Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
1. Introducción
Este trabajo es un intento de interpretación de la historia económica de
Dinamarca desde mediados del siglo XIX. Obviamente, se trata de una tarea
que tiene mucho de bosquejo. El trabajo apela muy escasamentea modelos
formales y arriesga generalizaciones, aun cuando hay detalles que compli-
carían bastante el cuadro. El enfoque destaca las “discontinuidades” de la
historia. y las experiencias que iluminan desde el ángulo de mayor interés
los problemas del desarrollo que confrontan hoy los países de ingreso medio.
Las tres características más ampliamente conocidas de la economía danesa
revelan, probablemente. que Dinamarca es un estado ti) rico, (ii) socialis-
taibenefactor y (iii) con un sector agrícola relativamente grande. El rasgo
menos discutible es la riqueza. Dinamarca ha estado en la lista de los 20
países con un mayor PGB per cápita por más tiempo de lo que abarca el
período bajo estudio.
En la perspectiva socialista/benefactor, es también un hecho que Dina-
marca exhibe uno de los 3 ó 4 más altos niveles de transferencia distributiva
en el mundo. No menos del 30% del PGB (ver sección VI) se transfiere,
para hacer más equitativa la distribución del ingreso. En consonancia con
esto, Dinamarca presenta una presión tributaria muy alta. Hay dos puntos
importantes que señalar respecto de este tema. El primero es que el Estado
benefactor es de creacion muy reciente. Aunque los programas claves de
bienestar se iniciaron cn la década de 1930, no llegaron a ser importantes,
en relación al país promedio de la OECD, sino en los últimos años de la
década de 1960; es decir, sólo han constituido una experiencia notable en
los últimos 20 años. El segundo punto es que las transferencias se dan casi
exclusivamente entre personas: cl 90% de todos los impuestos gravan el
* E\tc IrabaJo Ic dcbc mucho a la\ dl\cuîmneT en el grupo, en ran alto grado que me cuesta mencmnar
a nadie en panicular Agradezco también los comentarius de Nielr Geelt Bolwip. Jurpen H. Geltinp,
Ruth Khnov. Peter Nannestad. Conni Paldam. Peder J Pederwn y Shlomo Yitzhaki Flemming
Ntclscn y Jcspcr Iwcrscn han pre<tado w vaina ayuda a la mveWfac16n Ln algunos casos usaré
la palabra dancaa, encerrada en paréntesis cuadrado, para ewtar un malentendido cuando la traducaón
es ambigua.
84 MARTIN PALDAM
Ni>ru:Constrwda encadenando la larga zene hlatórlca en S A Hanszn í 1972) dradc 1818 hasta 1948
íusando la\ ponderaclones de I92Y y encadenandolos cambioa ds ferrk~r~o en 1864 y 1920) con ADAMRK
(ver referencm) para 194X-1985 (usando las pundcracwx\ de 1980) La cuwä sube 85 veces o. cum”
la población ha crecido 5 veces. 17 YCCC~ cn tCrmlno\ per cáptta DeJando de lado todos los problema
dc la\ cwnparauone~ entre período, largos y entre paiser. afo corresponde a la d~fcrcnc~ade hoy entre
Dmamarca Y Perú o Mamxcoa
’ Es tambi& de intelés señalar que la cormpcu5n en los asuntos públicos estaba tan difundida entonces
como \upuc,tamente lo está hoy dia en algunoî paí\e\ cn dcaarrolk~. La corrupc16n deupareció
gradualmente durante el uplo XIX, a través de un proceso dmknlco que aún no re cntlendc del
todo Esta ex una parte de la historia cconUrr,ica de indudable nnponanc~a. pero en la cual no
entrarem«s por el m«mcnto.
EL DESARROLLO DE UN PRÓSPERO FSTAMI RTNEFACTOR EN x7
general, eran idealistas que trataban de construir una sociedad mejor para
todos (en retrospectiva, podemos decir que, por una vez, el idealismo resultó
triunfante).
Como consecuencia, hacia 1860-70 existía en Dinamarca una considerable
nueva clase de granjas de propiedad familiar. Por esa época las tradicionales
exportaciones de cereales empezaron a ser seriamente afectadas por la com-
petencia de los granos, más baratos y mejores, que fluían al mercado europeo
desde Rusia y los EE.UU. Para mantener sus ingresos los agricultores tenían
que cambiar de producción. Esto ocurrió en la práctica en las décadas de
1870 y 1880 (ver el Gráfico 4.7 más adelante). No sólo ocurrió, sino que
el proceso tuvo lugar bajo condiciones políticas muy adversas.
“junker” más duro y conservador, J.B.S. Estrup, quien gobernó desde 1875
hasta 1894.
Grdfrco 4 Z LA ESTRUCTURA POLíTICA DE LA POBLACI6N DESDE LA INTRODUCCIÓN
DE ELECCIONES, 1849
Naru : Las líneas vrrticalea delgadas son lar cIccc~“ncs. Los partidor se representan acumularwamente
desde la derecha (abaJo) hasta la tzquwda (arrIba) La línea diwsona está entre los partidos “soc~alis-
tasilahoristas” incluyendo al partido social demócrata (PSD) y los pamdos “burgueses”, o bien, incluye
a los radicales como el aliad” histórico del PSD,-dc aquí las do\ líneas gruesas. Los partIdo a la
izquierda del PSD se denominan la “Izquierda”. Esta incluye a cuatro ” cinc” partidos que han caad”
dentro y fuera del Parlamento -tala como los comumstas Además, la lzquerda mcluye a los socialistas
populares que se están transformando gradualmente en un partid” roaal demócrata de izquierda. La
Centro Derecha son 3-4 partidos, dentro y furm del Pulamento. La ant~pua derecha se dtsolwó cn 1915
y fue reemplazada por los conservadorer -bajo un “UCY” grupo de líderes. A la derecha de los conser-
vadores hay normalmente sólo un pantdo, per” no swnpre el mismo Nótese que los partidos founales
no exlstían antes de la dkada de 1870 Sm embargo. había alpunos grupos (ver Nannestad. 1972).
’ Los bancos de ahorros han coexlsrldo siempre con los bancos comerciales, pero, aunque eran más
~mponantes que los bancos comerciales en el periodo en dlscuwk. fueron gradualmente perdiendo
posiciones duwtr rsfe siglo. en el que. para poda mantenerse, se fusionaron en fcdcracmnea.
Durante afas últimas décadas se han transformado mis y más en bancos ordinarios. Todavía manknen
alrededor del 25% de los saldos torales del secfor bancano.
EL DESARROLLO DE UN PROSPERO ESTADO BENEFACTOR EN 91
i La< mwtucwnei hipotecarias emisoras de bonos sm Rneî de Iucm son todevia hoy cl agente financ~em
para todas las propiedades agrarias. pero en la actuahdad ?e han fusmnado cn unab pocas in>tituc~>nc\
gigantes, en las que el control local cs cari una formahdad Las operauone~ co” bonoa hlpotccari<x
constituyen todavía el mtercamblo dommantc en la Bolsa de Valores daneaö La operacwne~ dc
mercado abierto se realizan con estos bonos. Los fondo< de pcn\wncs y se@wx están en e9«* bono\
92 MAKTIN PALDAM
agrarias. Sin dichas reformas, el desarrollo danés habría sido muy diferente;
probablemente el país hubiese tenido que forzar despuésuna industrializacicín
mucho más costosa desde el punto de vista social.
x La emlgraaón desde Dmamarca fue mucho menor que la de «WOP paíw acandmavoc y hubo.
además, alguna inmagraclón desde Suecaa y Polonia. de modo que las cifra\ neta\ tucron marpmalc\.
sumando a IU más 5% de la fuerza de trabajo a lo largo del transcurso de 70 años.
‘i Se observa que el reclutamiento de soldados está sesgado hacia los pobres. Existe una larga xrie
para la altura media de lob reclutas SI tomamos esa altura como un tndlcador del novel de wda dc
Iw pobres, entoncw eî notable que ella haya hqado temporalmente en Z-3 cm durante la rcvoIuc~on
industrial dc I870- 1900.
96 MARTíN PALDAM
140
130
Nora. La distnbuclón YS ha calculado haciendo igual a 100 el balzmo medlo para hombres no
calificados (ver Pedetsen, 1978b). La serie está actualizada por el aufo~ Los resultados para los f~es
gruposprincipales sonrepresentativos. La mayor parte de las mujeres calkadas tiene un sueldo. de
manera que la mayoría de Iay muJere$ en IOF datos presentados es no callflcada.
1920
1930
,940
195”
1%”,970
198”
1’9
(i) Hacia comienzos del siglo las participaciones comerciales (hX y h,)
estaban casi al mismo nivel (35% del PGB) que ticncn hoy; pero hubo
grandes fluctuaciones en torno a la Primera Guerra Mundial, una caída
durante la Gran Crisis de 1930, y nuevos trastornos durante la Segunda
Guerra Mundial. El aumento en la participación de las exportaciones durante
la última década incluye los efectos del ingreso a la CEE (Comunidad Eco-
nómica Europea) en 1972.
(ii) La revolución agrícola entre 1860-1900 (como ya se ha discutido)
duplicó, en números redondos, los volúmenes de intercambio; pero ya 150
años atrás el intercambio comercial danés era más alto de lo que es hoy para
la mayoría de los países de ingreso mediano.
(iii) La participación de la agricultura cn las cxportacioncs ha decaído
desde 1900. Sin embargo, si se considera la magnitud absoluta de las ex-
portaciones agrícolas reales, es mayor ahora de lo que ha sido nunca. En
consecuencia, las exportaciones agrícolas no han sido reemplazadas por
9x MAKTIN PALDAM
R
40
35
25
2”
15
0
IR,” ,810 IRI” IR,” 184 1910 1930 1950 1970 IYW
Nora’ La linea superior (delgada) muestra las exportaciones de bienes y ~er%cios. La serir sólo se
remonta a 1948 -ante\. sólo existe la serte neta. ver Figura h I.a v~uiente línea (gruesa) muestra las
exportaciones sólo de bienes. Antes dc 1835 hay vacío\ cn los datos. dc modo que el rápido aumento
de 1820 a 1835 probablemente no es genuino La línea de puntos da las exportaciones agrícolas totalcr.
esto es, la diterencla entre la linea gruesa y la linea de puntos son lar exportaciones agrícola> de ungen
vegetal (pnncqxalmente cereales) kntre la línea de puntos y la línea infermrdelgada eaán IBSexportaciones
industnalcs. La linea mferior(delgada) muestra la? exportacmne~ ögríct>laade ongen animal, mantequdla,
tocino, quesos. etc.
‘8
5
-5
-1”
-15
,810 1830 195” 1970
Por otra parte, es muy claro el buen resultado de las cooperativas agrícolas
en el sector bancario y de procesamiento, de modo que la evidencia quizás
no es totalmente clara.
B, La tradición antisubsidios
Otra parte del cuadro es que las organizaciones del sector industrial han
combatido con mucha fuerza los subsidios. Por supuesto, en muchas de las
ramas menores de las manufacturas y del comercio se pueden encontrar casos
de búsqueda de privilegios, según los cuales el sector obtiene una certificación
especial que le permite extraer alguna renta (por ejemplo, los taxis tienen
una licencia, de modo que son automóviles nuevos de lujo, en los que el
transporte resulta caro). Pero las organizaciones industriales se han pronun-
ciado vigorosamente contra los subsidios, la interferencia estatal y la pro-
tección.
No sabemos las razones por las cuales la Unión Central de Fabricantes
[DA, Dansk Arbejdsgiverforening and Industriradet] -designada en adelante
UCF- ha combatido con tanta dureza los subsidios y privilegios; probable-
mente esto se deba a la convicción de que en un país social demócrata existe
un riesgo considerable de invasión de parte del sector público, si en algún
momento se abandonan las normas más estrictas de derechos de propiedad.
Como resultado, hay relativamente poco de política industrial y muy escasa
propiedad pública dentro del sector manufacturero.
las mversmnes: pero aunque !&maron la elecc~ón 4 estableaeron ere Conqo con la partripach de
funaonanos públicos de alto nivel, nunca llegaron a formuh dlrectiws explícitas para el Conseio,
el que munó akncmamente después de una docena de resmnes De la dncusrón de la época se
desprende que el r,po de proyectos que un orgamsmo de esa especx debia apoyar era la producwh
de bienes sustanciales. como barcos, pero no bienes frívolos y supertluos. Lo que no debía apoyarse.
o no se apoyaría, era qwramenle la producción de otm marca de fantasit de cosas que ya se ataban
producendo (en madera verdadera). tales como bloques plástx»s para nnios.
104 MARTíN PA, I)AM
poder para hacer que los sindicatos miembros actúen de común acuerdo. Un
punto, al que retornaremos pronto, es el fuerte interés de la CDS en la
preservación de la paz interna: los sindicatos miembros deben mantener la
paz interna y trabajar en conjunto para mejorar los ingresos de todos los que
forman la CDS, en oposición a los que están fuera de la organización.
El crecimiento del “movimiento” sindical está en correspondencia con el
crecimiento del Partido Social Demócrata (en adelante, el PSD). Siempre
ha habido una clara mayoría del PSD entre la dirigencia sindical. En los
Congresos anuales, tanto de la CDS como del PSD, muchos prefieren hablar
del PSD y de la CDS como del brazo político y el brazo sindical del Movi-
miento Laboral. Desde mediados de la década de 1920, en consecuencia, el
Movimiento Laboral ha sido la fuerza política individual más poderosa del
país. Con todo, es importante no perder de vista las dos restricciones ya
enunciadas: primero, que el PSD por sí mismo nunca ha sido mayoría y para
gobernar ha tenido que actuar en conjunto con otros partidos no socialistas;
segundo, que el sector industrial siempre ha sido relativamente pequeño y
con alta diversificación.
De estas restricciones se desprenden dos consecuencias:
(i) la meta socialista tradicional, de controlar centralmente el sector in-
dustrial, nunca pareció tener sentido; y
(ii) el movimiento laboral ha tenido que ser muy moderado en el campo
ideológico; en los hechos, nunca se desarrolló una ideología socialista fuerte
(para no hablar de una tradición marxista) dentro del Movimiento Laboral.
El ala más revolucionaria rompió con el Movimiento Laboral ya en la
época de la Revolución Comunista en Rusia (y de las 3 ó 4 revoluciones
fracasadas en Alemania). Los años 1918-22 fueron, en la práctica, un período
muy dramático para el Movimiento Laboral, con muchas huelgas y lockouts
que originaron desenfrenadasfluctuaciones en los salarios nominales y reales.
Es difícil imaginar, desde la perspectiva de hoy, que el mercado laboral
danés haya sido uno de los más revueltos de aquellos años, y que los salarios
reales subieran en 40% en 1919 para caer nuevamente al año siguientet2.
En el Gráfico 4.2 el lector puede ver que a partir de los años 20 ha surgido
gradualmente un ala izquierdista, no PSD-CDS, tendencia que experimentó
un salto importante en los primeros años de la década de 1970. La existencia
de una izquierda en ascenso ha constituido un problema importante para el
PSD, haciéndole muy difícil formular políticas desde 1970. Es importante
señalar que la izquierda ha ejercido alguna influencia en el movimiento
sindical, pero ha tenido siempre muy pocos votos en la Junta de la CDS, ya
que ésta es elegida por las mayorías de cada sindicato.
Aun cuando hay muchos matices complejos, y también salvedades, desde
l2 Una historia muy rlmdar de agitación laboral en gran escala y fluctuaciones desenfrenadas de los
salarios reales ocurrió ez~ Noruega, en Suecia y en Alemania. pero en tanto que los trch pake?
escandinavos lograron genrmr en la década del 20 pobirrno~ socialdemócrata estables y modcradoî
y mercados laborales gradualmente más y mác estables, Alemania de volwi> Menor y menos estable
hasta el desastre fmal en los pruneros aRos de la dkada del 30.
kL DESARROLLODE UN PROSPEROF.STA”O BENEFACTOREN 10s
” Es difícil formalizar el proceso dc ncgoc~aaón en su totahdad, espewdmenre debido a que las reglas
están siempre cambiando. pero claramente cs un clcmento clave en la formulach de políticas en
hamarca, como tambih en los otros paises escandinavos, ver Calmfors (1990) y Andersen y
Rlsager (1989). Un mtento de analizar el juego se encuentra en Paldum y Holler (19X7), donde se
da un mejor fundamento para las pocas evaluactones que skyen (pero, es difícil proporcionar pruebas).
1Oh MARTIN PALDAM
expansión más acentuado que el de casi todos los otros países de la OECD.
En la década anterior, el país había tenido que “batallar” con una mala
balanza de pagos y una tasa relativamente alta de desempleo; pero en 1958
se produjo el cambio a una política más expansiva. Esto no es fácil de
visualizar en la alta agregación del Gráfico 4.6, pero resulta obvio en los
datos más desagregados.
I,W I1,” Il/” ,850 I<,” ,119 IPlO IPX IPI0 1970 Iwm
Notu: La construcción de los datos es como se describe en la nota del Gráfico 4.1. Las finanzas
municipales están mucho más mtegradas al presupuesto estatal a panir de los primeros años del lY70.
La línea de puntos para @stos durante la 2” Guerra Mundial wn lar confiscaciones alemanas. papada:,
con ccrtlficadoa (sin valor) del Banco Cenlral. Fuente principal. Norstrand (1975).
Una cxpl~cawín que defienden mucho\ economista dancrca c& que cn 1958 &c produjo una pequeña
variación de In? términos de mtercamhm Sin embargo, c\ta ch una cxpluuón Improhahle, porque
ha habido mayores variaciones de los términos de mtercamblo s,” causar el mismo efecto. Otra
explicación económica, más probable, es que 1958 fue el afro en que la competitividad extranjera
alcarvi, w “pcak”: YU Gclt~ng (1976) y Paldam (19X9a). Fmalmentc, debe señalarsc que 195X fue
el aA» en que V~ggo Kampmann llegó â ser mimstro de Hartada y máxima autoridad en materia de
política ecundmxa.
EL DESARROLLO DE UN PR6SPERO ESTADO BENEFACTOR EN 1”‘)
Ih La fe en Keynes se combmaba a menudo, como en Suecia y Noruega. con una orientación PSD. El
modelo PSI>-Keyn~ má\ popular era uno cn que sólo contaba la política fiscal. El dmcro cs sólo
un velo. El keynealamsmo/PSD está rctroccdicndo ahora entre lar economistas. aun en Suecia, donde
suliu tener Iü mayor fuem
EL DESARROLLO DE UN PRÓSPERO ESTADO BENEFACTOR EN..
7. Observacionesfinales
Puede verse que de este capítulo se desprenden por lo menos tres lecciones:
(i) Un alto grado de integración al mercado mundial es un modo eficiente
de controlar la búsqueda de privilegios (y muchas otras ineficiencias) y. por
lo tanto, es un motor importante del crecimiento.
(ii) Es posible implantar un importante sistema redistributivoibenefactor
después de que un país ha adquirido un alto nivel de eficiencia. sin perder
el dinamismo de la economía.
(iii) Es visible que la redistribución produce menores estragos en la efi-
ciencia de la economía si se laconfina a los ingresos personales y el consumo.
mientras se dejan al mercado los derechos de propiedad y las decisiones
relativas a la producción.
La primera lección es probablemente la menos problemática. El clcmento
clave es la capacidad del mercado mundial para controlar la búsqueda de
privilegios (ni el argumento de las economías de escala ni el argumento de
las ventajas comparativas son de igual importancia). Si la única pérdida
asociada con un desarrollo económico autárquico fuera una pérdida de escala
o de ventajas comparativas, sería limitada; el problema es que la falta de
competencia extranjera puede empujara un país hacia una sociedad estancada
en la búsqueda de privilegios.
La segunda lección es más discutible. Veo dos problemas principales:
EL DESAKKOLLO DE UN PRÓSPERO ESTADO BENEFACTOR EN ll3
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Parte 1: Reseftas y fuentes prmcipales Sólo se incluyen unas pocas. Son fácilmente accesibles al I.xtor
de lengua danesa y propwctonan refcrcncias detalladas. DS el [Danmarks Statlstlk], la Oficina Central
de Estadística. Traducciones de los títulos daneses y comentarios cn castellano se presentan entre
paréntesis 0.
ADAMBK, (El conjunto de datos para el modelo macroccon6mlco oficial, en disco en DS).
HANSEN, S.A. 0konomisk vaksr i Dnnmark. Vals Il II Copenhague. Gad, 1972.1973. (Una historia
económra de Dinamarca , que contiene largar senesde las Cuentas Nacionales, con muchas referencias
a todo el trabal‘, anterior. y enlazada con la sene exandar publicada por DS)
DANSK SOC/A/.H/SWRlt 7 vals. Copenhague, Gyldendal. 198% IYXS. (Vasta rewia de todo ID que
se sabe o se sospecha sobre demoprafia. leye y condiciones sociulex. IU distribución del ingreso y
las condiciones de vida en Xenerall.
HENRIKSEN. 0.~. y A QI.GAARD uanmarks udelIrrgsh~ltdcl 1874~w58 Copenhague. Gad. 1969.
(Serie de’ comercio exterior).
.SrATIST/K ARBOG. DS: Copenhague, (Anuario de estadísticas de DS desde 1895).
OLSEN, E. DANSK 0KONOMISK HISTORIE. Copenhepue. Gad. 1970. (Conctra reseña de la historia
económica 1X00.1970)
POLITlKENS DANMARKS HISTORIE. 14 wlu. Copenhague. Pohtlkcn. (Hiatorla polítlca convencional
con muchas referencias, nuew edición revisada cada década).
EDGREN, G., C.O. FAXEN y C.E. ODHNER (1968), Wqe Forrnnrion nnd rhe-Economv, Londres:
MacMdlan (Origmal wecoi.
GEI.TING. J.H. (1976). “Skr~,~rr,,rbillede”. National0konomisk TidsJkrifr, val 114, pp. 210-213
HIBBS. D A JI (197X), “On the poht~cal cconomy of lonp-run trends in sirike activity”,BririshJournal
oft’olrrrcnl Srrsnr~, VO. 8, pp. 153-76.
KISLEV. Y. VW PETERSON 11Y82).“t’nces. technolwv, _, andfarn~sire”.JuurnulofPoliticulEronom~,
YOI. 90, pp. 578-595.
KRUEGER, A.0 (19741, “The polltxal economy of the rcnt sccking society”. Americen Economic
Revirw. val. 64. pp. 291~303.
KreRGAARD. N. (19X2). “CLEO’. 0konomlsk Insiitut. Unwers~ty of Copenhagen, memo. (Un modelo
econométrico de largo plazo de la economía danesa)
LINDBECK, A. (1986). Nur mykrr politik tål rkonotmn? Ho,yskuftesumhulle¡> problem. Estocolmo:
Bonniers.
LYBECK, J.A. y M HENREKSSON (198X), eds., TheRur ofrhePubhcSector rn rhe West, Amsterdam:
North-Hollad.
MOGENSEN, G. VIBY (1985). “Forskning I sot10konom~ en oven~gï‘, Natlonal0konomlskTrdJsknff,
vol. 123, pp. l-19.
NANNESTAD. P. (1972), “At the cradle ot a patty system: Votmg pattems and voting gmups in the
Damsh Constitutmnal Convention 1848-49”. Scandinavian Political Srudies, val 7, pp. 119-135.
(1989),Reacnve Votq unDanrsh GenerulEIwrions 1971~79. Aarhus: Universitetsforlaget.
PALDAM, M. (1977), “Bhvcr vcrdens indkomstfordeling skzvere?“, Nationnl0konomisk Tidsskrifi,
val. 115, pp. 276.299.
~ (1979). “Towards the wage-earner state. A comparative study of wage shares 1948.1975”.
Inrernarionol Journal of Social tconomics, vol 4, pp. 45-62.
PALDAM. M. y K. LAURSEN (1982), “The dynamics of the world’s incomedistritution 1955.2000”.
en Economic Essays in Honour of J0rgen H. Geltmg. Tillzg til Nononal0konomlsk Tidsskrift, val.
17”
PALDAM, M. y P.J. PEDERSEN (19841, “The large pattems of industrial conflict a comparativc
study ot 1X countries 1919.79”, Intrrnnrional Journol of.%cinl Economicé, val. 10, pp. 3-28.
PALDAM, M. y M. HOLLER (1987). “Overenskomster og mdkoom%politik. Aspekter af dct Danskc
apil”, 0konomi og Pulirik, val. 60. pp. 35-52.
(1988). “An essay on the power of national banks”, Gcld und Währun~lMonrra~ AJfairs,
vol. 4, pp. 5.30.
PALDAM. M. Y H.E. ZEUTHEN (1988). “The expansion of the pubhc sector in Denmark a post
fewm?‘, en Lybeck and Hcnrckrwn.
,198Yal.
~ “Dcn rcale Danske valutakurs. Overfor DMk. FMk. NKr. SKr. FF, UKf, US$ oe
Yen, 1950-19X7”, en Paldam y S0renaen.
(1989b). “A wage structure theory nf inflation, industrial conflicts and trade unions”. Scan-
dinovion Journol of Eronomrcs, val. 91, pp. 61.81.
PALDAM. M, y N.K. S0RENSEN (1990). eds., Valurakursteori OK polirik, Aarhus: Skrifter fra
0konomisk Institut v 3 1.
PHILLIP, K. (1947), Staren 08 fattigdommen, Copenhagen, Gjellerup.
PEDERSEN. P.J. (1978a). “Den funktionelle mdkomstfordeling i Danmark I mcllcmkngbarcnc”, 0ko-
nomi ORPolirik. val. 51, pp 197.219.
(1978b), “Langtidstendenseme i den faglige og geografiske I0nstmktur i Danmark”, Nario-
nal0konomisk Tidsskrifl, val. 116, pp. 303-322.
(1982). “Union growth in Denmark. IY I l-3’)“. Trandmar~ian Journal of Economics. val.
X4. pp. 5X3-92.
(1983). “L0nudviklmgen1 Danmark, 191l-1976. Stabilitet og speclfikatlon”, Narional0ko.
nomisk Tidsskrrfr, vol. 121, pp. 102.129.
RAWLEY, C.K., R.D. TOLLISON y G. TULLOCK (198X). eds.. The Polrriral Lronomv ofRrnr-Ser-
ki,,$ Boston: Kluwer.
TULLOCK. G. (1967). “The weltare costs of tanffq, monopohes and theli”. Wrarn Econumrc Juurnul.
vol. 5. pp 224.232.