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Más al sur, en Centroamérica, los pipiles de El Salvador y de Nicaragua

también tenían historias escritas 39


• Los españoles vieron algunas
de éstas, y al menos cuatro de ellas sobrevivieron hasta el siglo XVII.
El sistema de escritura pipil era básicamente pictográfico, y la cronología
aparentemente era registrada en ciclos de 52 años. Los contenidos
de las historias pipiles tenían un enfoque aún más político que las de
los mayas, siendo los eventos más importantes la fundación de reinos,
la conquista de pueblos rivales y la imposición de tributos. La tradición
histórica de los pipiles de Nicaragua incluye un detallado relato
de su sujeción al oneroso tratamiento im puesto por los olmecas, rivales
de los toltecas en el centro de México; su sub secuente migración a
Nicaragua, y finalmente las luchas militares por medio de las cuales
fueron capaces de subyugar a los pueblos que residían en el área. Contrario
a lo que algunos autores han dicho, estas migraciones de pipiles
y otros eventos políticos probablemente cubren un lapso de solamente
300 a 400 años.
Es posible que otros pueblos centroamericanos escribieran sus historias.
Éste era patentemente el caso de los chorotegas de Nicaragua,
de quienes los españoles informaron de que tenían códices. Diversas
colonias mayas y aztecas localizadas a lo largo de la costa caribe de
Yucatán hasta Panamá indudablemente tuvieron libros en el sistema
de escritura propio, en los cuales registraron historias políticas y asuntos
comerciales. Los lencas de Honduras emplearon un sistema calendárico
similar al de los mayas, pero no hay evidencia de que escribieran
o registraran sus historias 40
.

forma
significativa al entendimiento de las historias nativas. De Landa
vivió entre los mayas durante 30 años, y en 1572 fue ordenado obispo
de Yucatán. A diferencia de Las Casas, De Landa creía en forzar a los
nativos a adoptar el cristianismo si fuera necesario, y él fue responsable
de torturar y finalmente causar la muerte de muchos mayas que
renegaron del camino trazado. A pesar de todo esto, De Landa descri38
HISTORIA GENERAL DE CENTROAMÉRICA
bió las costumbres de los mayas yucatecos con inmejorable detalle y
brillantez 49
.
Basado en sus propias observaciones y en la información que los
mavas Je brindaron, De Landa presentó un relato altamente original y
co􀃭pleto de sus asuntos económicos. políticos, religiosos y de parentesco.
En un importante logro etnográfico, describió los intríngulis de
los sistemas numérico, calendárico y de escritura maya. También escribió
extensamente sobre los orígenes de los diferentes pueblos mayas,
dando de esta manera a sus relatos una dimensión histórica mucho
más fuerte que la de ningún otro de sus contemporáneos. Basado en la
lectura de los códices y en informantes nativos, junto con la tradición
oral, él reconstruyó la fundación y posterior destrucción, por pueblos
mexicanos, de Chichén ltzá y luego Mayapán. Además describió los
mayores eventos políticos de Yucatán y las áreas circundantes durante
el último siglo antes de la conquista española.
De Landa estaba también profundamente interesado en los abundantes
restos arqueológicos dispersos a través de Yucatán. Describió
con mayor detalle que ningún otro español del siglo XVI los restos arqueológicos
del área, y comprendió que algunos de los sitios no habían
sido ocupados por muchos años. Él acompañó su descripción de Chichén
ltzá, Mérida y Mayapán con dibujos de las estructuras principales
encontradas en estos sitios.
El interés español en la historia nativa de Centroamérica disminuyó
en la medida en que la Audiencia de Guatemala fue firmemente establecida
y que los «indios» estuvieron bajo un control más estricto. Las
crónicas continuaron escribiéndose, y algunas de ellas, hechas por curas
tales como Torquemada, Remesa), Vázquez y Sotomayor, añadieron
pequeñas piezas de nueva información acerca de la historia aborigen,
especialmente en las áreas mayas de Centroamérica 50
• Un renovado

interés en la historia nativa fue experimentado por los criollos


españoles, que vieron este tema como un medio potencial para promover
sus propios objetivos eclesiásticos y políticos. Ejemplos ele importantes
historiadores criollos serían el cura Diego Sánchez de Aguilar,
quien escribió sobre las costumbres religiosas de los mayas yucatecos,
Y Francisco Ximénez, quien redescubrió el manuscrito del Popo) Vuh
Y registró muchas antiguas costumbres de los mayaquichés que persistieron
hasta los siglos XVII y XVIII 51 (pág. 38).

El más importante historiador criollo fue quizás Francisco Antonio


Fuentes y Guzmán, el bisnieto de Berna! Díaz del Castillo. Fuentes y
Guzmán sirvió como alcalde mayor de Guatemala y El Salvador, e
intentó ser nombrado Cronista de la Colonia en Guatemala. Estaba
profundamente interesado en la historia nativa, especialmente en los
mayas de las tierras altas y los pipiles de la costa del Pacífico, motivado
en parte por su deseo de glorificar su «patria» Guatemala 52 (pág. 39)
Véase F. Antonio Fuentes y Guzmán, Recordación j]orida. Discurso histórico v
demostración natural, material, militar y política del Reyno de Guatemala (Guatemal􀃭:
Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, vols. 6-8, 1932-1933).
.
. Al
TOMO l. HISTORIA ANTIGUA 39
preparar el relato de las tradiciones nativas, usó historias españolas
tempranas así como cinco crónicas nativas quichés y cuatro pipiles que
se han perdido. Aparte del hecho de que hizo un uso defectuoso de estas
fuentes, su resumen agregó información sustancial acerca de la historia
de los mayaquichés y los pipiles.

Dos historias mayores de la Centroamérica aborigen escritas dentro


del marco de la historia cultural fueron publicadas en el Handbook o{
South American Indians (1948) y el Handbook o{ Middle American Indians
(1964) 61
. En el tomo sobre Suramérica, se definió Centroamérica
como un área cultural que se extendía hacia el sur desde el río Lempa
y el río Ulúa hasta el límite noroeste de Colombia. Se sostenía que los
rasgos del área cultural centroamericana se habían originado fundamentalmente
en Suramérica, de donde se extendieron hacia el norte
junto con los pueblos migrantes de habla chibcha. En contraste, se
sostuvo que los grupos chorotegas, maribios y los hablantes de lengua
nahua encontrados en Centroamérica habían migrado tardíamente en
la historia, desde el área cultural mesoamericana. Los principales grupos
que conformaban el área cultural centroamericana eran: los chocoes,4
cunas y guamíes en Panamá; los talamancas, huetares, votos y
suerres de Costa Rica; los matagalpas y los lencas en las tierras altas
de Nicaragua y Honduras; y los ramas, miskitos, sumus, payas y jicaques
del este de Nicaragua y Honduras. (pág 42)

Las aplicaciones del modelo de la evolución cultural a CentroaméTOMO


l. HISTORIA ANTIGUA 47
rica han tendido a pone1· más énfasis en las adaptaciones a las condiciones
ambientales locales de lo que originalmente formuló Sanders 73.
Los estudios evolucionistas en El Salvador y Honduras, por ejemplo,
han tendido a enfocar las maneras en que cacicazgos bien establecidos
se adaptaron a sistemas culturales vecinos más desarrollados. En una
aplicación particularmente elegante del modelo evolucionista, se dice
que los pipiles de El Salvador habían desarrollado un estado mientras
que los nicaraos de Nicaragua no, debido en buena parte a que los
pipiles estaban más profundamente involucrados en el comercio y la
guerra con estados más avanzados 74 página 47
.

Buenos días. Les comento un poco el proyecto: actualmente estoy trabajando en una
investigación lingüística sobre la literatura del primer siglo XX. Por lo tanto, en esta
primera fase trato de encontrar algunos libros en su primera edición, es decir, que sea
el libro original publicado en los años de la primera mitad del siglo XX (1900 – 1950).
Por el momento, los libros que busco son los siguientes:
- EL JETÓN (publicado en 1936) por Arturo Ambrogi
- BROCHAZOS (publicado en 1925) por José María Peralta Lagos (También
conocido como T.P. Mechín)
- DOCTOR GONORREITIGORREA (publicado en 1926) por José María Peralta
Lagos (También conocido como T.P. Mechín)
- LA MUERTE DE LA TÓRTOLA (publicado en 1932) por José María Peralta
Lagos (También conocido como T.P. Mechín)
- ANDANZAS Y MALADANZAS (publicado en 1936) por Alberto Rivas Bonilla
- JARAGUÁ (publicado en 1950) por Napoleón Rodríguez Ruíz
- AGUA DE COCO (publicado en 1926) por Francisco Herrera Velado
Estimada Daysi Franco:

Espero se encuentre muy bien. Mi nombre es Daniel Hidalgo (Máster en


Lexicografía Hispánica en la Real Academia Española) y soy profesor de Lingüística
en la Universidad de El Salvador.

Como Casa de la Cultura, quería saber si cuentan con una biblioteca y si en ella
pudiera hacer unas consultas.

Actualmente estoy trabajando en una investigación lingüística sobre la literatura del


primer siglo XX. Por lo tanto, en esta primera fase trato de encontrar algunos libros
en su primera edición, es decir, que sea el libro original publicado en los años de la
primera mitad del siglo XX (1900 – 1950). Los libros que busco son los siguientes:
- EL JETÓN (publicado en 1936) por Arturo Ambrogi
- BROCHAZOS (publicado en 1925) por José María Peralta Lagos (También
conocido como T.P. Mechín)
- DOCTOR GONORREITIGORREA (publicado en 1926) por José María Peralta
Lagos (También conocido como T.P. Mechín)
- LA MUERTE DE LA TÓRTOLA (publicado en 1932) por José María Peralta
Lagos (También conocido como T.P. Mechín)
- ANDANZAS Y MALADANZAS (publicado en 1936) por Alberto Rivas Bonilla
- JARAGUÁ (publicado en 1950) por Napoleón Rodríguez Ruíz
- AGUA DE COCO (publicado en 1926) por Francisco Herrera Velado

Agradeceré cualquier ayuda que pudiera brindarme al respecto.

Saludos,

Daniel H.

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