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ENSAYO
“Perdidos
en
el
tiempo”
El
ser
humano
desde
que
nace
emprende
un
caminar
que
se
hace
acompañar
por
un
tiempo
más
viejo
que
el
mismo
mundo.
El
nuevo
habitante
se
encuentra
sumido
en
un
mundo
en
el
cual
el
tiempo
es
el
valor
más
preciado
de
todos,
su
valor
es
tal
que
al
estar
llegando
al
final
de
la
vida
es
común
escuchar
que
se
lleguen
a
apreciar
aún
más
los
minutos
con
que
se
cuenta.
El
tiempo
y
nuestro
paso
por
él
es
lo
que
nos
hace
apreciar
lo
que
nos
rodea
por
el
simple
hecho
de
que
puede
ser
que
en
el
siguiente
momento
ya
no
esté.
“La
consciencia
de
la
mortalidad
está
vinculada
de
modo
similar
a
la
libertad,
que
distingue
al
hombre
del
animal.
El
conocimiento
y
el
miedo
a
la
muerte
es
una
de
la
primeras
cosas
adquiridas
por
el
hombre
a
medida
que
se
aleja
de
la
condición
de
animal.”
(Rousseau,
Segundo
discurso
sobre
el
origen
y
los
fundamentos
de
la
desigualdad
de
los
hombres.
Citado
en
De
Man,
1979:166).
Así
que
debemos
preguntarnos,
¿qué
tan
conscientes
estamos
de
nuestra
mortalidad
y
de
la
existencia
del
tiempo
independientemente
de
si
vivimos
o
no?.
Sabemos
que
el
tiempo
se
encuentra
ligado
a
las
disciplinas
del
humano:
la
Historia,
la
Física,
La
Biología,
la
Sociología,
la
Arqueología,
la
Antropología,
la
Teología,
la
Religión,
entre
otras.
Se
encuentra
entrañablemente
unido
a
todas
las
transformaciónes
que
sufre
nuestro
planeta
y
a
mayor
escala,
a
las
transformaciónes
y
fenómenos
que
ocurren
en
el
espacio
universal.
Su
estudio
nos
ha
intrigado
desde
tiempos
inmemoriables
y
las
teorías
no
se
han
hecho
esperar.
Emmanuel
Kant
planteaba
la
reducción
del
orden
de
sucesión
al
orden
causal
y
determinaba
que
para
una
serie
de
causas
o
sucesos
anteriores
se
producen
unos
efectos
consecuentes,
siendo
ésta
una
regla.
Heidegger
por
su
parte,
considera
el
tiempo
como
intuición
del
movimiento
o
“devenir
intuido”.
Reduce
el
tiempo
a
la
consciencia
o
el
alma,
su
concepción
del
tiempo
es
mucho
más
cíclica.
Y
por
último,
contamos
con
la
concepcion
del
tiempo
reduciéndolo
a
la
estructura
de
la
posibilidad.
El
tiempo
en
ésta
concepción
no
es
algo
que
debería
ser
definido
ni
calculado.
Es
una
concepción
mucho
más
abstracta
que
es
explicada
por
San
Agustín
quien
no
creía
en
dividir
el
tiempo
en
tres;
pasado,
presente
y
futuro
sino
en
tres
presentes:
el
presente
del
pasado,
el
presente
del
presente
y
el
presente
del
futuro.
La
realidad
en
que
vivimos
es
la
misma
realidad
que
la
que
éstos
tres
filósofos
vivieron,
la
realidad
se
mantiene
pues
aún
hoy
sus
conclusiones
son
debatibles
y
las
bases
sobre
las
cuales
las
plantearon
son
válidas.
La
realidad
puede
ser
la
misma
pero
son
las
circunstancias
y
los
diferentes
ángulos
desde
los
cuales
se
ven
las
cosas
son
los
que
hacen
que
cada
persona
y
cada
época
cuente
con
características
diferentes.
Son
las
circunstancias
las
que
influyen
a
una
persona
a
darle
un
mal
manejo
al
tiempo
con
que
cuenta
y
son
las
mismas
circunstancias
unidas
al
imparable
correr
del
tiempo
las
que
gastan
no
solo
nuestro
cuerpo,
sino
nuestro
subconsciente,
nuestra
mente
y
nuestra
alma.
“El
mundo
que
experimentamos
no
está
limitado
a
lo
que
es
dado
momentáneamente
por
nuestros
sentidos.
Está
formado
también
por
lo
que
hemos
percibido
recientemente,
por
esperanzas,
el
conocimiento
y
la
memoria,
para
proporcionar
una
arena
adecuada
en
que
planear
y
actuar.
La
burbuja
vagamente
delimitada
de
espacio
que
habitamos
se
extiende
no
sólo
delante
de
nuestros,
sino
también
hacia
atrás.”
(Treisman,1999:
220)
El
ser
humano
no
se
encuentra
hecho
de
tiempo,
él
nace
y
llega
a
un
lugar
en
el
cual
el
tiempo
corre,
y
se
hace
acompañar
de
él,
no
tiene
opción
más
que
aceptar
los
minutos
y
horas
con
que
cuenta
y
tener
presente
ese
miedo
a
morir
para
poder
ser
un
poco
más
libre,
para
poder
tomar
elecciones
sin
olvidar
que
no
va
a
vivir
por
siempre,
para
no
olvidar
que
“Mientras
tanto
el
tiempo
vuela,
vuela
para
nunca
volver.”(Virgilio
(70-‐19
B.
C.)
Geórgicas,
I).
Bibliógrafía.
• Asunción
López-‐Varela
Azcárate,
“Una
Exploración
Pluridisciplinar
de
la
Crisis
de
la
Representación
del
Tiempo
en
Ciencia
y
Narrativa
(Énfasis
especial
en
Virginia
Woolf
yJames
Joyce)”,
Tesis
doctoral,
(Madrid
2002).