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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
NEUROCIENCIAS II

Estructuras y áreas funcionales

Facilitador: Participante:
Nestor Puerta Raulymar Hernández
CI: 23.567.532

Marzo, 2018
Introducción

La corteza cerebral es una capa de neuronas que recubre los hemisferios cerebrales. En
ella se encuentran las áreas funcionales del cerebro que permiten al humano ejercer
funciones numerosas y complejas. Estas áreas interpretan los impulsos homónimos,
regulan la actividad muscular e intervienen en los procesos emocionales e intelectuales.
El estudio de estas áreas de remontan a 1861 con las observaciones de Broca quien
relacionó la afasia con lesiones en la base de la circunvolución frontal inferior. En 1949
se descubrió una estructura situada a lo largo del tallo encefálico y región encefálica,
espacialmente adaptada por su constitución anatómica y funcional para cumplir el papel
de mecanismo activador de la corteza cerebral, esta fue bautizada como formación
reticular. Esta estructura tiene un rol fundamental en la regulación del nivel de conciencia.
Es decir, su trabajo está relacionado con el ritmo circadiano y la aparición y desaparición
del sueño.

Para hablar de la actividad cerebral y neuronal también se debe hacer referencia a las
ondas cerebrales, es decir, las oscilaciones en la actividad eléctrica. El concepto de
oscilación en la actividad de las neuronas hace referencia a los diferentes ritmos y
frecuencias que expresa la actividad eléctrica en el sistema nervioso central.

En este ensayo se hará un breve recorrido por la bibliografía relacionada a estas


temáticas y que permitirá comprender aspectos como las áreas funciones de la corteza
cerebral y la psicofisiología del sueño.
Desarrollo

1. Formación reticular

La formación reticular recibe dicho nombre porque, como otras estructuras encefálicas,
se le bautizó de acuerdo a la descripción de lo que vieron los primeros anatomistas al
observarlo, es decir: “una intrincada red de neuronas distribuidas por la zona central del
tronco del encéfalo y atravesada por una espesa red de fibras que las un aspecto de
retícula” (Alonso et al., 2009, p. 261). Debido a esta observación, durante muchos años
se creyó que la formación reticular estaba formada por una población enorme de células
diseminadas, pero en la actualidad, muchos coinciden en que las neuronas reticulares
se agrupan en unos cien núcleos con límites más o menos definidos.

Por otra parte, Purves (2007) define la formación reticular como:

Una red complicada de circuitos localizados en el centro del tronco del encéfalo
que se extiende desde el mesencéfalo rostral hasta el bulbo raquídeo caudal y
tiene una estructura y una función similares a las de la sustancia gris intermedia
de la médula espinal (p. 439).

Este autor no coincide en la agrupación de las neuronas reticulares en un centenar de


núcleos, pues afirma: “la formación reticular comprende grupos de neuronas dispersas
entre una mezcla de haces de axones interdigitados; por lo tanto, es difícil subdividirla
desde el punto de vista anatómico” (Purves, 2007, p.440).

Martín Ferraro y Acuña (s.f) por su parte explica que: “es un conjunto de núcleos y fibras
nerviosas que ocupa el tegmento o calota del ronco encefálico, entre los núcleos de los
nervios craneales y las vías nerviosas ascendentes y descendente” (p.2). Se entiende
que dicho autor está de acuerdo en describir la formación reticular a través de los núcleos
y no como una red de neuronas dispersas, la cual fue su definición inicial y que aún
mantienen ciertos autores, como Purves (2007).

Las definiciones de formación reticular mencionadas anteriormente hacen énfasis en su


ubicación al igual que en su conformación, ya sea en neuronas dispersas, circuitos,
núcleos o fibras nerviosas, y se puede entender una idea general de lo que es dicha
estructura, pero para conocerla un poco más se debe indagar en otros aspectos de dicha
formación. En este ensayo, se tomará como referencia las definiciones e investigaciones
que conciben a la formación reticular a través de grupos nucleares.

1.1 Núcleos de la formación reticular

1.1.1 Núcleos centrales

Se ubican en la calota del tronco encefálico y su a ves se dubdivien en:

 Núcleo ventral (bulbo inferior).


 Núcleo gigantocelular (bulbo superior).
 Núcleos pónticos caudal y oral.
 Núcleo mesencefálico.

El área lateral de estos núcleos está asociada al componente sensitivo de la médula y el


tronco. Mientras que el área mediana está articulada con la parte sensorial. Allí está el
origen de las fibras ascendentes que se dirigen hacia el mesencéfalo, tálamo, hipotálamo
y corteza y es un sistema inespecífico transmisor de señales difusas que determinan
reflejos en el tronco o bien activan centros superiores poniéndolos en estado de alerta.
También es el origen de las fibras descendentes que son los fascículos reticuloespinales.

Los núcleos centrales mediante el fascículo reticuloespinal lateral, se relacionan con la


inhibición de músculos de la nuca y el dorso, de los músculos extensores con la
estimulación de músculos flexores.

1.1.2 Núcleos laterales y paramedianos

Estos núcleos se relacionan con las funciones del cerebelo. Forman parte del circuito
retículo-cerebelo-reticular donde, fibras de la formación reticular que acompañan al
fascículo espinotalámico se proyectan hacia la corteza cerebelosa. Las fibras
provenientes del núcleo paramediano se dirigen al vermis de lóbulo anterior, mientras
que las provenientes del núcleo lateral terminan en el vermis, el hemisferio y lóbulo
floculo nodular del mismo lado.
Desde el cerebelo, este grupo de fibras se reflejan hacia los núcleos para medianos y
laterales nuevamente, estableciéndose el circuito mencionado al principio. Los núcleos
y sus fibras intervienen en la coordinación de los reflejos y el tono muscular.

1.1.3 Núcleos medianos

Están representados por los núcleos del rafe del bulbo y la protuberancia, la formación
gris que rodea al acueducto mescencefálico y el núcleo doral de la calota. Esto grupos
reciben aferencias del hipotálamo y el rinencéfalo por el fascículo basal y se asocian a
los núcleos autonómicos del tronco.

1.2 Anatomía funcional de la formación reticular.

Desde el punto de vista fisiológico, la formación reticular es un conjutno de neuronas y


axones que se encargan de asociar y combinar la información procedente del exterior e
interior del sistema nervioso.

De acuerdo a Martín Ferraño y Acuña (s.f) la formación reticular participa en:

a) La coordinación del funcionamiento de los núcleos de los nervios craneales


(masticación, deglución, espiración, etc.)
b) Estimula centros superiores, los cuales en respuesta ejercen un control inhibitorio
o facilitador sobre los núcleos centrales e esta formación.
c) Las funciones cerebelosas. Mediante sus proyecciones al paleocerebelo participa
en la coordinación de reflejos y tono muscular.
d) Asociación entre hipotálamo y tronco encefálico.
e) Envía señales de alerta a los centros sensitivos, establece relaciones entre los
centros motores vecinos o subyacentes.
f) Regulan la información sobre la percepción del dolor (modifica la información que
llega al asta posterior de la médula) (p. 4).

1.3 Formación reticular y conciencia: sistema de activación ascendente

El sistema de activación ascendente presenta dos ramas principales en la unión del


mesencéfalo y el diencéfalo. Una vía talámica, que activa y regula núcleos talámicos e
intralaminares. La otra vía pasa a través del hipotálamo y recibe fibras procedentes de
grupos celulares hipotalámicos y prosencefálicos basales. Ambas vías luego se
proyectan a la corteza cerebral.

Los estímulos sensoriales son capaces de determinar un efecto activador que alcanza la
corteza cerebral por medio de la formación reticular diencefálica y ocasiona el despertar.
La función de este conjunto de fibras ascendentes sería producir en las neuronas un
estado especial de actividad, que las hace más sensibles para recibir los impulsos que
les llegan mediante las vías propioceptiva consciente y exteroceptiva.

La disminución o pérdida de la conciencia que se produce después de un traumatismo


craneal se debe más a la lesión de la formación reticular que a la lesión cerebral.

2. El ciclo vigilia-sueño

El ciclo vigilia-sueño es uno de los ciclos biológicos más estudiados. Por lo tanto, primero
se debe entender lo que es un ritmo biológico, el cual Soriano (2007) define como: “la
ocurrencia de cualquier fenómeno, dentro de un sistema biológico, a intervalos más o
menos regulares” (p. 182). Estos fenómenos son originados por el propio organismo (son
endógenos), suponen una adaptación al medio que nos rodea, además están
determinados genéticamente y son hereditarios. Estos ciclos pueden clasificarse de
acuerdo a la duración de los ritmos: circadiano (veinticuatro horas), ultradianos (menos
de veinticuatro horas, frecuencia alta), infradianos (más de veinticuatro horas, frecuencia
más baja).

El sueño es definido en el plano de la conducta por la suspensión normal de la conciencia


y desde el punto de vista electrofisiológico por criterios de ondas encefálicas específicas.
El sueño humano se desarrolla con periodicidad circadiana. Se presume que los ritmos
circadianos se desarrollaron para mantener períodos apropiados de sueño y vigilia y para
controlar otros ritmos diarios a pesar de la cantidad variable de luz diurna y oscuridad en
diferentes estaciones y lugares del planeta; para sincronizar los procesos fisiológicos con
el ciclo día-noche, el reloj biológico debe detectar las disminuciones en la cantidad de luz
a medida que se aproxima la noche.

2.1 Electrofisiología del sueño y la vigilia


La actividad fisiológica durante el sueño se puede monitorizar por medio de registros
electroencefalográficos, eletromiográficos y electrooculográficos.

Los principales patrones básicos de actividad eléctrica que pueden darse en un ciclo de
sueño normal están resumidos de la siguiente forma:

2.1.1 Vigilia

Es mantenida por el sistema de alerta que tiene su origen en distintos núcleos del tronco
encefálico: el núcleo pedunculopontino, el tegmento pontino laterodorsal, el locus
coeruleus y núcleos de rafe. Estos núcleos mantienen una actividad tónica en vigilia,
reforzada por las aferencias sensoriales.

Sus principales características electrofisiológicas son:

 Ondas beta, rápidas y de baja amplitud cuando la persona está activa o con los
ojos abiertos.
 Ritmo alfa cuando la persona está con los ojos cerrados o relajada.
 Tono musculado tónico y apreciable.

2.1.2 Sueño:

Resulta de la inhibición de las células histaminérgicas del hipotálamo posterior, de la


activación del hipotálamo anterior y de la disminución de la actividad tálamo-cortical.

Puede ser a su vez:

a-) Sueño no-REM

En la noche hay 46 ciclos de sueño No-REM de 90-120 minutos cada uno. Se caracteriza
por la actividad metabólica baja, al igual que la temperatura cerebral. El paso de la vigilia
al sueño suele hacerse en unos 5-10 minutos. De acuerdo al EGG en cada ciclo de sueño
no-REM se distinguen las siguientes fases:

1. Fase I: desaparece el ritmo alfa; aparecen ondas de frecuencia mixta y bajo


voltaje; puede haber ritmo theta.
2. Fase II: se inicia el sueño verdadero con la aparición de los husos del sueño y los
complejos K.
3. Fase III. Ondas theta y pueden aparecer ondas delta.
4. Fase IV: se alcanza la máxima lentitud y se entra en el sueño profundo con
marcada sincronización, es el sueño de ondas lentas. La calidad del sueño está
determinado por la presencia y duración de esta fase

b-) Sueño REM

A los 90-120 minutos después de iniciado el sueño aparece el primero episodio breve de
sueño REM. No se pasa directamente del sueño profundo al REM, primero se pasa del
sueño profundo a los husos-complejos K y sueño ligero: justo ahí en las fases I-II se
produce el REM.

El sueño REM es una forma de sueño con EGG de vigilia pero con ensueños
(pensamientos bizarros e ilógicos) que no se almacenan en la memoria, los
recordaremos solo si nuestra fase REM es interrumpida (se despierta)

Hay ondas rápidas de bajo voltaje y se parecen a las del despierto, cuando se despierta
o se está en el estadio I del sueño, por eso el sueño REM es el sueño paradójico. El
cerebro está muy activo. Ocurren los movimientos oculares rápidos (REM) que da
nombre a la fase: una vez la persona ha entrado en esta fase, los ojos muestran
movimientos rápidos bajo los párpados cerrados.

3. Áreas de Brodmann

La corteza cerebral se ha dividido en base a la clasificación realizada por el histólogo


alemán Korbinian Brodmann; contiene 52 áreas citoestructurales numeradas en el orden
en que las estudió. En estas áreas se procesan señales específicas de naturaleza
sensitiva, motora y de asociación.

Tradicionalmente, las áreas de Brodmann son agrupadas de acuerdo a su función:

En el lóbulo frontal se encuentran:

Área motora primaria (área 4): se localiza en la circunvolución precentral, contienen a


las células de Bertz. Controla la contracción voluntaria de un músculo o grupo de
músculos específicos.
Área de asociación pre-motora (área 6): se encuentra delante del área motora, sus
neuronas se comunican con el área motora primaria, con las de asociación sensitiva
parietal, los ganglios basales y el tálamo. Está vinculada con la actividad motora
aprendida compleja y secuencial, también almacena programas de actividad motora
reunidos a través de la experiencia pasada.

Área motora suplementaria: se ubica en la circunvolución frontalmedia y por delante


del lobulillo paracentral. La estimulación de esta área da como resultado movimientos de
las extremidades contralaterales pero se necesita un estímulo más fuerte que el
necesario en la zona primaria.

Área de asociación del campo ocular (área 8): se extiende hacia delante desde el área
facial de la circunvolución precentral hasta la circunvolución frontal medial. Su
estimulación produce movimientos conjuntos de los ojos, en especial en el lado opuesto.

Área motora del lenguaje de Broca (área 44 y 45): se ubica en la circunvolución frontal
inferior entre las ramas anteriores y ascendentes y las ramas ascendentes y posterior de
la cisura lateral. Produce la formación de palabras por sus conexiones con las áreas
motoras adyacentes, músculos de la laringe, boca, lengua, etc.

Área de asociación pre-frontal (área 9, 10, 11 y 12): es un área extensa en la porción


anterior del lóbulo frontal que se encuentra bien desarrollada en el hombre. Se relaciona
con el desarrollo de la personalidad, intelecto, habilidades de aprendizaje, memoria,
iniciativa, juicio, razonamiento, conciencia, humor, y desarrollo de ideas abstractas.

Por otra parte, en el lóbulo parietal se ubican:

Área somatoestésica primaria (área 1, 2 y 3): ocupa la circunvolución postcentral sobre


la superficie lateral del hemisferio y la parte posterior del lobulillo parecentral sobre la
superficie medial.

Área de asociación somatoestésica (área 5 y 7): recibe información del área somato
sensitiva primaria, así como del tálamo y otras áreas. Permite determinar la forma y
textura de un objeto sin verlo, establecer la orientación de un objeto con respecto a otro
cuando se toca y tener conciencia de la relación de las distintas partes del cuerpo.
Área gustativa primaria (área 43): está ubicada en el extremo inferior de la
circunvolución postcentral de la pared superior del surco lateral en el área adyacente de
la ínsula.

Área de asociación de integración común (áreas 5, 7, 39 y 40): está rodeado por las
áreas de asociación, somatosenstiva, visual y auditiva, también recibe impulsos del área
gustativa primaria, olfativa primaria y del tálamo, los interpreta e integra.

En el lóbulo occipital se tiene:

Área visual primaria (área 17): ubicada en las paredes de la parte posterior del surco
calcarino ocasionalmente alrededor del polo occipital. Recibe fibras que vienen de la
retina.

Área de asociación visual (áreas 18 y 19): rodea el área visual primaria de la cual
recibe impulsos, así como del tálamo. Relaciona experiencias visuales presentes y
pasadas, es imprescindible para reconocer y evaluar lo que se ve.

Y por último, en el lóbulo temporal:

Área auditiva primaria (área 41 y 42): está ubicada en la pared inferior del surco lateral.
La parte anterior del área auditiva primaria está vinculada con la recepción de sonidos
de baja frecuencia mientras que la parte posterior con los de alta frecuencia.

Área de asociación auditiva (área 22): ubicada detrás del área auditiva primaria. Se
cree que esta área es necesaria para la interpretación de los sonidos.

Área de asociación de Wernicke (área 21 y probablemente 39 y 40): está ubicada en


el hemisferio dominante izquierdo; está conectado con el área de Broca. Recibe fibras
de la corteza visual (occipital) y de la corteza auditiva (temporal superior). Permite la
comprensión del lenguaje hablado y de la escritura.

Área olfativa primara (área 28): se localiza en la superficie medial del lóbulo temporal.

4. Áreas corticales de asociación


Las cortezas de asociación incluyen la mayor parte de la superficie cerebral del encéfalo
humano y son responsables en gran medida del procesamiento complejo que tiene lugar
entre la llegada de las aferencias a las cortezas sensitivas primarias y la generación del
comportamiento. Las diversas funciones de las cortezas de asociación se denominan
vagamente cognición, término que significa el proceso por el cual llegamos a conocer al
mundo.

Las áreas de asociación reciben información de la corteza sensorial, de más de un


sistema sensorial, fundamentalmente, por la corteza sensorial secundaria. A estas
señales se les suman las que llegan directamente desde núcleos talámicos que, a su
vez, reciben proyecciones de las mismas o de otras áreas corticales de asociación, y
también se suman las que llegan desde la corteza motora.

La corteza de asociación se parcela clásicamente en tres grandes áreas: corteza de


asociación prefrontal, corteza de asociación parietal, corteza de asociación temporal.

4.1 Corteza de asociación prefrontal

Es esencial para el razonamiento y la toma de decisiones. Pero esta área cortical


participa en un repertorio muy amplio de funciones, más que cualquier otra de hecho, y
distintas zonas están implicadas en algunas funciones.

La corteza prefrontal desolateral es esencial para planificar los comportamientos en


función de la experiencia acumulada y elaborar las estrategias motoras que intervienen
en los mismos, y también en los procesos de atención y memoria.

La corteza prefrontal ventral y medial (corteza prefrontal orbitaria), sin embargo, es más
importante en la intersección que se produce entre el razonamiento-toma de decisiones
y las emociones. Lo que se entiende por personalidad o carácter, es una función de la
correcta actividad de esta zona de la corteza prefrontal, y cuando alguna lesión interfiere
en su funcionamiento normal se realizan comportamientos que pueden ser inapropiados
en el entorno social del individuo.

4.2 Corteza de asociación parietal


Es fundamental para atender a estímulos complejos internos y externos, y cuando se
produce una lesión en esta área se producen trastornos en la percepción del propio
cuerpo del entorno en el que se mueve. También es fundamental para identificar,
reconocer y nombrar los estímulos, por lo tanto, cuando esta área está lesionado se
produce una alteración de estas capacidades incluso con los estímulos más familiares,
como son las caras de las personas más cercanas.

Otras de sus funciones están más relacionadas con el control motor, al aportar claves
visuales de gran importancia para la realización de movimientos guiadas visualmente.

4.3 Corteza de asociación temporal

Según observaciones hechas durante investigaciones, esta área no tiene una función
unitaria tan clara como las otras áreas, pero se le ha relacionado con procesos de
atención, interviene en el procesamiento superior de señales visuales y auditivas, y en
que ella se localiza una de las áreas implicadas en el lenguaje.

5. Sistemas sensoriales

La información sensorial se recibe a través de los sistemas sensoriales, los cuales nos
informan de lo que ocurre a nuestro alrededor y en el interior de nuestro organismo. Esta
información sirve para llevar a cabo nuestra vida diaria y nuestra supervivencia, así como
para nuestro aprendizaje y adaptación al medio que nos rodea.

Se puede definir a los sistemas sensoriales como los mecanismos biológicos sensibles
a diferentes tipos de energía relevante para la supervivencia y la reproducción (Alonso
et al., 2009). Con frecuencia estos sistemas también son llamados sentidos. Otro
concepto importante relacionado a los sistemas sensoriales el de transducción sensorial,
la cual se define como la transformación de las diferentes modalidades energéticas en
actividad eléctrica llevada a cabo por los receptores sensoriales.

5.1 Quimioreceptores y transducción

5.1.1 Receptores gustativos:

Los botones gustativos se concentran en las papilas gustativas, Existen cuatro


cualidades gustativas: dulce, salado, amargo y ácido. El sentido del gusto es el resultado
de la selección natural, puesto que sus capacidades sensoriales tienen un valor
adaptativo.

Los receptores gustativos funcionan de forma parecida a las neuronas en la medida en


que las sustancias estimulantes actúan sobre receptores de membrana, abriendo
canales iónicos o activando receptores proteínicos que inician una cascada metabólica
responsable de la activación de segundos mensajeros.

5.1.2 Receptores olfativos

Las feromonas son sustancias olorosas específicas, capaces de señalar y provocar


cambios fisiológicos en los congéneres. Estas feromonas entrar en contacto con los
receptores olfatorios que se encuentran en la mucosa olfatoria. La transducción olfativa
se inicia con los cilios de las neuronas receptoras, ya que s estos se eliminan, queda
abolida la respuesta olfativa.

5.1.3 Receptores nociceptivos

Hay determinados procesos químicos que tienen lugar en los tejidos y afectan a los
receptores sensoriales que informan sobre el dolor. Hay compuestos tanto exógenos
como endógenos que afectan las terminaciones sensoriales nociceptivas.

Diferentes agentes químicos sensibilizan o estimulan las terminaciones nerviosas libres


produciendo dolor. La estimulación de los nociceptores también puede producir la
liberación de sustancias que ellos mimos sintetizan.

5.2 Mecanorreceptores y transducción

Los mecanorreceptores responden a la acción de la fueras mecánicas. Entre ellos se


encuentran parte de los receptores sensoriales de la piel y los de los músculos, los
tendones y las articulaciones.

5.2.1 Receptores cutáneos

Las sensaciones de la piel se explican por las interacciones que se dan a nivel central a
partir de la información recogida por los distintos receptores sensoriales. Los corpúsculos
de Pacini son receptores que responden a la deformación mecánica de la piel de forma
que la presión ejercida por el estímulo genera cambios en la conformación de las láminas
tejido conectivo que rodean la terminación sensorial del receptor.

5.2.2 Receptores auditivos

La transducción auditiva es el resultado del efecto de las ondas sonoras que son una
forma de fuerza mecánica ejercida por las moléculas del aire, sobre los receptores
auditivos: las células ciliadas.

5.3 Fotorreceptores y transducción visual

El procesamiento de la información visual se inicia con la transformación de la luz en


señales eléctricas por parte de los fotorreceptores de la retina del ojo. Estos
fotorreceptores o producen potenciales de acción al ser estimulados por la luz, sino que
responden con cambios en su potencial de membrana. Existen dos células
fotorreceptoras llamadas conos y bastones. Hay más cantidad de bastones que conos.
En ambos fotorreceptores existen moléculas sensibles a la luz llamadas pigmentos
visuales o fotopigmentos.

5.4 Transmisión de la información sensorial al sistema nervioso central

Los circuitos nerviosos implicados en el procesamiento de la información sensorial están


organizados de forma jerárquica, de modo que las señales sensoriales fluyen desde los
niveles inferiores a los niveles superiores, constituidos por diversas áreas corticales. La
información de los receptores sensoriales es transmitida a la médula espinal y al tronco
encefálico mediante vías aferentes constituidas por axones de neuronas primarias
agrupadas en los ganglios periféricos. Estas neuronas establecen sinapsis con neuronas
secundarias situadas en la médula espinal y el tronco encefálico. La información visual y
olfativa son excepciones porque alcanzan directamente el tálamo y los bulos olfativos,
respectivamente. Las neuronas secundarias establecen sinapsis con neuronas terciarias
situadas en núcleos especializados del tálamo.

6. Electrofisiología cerebral
La electrofisiología se define como el estudio de las propiedades eléctricas de las células
y los tejidos biológicos. Esto nos permite conocer la función cerebral desde un nivel
microscópico mediante el registro de la actividad neuronal individual.

La actividad eléctrica se asocia con la entrada de información sensorial al cerebro y se


registra mediante una técnica electrofisiológica. Para ello, los electrodos se sitúan sobre
el cuero cabelludo y se registra la actividad eléctrica del cerebro con la ayuda de un
ordenador y un amplificador de señales puesto que la actividad cerebral emite una débil
señal al exterior del cráneo. Cada electrodo proporciona información sobre el grado
particular de actividad eléctrica.

Dentro de las técnicas electrofisiológicas se encuentran:

 Electroencefalograma (EGG)
 Potenciales evocados (PE)

7. Ondas cerebrales

Una onda cerebral es la actividad cerebral producida por el cerebro. Estas son un reflejo
directo de la función del sistema nervioso central.

Las ondas registradas a través de las técnicas electrofisiológicas se pueden separar de


acuerdo a su frecuencia:

 Ondas Delta (0.2-4Hz)

Son las ondas muy lentas pero también las que tiene mayor amplitud. Son características
de cuando el individuo está dormido y predominan durante el sueño. También se
observan en estados de meditación.

 Ondas Theta (4-8 Hz)

Las ondas Theta predominan cuando los sentidos están procesando información interna
y el individuo se encuentra desconectado del mundo exterior, ensimismados. Son muy
importantes durante el aprendizaje y memoria. Se producen durante la transición entre
vigilia y sueño.

 Ondas Alfa (9-12 Hz)


Las ondas Alfa predominan cuando el Sistema Nervio Central se encuentra en reposo,
relajado pero despierto y atento. Si hay déficit de alfa, el individuo tiene dificultad para
relajarse. También es una frecuencia que el cerebro utiliza como gratificación después
de un trabajo bien hecho.

 Ondas Beta (12-30 Hz)

Estas ondas predominan durante el período de vigilia. Aparece en los estados en que la
tención está dirigida a tareas cognitivas externas, al contrario de las ondas Theta, las
cale aparecerían durante los estados cognitivos internos. La frecuencia es rápida, está
presente cuando estamos atentos y envueltos en la resolución de tareas por problemas
cotidianos.

 Ondas Gamma (30-90 Hz)

Son las ondas más rápidas. Se producen en ráfagas cortas. Se relacionan con el proceso
de información simultánea en varias áreas del Sistema Nervioso Central. Se observan
ráfagas de Ondas Gamma cuando el cerebro está en estado de alta resolución. También
se observan en estados de espiritualidad, sensación de altruismo. Gamma modula las
percepciones y la consciencia, desaparece durante la anestesia.

8. Biofeedback

El biofeedback es una terapia que se utiliza para controlar las funciones del cuerpo,
mediante el sistema de retroalimentación que posee nuestro organismo. Esta técnica
pretende controlar, de manera voluntaria y consciente, una función que realiza nuestro
cuerpo de forma automática. Y dicho control sobre la función se realiza a través del
sistema de retroalimentación de nuestro cuerpo.

A través del entrenamiento en biofeedback, se logra adquirir un tipo de aprendizaje con


el que se consigue controlar conscientemente funciones fisiológicas que se consideran
como incontrolables. Cada cambio fisiológico está acompañado por un cambio en el
estado mental y emocional, por lo tanto, cuando se controla los cambios fisiológicos
también se controla el estado psicológico y emocional de la persona.
Mediante esta terapia se puede tratar trastornos como las fobias, la neurosis, el estrés,
la depresión, la ansiedad, entre otros.
Conclusiones y opinión personal

La formación reticular engloba en principio todas las poblaciones neuronales dispersas


del tronco encefálico, estas no forma núcleos compactos a pesar de que se llame
“núcleos” a algunas de sus partes. Una de sus funciones más importantes es el sistema
activador reticular: el despertar y el nivel de conciencia están controlados por la
formación reticular. Las múltiples vías ascendentes que transmiten información sensitiva
a los centros superiores son canalizadas a través de la formación reticular, que a su vez
se proyecta esta información a diferentes partes de la corteza cerebral, lo que determina
que una persona que duerme se despierte.

El sueño es una serie de estados encefálicos controlados con precisión, y gobernado por
algunos núcleos del tronco del encéfalo. El ciclo vigilia-sueño tiene ritmo circadiano en
los seres humanos que dura cerca de 25 horas. En los seres humanos hay un amplio
espectro de estados de vigilia (vigilia relajada, vigilia con atención) y de sueño (sueño
profundo, sueño ligero, sueño REM). Cada uno de estos estados de vigilia y sueño se
relacionan con un patrón de actividad eléctrica cerebral específico.

Otro punto importante para comprender el funcionamiento de las estructuras y funciones


fisiológicas es la corteza cerebral y sus áreas funcionales. En determinadas regiones de
la corteza cerebral se procesan señales específicas sensitivas, motoras y de asociación.
Las áreas sensitivas reciben información de esta naturaleza y se vinculan con la
percepción, el conocimiento consciente de una sensación. Las áreas motoras están en
la parte anterior del hemisferio, inicial en movimiento, mientras que las áreas de
asociación se correlacionan con las funciones de integración más complejas, como la
memoria, las emociones, razonamiento, voluntad, juicio, los rasgos personales, y la
inteligencia.

La actividad que ocurre en el cerebro se puede medir a través de la electrofisiología, la


cual a través de técnicas avanzadas permite conocer mucho más del funcionamiento
cerebral y de sus áreas.

Las estructuras y áreas funcionales son muy complejas, aún hay muchas interrelaciones
y conexiones que no se comprenden y que necesitan ser estudiadas más a fondo. Es
probable que lo que hoy se expone en este ensayo quizá sea obsoleto en unos años por
la avalancha de información novedosa que surge en esta área de forma continua, que
descubre más estas áreas y esclarecen las funciones que cada una de estas estructuras
desarrollan en los aspectos fisiológicos, psicológicos y emocionales del individuo.
Referencias bibliográficas

Alonso, A., Ambrosio Flores, E., Blas Calleja, M., Caminero Gómez, A., García
Lecumberri, C., y de Pablo González, J. (2009). Fundamentos de Psicobiología.
Madrid: Sanz y Torres.

Martín Ferraro, F., y Acuña, M. (s.f). Formación reticular y fibras de asociación del
tronco encefálico [archivo PDF]. Recuperado el 27 de marzo de 2018 de
http://www.fmed.uba.ar/naon/academica/formacion.pdf

Purves, D. (2007). Neurociencias. Buenos Aires: Médica panamericana.

Soriano, C. (2007). Fundamentos de Neurociencias. Madrid: UOC.

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