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2004
Jorge Gissi
LA PSIQUE LATINOAMERICANA: BREVE ENSAYO HERMENÉUTICO DESDE FREUD Y JUNG
Psykhe, mayo, año/vol. 13, número 001
Pontificia Universidad Católica de Chile
Santiago, Chile
pp. 71-78
http://redalyc.uaemex.mx
PSYKHE Copyright 2004 by Psykhe
2004,Vol
.13,Nº1,71-78 ISSN 0717-0297
Latin-
American Psyche: BriefHermeneutic
Jorge Gissi
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nados (paramnesia), eran menos voluntarios y más era la lucha heroica de “un puñado”de españoles
confusos, la libertad y el campo de la conciencia contra millones de indios, era “la expansión de la
disminuían, y lo inconsciente era más poderoso e civilización”(sin precisiones), etc. Esta “represión
psicoanalítica segunda tópica, Freud re-elaboró su sión se añadió la negación, las racionalizaciones, las
esquema en El Yo yel Ello (de 1920), presentándolo proyecciones e identificaciones proyectivas, las
que las “partes”centrales de la psique eran el yo, el splitting (o disociación en un polo bueno y otro
ello y el superyó (Freud, 1968). Como se sabe, estos malo). Freud (1968) continuó estos desarrollos en
términos (y otros) han sido de tal manera divulga- su Metapsicología (de 1915), en Inhibición,Sí
nto-
dos por los medios de masas que gran parte de la ma yAngustia (en 1926), etc. Sus discípulas Ana
usado. Sin embargo, ellos distan de ser obvios o ampliaron este desarrollo.
simples, puesto que para la segunda tópica Freud La pregunta freudiana básica es:¿de qué “de-
escribió un texto ad hoc (El Yo yel Ello) en que se fienden” estos mecanismos de defensa, a quiénes
re-elaboran los precedentes. En este segundo es- “defienden”, para qué “defienden”?
cia disminuyó la suya:sólo el “yo”era consciente que sufriría el yo de muchos individuos sin tales
pero solamente en parte, pues normalmente es más defensas. Los conquistadores tenían autoimagen de
o menos “débil”por “las presiones del ello y de la cristianos, yo y superyó de católicos medievales:
realidad”y la necesidad de adaptarse a ésta, y tam- todos habían sido socializados para amar a Dios sobre
bién más o menos débil porque “usaba”(y padecía, todas las cosas, amar al prójimo como a sí mismos,
nismos de def
ensa (término usado desde 1894) para El “ello”temido y reprimido es, en la primera ver-
mantener cierta integración (adaptación a la realidad sión de Freud, predominantemente sexual. Después
psíquica) y cierta adaptación también a la realidad de Más Alládel Principio del Placer (de 1920) pasa
filosofía y ciencias del siglo XX, “externo”e “inter- Al negar la propia agresión y redefinirla como
te”son dos polos abstractos y dialécticos de toda tadoras, al proyectar su violencia, sexualidad y des-
1
realidad humana ). trucción en los indios primero y en los negros des-
En A. Latina, la pérdida de memoria histórica se pués, al dividir a las culturas como cristianos (bue-
ha expresado como amnesia local y continental, nos) e “infieles”(malos), la mayoría de los españo-
La amnesia es el efecto del mecanismo de defensa tado a “la”(su) realidad. La conquista es pues cum-
que Freud llamó represión:A. Latina “olvidó”su plir con los propios deberes (“no”es robar); matar
primera infancia, “nació”EN 1492, cuando el OTRO es defenderse; amenazar, prohibir y castigar es civi-
la des-cubrió (para sí, y la “cubrió” para los lizar (“no”dominar). Así el superyó católico-espa-
1
Rogamos al lector ser benévolo en nuestra tan rápida hacen viables y funcionales. El yo español no se
f
undamental.La aplicación de Freud másJung (
proposi- Lo que es funcional psicoculturalmente para los
ción y tesis ya herética para los ortodoxos)a la psique conquistadores no lo es para los conquistados:el
latinoamericana es sólo un “ensayo”,cuya f
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yo indígena se quiebra, su ideal del yo cae, la an-
ne sólo dos atenuantes:él es imprescindible y no existe
gustia invade y destruye la psique indígena. Ello es
otro escrito que trate este problema mej
or.
PSIQUE LATINOAMERICANA 73
por la derrota político-militar, sin duda, pero también queda “negado” y “racionalizado” al ser presenta-
nas “no están a la altura”, porque Caupolicán es El concepto antropológico de aculturación an-
primero “castrado” por los españoles e inmediata- tagonista se relaciona con el concepto etnopsicoló-
mente después por su mujer. Recordando a Jung: el gico de aculturación ambivalente, que usé en dos
arquetipo masculino cae, el arquetipo femenino lo de mis libros anteriores (Gissi, 1989, 2002). La
lanza su hijo a los pies de Caupolicán, según el mito de identidad ambivalente: quiero y no quiero ser lo
En México, el mito de Malinche tiene algunas en los otros. Por ejemplo: “pachucos” en EE.UU.
semejanzas: ella es “mala” y traicionera porque se (Paz, 1968); la alta correlación entre hijo maltratado y
entrega a los españoles. Desde esta perspectiva posterior maltratador (Larraín, 1994), argelinos ante
indigenista o indianista Fresia y Malinche son ar- franceses (Fanon, 1963), etc.
quetipos de la mujer maldita: son BRUJAS. Desde la Este conflicto implica poca autonomía cultural y
perspectiva conquistadora, son mujeres inteligen- poca autonomía psíquica: un “yo” confuso, débil.
tes y realistas: se adaptan a la nueva realidad. El Poco libre, angustiado y oprimido. La defensa fun-
machismo y patriarcado indígena en ambos mitos es cional (en lo inmediato) que Freud descubrió al res-
destruido: las “fuertes” pasan a ser las mujeres. Pero pecto es la que llamó identificación con el agresor.
el machismo y patriarcado indígena no son supera- El agresor es percibido y sentido como “potente”, el
dos, sino son reemplazados por el español. agredido como “impotente”. El significado metafóri-
“débil”: el indio y el mestizo se hacen inseguros, término genérico como la más temida disfunción
duda, pero también ante sí mismos: ellos pierden su Cuando la relación agresor-agredido no es oca-
memoria y su identidad, y readquieren una falsa sional sino que se hace crónica, el daño psiquiátrico
memoria y una falsa identidad. Algunos sobre- es más grave, y el agredido suele introyectar que él
introyectan a los españoles y se creen descubiertos tiene gran parte de la “culpa”. Cuando la agresión
en 1492, o que no hay más religión que el catolicis- crónica es institucionalizada, frecuentemente es le-
mo colonial, o que sólo el castellano es una lengua gitimada (W eber): la colonia es racionalizada (como
buena; otros los semi-introyectan y a la vez los re- mecanismo de defensa contra la probable culpa) por
chazan, creen que lo malo empezó en 1492, que el poder español y por la mayor parte de su religión.
Moctezuma era ideal (y no un tirano), que Atahualpa La necesidad psíquica de los indios de restaurar su
era un semidios (y no un fraticida en guerra con yo (poco después también necesidad de mestizos,
con-fusión es por la fusión entre el indígena y el lo mejor posible a la nueva realidad. La identifica-
español, entre hombre y mujer, entre patrón y escla- ción con los agresores y/o con los “potentes” per-
vo. No se sabe dónde empieza y dónde termina el mite y facilita el transformarse en “castellano” –al
yo, qué es lo “mío”, qué es lo auténtico y lo espurio, menos lingüísticamente– y en “católico” –al menos
quién soy yo, cuánto valgo yo como mestizo o como exteriormente. Hay que hacerse “caballero” (térmi-
indio o como latinoamericano. Esta con-fusión es no medieval y de los conquistadores para hombres
característica fundamental de gran parte de los lati- que andan a caballo); resemantizado desde la colo-
noamericanos, de la psique y de la cultura latinoa- nia hasta hoy como “hombre digno”.
La padeció también Sarmiento: españoles no, vocan defensas también colectivas. Durante el siglo
porque no valen nada, franceses sí, porque son todo. XIX, al ser la cultura puritana antisexual, la repre-
Y en el siglo XX la padecieron los comunistas (“ru- sión, negación y proyección de los impulsos sexua-
sos sí, yanquis no”) y los paleoliberales hasta el les son colectivos en tal cultura, frecuentes y masi-
siglo XXI (EE.UU. sí, otros no; la verdad está escrita vos, con grados y matices, como todo fenómeno
mundo (!
); el ataque e invasión a otras naciones Como se sabe, Freud aludió al complejo de Edipo
74 GISSI
4
ya en 1900 en Interpretación de los Sueños, y desde Américas, y particularmente de la A. Latina : inva-
entonces lo consideró central en su teoría, ligado al sión más engaño, violencia militar más violencia
complej
o de castración, y sistematizado como ter- política, opresión cultural, lingüística, ritual, social,
cera fase del desarrollo de la primera infancia des- familiar, religiosa, cotidiana, todas ligadas. La quie-
pués de la oral y la anal. La discusión y re-elabora- bra de la cultura implica la quiebra de la economía
ción de esta fecunda tesis (como de muchas otras) (necesidades materiales básicas) y de la visión de
no cesó nunca más, ni fuera ni dentro del psicoaná- mundo (necesidades psicoculturales básicas) y la
funcionar el Edipo latinoamericano, si es que existe? En este contexto, los conflictos edípicos y la
Lo central del Edipo clásico (freudiano) son los sexualidad se trastornan gravemente: los vencedo-
celos, la envidia, el sentimiento de inferioridad fren- res son así todos hombres (y fálicos: con espadas,
te, especialmente (no exclusivamente) al padre del lanzas y a caballo). Son también fálicos literalmente:
sexo opuesto, la agresividad reprimida y desplazada “poseen” en diversos sentidos del término a los in-
a los hermanos y/o a los más débiles, el deseo de dios derrotados, les quitan sus hombres a las indias
2 5
“poseer” al padre del sexo opuesto , posesión que y sus mujeres a los indígenas varones , como en el
implica intimidad, preferencia en el afecto y caricias; mito trágico y simbólico de Caupolicán y Fresia. El
temor a ser contraatacado y sentimientos de culpa padre –arquetipo dominante y omnipotente– es cas-
fantaseados como “castración”. En relación a esto, trador y violador. Rompe una cultura y crea otra co-
explicitaremos aquí algunas tesis: lonial: realiza una revolución más grande e intensa
El normal e inevitable conflicto del desarrollo in- que las deseadas, planeadas y realizadas en la revo-
fantil frente a las normas y exigencias paternas y lución francesa, de independencia latinoamericana,
culturales es, como decía Freud y confirma toda cien- rusa o mexicana.
cia actual, inevitable: el niño es pre-cultura, la cultu- La rabia y envidia ante estos “Padres” es pues
ra se le impone, frecuentemente y en diversos gra- masiva e intensa y es esta rabia la que después de la
dos, contra su voluntad. Como decía Freud, toda conquista, se reprime y se desplaza: a las mujeres
cultura implica represión, en que el mecanismo de (infieles y traidoras como en el mito de Malinche), a
defensa así llamado (y todos los otros) es ligado los niños, a los vecinos más débiles. Los sentimien-
con la represión –prohibiciones paternas de la pri- tos de inseguridad, inferioridad, castración o falta
mera infancia (introyectadas). Como el ser humano de “potencia” y yo débil, se hacen crónicos. No
es ontológicamente cultural, y toda cultura implica queda más alternativa que la identificación con el
aquello’
), el ser humano es también ontológicamente satisface las necesidades básicas de identidad posi-
frustrado: el “principio del placer” debe perentoria- tiva. Desde la colonia y hasta el actual siglo XXI, los
mente ajustarse al “principio de realidad”. No obs- padres se hacen abandonadores, migrantes a la fuer-
tante las infinitas variaciones de las culturas, estos za y/o violentos. El modelo de la masculinidad pater-
los niños viven “sin normas”. ción-afecto-guía, sino el de fuerza, rigidez y arbitra-
Pero no todas las culturas prohíben lo mismo, ni riedad. La “potencia” masculina se expresaba hasta
la misma cantidad y calidad de aspectos, ni en el hace poco masivamente, con reciente y parcial dis-
3
mismo grado, ni en la misma forma . Tampoco todas minución, como potencia fálica narcisista y
castigan de igual modo las violaciones de las prohi- dominadora, en la forma de padres a los que los ni-
biciones. Y no todas las culturas ofrecen y premian ños temen y odian. Las familias eran y son masiva-
en el mismo grado la adaptación a ellas. mente incompletas, sólo las madres cuidan algo, pero
Uno de los peores casos de desarrollo psicocul- también castigan y abandonan parcialmente, pues
en Áf r i c a y As i a el complejo mesiánico-teocrático
El término de “complejo de Electra” propuesto por Jung
2
(Ribeiro, 1972) de los españoles. La deculturación en Asia
para las niñas no llegó a uso generalizado, por lo que se y en África fue siempre menor;por otra parte, las aboli-
mantuvo el “Edipo” para los dos sexos. ciones religiosas de los imperios clásicos de Europa fueron
M arcuse analizó el problema de la “represión mínima
3
menos rígidas.
inevitable” en Eros y Civilización (1972) 5
Ver R. Herren (1991).
PSIQUE LATINOAMERICANA 75
ellas también necesitan ser cuidadas. Ni muchos sueños, etc., sin aludir a los arquetipos, ni a la inver-
hombres, ni el Estado ni las Iglesias las han cuidado sa. La teoría psicosexual de Freud, el modelo Eros-
bien: los abortos continúan siendo masivos, y hasta Thanatos, Moisés y Hamlet, aconsejan incluir el
comienzos de la década del 90 cualquier hombre modelo arquetípico de Jung. Inversamente, esta teo-
podía negar ser el responsable de los embarazos que ría de Jung sin Freud sería mucho más pobre, como
7
provocaba. él lo reconoce .
El Edipo sano evoluciona bien cuando los padres Más popular que el término ar
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ipoes el con-
yen en el grupo de tres (o más), cuando los castigos y que se relaciona. Así como se ha criticado el con-
la eventual e inevitable rabia de cualquiera de los pa- cepto de inconsciente dinámico de Freud (“no se
dres se acompaña de aclaraciones y posteriores dis- veía y no existía”), con mayor facilidad se descalifi-
culpas, también de felicitaciones, agradecimientos y caba a Jung (“esotérico, ciencias ocultas, anticientí-
pequeños premios. Esta interacción flexibiliza los con- fico”). Pero Jung es claro y preciso: lo inconsciente
flictos, los mitiga, y permite la identificación de los colectivo es común a la especie, no se ve ni se toca
niños con ambos padres, predominantemente en al- porque se expresa a través de los ar
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ipos(t
ipos
mamá. La identificación psicosexual será acá un cami- neoplatónico referido por Jung a Plotino y San
tareas paternas y maternas propias años más tarde. car ni medir, pero es porque se muestran concreta-
Pero este Edipo sano supone una sociedad semisana mente a través de s
ímbolosy/o mi
tos. Esta es la
y semijusta, en que los padres, además de no ser cas- culminación empírica del pensamiento junguiano
primidos-represores, o agresivos-agresores, o vícti- Los mitos y los símbolos se pueden tocar, ver,
mas-verdugos, tengan la oportunidad de llegar a ser oír, medir, gustar y oler: se puede oler y gustar el
protectores-afectuosos-guías, alimentadores materia- vino en la misa, con el sólo relacionar vino con san-
les y espirituales de las nuevas generaciones. gre de Cristo, se puede gustar la ostia, oler el incien-
Es de temer que en ningún país de A. Latina se so, tocar un crucifijo o una escultura fálica o mater-
6
haya logrado esto siquiera para la mayoría . La cau- na, oír canciones y música dedicadas a dioses, con-
sa (¡
jamás hay una causa en ciencias sociales!) no tar cuántas vírgenes o Krishnas hay en una ciudad
son los españoles ni la conquista, pero aquella eta- de España o India, o cuántas fotos de Elvis hay en
turalmente importante. Las causas actuales son las La tesis junguiana es que los mitos y símbolos
fallas de nuestra sociedad latinoamericana actual, a la vez muestran y ocultan las dimensiones del
interdependientes con fallas del sistema social mun- inconsciente colectivo, esto es, de las necesida-
dial y en particular occidental. Mediaciones entre des y modelos psíquicos inherentes a la existencia
estos macrosistemas son los subsistemas del Esta- humana. Generalmente en Jung, “colectivo” signi-
do, la escuela, las iglesias, el trabajo, los medios fica “universal” (a diferencia de un concepto más
masivos irresponsables y la familia. La familia y los sociológico de “colectivo”, que es más delimitado
roles paternos y maternos son siempre influidos por para Fromm (1966), el que lo teoriza como i
ncons-
Otras Tesis Desde y Sobre Jung bolos sobre la masculinidad y femineidad predomi-
páginas precedentes. Esto se explica porque no es 1982), femenino y masculino (que en latín Jung de-
6
No quiero decir que en el resto del mundo sea fácil lograr- por ejemplo). La complementariedad parcial de ambos
lo, por ejemplo que en EE.UU. se haya logrado. No tengo autores no quita que el principal y pionero sea Freud. No
espacio aquí para comparaciones entre continentes. Bas- entraré en este análisis, que ha ocupado centenares de
ta aclarar ahora que en EE.UU. y otras partes hay algunos libros, y que requeriría una o más investigaciones por sí
problemas semejantes y otros diferentes. solo. Aquí mi centro es A. Latina, nosotros mismos.
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PSIQUE LATINOAMERICANA 77
en el cerro Santa Lucía. Pero no es de Caupolicán ni racional y lo instintivo. Como creía Sarmiento y tan-
estatua de Pedro de Valdivia. Desde los últimos años de dominación. En el principio de la teología dogmáti-
del siglo XX, se añadió en otro rincón una difusa ca que considera la trinidad como “el Padre, el Hijo y
particular, tampoco tiene caracteres mapuches. Pre- (1984, p. 246y siguientes, 261 y siguientes). En esta
tende pues ser arquetípica, pero sólo es difusa. NO perspectiva, en el antiguo testamento y en la con-
simboliza al indio latinoamericano, sino que es un quista se marcan facetas negativas del arquetipo del
síntoma de los escultores, de quienes les pagaron y padre: autoritarismo, culpa y castigo, y quedan dilui-
los políticos que las encargaron, de su no percep- das las partes positivas no patriarcales de guía, así
ción clara del indio ni del mestizo real, ni del indio y como el arquetipo materno y femenino.
Así pues, la mayoría de los símbolos no integran lectivo de A. Latina, una permanente oscilación y
al indio y al europeo, no integran lo masculino y lo conflicto entre el dios castigador, el pasado y la cul-
femenino, no integran lo paternal y lo maternal. Los pa, versus la diosa Madre-Protectora, María.
mecanismos de defensa continúan, como la realidad Pero no es sólo María, o esa especial síntesis de
social, al mantener disociados y en conflicto emo- Eva y María que simboliza con tanta potencia Evita
ciones e imágenes inherentes a nosotros mismos. El Perón en Argentina. Es también el mito cuyano (San
lencia en la familia actual es la heredera indirecta- tió en su búsqueda. Con su guagua (bebé) en brazos,
mente de ello. Como diría Jung, el latinoamericano se perdió en el desierto y murió de sed. Cuando la
se pone la máscara del occidental, pero es persegui- encontraron, su guagua estaba viva: se había mante-
do por su sombra indígena, la cual no queremos ver. nido mamando de sus pechos aún fecundos. El mito
connotativa, semántica y psicocultural entre “occi- tal y eterna. También la oposición Madre-Hijo-Vida
dental” y “cristiano” ha sido históricamente inten- versus Guerra y Muerte. Y como dice Moffat, en una
sa, institucionalizada, legitimada y publicitada. Los leve ironía sobre la teoría kleiniana, “la difunta Correa
mitos etnocéntricos se contaminan con mitos racis- tiene los dos pechos buenos” (1992).
tas y viceversa, de modo que la mayoría de los lati- Los problemas del imaginario religioso, de lo
noamericanos no quedó como “occidental”, por no masculino y femenino, del conflicto psicosocial y
ser blanco y por ser pobre. los mecanismos de defensa, del Edipo y la familia,
De este modo, los símbolos de “blanco” como no son sólo ni primariamente de A. Latina. Lo que
positivo y de “negro” o “indio” como negativo, fue- aquí se ha demostrado es que la hermenéutica
ron también institucionalizados. En África y en Asia freudiana y junguiana son imprescindibles para com-
una expresión actual corriente para referirse a A. Lati- prender aspectos centrales de A. Latina, pero está
el uso de la palabra “occidental” excluye a A. Latina, Quedan tesis imprescindibles de ambos autores
tanto en la gente en general como en los académicos. (y de Fromm) aún no tocadas: particularmente el
Como hemos demostrado, los indios han sido conflicto y los mitos de Eros-Thanatos, entre otros.
considerados “infieles” durante siglos, por otra par- Más allá de los próximos artículos que yo presente,
te, los mitos sobre los negros frecuentemente los confío con estas notas imperfectas incentivar a la
han asociado al descontrol sexual, aunque más in- investigación relevante, a la integración de los clási-
tensamente entre los puritanos del Norte que en A. cos y nuestros problemas actuales, al desarrollo de
Latina (Allport, 1970;Bastide, 1975;Freyre, 1943). un pensamiento y una psicología crítica (que co-
Así, blancos y no blancos han representado para mencé con tal nombre en 1970 en mis primeros cur-
los prejuicios de dentro y fuera de A. Latina los ar- sos de la U. Católica en la Escuela de Trabajo Social
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