Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Resumen:
1. Parte de una caracterización del derecho agrario como regulador de la actividad agraria.
2. Concluye en la imposibilidad de describir un objeto de la materia con vocación universal.
3. La imposibilidad es producto de las influencias geográficas, políticas, históricas y de los
ámbitos específicos jurisdiccionales de que se trate.
4. Describe cuestiones actuales que hacen ver el objeto del derecho agrario desde distintas
perspectivas.
5. Las perspectivas son: el ambiente, los productos, los mercados, las cadenas de producción,
la tecnología, la biotecnología, las regulaciones regionales e internacionales, etc.
6. Los contenidos de las perspectivas van aportando “a la multiplicidad de objetos de
regulación y estudio y amplitud de relaciones y zonas de contacto o conflicto con otras
disciplinas jurídicas”.
7. Recupera los aportes de prestigiosos autores platenses que contribuyeron a la autonomía
científica de la materia describiendo la actividad agraria.
8. Vuelve a los puntos de difíciles confines con otras materias.
9. Traza un punto de vista sobre los límites con otras materias.
Las concepciones particulares y preferencias propias del autor pueden vincularse con la
transversalidad e interdisciplinariedad de la materia.
El derecho agrario es transversal a las otras ramas del derecho, especializaciones o
disciplinas internas.
Esta transversalidad se exterioriza en la mayor o menor autonomía que se le otorga al
derecho agrario.
De acuerdo a la mayor o menor autonomía que se le otorga al derecho agrario acrecerán o
faltarán institutos en su contenido.
El derecho agrario se relaciona interdisciplinariamente con las ciencias agrarias y
forestales, la economía, la sociología, la política agraria y la ecología.
Se objetó la inclusión en el derecho agrario de capítulos sobre política agraria y sus
instrumentos propios (se hizo como clave de lectura que aporta a la interpretación y
contextualización de las normas agrarias y los conflictos de intereses en el sector).
Se critica la trascendencia que se le otorga dentro del derecho agrario a los recursos
naturales y al ambiente.
Las concepciones particulares y preferencias propias del autor pueden vincularse con los
distintos valores personales.
Las concepciones particulares y preferencias propias del autor pueden vincularse el bagaje
intelectual previo con el que se encara el estudio de la materia.
Las concepciones particulares y preferencias propias del autor pueden vincularse con los
roles profesionales con que muchos autores encaran el estudio de la materia.
La imposibilidad de universalización de institutos y contenidos se debe a las fuentes
productoras del mismo.
Una de las fuentes productoras del derecho agrario es la todavía aún significante vigencia
de los usos y costumbres.
Una de las fuentes productoras del derecho agrario son los preceptos constitucionales.
Los preceptos constitucionales marcan rumbos diferenciados.
Una de las fuentes productoras del derecho agrario las fuentes internacionales y
regionales.
Todos estos temas fueron presentados sucintamente porque no son el verdadero motivo
de la exposición.
Todos estos temas no hacen perder valor a los intentos de aquellos que han pretendido
concentrarse en la elaboración de una teoría general del derecho agrario.
Vivanco con su teoría general del derecho agrario es uno de los esfuerzos más conocido en
Latinoamérica y el mundo.
Una visión panorámica del derecho agrario podría describirse con un núcleo central de la
materia.
El núcleo central de la materia supera las viejas tensiones.
Nuevas realidades expanden el objeto del núcleo central.
La expansión del núcleo central genera nuevas tensiones en las zonas limítrofes de la
materia.
El derecho del campo, el derecho rural, el derecho de los recursos naturales, el derecho
del a tierra, el derecho de los contratos agrarios y el derecho de la empresa agraria
El derecho del campo.
El derecho rural.
El derecho de los recursos naturales.
El derecho de la tierra.
El derecho de los contratos agrarios.
El derecho de la empresa agraria.
Parecen superadas las alternativas que vieron al derecho agrario como el derecho del
campo o derecho rural.
Parecen superadas las alternativas que vieron un derecho definido por un marco espacial
en contraposición al derecho urbano, civil, comercial y hasta industrial.
Se van superando las concepciones que lo vieron al derecho agrario como el derecho de la
tierra.
El derecho agrario se ve como el derecho de la tierra bajo la preeminencia del instituto de
la reforma agraria.
El derecho agrario se ve como el derecho de la tierra como derecho de los contratos.
El derecho agrario que se ve como el derecho de la tierra como derecho de los contratos
tiene la fórmula “contratos agrarios” como de exclusiva referencia a los contratos de
concesión de tierras para la producción agraria.
Perdió vigencia el derecho agrario visto como reparto de la tierra rural para la distribución
de los distintos usos.
Perdió vigencia el derecho agrario visto como derecho del territorio.
Perdió vigencia el derecho agrario en sumisión al derecho de los recursos naturales.
Seguramente se vincula la perdida de vigencia del derecho agrario en sumisión al derecho
de los recursos naturales con el avance de la definición de actividad agraria y su
descripción como objeto propio del derecho agrario.
En el centro se ubicaría la disputa doctrinaria por ver como objeto determinante del
derecho agrario la actividad agraria o la empresa agraria.
La disputa entre la actividad agraria o la empresa agraria no tiene una intensión tan
potente o conflictiva como la intensión que se da en la periferia o los confines del derecho
agrario.
Este proceso global puede ser visto como una integridad que subsume al derecho agrario
en un derecho superior (alimentario o agroalimentario).
La actividad agraria para el derecho agroalimentario está totalmente condicionada por las
políticas públicas garantistas de una tutela sanitaria y de calidad y de una pretensión de
alcanzar a cubrir las necesidades alimentarias de la población.
Los objetivos de las políticas públicas planteados por el derecho agroalimentario son tan
importantes que hacen perder trascendencia a la caracterización propia de la actividad
agraria como fundamento de la autonomía del derecho agrario.
Actividad agraria y doctrina clásica del derecho agrario como aporte para aceptar
nuevos contenidos y encontrar los límites precisos en la extensión del derecho agrario
moderno
El verdadero centro definitorio de regulación del derecho agrario es A CRITERIO DEL
AUTOR el concepto de actividad definido por Rodolfo Carrera.
Rodolfo Carrera elaboró la concepción/teoría agrobiológica.
La teoría agrobiológica fue expuesta por primera vez en un libro de 1948.
Carrera señala que el elemento constitutivo esencial del derecho agrario es la actividad
agraria.
Fabila define la actividad agraria como una industria genética perfectamente diferenciada
de las otras industrias de extracción, transformación o servicio.
La actividad agraria tiene dos factores esenciales que la distinguen del resto de las
actividades económicas.
Uno de los factores esenciales de la actividad agraria es el clima.
Uno de los factores esenciales de la actividad agraria es “los propios de la agricultura” con
“los propios de la ganadería”.
Carrera reconoce las contribuciones del ingeniero agrónomo Andrés Ringuelet desde el
Instituto Agrario Argentino.
Ringuelet describió con sus propias palabras la teoría agrobiológica en trabajos destinados
a sus alumnos.
Uno de los trabajos de Ringuelet sin año ni editorial es “Los fundamentos científicos de la
teoría agrobiológica”.
En “Los fundamentos científicos de la teoría agrobiológica” de Ringuelet se asevera que la
actividad agraria se fundamenta en la biología y la ecología.
La biología estudia la vida de la planta o del animal.
La ecología estudia el medio donde la planta o el animal encuentra las condiciones,
elementos y energías requeridas para vivir.
La ecología estudia el suelo.
El suelo tiene reacciones físicas, químicas y biológicas.
El suelo respira, evoluciona, se degrada y destruye.
La ecología estudia el clima.
El clima es vital por los factores de luz, humedad y temperatura.
El suelo y el clima determinan los cultivos y regiones agrícolas.
En “Los fundamentos científicos de la teoría agrobiológica” de Ringuelet se asevera que el
hábitat primitivo era agreste y virgen.
En “Los fundamentos científicos de la teoría agrobiológica” de Ringuelet se asevera que el
hábitat primitivo fue modificado por el hombre para sacarle provecho.
En “Los fundamentos científicos de la teoría agrobiológica” de Ringuelet se asevera que la
modificación del hombre del hábitat siempre respetó las leyes bio-ecológicas.
Las leyes bio-ecológicas determinan el hacer del hombre.
En “Los fundamentos científicos de la teoría agrobiológica” de Ringuelet se define la
actividad agraria como una actividad “bio-ecológica”.
La actividad agraria es bio-ecológica porque sin naturaleza no es posible.
“La agricultura gracias a su estrucutura bio-ecológica produce, engendra, genera, con un
embrió o germen. Por ello es una actividad genética destinada a producir”.
“El periodo vegetativo de la planta es un proceso estacional que comprende cuatro fases:
nacimienot, crecimiento, fructufucación, reproducción”.
“El productor tiene que respetar ese ciclo y adecuar su trabajo al mismo si quiere lograr la
cosecha”.
El ambiente condiciona la actividad también por los riesgos naturales incontrolables.
La agricultura produce materia orgánica que es perecedera y se pudre y la atacan las
plagas.
El concepto de actividad agraria es el que debe poner claridad a la relación entre lo agrario
y lo alimentario.
No es claro si la expresión derecho alimentario señala un conjunto de normas vinculadas a
los alimentos o si distingue un sector autónomo del derecho que incluiría al derecho
agrario como regulación del primer eslabón de la producción de los mismos.
CREE que el derecho agrario debe acrecentar sus confines al sector agroalimentario.
Una visión cada vez más usual de las cadenas de producción para regular la actividad
introduce siempre más datos de esta propia visión en las normas agrarias.
La visión de cadena debe asimilar los fundamentos de la actividad agraria que la justifican
como sector débil y a proteger en la relación con los restantes sectores.
Por la debilidad del sector de la actividad agraria es importante extender la influencia del
derecho agrario hacia las relaciones con los restantes sectores de la cadena.
Por la debilidad del sector de la actividad agraria no hay que limitar al derecho agrario
como exclusivo de la actividad primaria.
La debilidad del sector de la actividad agraria no debe implicar que el derecho agrario
abarque las actividades comerciales o industriales.
La debilidad del sector de la actividad agraria no debe implicar que el derecho comercial
absorba al derecho agrario.
La debilidad del sector de la actividad agraria no debe implicar que el derecho comercial
imponga al sector agrario sus principios y dinámicas propias.
La imposición al sector agrario de los principios y dinámicas propias del derecho comercial
llevaría a serias deficiencias estructurales.
El derecho agrario puede regular y estudiar las normas e institutos que teniendo que ver
con los bienes y la actividad agraria, reflejan sobre éstos características particulares
provenientes del mercado de alimentos.
El derecho agrario puede usar el concepto de actividad como límite para escindir las
normas agroalimentarias o agroindustriales de aquellas que son directamente industriales.
En tanto la norma regula la actividad agraria o aquellas actividades en conexión con la
agraria estaremos todavía en el derecho agrario.
En tanto la norma regula un contrato entre sujetos agrarios y sujetos industriales
deberemos pregonar, partiendo de los datos normativos de cada ordenamiento jurídico
particular, que prime la influencia de los principios que reconocen las particularidades de
la actividad agraria y por ende la protegen.
No se adentra a analizar situaciones particulares.
No se adentra a calificar de agrarias o no ciertos institutos como la denominación de
origen, las indicaciones geográficas, los contratos agroindustriales o el código alimentario.
Está CONVENCIDO que estamos en tiempos de cambio.
Está CONVENCIDO que el objeto del derecho agrario no ha mutado por otros objetos
diversos a la actividad agraria.
Está convencido que el derecho agrario ha alargado sus confines con la sumatoria de un
sinnúmero de institutos que recogen los cambios tecnológicos y las dinámicas propias
impuestas por los mercados.