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MARÍA DEL SOL MORALES ZEA*

Crítica y simbolismo
en Posdata de Octavio Paz**

Resumen

del país. Como momento coyuntural del México moderno, el 68 fue y sigue siendo

tre quienes abordaron el movimiento poco después de la matanza del 2 de octubre


en la Plaza de las Tres Culturas, se encuentra Octavio Paz.

Palabras clave: crítica, simbolismo, Posdata

P osdata
pacio en donde este autor expone su
pensamiento sobre el movimiento estu-
Los movimientos sociales, la moder-
nidad y el funcionamiento de la política
mexicana son los temas tratados por Paz
diantil, y no sólo eso, también es el lugar en Posdata; que corresponden a sus tres
en el cual da a conocer su visión del Mé- apartados “Olimpiada y Tlatelolco”, “El
xico que buscaba un sitio en la antesala desarrollo y otros espejismos” y “Crítica
de la globalización.1 En este ensayo, los a la pirámide”. Estas temáticas se entre-
empeños de Paz se dirigen, más allá del lazan en cada apartado, por lo que no
movimiento estudiantil, hacia la explica- se hayan concentrados como los subtí-
ción del contexto nacional en que ocu- tulos harían suponer. Serán también los
rrió, siempre pensando en el futuro y temas que me permiten hacer un acerca-
sus posibles escenarios. miento crítico al texto, lectura que sur-
ge de una realidad diferente a la de su
*
autor. El presente análisis se dividirá en
Estudiante del Posgrado en Historiografía, Uni-
versidad Autónoma Metropolitana, Unidad dos partes. En la primera, realizaré una
Azcapotzalco. revisión de las ideas de Paz, un acerca-
**
Fecha de recepción: 2 mayo 2012. miento al contenido del libro. Mientras
Fecha de aceptación: 4 julio 2012.
1
Para Yvon Grenier, es especialmente importante
por ser, junto con , el lu- terísticas formales del escrito, así co-
gar donde expone “la primera crítica al centra- mo el peso histórico del ensayo visto a
lismo burocrático y patrimonial (la pirámide) del
México contemporáneo”; “Prólogo”, p. . la distancia.
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Crítica y simbolismo en Posdata de Octavio Paz

El año axial2 Es claro que no estamos ante un recru-


decimiento de la lucha de clases, sino
El punto de partida del ensayo es claro, ante una revuelta de esos sectores que,
de un modo permanente o transitorio,
la sociedad tecnológica ha colocado
México, cuyo momento culminante lo al margen. 4
constituyó la matanza del 2 de octubre
en la Plaza de las Tres Culturas, en la zo- Los estudiantes no son una clase, sino
na de Tlatelolco. La preocupación por un sector, con dos características: ser jó-
este movimiento y el acontecimiento se- venes y universitarios. Y sin embargo, el
discurso del movimiento estudiantil in-
sociedad en general, y esto le llevará cluía al pueblo en su conjunto. En par-
más adelante a recuperar el análisis que te, esa postura inclusiva permite a Paz
sobre la mexicana hace en
de la soledad. Pero, primero, empieza por to nacionalista, al compararlo con otros
desentrañarla para después hablar so- de corte juvenil ocurridos ese mismo año
bre las revoluciones y las posibilidades de en otros países.
Escribe, a lo largo de su ensayo,
del país. El intelectual se sirve de dos siempre en términos de grupos o co-
componentes para explicar a la sociedad lectividades y sistemas, lo que permite
mexicana de su tiempo: la historia y las reconocer una inclinación estructural-
clases sociales. La importancia de la his- funcionalista en su análisis de la socie-
toria para Paz no es velada, él mismo dad. Los individuos, incluso aquellos que
xicano no es una esencia sino una his- toria, los caudillos, sólo pueden existir en
toria”. Mientras que la inclusión de la la medida que el sistema lo permite. Es
categoría de clase social corresponde a decir, el caudillo como individuo, su ca-
un conocedor de las tendencias de la teo- risma y cualidades no son tan impor-
ría social que predominaron durante gran tantes para entender su existencia en la
parte del siglo ; pero que resultan para historia, el porqué de su presencia en
la historia de México se encuentra en la
lidad del 68. Más adelante regresaré so- mentalidad del pueblo. Por tanto, para
bre estos dos elementos que denotan su poder plantear una predicción sobre el
tendencia estructuralista y materialista. futuro de México es necesario pensar
Desde el inicio se declara un rechazo en la sociedad en su conjunto y en los
a la interpretación del movimiento es- movimientos sociales.
tudiantil como una nueva expresión de De esta manera, el autor considera
necesario hacer una atenta descripción
y ponderación de las clases sociales pre-
sentes en el país, y su potencial revolu-

2
Posda-
ta, p. 21.
4
Octavio Paz, Posdata, p. 10. Ibidem, p. 22.
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Fuentes Humanísticas 45 > Historiografía > María del Sol Morales Zea

bien, como objeta, el movimiento estu-


a los obreros, la clase media, la burgue- diantil no fue secundado por las demás
sía, los campesinos, y esa nueva clase la clases del país, y por tanto el sistema so-
cual surgió después de la Revolución que cial en su conjunto como para provocar
llama entrepreneurs.5 Los entrepreneurs un movimiento revolucionario radical; sí
resultarán especialmente importantes en propició un cambio en la mente de los
la explicación paciana del sistema me- mexicanos como lo demuestra el paula-
xicano capitalista.6 Explica cómo cada tino rechazo a la forma política sui generis
uno de dichas clases, en el México de con la cual el México posrevolucionario
ese momento, se percibía incapaz de en- había sido gobernado. Más adelante se-
cabezar una revolución, como la que se guiré sobre la importancia que tiene esa
pensaba posible a consecuencia de la in- visión de axialidad en la obra.
dignación popular por los hechos de Tla-
telolco y el lento decaimiento de la eco-
nomía nacional. Preocupaciones sobre
Tales grupos que componen el sis- el desarrollo, la democracia
tema social mexicano son los actores y la modernidad
cuya conducta futura intenta vislumbrar
Paz en el momento en que escribe su Octavio Paz fue un hombre cosmopolita,
ensayo, la secuela del dos de octubre: tanto por su formación como por su
el momento axial. A ninguna de ellas le actividad diplomática, lo que le permitió
cuestionar el futuro del país no sólo en
ria, en el escenario nacional dominado su desenvolvimiento interno sino tam-
por el priismo. Las tensiones sociales se bién hacia el exterior. De esta forma, uno
mantendrían controladas a través de la de los temas centrales de Posdata es el
movilidad social y el poder de las fuer- desarrollo, concepto que el autor concibe
zas armadas que ostenta el gobierno. como el preámbulo necesario para arri-
Sin embargo, no deja de ser para- bar a una modernidad plena. A este res-
dójico que considere ese, como un mo- pecto Paz hace un nuevo recuento his-
mento coyuntural, puesto que, a la luz tórico de lo ocurrido después de la
de su análisis, la sangre derramada en Revolución, para comprender el desarro-
la Plaza de las Tres Culturas no tendría llo del país. Se concentra en explicar las
–como en efecto no tuvo–, consecuen- razones de la creación del Partido Nacio-
cias mayores en la vida del país. Pese a nal Revolucionario, y las circunstancias
ello puede pensarse a la distancia que, si que permitieron su consolidación como
modelo político, ya transformado en Par-
tido Revolucionario Institucional ( ).
Este modelo se fundaba en “la estruc-
5
Sobre ésta, dice que estaría compuesta de em- tura política dual del México contem-
presarios ocupados de los consorcios privados poráneo […]: el Presidente y el Partido”.7
y también de los directivos de las empresas es-
tatales. Ibidem, p. 67.
6
El protagonista de La muerte de Artemio Cruz
7
como el arquetipo de tales individuos. Ibidem, p. 47.
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Crítica y simbolismo en Posdata de Octavio Paz

Pero, y más importante aún, la moder-


y la industrialización como los objeti- nidad para el autor está íntimamente li-
vos del gobierno mexicano, desde la dé- gada con la democracia, algo inexistente
cada de los cuarenta, momento en que en el país, por lo que el principal objetivo
considera propiamente terminada la Re- político debería ser la democratización,
volución. Y lo hace en tono de reconoci- un gran paso hacia la modernidad. Al
miento a la política económica sostenida compararnos con Rusia señala que, “sin
por el gobierno, a decir suyo, le permitió democracia, el desarrollo económico ca-
a México mantener una posición eco- rece de sentido”.10 Desde su perspectiva,
nómica más promisoria que la de otros y la de los universitarios del movimiento,
países en condiciones similares, como la únicas opciones políticas para el país
serían la democratización o la dictadura.
los productos y la bonanza de la década En su carrera hacia el desarrollo eco-
nómico y la industrialización, nuestra
lerado desarrollo de los últimos veinte nación no estaba sola, su condición sub-
años”, y tampoco “sin la voluntad del go- desarrollada era compartida por toda
bierno de cambiar la estructura econó- América Latina; región ajena a la moder-
mica del país”.8 nidad de cuño capitalista. Sin embargo,
Asímismo, realiza una evaluación del debe apuntarse que el país de entonces
desarrollo, y de su lugar en la escala ca- estaba constituido por dos países: uno
moderno y rico, otro atrasado y pobre.
desarrollados, subdesarrollados y no de- Paz, empero, no parece advertir tal dua-
sarrollados. Respecto a esto hace una lidad, ni mucho menos que la causa de
comparación constante de México con ese México pobre estaba vinculada con
Estados Unidos, el país desarrollado eco- la existencia de ese México rico, así co-
nómicamente por antonomasia, y ejem- mo existe una relación indisociable entre
los centros de la bonanza del sistema ca-
Se puede apreciar que para Paz no hay pitalista y sus zonas periféricas.
diferencia entre modernidad como aspi- Para el intelectual, la ausencia de
ración de una civilización, cuya pauta es modernidad tiene un origen cultural. Es-
marcada por los países hegemónicos, y ta cultura funciona en su discurso como
modernización como expresión tangible una prisión para el país, como condena,
de esa modernidad. En este sentido, el como una carga la cual le impide alcan-
autor reproduce el paradigma occidental zar el desarrollo y la democracia. México,
de la modernización como la única vía al igual que muchos otros, parece es-
para salir del atraso económico que pos- tar condenado a no lograr la modernidad
tula, inevitables y necesarias por tanto, que necesita, misma que hunde sus raí-
la industrialización y la urbanización.

crítica a esta visión desde los márgenes del mo-


8
Ibidem delo; contra el eurocentrismo prostulan nuevas
Edgardo Lander, “Ciencias sociales: sabores co- visiones situadas en la propia realidad latinoame-
decolonial, ricana, Santiago Castro-Gómez, “Prólogo”.
10
ha realizado desde hace varios años una fuerte Ibidem
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Fuentes Humanísticas 45 > Historiografía > María del Sol Morales Zea

ces en “la doble y complementaria tra- hace gala de su gran conocimiento de


dición de la democracia política y el pen- otras realidades en el mundo, y así habla
samiento crítico .11 de China, India, Japón y como se dijo, de
Aunque Octavio Paz no deja del to- América Latina en general. Y sin embargo,
do claro lo que él entiende por desarrollo no hace la mínima mención de Inglaterra,
y modernidad, sus referentes constan- Alemania, Noruega o cualquier otro país
tes al modelo estadunidense permiten
pensar en una visión de economía capi- El desarrollo funge como la divisa
talista, urbanización e industrialización. conceptual con la que nuestro autor ca-
El elemento de la modernidad que iden- racteriza a los movimientos revolucio-
narios. Desde su perspectiva, una revolu-
clases sociales: la obrera, la media y la ción, es resultado directo del desarrollo,
capitalista.12 La prueba de la existencia como en el caso de la Revolución france-
de esos dos Méxicos, uno desarrollado y sa. De este punto de vista teórico se de-
otro subdesarrollado conviviendo al mis- rivaba una de las críticas fundamentales
mo tiempo. de Paz al movimiento estudiantil del 68:
Paz es contradictorio en sus juicios su ausencia de carácter transformador,
sobre Estados Unidos. Por un lado, ad- esto es, su vinculación histórica con “las
mira a ese país y, por el otro, lo llega a tendencias autoritarias de la tradición
considerar cuando no el enemigo de revolucionaria, especialmente de su rama
marxista”.14 De ahí, que no deba sorpren-
gativa. Esto puede deberse a su conoci- der el marcado desprecio con que los es-
miento de la política internacional que tudiantes mexicanos recibieron Posdata.
como diplomático mexicano en el vecino
país del norte conocía de primera mano,
y que le permitieron observar de cerca La peculiaridad de la política
las relaciones entre México y los Esta- mexicana y su historia
dos Unidos.
Es notable la insistencia del autor Es claro en Posdata que la política es
al tomar como modelo de desarrollo y una preocupación principal y guía al
progreso a los Estados Unidos y a Euro- ensayo. El movimiento estudiantil del
pa (sin particularizar en ninguno, salvo 68 tuvo intenciones políticas concretas,
aspectos históricos de Francia), puesto la eliminación del autoritarismo en el
que “los norteamericanos y los europeos país, es por ello que el escritor se esmera
son los únicos que tienen realmente en explicar las causas y consecuencias
una experiencia completa de lo que es y políticas del movimiento. En una opera-
En contraparte, ción de revelación, nos lleva por la his-
al hablar de los países subdesarrollados toria de México en la que encuentra la
raíz de la política mexicana, y las razo-
nes que permitieron la creación de un
11
Octavio Paz, op. cit.
12
Esto lo retoma de los liberales mexicanos del siglo
; Octavio Paz, op. cit., p. 70.
14
Ibidem Octavio Paz, op. cit., p. 100.
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Crítica y simbolismo en Posdata de Octavio Paz

sistema sintetizado en el Este últi- otro modo, el análisis de la sociedad me-


mo, un “organismo burocrático que cum- xicana lleva al escritor a realizar un repa-
ple funciones político administrativas”.15 so de la historia, en el que reevalúa sus
acontecimientos para exponer aquello
para el autor es indiscutible, eso lo lleva que se sabe en los círculos intelectuales,
a concentrarse en lo que llama la “for- pero no se comenta. Así, al mostrarnos la
ma de producción de la historia”. verdadera historia azteca, se descubre el
Para Octavio Paz, la sociedad me- origen del institucionalismo mexicano:
xicana estaba estructurada histórica- el tlatoani que “es impersonal, sacerdotal
mente por dos modelos de organización e institucional”.17 No es una herencia ve-
social: el azteca y el hispano-árabe. Estos nial ni intrascendente: Paz aclara que esa
dos arquetipos compondrían la lógica herencia ha podido subsistir, porque ha
política del mexicano, de manera que el encontrado espacios de continuidad en
tlatoani azteca habría alternado a lo el tiempo, y que por tanto es una tradi-
largo de la historia del país con el caudi- ción aprendida.
llo hispano-árabe. Así, lo que había pos- El caudillismo, por su parte, fue
tulado en , aprendido de los españoles según el in-
reaparece en Posdata como elemento ex- telectual, aunque en su origen dicho
plicativo, como una constante de la modelo abreva también en la tradición
historia mexicana que podríamos consi- árabe. A los ojos de Paz, la historia me-
derar una mentalité en el sentido de la
Escuela de los Annales, pero que, en el preeminencia de alguno de los arqueti-
caso de Paz, nos remite a las aportacio- pos heredados: el dirigente azteca o el
nes teóricas de Sigmund Freud y Carl caudillo. En la interpretación histórica
Gustav Jung: paciana la organización política priista
representó el retorno al tlatoani y la con-
[...] la persistencia de traumas y estruc- siguiente hegemonía de la institución so-
turas psíquicas infantiles en la vida adul- bre el sujeto en el que caía la responsa-
ta, es el equivalente de la permanencia bilidad provisional de ejercer el poder.
de ciertas estructuras históricas en las
sociedades. Tales estructuras son el
tica mexicana en los dos modelos o ar-
origen de esos haces de rasgos distin-
tivos que son las civilizaciones. Civili-
quetipos, la organización del país está
zaciones: estilos de vivir y morir.16 simbolizada en Posdata con la pirámide
trunca. Si en la interpretación de la his-
Al hacer una crítica de la visión de la his- toria la política mexicana se divide en
toria difundida a la mayoría de la pobla- institucionalista y caudillista, el país com-
ción, el ensayista y poeta lo hace también pleto se resume en la pirámide trunca
del discurso nacionalista consolidado que tiene su primera evidencia en la for-
años después de la Revolución. Dicho de ma del territorio nacional. Y como vehícu-
lo de inculcación se encuentra el mito

15
Ibidem, p. 50.
16 17
Ibidem, p. 64. Ibidem, p. 144.
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que ha mantenido ocultas verdades de cación con amigos, y siendo parte de


la historia, o al menos las ha dejado la embajada es de suponerse que se
de lado. Para Paz, un paso hacia la solu- encontrara al tanto de lo ocurrido en el
ción del problema de México sería una país. En suma, la represión del dos de oc-
crítica de sí mismo y de su historia, tubre fue coyuntural en la vida del futu-
“una crítica que se asemeje a la terapéu- ro premio Nobel, quien en reacción al
tica de los psicoanalistas”,18 y que em- tibio interés del gobierno por esclarecer
piece por la revisión de la historia azteca. los hechos, decidió solicitar su separa-
La pirámide trunca y el mismo nombre ción del cuerpo diplomático.
de México, simbolizan la abyección ante Posdata aparecería en México hasta
el pueblo conquistado que fueron los az-
tiempo cuando el autor tuvo para reali-
zar un análisis de la gestación del movi-
miento estudiantil hasta su fatal desen-
El momento y la forma lace. El género de la obra es por demás
determinante. Cómo ya lo había demos-
Una vez expuestas las ideas y preocu- trado en , el
paciones que guían Posdata, puedo suge- ensayo era –y lo siguió siendo hasta
rir una revisión del contexto de su reali-
zación y la forma en que el autor decidió terarias predilectas de Paz y en él fue
escribir su ensayo. Como se ha dicho, particularmente talentoso. Además, la li-
bertad y versatilidad del género ensayís-
tico posibilitó el despliegue de sus más
go, no estuvo dirigida inicialmente al que vastos conocimientos de obras aca-
público mexicano. El ensayo, presen- démicas, al mismo tiempo que utiliza un
tado por primera vez como conferencia lenguaje literario. En este sentido, una
en la Universidad de Texas en Austin, parte fundamental de su análisis, el mo-
también fue escrito en el extranjero, delo de la pirámide trunca, la expresa en
puesto que Octavio Paz se encontraba
laborando en la embajada mexicana en deja amplio espacio a la interpretación.
Nueva Delhi desde hacía varios años. No Asímismo, el ensayo se mantiene
obstante, ese mismo año –unos meses dentro de un nivel léxico, el cual hace
antes de iniciarse el movimiento estu- pensar que estaba destinado a lectores
diantil–, Paz realiza una visita a la ciudad universitarios o miembros de la sociedad
de México en la cual percibe el males- letrada –como también se denomina–
tar social imperante. Por otro lado, no que tanto remarca en el texto. El libro
puede pensarse que el escritor estuvie- es un llamado a ese grupo que ve como
ra desinformado de lo acontecido en el destinado a “ejercer su acción críti-
México, puesto que mantenía comuni- ca en muchos sitios y medios”, ya que
“escritores, profesores, intelectuales, ar-
tistas y estudiantes pertenecen a la clase
18
Ibidem
Guillermo Sheridan, Poeta con paisaje, p. 485.
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Crítica y simbolismo en Posdata de Octavio Paz

media”.20 Esta clase tendría entonces cas y las constantes referencias a situa-
una función de crítica que permitiría “des- ciones históricas de otras latitudes del
pertar e inspirar” a las otras clases de la orbe (la modernidad capitalista norte-
sociedad. Por eso el constante llamado americana, la Revolución rusa y la Revo-
al lector por un pensamiento que cues- lución francesa, principalmente) consti-
tione la historia y el presente del país, tuyen la estrategia retórica paciana.
el cual ejerza la “crítica política social y Éste escribe sobre los aztecas con
moral del México moderno”.21 Y sin em- el mismo discurso del mito que critica,
bargo, ésta que el propio Paz realiza, no pues no deja de seducirlo la cosmogonía
deja más que un panorama desalenta- precolombina. El carácter sagrado del
dor, porque pone sus esperanzas en mundo precolombino no se desvanece
una clase que él mismo reconoce como en esa retórica que él reconoce y exalta
nula políticamente. como elemento espiritual. Pieza clave
de este empleo del simbolismo es la des-
con la utilización de metáforas e imáge- cripción del Museo Nacional de Antro-
nes que, como ya se mencionó, le sirven pología. Mediante la explicación guiada
al autor para explicar la realidad nacio- del conjunto, Paz nos enseña que: “No
nal. Esto es de suma importancia, pues es un Museo sino un espejo”.22 El mejor es-
más que ofrecer una perspectiva, el en- pacio para el reforzamiento del mito
que para él es la historia nacional. Exce-
góricas, como aquellas que hacían ley
de la palabra del maestro, en un todavía fue símbolo, mediante algo que el lector
anquilosado modelo pedagógico. El con- puede percibir con todos sus sentidos. Y
cepto de punto de vista o de subjetividad sin embargo, siempre se olvida el autor
que años después será exigido desde la de incluir a la población del resto del
perspectiva de los Estudios Culturales país. Sus referentes, sus explicaciones y
no tiene cabida en Posdata. sus preocupaciones en todo caso se en-
Pareciera que el interés central de cuentran orientados hacia la ciudad de
Paz no es tanto ofrecer una explicación México, característica notable si se con-
convincente acerca del movimiento es- sidera el alarde de cosmopolitismo que
tudiantil del 68, como convencer al lector hace Paz en todo su ensayo. En este
de que determiando hecho se inscribe en sentido, al mismo tiempo que critica al
su interpretación de la historia de Mé- nacionalismo y su visión romántica de la
xico. El estilo literario, el abundante em- historia nacional, mantiene una visión
pleo de metáforas (el tiempo mexicano completamente centralista de dicha his-
como un en los arque- toria. Para Octavio Paz como para el
tipos azteca e hispano-árabe), símbolos discurso nacionalista del priismo, México
(el 2 de octubre como un ) se reduce a la ciudad de México.

20
Octavio Paz, op. cit., p. 82.
21 22
Ibidem, p. 155. Ibidem, p. 151.
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Fuentes Humanísticas 45 > Historiografía > María del Sol Morales Zea

Por último, sistema capitalista, y su obra como el


pero no menos importante registro del pensamiento reaccionario,
considero que la obra paciana sí contri-
A manera de conclusión, y dado que buyó en buena medida a la crítica del
Posdata régimen priista. Posdata es un ensayo en
el que este intelectual no propone más
opciones de desarrollo que las dictadas
dientes en los años posteriores, conside- por el modelo de Occidente, lo cual por
ro necesario hacer algunos comentarios otro lado sería inalcanzable en vista de
respecto a su impacto entonces y hoy, a que México y América Latina no se ins-
más de cuarenta años de su publicación. criben completamente en la civilización
Antes se mencionó la crítica que Occidental. E igualmente objeta la per-
Paz hace en Posdata al marxismo como tinencia de cualquier cambio radical en
opción para las revoluciones, y la forma México, pues propone más bien transfor-
en que esto afectaba directamente al maciones moderadas y consensadas. En
movimiento estudiantil, inspirado en bue- ese sentido ciertamente puede conside-
na medida en la ideología de Marx im- rarse al autor como defensor de una
partida en las universidades. Como re- postura moderada, que a la luz del
sultado de la publicación de su ensayo, tiempo transcurrido ha demostrado no
la obra paciana fue vetada en muchas
instituciones de educación superior, las las condiciones de vida de la mayoría
más importantes del país, y al escritor se de los mexicanos. Toda vez que ese pro-
le consideró un reaccionario. Si atende- ceso de democratización paulatino y de
mos a la síntesis de Erwin Rodríguez Díaz, apuesta por el modelo neoliberal dio la
sobre la izquierda mexicana partícipe del pauta en las décadas posteriores al 68.
movimiento del 68, ésta consideraba No obstante, el llamado que hace Paz a
que “la libertad y la democracia eran úni-
camente los componentes de una pro- lida estemos o no de acuerdo con sus
puesta comprobadamente burguesa”. Y tendencias. Finalmente, si se nos pide
que dicha “oferta política tenía la cínica una visión crítica, y siendo congruentes
intención de borrar todo el sustrato de con ello, no sólo está permitido sino que
la lucha de clases”. En vista de que, es necesario empezar por una crítica a
como se ha subrayado, el autor se decla- la obra de Octavio Paz.
ra en Posdata ferviente partidario de
la democratización y el desarrollo acor-
de a la modernidad, es comprensible
este rechazo.
Para evitar la visión maniquea y ra-

Octavio Paz con el conservadurismo, el

Erwin Rodríguez Díaz , Tiempo fechado, p. 48.


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Crítica y simbolismo en Posdata de Octavio Paz

Bibliografía Lander, Edgardo. “Ciencias sociales: sa-


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