Fecha: 19 de marzo de 2019 Antonio López Gómez

Referencia: Muñoz, S. (2006) “Manejo comunitario de recursos naturales en el ejido

Betania, selva Lacandona, Chiapas”, en S. Anta et al. (Compiladores) Ordenamiento
territorial comunitario: un debate de la sociedad civil hacia la construcción de las
políticas públicas, SEMARNAT, INE, IDSM, GEA, MC, SAED, pp. 131-149.
Manejo comunitario de recursos naturales en el ejido Betania, selva
Lacandona, Chiapas

La autora parte de que en las cañadas de la selva lacandona se generaron cambios

sociales y en las unidades de producción, es decir, se pasó de una vida comunitaria
que había sido impuesta por los grupos colonizadores, a una individualización de la
producción en la mayor parte del territorio, a excepción de comunidades como
Betania, que no solo mantuvieron una vida comunitaria, sino que mejoraron sus
relaciones y mecanismos de cooperación que han favorecido su permanencia. Tal
pereciera que estas dinámicas proporcionan una mejor cohesión social que facilita
la operación de programas de desarrollo.

El uso colectivo de los recursos es fruto de una raíz histórica que ha marcado al
pueblo. El elemento principal fue el deseo de libertad que compartían en los tiempos
de las fincas, de esta manera se agruparon en busca de tierras para una vida lejos
de la subordinación. Los puntos principales de sobrevivencia que debieron seguir
para la definición agraria fue la solidaridad cohesión y organización dado do que el
aislamiento de la zona lo requería. Una vez obtenida la dotación ejidal, factores
como la escasez de recursos de producción y económicos, mano de obra y una
orientación religiosa que anteponía el bien común propicio que la vida comunitaria
se siguiera reproduciendo en el municipio.

El manejo comunitario de los recursos ha generado debate entre autores tales como
Hardin quien señala que el manejo colectivo de los recursos genera el abuso de los
recursos naturales y la sobre explotación, aunque existen otros más que se
contraponen a esta mirada y ven al manejo comunitario como la única alternativa
para un usos racional de los recursos, por otra parte Bramley refiere que existen
diferentes formas de manejo de los recursos y que su funcionalidad depende de las
instituciones que la conformen. En el caso de Betania existen tres tipos de
instituciones 1) las que aseguran la funcionalidad, 2) las que evitan la

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sobreexplotación y 3) las que proporcionan las relaciones sanas con otros
municipios.

Para llevar acabo el cumplimiento de las instituciones la comunidad de Betania

cuenta bajo una estructura de toma de decisiones conformada principalmente por
todo el colectivo que participa en la toma de decisiones y en el establecimiento de
las normas y reglas y la realización de las acciones, existe autoridades que
sancionan el incumplimiento de la normatividad y comités que permiten el
funcionamiento del colectivo con cargos claros y permanentes. Esto se ha traducido
en una apropiación ordenada del territorio manejando los recursos basado en las
características del territorio y en armonía con el medio ambiente.

Bajo este contexto, se pude notar que los postulados de Hardin, por o menos para
Betania, no se cumplen, dado que la comunidad presenta menos signos de daños
ambientales en comparación con otras comunidades que no tienen un manejo
individual de los recursos. El colectivo ha sido capaz, mediante su basto sistema de
relaciones comunales, de realizar un manejo sustentable de los recursos, aplicando
instituciones que determinan las modalidades y grados de explotación del
patrimonio natural.