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Historia del Tango

La historia del tango es larga y complicada, pero Piazzolla


escribió una serie de piezas que mostraban el desarrollo de la
música. Ahora veamos cómo Piazzolla interpretó la historia por
su música.

El tango empezó en las ciudades antiguas de Argentina.


Se cree que las ideas venían de los argentinos, los inmigrantes
europeos, y un poco de los africanos. Era un baile popular,
creado por la gente de clase baja. En los 1800, le faltaban
mujeres por todos los hombres. Había muchos trabajadores y
pocas esposas. Entonces, era muy importante a los hombres a
ganar el corazón de una mujer. Bailar era una opción común. Los
hombres practicaban juntos por meses o años cuandoquiera
podían para ser bailadores magníficos el momento que tenía la
oportunidad de bailar con una mujer en una milonga. Un lugar
donde practicaban era en los burdeles. Se dice que, porque no
había bastantes prostitutas tampoco, los burdeles emplearon a
músicos, y los hombres bailaban mientras esperaban para las
mujeres. La música no necesitaba muchos instrumentos para
tocar, y muchas de las palabras de canciones de tango se
trataban del querer por una mujer y hacían bromas obscenas.
Cuando Astor Piazzolla escribió su Histoire du Tango, empezó
con una empieza llamado Bordel 1900 que refleja el nivel de
energía alta en los burdeles cuando bailaban al tango.

En los años primeros de los 1900, Argentina era un país rico. Muchos
argentinos viajaban a Europa por vacaciones o por educarse, y trajeron
el tango con ellos. El tango era diferente de los otros bailes europeos
porque las parejas bailaban tan cerca y había improvisación. Hasta
1913, tango era popular en todo el mundo. La cultura cambió con la
llega de tango. También el tango empezó a cambiar un poco. Las clases
más altas querían líricas menos obscenas, entonces la calidad de la
poesía del tango mejoró. Mirando atrás, en ésta época se puede ver un
poco del cortado ocho que se baila hoy, pero la mayoría del baile venía
del tango tradicional de Argentina. En los 20-30, Argentina no bailaba
tanto porque el enfoque era más en la calidad de la música en lugar
del baile. Esto es reflejado en la segunda parte de Histoire… Café
1930. Michael Norell describe la pieza así: “By the era of the Great
Depression, the tango’s place had changed. Instead of being solely a
dance, its rhythms began to function as pure listening material. Lyrical
romanticism and a sense of fantasy helped to transport people out of
their everyday troubles, and the more languid pacing encouraged
thicker orchestration. The typical tango orchestra now consisted of
two violins, to bandoneons, a piano and a double bass.”

Juan D’Arienzo revitalizó el tango por poner más energía


en la música. Entonces desde 1935-1955 ocurrió la Edad de Oro
del tango. Había muchas orquestras, cantantes, compositores, y
había gran demanda por más tango de los bailadores. Otra vez,
el tango fue parte del día cotidiana del argentino. Había muchas
variaciones en los bailes de los pueblos porque todos bailaban
todo el tiempo. Pero en 1955 había un golpe militar y por
veintiocho años, el gobierno peleaba contra el tango. El gobierno
nuevo no le gustaba al tango porque el gobernante pasado,
Presidente Perón, lo había apoyado y a muchos bailadores les
gustaban Perón. Tango era un baile nacionalista, que no era
aceptable. Era una edad muerte por el tango. Casi nadie lo
bailaba en Argentina porque era peligroso. Pero todavía se
bailaba en otros países y, por eso, la próxima pieza Night-club
1960 tiene unas influencias de la bossa nova de Brasil.

Con el renacimiento del gobierno en 1983 venía el renacimiento


del baile de tango. Repentinamente todos querían bailar otra vez, pero
había pocas personas que sabían cómo bailar. Porque no era estilo
cemento nada más, se inventaban muchos más movimientos. Este
tango no era la misma emocionante al tango de la edad de oro, pero
todavía era renacimiento grande e importante. Hay varias formas del
baile hoy, pero el más conocido es el Tango de Salon que es más
apropiada para representar en una competición.
Concerto de hoy (1986)

En los 50, Astor Piazzolla empezó algo llamado el Tango


Nuevo. Él mezclaba más improvisación, jazz, y elementos clásicos
a la música. Los tradicionalistas no le gustan esta forma porque
siente muy diferente del tango tradicional. Pero Piazzolla es el
compositor del tango más famoso hoy. Sus composiciones han
inspirado un gran movimiento de música y baile diferente en el
mundo de tango. Michael Norell también explica la pieza última
de Histoire que se llama Concert d’aujourd’hui que significa el
concierto de hoy. Dice “The late twentieth century, with its
integration of modern and post-modern musical styles, comes to
the fore in this tango in which can be heard influences of
Stravinsky and Bartok, among others. It represents a revolution
in the tango, one which stands firm even though it, too, will not
resist change as time goes by.”

La historia del tango según Piazzolla, por Fernando


Lerman

http://www.google.com.ar/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=4&ved=0CDgQFjAD&url=htt
p%3A%2F%2Fwww.fernandolerman.com%2Findex.php%2Fdocman%2Fdoc_download%2F8-la-
historia-del-tango.html&ei=3U-
IT4P4H4HA8ASw3dzsCQ&usg=AFQjCNGXSmYB8Z_4_wihKEL83lHwLOzCTw

Universidad Nacional de Cuyo

Facultad de Artes y Diseño

Maestría en Interpretación de Música Latinoamericana del Siglo XX

Seminario: Interpretación II

Profesor: Luis Rossi

Maestrando: Fernando Lerman

La fuente de inspiración

Condiciones de producción para la Historia del Tango de Astor Piazzolla

Introducción
La Historia del Tango de Astor Piazzolla es una obra con una sólida estructura. Sus cuatro
movimientos describen momentos muy definidos del tango con características musicales
diferentes:

1900 Burdel

1930 Café

1960 Night Club

(1990?) Concierto de hoy

Aunque cada movimiento tiene sus rasgos históricos, en todos percibimos la pluma de Piazzolla lo
que da gran unidad al trabajo compositivo.

La obra ha tenido gran aceptación en los ambientes de la música académica, es un clásico en la


música para flauta y guitarra y cuenta con versiones de intérpretes de todas partes del mundo que
sienten al ejecutarlas un contacto casi folklórico con el tango argentino. Se han realizado
transcripciones para el violín, para cuarteto de clarinetes, cuarteto de saxofones e incluso el
guitarrista de jazz Al di Meola la incluyó en su repertorio de “música del mundo” con la participación
del bandoneonista Dino Saluzzi.

La presente monografía pretende bucear en la génesis de esta obra con tanto suceso y excelente
construcción, cuál fue la fuente de inspiración para su realización, en qué época Piazzolla concibió
el proyecto y rastrear algunos ejemplos de otros autores que representen los distintos momentos
históricos que la obra refleja.

1. El impulso creador

Para la época de gestación de la “Historia del tango” (1980 aproximadamente) encontramos un


hecho nada fortuito: Horacio Ferrer, un gran colaborador para Astor Piazzolla, publica “El libro del
tango”, una especie de gran enciclopedia de tres tomos donde aparece una crónica histórica
narrada en tono poético y un orden alfabético con biografías de músicos de tango de todas las
épocas.

La relación con Ferrer fue muy trascendental para la vida de Piazzolla. Podríamos afirmar que
Horacio Ferrer es quien le pone palabras a la música de Astor. La “operita” (tal es la denominación
que ellos le dieron) “María de Buenos Aires” y una veintena de populares canciones entre las que
se destacan “Balada para un loco” y “Chiquilín de Bachín” son el principal nexo que tuvo Piazzolla
con lo que algunos llaman el gran público.

Luego de una gran amistad “cocinada a fuego lento” entre conciertos en Montevideo e
interminables charlas en los espigones de Mar del Plata nació la idea de hacer “María de Buenos
Aires” allá por 1967. Piazzolla soñaba escribir un West Side Story porteño o el Zum Zum de
Vinicius de Moraes pero con el tango como protagonista. Ferrer abrazó rápidamente el proyecto: la
operita fue estrenada el 8 de mayo de 1968 con heterogénea reacción de la crítica. A María de
Buenos Aires le siguió una colaboración desarrollada durante 15 años constituida por bellísimas
canciones que reflejaban lo que por entonces se llamó la vanguardia porteña.

Al final de la década del ’70, Piazzolla retoma la idea de concebir obras para ser ejecutadas por
otros instrumentistas que no fueran él y su quinteto. Sobrevienen entonces los primeros encargos
para dúo de guitarras. Y en este contexto hay que incluir a “La historia del tango”, Astor conocía
muy bien la tradición de la música académica, de hecho antes de escribir sus tangos había
experimentado escribiendo música de cámara influenciado por Bartok y Stravinsky, pero son las
obras de este nuevo período iniciado a fines de los ’70 las que cumplen con ambos ambientes,
“suenan” al Piazzolla que viene del 3

tango pero también pueden ser ejecutadas por músicos académicos de todo el mundo sin perder
efectividad.

“La historia del tango” es, entonces, la versión musical de las crónicas narradas en “El libro del
tango” por Ferrer, tiene un riguroso orden histórico y logra ser una síntesis de estilos propios y
ajenos.

Intentemos, a continuación, una aproximación a la idea de cada número de la obra desde la óptica
histórica por un lado, pero también desde el punto de vista del propio Piazzolla.

2. La obra paso a paso

2.1.Burdel (1900)

“El tango comienza en Buenos Aires en 1882 y los primeros instrumentos que lo tocaban eran
guitarra y flauta. Esta música debe ser tocada con mucha picardía y gracia para visualizar las
alegrías de las francesas, italianas y españolas que vivían en esos burdeles, coqueteando con los
policías, ladrones, marineros y malevos que los visitaban. Esta época era completamente diferente
a todas. El tango era alegre” 1

Con estas palabras Piazzolla explica, en una de las ediciones de la partitura, a todos los músicos
del mundo el carácter del primer movimiento. Efectivamente es el único en tonalidad mayor, con
aire de milonga rápida que según la mayoría de los musicólogos no es otra cosa que una habanera
más acelerada.

Y Horacio Ferrer le pone su cuota de poesía al asunto:

“Porque el tango se engendra en el talentoso y lozano ejercicio creador de la mala vida del arrabal
porteño del 80. Es la obra muy límpida de esos impuros. De una pequeña aristocracia del revés.
De esta elite de descastados a la cual, sin embargo, nadie podrá acusar de copiona ni podrá negar
la más radical originalidad.

1 Piazzolla, Astor “La historia del tango” partitura original

No es casualidad; ¿quiénes sino los arrabaleros de toda España son los que hacen el cante jondo?
Y, ¡qué parte capital de la génesis del Jazz pertenece a los pobres libertinos de Storyville, el
arrabal de Nueva Orleans!

¿Será no más que ha de ser siempre el talento de los miserables que tocan su piano o que
puntean su guitarra tan lejos de toda ilustración, el que –entre un vaso de alcohol y una ramera-
siembre la simiente de lo que indefectiblemente engendrará la más elevada y pura belleza de la
música?”2

Remarquemos un aspecto musical importantísimo para la obra: el bandoneón tardó 30 años en


entrar de lleno al tango argentino, y si bien es un hecho ineludible que dicho instrumento es el
símbolo del género, Piazzolla nos recuerda que los primeros tríos de tango estaban compuestos
por el violín cantante, flauta en segunda voz y “fiorituras” y guitarra para base y bordoneos.

Para la música de su Burdel, Piazzolla no descarta giros melódicos y armonías propias de su estilo,
pero nos recuerda a las milongas de Villoldo y Filiberto. Es este el número más “historicista” de la
suite, sin embargo encontramos acentuaciones y desplazamientos rítmicos no presentes en el
tango de esa época, lo que ya denota (cosa que es más evidente en los demás números) una
reproducción artística y no un trabajo de estricto rigor histórico que sería, sin duda, menos creativo,
original y personal.

Y siempre, como ha quedado registrado en las grabaciones de sus conciertos por el mundo, Astor
nos recordará con una sonrisa, que el tango, al igual que el Jazz, nace en los prostíbulos.3

Es en la milonga, entonces, donde empieza la historia del tango. Milonga que implica a la vez el
género musical derivado de la habanera, heredera de la contradanza y el tango andaluz y el acto
social de reunirse a bailar o a cantar. Para finales del siglo XIX para toda la sociedad, participara o
no de las “milongas”, la milonga era un estilo que podía escucharse en el circo criollo, en la voz de
algún payador (el segundo tema del Burdel de

2 -Ferrer, Horacio (1980) El libro del tango, Antonio Tersol Editor, Barcelona.

3 CD “Central Park Concert” track: Astor’s speech

Piazzolla empieza con los típicos arpegios del payador), en el organillero y como pieza obligada de
baile popular en guitarra, acordeón, arpa, flauta o violín. Cunninghame Graham, un cronista inglés,
nos describe a ese Buenos Aires, urbano y rural al mismo tiempo, como muy afecto a la danza y a
las reuniones sociales con la música como protagonista: tangos, cielitos y pericones son, según
nos relata, los ritmos en boga.

2.2. Café (1930)

“Otra época del tango. Se escuchaba y no sólo se bailaba como en 1900. Era más musical y
romántico. Las orquestas de tango estaban formadas por dos violines, dos bandoneones, piano y
contrabajo. A veces se cantaba. La transformación era total. Más lento, nuevas armonías y yo diría
muy melancólico.”4

Evidentemente es Piazzolla quien nos cuenta la historia del tango y esto es, probablemente, lo más
maravilloso. El interés está puesto en el tango que se escucha, en la melodía, en el canto y no las
famosísimas orquestas de baile con un pulso marcato a más no poder, no es este el tango que
Piazzolla quiere mostrar.

Y en este contexto es preciso citar la figura de Julio De Caro, a quien Astor admiraba
profundamente. De Caro fue el primero en pensar al tango como gran música popular de concierto
y con su tango “Decarísimo”, Piazzolla evidencia su devoción por una línea de trabajo dentro del
género que se empeñaría en desarrollar.

Son justamente referidos a 1932 estos párrafos de un libro autobiográfico de De Caro, donde dirije
la palabra a los músicos de la orquesta que acaba de formar:

“Primera Orquesta Sinfónica de Tangos. – Señores, ustedes que tienen en su haber tantos
espectáculos, bajo la conducción de grandes maestros, como también algunos de ustedes,
directores en su renglón, no se si pensarán que, a lo mejor, yo soy un irresponsable al atreverme a
hacer esto; no es mi intención suplantar a nadie musicalmente, pero deseando para el tango lo
mejor, pretendo que los profesionales responsables engrosen también sus filas, ya que creo
llegada la hora de vestir al mismo con el ropaje que hasta el presente ha

4 Piazzolla, Astor “La historia del tango” partitura original

carecido; éste, al menos, es mi primer intento, cuya finalidad será demostrar que por humilde,
nuestra danza popular no deja de ser música también.”
Y continúa contando como luego de leer la orquestación de ‘Flores Negras” (de Francisco De Caro)
muchos de los músicos de orquesta que consideraban al tango “música menor” cambiaron de
parecer.”5

Francisco Canaro, Osvaldo Fresedo cautivaban al gran público con su tango bailable, pero a
Piazzolla no le interesa contar esa parte de la historia del tango, Astor amaba a los que pensaron
al tango como música popular para escuchar y enriquecer musicalmente con orquestaciones y
nuevas armonías. Es este Café 1930 cercano al “Boedo” de Julio De Caro y a la melodía
gardeliana de “Volver”.

2.3. Night Club (1960)

“La época internacional, el tango triunfa en Europa. Comienza una nueva época transformante. La
gente concurre a los nightclubs para escuchar seriamente el nuevo tango. La revolución y cambio
total de ciertas formas de viejo tango. No bailable, si escuchable. Música para los músicos”.6

Este es el movimiento de la obra que más “suena a Piazzolla”, y no es casualidad, Astor refiere
musicalmente la época en que él intenta reinventar el género. Por eso hace hincapié en que no es
música para bailar y se dirige directamente a los “entendidos”, los músicos. Nada nos describe a
las grandes orquestas de baile, vendedoras de discos, cada una con su estilo, con sus seguidores,
con sus bailarines; ni a los cantores que ya por 1960 tienen entidad y prestigio propio. Piazzolla
omite deliberadamente esta historia del tango para poner el interés en lo estrictamente musical,
despojado de modas, de discusiones extemporáneas y por sobre para proveernos de su impronta.

5 - De Caro, Julio (1960) El tango en mis recuerdos , Ediciones Centurión, Buenos Aires.

6 Piazzolla, Astor “La historia del tango” partitura original

Y es la figura de Aníbal Troilo, quien había sido bandoneonista de De Caro, la que sobrevuela el
1960 emblemático. En la década del 60 Troilo era una gran figura en todo sentido, y Piazzolla elige
la orquesta de Troilo para iniciar su carrera tanguera, se convierte rápidamente en bandoneonista y
arreglador de esa formación. Pero él quería desarrollar una nueva música de tango, y pronto sus
arreglos más osados dejaron de tener cabida en la orquesta de Anibal Troilo “Pichuco”. Dice
Piazzolla al respecto:

“Cuando invadimos la ciudad con el octeto parecíamos ocho fieras. Sé que habíamos quebrado al
solemnidad del viejo tango. Yo respeto a Pichuco, mi maestro, el que me proyectó, el que me dio a
conocer a Buenos Aires. Recuerden que yo siempre fui el primer hincha del gordo. La polémica -
explica- no la inventé yo. Si facultades y colegios abrieron sus claustros al tango, fue porque traje
una cosa nueva y elegí mi destino.”7

Efectivamente Piazzolla admiraba a Troilo, no por casualidad escribió la Suite Troileana. Del
alejamiento de Piazzolla en busca de su propio destino Troilo también tiene algo para decirnos:

“Astor pudo ser hijo mío. La polémica no me interesa, yo seguiré siempre mi camino, que creo el
verdadero. Es un problema de sensibilidad. Al “Gato” (Piazzolla), de todas maneras, lo quiero
mucho.”

Piazzolla había logrado un nuevo tango, una nueva línea de trabajo dentro del género, aplicando
quizás ideas académicas de contrapunto, como en el barroco europeo, nuevos criterios de
instrumentación, nuevas acentuaciones. Esta era la famosa polémica: una nueva manera de hacer
música en un ambiente absolutamente conservador de las tradiciones.

De todos modos la afinidad musical entre Troilo y Piazzolla es indiscutida y una anécdota narrada
por el propio Astor lo refleja a la perfección:
“Tiempo atrás soñé que hacía un arreglo para Troilo de mi tango ‘Verano Porteño’.Me levanté
impresionado y lo hice. Al otro día me llama Aníbal y me cita en un café de Corrientes y Paraná.
Me encuentro con él y dice: Gato, quisiera que me hicieras un arreglo de ‘Verano Porteño’. Yo lo
llevaba bajo el brazo. Tomá Gordo y se lo di. Pareció cosa de magia.”

7 Castro Volpe, Jose (1976) Con Anibel Troilo triunfa en Brasil el tango moderno.

Con Night Club 1960 Piazzolla nos cuenta ésta historia del tango, desde 1943 Piazzolla trabaja en
composiciones de neto corte académico, pero alrededor del ’60 es cuando Astor hace eclosión: el
tango con recursos del jazz –Evans, Mulligan, Tristano y Shearing- y de la música europea:
Stravinsky, Bach (escritura canónica, armonía moderna, polirritmia, politonalismo, empleo de
compases irregulares, de temas fugados) que determinan una realmente nueva manera de hacer
la música de Buenos Aires.

2.4. Concierto de hoy (1990?)

“Esta es la música de tango con conceptos de la nueva música. Escencia de tango con
reminiscencias de Bartok, Stravinsky y otros. Este es el tango de hoy y del futuro. Abajo está el
tango, arriba está la música. Una música donde se escucha la historia del tango con un agregado,
la nueva música.”8

Con estas palabras y conceptos Astor logra cerrar la parábola de su vida. Cuando Piazzolla va a
estudiar a Paris con Nadia Boulanger lleva sus composiciones académicas, más cercanas a Bartok
que al tango tradicional, es ahí donde la afamada maestra de composición le sugiere dedicarse al
tango. Y podemos afirmar que en este último número de la suite Piazzolla logra combinar ambos
mundos: el de la música del siglo XX y el de un género popular que representa a Buenos Aires,
lejos de las discusiones de fidelidad tanguera y de las vanguardias de la música académica
contemporánea.

Es preciso aclarar que, como nos cuenta Ernesto Sábato en su ensayo sobre el tango, el género
siempre acuñó la idea de “progreso musical”. No es casualidad que se emplearan términos tales
como Guardia Nueva o Guardia Vieja para definir distintas épocas del tango. Pero es
definitivamente Piazzolla quien logra llevar al tango a las salas de concierto y quien logra interesar
a músicos y melómanos de todas las latitudes con su música.

8 Piazzolla, Astor “La historia del tango” partitura original

Conclusión

El tango nos representa e identifica ante el mundo, aunque es obvio que no todos los músicos
argentinos son exclusivamente “músicos de tango”. Muchas veces el género exalta valores muy
diversos de nuestro pueblo y su poesía es todo un capítulo aparte. Nos describe melancólicos,
sentimentales, cordiales, nostálgicos, escépticos, individualistas, creativos, emotivos.

Esta Historia del tango de Astor Piazzolla es una de las tantas posibles historias que se pueden
contar, con el sello de uno de los más grandes compositores que ha tenido nuestro país y con la
ventaja de estar muy bien escrita: cualquier músico de cualquier parte del mundo sonará
“tanguero” al interpretar la partitura.

Fernando Lerman

Noviembre de 2003
Bibliografía

- Ferrer, Horacio (1980) El libro del tango, Antonio Tersol Editor, Barcelona.

- Azzi, María Susana y Collier, Simon (2000) Le Grand Tango. The Life and Music of Astor
Piazzolla; Oxford University Press; Nueva York.

- Piazzolla, Astor “La historia del tango” partitura original

- CD “Central Park Concert” track: Astor’s speech

- Rivera, Jorge B. (1976) El camino del tango. En La Historia del tango, tomo 1 sus orígenes,
Ediciones Corregidor, Buenos Aires.

- Cunninghame Graham, R. B. (1914) El Río de la Plata , Clifton House, Londres.

- De Caro, Julio (1960) El tango en mis recuerdos , Ediciones Centurión, Buenos Aires.

- Castro Volpe, Jose (1976) Con Aníbal Troilo triunfa en Brasil el tango moderno.

En La Historia del tango, tomo 4 Aníbal Troilo, Ediciones Corregidor, Buenos Aires.

- Sabato, Ernesto (1963) Tango , discusión y clave , Editorial Losada, Buenos Aires

- Mascia, Alfredo A. (1970) Política y tango , Paidos, Buenos Aires.

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