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El título del presente artículo se inspira en el texto bíblico de 1

Corintios 6:14-16 que dice:


“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos: porque qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? Y qué comunión la luz
con las tinieblas? Y qué concordia Cristo con Belial? O qué parte el
creyente con el incrédulo? Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y
los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente…”
 Esta porción de las Escrituras prohíbe toda clase de relaciones
entre creyentes y no creyentes que implique la negación y
ruptura de los principios y valores cristianos.

 Estas relaciones pueden ser de índole laboral, comercial,


política, social etc.

 Tradicionalmente el texto ha sido utilizado para prohibir y


condenar las relaciones amorosas entre creyentes y no
creyentes.

 Aunque su uso es correcto no debemos perder de vista que el


texto es más amplio en su aplicación.

 Abarca toda clase de relación que no glorifique a Dios ni se


someta al Señorío de Jesucristo.

 El encabezado de este artículo sugiere la posibilidad de emplear


la frase “Yugo Desigual” a relaciones amorosas entre cristianos.

 Realmente esto no es correcto.

 El texto es muy claro en precisar que se refiere exclusivamente a


relaciones entre creyentes e incrédulos.

 Por supuesto que esto no invalida la discusión en una sociedad


nominalmente cristiana sobre quién es creyente y quién no y a
quiénes hoy en día podría aplicar el calificativo de incrédulo.

 Pero tal discusión escapa al objetivo del presente artículo.

 Sin embargo, eso no niega que en una pareja cristiana puedan


existir incompatibilidades que dificulten o hagan imposible la
viabilidad de una relación matrimonial.
 A esta clase de obstáculos que pueden presentarse en una
pareja podríamos llamarla: “yugo desigual” con minúsculas para
diferenciarlos del YUGO DESIGUAL con mayúsculas a los que
se refiere directamente el texto bíblico del cual tomamos la frase.

CLASES DE “yugo desigual” ENTRE CRISTIANOS

1) Diferentes Proyectos de Vida


Una clase de yugo desigual que puede aparecer en las relaciones
entre cristianos, sobre todo en el ámbito ministerial, es cuando la
pareja tiene llamados y vocaciones incompatibles. Por ejemplo, él
quiere ser pastor y ella quiere ser misionera. Uno quiere servir a Dios
en el contexto de las grandes ciudades y el otro en los contextos
rurales etc. Puede ser que la pareja pueda encontrar puntos de
encuentro donde los dos se sientan mutuamente realizados y sentir
que son fieles a su comprensión de la voluntad de Dios para su vida.
Pero puede que los proyectos de vida personales de la pareja sean
tan divergentes que sea imposible emparejarlos y aunque se amen
mucho decidan terminar su relación por causa de su llamado.

2) Diferentes Grados de Compromiso


Otro tipo de yugo desigual puede ocurrir cuando los dos son cristianos
pero uno es un creyente maduro y espiritual y el otro es un creyente
inmaduro y carnal. Aunque ninguno de los dos es incrédulo las
diferencias en sus niveles de entrega y consagración espiritual va a
hacer que la relación se torne conflictiva y hasta peligrosa. El creyente
maduro por complacer a su pareja puede abrirse a un decaimiento y
enfriamiento espiritual.

3) Diferentes Clases de Espiritualidad


Supongamos que los dos son cristianos evangélicos pero uno es
bautista y el otro pentecostal. Puede ser que los dos sean cristianos
maduros y comprometidos con el Señor. Pero sus énfasis doctrinales y
formas de culto son muy diferentes. Esta relación no es prohibida por
las Escrituras pero la diferencias que existen entre los dos pueden
traer tensiones y conflictos. Estos problemas se intensifican si los dos
son líderes comprometidos en sus respectivas congregaciones, a las
que aman y están identificados con ellas. La clásica pregunta sobre en
cuál iglesia nos congregaremos después de que nos casemos se
agudiza con el transcurrir del tiempo.
He visto a varias parejas resolver este problema. Unos decidieron
escoger una nueva iglesia en la cual los dos se sientan cómodos e
identificados. Otros fueron a la iglesia de la pareja que tenía un mayor
compromiso y proyección ministerial. Otros tomaron la opción de
terminar y continuar cada uno en sus respectivas congregaciones.

4) Diferentes Realidades Personales


Lo mismo podemos afirmar de otras clases de yugo desigual: gran
diferencia de edades, distintos niveles educativos, condiciones socio-
económicas dispares, trasfondo racial y cultural distintos etc. Vuelvo a
reiterar que bíblicamente hablando no existe ninguna prohibición sobre
tal clase de relaciones entre cristianos.
Pero TAMPOCO ES CIERTO QUE SI HAY AMOR LAS DIFERENCIAS
NO IMPORTAN. Sí importan y aunque exista mucho amor si las
diferencias no son asumidas y encaradas en forma madura pueden
hacer fracasar cualquier relación.
No obstante, las diferencias pueden hacer más difícil una relación pero
no siempre imposible. Si hay suficiente amor, madurez y capacidad
para saber negociar y ceder, es posible que los problemas que
generan las diferencias puedan superarse en la mayoría de los casos.
En vez de que las diferencias nos separen y distancien podemos
aprender a CELEBRAR LAS DIFERENCIAS Y ENRIQUECERNOS DE
ELLAS.

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