En la actualidad vivimos en un mundo lleno de información donde nacen de manera
acelerada nuevas marcas, se crean productos y servicios innovadores con un avance
tecnológico impresionante, todo esto resulta en consumidores que se tornan cada vez más exigentes debido a la gran cantidad de información que poseen y la inmensa variedad de productos y servicios que se le ofrecen, por lo que es imprescindible tratar de posicionarse en la mente del cliente y otorgarle una cierta reputación a tu marca, que la distinga y eleve por encima de otras, es aquí donde entra el branding, que es el proceso mediante el cual se construye una marca, que es la identidad visible de un producto o servicio, el branding se encarga de que la marca tenga un nombre y una imagen única y reconocible. Este tiene muchas variantes entre las cuales destaca el branding emocional que se centra en la conexión sentimental con el consumidor buscando que este se sienta parte de la marca creando un deseo o apego. Hoy por hoy las empresas buscan vender sus productos, satisfacer las necesidades de los consumidores y crear relaciones de lealtad y fidelidad con el cliente. Esto no es un trabajo sencillo por lo que, para conseguirlo, las empresas han tenido que estudiar el mercado y darse cuenta de que no solo pueden apostar a las necesidades del consumidor, sino que también debe incluir en sus decisiones las emociones y sentimientos de los mismos. Para que el branding emocional sea exitoso debe obedecer una serie de estrategias y recursos que combinados provocan una respuesta en los consumidores, que más que observar buscan experiencias e interacción con el producto y la marca por lo que debemos tener en cuenta los siguientes mandamientos: Debemos ir de consumidores a personas, basándonos en el respeto, más allá de estadísticas, gustos o preferencias, tenemos que saber que estamos conectando con personas no con simples consumidores, para así poder llegar a ellos de una manera más profunda y lograr una conexión íntima con la marca y que estos lo perciban como algo hecho para ellos no solo buscando satisfacer sus necesidades, sino también procurando que este se sienta bien. De producto a experiencia, hoy en día los consumidores no se conforman solo con que los satisfagan con productos o servicios, sino que también desean experiencias, debemos tratar de generar sensaciones y emociones únicas en los clientes, sensaciones que creen un recuerdo en los mismos y que solamente podrán conseguir con nuestra marca, por lo cual tenemos que concentrarnos en ellos y la experiencia que obtienen usando nuestro producto o servicio. A la hora de elegir un el cliente se guiará por la sensación que consiguió antes de la compra y durante su consumo. Con este tipo de Marketing si es utilizado de manera correcta se puede lograr una mayor fidelización y lealtad a la marca. De la honestidad a la confianza, además de ligar la marca a una experiencia o emoción, debemos generar confianza en el cliente. Ya no consiste solo en ser honestos, lo cual se da por sentado, sino en transmitir confianza en la empresa y en los productos que proporciona. La confianza hace que los consumidores se sientan cómodos lo que le otorga una ventaja a la empresa ya que los compradores la tomaran como su mejor opción, por esto se debe hacer un esfuerzo por construirla. De la calidad a la preferencia, Debido al tamaño del mercado actual y la gran competencia que se encuentran en él se espera que el producto o servicio que se ofrece cubra ciertos estándares de calidad, pero para que exista una preferencia debe haber un extra que le aporte un mayor valor, que haga al consumidor elegirnos por encima de los muchos productos que existen en el mercado. Es importante porque esta preferencia es la que nos ayudara a mantenernos en el mercado y obtener ganancias. De la notoriedad a la aspiración, el vínculo emocional empieza cuando el mensaje logra conectar con el cliente, la marca no debe buscar solo ser reconocida, sino también querida. La notoriedad genera afinidad con los consumidores, pero para poder ser exitosos necesitamos inspirar a nuestros clientes cubriendo sus expectativas.
De la identidad a la personalidad, mientras que la identidad habla de quien es
internamente la marca y como es percibida por el público, la personalidad muestra el carácter y carisma de la misma, que es donde se vinculará con el público porque es la que produce una respuesta emocional y define cómo nos vamos a comportar y cómo vamos a interactuar con el público como marca. por consiguiente, aporta cierta diferenciación.
De la función al sentimiento, más que hablar de las ventajas y beneficios de un
producto para recurrir a los sentimientos hay que pensar en un diseño sensorial, los ideales de los clientes y en relatos que revivan emociones y permitan una experiencia emocional profunda que le provoque algún tipo de emoción positiva al cliente de manera que este continuará consumiendo nuestro producto, de manera que se debe involucrar no sólo los elementos tradicionales del branding sino también incluir aspectos sensoriales que involucren los sentidos y sentimientos. De la ubicuidad a la presencia, Cualquier empresa puede darse a notar y ser ubicada como tal, pero para tener una verdadera presencia es necesario el reconocimiento del cliente y esto solo se da a través de un lazo emocional dado que la ubiquidad es ser visto pero la presencia va ligada con los sentimientos, por lo tanto debemos centrarnos en calidad sobre cantidad, no necesariamente tenemos que saturar espacios con mensajes publicitarios para llegar al cliente sino más bien buscar maneras ingeniosas para crear una conexión real y duradera, a través de la presencia en el lugar indicado en momento adecuado. De la comunicación al diálogo, no solo se trata de decir lo que tu marca ofrece, sino de establecer una comunicación con el consumidor que permita compartir, responder e interactuar, no es únicamente transmitir información sino la posibilidad de trasmitir un mensaje más personal. Por eso es preciso escuchar a las personas que te consumen para saber lo que puedes ofrecerles diferente. Debes dejar a tu audiencia fascinada y si eres capaz de demostrar que los conoces y los recompensas, será mas facil lograr tu objetivo. Del servicio a la relación, el servicio vende pero las relaciones fomentan el conocimiento y no deja a la audiencia indiferente. Una conexión emocional debe recurrir a los instintos más íntimos del público, despertar simpatía y curiosidad tanto por la marca como por el producto personalizacion de la experiencia conlleva una gran cuota de responsabilidad hacia el cliente, lo que equivale a que todos forman parte de tu comunidad y debes de atenderles como se merecen, con respeto, simpatía y coherencia. Tomando en cuenta lo anteriormente mencionado podemos concluir que cualquier estrategia de branding debe contar con el componente emocional que apele a la parte más impuulsiva del público, la que verdaderamente lo atrapa. El branding emocional segmenta y personaliza de acuerdo a los diferentes grupos de consumidores, crea propuestas de valor y experiencias de marca, que no sólo satisfacen al consumidor, sino que le generan una experiencia gracias al uso del producto. El branding emocional es el vínculo más sensible de la marca con el consumidor, las empresas que realmente toman en cuenta la sensibilidad de sus clientes, se conectan con ellos de una manera más inteligente e intensa, con un vínculo que despierta emociones a favor de la marca. Una estrategia de branding emocional correctamente hecha, genera vivencias que perduran en la mente del consumidor. Por lo que ya no basta con generar notoriedad, es necesario empatizar con el consumidor para crear lealtad. Hoy el consumidor ya no es visto simplemente como un sujeto que produce ganancias, sino que se considera como un ser humano, por lo que se trata de generar vínculos, emociones y sensaciones. Más aún, lo que realmente vende es la emoción vinculada al producto, las sensaciones que generan la simple mención de su nombre o la imagen de la marca, básicamente lograr que el producto deje huella en el consumidor.