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Universidad EAFIT

Partidos Políticos & Sistemas Electorales.


Juliana Jiménez A.
Febrero de 2019

Los partidos políticos: la alternativa.


Introducción.
Cuando se es confrontado con una pregunta político- social como es ¿Hay alternativa a los partidos
políticos? Se hace difícil responder de forma que se convierta en un enunciado universal. Indicar que
hay una aseveración ideal o verdadera seria de cierta forma negar el presupuesto en sí de los partidos
políticos y su labor. Para abordar la pregunta lo que hace falta es definir los términos a utilizar, su
historia, el contexto desde el cual se responde y la experiencia individual dentro de ese contexto; eso
a modo de esbozar los argumentos por medio de los cuales otros puedan partir; sea para replicar y
cuestionar la base desde la cual se analizan los conceptos o para encontrar una base de común acuerdo.

En sí, el análisis de los partidos políticos durante la historia ha permitido visualizar no solo su creación
y permanencia en la arena de lo político sino que también su transformación, y la redefinición de su
labor dentro de tiempos y contextos específicos. La historia y trasformación de los partidos políticos
tiene su inicio en la definición y uso del término “facción” (connotación que trae consigo un tinte
peyorativo y siniestro) y que se refiere –según Madison- a un grupo de asociación civil “que está
unido y activado por algún impulso común de la pasión o del interés, que va en contra de los intereses
de otros ciudadanos ” y que Bolingbroke a su vez cataloga como: “los peores de todos los partidos
(…) surgidos de pasiones e intereses y no de la razón y la equidad” (como se cita en Sartori, 2005,
pp 31,32 & 40). Sin embargo la redefinición de la democracia, la aparición del pluralismo político y
la reestructuración social llevaron a que los partidos fueran clasificados como afirma Burke en cuanto
a su relación con la sociedad civil, denominándolos así “instrumentos de gobierno libre, medios o
partes de un todo que presuponen la paz bajo un gobierno constitucional” (como se cita en Sartori,
2005).

Sin embargo no porque ocurra una cierta mutación en el pensar político, social y no porque las
motivaciones o labores de los partidos cambien significa que hay una tendencia a la inminente
desaparición de los mismos como se intenta casi que demostrar en la actualidad. Los partidos como
parte de un todo –y hablando en términos físicos- como materia “no se crean ni se destruyen…se
trasforman” (Lomonosov & Lavosier, 1785). Quizás si fuéramos a dar una respuesta fija y concreta
seria que no hay alternativa a los partidos porque son ellos mismos la alternativa en sí; y es eso lo que
precisamente se piensa puntualizar en este ensayo: como la trasformación de las concepciones
individuales llevaron a una mutación de los partidos tradicionales y esos cambios son si serlo en
definición “la alternativa”.

Argumentos.

A modo de fundamentar el hecho de que no hay una verdadera alternativa a los partidos políticos y
que su transformación es en sí, la mejor opción; se van a desarrollar tres argumentos base:

1. La remodelación del ideal de democracia.


2. El cambio de la noción de pluralismo.
3. Y el vuelco hacia una nueva concepción de la participación.
Universidad EAFIT
Partidos Políticos & Sistemas Electorales.
Juliana Jiménez A.
Febrero de 2019

La remodelación del ideal de democracia:

“La democracia es una forma de gobierno en la que los ciudadanos escogen a los gobernantes o
dirigentes que los representarán en la conducción del país” (Senado de la Republica, 2015) y ha sido
fundamental durante la evolución de la sociedad y de los partidos políticos; el ideal de democracia ha
mutado y muestra con ello el continuo cambio y la reorganización –en cuanto a preferencias- de la
representación social y económica en los estados. El contexto, ha generado etapas democráticas i)
limitadas ii) de masas y la que podríamos tomar ahora como iii) la concepción individualista de la
democracia; donde cada quien busca desarrollar en su entorno las condiciones propicias para el
desarrollo de su visión sobre equidad, libertad, representación y paz sin separarse del concepto
unitario de partido.

A mi parecer el entorno actual hace que se defina a los partidos políticos como parte de un sistema
donde el sentido concreto del partido es servir, como bien dijo Katz como “empresarios”. Son
“agencias semi-estatales” no dependientes del electorado y más dependientes del estado (como se cita
en F. Casal & G. Scherlis,2017), pero aun así restringidos a trabajar entre ambos y entre ellos para
asegurar ciertos privilegios y por ende reafirmar su subsistencia como parte fundamental del sistema.
La remodelación del ideal de democracia implica que ya no sea solo un sistema de representación y
conducción, sino uno de preservación de condiciones óptimas y de busca de mejoras generales, en
donde los partidos contribuyen más que a la representación civil (que se venía dando) a la estabilidad
del sistema en general; mostrando como resultado una transformación estructural del partido cuyos
objetivos van en consonancia con conceptos de común acuerdo –lo que ahora tenemos y queremos-,
sin significar la desaparición de los partidos como entes de concretización.

El cambio de la noción de pluralismo: se puede tomar como consecuencia de la progresiva


transformación del ideal de democracia; las sociedades actuales ya no conciben el pluralismo
únicamente como la aceptación de los diferentes actores de la sociedad, las diferentes formas de
organización social o las muestras variadas muestras culturales (creencias, inclinaciones,
costumbres). El pluralismo ha mutado hasta el punto de contener lo político como parte de un todo.
Es, en lo estatal la diversificación del poder; lo que “agencia el conflicto y genera consenso”; en
palabras de Sartori el pluralismo político es “el encomio del disenso” (Sartori, G. 2005). Aceptar que
hay diferentes nociones de pluralismo y tomarlas a todas como parte de un estado nos lleva a pensar
que la evolución de los partidos era necesaria de forma que modificara y contuvieran las diferentes
expresiones de poder encauzándolas como nuevas dinámicas de una democracia emergente basada
en negociación entre el estado y los ciudadanos. El cambio de la noción de pluralismo significa un
cambio en concepción ideológica de los individuos y por ende un motivo para transferir labores
estatales a los partidos políticos; logrando, al igual que en la sociedad instaurar en ellos ideas
universalistas y cooperativas, y convirtiendo la labor de los mismos en facilitadores de
conversaciones, pactos y negociación, sin imponer (como antes) concepciones únicas y limitadas.

Como consecuencia entonces de los dos argumentos anteriores (y asimilando el contexto actual y la
emergencia de los partidos cartel) se tiene que hay un vuelco hacia una nueva concepción de la
participación.
Universidad EAFIT
Partidos Políticos & Sistemas Electorales.
Juliana Jiménez A.
Febrero de 2019

La participación ya no está dada únicamente (como en otros momentos) como la expresión electoral
en búsqueda de representación de intereses particulares, o como el motivo de premio o castigo hacia
la labor hecha en la dirección y conducción de lo estatal. La transformación de los partidos en la
actualidad es de carácter programático, haciendo que las unidades mínimas de los partidos se
modifiquen en cuanto a su labor en la democracia, el estado, las percepciones de pluralismo y la
relación no de ellos con la sociedad sino de la sociedad con ellos. Sin duda alguna las militancias
“casi desaparecidas”, las elites en retirada, la financiación, la colusión y la cooperación entre
diferentes clases de partidos muestran una diferencia notoria en los niveles de participación tanto de
la sociedad como de los entes estatales. También debemos que tener en cuenta que las sociedades han
evolucionado tecnológica e intelectualmente a un nivel que no había sido posible imaginar y
prescribir; de modo que la relación de los partidos con los medios y la forma en que se entrelazan
ellos con la sociedad ha de mutar para ponerlos como parte del aparato estatal e ir de la mano con los
“nuevos” llamamientos universales de pluralismo y democracia. Las nuevas formas de participación
modifican las relaciones de la tricotomía (estado, partidos, sociedad) y convierten a los partidos “en
un servicio que el estado le proporciona al a sociedad civil” (Katz, como se cita en F. Casal & G.
Scherlis; 2017)

Conclusión.

Como se ha intentado mostrar a través del texto y como se ejemplifico al principio; los partidos
políticos son en el mundo social, lo relativo a la materia en la física. Por más que haya una
disminución en las formas de participación, por más que cambien tanto ellas como las concepciones
de democracia y el pluralismo, no se puede concebir (por ahora) la desaparición de los partidos.

Lo único a lo que podemos llegar viendo las estadísticas de comportamiento y de preferencias en los
sistemas democráticos, es lo mismo que se ve en casi todos los sistemas cuando se someten a cambios;
una desaprobación inicial que con el tiempo logra su estabilización y aceptación y se concreta en el
sistema como una dinámica mayoritaria. Tal vez no se trata de encontrar una alternativa fija sino de
adoptar las trasformaciones y los cambios como alternativas en sí mismas; así, como se ha hecho a
través de la historia con todas las concepciones y variaciones que han llevado a los partidos a ser
desde lo más sedicioso (las facciones),a la representación de unos pocos (partidos cuadro), la
representación de las mayorías (masas) o a la búsqueda del bienestar general y la cooperación
consecuencia de un estado más paternalista.

Quizás si empezamos a adoptar esos cambios no solo como simples cambios externos a nosotros sino
que los interiorizamos como parte del “ecosistema” político del que hacemos parte, por fin podremos
entender que; la alternativa son…los partidos (su cambio, su movimiento, su mutación) en respuesta
al cambio, al movimiento y la mutación de nuestras preferencias y ciclos histórico-sociales. Pero no
es en definición un “alternativa” diferente.

Bibliografía
Sartori, G. (2005). Partidos políticos y sistemas de partidos: Un marco para un análisis. Madrid.:
Alianza. Capítulo 1.
Universidad EAFIT
Partidos Políticos & Sistemas Electorales.
Juliana Jiménez A.
Febrero de 2019

Mair, P. (2013). Gobernando el vacío. La banalización de la democracia occidental. Madrid: Alianza


Editorial. Capítulo 3.

Katz, R. (2017). “Los cambios en los modelos de organización y democracia partidaria: la


emergencia del partido cartel”. En: F. Casal & G. Scherlis, Partidos, sistemas de partidos y
democracia. La obra esencial de Peter Mair. Buenos Aires: Eudeba.

Wolff, Jonathan. “Justificación del Estado (el contrato social)”, en: Filosofía política. Una
introducción.

Rawls, John. “Cuatro roles de la filosofía política”, en: Justicia como Equidad: Una reformulación.

Republica, S. d. (s.f.). Senado Republica de Colombia . Obtenido de Senado Republica de Colombia :


http://www.senado.gov.co/

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