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135ª JORNADA DE EDUCACIÓN MATEMÁTICA DE LA SEMUR – Rosario, 21 de julio de 2018

LAS FRACCIONES Y LOS NÚMEROS DECIMALES (NIVEL PRIMARIO)


Mtra. Mónica PENA SÁNCHEZ

Las fracciones y los números decimales i

Introducción

Históricamente en Matemática, tanto las fracciones como los números decimales,


surgen para el tratamiento de situaciones de mediciones o repartos para las cuales los
números enteros resultan insuficientes. Por otra parte, los números decimales son
números fraccionarios (que llamaremos en Secundaria, números racionales)
particulares, que pueden escribirse como fracción cuyo denominador es una potencia de
10.
Si bien para la organización de este taller los hemos separados en dos documentos, las
fracciones y los números decimales son indisociables. En ambos documentos
encontrarán sus vínculos y sus “idas y vueltas” para su mejor comprensión.

Este taller intentará aportar a un tema que consideramos fundamental:


¿Cómo enseñar fracciones y números decimales en la escuela?

Desafíos didácticos

Para permitir a los alumnos dar sentido a estos números y justificar su introducción, es
necesario proponer actividades que permitan tomar conciencia que:

- Los números decimales y más generalmente las fracciones, permiten resolver


nuevos problemas.
- El conjunto de números decimales es un subconjunto de las fracciones, el
conjunto de fracciones decimales que pueden ser escritas de otra forma (7/10 se
escribe 0,7)
- Algunos razonamientos y algunos procedimientos correctos con los números
naturales, pueden no serlos al tratar con los números decimales o las fracciones.
Por ejemplo, cuando comparamos dos números naturales que tienen diferente
número de cifras, aquel en el que la escritura sea más larga, es el mayor; eso no
tiene validez con los números decimales. Otro ejemplo: la noción del “número
que sigue”, que está en la base de numerosos ejercicios sobre los números
naturales, no tiene más sentido para las fracciones.

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Las situaciones de aprendizaje que permiten introducir y dar sentido a las fracciones y a
los números decimales son variadas, ligadas con las posibilidades que estos números
ofrecen:

- expresar el resultado de una medición (longitud, masa, área, capacidad…)


- graduar más finamente la recta numérica
- resolver problemas de repartos (cálculo de cocientes).

Un aprendizaje que puede ser perturbado por falsas representaciones

Cuando pensamos en “fracción” lo primero que surge es la idea de “parte” en relación a


la vida corriente (parte de una tableta de chocolate, de una torta, de una mezcla…) y
“naturalmente” cantidad inferior a la unidad. La fracción es así aprehendida como
operación de reparto de un todo (tomamos la mitad, la cuarta parte…). Enfocar las
fracciones superiores a 1 y considerar a las fracciones como números, “choca” con estas
primeras concepciones. Es necesario entonces que los objetivos de aprendizajes que
refieren a estos “casos diferentes” sean introducidos por situaciones específicas.
Los números decimales son, primeramente percibidos como “números con coma”,
escritos con un punto en las calculadoras o las balanzas electrónicas…Se los reconoce
como nuevos números que se introducen a partir de 3er año escolar. Es más difícil
considerar a algunos de ellos como una nueva manera de escribir los números enteros ya
conocidos (12,00).
Algunos errores de comparación o cálculo con los números decimales están basados en
una representación del número decimal como dos números enteros separados por una
coma. Esta representación muchas veces está reforzada por el oral: 7,35 metros muchas
veces es leído 7 metros 35.
Otras veces, la aplicación mecánica de conocimientos sobre los números naturales
provoca errores en el tratamiento de los decimales:
- “El número que tenga más cifras es el más grande”. Lo que es verdadero para los
números naturales no lo es para los decimales.
Por otra parte, también hay que ver en las fracciones y los números decimales:
- para algunos de ellos, una nueva forma de escritura de números ya conocidos
(ejemplo 2/2 = 1)
- para los otros casos, nuevos números
La enseñanza debe vigilar la exploración de las relaciones entre las fracciones y los
números decimales, y volver a insistir en ellas sistemáticamente El restringirse solo al
conocimiento de su empleo en la vida diaria lleva a veces a un error constatado: las
fracciones de un lado, los números decimales de otro sin una relación significativa.

Los números decimales y las fracciones en la vida diaria

En la vida diaria, encontramos los números decimales en relación con las medidas de las
magnitudes, principalmente distancias, masas, contenidos.
Las fracciones aparecen más en el dominio del oral: medios y cuartos son los más
utilizados.
Las actividades de investigación del uso de estos números en la vida diaria pueden ser
muy provechosas para la clase. Surge su aplicación contextualizada, refuerza el sentido
da las actividades matemáticas promoviendo el encuentro de saberes escolares y vida
diaria. Sin embargo, para su cabal comprensión hay que hacer el doble enfoque, desde

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la relación con la vida diaria Matemática experimental) y desde su funcionamiento


interno como objetos matemáticos (Matemática como ciencia).

Algunas prácticas útiles

En segundo año escolar se trabaja el conocimiento de las tablas de multiplicar de 2 a 5.


Complementa este conocimiento el que el alumno conozca y maneje expresiones como:
mitad, doble, triple, tercio, cuarta parte de un número natural… Los alumnos deben
conocer y saber utilizar estas expresiones porque son útiles en la vida diaria pero
también porque su empleo constituye una buena preparación para la comprensión de
fracciones. La noción de doble y mitad es particularmente importante: la búsqueda
de dobles y mitades de números de uso diario y luego de otros números menos
frecuentes, insistiendo en los diferentes procedimientos y conocimientos utilizados,
debe ser sistematizada como apoyo a los alumnos con dificultades. En primer lugar,
ambas expresiones tienen un uso social frecuente, en segundo lugar el concepto de las
fracciones en la Antigüedad (ej: matemática egipcia) se basaba en esta relación.
La comprensión que una misma cantidad puede expresarse de maneras diferentes es
también fundamental para abordar las fracciones y los números decimales, incluyendo
una nueva escritura para los números naturales ya conocidos. Por ejemplo, una
competencia que debe lograrse antes de abordar las fracciones y los números decimales,
es: conocer y utilizar ciertas relaciones en números de uso cotidiano: entre 5, 10, 25, 50,
100; entre 15, 30, 60. Por ejemplo, explorar ciertas igualdades: 4 x 15; 2 x 30; 6 x 10,
designan el mismo número: 60.

Una yuxtaposición de rectas numéricas enriquecerá la comprensión de los números,


mostrando escrituras diferentes que designan un mismo número.
Las rectas o semirrectas graduadas permiten visualizar problemas de orden y de
intercalación.

Por otra parte, la comprensión y el dominio del valor relativo de las cifras de un número
natural (ej: distinguir la cifra de las decenas con el número de decenas) es una
competencia a reforzar previo a abordar los números decimales.

Las “bandas numéricas” y las “tarjetas de contar”1 tienen adaptaciones para las
clases superiores.

En Educación Inicial y en 1º y 2º año, figuran frecuentemente como recursos las bandas


numéricas. Su uso debe evolucionar hacia las graduaciones que pueden comenzarse en
2º año. El uso de rectas numéricas debe continuarse todo a lo largo de la escuela
1
Son como naipes que cada niño tiene y donde se escriben lo que van descubriendo de la composición y
descomposición de un número. Se forma luego como un “diccionario” o “cuaderno de números”.

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primaria para mostrar escrituras equivalentes para un mismo número y para presentar
nuevos números.
Del mismo modo, “las tarjetas de contar” son recursos pedagógicos que comienzan a
utilizarse en Educación Inicial. Una de sus ventajas es que permiten presentar
simultáneamente diferentes escrituras par un mismo número. Por ello, puede ser
interesante una adaptación para las clases superiores.

Para 1º y 2º

Para 3º y 4º

Para 5º y 6º

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Las fracciones

Las fracciones son de un uso muy antiguo. Se encuentran trazos escritos en


Mesopotamia en el 2500 antes de nuestra era. Los egipcios tenían símbolos específicos
para referirse a ellas.
La escritura fraccionaria actual con la ayuda de cifras y del trazo de fracción, es más
reciente y debe su origen a los hindúes y los árabes. Se fue poniendo en práctica
progresivamente hacia la Edad Media en Europa gracias a los trabajos de eruditos
árabes; se conocía a estos números como los “números rotos” (la etimología de fracción,
la palabra “fractio” del latín indica una acción de quebrar o romper).
Las fracciones decimales aparecieron después que las fracciones unarias2, desarrolladas
teóricamente por los árabes (920 – 980) son introducidas en Europa por los trabajos de
Stevin (de Brujas) como herramienta práctica para el cálculo (1585). La escritura con
coma, tiene su origen en los trabajos de este matemático, aunque recién se desarrolla a
fines del siglo XVIII. Si bien estos números están hoy muy presentes en la vida social,
su historia nos muestra que la comprensión de lo que representan y su uso para calcular
y medir, no tienen nada de evidente: el maestro debe ayudar a los alumnos escolares a
apropiarse de estos números cuyo desarrollo implicó a los matemáticos mucho tiempo
de descubrimiento y organización.
El aprestamiento actual
El término fracción es corrientemente utilizado para designar una escritura
fraccionaria de un número racional, que aún en el primer ciclo de Secundaria
continuaremos llamando número fraccionario3.
El número racional a/b es la única solución de la ecuación de incógnita x :
xxb=a
donde a es un número entero natural cualquiera y b es un número entero natural que no
es nulo. Si convenimos que la línea significa una división, podemos considerar el
número a/b como el cociente de dos números enteros a y b.
En la escritura fraccionaria a/b, a se llama numerador, b denominador y la raya que
las separa se llama raya de fracción. La escritura fraccionaria irreductible es la
escritura que se obtiene después de una simplificación completa, en la que numerador y
denominador son primos entre ellos. Por ejemplo:
2/3 es la escritura fraccionaria irreductible de 30/45 ya que: 2/3 = 30/45 y 2 y 3 son
primos entre sí.
Una fracción decimal es una escritura fraccionaria en la que el denominador es una
potencia de 10; se habla entonces de una escritura fraccionaria decimal. Por ejemplo:
75/100 y 15/10 son respectivamente escrituras fraccionarias decimales de ¾ y 3/2.
Los números racionales que poseen una escritura fraccionaria decimal son llamados
números decimales. El conjunto de números decimales está estrictamente incluido en el
de los números racionales ya que todos los números decimales son racionales pero no
todos los racionales son números decimales. Por ejemplo:

1/3 es un número racional pero no es un número decimal.

2
“unaires” es la expresión usada en francés, la traducción es unarias. Sin embargo, esta palabra no
consta en el diccionario de la Real Academia. Refiere a las fracciones de numerador 1: ½, 1/3, ¼.
3
Esto hace referencia a la enseñanza francesa.

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La insuficiencia de los números enteros para expresar el resultado de una medición, para
indicar una ubicación particular en la recta numérica o para determinar o aproximar el
cociente de dos números enteros (repartir una torta entre cuatro personas o dos tortas
entre tres personas) está en la base de las situaciones de aprendizaje que motivan la
introducción de estos nuevos números y les dan sentido.

La comprensión de lo que son este tipo de números requiere de tiempo, lo que implica
una reflexión en la programación. Desde 3º y hasta 6º, el comienzo del tratamiento de
estos números debe ser temprano en el año para permitir situaciones numerosas y
variadas, dando el tiempo para que el alumno comprenda y se apropie de las
especificidades de estos números.

Aquí vale lo de Vergnaud sobre los campos conceptuales (una noción va


profundizándose e interrelacionándose con otras); así como afirman los investigadores,
se introducen estos números tempranamente, pensando en un período de entre seis y
ocho años para su cabal comprensión. Apresurar los conocimientos en este campo
puede conducir a que los ejercicios con las fracciones, las fracciones decimales y los
números decimales no sean otra cosa que mecanismos vacíos de sentido.

Cuadro tentativo de progresión para el trabajo con fracciones.


Se escribe la progresión de cada etapa, se entiende que en cada nuevo nivel, debe
reforzarse lo ya adquirido previo a nuevos conocimientos:

Los conocimientos previos:


Conocer, saber escribir y nombrar los números enteros hasta un millón. Comparar,
ordenar y “encuadrar” estos números.4
Conocer y utilizar expresiones como: doble, mitad, triple, tercio, cuarto de un número
entero.
Conocer y utilizar algunas relaciones entre dos números de uso corriente: entre 5, 10,
25, 50, 100; entre 15, 30, 60.
1ª etapa (3º - 4º)
Utilizar las fracciones en casos simples de reparto o de mediciones.
Reconocer fracciones equivalentes.
Nombrar fracciones simples y decimales utilizando el vocabulario: medio, tercio,
cuarto, décimo, centésimo.
Reconocer o ubicar fracciones en una semirrecta graduada.

2ª etapa (5º -6º)


Utilizar las fracciones para resolver problemas: para dar cuenta de un reparto, para
expresar una medida, para expresar un cociente. Escribir un cociente bajo la forma a/b.
Obtener fracciones equivalentes. Simplificar una fracción
“Encuadrar” una fracción simple entre dos números enteros consecutivos. Escribir una
fracción bajo forma de adición de un entero y una fracción inferior a 1.
Agregar a una fracción decimal otra fracción decimal; agregar a una fracción simple
otra de igual denominador.
Multiplicar un entero por una fracción.

4
“Encuadrar” es el término que utilizan los franceses al solicitar que un alumno indique entre que
números está otro. Ejemplo: 872, está entre 800 y 900; entre 870 y 880.

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En 4º las fracciones son introducidas lo más tempranamente posible en primer lugar


para paliar la insuficiencia de los números enteros para medir algunas magnitudes:
longitudes, la hora, pero también para referirse a puntos de una semirrecta graduada.

En la escuela, las fracciones 5/3 o 7/2 pueden ser interpretadas respectivamente como 5
veces 1/3 (también 1 + 2/3) o como 7 veces ½ (por lo tanto 3 + ½), pero también pueden
interpretarse al final del ciclo primario (6º año) como el cociente de 5: 3 o de 7: 2:
- El tercio de 5 en un caso, la mitad de 7 en el otro
- El número que multiplicado por 3 da 5 en un caso y el número cuyo doble es el 7
en el otro caso.

La introducción de la división decimal permite luego establecer que 1,666 es un valor


aproximado a milésimos de 5/3 y que 3,5 es la escritura decimal de 7/2.

Algunas situaciones de referencia

En la escuela, el acercamiento a las fracciones está ligado a situaciones de referencia


concretas que son orientadoras para el alumno. Ellas pondrán en evidencia la necesidad
de nuevos números.

1. Los vasos de jugo

En un cumpleaños, se sirve a cada invitado un vaso de jugo de naranja. La idea es


aprovechar al máximo cada botella. Se constata que con una botella se llenan 8 vasos y
queda un “resto”. Con cinco de esos “restos” se llena otro vaso. ¿Cuántos vasos puedo
servir si tengo 5 botellas de jugo? ¿Y con 4 botellas?

Para resolver este problema hay que crear un nuevo elemento matemático: un número
cuya propiedad esencial es que, multiplicado por 5 da 1.
Los niños pueden estar familiarizados en la vida corriente con estas situaciones:

½ + ½ = 1 o, con la hora: cuando pasan 15 minutos, se habla de un cuarto de hora.

Sin necesidad de saber cómo se escribe este número, el alumno puede trabajar con él
como objeto e utilizarlo.

Vamos a ver algunos ejemplos de cómo resuelven los alumnos esta situación:

¿Cuántos vasos puedo servir si tengo 5 botellas de jugo?

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¿Y con 4 botellas ?

Otras respuestas escritas de los alumnos :

- 32 vasos y una mitad de vaso


- 32 vasos y 3 cuartos de otro vaso
- 32 vasos y un vaso que le falta un fondo
- 8 x 4 = 32 … 32 + 4 fondos, porque 4 fondos no alcanzan para
llenar otro vaso.

A partir de estos conocimientos previos de los alumnos, que el problema ha permitido


revelarnos, el maestro está en condiciones de presentar la nueva noción: las
fracciones.

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Por generalización inductiva, los alumnos pueden llegar a encontrar el número que
permite “modelar” esta situación:

1/5 + 1/5 + 1/5 + 1/5 + 1/5= 1 o 1/5 x 5 = 1

Sin necesidad de saber cómo se escribe este número en la numeración decimal, el


alumno puede trabajar con él como objeto y utilizarlo. Por ejemplo para calcular el
número de vasos a servir con:

5 botellas: (8 x 5) + (1/5 x 5)= 40 + 4/5 = 40 + 1= 41


4 botellas: (8 x 4) + (1/5 x 4)= 32 + 4/5

Esto permite un trabajo de escritura matemática, sin necesidad de pasar por la escritura
decimal, ya que ontológicamente, la fracción es anterior al número decimal, aunque esta
progresión no siempre es contemplada por los maestros para su presentación.

2. Situaciones de medición

Dar la medida de cada una de estas bandas de papel a partir de la banda dada como
unidad.

Aquí hemos usado expresamente bandas donde la medida son fracciones inferiores o
superiores a 1. Los alumnos son conducidos a utilizar el fraccionamiento en medios y en
cuartos de la unidad a fin de poder codificar las medidas de las longitudes de las bandas
propuestas. Si para la primera y la tercera banda, las fracciones son a priori unívocas: ½
o ¼, para la segunda hay dos escrituras posibles: 3/2 y 1 + ½. Esta doble escritura
permite establecer la igualdad: 3/2 = 1 + ½.

Las manipulaciones preceden y acompañan la presentación y la práctica de las


representaciones con cifras. Los plegados de bandas permitirán explorar graduaciones
con diferente denominador (2, 4, 8, 5, 10…) y de acercar así dos aspectos: la magnitud
(mitad de la longitud de la unidad) y el número (representación de la medida de la
longitud en la semirrecta graduada).
El trabajo con una familia particular (ej: familia de fracciones donde los denominadores
son potencias de 2: 2, 4, 8…) facilita la comprensión de la equivalencia de fracciones
que será desarrollada posteriormente para las fracciones decimales.

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Variar las representaciones, con áreas de círculos, cuadrados o rectángulos, etc. permite
aprehender progresivamente el concepto.
El trabajo con la semirrecta graduada ayuda a dar a la fracción su estatus de número y a
visualizar el ordenamiento y comparación de las fracciones usuales.
La comprensión que una fracción designa también un número será facilitada por la
utilización simultánea de las bandas de papel y su representación en la semirrecta
graduada. La fracción puede así, designar una medida de longitud o indicar una
graduación.

Las fracciones decimales permiten introducir progresivamente los números decimales,


poniendo en juego sus diferentes codificaciones.

Ej:

17/10 también es 1,7. Podemos justificarlo de dos maneras:

 17/10 (diecisiete décimos) es 10/10 + 7/10 o sea 1 + 7/10, que se escribe también
1 + 0,7 o 1,7
 17/10 es también 17: 10, es decir, 1,7

Una atención particular debe darse a las fracciones usuales de numerador 1: ya dimos
anteriormente una razón histórica; además, el sentido del fraccionamiento de la unidad
en partes iguales es importante de adquirir para la comprensión de las fracciones, de las
fracciones decimales y por lo tanto de la numeración decimal de posición. En relación
con la semirrecta graduada, algunos conocimientos deben instalarse paralelamente que
se volverán progresivamente utilizables en diversas situaciones: cuatro cuartos son igual
a 1, por lo tanto: 4/4 = 1; diez décimos son igual a 1, 10/10 = 1, etc. Estos automatismos
deben apoyarse en imágenes mentales fuertes: situaciones de referencia,
representaciones, formulaciones orales y escritas.

Ejemplos de actividades

Medir bandas

Aquí hay una unidad de longitud:

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Este último ejercicio conduce a las graduaciones. Con las bandas de papel, es posible
que aparezcan en las respuestas de los alumnos: 6/4 y 2/4. Los intercambios que
surgirán, marcarán la necesidad de tener una respuesta sin ambigüedades. Puede
entonces marcarse el “0” en el origen de la banda y el “1” en el extremo de la unidad.
Estas actividades llevarán a la construcción de rectas graduadas y además permitirá
mostrar que dos escrituras fraccionarias diferentes 6/4 y 3/2 pueden designar el mismo
número que aparece.

Medir áreas

Aquí hay una unidad de área:

Las partes grises del cuadrado indican una parte de la unidad en el marco de una nueva
magnitud: el área. El cuadriculado permite otro tipo de fraccionamiento de la unidad
que tiene como interés ilustrar de otra manera la idea de centésimo.

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El tangram

El tangram puede ser otro medio


para dar sentido y manipular las
fracciones en el marco de la
magnitud área. Está en una
interfase entre geometría y
medición. Tiene como interés
complementario presentar
fracciones unarias que tienen
como denominador una potencia
de 2.

Dos contextos de introducción: el reparto y la codificación

1) el reparto

En este contexto, debe explicitarse que se trata de un reparto equitativo y al máximo


posible. Es el reparto que se condice con la división: cada parte tiene el mismo valor y
debe repartirse todo lo que sea posible. Es interesante precisar este concepto, ya que no
todos los repartos son equitativos y al máximo posible5.
Para los alumnos, la situación de reparto equitativo está muy presente en la experiencia
cotidiana y la escritura fraccionaria puede aparecer entonces como una codificación de
ese reparto.

Reparto de tres tortas idénticas entre dos personas: dos procedimientos en relación con
la experiencia

En el plano de la representación, se trata de la magnitud área

5
En muchos juegos de naipes, se entrega la misma cantidad de naipes a cada jugador y se deja el resto
del mazo sobre la mesa. Son ejemplos de repartos equitativos pero no al máximo posible.
También puede imaginarse una situación donde se repartan todos los objetos de una colección entre
varias personas, sin que interese que la parte recibida por cada uno sea la misma.

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Se puede partir cada torta en dos o considerar la totalidad de las tres tortas para
repartirlas entre dos personas.

a) Partir cada objeto: cada torta se divide en dos.

Esta primera aproximación se basa sobre una comprensión de la noción de mitad que se
aplica sucesivamente a cada objeto.
Del punto de vista de la representación:

Resultado del reparto:

Expresado en lenguaje corriente, se obtiene “tres medias tortas” con las cuales podemos
formar una torta y media o una torta y la mitad de otra.
En escritura matemática, el valor de una parte, el resultado del reparo es entonces:

que se lee “tres medias tortas” que podemos también

escribir “recomponiendo una torta” y también puede escribirse

así como

Las relaciones, las idas y vueltas entre la expresión corriente (generalmente oral) y la
escritura matemática son importantes y permiten la mejor comprensión de esta última.

b) Repartir la totalidad de tres tortas entre dos personas.

Es el reparto que se da más comúnmente en la práctica. La representación sería:

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Resultado del reparto:

Expresado en lenguaje corriente, cada parte obtenida es una torta y media o una torta y
la mitad de otra torta
Matemáticamente, el valor de una parte, resultado del reparto de todo, es entonces

Estas situaciones pueden presentarse también con longitudes de segmentos, repartos de


áreas o con objetos: tabletas de chocolates, etc. La diversidad de estas situaciones
refuerza la comprensión de la fracción.
Desde el comienzo del trabajo de esta noción, estas actividades deben practicarse con el
aprendizaje del vocabulario (medio, tercio, cuarto) y con su escritura:

Estas dos aproximaciones (partir cada objeto o reparto de la totalidad) servirán para
constituir las situaciones concretas de referencia. Representan estrategias diferentes que
procuran poner en evidencia las relaciones del tipo: “tres medias tortas, es la misma
cantidad que una torta y media” o “si repartimos equitativamente tres tortas entre dos
personas, la parte de cada una es una torta y media:.

Un círculo dividido permite representar las fracciones ½; ¼ y ¾ en relación a la hora.


Así pueden obtenerse ciertas igualdades y expresarlas por escrito:

2) la codificación de una medición

Para una situación de medición de una magnitud continua, es necesario establecer un


patrón (unidad de medida). La medida buscada no es siempre un entero. En general es
un número real cualquiera que surge de una actividad de medición. La resolución de

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este tipo de problemas de medición dio lugar a diferentes sistemas basados en el


fraccionamiento de unidades. Históricamente, a fines del siglo XVIII se constituyó un
sistema tomado como referencia por una gran cantidad de países, el fraccionamiento
decimal.

Las primeras actividades de medición por fraccionamiento de la unidad, comenzarán


con fracciones de medios o cuartos superiores o inferiores a la unidad.

Medir un segmento por fraccionamiento de la unidad

La unidad U es demasiado larga para medir S, hay que fraccionarla: el fraccionamiento


en tres de U permite la actividad de medición.

Siendo U la unidad de medida, la medida del largo de S es de un tercio de U más un


tercio de U, o sea, dos tercios de U. Habiendo elegido la unidad U, la medida del
segmento S es 2/3 que se lee “dos tercios”.

Las fracciones en relación con las graduaciones

Las actividades realizadas en este marco son indispensables ya que ellas permiten
reforzar el status de número de las fracciones y abordar los problemas de intercalación y
de ordenamiento que son primordiales para comprender los números decimales y sus
particularidades (número decimal comprendido entre dos números enteros y número
decimal comprendido entre dos números decimales).

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Bibliografía: Le nombre au cycle III, 2012. Bernard Barilly y Gabriel Le Poche. CNDP. Ministerio de
Educación Nacional de la República Francesa.

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