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Expo Fol tr, Yay tu ncn ua an lees ‘kates end, No putes marti. sn wept Sinise evar rer sere Gc: ks noes orecntn lala se exiend ident por ado mundo i es basado en CARLOS LANES CARO Ya Fr, 99) ba cm se ‘ena y Lier y peel. Eanes Sha publica anbin su os Dati! Paza op y Rta ants en eatin Gt ogi. A partir de 9 afios 1 El canto de las ballenas Este aio se ha adelantado et taviemo. Las ventiscas heladas del Polo Norte han congelado Geprisa la superficie del mar y sobre su azul in- tenso ahora se tiende ua manto tan blanco que hiere los ojos cuando reverbera con el sol. Kin pocos dias, la capa de nieve se ha hecho gruesa y ya puede soportar él peso de un trineo tirado or ocho perros, Ahora también amanece mids tarde, y, al alba, un lénguido sol, amarillento como deste- ido, anuncia que sera un dia muy frie y des. pejado, La madre de Yak enciende el fuego familiar y, mientras se cocinan los alimentos, el padre dis- ibuye los trabajos del dia, Yak y el abuelo irén de pesca mar adentro, sobre la nieve, en el pequefio trineo, La madre y los dos pequeiios restrearan, en la playa al 7 borde del acantilado, la pista de los ttimos ni- dos de! otoao. —-Yo me internaré en el bosque en busea de algin reno salvaje dice Roy, ef padre. Mira a Jos ninos, al abuelo, a su esposa y comenta con tristeza—t Este aio no tendremas earne de ba- Nena para et invierno. Ya se han ido todas hacia Jos mares calidos. Yak desayuna cont sus padtest luego se em- bute dentro de sus gruesas ropas esquimales, to- das de cuero y confeccionadas con las pieles de los animales que él mismo can. El muchacho sale al patio llevando los apa- rejos de ta pesca. Le miran sus perros y ladran ansiosamente queriendo soltarse de las correas que los atan a las estacas. Presienten que irén en busca de came y podran darse un festin. Yak se acerca a los animales, los acaricia, —iNo! Ahora no vendréts conmigo —les dice, ¥y deposita sus instrumentos sobre el pequeiio trineo con patines de colmillo de morsa, que avanzaré impulsado por-él mismo. Cuidado con alejaros mucho! —aconseja Roy—. Fl hielo todavia no est4 muy fuerte y puede quebrarse. Lo sé —responde ef abuelo, y so La nieve esta dura y el trineo se destiza con ‘gran facilidad 8 £1 abuelo tiene distintos métodos para pescar, ¥ acompanarle slempre ha sido una festa. Co- rnoce muchos secretos de la vida marina y cuen- ta historias cast incresbles, como la de aquella primavera cuando se quedé verado durante va- Has semanas sobre tun blogue de hielo y sobre- vivi6 comiendo pescado crudo. Hay una leyenda que apasiona y ena de or- gullo @ la comunidad. Al joven esquimal se la ha contado el misino Ted Lindsay, ese amigo bueno que también quiere mucho a los anima- les: «Yak, tu abuelo interpreta el canto de las ballenas y sabe ademas qué significan los extra- fios sonidos del mundo submarino. Es un hom- bre sabio». En su juventud, el abuelo fue un gran caza- dor de ballenas. Todos sus secretos se los ensesié @ Roy, el padre de Yak, y ahora el muchacho Jos aprende. En algunos temas Roy es algo es- céptico: por ejemplo, no eree la historia det can- to de I's ballenas, Muchas otras cosas ha enseftado el abuelo 2 Yal., como «el secreto de la renovacion de la na- fnyraleza», que realmente es muy simple: al re- coger huevos, debe siempre dejar la mitad de ellos en el nido, 0 devolver los peces pequeiios all agua, o liberar y curar si estén heridos a fos 9

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