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Universidad Militar Nueva Granada.

Teoría de la Prueba.

Docente: Ernesto Campos García.

Daniela Rincón Méndez.

¿ES ALCANZABLE LA VERDAD EN LOS PROCESOS JUDICIALES?

Muchas veces presenciamos la enorme discrepancia que existe entre lo que se


considera como verdad, esa gran desarmonía entre la diferentes concepciones de
verdad y lo que realmente se aprecia en la practica, en diversas ocasiones se
puede llegar a considerar que la verdad es una utopía, ya que su significado y
trascendencia varia según la ideología que se acoja y esto a la larga genera que
en la praxis existan grandes falencias e incoherencias, debido a que no existe
parámetro unánime que permita establecer que es lo exactamente correcto en la
búsqueda de la verdad; partiendo desde esta consideración me parece importante
evaluar la relevancia e influencia que tiene la verdad dentro del proceso, el valor
que se le otorga a esta y el poder posee dentro de nuestro sistema jurídico.

Basando en el articulo del Doctor Luis Guillermo Acero Gallego, titulado “La
verdad en los proceso judiciales” se analizara los diferentes ángulos en el que se
concibe la verdad en Colombia , en especial en relación con el sistema jurídico,
específicamente con el proceso judicial, dado que se da por entendido de que el
fin principal del proceso es la búsqueda de la verdad, de forma generalizada se
puede afirmar entonces que la decisión del juez será verdaderamente justa
cuando se fundamente en los hechos que ocurrieron en realidad y así mismo el
postulado que ratifica la teoría de la correspondencia en cuanto la verdad se
predica de las preposiciones, las cuales serán verdaderas en la medida que
correspondan con la realidad empírica, por lo que se intuye que si con el proceso
se busca la verdad, se entiende que el proceso es un método viable para
alcanzarla; De aquí surgen dos tesis acerca de la posibilidad de alcanzar la
verdad, una que admite la posibilidad de alcanzarla y otra que la niega, la primera
de ellas considera a ciencia cierta que la realidad empírica es aprehensible por
quien la observa y que, en consecuencia, las proposiciones que se elaboren sobre
esa realidad, si concuerdan con ella, deben por lo tanto ser verdaderas , lo que
sugiere el hecho de que para alcanzar una decisión justa resulta preciso que el
juez falle sobre la base de lo ocurrido, precisándose que si los hechos con base a
los cuales se hace la adecuación no coinciden con lo sucedido generara una
decisión que no se pueda tomar como justa y así mismo que las normas sean
aplicadas en una realidad errónea lo que sugiere la aceptación de la verdad
conseguida en el proceso diferentes en comparación con las otras verdades, dado
que en el método judicial existen ciertas características para alcanzar el
conocimiento.

Respecto a la segunda tesis que niega la posibilidad de alcanzar la verdad en el


proceso considera que las apreciaciones judiciales, decisiones y en general son
producto exclusivos de la percepción personal y subjetiva de los sujetos participan
en el proceso desde la postura sociológica , rompiendo de cierta forma la relación
con lo acontecido empíricamente, se debe entonces evaluar que la supuesta
realidad que se construye en la mente del observador concuerda o puede
concordar con la realidad “verdadera”, lo que produce que en materia procesal se
discuta si la realidad existe por fuera del proceso y si es posible llegar a esta a
través de los diferentes medios probatorios o si exclusivamente existe en la mente
del juez, por otro lado desde una postura lingüística se considera que la realidad
que concebimos nos ha sido transmitida por otras personas, lo que exige el uso
del lenguaje , siendo el medio primordial de transferencia del conocimiento, lo cual
implica una interpretación lo que genera que ese intercambio de conocimiento
impida lograr una verdad completamente objetiva, creyéndose entonces que todo
depende es de las habilidades que se tengan para persuadir y convencer al juez,
lo que puede llegar admitir que no existe ni la verdad procesal ni ninguna otra.

Por otro lado la jurisprudencia constitucional analizada se plantea que existen dos
tendencias una que se le da mayor valor a la verdad por encima del debido
proceso expuesto con diferentes casos , entre las cuales se puede apreciar
algunas consideraciones de la Corte como el hecho de que la única verdad que
cuenta es la que se ajusta al debido proceso, es decir el debido proceso debe
sujetarse a la búsqueda de la verdad, que en las situaciones en las que los
funcionarios judiciales se encuentren sometidos al debido proceso eso no
significa que sus actuaciones se vuelvan inmodificables o que permanezcan en
error sabiendo que se ha atentado contra la verdad, así mismo se habla de una
verdad a toda costa, así sea obtenida incluso por medio de pruebas que han sido
obtenidas con violación de derechos fundamentales y del debido proceso o tal
como se expone en algunas sentencias que se regían por el anterior Código de
Procedimiento Penal donde la corta consideraba que en pro de la eficacia y
celeridad de la administración de justicia y la búsqueda de la verdad, el funcionario
judicial la posibilidad de afectar la libertad de quien desatendiera la orden de
comparecer a rendir indagatoria que a la larga afectaba diferentes principios y
derechos fundamentales con la justificación de obtener la verdad a toda medida.
Por otra parte la tendencia que le da mayor importancia al debido proceso,
considera que este se debe garantizar con el fin de restablecer un equilibrio o
balance entra la verdad construida por el investigador y la verdad que pueda
aportar el investigado, para ellos resulta necesario rechazar la verdad unilateral
,se puede entender entonces que la verdad no lo es todo en el proceso judicial, ya
que la verdad no es una sola, por cuanto tanto el investigador como el investigado
puede tener su propia versión de los hechos así sean coincidentes o semejantes;
En síntesis el autor que la tensión entre verdad y debido proceso que en virtud de
que el fin primordial del proceso es la obtención de la verdad, es necesario
respetar ciertas reglas o parámetros a seguir regulados por la ley, por cuanto debe
respetarse en forma estricta todos los elementos que configuran el debido
proceso, es decir en pruebas regulares y oportunamente llegadas al proceso, del
derecho a la defensa y contradicción , lo que insinúa que no debe acogerse una
postura tan radical en la búsqueda de la verdad.

De igual forma el autor hace la distinción de que existen varias clases de verdad
que dependen del tipo de conocimiento que se busca construir y la rama del saber
en el que se desarrolla, se habla entonces de la verdad metafísica que se alcanza
por la inteligencia, mediante la exposición y confrontación de premisas que surge
en el campo filosófico , el método para llegar a esta verdad es la discusión y
razonamiento de ideas, por otro lado esta la verdad física que es aquella que se
obtiene a través de los sentidos, que surge de la comprobación de la hipótesis a
través del método de ensayo y error, por otro lado la verdad histórica que es el
producto de la relaciones sociales y tiene como origen las fuentes y los relatos
sobre un determinado acontecimiento que busca alcanzar la verdad extrajudicial,
por el contrario la verdad judicial suele no ser la historia, ya que esta debe cumplir
con estándares específicos bastante exigentes entre los cuales esta que produzca
certeza al juez, aunque debe tenerse en cuenta que no puede ni debe ser
considerada como una verdad absoluta, ya que esta es relativa por los medios
que se emplean para obtenerla los cuales pueden sufrir de limitaciones
temporales, sociológicas, contextuales , los marcos de referencia y los elementos
semióticos o de lenguaje. Por ende la verdad alcanzable en el ámbito judicial se
puede catalogar como una verdad apenas jurídica, que en términos probatorios,
se construye con base al tema de la prueba y el tema especifico debatido, por el
contrario la verdad histórica posee una óptica amplia, dado que no solo se analiza
los hechos relevantes jurídicamente sino todas las circunstancias que resulten
importantes, especialmente para las partes.

Como conclusión se puede apreciar que la verdad puede ser entendida desde
diferentes ángulos, en los cuales se le brinda mayor o menor trascendencia,
cuestión que genera gran debate por cuanto captar una definición unánime de
verdad es sumamente complejo lo que genera la necesidad de aceptar diferentes
tipos de verdades, por eso creo pertinente establecer la distinción de que no
siempre la verdad procesal obedecerá o encajara con lo que se entienda como
verdad en general debido a que para cada persona la percepción de la realidad
es diferente y a la larga lo que se considera verdad varía según quien lo evalué,
por ello fue fundamental establecer tal trazo de diferencia entre la verdad que se
busca en el proceso y lo que se pueda creer que es verdad porque sin tal
distinción se podría estar cayendo en un círculo vicioso, en el cual no se llegaría a
una respuesta si no a infinitas cuestiones e imprecisiones, por eso es que se fijan
ciertos parámetros y requisitos para llegar a la verdad procesal donde se hace
fundamental el rol del juez en acoger la posición más imparcial que se encamine
en pro de la resolución más justa y que mejor se acoja a las pruebas legales, que
provenga del estudio y evaluación de lo presentado por el demandante como por
el demandado, así mismo el hecho de que para llegar a esta verdad es
fundamental el buen actuar de los participantes, en cuanto no presenten ningún
tipo de prueba que no sea veraz y que en vez de aportar claridad al juez diluyan y
tergiversen la verdad procesal.

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