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Los mejores consejos para practicar sexo

en el agua
Dos expertos ofrecen estos tips para disfrutarlo sin riesgos
en este caluroso verano.

MAR. El mar o una piscina privada son lugares ideales para esta práctica (con
discreción).

Lo que en el resto del año se limita a la bañera o a la ducha, con la subida de


las temperaturas se extiende a la orilla del mar o a la piscina. Practicar sexo en
el agua es una opción refrescante, pero… ¿Acarrea algún problema?

La respuesta es sí. Muchos son los mitos falsos que rodean a la práctica sexual
en el medio acuático. José Bustamante, psicólogo y sexólogo, e Ignacio
Moncada, presidente de la Asociación Española de Salud Sexual, responden a
las cuatro preguntas más frecuentes sobre esta práctica.

¿El agua incrementa el riesgo de embarazo?


Tener sexo en el agua supone algunas dificultades con el uso de
anticonceptivos. En el caso de la mujer, “el uso de anticonceptivos orales o
vaginales como por ejemplo la píldora o el DIU, no va a suponer un riesgo de
embarazo”, explica Bustamante. El mayor problema lo encontramos en el uso
del preservativo, ya que “el látex podría perder eficiencia ya que se vuelve
poroso y podría llegar a romperse”, afirma.
Por ello, recomienda “realizar la penetración fuera del agua, aunque sea
menos erótico o menos pasional y después introducirse en el agua, así
evitaremos que el preservativo sufra desperfectos”.

Por su parte, Ignacio Moncada apunta que es probable que “teniendo sexo en
el agua haya menos riesgo de embarazo debido a que los espermatozoides
pueden salirse más fácilmente, no ser fértiles y destruirse con el agua”.

¿El agua ayuda a la lubricación?


No, falso. Ignacio Moncada va más allá: “La sal del mar o el cloro de la piscina
pueden producir irritaciones”. Esto se debe a que a que a pesar de que
estamos en un medio líquido aparece sequedad. “El flujo habitual que aparece
en la excitación femenina que facilita la penetración, desaparece por el agua y
dificulta que el coito sea fluido”, aclara José Bustamante.

¿Aumenta el riesgo de contraer enfermedades de


trasmisión sexual o infecciones?
No aumenta tanto el riesgo de enfermedades de trasmisión sexual como el de
infecciones bacterianas. “El mar y el agua de las piscinas promueven
el crecimiento de gérmenes ya que el medio está contaminado, por eso existe
un mayor riesgo que si se practica sexo en la cama”, indica el sexólogo. “Al
haber menos lubricación se pueden producir rozaduras. Estas pequeñas
heridas en los genitales pueden provocar la aparición de parásitos
oportunistas”, añade.

En relación a las enfermedades de trasmisión sexual, Bustamante apunta que


“existe la misma probabilidad de adquirir una patología de estas características
que si se realizara el coito en un entorno seco ya que va a depender del tipo de
método anticonceptivo que se utilice”.

¿Por qué se elige el medio acuático como lugar


para tener sexo?
El medio acuático siempre se ha relacionado con la sexualidad. “Muchas veces
los sueños eróticos están relacionados con algún escenario acuático ya
sea una cascada, una piscina o un jacuzzi. El agua envuelve y produce
cierta sensación de placer, hace que seamos más ligeros, más livianos y esto
hace que sea más atractivo desde el punto de vista erótico”, destaca Ignacio
Moncada.

Además, en verano “el sol favorece el aumento del deseo sexual y genera en el
varón el aumento de la testosterona y en la mujer también, esta es una de las
razones que hacen que apetezca este tipo de relaciones”, añade el sexólogo.
José Bustamante, por su parte, asegura que tener relaciones sexuales en el
agua “ayuda a salir de la rutina e impulsa al crecimiento de nuestro nivel
erótico. Esto es un factor positivo para las relaciones de pareja ya que rompe la
monotonía”, concluye.

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