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Promovido por los medios como una entidad inteligente pero reservada, el geek es la recurrencia contemporánea donde el gadget coquetea con la fachada y el outfit escapa hacia las revistas de modas. Con su manera poco convencional de trabajar la realidad, el geek se incorpora a la producción cultural buscando nuevos centros, los más digitales por supuesto, donde confluyen tecnología y arte. En este plácido y divertido ensayo sobre la propuesta Geekcore, Gabriela Bautista nos habla de cómo este proyecto musical encuentra su justificación precisamente en ese came out del solitario creador frente a la máquina.
Titre original
Gabriela Bautista, Más geeks y más plug-in, Sala en Espera
Promovido por los medios como una entidad inteligente pero reservada, el geek es la recurrencia contemporánea donde el gadget coquetea con la fachada y el outfit escapa hacia las revistas de modas. Con su manera poco convencional de trabajar la realidad, el geek se incorpora a la producción cultural buscando nuevos centros, los más digitales por supuesto, donde confluyen tecnología y arte. En este plácido y divertido ensayo sobre la propuesta Geekcore, Gabriela Bautista nos habla de cómo este proyecto musical encuentra su justificación precisamente en ese came out del solitario creador frente a la máquina.
Droits d'auteur :
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
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Promovido por los medios como una entidad inteligente pero reservada, el geek es la recurrencia contemporánea donde el gadget coquetea con la fachada y el outfit escapa hacia las revistas de modas. Con su manera poco convencional de trabajar la realidad, el geek se incorpora a la producción cultural buscando nuevos centros, los más digitales por supuesto, donde confluyen tecnología y arte. En este plácido y divertido ensayo sobre la propuesta Geekcore, Gabriela Bautista nos habla de cómo este proyecto musical encuentra su justificación precisamente en ese came out del solitario creador frente a la máquina.
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Con la aparición de la serie de televisión, The Big Bang Theory, ser geek se ha puesto de moda. Así, todos descubrimos que nos apasionan los cascos espaciales, o tener una cortina de baño de la tabla periódica, y entre nuestros amigos comentamos que cuando éramos niños –y era verano o estábamos enfermos- no nos perdíamos los documentales acerca del cuerpo humano que se transmitían por la televisión a la 1:30 de la tarde. Este fenómeno también se ha visto apoyado gracias a las facilidades mediáticas de internet. Hoy, es muy sencillo encontrar blogs de locuras geek, de gadgets o de información científica.
Los geeks están cool, ya no son la figura estigmatizada en La venganza de los
nerds. Ello no implica que se sepa más de ciencia o que se quiera saber del océano. Con “simular” que uno recuerda haber visto al hombre pisar la luna y que uno use anteojos de marco grueso y negro, es más que suficiente (es una moda para muchos, al fin y al cabo). No obstante esta corriente ñoña, los verdaderos geeks han comenzado a salir del clóset y compartir sus verdaderas pasiones y, gracias a ello, estamos viendo aportaciones en muy diversos ángulos de la vida social. Ahora podemos saber que son fans de los zombies y del ukulele. Que siguen de cerca la vida de la Señorita Cometa (es cierto, la japonesa hoy conductora de televisión recibe visitas de sus fans mexicanos) y de la princesa Leia. Se dicen orgullosos de ser feos y de no encajar en el mainstream general. Así, se puede compartir información y pasiones por medio de la red. Una de estas pasiones es, por supuesto, la de la música.
El colectivo Geekcore, de manufactura local, se ha puesto como meta el de sacar
un disco por mes. El proyecto comenzó desde el 2008 y ahora el portal http://geekcore.tk es un intercambio de ideas, de links y de tracks descargables. Asidos de la disquera local Abolipop, los productores de Geekcore han desarrollado una propuesta verdaderamente underground donde puede surgir un sinfín de proyectos musicales. Geekcore es un netlabel fundado por Rifhes y Pepepe, quienes, aficionados por la producción local, decidieron abrir un sitio en línea para compartir sus exploraciones musicales en las recámaras de sus amigos de Guadalajara. Por ejemplo, se pueden crear 100 canciones y ponerle 100 nombres diferentes de proyectos con 100 links diferentes a distintos myspaces. También, gracias a esta red, podemos conocer las propuestas de otros músicos que prefieren resguardarse en el anonimato so pretexto de que “la música es lo que importa y no ser una estrellita de la música”. La manufactura de los tracks de los diversos proyectos es de muy buena calidad en la elección de samplers, de loops, de ritmos, de búsquedas. Ahí hay música, pues, sin necesidad de foros. El foro lo provee la blogósfera.
¿El geek quiere permanecer siempre en el clóset? ¿El músico quiere
permanecer siempre sin que se sepa su nombre, sin ser llamado a escena, a grabación, a colaboración, a una gira, a abrirle a un gran DJ? ¿Lo underground puede crear industria cultural? ¿Lo underground puede generar dinero? No puedo evitar tomar un track de Bandido, artista del colectivo Geekcore. Lo escucho, está pasable, muevo los dedos. De pronto me encuentro a mí misma brincando musicalmente, de Bandido a Mathew Dear, de Mathew Dear a Mount Kimbie, de Mount Kimbie a Chromeo, de Chromeo, regreso a México, al colectivo Nortec. En México hay muy buena manufactura de música electrónica, no obstante lo dicho anteriormente, ¿nos faltan, acaso, plug-ins? ¿Por qué existe una diferencia sonora en tanto limpieza de tracks, novedad en los beats, recorte y elección de sampleos? Yo creo que la diferencia está en la ñoñez. En que el músico realmente navegue en los circuitos propios de su máquina y de sus procesos cerebrales. Ahí está la diferencia. Los geeks de Geekcore hacen bien en cambiar dar una vuelta por Plaza Andares por quedarse en el estudio a grabar. Necesitamos más ñoñez, más profundidad underground, más conexiones geeks: la búsqueda es un viaje y los Geekcore ya están en la nave.
¿Cuál es la diferencia entre Peter Parker y el Hombre Araña? Que el segundo
consigue a la chica. Es hora de tomarse más en serio esto de experimentar con nombres, con sonidos o con actitudes sociales. Los Geekcore tienen todo para crear y mantener una escena local que sea fuerte, envolvente, potente, estridente y muy pero muy geek. ¿Qué pensarán los verdaderos geeks que ser geek está de moda? ¿Les gustaría estar de moda? ¿Se considerarían otra cosa y no geeks porque ahora hasta los guapos son geeks? Claro que se puede hacer un examen a los geeks que pretenden serlo, indagar en sus fuentes, hacerles un test de los remakes de las películas de Romero o preguntarles si un plátano podría ser radioactivo. Lo bueno de esta corriente geek es que, por lo menos, estamos más interesados en el conocimiento, en la cultura y en la tecnología, que antes. Uno ha encontrado el sentido de no tener pegue y sí muchos dieces en la escuela. Recuerdo una frase de la serie de tv Modern Family: “Antes me criticaban por ser diferente. Entonces crecí y seguí siendo diferente. Ahí es cuando gané”.