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INDICE
1. INTRODUCCION
11. CONCLUSIONES
1. INTRODUCCION
Inicialmente están las etapas geológicas de exploración, seguidas de los análisis mineros y
estudios metalúrgicos en laboratorios y en planta piloto que se resumen en una etapa de
Estudios de Factibilidad -o en la de Ingeniería Conceptual, en algunos casos- destinada a
definir el “negocio” propiamente tal, mediante el análisis de varias opciones que permiten
establecer los riesgos asociados y requerimientos de implementación que definen las
inversiones y costos, para la capacidad de producción y condiciones usadas en cada una de
las opciones analizadas, cuyas ventas respectivas validan y sustentan el proyecto y definen
los indicadores econométricos que permiten compararlas entre sí en el contexto establecido
por el Propietario.
Si el proyecto luce sustentable y atractivo, se procede con las etapas de Ingeniería Básica,
en la que se terminan de comparar las mejores opciones de la etapa conceptual y se definen
las características del proyecto definitivo que se terminará de desarrollar en una Ingeniería
de Detalles, que precede a la implementación del proyecto mediante las adquisiciones de
equipos y las actividades de construcción, montajes y puesta en marcha.
Por razones del alcance del documento, sólo son desarrollados los parámetros y criterios
usados en la configuración de procesos de la planta y hasta los cálculos de Balances de
Masas y quedan excluidos los criterios específicos que definen los equipos e instalaciones
de la planta.
Las inversiones:
Una revisión de la distribución de las inversiones posteriores a las de la etapa minera –que
se excluye por la alta varianza de sus valores en la estadística disponible- nos muestra que
las inversiones por áreas de la planta, se sitúan en los siguientes órdenes de magnitud:
Area EW: Incluidas la nave electrolítica, recti- Presenta inversiones del orden
ficadores, grúa, celdas equipadas con del 45 al 50% del total
electrodos, sistema de lavado de cá-
todos, estaques, intercambiadores y
otros.
Por su parte, la distribución de los costos directos de operación muestra que en las áreas de
una planta se sitúan en los siguientes órdenes de magnitud general:
Area Extracción Mina y LX: En general acumula más del 50 % de los costos
directos, con fuerte variación entre las diversas
operaciones, principalmente debido a factores
asociados al manejo de materiales.
Dado que el principal enemigo del objetivo de generar utilidades es el riesgo, vale
también la pena revisar los factores principales, según las estadísticas de los analistas, que
inciden en la sensibilidad de un negocio minero – hidrometalúrgico:
• Dado que el principal factor de riesgo está asociado al precio, sólo cabe contrarrestarlo
mediante un proyecto diseñado para operar a costos bajos, o para generar productos
que eleven el margen de contribución, más bien que para aumentar su valor agregado.
• Se acepta que los riesgos asociados al tamaño del yacimiento pueden soslayarse en
alguna medida, mediante una adecuada “estrategia de negocio” aplicable a minas
menores, pero siempre atendiendo a la conclusión anterior.
• Dado que los indicadores econométricos de un proyecto son menos sensibles a las
inversiones que a los costos, antes que procurar economías en esos rubros, es más
atinado cuidar que ellas sean efectuadas con lógica, principalmente desde los puntos de
vista de su capacidad de producir a costos bajos y de permitir una alta disponibilidad
de planta.
• Dado que las menores inversiones también se ubican en el área lixiviación, es incluso
aconsejable exagerarlas razonablemente a cambio de disminuir los consumos y costos
de manejo de materiales y de asegurar la obtención de altas recuperaciones
metalúrgicas.
Dado que al definir los diseños aparecen diversos factores restrictivos prácticos que los
condicionan, (por ejemplo: disponibilidad de financiamiento, terreno, agua, energía,
condiciones climáticas y otros), conviene descubrirlos durante los estudios previos a la fase
de Estudio de Prefactibilidad para disponer del máximo de información sobre sus
características de modo que, desde los primeros cálculos, se usen parámetros que se
concilien a sí mismos y a los resultados obtenidos a partir de ellos, con el respeto de todos
los grados de libertad permitidos por los factores condicionantes y que además estén dentro
de las decisiones preferentes o del interés del Propietario.
Un listado típico de los criterios y parámetros que se usan en los cálculos de diseños de la
etapa de lixiviación y sus fuentes de origen se encuentra en la página siguiente.
PARÁMETROS DE LA LIXIVIACION
PRODUCCIONES COMERCIALES
Producción Nominal y de Diseño. Por Propietario, desde etapa conceptual.
Días por año. Por Propietario, desde etapa conceptual.
Factor de sobre-dimensionamiento. Por Propietario, desde etapa conceptual.
Disponibilidad de Planta. Por Propietario, desde etapa conceptual.
ANTECEDENTES DE LA LIXIVIACION
Tamaño de Partículas y Distribución Granulométrica Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas.
Dosis Estudiada de Acido en Curado Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas.
Razón de Riego para % de Recuperación Objetivo. Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas.
Tasa de Riego Instantánea. Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas y condicionantes.
% de Tiempo de Riego (si Ciclos Pulsantes) Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas y condicionantes.
Densidad Aparente. Por Propietario, dato medido en pruebas metalúrgicas.
Altura de Apilamiento Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas y condicionantes.
Tasa de Evaporación Por Propietario, dato medido en pruebas metalúrgicas y terreno.
Dosis de Líquido Para Aglomerar Mineral Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas.
Humedad de Impregnación del Mineral. Por Propietario, dato medido en pruebas metalúrgicas.
Consumo Total de Acido del Mineral (para % recuperación) Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas.
Cantidad de Módulos Instalados Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas y condicionantes.
Concentración Máxima de Cloruros en Solución Rica. Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas.
Concentración de Fierro en Solución Rica. Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas.
Concentración de Cloruros, en Agua Industrial Por Propietario, dato medido en terreno.
Total de Descarte de Refino de Planta Completa Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas y condicionantes.
Densidad de Soluciones de Pilas Por Propietario, dato medido en pruebas metalúrgicas.
Concentración de Acido Libre en Solución Rica Por Propietario, de deducciones de pruebas metalúrgicas.
Se observa que en realidad todos los parámetros y criterios provienen directamente desde el
Propietario, algunos por un análisis económico anterior en la etapa conceptual y otros desde
mediciones directas de terreno o de pruebas metalúrgicas.
Los más importantes resultan de los análisis efectuados a partir de los resultados de las pruebas
metalúrgicas de lixiviación y de su conciliación con los factores condicionantes. Dada su
importancia en el resultado económico, las revisaremos a partir de la forma de generar los datos
en la pruebas metalúrgicas.
Junto con los antecedentes geológicos, las pruebas metalúrgicas son una de las principales
fuentes de información para los análisis conceptuales del proyecto. Se formulan por series
completas de ensayos para los diferentes tipos de minerales presentes en el yacimiento. Por sí
solas, son la principal fuente de datos para tomar las decisiones que conducen a los diseños de
procesos de la planta, dado que a través de ensayos sistemáticos definen las estrategias de
tratamiento y las recuperaciones metalúrgicas y los consumos asociadas a ellas, que son los temas
más incidentes en las posibilidades de éxito económico de un proyecto.
Todas los enfoques de pruebas comparten la determinación de una serie de ensayos básicos,
usualmente destinados a determinar entre otros: las leyes de cobre y de algunos otros metales y
aniones del mineral, su mineralogía, humedades y propiedades físicas, consumos de ácido, dosis
de ácido en curado, distribución granulométrica, “work index” y algunos otros factores de interés
para los responsables de ejecutarlas.
Las pruebas mencionadas son seguidas por las de lixiviación en columnas -en laboratorio o en
planta piloto- respecto de las cuales el enfoque usual es de “tipo matricial”; esto es, se definen las
variables del proceso estimadas como independientes y se las ensaya por separado en varios
valores elegidos en un rango razonablemente válido. Consecuentemente y a modo de ejemplo
(no necesariamente completo), se ensayan diversas granulometrías máximas, varias tasas de
riego, diversas concentraciones de ácido en las soluciones de riego, algunas alturas de
apilamiento -y a veces- hasta múltiples técnicas para efectuar algunas operaciones, como por
ejemplo: el curado, formas de aplicar el riego, o de oxigenar el lecho.
A continuación y partir de los resultados de los ensayos, se eligen las condiciones de cada serie
independiente que, a juicio de los experimentadores, generaron los mejores resultados
metalúrgicos y se efectúan nuevas pruebas de columnas para combinarlas a continuación, con lo
que se espera obtener las condiciones óptimas del tratamiento.
Investigaciones respecto de las causas de los desajustes entre las predicciones y la realidad,
muestran que con la metodología matricial se soslayan varios factores importantes a los que sólo
recientemente se les comienza a prestar alguna atención y sólo por parte de algunos autores:
• Las “fuerzas motrices” de la lixiviación –es decir: el ácido y las soluciones- no son
comprendidas en su verdadero contexto y por lo tanto no son usadas adecuadamente.
• El “como” se usan las fuerzas motrices de la lixiviación tiene una importancia relevante y es
difícil descubrir su combinación óptima en un enfoque matricial, dado que se requiere una
gran cantidad de pruebas para lograrlo.
Como consecuencia de esos problemas, se ha desarrollado otra sistemática para las pruebas de
columnas que se ilustra en el diagrama de la página siguiente. Esta metodología se basa en las
mismas pruebas mineralógicas, químicas y físicas mencionadas al inicio de este punto y además:
* Permite al Propietario incorporar sus condiciones de calidad para las soluciones ricas y
modela la forma viable de cumplir ese objetivo y
Luego de contar con la información de los factores condicionantes del proyecto, desde la
geología hasta las pruebas de lixiviación, y antes de resolver los parámetros propiamente
tales el Propietario asume varias definiciones previas respecto del proyecto, siendo las
principales:
Las variables más importantes para diseñar una planta hidrometalúrgica para minerales de
cobre son función de los factores de riesgo económico del proyecto y de la estrategia que
diseñe el Propietario para enfrentarlos, que dependen de cada caso particular. Como
consecuencia de este hecho la tarea de las especialidades de ingeniería es instrumental y
debe orientarse a resolver los factores cuando corresponda, sea en las etapas de estudios, en
la de pruebas metalúrgicas o en las etapas de diseño, para que el Propietario asuma las
decisiones que le son propias.
En general, las decisiones relativas a las estrategias que adopta el propietario se refieren a
los temas siguientes:
El punto de vista económico considera las inversiones y costos esperables, los ingresos
por ventas y el tipo de financiamiento, todos los cuales son sensibilizados según los
factores de riesgo de la inversión que se detectan.
• Tipo de pilas
Hoy en día prácticamente todas las pilas son “dinámicas”, con sistemas continuos de
carga de mineral, por lo que la disyuntiva se refiere a si son “permanentes” (con el
mineral depositado en la pila para no ser removido jamás) o “renovables”, en las que el
mineral se retira una vez terminado su ciclo para reutilizar la base.
*En general las inversiones de extracción de mineral desde la mina son inevitables y
están bien controlados por los planificadores mineros, que cuentan con equipos
estándar de manejo de mineral.
*Las inversiones a continuación son moderadas (en términos relativos y más aún si se
las compara con las instalaciones de SX y EW) y se concentran más bien en el
chancado y en la aglomeración y carga de pilas que en la lixiviación propiamente
tal.
*La diferencia entre ambas “razones” resulta ser la cantidad de solución intermedia a
recircular en el sistema.
• Sistema de riego:
La decisión sobre si el sistema de riego usará aspersores o goteros está condicionada
por varios factores, los principales son:
*La disponibilidad de agua: Si ella es escasa orienta a preferir goteros que generan
pérdidas moderadas de evaporación, del orden de un tercio de la observada con
aspersores del tipo “wobblers”, que son los más usados.
Ya se ha indicado que en los parámetros se reseñan algunos valores que son datos
simplemente medidos o observados, como por ejemplo: las leyes de cobre total y soluble
del mineral. Otros son calculados directamente a partir de los datos, por ejemplo: la
cantidad total de mineral a lixiviación depende de la producción deseada, y se establece a
partir de la ley del mineral y del porcentaje de recuperación, mientras la cantidad de
mineral en la pilas activas, depende de los factores anteriores y de la duración del ciclo
asociada a la tasa de riego y a la altura de apilamiento. Estos tipos de parámetros,
relativamente evidentes, no se explican a continuación.
Los parámetros más complejos se establecen luego de contar con la información de las
pruebas de lixiviación, que pueden considerarse que aportan las condiciones metalúrgicas
del diseño. El análisis de sus resultados para establecer cada uno de los parámetros y
criterios procede, en general, según las consideraciones siguientes:
*En la realidad, este parámetro debiera considerar además las características de las
diversas rocas de un yacimiento y las cantidades de finos que ellas generan al
lograr el tamaño y distribución granulométrica especificada.
*En ese contexto, se calcula la diferencia entre la cantidad de ácido consumido por el
mineral y la cantidad aportada al riego por el refino y se evalúa la diferencia:
*Los excesos de ácido en un sistema por sobre el consumo propio del mineral se
traducen muy rápido en situaciones que –a lo menos- restan eficiencia a las más
caras etapas de SX y de EW a continuación
. Inicialmente, en una espiral en aumento de la presencia de impurezas,.
. Seguidamente, en una espiral de aumento de la acidez de la solución rica.
*En los casos que este período resulta largo no se observan daños al proceso; por el
contrario, sí se observan deterioros del efecto del curado si el riego se inicia antes
de lo conveniente.
Este factor determina la duración del período de tratamiento del mineral en función de
los criterios indicados, mediante cálculos auxiliares para conciliar la “Razón de
lixiviación” y la tasa de riego, que definen la duración del ciclo, que a su vez
establecen las superficies de pilas que luego permiten elegir la modulación de las
mismas.
*En este criterio influyen factores externos, tales como el precio del cobre y el costo
del ácido; de hecho se analiza evaluando el costo de cada ganancia de
recuperación, que resulta determinado principalmente por el consumo de ácido y
muy poco sensible al consumo de energía a los precios vigentes.
*Tasas de riego altas requieren una mayor “razón de lixiviación” que las tasas bajas
para lograr la “recuperación objetivo” Las tasas altas presentan la ventaja de un
tiempo del ciclo más corto y como desventaja una menor concentración de las
soluciones efluentes.
Según los conceptos de Terral, que usualmente adopta irrigación con pulsos de riego
(para aportar reactivos) y de reposo (para extraer productos a prácticamente todos los
minerales), la forma de aplicar la solución de riego incide en la eficiencia de la “razón
de lixiviación”, cuyo valor entonces resulta dependiente de la tasa de riego. En
consecuencia existe una “tasa instantánea”, durante la fase de aplicación, y una “tasa
promedio” resultante del ciclo completo.
*Las oxidaciones ocurren por la inducción de aire a las pilas que, también según los
conceptos y experiencias de Terral, resulta más eficiente sobre la roca húmeda
después del estruje de un reposo para una reacción “fase gaseosa - fase sólida”
directa, que durante el riego cuando la eficacia queda limitada por la baja
solubilidad del oxígeno en las soluciones que cubren la superficie de las partículas.
*La secuencia de pulsos está controlada por el reposo, que se aplica sólo durante el
tiempo en que éste resulta eficiente y está relacionada con el tiempo necesario para
estrujar las soluciones y eliminar la película líquida sobre las partículas para
exponerlas.
*Además se debe disponer de un tiempo adicional para las reacciones “fase gaseosa -
fase sólida” en las superficies de las partículas.
*Los tiempos de riego se procura que sean breves y a la mayor “tasa instantánea”
posible, pero que evite problemas de inundación durante su período de aplicación.
• Altura de Apilamiento
Esta es una función principalmente económica, dado que el costo de cargar el mineral
es directamente proporcional a la altura de la pila, factor que crece a una tasa mayor
que el costo de cargar en superficie. La altura de pilas está también indirectamente
asociada al tamaño de la explotación.
*El tamaño de la explotación puede demandar medios más o menos costosos para
efectuar la carga de la tasa requerida de mineral; en general:
. Explotaciones pequeñas (en el orden de hasta 1000 TPD) usan pay loaders,
cuya capacidad de altura limita en el orden de 3 –3,5 m, como máximo y
según el tamaño del equipo.
. Explotaciones intermedias (probablemente hasta el orden de 5 a 10.000 TPD)
adoptan apiladores móviles del tipo stacker con correa de descarga de ángulo
horizontal variable. Estos equipos son cargados desde camiones y pueden
alcanzar alturas en el orden de 6 - 8 metros.
. Explotaciones de gran tamaño adoptan sistemas de correas de distinto tipo;
por ejemplo “Grass-hoppers” (tren de correas cortas que reciben mineral
aglomerado-curado, lo traspasan entre ellas y alimentan el dispositivo final de
carga de pilas), o sistema “Manta Kraft” (que depende de una sola correa de
alimentación a un sistema móvil, pero que también dispone de rotopalas y
sistemas de remoción del ripio lixiviado).
. Algunas explotaciones de minerales marginales en condición “Run off mine”
(ROM) se cargan desde la superficie por volteo de camiones, usualmente
seguido por “ripeo” de la superficie para restituir permeabilidad.
*La altura de carga está asociada a la duración del ciclo a través de la tasa de riego,
dado que entre ambas definen el tiempo de riego necesario para suministrar la
“razón de lixiviación”
*En el caso de curados “in situ”, como los aplicados en la lixiviación de minerales
marginales en condición ROM, no sólo es importante la dosis sino que también la
forma de aplicarla para garantizar que ella impregne efectivamente la roca sin
escurrimiento al drenaje.
*El consumo puede ser manipulado mediante metodologías especiales para ajustar las
características de la solución rica, pero ello debe ensayarse y verificarse en la etapa
de pruebas metalúrgicas.
*Según los enfoques habituales, la cantidad de pilas es una función relacionada con la
sub-división más o menos arbitraria del ciclo de lixiviación, o con los días de
carga y preparación y ciclos de tratamiento de la pila.
*En este caso la superficie de cada módulo será la superficie total dividida por la
cantidad de módulos en operación.
*Los valores requeridos aún no están bien asentados, pero se usan en el orden de 0,02
m3N/h/TM, agregados durante los esquemas de riego continuo.
*Las pilas bajas (3,5 metros de altura o menos) parecen oxigenarse por si solas,
principalmente por el leve vacío generado al detener el riego y drenar las
soluciones, en los sistemas de riego pulsantes.
* La solución rica generada debe cumplir con las condiciones de concentración de cobre y
ácido, que le impone la planta SX para mantenerse en su eficiencia máxima.
* Debe generar una solución rica limpia, sin sólidos suspendidos, coloides, fierro, cloro,
manganeso y sulfatos totales, para minimizar peligros de borras y traspasos de acuosos al
electrolito que causen descartes y consumos de agua tratada, de aditivos y de energía en
calentamiento.
* El curado -si se usa- debe adoptar dosis calculadas de modo que sean compatibles:
. una máxima ganancia de cinética,
. un mínimo potenciamiento del consumo de ácido y de la contribución de su exceso
a la solución rica y
. una nula o mínima incorporación de impurezas solubles a las soluciones ricas.
Curado Agua
S. Rica S. Interm.
Planta SX
Refino
En la parte de los cálculos de confección del Balance de Masas pertinentes a las plantas SX,
nuevamente es conveniente considerar los factores relativos a la concepción de las
instalaciones de planta –por ejemplo, configuraciones alternativas de las etapas de SX,
existencia de etapa de lavado de orgánico, rutas de los descartes de electrolito hasta
integrarse al refino, implementación completa del “área de estanques” y otros- para
garantizar desde el principio la compatibilidad entre los requerimientos de procesos y las
configuraciones alternativas de plantas que los satisfacen.
deben contar con la posibilidad de adaptarse a los cambios, con mínimos deterioros de los
índices de eficiencia establecidos por el Propietario.
En forma previa a los cálculos oficiales, se recomienda efectuar tanteos con las diversas
configuraciones alternativas hasta descubrir la más adecuada al caso particular.
Posteriormente y una vez adoptada una configuración, se sugiere efectuar sucesivas
iteraciones de cálculos para ajustar todos los parámetros y condiciones de operación en
forma simultánea y adecuadamente conciliada.
Un listado típico de los criterios y parámetros que se usan en los cálculos de diseños de las
áreas SX y sus fuentes de origen se encuentra en la página siguiente.
La experiencia muestra que es más razonable relacionar todo el proyecto con el objetivo de
producción a bajo costo, con las diversas etapas cumpliendo misiones concretas:
Esta forma de interacción lleva al Propietario a asumir varias definiciones previas respecto
de las estrategias de configuración del proyecto antes de decidir sobre los parámetros
propiamente tales. Las principales decisiones de este tipo son:
La más importante de las decisiones relativas a las estrategias que adopta el propietario
llega decidida hasta esta fase desde la fase de lixiviación. Ella se refiere a la concentración
de cobre, ácido e impurezas características de la solución rica, que en general es definida
por los criterios que se indican:
* Acido: La menor concentración (o más alto pH) posible, para desplazar los
equilibrios hacia la extracción de cobre y fomentar la mejor performance
del reactivo extractante. Valores de pH de 2,0 o superiores son ideales
para este efecto.
Nota: Se reconoce que un pH superior a 2,0 invita a la captura de fierro por el extractante en la etapa
E-1. A pesar de la alta selectividad de los reactivos, ésta condición es real pero, en la práctica, se
corrige fácilmente por la disposición de la entrada de la recirculación de acuoso a esta etapa,
cuya acidez baja de 2, el pH de la alimentación de solución a la etapa.
Otras decisiones previas del Propietario generalmente se refieren a los temas siguientes:
Resulta más adecuada una configuración de 4 etapas, con conexiones hidráulicas para
adoptar varias configuraciones alternativas:
R-2 O R-1
E-1 E-2 R-1 o O
E-1P (L-1)
TK Orgánico
*el extensamente usado tipo convencional de perfil bajo (con más o menos
modificaciones para optimizarlos),
En todo caso, la mayoría de los comentarios de este documento son relativos al tipo
convencional.
*De acuoso en orgánico descargado: Dado que esta corriente es moderada y que
causa el paso de electrolito puro a las etapas de extracción, solo representa una
forma de descarte de electrolito y se le presta atención en casos muy especiales.
planta SX, permite lograr economías de agua tratada (cuando ésta es escasa) y
principalmente de cobalto asociadas a los descartes; ocasionalmente, también permite
resolver problemas de presencia de borras, que pueden ser expresamente formadas en
esta etapa para purgarlas desde ella.
* Se realiza con una mezcla de agua tratada y ácido, para ionizarla con el fin de
mejorar sus propiedades de separación de fases.
* El ácido necesario puede provenir de parte del descarte del propio electrolito, que
resulta ser adecuadamente limpio para los efectos del lavado.
* El destino directo usual del agua de lavado usada –y también del descarte de
electrolito- es el refino.
* El reuso del ácido del descarte con este fin evita la incorporación externa, que puede
contribuir a desbalancear el sistema de lixiviación.
Para definir la necesidad real de incorporar una etapa de lavado, conviene modelar
matemáticamente el comportamiento de la planta proyectada en diversos escenarios
probables de contenidos de impurezas y configuraciones de equipos, cuyos datos de
performance pueden provenir de sus proveedores, de fuentes confiables que los hayan
usado, o de ensayos en planta piloto.
La definición del Propietario respecto de este tema en realidad sólo se refiere al tipo de
solución a adoptar, ya que resultaría muy inadecuado no adoptar ninguna.
Al igual que en la lixiviación, los parámetros reseñan algunos valores que son datos
simplemente medidos o observados. Otros son calculados directamente a partir de los datos,
por ejemplo: el caudal de solución rica depende de la producción deseada y de la
recirculación de cobre por descarte de electrolito, y se establece a partir de la concentración
de la solución rica y de la eficiencia de extracción, mientras el caudal de orgánico depende
del factor anterior y de la decisión de la relación O/A externa. Ninguno de estos tipos de
parámetros se explican a continuación
Los parámetros más complejos se establecen luego de definir los mencionados aspectos
previos, que aportan las configuraciones de planta que conectan los diversos caudales en el
diagrama de flujos. El análisis a continuación para establecer cada uno de los parámetros y
criterios procede, en general, según las consideraciones siguientes:
El concepto se relaciona con el grado de eficiencia con el que los operadores usan el
orgánico mediante los ajustes de planta que establecen y también con la transferencia
neta del reactivo específico usado, que en general es inherentemente alto y que
conduce a “índices de transferencias” en el orden de 0,36 grCu/l/1%(v/v), y aún
superiores en condiciones reales ideales.
El valor del “índice” se calcula a partir de los caudales de acuoso alimentados y sus
concentraciones de cobre al ingreso y salida, divididos por el caudal de orgánico y su
concentración de reactivo (obtenida por medición de la carga máxima). La estadística
de plantas muestra “Indices” en el orden de sólo 0,30 grCu/l/1%(v/v) y aún menores, lo
que refleja la existencia de algún tipo de desajuste operacional cuyas causas más
frecuentes son:
La causa real puede ser establecida por medio de pruebas de “eficiencia de mezclado”
de los equipos, que comparan los estados de equilibrio de cada mezclador en las
condiciones de operación planta, con el respectivo de equilibrio termodinámico
determinado en simples pruebas de agitación prolongada:
*Si las “eficiencias de mezclado” son bajas y los “índices de transferencia” también
son bajos, el problema es inherente al diseño de los mezcladores que no permiten
explotar adecuadamente las capacidades del orgánico.
*Si las “eficiencias de mezclado” son altas y los “índices de transferencia” son bajos,
se verifica el exceso de reactivo.
*Si la causa de un “índice” bajo es una alta acidez de la solución rica, que impide que
el equilibrio de extracción se desplace hacia la carga del orgánico, otras pruebas de
“eficiencia de mezclado”, pero con soluciones ricas de menor acidez, detectarán
esta última causa.
Aunque es muy habitual incluir un valor entre los parámetros (usualmente en el orden
del 90% o superior), en rigor el concepto es una consecuencia de las condiciones de
operación, más bien que un parámetro propiamente tal.
*En realidad, parte del concepto cambia si ingresan lateralmente otros flujos de
acuoso a las etapas de extracción, como se sugiere hacerlo con los descartes de
electrolito y con el agua de lavado de orgánico usada, más aún si sólo ingresan a la
etapa E-2 y no a las dos instaladas.
*Si se expresa como parámetro, lleva a la obligación de cumplirlo; dado que la forma
más fácil de lograrlo es mediante un aumento de la concentración de reactivo en el
orgánico, ello motiva una disminución del “índice de transferencia”, con las
mencionadas consecuencias económicas y de traspaso químico de impurezas, que
a través de los descartes de electrolito que causan, suman luego otras
consecuencias a la economía del proyecto.
*La principal razón para indicar esta “eficiencia” como parámetro es motivar la
obtención de un refino de la menor concentración de cobre posible, que minimice
sus pérdidas por impregnación del ripio, dado que en la práctica éste es la última
solución que moja al mineral al término de su ciclo de lixiviación y puede motivar
pérdidas incidentes de recuperación, de hasta el 2 % del cobre del mineral.
*Sin embargo el enfoque anterior puede aún mejorarse por otro consistente en
cambiar el punto de reposición de agua al refino, desde el pozo de refino hasta
directamente hacia el mineral bajo la forma de un lavado final. De esta forma, el
agua de reposición recupera parte de la impregnación de refino desde las pilas y
minimiza el valor económico de la impregnación.
*La estrategia de lavado indicada presenta como condición que la lixiviación haya
sido efectuada de modo de incorporar un mínimo de impurezas a las soluciones,
sea evitando su disolución desde el mineral o re-precipitándolas en él en forma
estable, de forma que el lavado con agua no las reincorpore a las soluciones.
Este factor sí tiene una connotación de parámetro real, ya que se constituye en la forma
de lograr simultáneamente el “índice de transferencia” y la “eficiencia de extracción”
al definir como consecuencia del ajuste la concentración de reactivo en el orgánico y
que permite transferir el cobre a la re-extracción.
En principio, conviene establecer una razón O/A en el orden de 1/1 para las etapas de
extracción, debido a conceptos constructivos de los equipos mezcladores-decantadores
y de sus recirculaciones internas de fases, más que por razones de procesos.
Sin embargo la recomendación anterior puede alterarse, por ejemplo, en los periodos
iniciales de plantas que están destinadas a ampliarse, para transferir las masas de cobre
con mayores caudales de orgánico pero de menor concentración de reactivo, desde
caudales menores de solución rica, pero más concentradas en cobre.
distorsionados por la razones O/A externas diferentes de 1/1 (por ejemplo las de
acuoso en la etapa L-1) y por la entrada de caudales laterales a la etapa E-2.
• Arrastres de Orgánico en Acuoso.
El concepto de interés se refiere a las etapas de continuidad orgánica para reflejar las
pérdidas de orgánico desde E-2 (en el refino) y desde R-1 (en electrolito rico) que
luego deben detenerse en lo posible en otras instalaciones de la planta.
Respecto de la evaluación de las pérdidas del diluyente del orgánico, que se consume
por evaporación además de por arrastres, conviene estimarlas a partir de cálculos
preliminares de las superficies de evaporación de los equipos y de mediciones locales
de las tasas de evaporación.
*Por efecto del “ión común”, el ácido disminuye la concentración de saturación del
cobre en el electrolito, lo que obliga a aumentar el caudal intercambiado con la
En la práctica:
Lo que resulta en concentraciones de ácido en el electrolito rico entre 145 y 161 grAc/l
según el caso.
En rigor, también debiera definirse un valor mínimo en el orden de 0,5 grFe/l, para
controlar los efectos del manganeso –si está presente- y por sus propios y favorables
efectos despolarizantes.
Desde el punto de vista de los cálculos de la planta SX, el valor adoptado define la
referencia a asumir por los sistemas de purificación, considerando los mecanismos de
traspaso físicos y químicos independientemente.
Al igual que en el caso del fierro, el valor adoptado define la referencia a asumir por
los sistemas de purificación en los cálculos de la planta SX, pero considerando sólo los
mecanismos de traspaso físicos.
• Eliminación Electroquímica de Cloro a Atmósfera en Celdas EW.
En rigor este no es propiamente un parámetro, sino una consecuencia resultante de su
liberación desde los ánodos de las celdas en base a que su sobretensión de polarización
es menor que la del oxígeno, aunque su emisión queda controlada por la baja
concentración tolerada en el electrolito.
Al igual que para las áreas de lixiviación y SX, en los cálculos del Balance de Masas del
área EW también es conveniente considerar los factores relativos a la concepción de las
instalaciones de la nave –por ejemplo, configuración de la nave, instalación de celdas de
limpieza, forma de cosecha de cátodos y otros- para compatibilizar los requerimientos de
procesos y las configuraciones alternativas de las áreas de plantas.
Un listado típico de los criterios y parámetros que se usan en los cálculos de diseños de las
áreas EW y sus fuentes de origen se encuentra en la página siguiente.
CONSUMOS VARIOS
Consumo de Agua por Pláca Lavada. Valor objetivo, resulta del equipo (o sistema usado) y de las condiciones de operación.
Calentamiento Promedio de Agua de Lavado de Cátodos. Valor objetivo en intercambiador, resulta de las condiciones de operación.
Agua Industrial Usos Varios. Valor objetivo, para potabilización lavar pisos y camione, mojar caminos, jardines, etc.
Pérdida de Agua Caliente Circulante. Valor objetivo, asociado a condiciones de operación, usualmente en orden de 0,5 %.
Pureza del Acido Comercial. Valor convencional, en el orden de 97%
Peso Específico Acido Sulfúrico. Valor convencional, en el orden de 1,84 gr/cc
Contenido de Cloruros Del Acido Sulfúrico. Valor convencional, en el orden inferior a 20 ppm.
Tasa de Consumo de Aire de la Lixiviación. Valor objetivo, asociado a condiciones de operación
Rechazo de Agua del Planta de Tratamiento. Valor convencional, en el orden del 25 % para plantas de Osmosis Reversa.
Temperatura de Agua Caliente en Salida Calentador. Valor convencional, en el orden de 95 °C
Temperatura de Salida de Agua Tibia de Intercambiadores. Valor objetivo, resulta de las condiciones de operación, usualmente en orden de 70 °C.
Temperatura del Agua Tratada en Estanque Almacenamiento. Normalmente temperatura ambiente.
Eficiencia Térmica del Calentador. Valor convencional, en el orden del 75 %.
Poder Calorífico del Combustible. Valor convencional, en el orden de 9.500 (Kcal/Kg)
Esta es el área más estandarizada de una planta hidrometalúrgica. Dada la alta incidencia
de las inversiones requeridas por ella en el proyecto, la mayoría de las decisiones se
concentran en los aspectos relativos al equipamiento y en los aspectos relativos a la calidad
del producto, sobre todo si en las precedentes áreas de lixiviación y SX ya se han tomado
todas las providencias para facilitar su desempeño, para alimentarla con electrolitos ricos de
buena calidad.
En este contexto, las definiciones previas del Propietario respecto de las estrategias de
configuración del proyecto conduce a las decisiones principales que se indican a
continuación:
Las más importante decisiones relativas a las estrategias de configuración que adopta el
Propietario se refieren a:
*Cátodos iniciales: preparados a partir de láminas, cuyo uso decae rápidamente por
factores asociados a inversiones, costos de operación y de calidad del producto, no
obstante el ahorro de inversión en los más costosos cátodos permanentes.
Prácticamente, la única razón que justifica a los cátodos iniciales es la baja inversión
inicial, pero aún así es recomendable diseñar las instalaciones para cambiarlos apenas
sea posible.
Las ventajas de los cátodos permanentes se refieren a su estabilidad, que permite el uso
de mayores densidades de corriente, a economías de mano de obra en su control y
cosecha y a la mejor calidad de depósito obtenible con ellos.
Su uso exige atención sobre los factores que dañan su superficie, tanto por corrosión
electro-química, principalmente causada por la presencia de cloruros y cloro elemental
en las celdas, como por maltrato mecánico en la cosecha de las placas.
Celdas más pequeñas resuelven los problemas de las anteriores, pero requieren una
mayor cantidad de unidades proporcionalmente más caras y desperdician ánodos.
Esta tendencia ha orientado los esfuerzos hacia mejorar los otros factores de la electro-
obtención que permiten usar altas densidades de corrientes y que se refieren tanto a los
parámetros de operación –que se mencionarán más adelante en el documento- como a
factores constructivos, que quedan fuera del alcance de éste, pero que en general se
refieren a las formas de agitar el electrolito, a las características de electrodos y sus
barras, configuraciones de celdas, sistemas de ventilación y otros.
Los factores terminan por relacionarse con la concentración de cobre del electrolito
rico desde SX, con la concentración establecida para el electrolito circulante a celdas
comerciales y con la mínima concentración de cobre indicada para el electrolito
descargado generado en las celdas.
*La caída de concentración en celdas: En valores inferiores a 2,5 grCu/l para las
densidades de corriente mencionadas
*La cosecha de cátodos iniciales: Debiera estar asociada a una capacidad pequeña;
básicamente será manual y como máximo dispondrá de un mecanismo de volteo
para recoger y apilar mecánicamente los cátodos maduros y ya lavados desde la
araña y recuperar las barras colgadoras para armar nuevos cátodos iniciales.
• Ventilación de la nave.
Aunque el tema se refiere a los sistemas de implementación de equipos, más bien que a
temas de procesos, forma parte de las decisiones de configuración importantes que es
conveniente adoptar previamente.
Los sistemas más en boga y aceptados, adoptan esquemas de flujo de aire cruzado por
la nave al nivel de las celdas, mediante la extracción del aire viciado con ventiladores
axiales que succionan aire fresco desde celosías en la pared opuesta.
Dado que el sistema cumple con las normas a expensas de un alto costo y nivel de
ruidos, existen desarrollos tendientes a ventilar sólo las celdas más bien que la nave,
para intentar superar esos inconvenientes.
• Rectificadores de Corriente.
El tema presenta la misma relación característica con las implementaciones que el
anterior. En este caso, el factor de decisión se refiere a la forma de generar las
corrientes continuas demandadas por la cantidad de cátodos por celda, operando a las
densidades de corriente especificadas para el proyecto:
*Dado que existe un salto en el precio de los rectificadores en el orden de los 9.000
ampéres, causado por los sistemas de refrigeración forzada necesarios para las
capacidades mayores, que reemplazan las simples refrigeraciones por aire de las
capacidades menores, cabe considerar usar grupos de rectificadores de hasta ese
nivel de suministro de corriente para completar el total demandado.
Descartando el análisis de los parámetros que son datos medidos o calculados a partir de los
datos y los ya mencionados en las consideraciones sobre las configuraciones, el análisis
para establecer cada uno de los parámetros y criterios procede a continuación:
En la realidad el valor queda más bien asociado al peso del cátodo maduro –o de las
placas de cátodos permanentes- que es también dependiente de la densidad de corriente
adoptada. Dado que este parámetro ha aumentado, se inicia la tendencia a acortar
proporcionalmente los períodos de crecimiento, para obtener una mayor cantidad de
placas, pero más livianas y delgadas que resultan más fáciles de despegar, lo que
favorece la operación de las máquinas.
diseño y estado de aseo de las instalaciones, ya que una parte importante de la corriente
se pierde por cortocircuitos y fugas a tierra ocasionados por el depósito de aerosol en
las superficies y por corrientes fugitivas de circuitos hidráulicos deficientes.
Esta dosis es uno de los factores incidentes en la calidad del cátodo; dado que el
producto es barato y se agrega a voluntad, permite compensar el efecto de otras
variables más costosas, por ejemplo: una mayor dosis permite compensar el efecto de
una mayor temperatura del electrolito y evita el asociado y más costoso consumo de
combustible en calentadores.
• Cobalto en Electrolito.
Este costoso aditivo tiene efectos sobre el desempeño de los ánodos y disminuye la
sobre-tensión del oxígeno, con lo que disminuye el voltaje de operación de la celda y
se economiza energía y aumenta la vida del electrodo. No hay un consenso claro sobre
el mecanismo de acción entre diversos autores, pero sí se sabe que su acción es notoria
en el orden de los 20 ppm y también que no hay aumentos de sus efectos a
concentraciones sobre 120 ppm, que por lo tanto resulta ser la máxima recomendable y
aún sólo usarla cuando exiten en el electrolito otros elementos agresivos a los ánodos,
tales como cloruros y manganeso.
Dado que su costo es elevado y el hecho que sólo se pierde desde el sistema a través
del descarte de electrolito por lo que el contenido debe reponerse, se constituye en un
importante argumento económico a favor de procurar la obtención de electrolitos
limpios para minimizar los descartes.
*En casos extremos, ello llevará a que incluso las concentraciones de equilibrio se
situarán por debajo de los niveles mínimos y deberán agregarse al electrolito como
aditivos.
Por otra parte, es también deseable completar el lavado con un enjuague a temperatura
aún superior (90 a 95 °C si es posible) con agua directa desde el calentador.
Osmosis Reversa con rechazos de agua del orden del 25%, que habitualmente se
destina como reposición al pozo de refino.
11. CONCLUSIONES
También permite establecer los costos esperados de operación sobre la base de los
consumos determinados en los cálculos y de las concepciones organizacionales aportadas
por el Propietario, para finalmente generar los indicadores econométricos que muestran la
proyección de resultados esperables de cada alternativa considerada.
descubren y solucionan los factores de riesgo que sean previsibles, para finalmente someter
a la consideración del propietario la selección de las opciones que presenten los mejores
indicadores y posibilidades de éxito.