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UNIVERSIDAD CATÓLICA

BOLIVIANA SAN PABLO

REDES UBICUAS, IoT, BIG DATA y CLOUD

INTEGRANTES:
 Luis Gabriel Herrera Orihuela
 Roly Orlando Suca Lima
 Diego Ernesto Zegarra Beltran

MATERIA: Redes de de Acceso y Transporte


DOCENTE: Giovanni Adolfo Gismondi Glave

La Paz, 29 de agosto de 2018


REDES UBICUAS

Las tecnologías ubicuas nos dan una nueva visión de la sociedad, vista a través de las mejoras que
se producen en la calidad de vida de los ciudadanos. Se puede decir, entonces, que la ubicuidad de
las tecnologías está dada por la disponibilidad de servicios, procesos e información vinculada a ellas
en cualquier lugar y en todo momento.
Este tipo de tecnología apunta a hacer nuestras vidas más simples, con el uso de herramientas que
permitan manejar información fácilmente. Estas herramientas son una nueva clase de dispositivos
inteligentes y portátiles, que permiten al usuario interactuar en todo momento desde cualquier
ubicación.

Todo apunta a que la próxima etapa de las comunicaciones “ininterrumpidas” será el surgimiento de
nuevas tecnologías y redes ubicuas, además de la mejora de las tecnologías ya existentes, tales
como:

 Tecnología de identificación por radio frecuencias (RFID), una tecnología que viene
sosteniendo un crecimiento muy importante, a nivel Nacional e Internacional.
 Microsensores, adecuados para detectar una gran cantidad de parámetros del entorno
(presión, temperatura, movimiento, etc)
 Mejoras en las comunicaciones de corto alcance en forma inalámbrica.
 Mejoras en los métodos para determinar posiciones de objetos (GPS)
 Redes de área corporal (Body Area Network), donde el propio cuerpo humano se utiliza
como medio de transmisión de señales eléctricas de muy baja intensidad.
 Computación Vestible (wearable computing), donde se utilizan ciertas propiedades de la
ropa (fibras que pueden cambiar su resistencia eléctrica) al estirarlas o doblarlas, ofreciendo
el manejo de interfaces Hombre-Máquina.
La computación ubicua podría originar la aparición de una serie de aplicaciones totalmente nuevas,
donde por ejemplo, los objetos funcionando de forma cooperativa crearán nuevas utilidades
emergentes. Esto podría tener gran connotación comercial y enormes repercusiones económico-
sociales.

Sabemos que la cantidad de computadoras conectadas a Internet, han aumentado en los últimos
años, y de hecho, es una tendencia que sigue en aumento. Estas redes tradicionales, seguirán
creciendo y desarrollándose, aunque las nuevas redes estarán enfocadas para construir hogares,
oficinas y no necesitaran contar con la presencia de usuarios. Casas y edificios inteligentes, es la
nueva premisa.

Los tipos de dispositivos que se usaran para conectarse no estarán solamente atados a computadoras
personales, de escritorio o a servidores, esto abarca incorporar tecnología móvil (hoy existente)
como por ejemplo: PDAs, y cualquier otro componente que pueda comunicarse en forma
inalámbrica para interactuar con el resto de los dispositivos.

A diferencia de las computadoras tradicionales y de las redes existentes, los nuevos dispositivos
tendrán las siguientes características:

 Mucho más pequeños, grandes capacidades de procesamiento y memoria, con


almacenamiento, o almacenamiento no persistente.

 Se conectarán con otros dispositivos o elementos si intervención del usuario


 Conectividad inalámbrica

 Cambiarán y mejorarán rápidadamente, por lo que serán muy accesibles, al mismo tiempo
que podrán ser reemplazados rápidamente por otros iguales o mejores.

Las redes ubicuas en general explotan el entorno digital que se caracteriza por:

1. No requerir usuarios
2. Incorporan sensibilidad, adaptabilidad y respuesta a cada necesidad
3. Acceso Ubicuo, a través de interacciones naturales

Ámbitos y aplicaciones de la Tecnología Ubicua.

Algunos países como Italia, Japón, la República de Corea y Singapur, que adoptaron en una fase
temprana, las tecnologías móviles y ubicuas, fueron los países elegidos para realizar estudios de
casos.
Si bien gran parte de la actividad, sobre todo en Europa y los Estados Unidos, se ha concentrado en
las tecnologías RFID en el contexto de la gestión de productos o como una sustitución para los
códigos de productos universales (códigos de barras), la noción de “ubicuo” en la Región Asia-
Pacífico es mucho más amplia.

Hace mucho tiempo que Singapur actúa como líder en el ámbito del gobierno y ha sido un precursor
en cuanto a la utilización de tecnologías ubicuas en ámbitos tales como la gestión del tráfico y la
automatización de bibliotecas.

Las micro plaquetas RFID se vienen utilizando desde 1998 para la fijación de precios en las rutas y
el país cuenta con un grado de penetración de vehículos del 100%. La estrategia actual de Singapur
gira en torno a su objetivo de transformarse en Concentrador de la próxima generación., con
intención de
crear una red segura de velocidad ultrarrápida para impulsar la conectividad de la próxima
generación.

Como se puede observar, el ámbito de aplicación de las tecnologías ubicuas es muy amplio.
Una tecnología importante que viene teniendo mucho crecimiento en Argentina es la
implementación de tecnología RFID en diversos ámbitos.

Tecnologías de Identificación de Radio Frecuencia “RFID”

Aunque no se trata de un nuevo concepto, esta tecnología es la que vemos con más frecuencia
y la que se está expandiendo muy rápidamente no sólo en Argentina, sino en el mundo.

La tecnología RFID permite la compilación automatizada de informaciones sobre productos,


horas, lugares y transacciones.

Un sistema RFID consta de dos componentes principales:

 Transpondedor: para transportar datos (por ejemplo, un rótulo), que está ubicado en
el objeto que se ha de identificar

 Interrogador: (o lector) para leer los datos transmitidos (por ejemplo, en un


dispositivo portátil o empotrado en una pared).

Muchos lectores están equipados de una interfaz adicional (es decir, un soporte intermedio)
que le permite transmitir los datos recibidos a otro sistema, como una computadora personal o
un sistema de control robot.
Si bien existen ejemplos tempranos de tecnologías ubicuas y sus aplicaciones, como por
ejemplo el teléfono móvil, el concepto de acceso en todo momento, en cualquier lugar, por
todas las personas y todas las cosas, se ve aún limitado por la incapacidad de compilar datos
brutos sobre el lugar donde se encuentran las cosas y los cambios en su estado.

La RFID promete introducir un cambio en ese paradigma informático, de modo tal que, en el
futuro, no sólo las personas y sus dispositivos de comunicación estarán conectados a redes
mundiales, sino que también lo estará un gran número de objetos inanimados, desde
neumáticos hasta navajas de afeitar. Las aplicaciones de la RFID permitirán la compilación
automática y autónoma de datos sobre todas las cosas que vemos y utilizamos en nuestro
entorno, creando de ese modo, espacios de red verdaderamente inteligentes y ambientales.

Figura I. Rótulo RFID


Los beneficios potenciales de las aplicaciones RFID varían desde una atención médica mejor
y más eficaz, hasta un aumento de la conveniencia en los puntos de venta, una mayor
prevención de fraudes y la simplificación de los procesos comerciales (en particular, en las
aplicaciones de gestión de la cadena de suministro).

El crecimiento a corto plazo en cuanto a la utilización de la RFID seguirá estando impulsado


por aplicaciones comerciales, mientras que las aplicaciones de consumo aumentarán a
mediano y largo plazo. Según las revisiones de la empresa Frost and Sullivan, en 2010 se
registrará un aumento de ingresos de 11.700 Millones USD; en 2003, según las mismas
estimaciones, el valor de este mercado ascendía a 1700 millones USD.

BIG DATA
Big Data es un término que describe el gran volumen de datos, tanto estructurados como no
estructurados, que inundan los negocios cada día. Pero no es la cantidad de datos lo que es
importante. Lo que importa con el Big Data es lo que las organizaciones hacen con los datos.
Big Data se puede analizar para obtener ideas que conduzcan a mejores decisiones y
movimientos de negocios estratégicos.

¿Qué es Big Data?


Cuando hablamos de Big Data nos referimos a conjuntos de datos o combinaciones de
conjuntos de datos cuyo tamaño (volumen), complejidad (variabilidad) y velocidad de
crecimiento (velocidad) dificultan su captura, gestión, procesamiento o análisis mediante
tecnologías y herramientas convencionales, tales como bases de datos relacionales y
estadísticas convencionales o paquetes de visualización, dentro del tiempo necesario para que
sean útiles.
Aunque el tamaño utilizado para determinar si un conjunto de datos determinado se considera
Big Data no está firmemente definido y sigue cambiando con el tiempo, la mayoría de los
analistas y profesionales actualmente se refieren a conjuntos de datos que van desde 30-50
Terabytes a varios Petabytes.
La naturaleza compleja del Big Data se debe principalmente a la naturaleza no estructurada
de gran parte de los datos generados por las tecnologías modernas, como los web logs, la
identificación por radiofrecuencia (RFID), los sensores incorporados en dispositivos, la
maquinaria, los vehículos, las búsquedas en Internet, las redes sociales como Facebook,
computadoras portátiles, teléfonos inteligentes y otros teléfonos móviles, dispositivos GPS y
registros de centros de llamadas.
En la mayoría de los casos, con el fin de utilizar eficazmente el Big Data, debe combinarse
con datos estructurados (normalmente de una base de datos relacional) de una aplicación
comercial más convencional, como un ERP (Enterprise Resource Planning) o un CRM
(Customer Relationship Management).

¿Por qué el Big Data es tan importante?


Lo que hace que Big Data sea tan útil para muchas empresas es el hecho de que proporciona
respuestas a muchas preguntas que las empresas ni siquiera sabían que tenían. En otras
palabras, proporciona un punto de referencia. Con una cantidad tan grande de información,
los datos pueden ser moldeados o probados de cualquier manera que la empresa considere
adecuada. Al hacerlo, las organizaciones son capaces de identificar los problemas de una
forma más comprensible.

La recopilación de grandes cantidades de datos y la búsqueda de tendencias dentro de los


datos permiten que las empresas se muevan mucho más rápidamente, sin problemas y de
manera eficiente. También les permite eliminar las áreas problemáticas antes de que los
problemas acaben con sus beneficios o su reputación.

El análisis de Big Data ayuda a las organizaciones a aprovechar sus datos y utilizarlos para
identificar nuevas oportunidades. Eso, a su vez, conduce a movimientos de negocios más
inteligentes, operaciones más eficientes, mayores ganancias y clientes más felices. Las
empresas con más éxito con Big Data consiguen valor de las siguientes formas:

Reducción de coste. Las grandes tecnologías de datos, como Hadoop y el análisis basado en
la nube, aportan importantes ventajas en términos de costes cuando se trata de almacenar
grandes cantidades de datos, además de identificar maneras más eficientes de hacer negocios.
Más rápido, mejor toma de decisiones. Con la velocidad de Hadoop y la analítica en
memoria, combinada con la capacidad de analizar nuevas fuentes de datos, las empresas
pueden analizar la información inmediatamente y tomar decisiones basadas en lo que han
aprendido.
Nuevos productos y servicios. Con la capacidad de medir las necesidades de los clientes y la
satisfacción a través de análisis viene el poder de dar a los clientes lo que quieren. Con la
analítica de Big Data, más empresas están creando nuevos productos para satisfacer las
necesidades de los clientes.
Por ejemplo:

Turismo: Mantener felices a los clientes es clave para la industria del turismo, pero la
satisfacción del cliente puede ser difícil de medir, especialmente en el momento oportuno.
Resorts y casinos, por ejemplo, sólo tienen una pequeña oportunidad de dar la vuelta a una
mala experiencia de cliente. El análisis de Big data ofrece a estas empresas la capacidad de
recopilar datos de los clientes, aplicar análisis e identificar inmediatamente posibles
problemas antes de que sea demasiado tarde.
Cuidado de la salud: El Big Data aparece en grandes cantidades en la industria sanitaria. Los
registros de pacientes, planes de salud, información de seguros y otros tipos de información
pueden ser difíciles de manejar, pero están llenos de información clave una vez que se aplican
las analíticas. Es por eso que la tecnología de análisis de datos es tan importante para el
cuidado de la salud. Al analizar grandes cantidades de información - tanto estructurada como
no estructurada - rápidamente, se pueden proporcionar diagnósticos u opciones de tratamiento
casi de inmediato.
Administración: La administración se encuentra ante un gran desafío: mantener la calidad y
la productividad con unos presupuestos ajustados. Esto es particularmente problemático con
lo relacionado con la justicia. La tecnología agiliza las operaciones mientras que da a la
administración una visión más holística de la actividad.
Publicidad: La proliferación de teléfonos inteligentes y otros dispositivos GPS ofrece a los
anunciantes la oportunidad de dirigirse a los consumidores cuando están cerca de una tienda,
una cafetería o un restaurante. Esto abre nuevos ingresos para los proveedores de servicios y
ofrece a muchas empresas la oportunidad de conseguir nuevos prospectos.
Otros ejemplos del uso efectivo de Big Data existen en las siguientes áreas:
Uso de registros de logs de TI para mejorar la resolución de problemas de TI, así como la
detección de infracciones de seguridad, velocidad, eficacia y prevención de sucesos futuros.
Uso de la voluminosa información histórica de un Call Center de forma rápida, con el fin de
mejorar la interacción con el cliente y aumentar su satisfacción.
Uso de contenido de medios sociales para mejorar y comprender más rápidamente el
sentimiento del cliente y mejorar los productos, los servicios y la interacción con el cliente.
Detección y prevención de fraudes en cualquier industria que procese transacciones
financieras online, tales como compras, actividades bancarias, inversiones, seguros y atención
médica.
Uso de información de transacciones de mercados financieros para evaluar más rápidamente
el riesgo y tomar medidas correctivas.

Desafíos de la calidad de datos en Big Data


Las especiales características del Big Data hacen que su calidad de datos se enfrente a
múltiples desafíos. Se trata de las conocidas como 5 Vs: Volumen, Velocidad, Variedad,
Veracidad y Valor, que definen la problemática del Big Data.
Estas 5 características del big data provocan que las empresas tengan problemas para extraer
datos reales y de alta calidad, de conjuntos de datos tan masivos, cambiantes y complicados
Hasta la llegada del Big Data, mediante ETL podíamos cargar la información estructurada
que teníamos almacenada en nuestro sistema ERP y CRM, por ejemplo. Pero ahora, podemos
cargar información adicional que ya no se encuentra dentro de los dominios de la empresa:
comentarios o likes en redes sociales, resultados de campañas de marketing, datos
estadísticos de terceros, etc. Todos estos datos nos ofrecen información que nos ayuda a saber
si nuestros productos o servicios están funcionando bien o por el contrario están teniendo
problemas.

Algunos desafíos a los que se enfrenta la calidad de datos de Big Data son:

Tremendo volumen de datos


Como ya hemos visto, el volumen de datos es enorme, y eso complica la ejecución de un
proceso de calidad de datos dentro de un tiempo razonable.

Es difícil recolectar, limpiar, integrar y obtener datos de alta calidad de forma rápida. Se
necesita mucho tiempo para transformar los tipos no estructurados en tipos estructurados y
procesar esos datos.

Mucha volatilidad
Los datos cambian rápidamente y eso hace que tengan una validez muy corta. Para
solucionarlo necesitamos un poder de procesamiento muy alto.

Si no lo hacemos bien, el procesamiento y análisis basado en estos datos puede producir


conclusiones erróneas, que pueden llevar a cometer errores en la toma de decisiones.

CLOUD
Cloud son tecnologías que habilita al usuario el consumo de servicios pagando solo por lo
que se consume, de forma escalable, elástica, flexible y por medio de un portal de auto
aprovisionamiento. Escalabilidad y Elasticidad se refiere a la capacidad de hacer crecer o
decrecer las características físicas y Flexibilidad a la capacidad de ajustar y desplegar
rápidamente soluciones a las necesidades particulares de la organización.
Nota: Si no existe un portal de auto aprovisionamiento. “No existe Cloud, sino virtualización”

Las tecnologías Cloud ofrece al usuario diversos formatos, comúnmente llamado modelos de
servicios entre los cuales se encuentran: IaaS, PaaS, SaaS

 IAAS (INFRAESTRUCTURA COMO SERVICIO)


En este modelo de servicio, el usuario principalmente adquiere y consume Cpu, memoria, red
y almacenamiento como servicio para las aplicaciones, proyectos, herramientas etc. En IaaS
el usuario controla el sistema operativo y despliega los servidores, y el proveedor de servicio
se encarga de la complejidad de la infraestructura física y lógica.

Uso recomendado: Se recomienda cuando el usuario necesita desplegar por su propia cuenta
los servidores, ampliarlos, mantenerlos, reiniciarlos, escalarlos etc. Por lo cual el perfil del
usuario debe ser alguien dedicado al area de TI

 PAAS (PLATAFORMA COMO SERVICIO)

Una plataforma como servicio se enfoca hacia aplicaciones multimodulares o hacia el


despliegue de soluciones de infraestructuras más complejas. Para lograr esto generalmente
usa la orquestación como medio para conectar componentes de software y hardware para
ofrecer una solución completa al cliente sin necesidad de largos procesos de despliegue.
Ej.Sistemas Crm, SharePoint, Exchange etc. El usuario usa la solución, paga por usarla y el
proveedor se encarga de la automatización y el despliegue de dichas aplicaciones.

Uso recomendado: Para usuarios que consumen las aplicaciones como soluciones
hospedadas. El perfil del usuario es medianamente técnico.

 SAAS (SOFTWARE COMO SERVICIO)

El usuario interactua con el servicio por medio de un usuario y un password. Usa el servicio
por medio de un navegador o por otro medio similar, pero el usuario no controla ni el
hardware, ni la plataforma, ni se entera de lo que corre por debajo de la solución.
Sencillamente es un servicio de usuario final. Ej: Salesforce

Otros Modelos de Servicios para la nube


En la medida que las tecnologías Cloud han evolucionado al mismo tiempo han dado a luz
otras tecnologías de servicios entre las cuales numeraremos algunas de ellas muy frecuentes:

 FWaaS = Firewall as a Service (Firewall como Servicio)


 LBaaS= Load Balancing as a Service
 DBaaS= Database as a Service
 DaaS = Desktop as a Service
 Storage Services: Volume Storage as a Service y Objects Storage as a Services etc. y
XaaS (Cualquier cosa como servicio) entre otros.

Condiciones Obligatorias de Cloud


Una oferta tiene características cloud si cumple las siguientes condiciones:

 La facturación es por consumo y demanda.


 Existe auto aprovisionamiento por medio de un portal de servicios
 El usuario debe contar con escalabilidad (Capacidad de aumentar o decrecer los
recursos)
 El usuario debe tener flexibilidad y elasticidad. Y ajustarlo a su modelo de negocio.
 La premisa general es que si existen 2 condiciones que no se cumplen,
probablemente el servicio está enfocado más en la virtualización que en las
tecnologías cloud.

IoT

Internet de las cosas (en inglés, Internet of Things, abreviado IoT; IdC, por sus siglas
en español) es un concepto que se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos
con Internet. Alternativamente, Internet de las cosas es la conexión de Internet con más cosas u
objetos que con personas. También, se suele conocer como Internet de todas las cosas o
Internet en las cosas. Si los objetos de la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio,
podrían ser identificados y gestionados por otros equipos, de la misma manera que si lo fuesen
por seres humanos.
El concepto de Internet de las cosas fue propuesto por Kevin Ashton en el Auto-ID
Center del MIT en 1999, donde se realizaban investigaciones en el campo de la identificación
por radiofrecuencia en red (RFID) y tecnologías de sensores.
Por ejemplo, si los libros, termostatos, refrigeradores, la paquetería, lámparas, botiquines, partes
automotrices, entre otros, estuvieran conectados a Internet y equipados con dispositivos de
identificación, no existirían, en teoría, artículos fuera de stock o medicinas caducas; sabríamos
exactamente la ubicación, cómo se consumen en el mundo; el extravío sería cosa del pasado, y
sabríamos qué está encendido y qué está apagado en todo momento.
El Internet de las cosas debería codificar de 50 a 100 000 millones de objetos y seguir el
movimiento de estos. Se calcula que todo ser humano está rodeado, al menos, por un total de
aproximadamente 1000 a 5000 objetos. Según la empresa Gartner, en el 2020 habrá en el
mundo aproximadamente 26 mil millones de dispositivos con un sistema de conexión al Internet
de las cosas. Abi Research, por otro lado, asegura que para el mismo año existirán 30 mil
millones de dispositivos inalámbricos conectados a Internet. Con la próxima generación de
aplicaciones de Internet (protocolo IPv6) se podrían identificar todos los objetos, algo que no se
podía hacer con IPv4. Este sistema sería capaz de identificar instantáneamente por medio de un
código a cualquier tipo de objeto.

APLICACIONES
Las aplicaciones para dispositivos conectados a internet son amplias. Múltiples categorizaciones
han sido sugeridas, la mayoría están de acuerdo en separar las aplicaciones en tres principales
ramas de aplicación: consumidores, empresarial, e infraestructura. George Osborne, ex miembro
del gabinete encargado de finanzas, propone que la IoT es la próxima etapa en la revolución de
la información, haciendo referencia a la interconectividad de todo, desde el transporte urbano
hasta dispositivos médicos, pasando por electrodomésticos.
La capacidad de conectar dispositivos embebidos con capacidades limitadas de CPU, memoria y
energía significa que IoT puede tener aplicaciones en casi cualquier área. Estos sistemas podrían
encargarse de recolectar información en diferentes entornos, desde ecosistemas naturales hasta
edificios y fábricas, por lo que podrían utilizarse para monitoreo ambiental y planeamiento
urbanístico.

Características
Inteligencia
El Internet de las cosas probablemente será "no determinista" y de red abierta (ciberespacio), en
la que entidades inteligentes auto-organizadas (servicio Web, componentes SOA) u objetos
virtuales (avatares) serán interoperables y capaces de actuar de forma independiente (que
persiguen objetivos propios o compartidos), en función del contexto, las circunstancias o el
ambiente. Se generará una Inteligencia Ambiental (construida en Computación ubicua).
La versión industrial del IoT se conoce como IIoT, Industrial Internet of Things, de sus siglas en
inglés. Incluirá determinismo, fiabilidad y sincronismo.
Arquitectura
El sistema será probablemente un ejemplo de "arquitectura orientada a eventos65, construida de
abajo hacia arriba (basada en el contexto de procesos y operaciones, en tiempo real) y tendrá en
consideración cualquier nivel adicional. Por lo tanto, el modelo orientado a eventos y el enfoque
funcional coexistirán con nuevos modelos capaces de tratar excepciones y la evolución insólita
de procesos (Sistema multi-agente, B-ADSC, etc.).
En un Internet de las cosas, el significado de un evento no estará necesariamente basado en
modelos determinísticos o sintácticos. Posiblemente se base en el contexto del propio evento:
así, será también una Web Semántica. En consecuencia, no serán estrictamente necesarias
normas comunes que no serían capaces de manejar todos los contextos o usos: algunos actores
(servicios, componentes, avatares) estarán autorreferenciados de forma coordinada y, si fuera
necesario, se adaptarían a normas comunes (para predecir algo solo sería necesario definir una
"finalidad global", algo que no es posible con ninguno de los actuales enfoques y normas).

Relación entre redes ubicuas y Big Data

«Interfaces gestuales que permiten acceder, relacionar y procesar información registrada en


tiempo real; centros comerciales en los que somos reconocidos al entrar y amables agentes
virtuales nos hablan desde pantallas interactivas, recordándonos nuestras últimas adquisiciones
y ofreciéndonos una selección de productos, convenientes a nuestros gustos y necesidades; la
posibilidad de localizar y seguir los movimientos de toda persona a través del espacio
urbano… e incluso de predecir el futuro». Así es como describieron el mundo de 2045 los
ingenieros del MIT Media Lab, el Microsoft Research y el Milkshake Media de Austin, cuando
asesoraban a Steven Spielberg para llevar a la pantalla la conocida obra de Philip K. Dick.
Nuestra realidad esta aún lejos de la inmensa red sin cortes ni costuras que estructura y anima
el mundo de Minority Report, pero parece que este mundo constituido por objetos inteligentes,
permanentemente conectados, o algo muy parecido, es inevitable. Tal como describe Adam
Greenfield en su obra Everyware, la ubicuidad informática, en cualquiera de sus múltiples
formas: realidad aumentada, Wearable Computing, interfaz tangible, Locative Media, Near
Field Communication, se está desarrollando día a día, tendiendo puentes que unen cada vez
mas íntimamente el mundo virtual o Dataspace con el mundo físico y haciendo la información
no solo accesible desde cualquier parte sino en todas las cosas.

El Concussion Detector es un sensor llevable, que mide el impacto de los golpes que los
deportistas reciben en la cabeza durante un encuentro deportivo. Los datos registrados son
enviados a los entrenadores, equipados con un iPad, donde son comparados con el historial de
los jugadores, con el fin de tomar una decisión sobre la conveniencia de mantenerlos en el
terreno de juego. Este proyecto, localizado en el Cagan Stadium de Stanford, además de
mejorar la seguridad de los deportistas, está conducido a crear una base de datos destinada a
mejorar la capacidad de diagnóstico en casos generales.

Otro proyecto, en este caso relacionado con la conformación de un espacio urbano inteligente,
es el Parking Spot Finder. Esta red de sensores está destinada a mejorar la eficiencia de la
circulación del tráfico rodado y descongestionar las calles en los centros urbanos. Con este
propósito, identifica las plazas de parking ocupadas y envía los datos a los usuarios
de smartphones. Posteriormente, esta base de datos es empleada para ajustar los precios de las
plazas de aparcamiento a la demanda.

Todos estos sistemas de sensores se caracterizan por registrar PetaBytes de datos que son
enviados a la nube, donde son relacionados con otros conjuntos de datos y procesados, en
tiempo real, para dar lugar a un conocimiento que se distribuye a través de la red. Un estado de
cosas en que la inteligencia colectiva asociada a Internet pasa a distribuirse en el ambiente,
gracias a la última evolución de Internet, la web de los datos.

La web 3.0 o web de los datos es una evolución de la web 2.0, la web social entendida como
plataforma. Una web en que el software es ofrecido como un servicio, destinado a conectar a
los usuarios unos con otros. Esta web, cuyo valor reside en las aportaciones y usos de los
cibernautas, es el comienzo de la inteligencia colectiva. Para que la web sea capaz de dar
respuestas y crear conocimiento, a partir de la información proporcionada de forma masiva por
los usuarios, es necesario que esta información se haga manejable, comprensible y operable a
tiempo real, lo que se consigue con la web de datos. Esta se basa en el desarrollo de una serie
de estándares y lenguajes que permiten asignar metadatos a los contenidos de Internet. Estos
metadatos, o datos sobre datos, son interpretables por máquinas y añaden información que
permite identificar, localizar y seguir todo el tráfico de la red. Ello da lugar a un sistema de
bases de datos relacionadas, en que puede rastrearse a través de diferentes subsistemas toda la
información referida a un objeto, lo que permite conseguir respuestas pertinentes sobre el
mismo. Cuando estos datos ya no solo proceden de nuestras interacciones en Internet, sino de
las redes de sensores distribuidas en el ambiente –produciéndose el aluvión de datos que
caracteriza el fenómeno del Big Data–, al mismo tiempo en que sale del marco delimitado de
las pantallas para hacerse accesible en el espacio físico a través de las diferentes presentaciones
de la realidad aumentada, nos hallamos ante el Internet de las cosas o como la denomina
O’Reilly la Squared web, o la web encontrando el mundo.

Este encuentro con el mundo en que la información se materializa en nuestro entorno


cotidiano, mediante la difusión de objetos inteligentes, nos lleva a la consideración de la
computación ubicua.

La computación ubicua fue definida, en 1988, en el Computer Science Laboratory del Xerox
Parc por Mark Weiser, como una tecnología calmada que se desvanece en el trasfondo
permitiendo a los usuarios centrar su atención en las tareas que están realizando y no en el
ordenador. En oposición a la realidad virtual que crea un mundo desconectado dentro de la
pantalla, la computación ubicua es una «virtualidad encarnada». El dataspace se materializa
en el mundo mediante la dispersión de pequeñas computadoras conectadas entre sí, creando un
sistema que se inserta en el mundo, haciendo de la computación una parte integral e invisible
de la vida diaria en el espacio físico. El proyecto que desarrollaban Weiser y sus colegas, en
relación a esta investigación, consistía en un conjunto de dispositivos –tabs, pads y boards–
que, funcionando a distintas escalas, permitían identificar a los usuarios, y compartir y acceder
a distintos bloques de información desde distintos lugares. De este modo, una llamada
telefónica podía ser enviada automáticamente a cualquier lugar donde se hallara localizado su
destinatario. O una agenda, acordada en una reunión, podía ser visualizada en el espacio físico
de forma colectiva y después enviada a las agendas personales de cada asistente implicado.
Esto daba lugar a una tecnología tan intuitiva e inconsciente como la lectura, que salía de la
interfaz de usuario para crear un espacio reactivo, en el que hacer cosas. Un espacio en que la
virtualidad de los datos legibles por el ordenador y todas las formas en que pueden ser
alterados, procesados y analizados se distribuyen de forma pervasiva (difusión generalizada)
en el espacio.

Aunque el espacio pervasivo que define la computación ubicua aun presenta dificultades para
su realización –como son la diversidad de sistemas operativos y lenguajes existentes, que
hacen difícil la comunicación entre ordenadores; la falta de unos estándares de diseño que
permitan homogeneizar los sistemas implicados; la existencia de agujeros en la distribución
universal de la banda ultraancha, necesaria para la circulación de estos datos o la falta de una
demanda real por parte del público general–, el Intelligent dust, tal y como lo
denomina Derrick de Kerckhove, de esta mente aumentada ha empezado a distribuirse en
nuestro ambiente. Además de los ya citados sistemas de realidad aumentada, también
accesibles desde nuestros smartphones, mediante aplicaciones como Layar, y las redes de
sensores, cada vez son más usuales los sistemas que identifican a los usuarios permitiendo
automatizar sus acciones. Entre estos se hacen usuales las distintas tarjetas incorporando chips
RFDI, como los pases de transporte en uso en algunos países –Oyster en Londres y Navigo en
París– o el Teletac, usado aquí para pagar las autopistas; o el sistema NFC o comunicación de
campo próximo. Una aplicación móvil que transmite información almacenada del usuario,
como pueden ser números de tarjetas de crédito o entradas adquiridas, a dispositivos cercanos,
permitiendo hacer pagos o acceder a espectáculos al portador del teléfono. Todas estas
aplicaciones, además, nos dan información contextualizada a demanda, en todas partes y
acerca de muchas cosas. Ello convierte nuestra interacción con la sobrecarga de información
que caracteriza a nuestra sociedad en útil sin esfuerzo. Registran datos sobre nuestra identidad,
localización e interacciones, que pasan a formar parte de nuevos subsistemas de datos que
pueden ser utilizados, a su vez, por nuevos sistemas. La necesidad del sistema de identificar
todos los objetos y personas implicados para poder reaccionar a los mismos hace de cualquier
espacio aumentado o pervasivo un espacio monitorizado.

La inteligencia colectiva aumenta la consciencia de nuestro entorno y nuestras potenciales


opciones de interacción en el mismo. Pero la pervasion y evanescencia de la tecnología ubicua
hacen de esta una mediación inconsciente, un sistema altamente relacional y complejo cuyo
funcionamiento interno y sus relaciones con otros permanecen imperceptibles al usuario. Un
sistema que puede reestructurar el modo en que percibimos el mundo y nos relacionamos en el
mismo, al mismo tiempo que nuestra conciencia de nosotros mismos y de los demás, sin que
seamos conscientes de estar implicados en el mismo, de la amplitud de sus conexiones, ni a
veces de su presencia.

De este modo, la tecnología ubicua se transforma en un dispositivo, en el sentido en que lo


definiera Agamben a partir de la interpretación del uso foucaultiano de esta palabra. Un
dispositivo es todo aquello que tiene de algún modo la capacidad de capturar, orientar,
determinar, interceptar, modelar, controlar o asegurar los gestos, las conductas, las opiniones o
los discursos de los seres vivos. Los dispositivos deben dar lugar a procesos de subjetivación
que permitan a los sujetos que implican relacionarse con ellos. De modo que estos puedan
ser profanados, devueltos al proceso de hominización. O lo que es lo mismo, al conjunto de
relaciones y prácticas culturales que les han dado lugar y donde pueden ser apropiados por
humanos conscientes de su ambiente y activos. La imperceptibilidad que rodea el sistema
difuso de la tecnología ubicua lo hace improfanable, convirtiéndolo en un sistema estratégico
de control, sirviendo a un poder difuso e imperceptible.

El Big Data y los sistemas que materializan la información en nuestro entorno parece que
pueden hacernos más felices, asistiéndonos en la planificación de nuestras ciudades y en
nuestro proyecto de vida. Pero cabe plantearse aquí si lo que más les conviene a nuestras
ciudades y a nuestro entorno en general es hacerse «inteligentes». Lo que nos compromete en
nuestro entorno no es su funcionalidad y eficiencia, sino sus cualidades estéticas, históricas y
culturales. La virtualidad encarnada que caracteriza a nuestro mundo postdigital debe
desarrollarse junto con estrategias estéticas que permitan visualizar y comprender los flujos de
datos a nuestro alrededor, así como los sistemas de objetos inteligentes que los conducen. De
este modo, la información materializada no solo nos permitirá acotar estos sistemas a los
campos de nuestra vida, donde realmente pueden sernos útiles, sino apropiárnoslos, dando
lugar a relaciones significativas. La inteligencia colectiva y su capacidad de distribuirse en el
ambiente debería incrementar nuestra capacidad de actuar de forma performativa en el mundo,
haciéndonos conscientes, al mismo tiempo, del sistema de relaciones y agentes humanos y no
humanos que conforman nuestra situación en cada momento y no convertirse en un sistema
imperceptible capaz de disminuir nuestra capacidad de agencia y de provocar una pérdida de
control sobre cómo nos presentamos en el mundo.

Relación entre IoT, Big Data y redes ubicas


La Internet de las cosas se refiere a objetos singularmente identificables y sus
representaciones virtuales en una estructura similar a la de Internet. Las raíces del IoT se
encuentran en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y, más concretamente, en el
trabajo que se realiza en el Auto-ID Center. Este grupo, fundado en 1999, trabajaba en el
campo de la identificación por radiofrecuencia (RFID) en red y en el de las nuevas
tecnologías de detección por sensores. Los laboratorios se encontraban en siete universidades
de investigación ubicadas en cuatro continentes diferentes.

El Auto-ID Center eligió estas instituciones para que diseñasen la arquitectura del IoT.1 La
identificación por radiofrecuencia (RFID) era vista en ese entonces como un requisito previo
para el Internet de las Cosas en sus primeros días. Si todos los objetos y las personas en la
vida cotidiana fueran equipados con identificadores, podrían ser manejados e inventariados
por los ordenadores. Además de utilizar RFID, el marcado de las cosas se puede lograr a
través de tecnologías como la comunicación de campo cercano (Near Field Communication),
códigos de barras, códigos QR y marcas de agua digitales.
Según ABI Research, más de 30 mil millones de dispositivos (30 billones) se conectarán de
forma inalámbrica a la Internet de las Cosas (Internet of Things) para el año 2020. En el
2003, había aproximadamente 6300 millones de personas en el planeta y 500 millones de
dispositivos conectados a Internet. Al dividir el número de dispositivos conectados por la
población mundial, vemos que había menos de un dispositivo (0,08 dispositivos) por persona.
El crecimiento explosivo de los smartphones y tablets elevó el número de dispositivos
conectados a Internet a 12,500 millones en 2010, mientras que la población mundial llegó a
los 6800 millones, lo que significa que el número de dispositivos conectados por persona era
de más de uno (1,84, para ser exactos) por primera vez en la historia.

La Internet of Things o IoT, representa la próxima evolución de Internet, y que supondrá un


avance enorme en su capacidad para recopilar, analizar y distribuir datos que se pueden
convertir en información, en conocimiento y, en última instancia, en sabiduría. La Internet de
las Cosas ( IoT ) es un escenario en el que los objetos, animales o personas cuentan con
identificadores únicos y la capacidad para transferir automáticamente los datos a través de
una red, sin necesidad de interacción humano a humano o de interacción humano a ordenador
. La IoT ha evolucionado a partir de la convergencia de las tecnologías inalámbricas ,
sistemas micro – electromecánicos ( MEMS) e Internet.
Una cosa, en el Internet de las cosas , puede ser una persona con un implante conectada a un
monitor cardíaco , un animal de granja con un transpondedor biochip , un automóvil que ha
incorporado sensores para alertar al conductor cuando la presión de los neumáticos es baja o
cualquier otro desastre natural o un objeto al que se puede asignar una dirección IP y cuenta
con la capacidad de transferir datos a través de una red de transmisión de datos .

Hasta ahora, la Internet de las cosas ha sido más estrechamente asociada con la
comunicación máquina a máquina o machine to machine ( M2M ), en los servicios de
fabricación y de energía, petróleo y gas. Los productos fabricados con capacidades de
comunicación M2M son de naturaleza inteligente . (etiquetas inteligentes , contadores
inteligentes , sensor de red inteligente, sensores y actuadores embebidos en objetos físicos y
vinculados a través de redes alámbricas e inalámbricas a través del Protocolo de información
de Internet ).
En la industria manufacturera, el potencial de los sistemas ciber-físicos para mejorar la
productividad en el proceso de producción y la cadena de suministro es enorme.
Consideremos la posibilidad de procesos que se gobiernan a sí mismos, cuando los productos
inteligentes pueden tomar medidas correctivas para evitar daños y donde las partes
individuales se reponen automáticamente. Estas tecnologías ya existen y podrían conducir a
la cuarta revolución industrial después de la máquina de vapor, la cinta transportadora, y la
primera fase de la informática y la tecnología de automatización.

La cuarta revolución industrial


En un futuro próximo las tecnologías de Internet e inalámbricos irán conectando cada vez
más, diferentes fuentes de información, tales como sensores, teléfonos móviles y vehículos de
una manera cada vez más estrecha. Esto producirá la evolución de las ciudades modernas a
convertirse en ciudades inteligentes (Smart Cities). La grilla de energía y de información
(Smart Grid) evolucionará a operar por auto organización (Self Organizing Smart Grid) con el
advenimiento de la inteligencia artificial y la emergencia de redes neuronales cada vez más
sofisticadas.
Imagine un mundo con billones de dispositivos hiper conectados, distribuídos sobre todo el
planeta en forma ubicua, y donde cada dispositivo está recopilando información a manera de
sensor. Ante un escenario tan complejo de tecnología e información distribuída, la
inteligencia artificial y las redes neuronales le darán a la tecnología la capacidad de auto
organizarse. (Self Organization). Cómo se controlarán billones de dispositivos móviles ,
sensores o celulares, satélites, líneas de transmisión, redes de semáforos a nivel mundial ? El
reto de la tecnología del Siglo XXI es la auto organización de billones y trillones de
elementos distribuídos en forma ubicua.

“La Internet of Things o IoT, podría conducir a la cuarta revolución industrial después de la
máquina de vapor, la cinta transportadora, y la primera fase de la informática y la tecnología
de automatización. La industria de manufactura pasaría por una revolución a auto organizarse
a si misma”

El Big Data y la nube: los servicios Cloud


El Big Data y la nube o los servicios Cloud necesariamente han de ir de la mano en el mundo
de los datos. Muchos de los datos de los que disponemos son generados y creados en la web
dentro de un modelo de computación en la nube.

La gran cantidad de datos generados por satélites, gobiernos, cámaras de vídeo vigilancia,
smartphones, dispositivos del internet de las cosas (IoT) junto con datos generados en la
redes sociales hacen necesarios los sistemas de Cloud.
Datos tan desorbitados como que en 2020 el universo digital puede llegar a 40 ZB o que cada
día se generan más de 2.5 trillones de bytes de datos, nos hace pensar que es imposible no
mirar a la nube como medio de almacenamiento y análisis de tal cantidad de datos.

La necesidad de las empresas de sacar valor a los datos ha hecho aumentar las necesidades de
tecnologías Cloud o de computación en la nube. Entre estas tecnologías nos encontramos con
la computación elástica, un sistema de computación similar al uso eficiente de electricidad. El
servicio se da o no, dependiendo de la demanda de uso de un determinado recurso (hora valle
o picos de uso). El sistema de computación elástico permite adaptar el uso de los recursos
computacionales dependiendo del aluvión de datos, su tamaño, tipo, velocidad de estos, para
dar una respuesta más efectiva.

No es lo mismo la fase en la que se recopilan los datos, que la fase en la que se tratan esos
datos para generar informes de cara a sacar conclusiones clave beneficiosas para el negocio.
Estos recursos de computación en la nube pueden ser gestionados con mayor eficiencia,
dependiendo de cuando realicemos el análisis Big Data. De este modo se pueden liberar
servicios para que otra empresa los pueda usar.

Modalidades de Cloud para Big Data


Este tipo de uso efectivo de los sistemas Cloud para Big Data permiten a las empresas ofrecer
sus servicios en la nube en tres modalidades dependiendo de las necesidades de uso:
infraestructura (IaaS), pre configurado (PaaS) y software (SaaS).

La modalidad infraestructura facilita el uso de servidores a bajo nivel controlando: sistema


operativo, uso de memoria, tecnología de almacenamiento en disco etc. Con la modalidad de
entorno pre configurado, el proveedor te ofrece en el servicio Cloud los lenguajes de
programación que necesites: Java, Python, Ruby etc., así Apache Hadoop, Apache Spark. En
esta modalidad solo te tienes que preocupar de recoger y analizar los datos. La última
modalidad es la de software como servicio Cloud, que te proporciona un entorno para trabajar
directamente con Big Data. Podemos hacer el procesamiento y análisis de los datos de una
manera transparente en cuanto a detalles de infraestructura.

Otros servicios en la nube para Big Data


En cuanto a ubicación y nivel de seguridad, las empresas de servicios en la nube cuentan con
varios servicios: Público, Privado dedicado o compartido e Híbrido (combinando entornos
tradicionales y cloud).
En el servicio nube pública se tiene acceso general a servicios y recursos de computación
Cloud mediante una conexión pública a través de Internet. Como hemos visto anteriormente,
los recursos de uso de computación se asignarán de manera temporal dependiendo de su
utilización. Cuando ya no son usados se asignan a otros usuarios.
El segundo tipo de servicio Cloud es el llamado de nube privada, donde los servicios y
recursos de computación en la nube están en red privada, con acceso restringido a usuarios
de tu empresa. Los sistemas de seguridad son más altos, debido al tipo de sensibilidad de los
datos con los que trabajamos, siendo necesario mantener la confidencialidad, la privacidad y
la integridad de los datos.
Por último el tercer tipo de servicio en la nube es el híbrido, nivel que combina las
características de los servicios Cloud públicos y privados. Estos servicios se utilizan cuando
existen datos Cloud privados que se ofertan en Cloud públicos o cuando existe una
colaboración de distinto proveedores de servicios en la nube. Estos servicios ofrecen en
general ahorro (más económico que la privada), seguridad, flexibilidad y escalabilidad.

Beneficios del Big Data en la nube


Cuando hablamos de beneficios del Big Data en la nube, el coste es el primero que aparece,
aunque el servicio Cloud también nos proporciona comodidad, rapidez, seguridad, etc.
Menos coste. Evitamos las inversiones de infraestructura tanto hardware como de licencias
software, ya que, como hemos visto antes, no siempre se utilizan los recursos al 100%, sino
que depende de la fase Big Data en la que nos encontremos.
Rapidez. El acceso a la información, ficheros, base de datos etc, es mucho más rápido,
además de ser más accesible.
Comodidad. Dependiendo del servicio Cloud, no debes de preocuparte de versiones,
actualizaciones o problemas de seguridad.
Mayor personalización. Cada configuración está adaptada a las necesidades de cada cliente,
pudiendo aumentar espacios o recursos dependiendo de las necesidades de demanda.
Accesibilidad. Puedes acceder a la información desde varios dispositivos desde cualquier
lugar con acceso a internet.
Seguridad. Se contemplan protocolos de seguridad y servicios de copias de seguridad las
veces que quieras.
Paralelamente al crecimiento de los datos, crecen las soluciones del Cloud Computing para
Big Data, ya que se prevé que para el 2020 el mercado en este campo crezca con respecto a
las soluciones que las empresas instalarán en sus sedes. En el 2019 prácticamente el 100% de
las empresas adquirirán datos externos provenientes de la nube relacionados con su negocio.
Para el 2025 crecerá el número de ciudades inteligentes, suponiendo gran cantidad de datos
que habrá que alojar y analizar… ¿dónde? en servicios en la nube para Big Data.

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