **, la cual asciende a
la cantidad de 509,820.00 dólares (quinientos
nueve mil ochocientos veinte dólares de los
Estados Unidos de América), así como de los
rendimientos generados durante el tiempo que
haya sido administrado.”

PRECEPTOS QUE CONTIENEN LOS DERECHOS


HUMANOS Y SUS GARANTÍAS CUYA VIOLACIÓN SE
RECLAMA:

2
Los artículos 14, 16, 17 y 20 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

SEGUNDO. Radicación y trámite.

Por proveído de tres de marzo de dos mil quince se


admitió la demanda de amparo, la cual se registró en el
libro de gobierno con el número **.

Mediante proveídos de diez y veintitrés de marzo,


así como veintidós de mayo, todos del año en curso, se
tuvo por ampliada la demanda de amparo, respecto de
los actos reclamados, los que hizo consistir en: a) la
ilegal e indebida notificación mediante edictos, del
aseguramiento decretado respecto del numerario afecto a
la indagatoria *, b) el ilegal e indebido acuerdo de
declaratoria de abandono dictado respecto del numerario
afecto a dicha indagatoria, c) el acuerdo de veintisiete de
febrero de dos mil cinco, donde se ordenó la ratificación
de la promoción de diecisiete de ese mes y año.

Seguido el trámite de este expediente en los


términos respectivos, tuvo verificativo la audiencia
constitucional al tenor del acta que antecede.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia.

3
Este Juzgado Decimocuarto de Distrito de Amparo
en Materia Penal en el Distrito Federal, es legalmente
competente para conocer y resolver el presente juicio,
por razón de materia y territorio, pues la parte quejosa
reclama diversas actuaciones y omisiones que atribuye a
una autoridad ministerial que reside dentro de la
jurisdicción que ejerce este órgano de control
constitucional1.

SEGUNDO. Fijación del acto reclamado.

Del contenido integral de la demanda de amparo así


como de los informes justificados, se advierte que el
quejoso impugna:

 La notificación mediante edictos del acuerdo


de aseguramiento de numerario.

 El acuerdo de declaratoria de abandono


respecto del monetario referido.

 La negativa u omisión de devolver el


numerario asegurado en la indagatoria *, antes *.

1 Con base en lo dispuesto por los artículos 103, fracción I, y 107,


fracción VII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, 51, fracción I de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, relacionado con lo establecido por los numerales 1,
fracción I, 33, 35, 37 y 107 de la Ley de Amparo y con el Acuerdo
General 3/2013 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, relativo
a la determinación del número y límites territoriales de los Circuitos
Judiciales en que se divide la República Mexicana; y al número, a la
jurisdicción territorial y especialización por Materia de los Tribunales de
Circuito y de los Juzgados de Distrito.

4
 El acuerdo de veintisiete de febrero de dos mil
quince, donde se ordenó la ratificación de la promoción
de diecisiete de ese mes y año.

 La omisión de resolver la averiguación previa


citada.

Al efecto, se invoca la tesis PVI/2004, sustentada


por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, de rubro:

“ACTOS RECLAMADOS. REGLAS PARA


SU FIJACIÓN CLARA Y PRECISA EN LA
SENTENCIA DE AMPARO.”

(Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo


XIX, abril de 2004, Novena Época, página 255).

TERCERO. Pronunciamientos previos.

a) Transcripción innecesaria de los conceptos


de violación. El estudio del acto reclamado se realiza a
la luz de los conceptos de violación, mismos que no se
insertan2.

b) Suplencia de la queja. Con fundamento en el


artículo 79, fracción III, inciso a)3, de la Ley de Amparo,
2Es aplicable la jurisprudencia 2a./J.58/2010 visible en la página 830
del tomo XXXI, Mayo de 2010, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, cuyo rubro es: “CONCEPTOS
DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PARA CUMPLIR CON LOS
PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS
SENTENCIAS DE AMPARO ES INNECESARIA SU
TRANSCRIPCIÓN.”

5
opera el principio de suplencia de la queja, al
considerarse que quien interpuso el presente juicio es el
inculpado.

c) Publicación de datos personales. Toda vez


que las partes no se opusieron expresamente a la
publicación de sus datos personales, no obstante que se
les hizo saber sobre la existencia de dicha posibilidad;
puede hacerse pública la presente resolución incluyendo
sus identificativos.

CUARTO. Certeza de los actos reclamados.

La agente del Ministerio Público de la


Federación adscrita a la Unidad de Investigación de
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y
Falsificación o Alteración de Moneda, de la
Subprocuraduría de Investigación Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada, de la
Procuraduría General de la República, al rendir sus
informes justificados (fojas 88 a 93 y 168 a 178), aceptó
los actos que se le atribuyeron, consistentes en la
notificación mediante edictos del aseguramiento del
numerario, la declaratoria de abandono y el acuerdo de
veintisiete de febrero del año en curso.

3“Artículo 79. La autoridad que conozca del juicio de amparo deberá suplir la
deficiencia de los conceptos de violación o agravios, en los casos siguientes:
[…]
III. En materia penal:
[…]
a) En favor del inculpado o sentenciado, y”
6
Con relación a los diversos actos consistentes en la
negativa a devolver el numerario y la omisión de resolver
la indagatoria, negó los mismos; no obstante, deben
tenerse por ciertos, toda vez que la misma se desvirtúa
con las manifestaciones que al respecto expuso en los
términos siguientes:

“[…] Lo anterior, toda vez que mediante


proveído de veintisiete de febrero de dos mil
quince, esta autoridad ministerial, acordó
necesaria la ratificación del escrito de diecisiete
de febrero de dos mil quince, signado por el
licenciado *, defensor particular de *, quien
tiene debidamente acreditada su personalidad
en autos de la presente indagatoria, mismo que
quedó registrado bajo el número de folio
007706 de la Oficialía de Partes de esta
Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada;
mismo que se hizo de su conocimiento el dos
de marzo de dos mil quince, como consta de la
cédula de notificación por estrados y
constancia ministerial de misma fecha.
[…]
No es cierto, el acto reclamado consistente en
la “omisión de resolver y/o determinar el no
ejercicio de la acción penal de la averiguación
previa *. - - - Ello, en virtud que del contenido
del escrito de diecisiete de febrero de dos mil
quince, signado por el licenciado **, defensor
particular de *, no se desprende del mismo, que
el hoy quejoso por medio de su abogado
particular haya formulado ante esta autoridad
señalada como responsable, la petición de la
cual hoy se adolece que esta autoridad
investigadora fue omisa en resolver y/o
determinar respecto de ésta.”

Lo que hace evidente la existencia de los actos que


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se le atribuyeron.

Tiene aplicación la tesis del Segundo Tribunal


Colegiado del Sexto Circuito, que dice:

“ACTO RECLAMADO. DEBE TENERSE POR


CIERTO CUANDO LA AUTORIDAD EN SU
INFORME LO NIEGA, Y A CONTINUACIÓN
HACE MANIFESTACIONES QUE
EVIDENCIAN SU CERTEZA. En el juicio de
garantías, debe sobreseerse cuando las
responsables al rendir sus informes nieguen la
certeza del acto que se les atribuye, ya sea de
manera lisa y llana, o bien expongan razones
tendentes a reforzar esa negativa, empero, no
puede procederse así cuando las autoridades
niegan la existencia de los actos reclamados y,
además, expongan razones o circunstancias de
las que se desprende que esos actos sí
existen, pues en ese caso, lo expuesto al
respecto desvirtúa su negativa y el órgano de
control constitucional debe tener por ciertos los
actos reclamados con base en el examen de
dicho informe.”
(Consultable en la página 391, Tomo XIV, Julio de 1994,
Octava Época, del Semanario Judicial de la Federación)

Por su parte el Coordinador Fiscal y de Amparo del


Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, en
representación del Director General del Servicio de
Administración y Enajenación de Bienes, en su
comunicado de ley (fojas 104 a 110), aceptó el acto de
ejecución que se le atribuyó.

Para demostrar la constitucionalidad de lo anterior,


la responsable ordenadora remitió copia certificada del
8
expediente ministerial respectivo, al que se concede valor
probatorio pleno, conforme lo dispuesto en los artículos
129, 197 y 202 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, de
acuerdo a su 2° precepto4.

QUINTO. Estudio de las causales de


improcedencia.

Previo al estudio del fondo del asunto, deben


analizarse las causales de improcedencia, por ser un
presupuesto de orden público y de estudio preferente de
conformidad con lo que establece el artículo 62 de la Ley
de Amparo vigente.

Sirve de apoyo a lo anterior la tesis jurisprudencial


814, del rubro y texto literal siguientes:

“IMPROCEDENCIA, CAUSALES DE. EN EL


JUICIO DE AMPARO. Las causales de
improcedencia del juicio de amparo, por ser de
orden público deben estudiarse previamente, lo
aleguen o no las partes, cualquiera que sea la
instancia”.

(Visible a fojas 553 del Apéndice al Semanario Judicial de la


Federación 1917-1995, Tomo VI, Materia Común).

4 Puesto que su formación está encomendada por la ley, dentro de los límites
de su competencia, a un funcionario investido de fe pública, expedidas en el
ejercicio de sus atribuciones; aunado a que esa publicidad se demuestra por
las características que presenta como son la existencia de los sellos, firmas y
demás signos legales, resultando aplicable la Jurisprudencia 226, emitida por
el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página
153, tomo VI del Apéndice de 1995, Quinta Época, del rubro siguiente:
“DOCUMENTOS PÚBLICOS, CONCEPTO DE, Y VALOR PROBATORIO.”
9
La agente ministerial responsable, con relación al
acto reclamado consistente en la negativa u omisión de
devolver el numerario asegurado, hizo valer la causal de
improcedencia prevista en el numeral 61 fracción XXI de
la Ley de Amparo, misma que refiere:

61. El juicio de amparo es improcedente:


[…]
XXI. Cuando hayan cesado los efectos del acto
reclamado.

Como antecedentes se tiene que el apoderado


legal del ahora quejoso, en ejercicio del derecho de
petición, por medio de escrito presentado el diecisiete de
febrero de dos mil quince, solicitó la devolución del
numerario que fue asegurado en el domicilio del propio
interesado, y anexó diversos medios de prueba a esa
petición, como fueron copias autorizadas de las
sentencias absolutorias de primera y segunda instancia
del juicio que se instauró en su contra.

A dicha solicitud, la autoridad responsable emitió un


acuerdo el veintisiete de febrero del año en curso, donde
indicó que, una vez que se ratifique el escrito y se
reconozca la firma que obra al calce, se acordaría lo
procedente.

Decisión ministerial que fue notificada al apoderado


del ahora quejoso por estrados, como se desprende de
la constancia de notificación relativa (foja 100).

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Así las cosas, la promoción de diecisiete de febrero
de dos mil quince, integra una petición clara y precisa a
la responsable, consistente en pronunciarse sobre la
devolución del numerario que fue asegurado en el
inmueble que habitaba el ahora quejoso, y la propia
agente ministerial adoptó la postura de que, previo a
realizar algún pronunciamiento, debía ratificarse el
contenido del mismo.

Por lo tanto, contrario a lo argumentado, los efectos


del acto reclamado no han cesado, ya que la petición
realizada no ha sido atendida, ya que no hay
pronunciamiento alguno sobre la procedencia o no de la
devolución del numerario solicitado.

Lo que hace patente que la causal de


improcedencia alegada, no se justifica.

En los mismos términos acontece con relación a la


diversa causa de improcedencia alegada, prevista en el
artículo 61 fracción XXII, la cual señala:

61. El juicio de amparo es improcedente:


[…]
XII. Contra actos que no afecten los intereses
jurídicos o legítimos del quejoso, en los
términos establecidos en la fracción I del
artículo 5 de la presente Ley, y contra normas
generales que requieran de un acto de
aplicación posterior al inicio de su vigencia;

11
Como se expresó, el apoderado del quejoso solicitó
la devolución del numerario que le fue asegurado,
cuando fue detenido en el interior de su domicilio el
veintitrés de junio de dos mil once, y sobre el particular la
autoridad responsable ha sido omisa para pronunciarse
sobre ello, circunstancia que resulta suficiente para tener
por demostrado el interés jurídico necesario para la
procedencia del presente sumario, ya que esa omisión
afecta su patrimonio y, por consiguiente, le genera el
interés requerido para impugnar esa falta de
contestación.

Situación que hace patente que la causa de


improcedencia alegada por la responsable, no se
justifica.

Es necesario puntualizar que en el caso, resulta


innecesario atender a la propiedad del monetario de
referencia, como lo afirma la autoridad ministerial
responsable, ya que basta la posesión que del mismo
detentaba el ahora quejoso cuando fue detenido, para
justificar ese interés jurídico y estar en aptitud de acudir
al juicio de amparo, lo que así acontece, ya que de autos
ha quedado evidenciado que el día del aseguramiento, el
propio quejoso ostentaba la posesión del mismo, al
encontrarse en el interior del inmueble donde fue
detenido, lo que resulta suficiente para los efectos que se
analizan

12
Es aplicable al respecto la tesis sustentada por el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Segundo Circuito que dice:

“INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. LAS


EXIGENCIAS PARA SU ACREDITAMIENTO
DEBEN ATENDER AL DERECHO
AFECTADO DE ACUERDO CON LA
NATURALEZA Y PECULIARIDAD DEL ACTO
RECLAMADO Y CON LA MATERIA
NORMATIVA DEL CONTEXTO EN QUE SE
GENERE. Las exigencias para acreditar el
interés jurídico, como presupuesto de
legitimación para el juicio de amparo, no deben
atenderse desde una perspectiva abstracta o
genérica y en relación con cualquier tipo de
derecho de manera indiscriminada, sino en
función al derecho afectado de acuerdo con la
naturaleza y peculiaridad del acto reclamado y
a la materia normativa del contexto en que se
genere. Así, por ejemplo, si se reclama una
supuesta desposesión derivada de una orden
de aseguramiento dentro de una averiguación
previa, es evidente que el tema de eventual
afectación por el aseguramiento es la posesión
y no necesariamente la propiedad o el ejercicio
de otro tipo de derecho inherente al ámbito civil
o administrativo, y esa circunstancia debe
atenderse sin ignorar los propios datos que de
las constancias puedan advertirse en cada
caso, de modo que aun bajo el criterio de la
apariencia del buen derecho, es válido percibir
que es precisamente ese aspecto posesorio
sobre el bien el que se involucra con el debate
de fondo del planteamiento constitucional que
se propone, de ahí que el interés jurídico
respectivo para la procedencia del amparo
deba igualmente justificarse en ese contexto.”

(visible en la página 1872, del libro X, Tomo 3, del


Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, julio de 2012).

13
Por lo expuesto y al no existir algún otro motivo que
lleve al sobreseimiento del presente asunto, se procede
al estudio de la legalidad de los actos reclamados.

SEXTO. Antecedentes del acto reclamado.

En principio, es oportuno relatar como antecedentes


del acto que por esta vía se combate, los siguientes:

El veinticuatro de junio de dos mil once se dio inicio


a la indagatoria **, con motivo de la puesta a disposición
del ahora quejoso y otras personas, por los policías
federales de investigación, así como diversos objetos y el
numerario consistente en quinientos nueve mil
ochocientos veinte dólares americanos.

Es así que el agente investigador realizó las


diligencias que consideró convenientes, de las que
destacan:

 La declaración de los policías remitentes *, **,


**, **, *, **, quienes ratificación el parte
informativo y puesta a disposición de veintitrés
de junio de dos mil once, que en lo conducente
dice:

“[…] aproximadamente a las 18:30 hrs, al


encontrarnos consumiendo nuestros alimentos
en el restaurant con razón social las
“Gaoneras” cuyo establecimiento está ubicado
en calle Circuito Circunvalación Oriente no. 12,
colonia Ciudad Satélite, entre las calles Paseo
de la Primavera y Periférico, en Naucalpan,

14
Estado de México, lugar en el cual al estar
próximos a salir para retirarnos del negocio,
observamos en ese momento que ingresaban
dos personas del sexo masculino el cual ahora
sabemos que responden a los nombres de ** y
*, percatándonos de inmediato que uno de
ellos el de nombre **, traía consigo fajada del
lado derecho de su cintura una arma de fuego
tipo escuadra, de esto nos dimos cuenta por
que al entrar se nos quedó mirando y se
acomodó la camisa a efecto de cubrirse el
arma, motivo por el cual, los que suscriben
extremamos precauciones, aparentando que
no nos habíamos percatado del arma que
portaba, posteriormente, sin pasar ni tres
minutos aproximadamente, de manera
repentina salen del restaurante los sujetos y
ambos abordan un vehículo de la marca **,
tipo *, de color azul marino, con placas de
circulación **, haciéndolo ya de manera
apresurada y nerviosa, motivo por el cual
decidimos seguirlos a bordo de nuestros
vehículos oficiales, iniciando un seguimiento
discreto sobre la avenida circuito
Circunvalación Oriente y culminando hasta la
calle **, colonia ** en Naucalpan Estado de
México, y de quien ahora sabemos responde
al nombre de *, al descender del vehículo del
lado del piloto, es asegurado, así mismo **
desciende del vehículo del lado derecho, ya
que se percata de nuestra presencia y empuña
con su mano derecha un arma de fuego,
apuntándonos en todo momento, por tal motivo
le gritamos en ese momento que bajara el
arma al mismo tiempo nos identificamos
plenamente como Agentes Federales de
Investigación, por lo que de inmediato en un
descuido procedimos a asegurarlo, iniciando
un forcejeo hasta que se logró someterlo, y
asegurarle un arma escuadra calibre 9 mm,
que al parecer era la misma que portaba
desde la entrada del restaurant, preguntándole
en ese momento por qué de su actitud,
respondiéndonos que temía que nos diéramos
cuenta de que en el vehículo traía dinero,
mismo que tenía que entregar en el
restaurante con la razón social las “Gaoneras”,

15
pero que al percatarse de nuestra presencia le
dimos mala espina, y es por eso que
decidieron salirse de inmediato del lugar,
posteriormente lo cuestionamos en donde se
encontraba el dinero manifestándonos de
manera voluntaria que estaba en la cajuela de
su vehículo **, procediendo a abrir la cajuela
percatándonos que dentro se encontraba una
bolsa de plástico de color blanca
aproximadamente de 40 centímetros de altura,
por 30 centímetros de ancho, y en lo que
observábamos la bolsa que ha dicho de **
contenía los fajos de moneda extranjera, la
persona que ahora sabemos se llama * corrió
apresuradamente hacia el interior del domicilio
ubicado en la calle *, colonia ** en Naucalpan,
Estado de México, gritándole a una persona de
nombre “*” en varias ocasiones que lo
ayudara, y cuya puerta principal se encontraba
abierta, procediendo a tratar de alcanzarlo y en
ese momento nos percatamos de la presencia
de una persona del sexo masculino, sentado
en una silla de ruedas, el cual empuñaba un
arma de fuego tipo escuadra, apuntándonos y
gritando que nos iba a disparar, a su vez le
gritamos que éramos policías federales de
investigación y que bajara el arma, después de
varios minutos de insistirle que éramos policías
y que debería bajar el arma, esta persona
accedió a entregarnos el arma de fuego tipo
escuadra, asegurándolo de inmediato, así
como a la persona que veníamos persiguiendo
misma que se encontraba a un lado de él, en
ese momento observamos sobre la mesa una
bolsa de plástico de color blanco, similar a la
que se encontraba en la cajuela del vehículo
tipo **, conteniendo numerario en moneda
extranjera (dólar), según lo manifestado por *
la persona de la silla de ruedas que ahora
sabemos se llama *, así como diversos
teléfonos celulares, preguntándole a la
persona que estaba sentado sobre la silla de
ruedas de quién era el dinero,
manifestándonos de manera voluntaria que era
dinero de una persona apodada “El güero” el
cual era originario de Guadalajara, Jalisco; y
en ese momento cuando estábamos
16
cuestionando sobre la procedencia del dinero
escuchamos que se abría la puerta de una
habitación de la cual salió una persona del
sexo masculino preguntado que era lo que
sucedía, dirigiéndose al hombre de silla de
ruedas, por lo que procedimos a identificarnos
con esa persona quien dijo ser su sobrino y
responde al nombre de **. Posteriormente los
suscritos al percatarse de la comisión de
varios delitos cometidos en flagrancia,
observamos un vehículo de la marca
submarca (sic) con placas de circulación * del
Distrito Federal, de color gris oscuro,
estacionado sobre la banqueta como si fuera a
entrar a la cochera, por lo que procedimos a
revisar el vehículo y asegurarlo toda vez que
se encontraron dos cargadores abastecidos
cada uno con 13 cartuchos útiles, por lo que
nos trasladamos a estas instalaciones para
hacer de su conocimiento y poner a su
disposición de la autoridad federal a las
personas y objetos […].” –fojas 12 a 16 anexo
II).

 La declaración ministerial de los inculpados,


entre ellos * (foja 109 anexo II).

 El dictamen pericial en materia de contabilidad


de veinticuatro de junio de dos mil once, donde
se establece la cantidad monetaria puesta a
disposición asciende a quinientos nueve mil
ochocientos veinte dólares americanos (foja
288 anexo II).

 El acuerdo de la misma fecha, relativo al


aseguramiento precautorio de numerario,
vehículos, armas de fuego, cargadores y
cartuchos, así como de cuentas bancarias.
(foja 322 anexo II).

17
 La solicitud de arraigo del hoy inconforme y
copartícipes de la misma data y el acuerdo del
veinticinco de junio de dos mil once, dictado
por el juez Tercero Federal Penal
Especializado en Cateos, Arraigos e
Intervención de Comunicaciones, con
Competencia en toda la República y residencia
en el Distrito Federal, en la medida precautoria
*, quien otorgó la misma por un plazo de
cuarenta días. (fojas 477 a 567 anexo II).

 El aviso relativo al embajador de la República


de Colombia en México, donde se le notificó
del arraigo decretado al ahora inconforme y
otros connacionales.

 La constancia de notificación de
aseguramiento de bienes (numerario) al
quejoso *, de treinta de junio de dos mil once.
(foja 721 anexo II).

 El ejercicio de la acción penal de treinta de


agosto de dos mil once, en contra del ahora
quejoso y copartícipes, por su probable
responsabilidad penal en la comisión de los
ilícitos de operaciones con recurso de
procedencia ilícita, portación de arma de fuego
reservada para el uso exclusivo del Ejército,
Armada y Fuerza Aérea y posesión de
cartuchos de uso exclusivo del Ejército,
Armada y Fuerza Aérea. (fojas 502 a 630

18
anexo IV).

 El inicio de la indagatoria * con el triplicado


abierto de la indagatoria **, de veintiuno de
septiembre de dos mil once, para la
investigación y perfeccionamiento de diversos
ilícitos cometidos por diversos participantes.

 El escrito presentado el diecisiete de febrero


de dos mil quince, donde el apoderado del
ahora quejoso, solicitó la devolución del
numerario asegurado, quien expuso entre
otros argumentos que, en la consignación que
se efectuó el uno de septiembre de dos mil
once, no se puso a disposición del juez penal
el numerario citado.

En dicha promoción dijo que el juez Décimo de


Distrito en el Estado de México, al dictar
sentencia en la causa *, el seis de septiembre
de dos mil trece, absolvió al ahora quejoso de
los ilícitos que le fueron atribuidos y adujo que
hubo una intromisión ilegal al domicilio de * y,
por ende, eran nulas todas las actuaciones
practicadas a partir de esa fecha (veintitrés de
junio de dos mil once).

Decisión del juez de la causa que fue


confirmada por el Quinto Tribunal Unitario del
Segundo Circuito, al resolver el seis de
septiembre de dos mil trece el toca penal **, y
agregó copias certificadas de dichas
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decisiones judiciales.

 Acuerdo de veintisiete de febrero de dos mil


quince donde el agente investigador
responsable acordó:

“Atento a lo solicitado por el promovente, y a


efecto de que surta efectos legales su escrito
de cuenta, esta Representación Social de la
Federación, estima necesario recabar la
comparecencia del licenciado **, defensor
particular de *, con la finalidad de que ratifique
el contenido del escrito recibido en Oficialía de
Partes de esta Subprocuraduría de
Investigación Especializada en Delincuencia
Organizada, bajo el número de folio ** y,
reconozca la firma que aparece al calce de
dicho documento; conforme a lo dispuesto en
el artículo 20 del Código Federal de
Procedimientos Penales que a la letra señala:
(lo transcribe). En el entendido de que una vez
hecho lo anterior, se proveerá conforme a
derecho en relación a lo solicitado en su
escrito de cuenta. Notifíquese.” (foja 549
anexo VII).

 Constancia ministerial de dos de marzo de dos


mil quince, donde el agente investigador
asentó que la notificación al promovente se
realizó por medio de estrados, al carecer de
domicilio para ese efecto. (foja 550 anexo VII).

SÉPTIMO. Análisis de los conceptos de


violación.

Aunque el apoderado del quejoso no lo exponga,


quien esto resuelve advierte que las actuaciones que
integran la averiguación previa **, triplicado de su
20
precedente *, vulneran el derecho fundamental del ahora
inconforme, previsto en el artículo 16 párrafo primero de
la Constitución General de la República.

Dicho precepto señala:

“16. Nadie puede ser molestado en su persona,


familia, domicilio, papeles o posesiones, sino
en virtud de mandamiento escrito de la
autoridad competente, que funde y motive la
causa legal del procedimiento.”

De ese numeral se desprende que, para la


intervención en un domicilio por parte de autoridades
policiales o de investigación (cateo), siempre deberá
preceder un mandato de autoridad competente, que
señale los motivos por los cuales se realizará la
intromisión y los fundamentos legales que así lo
establezcan y, de carecer de esos elementos, no tendrá
eficacia probatoria alguna lo obtenido en una diligencia
de esa naturaleza.

Ilustra al respecto la jurisprudencia de la Primera


Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que
dice:

“CATEO. EN ACATAMIENTO A LA
GARANTÍA DE INVIOLABILIDAD DEL
DOMICILIO, LA ORDEN EMITIDA POR LA
AUTORIDAD JUDICIAL, DEBE REUNIR LOS
REQUISITOS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO
16 DE LA CONSTITUCIÓN, DE LO
CONTRARIO DICHA ORDEN Y LAS
PRUEBAS QUE SE HAYAN OBTENIDO
COMO CONSECUENCIA DIRECTA DE LA
MISMA, CARECEN DE EXISTENCIA LEGAL
Y EFICACIA PROBATORIA. Con la finalidad
21
de tutelar efectivamente la persona, familia,
domicilio, papeles y posesiones de los
gobernados, el Constituyente estableció en el
artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos que las órdenes de
cateo única y exclusivamente puede expedirlas
la autoridad judicial cumpliendo los siguientes
requisitos: a) que conste por escrito; b) que
exprese el lugar que ha de inspeccionarse; c)
que precise la materia de la inspección; d) que
se levante un acta circunstanciada en
presencia de dos testigos propuestos por el
ocupante del lugar cateado o en su ausencia o
negativa, por la autoridad que practique la
diligencia. En ese sentido, el artículo 61 del
Código Federal de Procedimientos Penales, en
observancia a la garantía de inviolabilidad del
domicilio, establece que si no se cumple con
alguno de los requisitos del octavo párrafo del
citado precepto constitucional, la diligencia
carece de valor probatorio. Por tanto, las
pruebas obtenidas con vulneración a dicha
garantía, esto es, los objetos y personas que se
localicen, su aprehensión en el domicilio
registrado y las demás pruebas que sean
consecuencia directa de las obtenidas en la
forma referida, así como el acta
circunstanciada de la propia diligencia, carecen
de eficacia probatoria. En efecto, las
actuaciones y probanzas cuyo origen sea un
cateo que no cumpla con los requisitos
constitucionales y por tanto, sin valor probatorio
en términos del señalado artículo 61, carecen
de existencia legal, pues de no haberse
realizado el cateo, tales actos no hubieran
existido.”
(visible en la página 111, eomo XXVI, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
agosto de 2007).

Ahora bien, el veinticuatro de junio de dos mil once


se dio inicio a la indagatoria *, con motivo de la puesta a
disposición que realizaron los agentes de investigación el
día anterior.

22
En ese reporte se señala con claridad que los
policías investigadores, después al encontrarse en un
restaurante, observaron la llegada de dos individuos y
advirtieron que uno de ellos estaba armado, entonces,
bajo un operativo discreto los siguieron y, al llegar a un
domicilio, los interceptaron, para entonces detener al
conductor y al copiloto, pero en un movimiento imprevisto
éste se logró zafar e ingresó a la vivienda particular, al
advertir que la puerta estaba abierta también se metieron
en busca del copiloto, mismo que localizaron en ese sitio,
que también ubicaron al ahora quejoso y su sobrino, así
como el numerario consistente en quinientos nueve mil
ochocientos veinte dólares americanos en efectivo y otros
objetos.

También encontraron estacionado un vehículo


automotor y, tanto las personas, el numerario y el
vehículo los pusieron a disposición del agente ministerial
investigador.

Dichas afirmaciones, fueron ratificadas ante el fiscal


investigador y adquieren el valor probatorio que establece
en arábigo 289 del Código Federal de Procedimientos
Penales.

Asimismo, se obtuvo la declaración ministerial del


ahora quejoso **, quien afirmó que fue detenido en el
domicilio donde se encontraba, y que incluso ahí fue
hallado el numerario.

Ahora bien, el agente ministerial investigador


23
decretó el aseguramiento precautorio de los bienes y
numerario con motivo de esa puesta a disposición, e
incluso ejerció la pretensión punitiva en contra del hoy
inconforme -y sus coindiciados-, por el ilícito de
operaciones con recursos de procedencia ilícita
(hipótesis: al que por sí custodie recursos dentro del
territorio nacional con conocimiento de que proceden del
producto de una actividad ilícita, con el propósito de
ocultar el origen de dichos recursos), y dejó un triplicado
de la investigación, donde mantuvo a su disposición el
monetario que ahora se reclama por el inconforme.

En la consignación, de la que conoció el juez


Décimo de Distrito en el Estado de México, que radicó
bajo la causa penal *, culminado el proceso en todas sus
etapas, el seis de septiembre de dos mil trece, dictó
sentencia absolutoria, al considerar que la detención del
ahora inconforme y los demás procesados, así como el
hallazgo de la bolsa de plástico con el numerario y el
arma de fuego, se realizó en contra de los supuestos que
la ley establece para ello y, en consecuencia, las diversas
pruebas obtenidas en la etapa de averiguación previa,
carecían de eficacia probatoria, al grado de considerarse
nulas.

Circunstancia que fue materia de apelación, donde


conoció el Quinto Tribunal Unitario del Segundo Circuito,
quien al resolver el toca penal *, atendió incluso los
supuestos de la flagrancia, para indicar que la detención
del hoy inconforme y demás sujetos, no se ajustó a
alguna de las hipótesis legales, por lo tanto, las diversas

24
actuaciones y medios de prueba obtenidos, carecían de
validez alguna para justificar las conductas delictivas que
se les atribuyeron y reiteró la nulidad de las mismas
desde la intromisión indebida al inmueble.

De tal manera que debe puntualizarse que ninguna


de las diligencias efectuadas permite justificar que la
intromisión a la vivienda se realizó de manera lícita, ya
que no existe alguna orden expedida por la autoridad
judicial competente que permitiera esa actuación; esto
es, cuando los policías captores se percataron que uno
de los sujetos a los que perseguían se introdujo a la
vivienda, y como vieron la puerta abierta, motu proprio
decidieron ingresar al mismo, y como consecuencia
encontraron a dicho sujeto, así como al ahora quejoso, a
un familiar de éste y el numerario consistente en
quinientos nueve mil ochocientos veinte dólares
americanos entre otros objetos.

Circunstancia que permite afirmar categóricamente


que dicha diligencia resulta contraria a la legalidad, ya
que no existió mandato alguno que permitiera la
realización de esa intromisión al domicilio particular, esto
es, alguna orden de cateo otorgada por un juez
competente para ese efecto.

Esto es, la intromisión a ese domicilio por parte de


los policías captores, se realizó de manera ilícita, ya que
contrario a lo establecido en la constitución general de la
República, no existió esa autorización previa por parte del
juez competente, que justificara la necesidad del cateo en
el domicilio del ahora quejoso, que culminó con la captura
25
del hoy quejoso y sus coinculpados así como el
aseguramiento de diversos objetos y el numerario, de ahí
que se vulneró el derecho a la privacidad y de la
inviolabilidad del domicilio en su perjuicio en
contravención a lo preceptuado en el numeral 16 de la
propia norma constitucional.

Ilustra al respecto la tesis sustentada por la


Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación que dice:

“DERECHO A LA PRIVACIDAD O INTIMIDAD.


ESTÁ PROTEGIDO POR EL ARTÍCULO 16,
PRIMER PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS. Dicho numeral establece, en
general, la garantía de seguridad jurídica de
todo gobernado a no ser molestado en su
persona, familia, papeles o posesiones, sino
cuando medie mandato de autoridad
competente debidamente fundado y motivado,
de lo que deriva la inviolabilidad del domicilio,
cuya finalidad primordial es el respeto a un
ámbito de la vida privada personal y familiar
que debe quedar excluido del conocimiento
ajeno y de las intromisiones de los demás, con
la limitante que la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos establece para las
autoridades. En un sentido amplio, la referida
garantía puede extenderse a una protección
que va más allá del aseguramiento del
domicilio como espacio físico en que se
desenvuelve normalmente la privacidad o la
intimidad, de lo cual deriva el reconocimiento
en el artículo 16, primer párrafo, constitucional,
de un derecho a la intimidad o vida privada de
los gobernados que abarca las intromisiones o
molestias que por cualquier medio puedan
realizarse en ese ámbito reservado de la vida.”
(visible en la página 229, del tomo XXVII, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, mayo de 2008,
26
Novena Época).

Bajo esa óptica, al derivar la indagatoria ** como


triplicado de la primigenia *, misma que conforme a lo
indicado, carecen de validez legal por surgir de un acto
ilícito, los medios de prueba que la contienen también
siguen la suerte de la principal, esto es, aunque resulte
lícita su obtención, deben también declararse nulas al ser
el fruto de un acto inconstitucional.

Es decir, si la indagatoria inicial, que motivó el


ejercicio de la acción penal fue declarada como nula
desde la primer actuación, invariablemente las diversas
actuaciones del triplicado de la misma, que de manera
indebida el agente ministerial registró con diverso
número, también se encuentran viciadas de esa nulidad,
al no poderse desvincular por tener la misma génesis.

Es aplicable al respecto la jurisprudencia de la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación que señala:

“PRUEBAS EN EL PROCEDIMIENTO PENAL.


SUPUESTOS EN QUE DEBE NULIFICARSE
SU EFICACIA. La eficacia de las pruebas en el
procedimiento penal debe nulificarse en los
casos en que la norma transgredida
establezca: (i) garantías procesales, (ii) la
forma en que se practica la diligencia, o bien,
(iii) derechos sustantivos en favor de la
persona. Por su parte, las pruebas derivadas
(aunque lícitas en sí mismas) deben anularse
cuando aquellas de las que son fruto resultan
inconstitucionales. Así, los medios de prueba
que deriven de la vulneración de derechos
fundamentales no deben tener eficacia
probatoria, pues de lo contrario se trastocaría la
27
garantía de presunción de inocencia, la cual
implica que nadie puede ser condenado si no
se comprueba plenamente el delito que se le
imputa y la responsabilidad penal en su
comisión, circunstancia que necesariamente
implica que las pruebas con las cuales se
acreditan tales extremos, deben haber sido
obtenidas lícitamente.”

(visible en la página 2058, libro III, tomo 3, del Semanario


Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
diciembre de 2011).

En consecuencia el acuerdo de veinticuatro de junio


de dos mil once, relativo al aseguramiento precautorio
del numerario y objetos encontrados en la casa donde
se introdujeron los policías captores, la notificación de
ese acuerdo, de treinta de agosto del mismo año al
ahora quejoso, la declaratoria de abandono de nueve
de febrero de dos mil doce y la orden de transferencia
del numerario y demás bienes al Servicio de
Administración y Enajenación de Bienes, realizados
en la investigación *, también resultan nulos y carecen
de cualquier valor probatorio en el triplicado en la
investigación, que ahora se identifica como **.

Lo que conlleva a conceder la protección


constitucional solicitada respecto de los actos
reclamados al agente ministerial investigador,
consistentes en la notificación mediante edictos del
acuerdo de aseguramiento del numerario, la
declaratoria de abandono, así como el acuerdo de
veintisiete de febrero de dos mil quince, al resultar los
mismos inconstitucionales, por derivar de un acto cuya
fuente es nula de pleno derecho, declarada por autoridad
judicial competente.
28
Dicha protección constitucional también abarca la
circunstancia relativa a la omisión de resolver con
relación a la devolución del numerario que señala el
ahora inconforme, así como todos los demás bienes que
fueron descritos en el acuerdo de veinticuatro de junio de
dos mil once, ya que no existe motivo legal alguno para
mantener vigente dicho aseguramiento precautorio, por
ser ilícito el origen del mismo, lo que conduce a la
restauración plena de la esfera jurídica de la parte
quejosa.

Entonces, ante la circunstancia de que la


averiguación previa * triplicado de la primigenia **,
contiene actuaciones que resultan nulas, con motivo de la
ilicitud de su obtención desde la primera actuación,
relativo a la captura del ahora quejoso y copartícipes y la
puesta a disposición de los mismos, así como objetos y
numerario, en consecuencia, la protección constitucional
también incluye lo atinente a la resolución de dicha
indagatoria.

Por consiguiente, los efectos de dicha concesión de


amparo se circunscriben a que el agente ministerial
investigador decrete el no ejercicio de la acción penal
en la misma, levante el aseguramiento precautorio y
devuelva los bienes y numerario al ahora quejoso así
como lo correspondiente a las cuentas bancarias.

Lo anterior resulta congruente con la potestad


prevista en el artículo 21 constitucional, ya que, como se
ha reiterado, esa investigación de delitos, donde el hoy
29
quejoso tiene la calidad de inculpado, se encuentra
viciada de ilicitud y, por lo tanto, son nulas todas las
diligencias realizadas por el agente ministerial, lo cual
éste no puede desconocer.

No se soslaya lo referido por el agente del


Ministerio Público de la Federación adscrito, en el sentido
de que resulta improcedente la devolución del numerario
que reclama el ahora quejoso, ya que durante el
procedimiento de investigación, se tramitó por separado
el diverso relativo al aseguramiento, que culminó con la
declaratoria de abandono de los bienes y numerario,
donde el ahora inconforme no expresó algún argumento
ni demostró la propiedad del mismo, a pesar de que fue
plenamente notificado de ese aseguramiento, ya que fue
el momento procesal oportuno para que alegara lo que le
resultara conveniente.

Sin embargo, como se ha señalado de manera


reiterada, la diligencia que dio origen a la investigación,
que inició con la detención flagrante del hoy quejoso y
sus copartícipes, quedó viciado con el actuar de los
agentes captores, al realizarlo fuera de la legalidad e
introducirse a un inmueble sin la autorización
correspondiente del juez, efectuar un cateo y entonces
detener a los que ahí se encontraban, así como diversos
objetos y el numerario a que hace referencia el ahora
inconforme.

Lo anterior conlleva a que todas las actuaciones,


incluso el procedimiento que culminó en la declaratoria

30
de abandono y transmisión de bienes al Servicio de
Administración y Enajenación de Bienes, así como todo
lo actuado en el triplicado de la indagatoria **, que ahora
se identifica como * y que derivan de la propia actuación
de veintitrés de junio de dos mil once, se tornen ilegales
y, por ende, sean consideradas también como nulas al
no poder desvincularse de la diligencia inicial viciada
de ilicitud y necesariamente también se encuentren
viciadas de nulidad.

Ilustra al respecto la tesis sustentada por la Primera


Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que
dice:

PRUEBA ILÍCITA. EL DERECHO A UN


DEBIDO PROCESO COMPRENDE EL
DERECHO A NO SER JUZGADO A PARTIR
DE PRUEBAS OBTENIDAS AL MARGEN DE
LAS EXIGENCIAS CONSTITUCIONALES Y
LEGALES. Exigir la nulidad de la prueba ilícita
es una garantía que le asiste al inculpado
durante todo el proceso y cuya protección
puede hacer valer frente a los tribunales
alegando como fundamento: (i) el artículo 14
constitucional, al establecer como condición
de validez de una sentencia penal, el respeto
a las formalidades esenciales del
procedimiento, (ii) el derecho de que los
jueces se conduzcan con imparcialidad, en
términos del artículo 17 constitucional y (iii) el
derecho a una defensa adecuada que asiste a
todo inculpado de acuerdo con el artículo 20,
fracción IX de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. En este sentido, si
se pretende el respeto al derecho de ser
juzgado por tribunales imparciales y el
derecho a una defensa adecuada, es claro
que una prueba cuya obtención ha sido
irregular (ya sea por contravenir el orden
constitucional o el legal), no puede sino ser

31
considerada inválida. De otra forma, es claro
que el inculpado estaría en condición de
desventaja para hacer valer su defensa. Por
ello, la regla de exclusión de la prueba ilícita
se encuentra implícitamente prevista en
nuestro orden constitucional. Asimismo, el
artículo 206 del Código Federal de
Procedimientos Penales establece, a contrario
sensu, que ninguna prueba que vaya contra el
derecho debe ser admitida. Esto deriva de la
posición preferente de los derechos
fundamentales en el ordenamiento y de su
afirmada condición de inviolables.
(visible en la página 2057, libro III, tomo 3, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
diciembre de 2011).

OCTAVO. Efectos de la concesión de amparo.

A fin de restituir al quejoso en el pleno goce del


derecho violado, la autoridad responsable deberá:

1) Decretar el no ejercicio de la acción penal en la


indagatoria ** triplicado de la primigenia **.

2) Por consiguiente y con relación a los bienes que


formaron parte del aseguramiento precautorio de bienes,
vehículos, armas, cargadores y cartuchos, así como de
cuentas bancarias de veinticuatro de junio de dos mil
once, deberá dejar sin efectos el mismo.

3) Ordenar a las autoridades bancarias


correspondientes la liberación de las cuentas bancarias
que hayan sido aseguradas al ahora quejoso en la
referida indagatoria.

32
4) Devolver el numerario asegurado, consistente
en quinientos nueve mil ochocientos veinte dólares
americanos.

Ahora bien, como el numerario señalado


comprende una divisa extranjera (dólares americanos), el
cual fue puesto a disposición del Servicio de
Administración y Enajenación de Bienes, como se
desprende de la propia determinación de veinticuatro de
junio de dos mil once (foja 322 a 366 del anexo II), dicha
devolución deberá ajustarse a lo siguiente:

4.1 Término de entrega. El agente ministerial


investigador, en el plazo de diez días, ordenará al
Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, que
proceda a la entrega del dinero al ahora quejoso, dentro
del término de diez días.

4.2. Divisas. Por lo que respecta a las divisas


aseguradas, con fundamento en el artículo 8 de la Ley
Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, deberá
entregarse por bienes de las misma característica y
especie, es decir, en dólares americanos, o en su
caso, por el equivalente en moneda nacional, al tipo
de cambio que rija en el lugar y fecha de su
devolución, conforme a las disposiciones que para
ese efecto expida el Banco de México.

Es aplicable al respecto la tesis sustentada por la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, con el rubro:

33
“REPARACIÓN DEL DAÑO DERIVADA DE
UN DELITO DE CARÁCTER PATRIMONIAL.
CUANDO LA AFECTACIÓN ECONÓMICA
RECAE EN MONEDA EXTRANJERA, DEBE
CONDENARSE A LA RESTITUCIÓN
INTEGRAL Y EFECTIVA POR BIENES DE LA
MISMA ESPECIE, CARACTERÍSTICAS Y
CANTIDAD [INTERRUPCIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 1a./J. 121/2004 (1)]. La
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en la jurisprudencia 1a./J.
121/2004, de rubro: "REPARACIÓN DEL
DAÑO TRATÁNDOSE DEL ROBO DE
CHEQUE EN DÓLARES. AL SER UNA PENA
PÚBLICA PROCEDE SU CONDENA AL PAGO
DE SU EQUIVALENTE EN MONEDA DE
CURSO LEGAL AL TIPO DE CAMBIO QUE
REGÍA EN LA FECHA EN QUE SE CONSUMÓ
EL DELITO.", estableció que tratándose de
delitos patrimoniales, cuya afectación recae en
moneda extranjera, la condena a la reparación
del daño material a la víctima u ofendido del
delito debe fijarse de acuerdo al tipo de cambio
equivalente al momento en que se cometió el
delito, por tratarse de una pena pública que
debe fijarse de acuerdo al momento en que el
ilícito aconteció. Ahora bien, una nueva
reflexión sobre el tema, lleva a esta Primera
Sala a apartarse de ese criterio y, por ende, a
interrumpir dicha jurisprudencia, pues no
responde a las exigencias constitucionales de
protección y garantía integral y efectiva del
derecho humano a la reparación del daño
proveniente de la comisión de un delito. De ahí
que cuando el objeto del delito recae en
moneda extranjera, como bien obtenido con
motivo de la conducta ilícita, la condena a la
reparación del daño material debe decretarse
bajo el rubro de restitución integral y efectiva
por elementos de la misma especie,
características y la cantidad que se demostró
en el proceso penal que corresponda a la
afectación patrimonial ocasionada a la víctima
u ofendido. Lo anterior tiene sustento en las
razones jurídicas siguientes: a) la reparación
del daño que procede de la comisión de un
delito, es una consecuencia jurídica que deriva
34
de la demostración plena de la responsabilidad
penal del sentenciado en la comisión del hecho
ilícito penal, lo que genera una obligación de
restitución por el sentenciado para resarcir el
daño ocasionado; de ahí que sea exigible su
pago a través de los mecanismos de ejecución
establecidos para ese efecto por la ley procesal
penal; b) la posibilidad de que el cumplimiento
de la reparación del daño pueda realizarse a
través del mismo procedimiento aplicable para
la ejecución de la sanción de multa establecida
como consecuencia material de la comisión del
delito, atiende a efectos procedimentales para
obtener su cumplimiento, pero no implica que
su cuantificación se determine bajo los mismos
parámetros; c) la relación de la sanción de
reparación del daño con el derecho a la
legalidad del que derivan los principios de
existencia de ley previa y exacta aplicación de
la ley penal, implica que para justificar la
legalidad de su imposición se requiere que
exista una regulación previa a la comisión del
delito que prevea dicha condena y que se
ajuste a los lineamientos normativos
establecidos, pero no obliga a que se
cuantifique de acuerdo con índices económicos
o de convergencia monetaria existentes al
momento de cometerse el delito; d) en virtud de
que el dinero, representado a través de la
moneda, como unidad del sistema monetario,
en términos económicos y financieros, con
independencia de su carácter nacional o
extranjero, constituye un bien mueble fungible,
cuya naturaleza jurídica le permite ser
remplazado por elementos de la misma
especie, características y cantidad; y, e)
cuando el objeto del delito recae en moneda
extranjera, en atención a su característica de
bien fungible, procede decretar la reparación
del daño material bajo el rubro de restitución
integral, por lo que el juzgador no deberá
realizar su conversión al tipo de cambio
equivalente a la moneda de curso nacional,
porque la naturaleza del bien excluye la
imposibilidad de restitución; en ese sentido, es
una condición fáctica independiente a la
determinación y fijación de la condena a la

35
reparación del daño material, la forma en que el
sentenciado decida dar cumplimiento a la
condena, ya que es jurídicamente aceptable
que el cumplimiento de la obligación de
restitución de la afectación patrimonial se
realice mediante el pago en moneda nacional,
siempre que ello se haga a partir del tipo de
cambio existente al momento en que se
materialice el pago.”
(publicada el once de septiembre de dos mil quince en el
Semanario Judicial de la Federación, con número de
registro 2009928, Décima Época, pendiente de datos de
ubicación).

4.3. Rendimientos. Como lo prevé el numeral 182-


O del Código Federal de Procedimientos Penales, la
transmisión de las referidas cantidades de dinero
comprenderán la suma principal, esto es, las
originalmente aseguradas en dólares americanos, y los
rendimientos generados desde el veinticuatro de
junio de dos mil once hasta la fecha de su
devolución, a la tasa marcada por la Tesorería de la
Federación.

4.4. Inventario de la entrega del efectivo y la


rendición de cuentas. Además, debe vigilar que el
Servicio de Administración y Enajenación de Bienes al
entregar el numerario en comento, levante el acta en el
que se haga constar la recepción de las cantidades por el
tipo de moneda, puntualizar el monto principal y el
rendimiento en cada rubro, así como el tipo de cambio y
tasa basamento del monto final devuelto al ahora
quejoso, como lo disponen los arábigos 25 y 26 de la Ley
Federal para la Administración y Enajenación de Bienes
del Sector Público5.
5 Artículo 25.- El SAE, al momento en que el interesado o su representante legal se
36
5) Informe de cumplimiento. La responsable
deberá comunicar y acreditar a este Juzgado de Distrito,
la devolución del numerario y demás objetos y cuentas
relacionados en el acuerdo ministerial de aseguramiento
de veinticuatro de junio de dos mil once, y que no fueron
puestos a disposición del juez de instrucción al momento
de ejercer la pretensión punitiva el treinta de agosto de
dos mil once, en el término de VEINTICUATRO HORAS
posteriores a la materialización de cada evento.

La tutela constitucional se hace extensiva a los


actos de ejecución del Director General del Servicio de
Administración y Enajenación de Bienes, ya que no se
reclamó por vicios propios sino en vía de consecuencia,
derivando su inconstitucionalidad de lo atribuido a la
ordenadora6.

Por lo expuesto, fundado y con apoyo además en


los artículos 73, 74, 75, y 124 de la nueva Ley de
Amparo, se
presenten a recoger los bienes, deberá:
I.- Levantar acta en la que se haga constar el derecho del interesado o de su
representante legal a recibir los bienes;
II.- Realizar un inventario de los bienes, y
III.- Entregar los bienes al interesado o a su representante legal.
Artículo 26.- La devolución de los bienes incluirá la entrega de los frutos que, en su
caso, hubieren generado.
La devolución de numerario comprenderá la entrega del principal y de sus
rendimientos durante el tiempo en que haya sido administrado, conforme a los
términos y condiciones que corresponda de conformidad con las disposiciones
aplicables. El SAE al devolver empresas, negociaciones o establecimientos, rendirá
cuentas de la administración que hubiere realizado a la persona que tenga derecho a
ello, y le entregará los documentos, objetos, numerario y, en general, todo aquello que
haya comprendido la administración. […]
6 Es aplicable la jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación del tenor: AUTORIDADES EJECUTORAS, ACTOS
INCONSTITUCIONALES DE LAS. (Jurisprudencia 89, publicada en la página
71, del Apéndice 2000, Tomo VI, Materia Común).
Asimismo, la jurisprudencia del Segundo Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito, que se menciona: AUTORIDADES EJECUTORAS, ACTOS DE. NO
RECLAMADOS POR VICIOS PROPIOS. (Jurisprudencia 338, publicada en la
página 69, de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, tomo 83,
Noviembre de 1994, Materia Común).
37
R E S U E L V E:

ÚNICO. LA JUSTICIA DE LA UNIÓN AMPARA Y


PROTEGE a * respecto del acto que reclamó del agente
del Ministerio Público de la Federación adscrito a la
Unidad de Investigación de Operaciones con
Recursos de Procedencia Ilícita y Falsificación o
Alteración de Moneda, de la Subprocuraduría de
Investigación Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada, de la Procuraduría General
de la República y del Director General del Servicio de
Administración y Enajenación de Bienes, por las
razones expuestas en el considerando séptimo, y para
los efectos señalados en el diverso octavo de esta
sentencia.

Notifíquese personalmente.

Así lo resolvió y firma ALBERTO DÍAZ DÍAZ, Juez


Decimocuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal
en el Distrito Federal, asistido del Secretario Pablo
Sánchez Martínez, quien autoriza y da fe, hasta el día de
hoy treinta de octubre de dos mil quince, en que las
labores del juzgado permitieron su engrose, con lo cual
se da por concluida la audiencia constitucional. Doy fe.

38
En esta fecha se giraron los oficios 38515 y 38516 a las autoridades
correspondientes, notificándoles la sentencia que antecede. Conste.

39
El licenciado(a) Pablo Sánchez Martínez, hago constar y certifico que en
términos de lo previsto en los artículos 8, 13, 14, 18 y demás conducentes en lo
relativo de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada
legalmente como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento
mencionado. Conste.

40

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