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SIGO VIVIENDO

PRESENTACION

HERMANA AGUSTINA RIVAS LÓPEZ - RELIGIOSA DEL BUEN PASTOR


“AGUCHITA”, TESTIGO DE LA MISERICORDIA

Este es un homenaje a nuestra hermana Aguchita en el 25 aniversario de su martirio en


La Florida, Vicariato de San Ramón. Un 13 de Junio de 1920, nace en Coracora,
Ayacucho-Perú. En su hogar aprende el amor a Dios y a los hermanos y hermanas
A sus 18 años decide ser misionera de la misericordia en la Congregación de Nuestra
Señora de la Caridad del Buen Pastor. El 8 de febrero de 1942, hace su primera
profesión. Desde entonces, vivió con fidelidad inquebrantable su compromiso con la
persona y la misión de Jesús.
En su última misión, en La Florida - Vicariato de San Ramón-Selva Central, puso en
evidencia toda su riqueza personal y su opción por los pobres, especialmente a la joven
y mujer campesina de las zonas nativas. La Congregación había asumido allí un
Proyecto de Promoción de la Mujer.
Agustina y sus hermanas de Comunidad sabían que permanecer allí era para la
Congregación un riesgo constante de "dar la vida" como el Buen Pastor. Aguchita, siguió
fiel a su opción, en absoluta coherencia.
El 27 de setiembre de 1990 el Buen Pastor le hizo su último llamado, le dio el privilegio
de ofrendar su vida, junto al rebaño, víctima del terrorismo.
Aguchita nos mostró el Evangelio durante su vida, a partir de su muerte nos sigue
evangelizando con la fuerza radical de las bienaventuranzas.
La sangre de nuestra hermana María Agustina Rivas, se une a la ofrenda martirial de sus
hermanos y hermanas, quienes nos dieron vida y vida en abundancia.
CREDITOS

PRODUCCION GENERAL
Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor

DIRECCION EJECUTIVA
Paula Franco O.

REALIZACION
Grupo Siembra:
Ynés Franco O.
Jaime Montoya A.
Eduardo Salas A.
Paula Franco O.

PARTICIPACION:
Leo Varela Y.

DISEÑO GRAFICO:
Luis E. Paz Q.

GRUPO SIEMBRA
Tf. 966 429 564
gruposiembra.peru@gmail.com
www.gruposiembra.org
www.gruposiembra.blogspot.com

CONGREGACION DEL BUEN PASTOR


-Dirección
- Tf.
- Dir. Electrónica
ORDEN DE LAS CANCIONES

1. Y CANTAREMOS
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

2. SABOREAR LA VIDA
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

3. PASTORA Y CORDERITA
Jaime Montoya A. - SIEMBRA

4. ALCANZAR TU CORAZON
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

5. AGUCHITA VA
Ynés Franco O. - SIEMBRA

6. BUEN PASTOR
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

7. AGUCHITA, LUZ QUE NOS ALUMBRA


Eduardo Salas A. - SIEMBRA

8. EL NUEVO REINO
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

9. ANUNCIAR LA ALEGRIA
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

10. EN MI AYACUCHO QUERIDO


Ynés Franco O. - SIEMBRA

11. SIGO VIVIENDO


Ynés Franco O. - SIEMBRA

12. UNA TIERRA NUEVA


Eduardo Salas A.
TEXTOS

1. Y CANTAREMOS
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

La semilla yace en tierra,


fecundada por el sol,
va mostrando el grano humilde,
que madura, aun en el espanto.
No hay tristeza que alcance,
para cubrir a todo un pueblo,
para cubrir cada intento nuevo,
por creer y forjar la vida.

El silencio es mal compañero


si maquilla la verdad,
cuando niega el aliento,
cuando apaga nuestras voces.
La verdad siempre florece
recubierta de justicia,
de perdón, de sol, de luz,
y soñar juntos otra vez.

Y cantaremos,
con aquellos que nunca escaparon
de nuestra memoria,
con aquellas que siempre vivieron
en la esperanza.
Y danzaremos,
la gran danza de la vida, de la alegría,
con toditos, con toditas,
nadie nos sobra.

El camino es una ruta,


pa reponernos del cansancio,
y mirarnos en la historia,
y saber que hay un futuro.
Y si la vida nos inunda,
con su fuego y su alegría,
renacemos a un pueblo nuevo,
solidario, fraterno y justo.

2. SABOREAR LA VIDA
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

Que no se pierda el sabor de la vida,


vamos a endulzar la tierra de paz.
Caramelos de amor, caramelito en la boca,
que haga menos agria la soledad.

No hay olvidos que duren para siempre,


no en el corazón de nuestro Dios.
No hay ausencias, que no lastimen,
no hay silencios, que no resuenen.

Vamos a caminar, paso a paso, la vida,


cargadas de sudor, de pueblo, de luz.
Rebaños que nos urgen, que nos convocan,
miradas que nos ungen, que nos renuevan.

Vamos a renacer, simiente nueva,


nuevos ríos y vientos, una casa nueva,
una tierra pa´ todos, aún pa´l que se niega,
amor que nada pueda, su luz, detener.

3. PASTORA Y CORDERITA
Jaime Montoya A. - SIEMBRA

Es tu mirada expresión de ternura,


cuando contemplas a los niños jugar,
los miras contentos, felices, sin miedos,
tú los conoces, siempre vendrán.
Les brindas calor, les das esperanza,
les das protección, ternura y cariño,
pues tú los cuidarás, con amor.

Siempre les buscas comida perfecta,


dulce alimento, grato manjar,
sanas sus almas, curas sus heridas,
tú los conoces, siempre vendrán.
Les hablas de Dios y les brindas consuelo,
les das dignidad, devuelves calor
pues tú los guiaras con amor.

Eres Aguchita, de los más pobres,


corderita humilde de nuestro Dios.
Cuidas y proteges a su rebaño,
fiel seguidora del Buen Pastor.
Hasta el final.

4. ALCANZAR TU CORAZON
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

Quiero alcanzar tu corazón, Jesús,


y esconderme entre sus pliegues,
que me acunes en tus brazos,
y que me abrigues con tu calor.

A donde podría ir
si no me llevas contigo,
qué hubiera sido de mí
si no me hubieras amado,
me perdería en la nada,
me perdería entre las luces,
me perdería entre las sombras,
me perdería por la vida.

Tú me buscas amoroso,
corazón de Jesús,
me seduces y me llamas
desde el ruido de las calles,
escondido en tu pueblo,
me atraes para amarme,
escondido entre los pobres,
escondido en el silencio.

Cuanto más me envuelves Tú,


más libre puedo ser yo,
cuanto más me atrapas Tú,
más te alejas y me dejas,
para que pueda buscarte
y encontrarte en las humildes,
las mujeres maltratadas,
marginadas y olvidadas.

5. AGUCHITA VA
Ynés Franco O. - SIEMBRA

Entre niñas siempre la veo pasar,


con sonrisa al viento pa´l que vendrá,
sembrando los tiempos que se vendrán,
llenos de justicia y de libertad.

Enseñas al pobre a ganarse el pan,


en el club de madres, tejiendo van,
la esperanza pronta de un pueblo en paz,
con justicia plena y con libertad.

Aguchita, va,
perfumando el viento, su vida da,
anunciando a Cristo, ternuras da,
muy cobijadita, entre pobres va.
Aguchita, está,
muy comprometida, su pecho da,
como ofrenda al pobre y su dignidad,
aunque mil la callen, no morirá.

Entre muchas flores, sonrisas da,


reclamando siempre la igualdad,
donde cada niño tenga un hogar,
donde el joven tenga trabajo y pan.

6. BUEN PASTOR
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

Pastor que cuidas de tu pueblo,


amigo que no nos abandonas,
compartes tus días con nosotros,
te vemos en las calles urgido de esperanza.
Pastor, que cuidas de tu pueblo.

Pastor que amas tu rebaño,


te entregas para que nadie sufra,
luchando por conquistar la vida,
el Reino de justicia, la paz y la alegría.
Pastor, que amas tu rebaño.

Nuestro Dios nos ama,


nuestro Dios nos cuida,
El viene a nuestro encuentro,
El viene a rescatarnos.

Jesús, hermano, Dios querido,


te escondes en medio de la gente,
te acercas a nuestras pobrezas,
te duelen las miserias, nos haces vivir.
Jesús, hermano, Dios querido.

Jesús, amigo, compañero,


abrazo que siempre nos espera,
consuelo que nos fortalece,
palabra que alienta, que se une a nuestra voz.
Jesús, amigo, compañero.
7. AGUCHITA, LUZ QUE NOS ALUMBRA
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

Vas caminando por nuestros pueblos


siempre cargada de tu amor profundo,
nada detiene que tu cariño
sea simiente, como aire fresco.
Es nuestro Dios, que anda tus caminos,
unidos siempre, una sola hebra,
que nos anuncia siempre la alegría,
que no haya llanto, que no haya pobreza.

Tu alma al viento, tu corazón,


cubren las pampas, bajan las quebradas,
tu canto nuevo, tu voz valiente,
abren los ojos, curan las heridas.
Cual palomita, haces de tu nido
casa del pobre, de las niñas solas,
cual torcacita, en medio del valle,
canta tu vida, al Dios que le sirves.

Ay Aguchita, luz que nos alumbra,


mientras regalas tu vida y tu suerte;
nada te guardas, todo lo ofreces,
en nombre siempre del Dios que te ama.

8. EL NUEVO REINO
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

No detendrán la primavera,
no apagarán la luz del sol,
ni guardarán el agua de este río,
cargado de esperanza e ilusión.
No detendrán el nuevo día,
ni el viento podrán encadenar,
ni silenciar está nuestra alegría
que alumbra y derrite el corazón.

Vamos a conquistar el nuevo cielo,


que a acoja a todos siempre por igual,
sin preguntar que credo les conmueve,
sin importar su nacionalidad.
Vamos a conquistar el nuevo mundo,
abierto para el hombre y la mujer,
un mundo donde amar no sea imposible,
y, siempre, cada quien tenga un lugar.
Vamos a construir la casa nueva,
llena de sol, de vida y alegría,
que nada quede oculto, sin lugar pa la mentira,
que tu mirada limpia pueda ver.
Vamos a construir el nuevo Reino,
abierto para el mundo, para Dios,
con una mesa grande, y vida en abundancia,
y el pan pueda, pa´ todos, alcanzar.

Vamos a conquistar el nuevo cielo,


vamos a conquistar el nuevo mundo.
Vamos a construir la casa nueva,
abierta para el mundo, para Dios.

9. ANUNCIAR LA ALEGRIA
Eduardo Salas A. - SIEMBRA

Con pasos inseguros


seguimos tu camino,
por los desiertos,
las montañas, por los valles,
por la alegría,
el cariño, por la vida,
seguir tus huellas, Señor,
amor de los amores.

Cantamos tus noticias,


proclamamos tus promesas,
Dios ha venido,
y nos ama de verdad,
que no haya llanto,
no más penas, no más hambres,
son tus palabras, Señor,
luz en las penumbras.

Por los caminos, por entre los pueblos,


vamos sembrando semillas de tu Reino,
anunciadores de la alegría,
de la esperanza, de un mundo nuevo.
Tú nos alientas, Tú vives con nosotros,
vecino humilde, mujer generosa,
luchas a diario, por el pan de cada día,
para cada hombre, para cada mujer.

No solo las palabras


alcanzan para amar,
curar heridas, devolver cariño,
ser solidarios,
ser fraternos, ser unidos,
luchar sin tregua, Jesús,
viviendo en esperanza.

Nuestro corazón,
vive para Ti,
sale a tu encuentro,
te buscamos en tu pueblo,
entre la gente
que no calla, que comparte,
y que se entrega, Señor,
Jesús de la alegría.

10. EN MI AYACUCHO QUERIDO


Ynés Franco O. - SIEMBRA

Entre los campos mojados,


en las mañanas más frías,
te encuentro mi Tayta lindo
junto al que duerme en la calle;
te encuentro mi Tayta lindo
junto a la madre sencilla.

Recorro muchos caminos,


senderos, bosques, montañas,
y estás ahí, papá lindo,
entre el sudor del hermano;
y estás ahí, papá lindo,
curtiendo tus pies y espalda.

Te entrego toda mi vida


por todas mis hermanitas,
que curvan su alma humillada
para que tejan en paz;
que curvan su alma humillada
para que enciendan la vida.

Ofrendo toda mi vida


en mi Ayacucho querido,
aquí entre mi pueblo amado,
entre mi gente sencilla;
aquí entre mi pueblo amado
que abriga mil esperanzas.

Hermanito amigo, mi fiel consejero,


deja que te quiera, deja que te cante.
Hermanito amigo, mi fiel consejero,
pajarito alegre, corazón tranquilo.
11. SIGO VIVIENDO
Ynés Franco O. - SIEMBRA

Yo fui profeta de lo cotidiano,


de los más pobres, de los olvidados.
Ayacuchana de las más sencillas,
mujer de trabajo y de oración.

Fui conociendo virtudes cristianas,


desde los pobres, desde los enfermos.
Entre los jóvenes y niñas alegres,
fiel testimonio del Buen Pastor.

Y sigo viviendo, queridas hermanas,


en cada enfermo que se levanta,
en cada joven que se acompaña,
en cada pobre que se abraza.

Muy fiel a Dios, acepté el desafío,


ponerme en riesgo no me asustó.
Junto a mi pueblo, entregué mi vida,
junto a los pobres de mi país.

12. UNA TIERRA NUEVA


Eduardo Salas A. - SIEMBRA

Vamos a andar por todos los caminos,


para llegar hasta la alegría.
A recorrer todas las distancias,
hasta alcanzar una tierra nueva.

Y cada día será un comienzo nuevo,


pa´ edificar y construir la vida.
y cada hora, será el momento justo,
pa´ construir y conquistar la paz.
Y por las noches, hablar con nuestro Dios,
y descansar cerquita a su corazón,
y las estrellas serán las compañeras
para que nadie se quede entre las sombras.

Que se termine, por fin, el sufrimiento,


de las mujeres, de todas las pequeñas.
Que se terminen todos sus quebrantos,
que se disipen todos sus temores.
Todos unidos podemos avanzar,
en esta casa nos queremos por igual,
hasta el cielo sonreirá y cantará,
al vernos juntos, un pueblo con su Dios.

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