OPINAR
Claudio RAMA
Economista (Dr. ED; Dr. DER.)
En el mundo universitario de
hoy, hay una tensión permanente
entre el impulso de las
instituciones hacia un
pensamiento único y hacia
reconocer la diversidad de
enfoques y de verdades. En la
primera expresión la universidad
se torna expresión de una
ideología, partido o concepción
política y en un actor
homogenizante de un paradigma
determinado. En la segunda, se
constituye verdaderamente
«universitatis», impulsa los
equilibrios y el debate entre las
diferencias teóricas, y se
constituye en una institución
dedicada a la creación de
conocimientos. En la primera se
mueve hacia conformarse como
un partido endogámico, en la
segunda se abre a la
competencia, la diversidad y
reconoce que la verdad no
existe.
Esa tensión tiene cientos de años,
aunque hoy tiene nuevos matices y
actores. Se asoció en primera
instancia a la búsqueda de la
independencia frente a los poderes
y en buscar no depender del poder
religioso o de los poderes políticos
de los Estados Nacionales, que
pretendían lim itar el libre
pensam iento, investigación y
docencia. En estas tensiones se
produjeron las manifestaciones de
Galileo y de Giordano Bruno y que
derivaron en que el primero se
retractó y el otro terminó en la
hoguera en la lucha entre la
independencia frente a las ideologías
y los poderes com o supuesto
necesario para el desarrollo del
conocim iento. La palabra
«Universidad» procedente del
OPINAR «La fuerza de las ideas» Nº 482 - Lunes 18 de febrero de 2019 EDICION DIGITAL OPINAR
latín UNIVERSITAS, refiere a esa
función primigenia del «todo» del
conocim iento «universal», de
representar m ostrar todas las
campanas, y no aquellas de interés del
poder de turno. La independencia o
autonomía reafirmaba esa libertad
necesaria en la búsqueda
desinteresada del saber.  Sin
embargo, al mismo tiempo, la autarquía
frente a la sociedad ha derivado en
los riesgos de conform arse las
universidades como templos aislados
del conocimiento, perder su función
social, carecer de pertinencia y con
ello también de calidad.
Cuando las  universidades se
conform aron claram ente com o
instituciones nacionales y se
orientaron a responder más claramente
a demandas sociales y entre ellas la
formación de profesionales, la tensión
histórica entre esa  libertad y la
dependencia o articulación a los
poderes y con ello a las sociedades
se hizo más tensa y hubo permanentes
tensiones entre libertad académica y
poderes públicos.De hecho los
diversos tipos de universidades en el
m undo, las que form an los
profesionales, las que se dedican a la
investigación, las que dependen o no
dependen del presupuesto público, o
las que son totalmente autónomas o
cogestionadas en su gestión y generan
sus recursos propios, las que están
claramente dependientes del Partido de
Gobierno o las que son ámbitos cuasi
autárquicas, todas ellas son formas de
cómo se han encarado y resuelto esos
temas de independencia y amplitud al
interior de la investigación y la
docencia, entre libertad de
investigación y función social de
formar profesionales necesarios en los
mercados de trabajo, entre una
perspectiva única o la diversidad de
enfoques, paradigmas e ideologías en
el mundo del saber. Es la forma en la
cual se articula un relativo contrato
social entre la Universidad y sus
sociedades
Sin em bargo, el concebir a las
Universidades como templos del
supuesto conocimiento sin mirar a las
sociedades y sus demandas reales, en
el largo plazo ha ido llevando a algunas
Universidades a su encerramiento, y
a perder su carácter de espacio de la
diversidad construyendo un discurso
limitado. En América Latina, la
incorporación de la autonomía y la
cogestión constituyó el centro de un
camino hacia una cada vez mayor
separación de las universidades de las
demandas sociales, y a una lógica de
funcionamiento como un espacio de
3
Pensamiento único
o diversidad de enfoques
una verdad única reafirmada en lógicas
antimercado, endogámicas y con
pertinencia decreciente.
La ciencia por su parte, de la mano de
Khun, desde los años 50, lentamente
comenzó a plantear otro camino al
sostener que no habían verdades sino
paradigmas conceptuales, con lo cual
se revalorizó la ausencia de una verdad
única y revelada en el pensamiento
científico y la necesidad de mayores
aperturas intelectuales al debate de las
ideas y la contrastación de los distintos
enfoques y la necesidad de impulsar
diversos cuerpos teóricos. Ello no
refería incluso solamente al campo de
las ideas, sino también m uy
fuertemente a la diversidad de espacios
de trabajo y la necesidad de muy
diferenciados perfiles de egreso. En
tanto las sociedades, y los mercados
de trabajo, se fueron diferenciando, la
problemática de la diferenciación en
los perfiles de salida de los egresados,
de las estructuras curriculares y de las
f o r m a c i o n e s
profesionales,comenzaron a requerir
un nuevo enfoque institucional de las
Universidades más abierto a las
diversidades de marcos conceptuales.
Esta es la reforma de la diversidad que
atraviesa el mundo universitario
Ella im pulsa el concepto de
laspertinenciasm últiples, de la
multiversidad, de volver a conformarse
como instituciones abiertas a la
diversidad en un contexto de múltiples
marcos conceptuales y mercados de
trabajo diferenciados. Esta demanda
de diversidad y de una am plia
pertinencia, se fueexpandiendo a
medida que las instituciones dejaron
de formar a las elites yque su tarea
dejó de ser la reproducción de las
clases dominantes, y con ello permitir
el acceso de amplios sectores sociales
sin recursos y cuyas competencias
adquiridas se constituían en el
m ecanism o de ascenso social.
Gracias a la formación de estos
capitales humanos y a un mundo que
prem ia el conocimiento, nuevos
sectores sociales han alcanzado con
la masificaciónbeneficios económicos
y movilidad sociales, a la misma vez
que creaban externalidades sociales
para todos los ciudadanos. 
En este contexto, la Universidad se está
consolidando como un instrumento
basado en la diversidad, de la
búsqueda de la ciencia  por encima
de las corporaciones. La
democratización de las sociedades y
la amplia conformación de sistemas de
educación superior, contribuyó a
reducir ese rol monopólico de algunas
universidades y las visiones más
radicales politizadas que habían
sostenido el paradigm a de la
universidad revolucionaria e
instrum ento del cam bio social
buscando casi sustituir a los partidos,
o aliarse a algunos de ellos y ser canal
de expresión de éstos.
Muchas universidades no han logrado
abrirse claramente a estas nuevas
realidades, luchando contra la
diferenciación institucional con el
ingreso de nuevas universidades tanto
públicas com o privadas que
permitieron construir las diversidades
necesarias a través de cada vez más
amplios sistemas de educación
superior.El desafío de abrirse a ser
universidades de la diversidad o de
continuar siendo universidades de
una supuesta verdad única y de los
enfoques politizados, está
permanentemente en el centro de la
discusión del rol de la UDELAR en
nuestro país, y especialmente en
algunas áreas más ideologizadas. De
ser una institución centrada en la
política, portadora de una verdad
revelada y endogám ica o de
conformarse como un espacio de la
diversidad, de diálogo de los matices,
de acercamiento a las demandas
reales de la sociedad de yimpulso a
la investigación aplicada atendiendo
a múltiples paradigmas, mercados y
demandas.
Del monopolio a la diferenciación
universitaria es el camino que ha
tomado la sociedad uruguaya. Es un
camino que sin duda se seguirá
recorriendo a futuro para lograr
ampliar cobertura, pertinencia,
calidad y equidad. Es una nueva
realidad de diversidad que reconoce
que un modelo de universidad basado
en la política, donde los concursos
sean endogámicos, donde el mercado
real se rechace y donde el enfoque
orientador sea el pensamiento único,
está a contram archa de la
construcción de un sistem a
universitario concebido como un
espacio de encuentros, de diversidad
y donde la UDELAR se constituya en
el centro de la investigación y no la
fábrica de formación profesional o de
la ideologización social.