“enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de

Comité Nacional de Educación Evangélica presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”

LOS RECURSOS INFORMÁTICOS

COMO MEDIO DE APRENDIZAJE EN LA CLASE DE RELIGIÓN

INTRODUCCION

Las Tecnologías de Información en la Educación Chilena

La experiencia informática desarrollada desde principios de los noventa en el país, ha permeado el

sistema y la cultura escolar, y ha demostrado que cualquier subsector del currículum escolar puede
ser abordado desde la informática. El advenimiento, y la continua actualización, de las Tecnologías de
Información y Comunicación (TIC), se ha constituido en una buena oportunidad y un permanente
desafío para quienes se desempeñan en el sistema educacional, convocándolos a construir objetos de
aprendizaje mediados por los recursos informáticos.

En efecto, si se considera las posibilidades didácticas de las TIC y se asume que es posible que
contribuyan al logro de los aprendizajes, como lo ratifica la investigación científica, entonces se
requiere que los docentes avancen en la adopción de tecnología y la utilicen con sentido didáctico.

Esto último ha sido el foco de las políticas educativas relativas a la inserción de tecnologías en
educación en nuestro país. El Ministerio de educación lleva ya casi dos décadas dotando a los
establecimientos del sistema público y subvencionado de todo el país de un parque computacional
que favorezca la innovación pedagógica, de modo tal de que la brecha digital sea reducida
significativamente.

La idea ha sido que los estudiantes tengan acceso a la información en un contexto equitativo, que
exista los medios tecnológicos, la conectividad y el software que les permita acceder al aprendizaje,
teniendo en cuenta para ello la activa mediación de los docentes, quienes realizan una acción
didáctica para que todos los estudiantes aprendan más y mejor, independiente de su realidad socio-
cultural, económica, territorial, étnica, religiosa.

Es deseable, y en eso se han concentrado los planes ministeriales, que los profesores realicen
esfuerzos porque esto se concrete de manera definitiva. Para ello la clase docente ha sido y está
siendo capacitada, ya sea por la vía ministerial o por decisión propia, para asumir los nuevos

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compromisos pedagógicos consagrados en una reforma en curso y que sigue necesitando músculos
para consolidarse.

Para todos quienes han analizado la agenda digital que se ha implementado en Chile y han seguido
las alternativas de los procesos de Reforma Educativa vinculados con la Informática, es un hecho
concreto que se ha estado frente a un proceso caracterizado por el acceso universal a las tecnologías
de la información y comunicación de todos los ciudadanos del país, en un decidido proceso de acceso
igualitario, donde las instituciones educacionales han sido destinatarios privilegiados, dado que en
ellas se concentra una población estudiantil que necesita potenciar sus saberes, ampliar sus
conocimientos, desarrollar sus habilidades y articular sus competencias con el mundo contemporáneo.

En consecuencia, toda iniciativa que favorezca la actualización docente en el ámbito de la Informática

Educativa sigue siendo pertinente. En lo particular, la línea educativa de la Iglesia Protestante,
requiere alcanzar mayores grados de acercamiento a la tecnología para los fines formativos que
persigue, por lo tanto se hará bien al adoptar políticas de acción que apoyen la adopción de tecnología
que apoyen la acción docente en las aulas evangélicas.

La educación religiosa en contexto

Chile vive hoy con atención el proceso de calidad de su oferta educativa. Las evaluaciones a sus
diversos actores y procesos están en pleno funcionamiento. Se evalúa, por ejemplo, el nivel de los
aprendizajes de los estudiantes con pruebas estandarizadas tanto nacionales (SIMCE, PSU) como
extranjeras (TIMMS, PISA). También se evalúa el desempeño docente con miras a mejorar la
educación, ello en el Marco de la Buena Enseñanza, y considerando la Reforma como marco
fundamental.

En medio de estas políticas educativas, es necesario considerar los siguientes elementos:

1. El país ha fortalecido su acción democrática, ampliando los espacios legales para la acción
eclesiástica evangélica. Esta validación legal, con reconocimiento y representatividad, que atiende
y se hace cargo del pluralismo religioso, ha abierto campos para que diversas denominaciones,
generen campos de extensión en sus ámbitos teológicos, culturales, sociales y educativos.
Así entonces, la Ley de Libertad de Culto y el Programa Educacional de Religión Evangélica,
constituyen espacios esenciales para la Iglesia Protestante. Este último, se ha constituido en el

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instrumento rector de la educación cristiana evangélica en el sistema público y subvencionado del

país; con él ha sido posible consolidar el objetivo de atender a la cada vez más creciente
población de estudiantes y disponer de una base instructiva-formativa que ha orientado la acción
transformadora del Evangelio en el sistema educativo.

2. La educación se plantea hoy desde otros paradigmas educacionales, desde los cuales se expresa
la reforma educativa; estos paradigmas se focalizan en la metacognición, donde es esperable un
estudiante que es consciente de sí y que reconoce su forma de aprender, todo ello en el marco del
modelo Piagetiano del constructivismo, y en la importancia de los agentes sociales en la
construcción de los saberes, como lo plantea el modelo Vygoskiano. En este sentido el desafío es
transformar la clase de religión en un taller de vida y desarrollo personal, mucho más
protagonizada por el estudiante que por el profesor, mucho más formativa que instructiva, y
mucho más aplicada a la vida y contextualizada en las necesidades actuales de nuestros niños y
niñas.

3. La necesidad de nuestros estudiantes evangélicos, inmersos en los establecimientos

educacionales públicos subvencionados, que requieren recibir una educación eficaz desde la
perspectiva de su formación cristiana y bíblica, levanta una línea de trabajo para la investigación y
la acción. Se requiere, por ejemplo, formalizar la creación de una instancia formadora de docentes
evangélicos, así como un decidido y dinámico trabajo académico que permita su continua
actualización. Hay que considerar que las actuales disposiciones ministeriales en torno a la
actividad docente, han hecho desaparecer la figura de las autorizaciones transitorias para ejercer
la actividad docente, y dejan la tarea docente sólo en manos de profesional de la educación con
un título profesional avalado por una casa de estudios universitarios.
En definitiva, una formación pedagógica de calidad y excelencia asumida por los educadores
evangélicos, si se mira en un contexto más amplio, puede dar origen a un mayor fortalecimiento
de la calidad de la enseñanza cristiana evangélica, cuyos efectos, por cierto, podrían alcanzar a
las iglesias locales, en el sentido del aporte de estos docentes al interior de sus congregaciones.

Naturalmente, todas estas consideraciones deben estar hermanadas por los imperativos planteados
por Jesús en torno a la enseñanza y el discipulado; se necesita, por tanto, que el Espíritu Santo

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oriente la lógica del trabajo pedagógico en el ambiente cristiano nacional, una mirada sistémica que
provea los elementos necesarios y genere las condiciones para actuar en un sentido de cuerpo a
través de todo el país, de modo tal que la educación religiosa evangélica se distinga por su inventiva y
proactividad, por sus capacidades innovadoras en educación y porque está asumiendo el rol
pedagógico que le asiste.

Las Tecnologías de Información y el Subsector de Religión Evangélica

En el contexto de la clase de religión evangélica la situación es relevante, dado que a todos los
esfuerzos, didácticos y metodológicos, que hoy hacen los profesores y profesoras por transmitir las
verdades de Dios, se puede intencionar la participación de las herramientas computacionales en una
modalidad que favorezca el aprendizaje de la fe. En efecto, las posibilidades multimediales e
interactivas de las herramientas TIC pueden constituirse es un aliado estratégico de gran potencia
para todos los profesores y profesoras de religión.

Si se considera que en casi el cien por ciento de los establecimientos educacionales existen
computadores donados por el Ministerio de Educación, donde además ha existido una capacitación
para los profesores en el uso de la herramienta computacional, con el elemento adicional de disponer
de conectividad a Internet, es plausible pensar que están dadas ciertas bases para hacer uso
intencionado de estos recursos digitales en la clase de religión.

Así mismo, si consideramos la profusa información bíblica, lo que se refleja en sus personajes y sus
historias, las parábolas, sus figuras y símbolos, la poesía, la geografía, el vestuario, los valores, la
teología, la vida ética y moral, la relación con la naturaleza, entre cientos de miradas que pudieran dar
origen al aprendizaje y vivencia de la fe, bien pudiéramos proyectarnos en la construcción de
ambientes de aprendizaje mediados por tecnología.

Actualmente los datos que refieren a la didáctica de la clase de religión evangélica están solo en el
terreno de la propia acción, o bien a los contactos amistosos informales de quienes se contactan para
compartir sus experiencias. Pareciera no haber redes formales de profesores de religión, ya sean
comunales, provinciales o regionales, que mantienen un debate y discusión en torno a sus prácticas
pedagógicas.

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Los esfuerzos que se están llevando a cabo por medio de convenciones comunales y/o regionales, o
nacionales, son una muestra de la necesidad que existe de relevar la actualización docente
evangélica, en materia de su acción educativa y didáctica, y su fortalecimiento ministerial, con foco en
su dimensión formadora y evangelizadora.

Por lo pronto, sugiero las siguientes líneas exploratorias con el propósito de levantar debate y
discusión y, en la medida de lo posible, líneas de trabajo para asumir formalmente por la comunidad
docente evangélica; todo ello en coordinación con el cuerpo rector de la religión evangélica en el país,
esto es el Comité Nacional de Educación Evangélica.

1. Establecer una base de datos, regionalizada y nacional, de profesores de religión evangélica,

interesados en compartir sus planificaciones, guías de aprendizaje, guiones metodológicos y otros
recursos didácticos, que faciliten la acción docente al interior de la clase de religión evangélica. La
inscripción en esta base permitiría tener acceso a un repositorio público, desde el cual los
profesores y profesoras puedan extraer material para enriquecer su propia propuesta didáctica.

2. Crear un blog de Educadores Cristianos Evangélicos, con el propósito de articular el movimiento

nacional de los profesores y reconocer las experiencias pedagógicas que se están dando en toda
la extensión del país. La naturaleza didáctica de este espacio web daría luces para replicar, editar
y o adecuar a los diversos contextos educativos nacionales, las experiencias que implementan en
las diversas aulas del país los docentes de religión.

3. Levantar un sitio web para los docentes evangélicos de modo que puedan acceder a la
información de su sector, donde, además se les disponibilice recursos, se generen foros y se
articule la acción docente.

4. Generar espacios de formación continua que permitan la capacitación docente en el uso de los
recursos tecnológicos. La idea es potenciar las estrategias metodológicas en las clases de religión
evangélica.

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