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Tecnicatura Universitaria en Gestión y

Administración de
Organizaciones con Orientación en Instituciones
Universitarias

Asignatura: "Organización y Administración de instituciones


universitarias

Prof. Lic. Guillermo ELIZALDE

EQUIDAD, EFICIENCIA Y

FINANCIAMIENTO EN EL SISTEMA

UNIVERSITARIO ARGENTINO.

Gustavo Andrés CASTELLI

AÑO 2007
EQUIDAD, EFICIENCIA Y FINANCIAMIENTO EN EL SISTEMA

UNIVERSITARIO ARGENTINO.

INDICE

I - ALGO DE TODO Y DE NADA Pag 3

II - LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR Pag 6

III –FINANCIAMIENTO Pag 7

IV – EFICIENCIA Pag 10

V – EQUIDAD Pag 10

VI -PRESUPUESTO (DATOS MACROECONOMICOS ACTUALES) Pag 10

VII - MODELOS DE ASIGNACIÓN DE LOS RECURSOS Pag 12

VIII – CONCLUSIONES Pag 15

Bibliografía Pag 22
EQUIDAD, EFICIENCIA Y FINANCIAMIENTO EN EL SISTEMA

UNIVERSITARIO ARGENTINO.

I - ALGO DE TODO Y DE NADA

El campo inculto del saber refleja una paradoja inevitable, que puede explicarse en

una metáfora local: cuando uno observa la montaña mendocina desde la ciudad,

impresiona como cercana, tangible, al alcance de la mano. Pero basta emprender el

camino para accederla y se experimenta la sensación de que ella se aleja cuando

vamos a su encuentro, representándose más lejana a nuestra perspectiva inicial.

Esto demuestra que el terreno de las ideas tiene diferencias con el campo de la

realidad, en donde esas ideas se concretan. Cuando uno ignora supone y especula,

también, que las distancias de aprender son pequeñas y alcanzables. Apenas se

comienza a desentrañar la realidad, se aprende lo primero de todo aprendizaje: que

mientras más se sabe, más se ignora.

Esa ignorancia es una motivación que nos va a permitir ascender en la escarpada

fragosa y alcanzar la montaña, no preocupados en la cumbre, fin en sí mismo, sino

en el paisaje, que a doquier tiene plasmadas enseñanzas, seguros de todas nuestras

dudas y dudando de todas nuestras certezas.

Cuando los jueces de la provincia de Mendoza, custodios de la equidad, plantean

que quieren aumentos e intangibilidad en sus salarios, luchan defendiendo sus

posiciones sin mirar las otras variables que pueden afectar o que los involucran.

Ensimismados en un pensamiento mágico, ingenuo o conveniente, convencidos,

solicitan -a favor de sus merecidas acreencias- salarios dignos; como si el Estado

fuera una gran “Caja de Pandora” con un presupuesto inagotable. Si se les dice,
como solución alternativa, que se les va a otorgar autonomía y autarquía financiera

para que manejen su presupuesto y se otorguen los salarios intangibles e indexables

por inflación que pretenden, sin descuidar –claro está- la administración de la

justicia que posibilita su existencia, inevitablemente descubren aquello que se

negaban a intelegir: que Pandora no existe y que la caja lamentablemente está vacía.

Ahora bien esta introducción parece quizás hasta equivocada al tema; porque, ¿Qué

tiene que ver la montaña y las pretensiones injustas de los jueces, con la “equidad,

eficiencia y financiamiento en el Sistema Universitario Argentino”?; pues en sentido

estricto, nada; en sentido amplio, todo. Todas las variables económicas y políticas

tienen un constante interjuego entre los partícipes, cada acción su reacción. Cada

elección su costo de oportunidad y su restricción presupuestaria. En esa trama es

dable entender que deben manejarse todas las variables propendiendo a la equidad

y la eficiencia, dos conceptos reñidos a veces, entre sí, porque uno responde a la

justicia y el otro a la economía.

El Universo de las personas y las cosas se mueve de tal manera que cualquier

política, lineamiento o actividad es polarizada por los receptores, provocando un

sinnúmero de reacciones imprevistas. Así como en el fútbol el pase no puede ir,

siempre, al pie del compañero, porque el rival anticiparía esa acción y neutralizaría

la jugada, tornando ineficiente la acción. El pase debe proyectarse al lugar en donde

el jugador va a transitar, de acuerdo a una estrategia con mejores posibilidades

para convertir el gol; o acercase a la jugada o posición que lo posibilite; pero

siempre teniendo en cuenta que el equipo contrario también juega y que a veces

cuando no se puede ganar el partido, hay que colocar los esfuerzos en no perderlo.

Esta metáfora futbolera tiene como objeto describir que cuando se aplican

políticas educativas con el consecuente estudio acreditación y posterior evaluación,

fuentes de financiamiento y calidad; y -a su vez- se pretende ser equitativo, es


necesario advertir que las Organizaciones Universitarias receptoras de esas

propuestas, actúan esperando el pase y camuflagean su situación para posicionarse

cumplidoras formales de las exigencias coyunturales que les permitan lograr sus

fines, principalmente económicos y de financiamiento, desnaturalizando los

indicadores de eficiencia, eficacia y equidad, y adecuándolos con artimañas

conforme convengan mostrarlos, en una suerte de “photoshop” de la realidad, en un

juego de mentiras en el que todas las Universidades participan para ver quien se

queda con una mejor porción del reparto. Es decir actúan neutralizando cada una de

las políticas en su propio beneficio. Si la distribución del dinero se basa en el

alumno ingresante, provocarán o aparentarán un ingreso irrestricto y permitirán la

permanencia ad infinitud de los alumnos, aún cuando no haya una relación

proporcional entre ingresantes y egresados, y a pesar de que la permanencia en

exceso o abandono sin concluir estudios de los educandos, demuestre una clara

ineficiencia. Si la premisa es que el financiamiento va a estar sujeto a que

justifiquen los gastos mediante metas físicas cuantificables y demostrables, se

provocará un bombardeo de programas, proyectos, todos debidamente presentados,

con todas las formalidades del caso, pero sin una correcta coordinación estratégica

ni un sentido. Si les otorgan un fondo especial para una acción determinada

utilizarán en demasía esos recursos para tareas burocráticas de coordinación

excesiva de su uso en detrimento de la enseñanza efectiva en el aula, la

investigación o la extensión. Cada uno disfrazará un proyecto para obtener una

fuente de financiamiento. Si por el contrario el indicador está dado por el tener un

rumbo y una planificación, de la noche a la mañana aparecerá mágicamente un plan

estratégico de ilustres inconsultos e inconsensuadas metas. En este pandemonium,

las mentiras pequeñas se notarán, las mentiras inmensas tornarán caracteres

organizacionales de verdades reveladas, lucirán como indiscutibles, pero


invariablemente no llevaran a ningún lado, salvo al beneficio personal de unos pocos,

y quizás por añadidura provocan algún bien, en forma inercial más que propuesta y

prevista . Ahora bien, todos estos esfuerzos colocados como males, pueden ser

bienes. Todo está en cambiar las formas de hacer política y darle un correcto

sentido y destino a los fondos financiados para que sirvan a los fines de la

Universidad en su conjunto y no a las personas en sus apetencias

El tema de la Educación Superior se puede analizar desde lo inconmesurable, desde

las políticas macroeconómicas y los intereses globales contrapuestos, o también

desde una mirada más simple1 de la misma, saliendo a visitar la realidad con una

perspectiva desde adentro de las cosas, para analizar los efectos y reacciones

cuando se conjugan las políticas nacionales en materia de educación, con los

intereses sectarios de cada Universidad, comandadas por hombres que sirven a

intereses de sus sectores políticos y sobre todo a sus propios intereses.

II LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR

Los principales hitos de la Ley de Educación superior son los siguientes: 2


- Incluye, por primera vez en la legislación argentina, tanto a la enseñanza
superior universitaria como la no universitaria y su articulación.
- Plantea conjuntamente, también por primera vez, normas para el
funcionamiento de la enseñanza universitaria nacional, provincial y privada.
- Establece la evaluación institucional y la acreditación de carreras de grado y
de posgrado, para la que se crea la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria (CONEAU)
- Fija las bases para el funcionamiento de los órganos de coordinación y
consulta del sistema universitario: Consejo de Universidades, Consejo Interuniversitario
Nacional (universidades nacionales), Consejo de Rectores de las Universidades Privadas y
Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CPRES)

1
En el rol de personal de apoyo acadçemico y alumno de la Tecnicatura en Gestión
2
FERNANDEZ LAMARRA, Norberto
- Establece las normas básicas para las universidades nacionales: creación y
bases organizativas; órganos de gobierno y su constitución; autoridades y estatutos; autarquía
económico-financiero y responsabilidad de su sostenimiento por parte del Estado Nacional.
- Brinda las pautas para la diferenciación entre Universidad e Instituto
Universitario.
- Posibilita la creación y funcionamiento de otras modalidades de organización
universitaria (universidades de posgrado, abiertas, a distancia, institutos universitarios
tecnológicos, pedagógicos y otros) ya previstas en la Ley Federal de Educación.

III FINANCIAMIENTO

Es dable decir que hasta el advenimiento de la Ley de Educación Superior en Agosto

de 1995, no existía una clara definición de políticas universitarias

En el punto que nos ocupa, la Ley 24.521 de Educación Superior establece:


- Artículo 58º - Corresponde al Estado nacional asegurar el aporte financiero
para el sostenimiento de las instituciones universitarias nacionales, que garanticé su normal
funcionamiento, desarrollo y cumplimiento de sus fines. Para la distribución de ese aporte
entre las mismas se tendrán especialmente en cuenta indicadores de eficiencia y equidad. En
ningún caso podrá disminuirse el aporte del Tesoro nacional como contrapartida de la
generación de recursos complementarios por parte de las instituciones universitarias
nacionales.
- Artículo 59º - Las instituciones universitarias nacionales tienen autarquía
económico-financiera, la que ejercerán dentro del régimen de la ley 24.156 de Administración
Financiera y Sistemas de Control del Sector Público Nacional.
Si hablamos de financiamiento necesariamente tocamos un tema económico que

responde a una primera verdad inalienable:

“Los bienes son escasos y las necesidades infinitas”

Ahora bien, si el Estado tiene que administrar esos bienes escasos y responder con

su restricción presupuestaria, inevitablemente a las necesidades de la Educación


Superior, sin desatender otras necesidades no menos importantes, tiene, en su

función, que tratar de impartir justicia:

Entonces procura según la más antigua y precisa definición de justicia de:

“darle a cada cual lo que se merece”3

Ahora bien en ese merecer, quién merece más y mejor atención con esa restricción

presupuestaria, la “educación” que nos va a permitir crecer como país y como

personas ¿Cuál es el nivel de educación que hay que privilegiar?; ¿es un bien con un

valor superior a la Justicia?; ¿o son prioritarios los jubilados que entregaron una

vida de trabajo y que no tienen más tiempo de espera?, ¿hay que proteger a los

empresarios que posibilitan que el país crezca y que, tarde o temprano, se vuelven

inescrupulosos buscando su propio beneficio, porque necesariamente son eso:

empresarios y no benefactores; ¿si atacamos a los empresarios que sucede con los

trabajadores de esas empresas que gracias a ellos tienen trabajo?, aunque sin

embargo no reciben su plusvalía; ¿Preferimos la educación a la “salud” que algún día

perderemos?; ¿O es acaso más importante la “seguridad” tan preciada en estos

tiempos, que conserve nuestra vida y propiedad privada ?,

¿Cuál es el bien que más nos satisface?

Quizás en el corto plazo no se advierta, pero la educación es el bien inicial que

posibilita todos los demás bienes, es inicialmente un bien preferente o meritorio.

Una persona educada es alguien que sale de la marginalidad que lo convierte en

delincuente, una persona educada salva vidas, una persona educada inventará la

vacuna contra el sida, impartirá mejor justicia, hará que él y todos los demás sean

mejores personas en la sociedad

3
Siempre sujeta a acuerdos y prebendas políticas
¿Es, entonces, la educación superior un bien público?

Algunos autores4 parten de la concepción de que la educación superior es un bien


mixto
“la educación universitaria es esencialmente un bien mixto y no un bien público porque nada impide su
producción   individual  y,   asimismo,   sus   beneficiarios   directos   son   claramente   identificables   (los
educandos), existiendo exclusión en su consumo.  Su carácter de mixto está fundamentado por sus efectos
externos indivisibles; esto es, toda la sociedad recibe estas externalidades no pudiéndose determinar el
grado en que cada individuo integrante de la misma lo hace”

Y en base a esa premisa sustentan todo el andamiaje de su pretensión de que los

estudiantes costeen sus estudios.

Otros, a cuya opinión suscribo, entienden que la educación es un bien público y como

tal, es una obligación ineludible del Estado su procuración; toda vez que, aunque

primariamente la educación beneficia al que la recibe, en él y su interacción social

se ve beneficiada toda la sociedad en su conjunto, provocando el crecimiento de la

Nación; siendo éste el único vehículo que permite que las clases de base

desfavorecidas, puedan lograr el salto que les permita una calidad de vida en una

sociedad igualitaria que zanje la desigualdades iniciales en condiciones económicas

desfavorables a partir de la igualdad de oportunidades, sin desmedro de que cada

cual alcanzará sus logros a partir de la exaltación de sus individualidades y de lo que

su voluntad propenda a partir de ellas, sin que las diferencias de nacimiento lo

determinen el resto de su vida.

El financiamiento, cuando no depende de los recursos que vía arancelamiento o

servicios puedan procurarse las Universidades, es una potestad y obligación del

Estado, a través de la subvención de la oferta, como ocurre en la Argentina, o

mediante la subvención de la demanda, como sucede en Estados Unidos, Chile,

Alemania, (entre otros países), en donde “promueven la igualdad de oportunidades a

partir de prestamos a estudiantes que son devueltos una vez que estos son

4
Miguel Angel Vizzio
profesionales. Algunos economistas sostienen que en la Argentina estos sistemas de

prestamos no serían viables por el momento debido al frágil sistema bancario con

que se cuenta, a la incertidumbre acerca del rendimiento futuro individual y de las

garantías de inversión del capital humano” 5

IV EFICIENCIA

Él termino eficiencia remite a una clara concepción económica. En nuestro estudio

puede asociárselo a la utilización adecuada de los recursos provistos por el Estado y

más estrictamente acotado a este trabajo a la eficiencia social; es decir a que

exista un plazo óptimo entre la duración real de una carrera y que, de tal manera,

los alumnos ingresantes concluyan satisfactoriamente los estudios iniciados y que

los saberes sean de utilidad en la Sociedad proveedora de la posibilidad y receptora

de las capacidades adquiridas, en la externalidad resultante.

V EQUIDAD

El concepto de equidad está asociado a dos características propias del Sistema

Educativo. Una refiere a igualdad de tratamiento ante igualdad de condiciones. La

otra característica es la ausencia y superación de condiciones restrictivas de

ingreso a la Educación Superior como consecuencia de la situación económica del

ingresante (libre acceso). Es obligación del Estado primariamente y de las

Universidades en su autonomía proveer de mecanismos (becas – subsidios) que

equiparen a todos los postulantes.

VI PRESUPUESTO (DATOS MACROECONOMICOS ACTUALES)

5
Emanuel Lopez, Cesar R. Pons. Jonahatan Saul
El 15 de setiembre del 2007 conforme prescribe la Ley 24651 de Financiamiento,

el Senado y Cámara de Diputados sancionó las previsiones de gastos y recursos de

la Administración Nacional

De ella surgen que los gastos estimados ascienden $ 161.486.462.174 (CIENTO

SESENTA Y UN MIL CUATROCIENTOS OCHENTA Y SEIS MIL MILLONES

CUATROCIENTOS SESENTA Y DOS MIL CIENTO SETENTA Y CUATRO); de los

cuales en el artículo 12 se fijan para crédito para financiar los gastos de

funcionamiento, inversión y programas especiales la suma de $ 5.652.356.262

(PESOS CINCO MIL SEISCIENTOS CINCUENTA Y DOS MILLORES

TRESCIENTOS CINCUENTA Y SEIS MIL DOSCIENTOS SESENTA Y DOS.


El infografía del presupuesto recientemente que antecede grafica en forma clara la

incidencia del gasto en Universidades Nacionales (3,6 %), respecto al Presupuesto

general de la nación, y en esa claridad uno puede advertir, como definíamos al

comienzo que las necesidades son infinitas pero los recursos limitados. Se puede

advertir que hay gastos que insumen gran parte del presupuesto, tales como las

Prestaciones de la Seguridad Social, aún cuando representan el 42,5 %, la sensación

de la población, es que las prestaciones jubilatorias son insuficientes y todos

reclaman aún derechos que merecen como la movilidad del 82 % . Aún así no vamos a
defender nuestra posición de necesidades en la educación en desmedro de otras

necesidades que nos comprenden o nos comprometen como nación.

VII - MODELOS DE ASIGNACIÓN DE LOS RECURSOS

Del 3,6 % destinado a las Universidades Públicas surge una pugna, entre las

distintas Universidades para posicionarse de mejor manera en el reparto de los

fondos.

Existen diversos modelos de asignación de los recursos pero la realidad demuestra

que el presupuesto es una repetición del presupuesto histórico del año anterior más

lo que cada Universidad políticamente consigue para cada una, en una suerte de

mesa de pocker.

No obstante ello, vamos a ilustrar con las formas en el que el presupuesto debería

ser asignado de acuerdo a variables de eficiencia, equidad, complejidad de

documentos obtenidos en la cátedra de Gestión Económica Financiera de la Prof.

Alicia GORRI MONTANE.

Sistemas de asignación basados en resultados:

Distribuyen el presupuesto en función de la performance de cada universidad


Variable De Productos
Consideran indicadores de desempeño vinculados con la formación y la investigación.

Sistemas de Asignación en Función de los Costos Incurridos por las


Instituciones
Variable De Insumos
Utilizan fórmulas que combinan cantidad de alumnos con parámetros relacionados con los costos
de la enseñanza.
Asignación de Fondos independientemente del Resultado o los Costos:
Mecanismo basado en los insumos o en los costos de EQUIDAD
el enfoque de producto de la EFICIENCIA
Calero y Bonal distinguen
 EFICIENCIA PRODUCTIVA (O INTERNA) potencialmente alcanzable en
función de los recursos destinados inicialmente
 EFICIENCIA ASIGNATIVA (O EXTERNA) deseable desde el punto de vista de
los objetivos sociales.
 EQUIDAD INTERNA en relación de sus efectos sobre la movilidad social
 EQUIDAD EXTERNA en relación con la igualación de rentas por otro (mercados
perfectos)

La eficiencia radica en lograr la mejora de la relación calidad/coste, introduciendo incentivos a la


calidad o a la reducción de costes.
La equidad persigue la igualdad de acceso, de calidad y recuperación de coste.

Mecanismos de financiamiento
 A través de la oferta:
 Subvenciones (matrícula menor al costo real): es el más adecuado cuando el objetivo
principal del sistema de financiamiento es la igualdad de acceso. Implica una subvención
no discriminada. Está asociado a la obligatoriedad de algunos niveles de enseñanza. Si
bien tradicionalmente ha tenido un carácter inercial (incrementalista), se pueden usar
fórmulas adecuadas, en las que pueden incorporarse elementos que incentiven a la
eficiencia.
Una alternativa sería discriminar la subvención, de acuerdo con el nivel de ingreso de la
familia, de manera que las de pocos ingresos paguen menos matrícula que las de
mayores ingresos. Esto es bueno porque se ha observado el alto grado de elasticidad
precio de la demanda por educación y porque da lugar a las decisiones de largo plazo
más que las becas.
 Convocatorias competitivas: para premiar la calidad. Se usa mucho para financiar la
investigación. Se suele reservar una cuota para la formación de investigadores hasta que
puedan competir con los grupos consolidados.
 Contratos programas: para financiar determinados objetivos. La importancia que tiene es
la flexibilidad.
 Subastas de plazas: utilizado en Inglaterra. La subasta introduce un sistema de
competencia a través de los precios: la cantidad de plazas financiadas con fondos
públicos y asignada a cada centro será indirectamente proporcional a los precios que cada
centro anuncie en la subasta.

El Cont. Miguel GONZALEZ GAVIOLA nos dice en un resumen de su apreciación práctica


como docente y Secretario Económico Financiero de la UNCuyo que el financiamiento de la
oferta responde, taxonómicamente, a los siguientes elementos:
 Funcionamiento:
Gastos corrientes asociados a las actividades administrativas y académico - científicas
que se están desarrollando en las instituciones.
 Desarrollo:
Mecanismos orientados al financiamiento de acciones que suponen cambios
institucionales.
 Premios:
Reconocimiento ex post de resultados alcanzados.
 Estímulos:
Asignaciones adicionales destinadas al fomento de actividades consideradas prioritarias.
 Equidad Social:
Financiamiento dirigido a generar igualdad de oportunidades de acceso y continuidad de
los estudios.
 Inversiones:
Financiamiento para infraestructura y otros bienes de capital.
Los gastos de funcionamiento se subsumen en un modelo de asignación de recursos, los
restantes se reparten entre Contratos de Programas Plurianuales y Programas específicos
concursables. Aún así es preciso señalar que actualmente, el 85 al 90 % de los fondos
responden a necesidades de funcionamiento (distribución inercial y basada en criterios
objetivos y sólo el resto a los restantes programas (Desarrollo, Premios, Estímulos, equidad e
inversiones)
 A través de la demanda: instrumentos destinados a que las familias e individuos puedan
afrontar los costos indirectos de la educación y también los costos directos (matrícula) como
es el caso del vale.
 Becas: deben tener en cuenta la movilidad del estudiante.
 Deducciones impositivas: utilizado en Francia,
 Vales educativos: para que realmente mejoren la eficiencia tienen que haber centros en
competencia real y los consumidores tienen que tener un elevado nivel de información y
tomar sus decisiones siguiendo criterios racionales. Asimismo, la demanda privada debe
coincidir con la demanda social. Por último, tienen un alto costo de administración. Este
mecanismo está más relacionado con la equidad y en algunos casos sólo es usado para
centros públicos y con controles de niveles de renta.
 Crédito educativo: tienen como desventaja que inciden sobre la elección de los tipos de
estudio y sobre las decisiones intertemporales.
 Impuesto al egresado: que puede recaer sobre las empresas que contratan a los egresados.
En el primer caso, recae sobre todos los ingresos del egresado, por ello puede ser
ineficiente.
 Derechos de educación superior: consistentes en un pago por estudiar, afrontado por el
estudiante o su familia.

Con el objetivo de mejorar los sistemas de asignación de recursos en el sector educativo se ha


procedido a la introducción de mecanismos similares a los utilizados en los mercados (capacidad
de elección, competencia, participación de proveedores privados, sistemas de incentivos y
desincentivos económicos, etc.) que sustituyan o complementen la asignación discrecional. Ello
es la base de la formación de un cuasimercado educativo. Ello debe ir acompañado por
mecanismos de financiación, regulación y control públicos que garanticen la consecución de los
objetivos.
Los elementos de un cuasimercado educativo son:
a) Presencia de diversos centros (públicos o privados) que puedan ofrecer un producto
diferenciado y que compitan entre sí para conseguir la matrícula de los usuarios;
b) “Matrícula abierta” o capacidad de elección del centro por parte del usuario,
independientemente del lugar de residencia;
c) La financiación pública se dirige hacia los centros seleccionados por la demanda;
d) Sistema de información al usuario sobre los distintos centros: evaluación académica
homogénea;
e) Gestión descentralizada de los centros.

VIII – CONCLUSIONES

Aún cuando es importante entender los mecanismos de asignación de recursos, he

tratado de ser breve en consideraciones preciosistas tales como módulos docentes,

gasto normativo, troncalidad, relación profesor alumno, complejidad de las

carreras, etc. porque son mediciones y extrapolaciones matemáticas que no tienen

real incidencia en lo concretamente otorgado (que mayormente transita por carriles

de acuerdos políticos) y además sobre que estas interpolaciones técnicas, en lugar

de aclarar, enmarañan la realidad y no tienen una consecuencia directa en los

montos asignados ni se corresponden a ningún calculo cierto. Es, como, si se me

permite la expresión vaga: ir a comprar al supermercado con la tabla de logaritmos.

Puede resultar hasta incluso de un conocimiento elevado pero no es práctico

En mi opinión introducir variables de verdadera equidad y eficiencia en la utilización

de los escasos recursos, sin tanto artilugio, es la única salida para potenciar mejor

la calidad en la gestión universitaria, en todos sus claustros y en el producto de sus

bienes y externalidades, material de desarrollo del país.

Ahora bien, la tarea es precisar cuales son los parámetros y paradigmas de equidad

y eficiencia que la Ley de Educación Superior nombra y no define, cual es la real


aplicación de las políticas universitarias para que las mismas sean reales y no un

armado de intenciones que las formas de gobierno utilizan en fines que se desvían

de los esenciales de la Universidad. Aceptar y mirar la experiencia internacional de

los distintos modelos es un buen inicio para buscar un espejo en donde mirarse;

pero hay que tener claro que todas las políticas que se intenten deben adecuarse

inevitablemente con la idiosincrasia de este país y no hay que olvidar que en este

país un deporte nacional es el “truco”.

La manera de lograrlo es no decidirse dogmáticamente entre extremos, sino

articulando la eficiencia en cada uno de los mecanismos de financiamiento existente

Es decir la obligación ineludible e instranferible de financiar la educación superior

es del gobierno, por lo ya dicho de que la Educación es el bien primario que va a

potenciar todos los demás bienes y la Sociedad toda. Esta obligación que es onerosa

en el presente para un país, constituye su mejor inversión para el crecimiento. Si

una sociedad entera crece en la Educación, se maximizan las externalidades y se

universaliza el derecho de una educación para todos.

Existen básicamente tres formas de financiamiento de la Educación superior:

1) Con costo al estudiante

Menciono esta posibilidad pero soy contrario a que el educando sustente su

educación porque conspira con la universalidad de la educación. No obstante es

importante tener en cuenta los distintos mecanismos que podrían accionar en esta

posibilidad.

a) al momento del cursado, por el pago de arancel. Situación que provocaría

inevitablemente exclusión para quienes no pueden afrontar el pago del canon.

Además, como ocurre en la Educación Superior Privada, el hecho de que el

alumno pague conspira con la ecuanimidad y transparencia de la excelencia

educativa que se le imparte, porque presupone que el estudiante tiene a


priori un derecho especial o prebenda por sobre la Institución a recibir un

título (contraprestación a su pago en una relación meramente comercial) que

puede perjudicar la objetividad en la educación que se le imparta, o en la

exigencia evaluativa, porque el parámetro principal de medición del

aprendizaje no es la inobjetable sapiencia demostrable en cada examen, sino

el pago de la matrícula y examen. Si la Institución Educativa para subsistir

tiene que convertirse en una empresa, puede peligrar la calidad del producto

educación que brinde; ya que en lugar de privilegiar la educación como fin per

sé, encaminará los esfuerzos en que funcione la empresa y como toda

empresa, perseguirá el beneficio. De tal manera se puede observar que

algunas carreras –no todas- en IES privadas, como las de abogacía,

disminuyen los años de cursado y las exigencias para hacer tentadoras las

propuestas y provocan una catarata de profesionales que en el caso de la

abogacía en lugar de formar ciudadanos útiles en la Sociedad, provocan una

sobredimensión de “profesionales” que incrementan en lugar de la justicia, la

“industria del juicio”. Igual apreciación merecen los innumerables postgrados

que ofrece la educación pública que se constituyen en una excusa útil para

obtener fondos extras. Algunos se aprecian repetitivos en ciertas áreas no

necesarias, con más de lo mismo, que posibilitan un pergamino más a los

estudiantes (sin mucho mayor contenido que el grado ni exigencia) y un

ingreso seguro a las Universidades Públicas, con empobrecimiento del grado

que es gratuito.

b) Por el pago posterior de un impuesto al ejercicio de la profesión, que de

tal manera devuelva a la sociedad el perfeccionamiento que de ella ha

recibido. Dentro de esta posibilidad existiría la de préstamos para afrontar

la educación, idea casi utópica en un país que no cuenta con estabilidad


económica que pueda garantizar la viabilidad de su devolución. Tampoco se

estima rápida salida laboral del educando para devolver el pago de sus

estudios, ya que, quien se recibe, necesariamente tiene en los primeros años

de su ingreso al mercado laboral mayor restricción económica. Colocar el peso

del descuento de los estudios recibidos es contraproducente. Además crear

una estructura administrativa que recaude ese impuesto es antieconómico,

porque no produciría una diferencia cuantitativa en esa diferenciación, del

que obtendría por el cobro de impuestos directos a la generalidad de la

Sociedad y sí, de implementarse, provocaría gastos de mantenimiento de una

estructura que no lograría una diferencia apreciable en el total de impuestos.

Financiamiento Estatal de la Educación Superior

Como se explicaran oportunamente, el financiamiento de la educación a cargo del

Estado, obligación ineludible, puede darse mediante la subvención de la oferta o de

la demanda, si pretendemos consagrar su gratuidad. Cada uno de estos extremos

tiene sus vicios, Como principio antes de determinar un proceso equitativo entre las

distintas universidades, es preciso lograr un justo equilibrio resultante de en cuáles

carreras hay que subvencionar la oferta; es decir entregar financiamiento a las

Universidades para que dicten gratuitamente sus carreras y la otra es subvencionar

la demanda, mediante la entrega de créditos educativos, becas, deducciones de

impuestos, etc.

Para ello es necesario primariamente establecer que las Universidades tienen una

base de financiamiento necesario para su funcionamiento. Esta base sería mediante

la entrega de dinero en relación al costo que implica el funcionamiento en relación a

la cantidad de docentes, personal de apoyo académico y alumnos (en una ecuación

que se aplicable a todas las Universidades). Complejizar en demasía las variables

para la entrega de fondos produce el efecto distinto al que se pretende, que cada
Universidad inventa las variables favorables que se adecuen el mecanismo en boga.

Las que tiene muchos alumnos, piden de acuerdo a ello, las que son nuevas para su

crecimiento, las que son viejas para su estabilidad y funcionamiento, las que

provocan muchos egresados por cuanto y la que no por tanto. La multiplicidad de

variables, produce que los fondos se entreguen, en una base histórica incremental y

políticamente en una suerte de mesa de pocker 6 y nadie sepa que mecanismo

universal ha sido el privilegiado al momento de la toma de decisiones. Cuando

construyamos una sencilla variable universal para la entrega equitativa de fondos,

más allá de los mecanismos históricos, podremos empezar a cimentar sobre esa

base sólida, políticas de premios o castigos de acuerdo a la eficiencia en la

utilización de los fondos, más allá de las situaciones contingenciales de haber

cumplido con una evaluación o acreditación de dudosa probidad, más allá del

requisito. Por que como habíamos dicho las Universidades adquieren capacidad de

camuflar sus datos de acuerdo a las exigencias del momento lo que torna inciertos

los resultados, “cuales actuales mediciones del INDEC”, situación que en este

trabajo se metaforiza con el ejemplo del pase anunciado al jugador en la práctica

de fútbol. Las Universidades produce anticuerpos a las demandas de los Organismos

Evaluadores y de Acreditación y cumplen con los deberes de cómo hacer para

conseguir más fondos o como lucir como eficientes y acreditables, pero detrás de

todos estos enmascaramientos no hay cambios fundamentales en su funcionamiento.

En el año 2003 en la UnCuyo se hizo un procedimiento de evaluación del personal de

apoyo académico, que más que un sesudo procedimiento que produjera datos

observables fue un mecanismo de puesta en escena para satisfacer requerimientos

externos, de la CONEAU, del CIN, de la SPU, o de otra sigla que no recuerdo, pero

no para perseguir perfeccionar el desempeño. Otro caso arquetípico o

6
Frase extraída de clase del Cont. Rosell que hago propia.
paradigmático es el Plan Estratégico de la UNCuyo, que más allá de lo elocuente que

resulte y de la aplicabilidad que han tenido algunas ideas sustentables, no es en

definición y construcción un plan que haya tenido una concepción estratégica ya sea

por la falta de proyección en el tiempo, como la ausencia de pluralidad en su

construcción.

He incluido en el presente trabajo los mecanismos de financiamiento aplicables, no

porque defienda uno de ellos o todos, sino para demostrar que cuando la

complejidad es tal que los parámetros son diversos, se convierten en difusos y

devienen en una confusión que premia o castiga a las Universidades sin parámetros

entendibles.

El buen funcionamiento del financiamiento está en simplificar los métodos, sin

perjuicio de conservar mecanismos de evaluación y acreditación idóneos. El exceso

de mecanismos sujetos a programas o cumplimientos de metas, desvirtúan lo que se

pretende que es la eficiencia, porque todas las Universidades actúan enmascarando

su situación para que luzca prolija a los mandamientos de ocasión.

El tema está en simplificar, y en la mesa de pocker existente, barajar y dar de

nuevo, porque ya todos tienen las cartas marcadas. Partiendo de la indelegable

procuración del bien “educación superior” por parte del Estado hay que determinar,

sobre bases firmes, cuál es la realidad de cada Universidad. Construyendo este

presupuesto básico hay que utilizar el financiamiento apuntando a los dos tipos de

subvenciones, pero con claridad en que oferta hay que atender y que demanda hay

que satisfacer:

La oferta estará para las carreras que resulten útiles y prioritarias al crecimiento

de las personas y del país y fundamentalmente para la investigación en mayúsculas y

la extensión, en una parte, pero no para aquellas carreras cuyos estudios están

sobreofertados y que no tienen cabida en el Mercado laboral. El sistema de


créditos a los alumnos emulando el “erasmus mundos” Europeo, estará destinado a

los alumnos, para lograr igualdad de oportunidades en los sectores desfavorecidos y

para que ellos, los educandos, a través de su elección, provoquen la eficiencia en las

Universidades para captar ese aporte y para procurar una educación deseable y

valorable por el alumno.

La verdad es que tenemos que convertir en verbos todas las tareas que

sustantivamente y elocuentemente pretenden y programan los distintos sistemas de

información e intentos de organización, para que se concreticen, para que la

autonomía sea un deber, para que la educación sea verdaderamente un derecho de

todos, para que la gestión de las Universidades se asuma desde la responsabilidad

social que implica el devolver a la Sociedad, el esfuerzo que la misma hace para

sostener este bien público, esencial y basal del crecimiento de un país.

El prudente equilibrio entre estas posibilidades, logrará la eficiencia, equidad y

consecuente maximización de los recursos en las Instituciones de Educación

Superior. Yo, en mis tantos yo: como alumno, como personal de la Universidad, como

miembro de la sociedad y como argentino… estaré agradecido.

Bibliografía

LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR 24.521 – Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología Año 1995
ANTEPROYECTO LEY DE PRESUPUESTO 2008 - Ministerio de Economía, año 2007

FERNANDEZ LAMARRA, Norberto - La Educación Superior en la Argentina – Año 2002

VIZZIO, Miguel Angel Eficiencia y equidad en el financiamiento universitario argentino - Revista de Economía y
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LOPEZ, Emanuel - PONS Cesar R y SAUL Jonahatan. Equidad Eficiencia e Incentivos en la Educación Superior –
Año 2005

GARCIA de FANELLI, Gestión De Las Universidades Públicas – La Experiencia Internacional. Año 2004

GORRI MONTANE, Alicia, Material de la Cátedra Gestión Económica Financiera, Año 2007

GONZALEZ GAVIOLA, Miguel, Apuntes de presentación brindada en clase en Tecnicatura en Gestión, Año 2007

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