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777 Diccionario Chevalier

Om_ El monosílabo Om es el símbolo más


cargado de sentido de la tradición hindú. Es
el -> sonido primordial inaudible, el sonido
creador a partir del cual se desarrolla la manifestación
y por tanto la imagen del Verbo.
Es lo imperecedero, lo inagotable (akshara);
es la propia esencia de los Veda y por endede la ciencia tradicional. Es el símbolo de
Ganesha y corresponde a la -> svástica, em~
blema del desarrollo cíclico de la manifestación,
a partir del centro primordial inmutable.
El sonido Om se descompone en tres elementos:
A, U, M (-> Aum) que gobiernan
una inagotable lista de repartos ternarios:
tres Vedas (Rig. Yajur. Sama); tres estados
del ser (vela,fogaristasthana, que corresponde
a Vaish-vanara; sueño, svapna-sthana,
que corresponde a Taijasa; sueño profundo,
sllshupta-sthana, que corresponde a Prajna);
tres períodos (mañana, mediodía, tarde); tres
mundos (Bhü, tierra; Svar, cielo; Bhuvas, atmósfera),
y por tanto tres estados de la manifestación
(burdo, informal, sutil); tres elementos
(fuego, Agni; sol, Aditya; viento,
Váyu); tres tendencias, o guna (rajas, expansiva;
saliva, cohesiva o ascendente; tamas,
desintegradora o descendente); tres dioses
(Brahma, Vishnú, Shiva); tres poderes (acción,
conocimiento, voluntad) ... Existe además
un cuarto aspecto del monosHabo: es su
conjunto indeterminado, considerado independientemente
de los tres elementos constitutivos.
Corresponde a la unidad indiferenciada,
y por tanto a la realización de la
identidad suprema. Pues Om es un soporte
de realización espiritual de la más alta importancia,
el mantra entre los mantra; es,
dicen los Upanishad, el arco, siendo yo la
flecha y Brahma el blanco. Guénon ha señalado
además la correspondencia del monosílabo
con los tres elementos de la -> caracola
de Vishnú que contienen el germen del desarrollo
del ciclo futuro.
Es importante advertir la existencia de un
equivalente cristiano muy usado en la edad
media como símbolo del Verbo: se trata de
la sigla 1'>«\ que se ha acabado por referir
erróneamente a las conocidas palabras «A ve
María».
De hecho, esta sigla, cuya pronunciación
latina puede identificarse a la de Aum sánscrito,
significa el -> alfa y el omega, el comienzo
y el fin (Ap 21,6), o sea, el desarrollo
cíclico y la reabsorción de la manifestación.
Este símbolo es tanto más significativo
cuanto que se asocia a veces a la svástica en
la iconografia de esta época (BHAB, COOH.

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