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Constitución de la Nación Argentina

La Constitución de la Nación Argentina, que rige actualmente a la República Argentina, fue aprobada por una
asamblea constituyente integrada por representantes de trece provincias, hecha en la ciudad de Santa Fe en el
año 1853. Los diferentes textos de esta Constitución han sido reformados varias veces, siendo la última llevada a cabo
en 1994, y han sido dejados sin efecto o modificados por autoridades de facto en nueve oportunidades.
El propósito de la Constitución de 1853 fue poner fin al ciclo de las guerras civiles y sentar las bases de la Organización
Nacional, objetivos que tardaron unas décadas más en cumplirse. Antes de esta aprobación hubo varios intentos (en
1819 y 1826) que fueron rechazados por diversos motivos.
El texto constitucional consta de un preámbulo y dos partes normativas:

 Primera parte: capítulo primero (Declaraciones, Derechos y Garantías; arts. 1-35) y capítulo segundo (Nuevos
Derechos y Garantías; arts. 36-43)
 Segunda parte: Autoridades de la Nación (arts. 44-129).
Asimismo tienen rango constitucional en virtud del art. 75 inciso 22, los siguientes instrumentos internacionales sobre
Derechos Humanos —tratados y declaraciones—:

 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.


 Declaración Universal de Derechos Humanos.
 Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica).
 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
 Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
 Convención Sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
 Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial.
 Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer.
 Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
 Convención Sobre los Derechos del Niño.
 Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (jerarquizada en 1997).1
 Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa
Humanidad (jerarquizada en 2003).2
 Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (jerarquizada en 2014).3

Constitución de 1853
El 31 de mayo de 1852, las provincias integrantes de la Confederación Argentina firmaron el Acuerdo de San Nicolás,
por el que convocaron a un Congreso Constituyente. Sin embargo el 11 de septiembre la Provincia de Buenos Aires se
separó de la Confederación, ya que Buenos Aires no aceptó transferir el poder que se le reservaba, sobre todo en lo
concerniente a la igualdad de representación en el congreso (dos diputados por provincia y a la nacionalización de la
aduana anunciada en el artículo 19 del Pacto de San Nicolás), debido a lo cual no formó parte del congreso. La
Constitución fue aprobada el 1 de mayo de 1853 en la Ciudad de Santa Fe, capital de la Provincia de Santa Fe, durante
el gobierno de Justo José de Urquiza quién derrotó a Rosas en la batalla de Caseros rigiendo solo para las trece
provincias restantes. En 1859 y luego de la batalla de Pavón, Buenos Aires y la Confederación se reunificarían y a tal
efecto se realizó la Reforma de 1860.
Los constituyentes de 1853 trabajaron sobre la base de tres fuentes principales:

 Las constituciones anteriores


 La Constitución de Estados Unidos
 El libro Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina de Juan Bautista Alberdi.
La Constitución tenía un preámbulo y dos grandes partes, la primera dedicada a los derechos y garantías y la segunda
dedicada a la organización del gobierno. El texto estaba redactado en 107 artículos.
El preámbulo, sin valor normativo, adoptó la fórmula inicial del famoso «nosotros, el pueblo» de la constitución
estadounidense pero modificada como «nos, los representantes del pueblo» para subrayar la naturaleza
exclusivamente representativa del sistema adoptado. Declara también que la constitución es «para todos los hombres
del mundo que quieran habitar en el suelo argentino».
La primera parte (derechos y garantías) fue redactada en 31 artículos. Tratándose de una constitución liberal,
básicamente contiene los derechos humanos de primera generación: (principio de legalidad, principio de igualdad ante
la ley, derecho de propiedad, inviolabilidad del domicilio, libertad de expresión sin censura previa, libertad de circulación,
etc.). Adicionalmente contiene normas específicas como la abolición de la esclavitud (art. 15), gratuidad de la educación
primaria (art. 5), la igualdad de derechos civiles para ciudadanos y extranjeros (art. 20), el fomento de la inmigración
europea (art. 25), la prohibición de toda forma de democracia directa (art. 22), etc.
La segunda parte (gobierno) regula la organización de los tres poderes federales (ejecutivo, legislativo y judicial) y
los gobiernos provinciales, según la forma representativa, republicana y federal (federalismo atenuado). Organizó
un poder ejecutivo fuerte (presidencialismo), con facultades para intervenir las provincias, declarar el estado de sitio,
designar a los jueces, etc. El poder legislativo es bicameral con facultades para sancionar los códigos principales.
El poder judicial está organizado sobre la base del juicio por jurados, pero nunca fue cumplido. La Constitución no
establecía el sufragio secreto ni universal, ya que no garantizaba el sufragio femenino, ni el voto a los ciudadanos
residentes en los territorios nacionales.5

Reforma de 1860
La reforma constitucional argentina de 1860 fue una reforma de la Constitución de 1853 realizada luego de la Batalla de
Cepeda y antes de la Batalla de Pavón, en el contexto de la guerra entre la Confederación Argentina y el Estado de
Buenos Aires, que tuvo como consecuencia la adhesión de esta última al texto constitucional de 1853 y su integración
de derecho a la República Argentina. la paz entre ambas partes se selló en el Pacto de San José de Flores, en el cual
Buenos Aires se declaró parte de la Confederación Argentina y en el que se estableció que la provincia porteña podría
proponer reformas a la Constitución Nacional de 1853, que establecía la forma de gobierno federal, para que fueran
evaluadas por una Convención Constituyente Ad Hoc.
Buenos Aires eligió una Convención Provincial Revisora que propuso varias reformas al texto de 1853, la mayoría de
las cuales fueron luego aceptadas por la Convención Nacional Constituyente de 1860. Las principales modificaciones
fueron la eliminación del artículo que establecía que la Capital Federal sería la ciudad de Buenos Aires, la obligación de
que los derechos de importación sean uniformes en todo el país (con el fin de impedir que se promuevan determinadas
regiones o puertos), la eliminación por cinco años de los derechos de exportación, la reducción de facultades del
gobierno nacional para intervenir provincias, decretar el estado de sitio, someter a juicio político a los gobernadores,
diputados y senadores nacionales, o revisar las constituciones provinciales. La reforma también introdujo la prohibición
al Congreso nacional de dictar leyes que "restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción
federal", el reconocimiento de los derechos y garantías implícitos derivados del principio republicano y de soberanía del
pueblo, y el reconocimiento del principio de "ciudadanía natural" (jus soli). Suprimió también las facultades de la Corte
Suprema de la Nación en conflictos entre poderes públicos de una misma provincia, o entre una provincia y sus vecinos.

Reforma de 1866
La reforma constitucional de 1866 fue una breve pero crucial modificación relacionada con los ingresos del Estado
nacional, impulsada por el presidente Bartolomé Mitre al solo efecto de restablecer los impuestos a las exportaciones,
llamados también retenciones o derechos de exportación, que habían sido abolidos a partir del 1 de enero de 1866 por
la reforma constitucional de 1860. La reforma modificó dos artículos, el artículo 4, para eliminar el vencimiento de 1866,
y el artículo 67, inciso primero, para restablecer la facultad de Congreso Nacional para imponerlos.

Reforma de 1898
Hacia fines del siglo XIX se hizo evidente que el desarrollo económico y social requería un aumento del tamaño
de Estado, que desbordaba los límites previstos en la Constitución. En 1897 el Congreso Nacional declaró la necesidad
de reforma constitucional, estableciendo las materias y artículos para reformar, la representación asignada a cada
provincia (los ciudadanos de los territorios nacionales no tuvieron derecho a elegir ni ser elegidos) y demás
requerimientos para conformar la Convención:
Artículo 1.- Declárase necesaria la reforma parcial de la Constitución, en lo relativo al número de habitantes que el Artículo 37 fija
como base para la elección de diputados al Congreso Nacional; en la disposición del Artículo 87, relativa al número de Ministros del
Poder Ejecutivo; y, en el inciso 1.º del Artículo 67, en cuanto no permite la instalación de aduanas libres en los territorios del sud de
la República.6
La Convención se instaló en la Ciudad de Buenos Aires el 24 de febrero de 1898, funcionando hasta el 15 de marzo,67
tratando los tres puntos que el Congreso consideró necesario reformar y aprobando reformas en dos:

 Cambio de la base de elección de diputados. La constitución de 1853 indicaba que se elegiría un diputado cada
20 000 habitantes. El crecimiento poblacional demostró la necesidad de un cambio. El artículo se reformó para que
indicara que se elegiría un diputado cada 33.000 habitantes, y que el Congreso pudiera elevar la base de elección
de diputados para poder mantener su número en una cantidad razonable (de no haber sido así, de acuerdo con los
datos del Censo de Argentina de 2010 la Cámara debería estar formada por 2004 miembros).
 Aumento de los ministerios. La Constitución fijaba en cinco el número de ministerios y deslindaba sus ramos
(Relaciones Exteriores, Interior, Justicia e Instrucción Pública, Hacienda, Guerra y Marina). Con la reforma, su
número aumentó a ocho y su deslinde se dejó a la legislación.
 Aduanas libres. La Convención rechazó esta posibilidad de reforma.7
Reforma de 1949
La necesidad de incorporar nuevos derechos sociales y las nuevas funciones del Estado, siguiendo los lineamientos
del constitucionalismo social, fueron los argumentos básicos que motivaron esta reforma. Fue promovida por el
gobierno de Juan Domingo Perón. La modificación incorporó en sus artículos los derechos de segunda generación
(laborales y sociales), reconoció la igualdad jurídica del hombre y la mujer, incorporó la función social de la propiedad,
estableció la autonomía universitaria, los derechos de la niñez y la ancianidad, el hábeas corpus, facultades de
intervención de Estado en la economía, entre otras normas. También posibilitó que el presidente pudiera ser reelegido
indefinidamente, y dispuso su elección y la de los diputados y senadores por voto directo.

Reforma constitucional argentina de 1949


La Reforma constitucional argentina de 1949, también conocida como Constitución de 1949 o Constitución
peronista, fue una reforma de la Constitución argentina de 1853, realizada durante la primera presidencia de Juan
Domingo Perón (1946-1952). La reforma se incluye dentro de la corriente jurídica mundial del constitucionalismo
social y entre sus principales normas incorporó los derechos de segunda generación (laborales y sociales), la igualdad
jurídica del hombre y la mujer, los derechos de la niñez y la ancianidad, la autonomía universitaria, la función social de
la propiedad, la elección directa del presidente y el vicepresidente y la posibilidad de su reelección.
Fue derogada el 27 de abril de 1956 por "proclama" del dictador Pedro Eugenio Aramburu, en la segunda etapa de la
dictadura cívico-militar autodenominada Revolución Libertadora que derrocó al presidente Perón, restableciéndose
la Constitución Argentina de 1853 con sus reformas de 1860, 1866, 1898 en tanto no se opusiera a los fines de la
Revolución.

Antecedentes
El constitucionalismo social y los derechos de segunda generación
En Argentina, el primer antecedente de constitucionalismo social fue la reforma de la Constitución de Santa Fe de 1921,
que no fue promulgada por el gobernador radical Enrique Mosca porque la convención había excedido los 90 días que
la ley le había otorgado para realizar la reforma. Fue puesta en vigencia en 1932 por el gobernador Luciano Molinas,
del Partido Demócrata Progresista, el cual había sido inspirador de gran parte de las reformas de 1921. Tras la
intervención federal de 1935, se volvió a la constitución anterior.
Luego de 1930 varias provincias argentinas reformaron sus constituciones para incorporar las nuevas tendencias del
constitucionalismo social (San Juan, Entre Ríos, Buenos Aires, etc.) y los reclamos para reformar la Constitución de
1853 fueron cada vez más numerosos. En 1937 la Unión Cívica Radical resolvió que era necesario reformar la
Constitución.1
En 1931 había aparecido un libro de Rafael Emiliani, titulado Bases para la reforma de la Constitución Argentina.2 En
1936, Rómulo Amadeo, publicó Hacia una nueva constitución nacional3 y en 1943, Roberto Podestá
escribió Antecedentes y puntos de vista para una revisión constitucional.4
Asimismo, otros países latinoamericanos habían sancionado nuevas constituciones con contenido social,
como Brasil (1937), Bolivia (1938), y Cuba (1940).
Entre los proyectos de reforma presentados en el Congreso Nacional, se encuentra el que realizara el
convencional John William Cooke. Precisamente este explica los fundamentos ideológicos sobre la intervención del
Estado en la economía que inspirarán la reforma de 1949:
Las enormes concentraciones financieras –resultado fatal de la lucha por las materias primas y los mercados- crearon condiciones
en que no pudo cumplirse con ninguno de los supuestos en que se basaba la doctrina económica liberal. Ante el creciente poder de
las grandes organizaciones capitalistas, de proyecciones mundiales, fue un mito la libertad, no ya económica sino política. Este
estado de cosas –dicen los autores del proyecto- hizo entonces necesaria la intervención del Estado en la vida económica de las
naciones, tanto para impedir la explotación de los débiles como para facilitar el desarrollo orgánico y equilibrado de las fuerzas
económicas.4
La inclusión en 1949 de los derechos sociales o de segunda generación en la Constitución Argentina, fue parte de un
movimiento universal llamado constitucionalismo social, iniciado con la sanción de la Constitución de México de 1917,
resultado directo de la Revolución mexicana, en Alemania, con la Constitución de la República de Weimar en 1919 y
en España la Constitución española de 1931.
La creación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1919, con dirección tripartita de gobiernos, sindicatos
y empleadores, y las invocaciones del Preámbulo de su Constitución,5 de validez mundial, fueron un factor que
fortaleció el reclamo de los trabajadores de todo el mundo de incluir los derechos sociales en las constituciones
nacionales. Prácticamente todas las constituciones del mundo, reorganizaron sus textos, para recoger los derechos y
garantías que caracterizaron al constitucionalismo social y reorganizar el Estado para orientarlo activamente hacia esos
fines.6
El constitucionalismo social es una consecuencia de la revolución industrial, la aparición de la clase obrera, y su
organización en sindicatos y partidos obreros, para reclamar por los derechos específicos del trabajo. El
constitucionalismo social y la constitución del estado de bienestar que caracterizó al siglo XX son proceso indisolubles.
El derecho del trabajo se constituyó en el eje central del estado de bienestar. En Estados Unidos el proceso fue más
conocido como New Deal, término que traducido literalmente significa "Nuevo Pacto", pero que se aproxima más a la
idea de nuevo contrato social.789
El principio medular del constitucionalismo social es la justicia social, entendida como la necesidad de superar las
declaraciones puramente formales de derechos humanos, para otorgar al Estado un rol activo con el fin de garantizar
que los derechos constitucionales sean realmente disfrutados por todos los ciudadanos.10
El constitucionalismo social excede el campo del derecho laboral para incluir normas económicas, sociales y culturales.
Entre las normas económicas, se encuentra la noción de función social de la propiedad, entre las sociales, las garantías
específicas sobre vivienda, salud, seguridad social, ancianidad y entre las culturales, la garantía de una educación
pública y gratuita.89
La Constitución argentina de 1949 se enmarca en un movimiento latinoamericano inspirado en la justicia social. Algunos
estudiosos han calificado a esos movimientos como "populismo" por estar relacionados con el pueblo,1112 término
cuestionado por otros estudiosos por su significación despectiva13 o por su generalización eurocéntrica.14
Sampay, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Buenos Aires, se había formado en el radicalismo
yrigoyenista y la catolicismo tomista, y venía insistiendo en la necesidad de la reforma constitucional en Argentina desde
1933. Sampay, quien durante la Convención Constituyente presidió la Comisión de Estudio del Anteproyecto de
Reformas, había presentado él mismo un anteproyecto que guarda gran similitud con la reforma final. Ha sido autor de
libros como "La crisis del Estado democrático liberal burgués" (1942) e "Introducción a la Teoría del Estado" (1951)
Meses antes se realizó un estudio comparativo encargado por Perón al secretario de Asuntos Técnicos de Figuerola, de
la Constitución vigente y como anexo del anterior, otro estudio comparativo con distintas constituciones extranjeras,
clasificados por tópicos como derechos garantías constitucionales, orden público, previsión y asistencia social,
propiedad, régimen económico financiero, régimen familiar, trabajo, enseñanza, régimen presidencial, poder judicial y
régimen agrario. Además se incluyeron los 38 anteproyectos de reforma ingresados al Congreso desde el 1903 de
diferentes corrientes políticas.

La ley declarando la necesidad de reforma


El 27 de agosto el Congreso sancionó la Ley Nº 13.233 declarando la necesidad de la reforma de la Constitución
Nacional. El 20 de septiembre se sancionó la Ley 13.262 donde se establece que elección de convencionales
constituyentes se efectuaría junto a la de diputados nacionales y electores para senadores.

Debate sobre miembros "totales" o "presentes"


Las reglas para la reforma constitucional estaban establecidas en el artículo 30 de la Constitución Nacional vigente que
decía:
La Constitución puede reformarse en él todo o en cualquiera de sus partes, pasados diez años desde el día en que la juren los
pueblos. La necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus
miembros; pero no se efectuará sino por una Convención convocada al efecto.
Es decir el sistema de reforma incluía dos pasos:

1. Que el Congreso declare la necesidad de la reforma con una mayoría especial: dos terceras partes de sus
miembros
2. Que se elija una Convención Constituyente para que realice la reforma.
El debate previo se centró sobre el tipo de mayoría necesaria para que el Congreso declare la necesidad de la reforma.
Un sector de la UCR sostuvo que la mayoría de dos terceras partes, debía calcularse sobre todos los miembros del
Congreso. Los peronistas sostenían que la exigencia de la Constitución era de dos tercios de los miembros presentes,
tal como se había realizado en las reformas constitucionales anteriores, al sancionar en 1860 la Ley 234 de la
Confederación y la Ley 171 de 1866.15
De todos modos esta objeción nunca fue llevada a votación en el Congreso y solo sería planteada como moción de voto
por el radicalismo, en ocasión de la Convención Constituyente. En la Unión Cívica Radical existían dos posiciones
enfrentadas. Por un lado, se encontraba los radicales unionistas -José P. Tamborini, Enrique Mosca, Ernesto
Sammartino, etc.-, que sostenían una posición frontalmente antiperonista y proponía un rechazo absoluto, tanto a la
reforma constitucional, como a presentarse a elecciones de convencionales constituyentes, asistir a las sesiones y jurar
la nueva Constitución. Por el otro lado estaban los radicales intransigentes -Ricardo Balbín, Arturo Frondizi, Moisés
Lebensohn, Crisólogo Larralde, Arturo Illia, Amadeo Sabattini, etc.- que mantenían una posición de crítica a los actos
del peronismo que consideraban antidemocráticos, pero de apoyo a las medidas de progreso social y nacionalismo
económico.16 Estos sostuvieron que había que presentarse a elecciones y asistir a las sesiones de la Convención
Constituyente para que fuera este organismo el que se pronunciara sobre la cuestión de las mayorías. Finalmente así
sucedió: los radicales se presentaron a elecciones y asistieron a la primera sesión ordinaria a plantear el
cuestionamiento sobre la mayoría con que se sancionó la ley de convocatoria. Debido a que la Convención votó en
contra de la posición sustentada por la UCR, sus convencionales no volvieron a asistir. Cuando juraron como diputados
la nueva Constitución. La corriente unionista de la Unión Cívica Radical los acusó duramente, de "peronizar la U.C.R." y
de"colaboracionistas".
Los radicales argumentaron que la frase «dos terceras partes, al menos, de sus miembros» debía interpretarse
literalmente, sin agregar «presentes», y que cuando la Constitución autorizaba el cálculo sobre los «miembros
presentes», aclaraba en el texto esa circunstancia.17En sentido contrario el peronismo argumentó que la práctica
constitucional argentina desmentía la interpretación radical, ya que las leyes 234 y 171, que declararon la necesidad de
las reformas constitucionales de 1860 y 1866, tampoco se habían sancionado con la mayoría que estaba sosteniendo la
U.C.R. y que nadie nunca había sostenido que eran inválidas. Argumentaron también que si la Constitución no lo decía
expresamente, no correspondía asumir que había que computar a todos los parlamentarios. Reunidas las cámaras, se
lograron los dos tercios del total. Las deliberaciones en esos casos siguieron su curso y se siguió adelante, se sancionó
la convocatoria a la Constituyente y luego se fijó la fecha de las elecciones de convencionales constituyentes, para el 5
de diciembre de 1948.
La diferencia en un caso y otro era pequeña, porque estaba referida a los parlamentarios enfermos o incapacitados para
asistir, pero era suficiente para que el peronismo no alcanzara la mayoría según el cálculo que proponía el radicalismo.
Ese fue uno de los argumentos que utilizó la Revolución Libertadora cuando derogó la Constitución de 1949 mediante la
proclama militar del 27 de abril de 1956.
El debate entre miembros presentes y totales nunca se resolvió plenamente. En 1994 el
diputado conservador Francisco de Durañona y Vedia elaboró un proyecto de ley estableciendo que para declarar la
necesidad de modificar la Constitución bastaban dos tercios de los miembros presentes de las cámaras del Congreso,
que llegó a obtener la media sanción del Senado.18 A su vez la Convención Constituyente de 1994 no hizo cambio ni
aclaración alguna al artículo 30.

La elección de los convencionales constituyentes


En diciembre se realizaron las elecciones nacionales para convencionales, diputados y electores para senadores con la
normativa de la Ley Sáenz Peña. En ellas los peronistas obtuvieron 1.590.634 votos; los radicales 834.436; comunistas
85.355 y en blanco hubo 180.270.

La Convención Constituyente de 1949


Integración de la Convención
La Convención Constituyente de 1949 se reunió en Buenos Aires. Comenzó las sesiones preparatorias el 24 de enero
de 1949, sancionó el nuevo texto reformado el 11 de marzo y concluyó con el juramento el 16 de marzo de ese año.
Los convencionales constituyentes de 1949 pertenecieron al peronismo, que obtuvo la mayoría, y al radicalismo, que
obtuvo la minoría.
Los convencionales de la Unión Cívica Radical (UCR) solo asistieron a la primera sesión ordinaria del 8 de marzo,
plantearon su disconformidad con la convocatoria, y se retiraron de las sesiones.
La ausencia del radicalismo empobreció los debates. Como antecedentes en 1931 un libro de Rafael Emiliani, titulado
bases para al reforma de la constitución Argentina. En 1936 Romulo Amadeo publicó hacia una nueva constitución
nacional y en 1943, Roberto Podesta escribió antecedentes y puntos de vista para una revisión constitucional. Se
destacó Arturo Sampay, su principal ideólogo. Arturo Sampay, es considerado un unánimemente como padre de la
constitución de 1949. Sampay era profesor de derecho constitucional de la universidad de Buenos Aires. En sus
extensas participaciones Sampay insistió en varios conceptos, derivados principalmente de las nociones de "bien
común" y "justicia distributiva", de los cuales derivaban derechos como los de los trabajadores, la mujer, la ancianidad,
la niñez, la igualdad jurídico de hombres y mujeres, la función social de la propiedad y el rol del Estado en la economía,
pero con un sentido complementario y supletorio de la actividad privada. Reclamaba Sampay un Estado
interventor pero:
“como poder supletorio e integrador, para afirmar un orden positivo, restituyendo o asegurando al hombre la
libertad necesaria a su perfeccionamiento”.
Entre otros participaron los siguientes convencionales:
Peronistas:

 Arturo Sampay, jurista y constitucionalista formado en Universidad Nacional de La Plata, donde fue
docente, de formación socialcristiana. Políticamente integró el grupo de radicales yrigoyenistas cercanos
a FORJA que en 1946 formó parte de la Unión Cívica Radical Junta Renovadora, uno de los partidos que
fundaron el peronismo. Seguidor del pensamiento de Jacques Maritain, luego del golpe de estado que
derrocó al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, se convirtió en uno de los principales críticos de
la Constitución de 1853. En 1949 él mismo presentó al Partido Justicialista un anteproyecto que guarda
gran similitud con la reforma final. Durante la Convención Constituyente presidió la Comisión Revisora de la
Constitución y redactó el informe leído a la Convención el 8 de marzo de 1949. Es unánimemente
considerado el ideólogo o "padre" de la Constitución de 1949. Fue el autor de libros como La crisis del
Estado democrático liberal burgués (1942), Introducción a la Teoría del Estado (1951) y Constitución y
Pueblo(1974).19
 Domingo Mercante, militar e hijo de un importante dirigente sindical ferroviario socialista y ex Secretario de
Trabajo, diseñó junto con Perón, la estrategia de alianzas con el movimiento obrero en 1943.
 José Espejo, dirigente sindical, elegido secretario general de la CGT en 1947.
 Ítalo Luder, jurista, profesor de Derecho Constitucional en las universidades de Buenos Aires, Católica, del
Litoral y de la Plata, posteriormente fue presidente provisional de la Nación en 1975. Escribió La
Jurisprudencia (1951), El Sistema Jurídico de la Ejecución Penal (1959), La Argentina y sus Claves
Geopolíticas (1974).
 Pablo A. Ramella (1906-1993). Jurista y constitucionalista sanjuanino, de fuerte formación socialcristiana.
Rector de la Universidad Popular de San Juan y decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de
la Universidad Católica de Cuyo (1960-1969). Entre 1955 y 1957 fue juzgado y condenado por la dictadura
autodenominada Revolución Libertadora, permaneciendo dos años preso. Fue designado miembro de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación y depuesto por la dictadura que tomó el poder en 1976. Fue
autor de uno de los anteproyectos de constitución tenidos en cuenta por el Partido Justicialista para
elaborar el proyecto partidario presentado a la convención. Fue autor de libros como Reformas a la
Constitución de San Juan (1943), La Estructura del Estado (1946), Derecho Constitucional,
(1960), Introducción Elemental al Derecho (1967), El Desarrollo del Derecho Constitucional
Argentino (1969), Los derechos humanos (1980), Atentados a la vida (1980), La constitución al alcance de
todos (1983).19
 Eduardo Colom, director del diario La Época.
 Francisco de Virgilio
Radicales:

 Moisés Lebensohn, político, fue uno de los renovadores de la Unión Cívica Radical, integrando el grupo
que realizó la Declaración de Avellaneda y fundó el Movimiento de Intransigencia y Renovación en
1945. Desarrolló un pensamiento nacionalista inspirado en la obra de gobierno de Yrigoyen y adaptado
a la construcción de una sociedad industrial y al proceso de sustitución de importaciones.
 Aristóbulo Aráoz de Lamadrid;
 Alfredo D. Calcagno;
 Ramón Lascano.

Las reformas
Síntesis
La Constitución Argentina de 1949 fue una constitución incluida en la corriente del constitucionalismo social que
incorporó los derechos de los trabajadores (decálogo del trabajador), los derechos de la familia, de la ancianidad, de la
educación y cultura;la protección estatal para la ciencia y el arte; la enseñanza primaria obligatoria y gratuita. Además
de la igualdad de hombres y mujeres en las relaciones familiares; la autonomía universitaria; la función social de la
propiedad; la elección por voto directo para diputados, senadores y presidente; y la reelección inmediata del
presidente.20

Agregados al preámbulo
El Preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina no tiene carácter normativo, pero siempre se lo ha considerado
como un programa político por encima de los partidos. La Constitución de 1949 incorporó al Preámbulo la siguiente
frase:
...la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
El agregado está relacionado con el reconocimiento de tres principios básicos sobre los que se debe constituir la
Nación:

 «Socialmente justa»: se refiere al reconocimiento constitucional del valor de la justicia social. El concepto está
relacionado con el reconocimiento del movimiento sindical como uno de los actores sociales protagónicos y de
los derechos de los trabajadores como derechos humanos.
 «Económicamente libre»: hace referencia a la idea de independencia económica e indirectamente a los
mecanismos de dependencia neocolonial.8 El concepto está relacionado con la teoría de la
dependencia latinoamericana desarrollada en aquella época.
 «Políticamente soberana»: se refiere al concepto clásico de independencia política fortalecido con la noción
moderna del derecho de autodeterminación de los pueblos.
Forma de gobierno y declaraciones políticas
La Constitución de 1949 incorporó tres normas relacionadas con la organización política del país:

 Defensa de la democracia y la Constitución. En el artículo 15 se establecía el principio de que no existe libertad


para atentar contra la libertad, la prohibición de formar milicias no estatales y el no reconocimiento de
organizaciones que atenten contra la democracia o las libertades de la Constitución. Complementariamente, el
artículo 21 ordenó al Congreso sancionar una ley para reprimir penalmente preconizaron o difundieren métodos o
sistemas mediante los cuales, por el empleo de la violencia, se propongan suprimir o cambiar la Constitución o
alguno de sus principios básicos, y los artículos 34 y 83, inciso 19, que facultaron al Poder Ejecutivo a decretar el
"estado de prevención y alarma", durante el cual quedaba habilitado para detener personas hasta por 30 días. Italo
Luder fundamentaba estas normas en la necesidad de conciliar orden y libertad, denominándola "democracia
beligerante".4

 Seguridad en los ríos. El artículo 18 limita la libertad de navegación de los ríos interiores del país en aquellos
casos que pueda afectar "la seguridad o el bienestar nacional". La libre navegación de los ríos interiores establecida
en la Constitución de 1853 fue un de los puntos claves de las guerras civiles y de los enfrentamientos bélicos con
Gran Bretaña y Francia, en la primera mitad del siglo XIX. La reforma tenía como objetivo abrir camino a la
represión del contrabando, que se había extendido, y eventualmente establecer derechos de paso.21
 Juicio por jurados. La reforma constitucional eliminó el sistema de juicio por jurados que estaba establecido por el
artículo 24 de la Constitución de 1853 pero no se había aplicado hasta el momento. El juicio por jurados no se había
aplicado en la Argentina, a pesar de la prescripción constitucional y existía un amplio consenso entre especialistas y
partidos políticos sobre el hecho de que no era un sistema recomendable para el país. De hecho, cuando en 1955
se restableció la Constitución de 1853, ninguno de los gobiernos que se sucedieron cumplió el mandato. La reforma
constitucional de 1994 confirmó la obligación de organizar el sistema judicial argentino mediante el sistema de
jurados, pero hasta el año 2008 no se ha hecho ningún intento de cumplir el mandato constitucional.22El sistema fue
establecido en la provincia de Córdoba23 y en la provincia de Buenos Aires por el artículo 338 bis inciso 2 del
Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires (de acuerdo a la Ley 14.589).24
Derechos sociales
La reforma constitucional de 1949 agregó dos capítulos a la primera parte de la constitución. El capítulo III dedicado a
los derechos sociales y el capítulo IV dedicado a los derechos económicos.
El capítulo III, titulado «Derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad y de la educación y la cultura», tiene un
solo y extenso artículo, el artículo dividido a su vez en cuatro secciones, para especificar los derechos...:

 del trabajo.
 de la familia.
 de la ancianidad.
 de la educación y la cultura.
Derechos de la mujer
La primera sección del artículo 37, fue conocida como Decálogo del
Trabajador, y está integrada por 10 incisos, referidos a los derechos a La declaración de la igualdad jurídica entre el hombre y la mujer
en el matrimonio y la patria potestad, que estableció el artículo
trabajar, a una retribución justa, a la capacitación, a condiciones dignas 37 de la Constitución de 1949, fue una de sus normas más
de trabajo, a la preservación de la salud, al bienestar, a la seguridad destacadas, ya que hasta ese momento no se había establecido
social, a la protección de su familia, al mejoramiento económico y a la legalmente. Cuando la Constitución de 1949 fue derogada, la
mujer casada en Argentina volvió a tener un estatus inferior
defensa de los intereses profesionales. durante varias décadas más. Hasta 1968 se la consideró a la
mujer casada como una incapaz relativa, similar a un menor de
En la convención se discutió si debía incluirse el derecho de huelga en edad,25 y recién en 1985 se estableció su igualdad jurídica con
la Constitución. Se opusieron Sampay afirmando que el de huelga era el hombre frente a la patria potestad de sus hijos.26
un derecho natural que no necesitaba incorporarse al derecho positivo
y el también convencional peronista Hilario Salvo, quien alegó que su
inclusión "trae la anarquía y pone en duda de que, en adelante, nuestro
país será socialmente justo".27El también convencional justicialista Pablo A. Ramella argumentó a favor de la postura de
inclusión.28La mayoría decidió finalmente no incluir el derecho de huelga en el texto constitucional y sólo
posteriormente, en la reforma constitucional de 1957, el derecho de huelga se incorporó como un derecho de los
gremios (art. 14 bis).
La segunda sección del artículo 37, dedicada a los derechos de la familia, declaró la igualdad jurídica del hombre y la
mujer en el matrimonio y la patria potestad, garantizó el bien de familia que protegía la vivienda única de los juicios por
deudas, y estableció una protección especial para la maternidad y la infancia.
La tercera sección del artículo 37, dedicada a los derechos de la ancianidad, es un extenso decálogo de protección
integral del anciano.
La cuarta sección del artículo 37, dedicada a la educación y la cultura establece entre otras cosas, la enseñanza
primaria gratuita y obligatoria, las escuelas rurales, y la autonomía universitaria.
Derechos económicos
El artículo 40
El Capítulo IV, agregado a la Constitución por la reforma de 1949, se
tituló «La función social de la propiedad, el capital y la actividad El artículo 40 ha sido considerado por algunos observadores
económica». Tenía tres artículos: como el centro de la Reforma de 1949 y la causa real de su
derogación en 1956.2930 El artículo 40 fue impuesto por el ala de
centro-izquierda y sindical del peronismo, resistiendo las
 artículo 38: establece la función social de la propiedad; presiones de los sectores conservadores, el lobby de las
 artículo 39: establece que el capital debe estar al servicio del grandes empresas y probablemente del propio
bienestar social; Presidente Perón.19 Estableció en forma operativa:

 artículo 40: establece reglas para la intervención del Estado en la


economía.  El monopolio estatal del comercio exterior;
 La propiedad inalienable de la Nación sobre las minas y
El artículo 40 generó un conflicto crucial, tanto durante como después fuentes de energía;
de la reforma. Redactado por Sampay, Juan Sábato y Jorge del Río,  La obligación del Estado de prestar los servicios públicos
quienes habían resultado figuras claves en la lucha contra en forma directa;
el monopolio privado del servicio eléctrico y la corrupción de las  Reglas para el cálculo de la indemnización por
expropiación de empresas de servicios públicos, debiendo
empresas que prestaban el servicio, que desencadenó el computarse como amortización "los excedentes sobre una
llamado Escándalo de la CHADE.19 ganancia razonable".

El artículo 40 garantizaba un decisivo control de la economía por parte El artículo 40, de naturaleza básicamente operativa, de hecho
estableció una economía capitalista mixta, con una importante
del Estado, en el área de la energía, los servicios públicos y el intervención del Estado, cuya estructura básica no estaría
comercio exterior, así como en los sectores en los que sujeta a los vaivenes de los cambios de gobierno.
actuaran monopolios u oligopolios privados. Establecía también un
mecanismo para calcular el precio de expropiación de las empresas
que administraban servicios públicos, computando a cuenta del mismo «los excedentes sobre una ganancia
razonable».31
Explicando la razón de ser de su teoría constitucionalista sobre bienes de producción y recursos naturales, Sampay
explicaba en una conferencia pronunciada a comienzos de los años 70 que:
Frente a la realidad de las empresas multinacionales y el imperialismo que éstas ejercen sirviéndose del poderío de los Estados
altamente desarrollados, el principio de la soberanía promueve y condiciona el progreso esencial del derecho internacional
contemporáneo. Lejos pues de ser arcaico, el principio de la soberanía tiene una fuerza decisiva para mantener la paz e impulsar el
progreso de los pueblos.
Arturo Sampay32

Varios historiadores sostienen que empresas extranjeras realizaron presiones para que el proyectado artículo no fuera
incluido en la Constitución, obteniendo incluso que el propio Perón intentara evitar que la Convención Constituyente
aprobara el artículo 40, pero que Sampay lo impidió.19 En algunos casos también se atribuye a ese conflicto, al menos
parcialmente, la persecución que el gobierno peronista inició tres años después contra Sampay y que lo llevó al exilio.19
Cuando la dictadura militar que derrocó al gobierno constitucional en 1955 «proclamó» la abolición de la Constitución de
1949, Raúl Scalabrini Ortiz en un artículo titulado «El artículo 40 es el bastión de la República», sostuvo que la razón
única de la abolición de la llamada Constitución peronista era derogar el artículo 40.29
Relata Sampay en su libro Constitución y pueblo que «los partidos políticos de raigambre popular» intentaron reinstalar
el artículo 40 durante la Convención Constituyente de 1957 convocada por la dictadura, pero que cuando «la iniciativa
logró el apoyo de la mayoría de la comisión redactora... la Convención se disolvió en un santiamén».30
El artículo 40 fue tomado como antecedente por Uruguay en 1967 y por Chile en 1971 para establecer reglas sobre
expropiación de empresas y nacionalización de servicios públicos.32

Otros derechos y garantías


Adicionalmente, la Convención Constituyente de 1949, estableció otras importantes reformas constitucionales. Entre
aquellas referidas a los derechos civiles y políticos, pueden mencionarse la prohibición de discriminar por raza (art. 28),
el derecho de habeas corpus (29), y la facultad conferida al presidente de declarar el «estado de prevención y
alarma»durante el cual se podría detener ciudadanos hasta por 30 días (art. 34). Entre las reformas referidas al sistema
de gobierno, pueden mencionarse el voto directo (arts. 42, 47 y 82) y la reelección ilimitada del presidente (art. 78).
En 1956 la dictadura cívico-militar dispuso por proclama anular la Constitución y con ella todos los derechos sociales allí
establecidos. Poco después en 1958, la dictadura convocó a una convención constituyente realizada con proscripciones
políticas, bajo su control e impugnada por varios partidos políticos, que avaló la reposición del texto de 1853, que no
trataba sobre los derechos sociales y económicos, la igualdad del hombre y la mujer, la autonomía universitaria y otros
derechos allí incluidos. Cuando la convención de 1958 estaba a punto de disolverse, un sector de la misma logró
sancionar un artículo, conocido como artículo 14 bis, incluyendo algunos derechos sociales, como el salario mínimo vital
y móvil, el seguro de salud, la obligación de proteger legalmente al trabajo, el reconocimiento de los sindicatos, el
derecho de huelga, un sistema de previsión social público y el derecho a una vivienda digna.
Detalle de las reformas
A continuación se realiza una lista de las reformas realizadas por la Convención Constituyente de 1949.

I. Preámbulo
El Preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina no tiene carácter normativo, pero siempre se lo ha considerado
como un programa político por encima de los partidos. La reforma incorporó al Preámbulo la siguiente frase:
...la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
El agregado está relacionado con el reconocimiento de tres nuevos principios básicos para la Nación:

 «Socialmente justa»: se refiere al reconocimiento de la justicia social. El concepto está relacionado con el
reconocimiento del movimiento sindical como uno de los actores sociales protagónicos y de los derechos de los
trabajadores como derechos humanos.
 «Económicamente libre»: hace referencia a la idea de independencia económica e indirectamente a los
mecanismos de dependencia neocolonial. El concepto está inspirado en la teoría de la
dependencia latinoamericana desarrollada en aquella época.
 «Políticamente soberana»: se refiere al concepto clásico de independencia política fortalecido con la noción
moderna del derecho de autodeterminación de los pueblos.
I. Forma de gobierno y declaraciones políticas
 Art 15. No reconocimiento de organizaciones que atenten contra la democracia o las libertades de la Constitución.
Prohibición de milicias no estatales.
 Art. 18. Condiciona la libertad de navegación de los ríos a que la misma no resulte contraria a la seguridad y
bienestar nacional.
 Art. 21. Ley especial para reprimir a aquellos que pretendan suprimir la Constitución por la violencia.
 Elimina la referencia que realizaba el art. 24 de la Constitución de 1853 al establecimiento de juicios por jurado, que
nunca se ejecutó.
II. Derechos, deberes y garantías de la libertad personal
 art. 26. Agrega el derecho de reunión.
 art. 28. Prohibición de las diferencias raciales.
 art. 29. Incluye el hábeas corpus, la ultractividad de la ley penal más benigna y el fuero jurisdiccional militar y de las
fuerzas asimiladas.
 art. 31. Regula la inmigración y el derecho a nacionalización de los extranjeros.
 art. 34. Establece la facultad del Presidente de declarar el «estado de prevención y alarma», pudiendo detener
ciudadanos hasta por 30 días.
III. Derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad, de la educación y cultura
Artículo. 37
I. Derechos del Trabajador

1. Derecho de trabajar
2. Derecho a una retribución justa
3. Derecho a la capacitación
4. Derecho a condiciones dignas de trabajo
5. Derecho a la preservación de la salud
6. Derecho al bienestar
7. Derecho a la seguridad social
8. Derecho a la protección de su familia
9. Derecho al mejoramiento económico
10. Derecho a la defensa de los intereses profesionales
II. Derechos de la familia

1. Igualdad jurídica de los cónyuges y frente a la patria potestad


2. Bien de familia
3. Atención de la madre e hijo a cargo del Estado
III. Derechos de la Ancianidad

1. Derecho a la asistencia
2. Derecho a la vivienda
3. Derecho a la alimentación
4. Derecho al vestido
5. Derecho al cuidado de la salud física
6. Derecho al cuidado de la salud moral
7. Derecho al esparcimiento
8. Derecho al trabajo
9. Derecho a la tranquilidad
10. Derecho al respeto
IV. De la educación y la cultura

1. Establece a la familia como la entidad responsable. El Estado y las instituciones de enseñanza colaboran.
2. Enseñanza primaria obligatoria y gratuita. Creación de escuelas rurales.
3. Servicio de orientación profesional
4. Autonomía universitaria. Ubicación de la universidad como centro del desarrollo de las regiones.
5. Protección estatal para la ciencia y el arte. La investigación a cargo de las academias.
6. Becas para todos los niveles
7. Protección estatal del patrimonio cultural de la Nación
IV. Función social de la propiedad, el capital y la actividad económica
 art. 38. Función social de la propiedad
 art. 39. El capital al servicio del bienestar social.
 art. 40. Actividad económica:

 Facultad del Estado para intervenir en la economía y monopolizar ciertas actividades


 Comercio exterior función irrenunciable del Estado.
 Minerales y fuente de energía, propiedad inalienable de la Nación.
 Servicios públicos, función irrenunciable del Estado.
 Pautas para fijar el precio de las expropiaciones.
V. Reformas a la Segunda Parte (gobierno)
 Establece la elección por voto directo para diputados, senadores y presidente (arts. 42, 47 y 82).
 Extiende el mandato del diputado de 4 a 6 años (art. 44).
 Acorta el mandato del senador de 9 a 6 años (art. 49).
 El dictado de códigos Aeronáutico, Sanitario y de Derecho Social (art. 68, inciso 11).
 Establece la reelección del presidente, con 6 años de mandato, y pueden ser reelegidos (art. 78).
 Elimina el tope máximo de 8 ministerios que establecía la Constitución de 1853 en el art. 87.
 Asigna facultades de casación a la Corte Suprema (art. 95).
Disposiciones transitorias
 (3ª) Jura: oligatoriedad de jurar cumplir y hacer cumplir por parte de todos los funcionarios públicos.
 (4ª) Estableció que en el período legislativo de 1950, el Poder Ejecutivo debía solicitar nuevamente el acuerdo
del Senado para todos los jueces y embajadores.33
 (5ª) Autorización por única vez a la legislaturas provinciales a reformar las constituciones propias para
adaptarlas a la Constitución nacional dentro del plazo de 90 días.
 (6ª) Caducidad de los mandatos de senadores y diputados y nuevas elecciones para sincronizar sus mandatos.

Derogación y consecuencias históricas


La Constitución de 1949 tuvo vigencia durante parte de la primera presidencia y la segunda presidencia de Juan
Domingo Perón, y parte de la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, ya que fue "excluida" por una
"proclama" fechada el 27 de abril de 1956, invocando para dictarla el "ejercicio de los poderes revolucionarios",
firmada por el dictador Pedro Eugenio Aramburu y otras personas que usurpaban cargos de poder,34 que también
restableció la Constitución Argentina de 1853 con sus reformas de 1860, 1866, 1898. El texto de la parte resolutiva
de la proclama militar decía:
PROCLAMA DEL 27 DE ABRIL DE 1956

Visto y considerando:...

Por ello el Gobierno provisional de la Nación Argentina, en ejercicio de sus poderes revolucionarios, proclama con fuerza
obligatoria:

Art. 1°: Declarar vigente la Constitución nacional sancionada en 1853... y exclusión de la de 1949.
Art.2°: El gobierno provisional de la Nación ajustará su acción a la Constitución que se declara vigente por el art.1°, en tanto y
cuanto no se oponga a los fines de la Revolución...
Art.3°: Decláranse vigentes las Constituciones provinciales anteriores al régimen depuesto...
Art.4°: Déjase sin efecto las Constituciones sancionadas para las provincias de Chaco, La Pampa y Misiones...
Art.5°:...
Art.6°: La presente proclama será refrendada por el Excelentísimo señor Vicepresidente provisional de la Nación y los señores
ministros secretarios de Estado en acuerdo general.
Art.7°:... Aramburu. Rojas. Ossorio Arana. Busso. Podestá Costa. Hartung. Krause. Martínez. Alizón García. Llamazares.
Blanco. Alsogaray. Bonnet. Migone. Mendiondo. Mercier. Dell’Oro Maini. Ygartúa. Landaburu.
Entre los argumentos de la proclama militar se encontraba el argumento de que la constitución era inválida, porque
la decisión del Congreso de considerar necesaria la reforma no había sido tomada por la mayoría de los miembros
totales, sino de los presentes.
Pero la "proclama militar" traía serios problemas jurídicos. En primer lugar, porque si se dejaba establecido que para
que una reforma constitucional resultara válida se precisaban los dos tercios de los votos totales, entonces
quedaban sin validez también a las reformas constitucionales de 1860 y 1866, cuyas leyes declarando la necesidad
de las mismas, tampoco fueron sancionadas con esa mayoría.
En segundo lugar, porque no se podía aceptar políticamente que un gobierno militar derogara por proclama una
constitución e impusiera otra. Resulta obvio que aún pudiéndose discutir los argumentos a favor y en contra de la
mayoría necesaria para que el Congreso declare la necesidad de una reforma constitucional, la ilegalidad de la
derogación por proclama y por una dictadura militar resultaba indiscutible.
Finalmente, una vez derogada la Constitución de 1949, se abrió el debate de fondo: ¿Qué sucedería entonces con
los derechos sociales y económicos que estaban incluidos en la constitución derogada?
En 1957, el gobierno militar convocó a elecciones para una nueva reforma constitucional, prohibiendo la
participación del peronismo. Una parte considerable de las argumentaciones de radicales y socialistas era que, de
ese modo podría realizarse una legítima constitución que receptara los derechos sociales y económicos. El
peronismo, la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), el Partido Comunista y otras fuerzas menores
argumentaron, que la ilegitimidad de la Convención Constitucional de 1957, era mucho mayor que la que se le
imputaba a la de 1949.
La Convención Constituyente de 1957 convalidó la derogación de la Constitución de 1949, y restablecer la
Constitución de 1853 con las reformas de 1860, 1866 y 1898. Inmediatamente después la mayoría de los
convencionales, principalmente los pertenecientes a la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), dieron señales de
abandonar la Convención.
En ese momento, los sectores más progresistas de la UCRP, alarmados, presionaron a los convencionales
radicales para que, al menos se incluyera una norma constitucional de protección de los trabajadores. En esa
encrucijada jugó un rol importante Crisólogo Larralde, presidente de la UCRP. y además el radical históricamente
más preocupado por los derechos de los trabajadores. Larralde se trasladó a Santa Fe, donde se reunía la
convención reformadora, para garantizar que los radicales asistieran a votar lo que luego fue el artículo 14
bis o artículo 14 nuevo de la Constitución Nacional, que establece los derechos del trabajo.
Inmediatamente después de aprobar el artículo 14 bis, los radicales abandonaron la Convención Constituyente,
dejándola sin quorum. Ello impidió discutir las restantes propuestas y poder cerrarla formalmente.
Sobre el final de la Convención Constituyente de 1957, y ya sin quorum, el convencional socialista Alfredo Palacios,
pronunciaba las siguientes palabras:
Los que se han ido serán responsables ante el pueblo y ante la historia. Por hoy basta con el repudio de esta Asamblea y de
sus propios compañeros; repudio terrible, Señor Presidente.35

Proclama militar de 1956


El 27 de abril de 1956 el presidente de facto general Pedro Eugenio Aramburu, el vicepresidente de facto y los
ministros, emitieron una proclama de carácter constitucional, declarando "vigente la Constitución Nacional sancionada
en 1853, con las reformas de 1860, 1866 y 1898, y exclusión de la de 1949", la que a su vez debía subordinarse "a los
fines de la Revolución enunciados en las Directivas Básicas del 7 de diciembre de 1955, y a las necesidades de la
organización y conservación del Gobierno Provisional".8
Entre los derechos y normas constitucionales que quedaron sin efecto por dicha proclama, se cuentan los derechos de
los trabajadores, la igualdad de derecho del hombre y la mujer y la patria potestad compartida, los derechos de los
niños, los derechos de los ancianos, la autonomía universitaria, el voto directo, la reelección indefinida del presidente, el
fin social de la propiedad privada, la gestión estatal de los servicios públicos y el comercio exterior, etc.
Algunos juristas descalificaron la abolición por no cumplir con ninguno de los pasos necesarios para ejercer el poder
constituyente, sosteniendo que solo una convención constituyente elegida democráticamente y sin proscripciones podía
decidir sobre el texto constitucional. En disconformidad con el acto renunció el juez de la Corte Suprema Jorge Vera
Vallejo, designado por la dictadura el año anterior. Otros juristas justificaron la abolición, sosteniendo que la convención
constituyente de 1949, modificó varios artículos que no estaban incluidos en la declaración de la necesidad de reforma,
por el Congreso nacional, entre ellas la reelección inmediata del presidente y vice.9

Reforma de 1957
En 1957 la dictadura encabezada por el general Aramburu declaró por decreto 3838 la necesidad de reformar la
Constitución y convocó a elecciones de convencionales constituyentes para convalidar la derogación de las reformas de
1949 y realizar, eventualmente, nuevas reformas constitucionales. El gobierno militar prohibió la presentación de
candidatos peronistas, pero sus simpatizantes respondieron votando masivamente en blanco y obteniendo la mayoría,
hecho que afectó fuertemente la legitimidad de la Convención Constituyente. Por su parte la Unión Cívica Radical se
fragmentó en dos partidos, UCRI (frondizistas) y UCRP (balbinistas), el primero opuesto a la Convención convocada por
el gobierno militar y el segundo partidario de la misma.
La Asamblea Constituyente se limitó a convalidar la decisión del gobierno militar e inmediatamente después los
convencionales comenzaron a retirarse sin tratar las reformas preparadas por las comisiones. Mientras los
representantes se retiraban, una parte logró sancionar el artículo 14 bis, referido a algunos derechos del trabajo. Luego
de ello ya no fue posible lograr una nueva sesión con quórum.

Reforma constitucional argentina de 1957


La reforma de la Constitución Argentina de 1957 fue realizada durante la dictadura
militar autodenominada Revolución Libertadora. La reforma convalidó la derogación por proclama militar de las reformas
constitucionales de 1949, e incorporó a la Constitución Argentina un artículo nuevo conocido como artículo 14
bis referido a los derechos del trabajo. La Convención Constituyente que la realizó fue elegida en elecciones no libres,
rechazada por el voto en blanco de un amplio sector de la ciudadanía y cuestionada en su legitimidad por diversos
sectores, disolviéndose por falta de quorum sin haber finalizado su agenda de trabajo.

Antecedentes
La organización definitiva de la Argentina se realizó en la segunda mitad de la década de 1850, alrededor de
la Constitución de 1853 -sancionada sin Buenos Aires- y la reforma constitucional de 1860, mediante la cual se
formalizó el ingreso de la provincia de Buenos Aires. Dos nuevas reformas se realizaron en 1866 y 1898.
Desde 1930, cada vez fueron más numerosas las propuestas de volver a reformar la Constitución. En 1937 la
Convención Nacional de la Unión Cívica Radical planteó la necesidad de reformar la Constitución. Varias provincias
argentinas, habían reformado sus constituciones para incorporar las nuevas tendencias del constitucionalismo social
(San Juan, Entre Ríos, Buenos Aires, etc.). En 1931 había aparecido un libro de Rafael Emiliani, titulado Bases para la
reforma de la constitución argentina. En 1936, Rómulo Amadeo, publicó Hacia una nueva constitución nacional y en
1943, Roberto Podestá escribió Antecedentes y puntos de vista para una revisión constitucional. Países
latinoamericanos como México (1917), Brasil (1937), Bolivia (1938) y Cuba (1940), habían sancionado nuevas
constituciones con contenido social.
En 1949 se realizó una reforma constitucional que incorporó a la Constitución argentina la igualdad jurídica entre
mujeres y varones, los derechos de segunda generación que caracterizan al constitucionalismo social, los derechos de
la ancianidad y la niñez, la función social de la propiedad y facultades para la intervención del Estado en la economía.
Esta reforma fue derogada en 1956 por una proclama del dictador Pedro Eugenio Aramburu quien decidió también
reimplantar la Constitución de 1853, con las reformas realizadas en 1860, 1863 y 1893.

Contexto histórico
La reforma constitucional de 1957 se produjo durante la tercera dictadura instalada en la Argentina, desde que en 1912
se sancionó la ley del sufragio secreto. En septiembre de 1955 un golpe de estado había derrocado al gobierno
constitucional de Juan D. Perón instalando una dictadura liderada por Eduardo Lonardi, con una línea política que
seguía el lema "ni vencedores ni vencidos". Dos meses después, un nuevo golpe de estado, derroca a Lonardi y
entroniza en el poder al general Pedro Eugenio Aramburu, con una línea política explícitamente antiperonista. La nueva
dictadura toma diversas medidas destinadas a reprimir a líderes y ciudadanos peronistas y dejar sin efecto las medidas
tomadas durante el gobierno constitucional. En ese marco, Aramburu tomó la decisión de abolir la reforma
constitucional de 1949, conocida como la Constitución peronista, mediante una proclama firmada por él mismo, el
vicepresidente y los ministros.

Derogación de la Constitución de 1949


Producido el golpe militar conocido como Revolución Libertadora en 1955, el presidente provisional general Eduardo
Lonardi mantuvo la Constitución sin cambios. Poco después se produce un golpe palaciego, y asume el general Pedro
Eugenio Aramburu que, el 27 de abril de 1956 dictó una proclama dejando sin efecto la constitución vigente e
imponiendo el texto de la Constitución de 1853 con las reformas de 1860, 1863 y 1898. El Gobierno Provisional de la
Nación ajustará su acción a la Constitución que se declara vigente por el art. 1° en tanto y en cuanto no se oponga a los
fines de la Revolución enunciados en las Directivas Básicas del 7 de diciembre de 1955, y a las necesidades de la
organización y conservación del Gobierno Provisional. Previamente todos los integrantes de la Corte Suprema de
Justicia habían sido removidos por decreto Nº 318 del 4 de octubre de 1955. La decisión de derogar por proclama la
Constitución fue cuestionada por diversos sectores, debido a la imposibilidad jurídica de que se pudiera aceptar que un
presidente de facto derogara una constitución e impusiera otra. La derogación de la Constitución por medio de una
proclama militar, generó una crisis en la Corte Suprema que llevó a la renuncia de uno de los cinco miembros de la
Corte nombrados por la dictadura, Jorge Vera Vallejoquien presentó su renuncia afirmando que si había jurado defender
la Constitución de 1853 con sus modificaciones hasta la de 1949, la derogación de esta última le producía un conflicto
de conciencia por lo que, anteponiendo su condición de juez a sus convicciones políticas, debía abandonar el cargo.1 La
proclama militar de Aramburu derogó también las constituciones provinciales.
Sectores de juristas y políticos han cuestionado la derogación de la Constitución de 1949 sosteniendo que aún
aceptando que pudiera existir un debate jurídico sobre la mayoría necesaria para dictar la ley que declara la necesidad
de una reforma (ver debate), en ningún caso podía admitirse que la validez de la Constitución pudiera ser establecida
por un poder de facto.
La derogación de la Constitución de 1949 dejó sin efecto una gran cantidad de derechos y garantías, relacionados con
el progreso social y económico. Entre ellos:

 el derecho de reunión (art. 26)


 la prohibición de discriminar por raza (art. 28)
 los derechos del trabajador (art. 37, I)
 la igualdad jurídica de hombre y mujer en el matrimonio (art. 37, II)
 el bien de familia (art. 37, II)
 la patria potestad compartida (art. 37, II)
 los derechos de la ancianidad (art. 37, III)
 la educación primaria obligatoria y gratuita (art. 37, IV)
 la autonomía universitaria (art. 37, IV)
 la función social de la propiedad (art. 38)
 la estatización del comercio exterior (art. 40)
 la nacionalización de los recursos mineros y energéticos (art. 40)
 la estatización de los servicios públicos (art. 40)
 el voto directo (arts. 42, 47 y 82)

Decreto de convocatoria
El 12 de abril de 1957 el dictador Aramburu, en "ejercicio de los poderes revolucionarios", emitió el decreto 3838,
declarando la necesidad de reformar la Constitución y convocando a elegir el 28 de julio de 1957, mediante el sistema
de representación proporcional, una Convención Constituyente que debería reunirse en la ciudad de Santa Fe.
Mediante dicho decreto, la dictadura estableció también los artículos y contenidos que debía examinar la convención
para su reforma, imponiéndole un lapso de 45 días con caducidad automática, sorprendentemente breve para realizar la
tarea. Se prohibió la participación en las elecciones del Partido Peronista.2

Elecciones
El 28 de julio de 1957 se realizaron elecciones. La población peronista votó en blanco siguiendo las instrucciones de
Perón, constituyéndose en la fuerza más numerosa y cuestionando así la representatividad de la Convención, pero ello
también debilitaría a los partidos que se presentaron para cuestionar la legitimidad de la reforma constitucional. Luego
del voto en blanco, los dos partidos más votados fueron la UCRP (2,1 millones) y la UCRI (1,8 millones), pero este
último obtuvo la mayor cantidad de convencionales, con 77 escaños, contra 75 del radicalismo del pueblo.3
Los partidos políticos que apoyaban la reforma (UCRP, PS, PDC, PDP, PD, PDC, PC, PCI y el bloque de centro)
alcanzaron 123 bancas, mientras que los partidos que estaban en contra de la reforma (UCRI, PL, PdelosT, UF)
obtuvieron 82 bancas.

La Convención
La Convención Constituyente se reunió en la Ciudad de Santa Fe y comenzó a sesionar el 30 de agosto de 1957 y se
disolvió el 25 de octubre sin finalizar la agenda de trabajo, cuando se quedó sin cuórum, debido al retiro de la misma de
once convencionales conservadores.7
Su actividad estuvo centrada en cinco acontecimientos: a) los planteos de nulidad de la Convención; b) la ratificación de
la Constitución de 1853; c) contenido de las reformas; d) el dictamen de la comisión revisora; e) sanción del art. 14 bis y
referencia sobre el Código de Trabajo.
Planteo de nulidad y retiro de convencionales
El primer día de sesiones, el 30 de octubre, el bloque de la UCRI presidido por Oscar Alende, se dirigió a la Convención
impugnando su validez, debido al hecho de que no había sido convocada por el Congreso Nacional, tal como lo
establece la Constitución. El bloque del radicalismo intransigente había discutido internamente hasta horas antes la
postura a adoptar en la Convención. El presidente del partido, Arturo Frondizi, sostenía a través de Oscar López Serrot,
que había que plantear la nulidad de la Convención pero no retirarse de la misma, para evitar que quedara en manos de
los partidos cercanos a la dictadura. Alende, por el contrario, sostenía que los convencionales de la UCRI no debían
siquiera asumir sus cargos, retirándose de la Convención inmediatamente después de sostener la postura de nulidad de
la misma. El bloque rechazó la estrategia de Frondizi y aprobó la de Alende.
Cuando los miembros de la UCRI encabezados por Alende y López Serrot, se hicieron presentes y explicaron su
postura, se produjo un escándalo con escenas de pugilato. Las autoridades de la Convención finalmente no le
permitieron a Oscar Alende, ni a los demás miembros de la UCRI, explicar su punto de vista, sosteniendo que primero
debían aceptar sus cargos como convencionales constituyentes, lo que de por sí significaba aceptar la validez de la
Convención cuya nulidad postulaban. En un ambiente tumultuoso Alende llegó a explicar que “el poder de facto ha ido
en este caso constitucional más allá de sus facultades, y que cae en el vicio de usurpación.8 Durante los hechos se
destacó la postura confrontativa del socialista Alfredo Palacios, señalando con el dedo a Alende y exigiéndole que "se
callara la boca".9 La UCRI se retiró entonces denunciando que no le habían permitido expresarse.8 Poco después, el 3
de septiembre, sucedería lo mismo con el convencional Enrique E. Ariotti de la Unión Federal Demócrata Cristiana, a
quien tampoco se le permitió explicar su impugnación a la Convención sin prestar antes juramento, hecho que de por si
significaba reconocer la Convención.10 Tampoco se incorporaron a la asamblea los dos convencionales del partido
Demócrata Autonomista Conservador Popular de Corrientes. Finalmente, sólo 125 convencionales, de los 205 elegidos,
se registrarían en la Convención.11
Los convencionales restantes procedieron luego a aprobar el reglamento interno y debatir las impugnaciones y la
validez de la Convención hasta el 20 de septiembre.12
En ese período expusieron las impugnaciones los convencionales del Partido Laborista (Cipriano Reyes, Ricardo
Ovando y Luis V. Giacosa) y del Partido de los Trabajadores (Juan Carlos Deghi). Ambos partidos negaban la
legitimidad de la Convención y exigían respetar la vigencia de la Constitución de 1949. El argumento básico que
utilizaron es que un presidente de facto no tiene facultades para derogar una Constitución, ni para declarar la necesidad
de su reforma. Señalan el carácter antidemocrático de impedir la representación del electorado peronista. Denuncian
que el verdadero objetivo de la Convención es convalidar el retorno a la Constitución de 1853 y eliminar definitivamente
los derechos sociales y económicos establecidos por la Constitución de 1949.
El laborista jujeño Ricardo Ovando, centró la atención en el artículo que sólo reconocía atribuciones al Congreso para
convocar a reformas constitucionales:
La Constitución puede reformarse en todo o en cualquiera de sus partes. La necesidad de reforma debe ser declarada por el
Congreso con el voto de las dos terceras partes, al menos, de sus miembros, pero no se efectuará sino por una Convención
convocada al efecto, contraponiendo a la reforma llamada a través de proclamas militares hechas por un gobierno de facto, que
tomo el poder por la fuerza.
Ricardo Ovando13

El laborista salteño Luis Victorio Giacosa dijo:


Soy solamente un hombre de pueblo, y en homenaje a este monumento del legalismo argentino, quiero hacer un acto de contrición
ante esta farsa. De la bancada conservadora algunos de sus representantes violaron en repetidas oportunidades el texto
constitucional de 1853; y también creo, en cuanto a la bancada radical, que lo han violado repetidas veces y ahora lo reconocen.
Luis Victorio Giacosa.14

Juan Carlos Deghi negó que la Revolución Libertadora fuera un "gobierno revolucionario" y lo definió como "poder
usurpador", exigiendo que se declarara vigente la reforma constitucional de 1949.15 Al ser rechazada su postura se
retiró de la Convención diciendo:
El artículo 30 de la Constitución Nacional y el 21 de la reforma de 1949 es inviolable. No se ha cumplido el requisito de la
declaración del Congreso. Por lo tanto la validez de nuestros títulos está jurídicamente cuestionada. La mayoría del pueblo
argentino, la clase trabajadora de la Nación misma, están ausentes de este debate y en cumplimiento del mandato que he recibido
de mi partido procedo a hacer abandono de mi banca.
Juan Carlos Deghi16

La UCRP (Laurencena, Jaureguiberry), y los partidos Socialista (Alfredo Palacios, Nicolás Repeto, Américo
Ghioldi, Teodoro Bronzini), Demócrata Progresista (Luciano Molinas), Demócrata Cristiano (José Antonio Allende, José
Amado, Lucas Ayarragaray, Luis M. Duarte, Juan T. Lewis, Miguel A. Nessa Boeri, Horacio J. Peña y Juan C. Ricci) y
los partidos conservadores (Luis M. Otero Monsegur, Emilio Hardoy), argumentaron a favor de la legalidad de la
Convención Constituyente. Entre sus argumentos Palacios recurrió al "derecho de revolución" y a la doctrina de los
gobiernos de facto.17
Al rechazarse las impugnaciones el 23 de septiembre, los cuatro convencionales (Reyes, Ovando, Giacosa y Deghi) se
retiraron de la convención.18 Luego de que la UCRI y los partidos contrarios a la reforma se retiraron, la Convención
quedó con un quorum muy estrecho, de 121 convencionales, cuando el mínimo para sesionar era 104.

Declaración de vigencia de la Constitución de 1853


Después de que la UCRI se retirara y se rechazaran las impugnaciones a la Convención que exigían el reconocimiento
de la Constitución de 1949, la asamblea pasó a tratar la cuestión del efecto de la proclama del dictador Aramburu,
restableciendo el texto constitucional de 1853, con las reformas de 1860, 1866 y 1898. Sin embargo tampoco había
acuerdo entre los partidos que sostenían la vigencia de la Constitución de 1853, presentándose dos despachos.19 La
UCRP y los conservadores sostenían que la Constitución de 1853 había comenzado a regir desde la proclama de
Aramburu del 27 de abril de 1956, y que la Convención sólo debía ratificar su vigencia. Otro sector, en el que se
encontraban los partidos Socialista y Demócrata Progresista, sostenía que el gobierno de facto no tenía facultades para
establecer la Constitución y que el país se encontraba en ese momento sin Constitución, siendo deber de la Convención
establecer su vigencia. Finalmente ambos sectores llegaron a un texto de consenso, mediante el cual la Convención
Constituyente, el 23 de septiembre dictó su primera norma constitucional, rechazando las impugnaciones y "declarando"
que la Constitución de 1853 se encontraba vigente:6
La Honorable Convención resuelve:

1°) Rechazar las impugnaciones formuladas y declarar la validez del mandato de cada uno de los señores convencionales
incorporados a esta Honorable Convención y, consecuentemente, la legitimidad de la misma;
2°) Declarar que la Constitución Nacional que rige es la de 1853, con las reformas de 1860, 1866, 1898 y exclusión de las de 1949,
sin perjuicio de los actos que hubiesen quedado definitivamente concluidos durante la vigencia de esta última.
3° Comuníquese a quien corresponda, publíquese y archívese.2021

Contenido de las reformas


El mismo 23 de septiembre la Convención aprobó el despacho estableciendo los artículos y temas a reformar,
repitiendo el decreto 3838 del general Aramburu:
...considerar necesarias únicamente las reformas que se relacionan con la Constitución de 1853 y sus modificaciones de 1860, 1866
y 1898, en los siguientes artículos: 4º, 5º, 6º, 14º, 16º, 18º, 23º, 32º, 37º, 45º, 46º, 51º, 53º, 55º, 57º, 63º, 67º (incisos 1º, 2º y 26º),
77º, 81º, 82º, 83º, 84º, 85º, 86º (incisos 1º, 5º, 10º, 11º, 19º, 22º), 87º, 94º, 99º, 100º, 101º, 108º y sus correlativos con el fin de:
asegurar la libertad individual y de expresión y los derechos individuales (y) sociales; fortalecer las autonomías municipales; afianzar
el sistema federal; afirmar el equilibrio entre los poderes del gobierno federal dando al Poder Legislativo mayor independencia
funcional y mayor poder de contralor; limitar las facultades del Poder Ejecutivo, inclusive en la designación y remoción de los
empleados públicos; robustecer el Poder Judicial; establecer un régimen de dominio y explotación de las fuentes naturales de
energía y el régimen electoral.2221

Dictamen de la Comisión Revisora de la Constitución


Declarada la vigencia del texto de la Constitución de 1853, con las reformas de 1860, 1866 y 1898, la Convención se
encaminó hacia la reforma del mismo, con un cuerpo que por entonces reunía a 75 convencionales de la UCRP, 15
conservadores, 12 socialistas, 8 demócrata cristianos, 5 demócrata progresistas y 3 comunistas. Los distintos bloques
presentaron sus proyectos de reforma, que comenzaron a ser analizados y compatibilizados. La UCRP contaba con
mayoría absoluta (64%), pero el quórum era tan estrecho (12 más que el mínimo), que cualquier grupo que se retirara,
era capaz de poner a la Convención al borde de la disolución, como finalmente sucedió. "En estos términos todos nos
consideramos dueños del quórum", diría sobre esa situación el convencional socialista Américo Ghioldi en la sesión del
15 de octubre.23
A poco andar fue visible que los acuerdos en el seno de la Comisión Revisora se orientaban a reformar profundamente
el espíritu liberal de la Constitución de 1853, reinstalando incluso normas centrales de la derogada Constitución
peronista, como el célebre y discutido artículo 40.6 El presidente de la Comisión, el radical del pueblo Ignacio Palacios
Hidalgo, declaró a la prensa en esos días que:
Si el radicalismo no realiza ahora la gran reforma reclamada desde su origen, sus constituyentes se harán pasibles de la acusación
de haber querido borrar el artículo 40 establecido en 1949
Ignacio Palacios Hidalgo.24

El día 14 de octubre de 1957 se reiniciaron las sesiones de la Convención y la Comisión de Reformas presentó los
despachos aprobados, destacándose los siguientes:2526

 Rentas del Estado. Precisaba los impuestos federales y el régimen de peajes. Limitaba el endeudamiento a
situaciones de emergencia o utilidad nacional. Establecía los principios de igualdad, proporcionalidad y
progresividad para el sistema impositivo. Regulaba la coparticipación federal voluntaria de los impuestos directos.
(art. 4)
 Capital Federal. Establece que la Capital Federal debía tener un régimen municipal autónomo y elegido
directamente por el pueblo. (art. 5)
 Intervención federal. Limita las facultades de intervención, atribuyéndoselas al Congreso exclusivamente, salvo
casos de invasión exterior. (art. 6)
 Derechos y garantías individuales. Entre los nuevos derechos y garantías agregaba:
 La prohibición al PEN de expulsar a ningún habitante, argentino o extranjero. Al informar sobre el despacho el
presidente de la Comisión Ricardo Lavalle declaró que "el imperio de la ley 4144 habrá terminado para
siempre". 27
 El "derecho de investigar y tener acceso a toda fuente de información";
 El derecho de réplica;
 La inexistencia del delito de opinión;
 El derecho de asilo;
 El derecho a asociarse en partidos políticos y otras asociaciones "de interés público";
 El deber del Estado de asegurar "el más amplio acceso a la propiedad";
 La función social de la propiedad;
 Un régimen de tierras en la que el Estado debía dividir los latifundios y gravar su improductividad, prohibía
enajenar la tierra pública y establecía un sistema de concesión de la misma vitalicia y hereditaria, en unidades
familiares económicas, promoviendo las colonias y cooperativas;
 La gratuidad de la educación pública en todos los niveles (primerio, secundario, especial, técnico y
universitario). Establecía la autonomía universitaria. (art. 14)
 Derechos sociales. Similar al aprobado artículo 14 bis, aunque con más derechos.
 Discriminación. Se incluía la prohibición de hacer diferencias por razón de "raza, color, religión, opinión o
creencia". (art. 16)
 Economía. Incluía un artículo nuevo inspirado en el art. 40 de la Constitución peronista, tomando incluso frase
textuales del mismo. Luciano Molinas de la democracia progresista, explicó en el debate que el texto del artículo
aspiraba a tomar en cuenta los reclamos de "los que están representados en estas bancas y los que de afuera nos
combaten".28 El artículo proyectado decía:
Toda actividad económica se organizará conforme a la libre iniciativa privada, siempre que no tenga como fin ostensible o encubierto
dominar los mercados nacionales, disminuir la libre competencia o aumentar usurariamente los beneficios. En estos casos el Estado
nacional o provincial podrá intervenir, coordinar y/o regular determinada actividad, mediante un ordenamiento legal apropiado en
cuya dirección se encuentren representados los usuarios, productores, obreros, técnicos, empleados, consumidores y el propio
Estado. Los servicios públicos pertenecen originariamente al Estado no pudiendo ser enajenados ni concedidos para su explotación,
salvo los otorgados a cooperativas, y los relativos al transporte aéreo y automotor quedando en estos casos siempre abierto el
derecho de reversión para el Estado. La expropiación de bienes afectados a servicios públicos, aun cuando fueran extranjeros y no
obstante cualquier disposición en contrario que tengan los contratos, se rigen por la ley nacional y sobre ellos corresponde la
jurisdicción federal. En la valuación de los bienes de las empresas concesionarias de servicios públicos que se expropien se fijará
una indemnización que se establecerá teniendo en cuenta conjuntamente su costo original y efectivo, y el valor real de los bienes,
deducidas las amortizaciones realizadas. En ningún caso se aplicará el criterio de valuación según el costo de reproducción. La
Nación fomentará el cooperativismo como medio de asegurar la solidaridad social en el manejo de la producción y el consumo. La
ley no tendrá efecto retroactivo ni perjudicará el derecho adquirido por cosa juzgada.
Artículo nuevo proyectado.

 Energía. En materia de fuentes energéticas la Convención también elaboró un artículo inspirado en la Constitución
peronista. Establecía la propiedad estatal (nacional o provincial) de las caídas de agua, yacimientos de petróleo,
carbón, gas, elementos nucleares y demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales. Prohibía
las concesiones privadas. Distribuía las facultades y derechos de la Nación y las provincias. (artículo nuevo) En
varias ocasiones a lo largo de los debates se declaró que "el petróleo" era uno de los temas cruciales de la
Convención.2930

 Garantías procesales. Abolía la pena de muerte, creaba un registro público de detenidos, limitaba la
incomunicación del detenido a 24 horas, ponía un plazo no mayor a dos meses para terminar el sumario de
investigación penal, establecía la indemnización por la condena penal errónea. (artículo 18)
 Amparo. Incluía el amparo y el hábeas corpus. (artículo nuevo)
 Estado de sitio. Limitaba más las facultades del Presidente para detener personas y establecía garantías para las
personas detenidas en virtud del estado de sitio. (art. 23)
 Poder Legislativo. Daba estatus constitucional al voto secreto, obligatorio y universal. Establece el sistema
electoral de lista incompleta para la elección de diputados. (art. 37) A los dos senadores por provincia existentes
agregaba uno más para la segunda fuerza. (art. 46) Obligaba al Presidente a convocar al Senado cuando deba
designar funcionarios con su acuerdo durante el receso del Congreso.(art. 55)
 Poder Ejecutivo. Limitaba el mandato del presidente a seis años, sin posibilidad de reelección.(art. 77) Establecía
la elección directa por mayoría simple; establece limitaciones a ciertas personas para ser presidentes (ministros,
cónyuges, parientes, contratistas del Estado.(art. 81)
 Poder Judicial. Creaba un Jurado de Enjuiciamiento para jueces, integrado por jueces de la Corte Suprema,
legisladores y abogados elegidos cada año. (art. 94) Aumentaba el número de jueces de la Corte Suprema de cinco
a nueve. (art. 99) Exigía que la Corte actuara en pleno para resolver causas de inconstitucionalidad.
 Tribunal de Cuentas. Establecía un Tribunal de Cuentas para controlar al Estado y las empresas estatales. (art.
67)
El plan de trabajo establecía que ese día, el presidente de la Comisión Redactora Ricardo Lavalle (UCRP) y Adolfo
Rouzaut (UCRP) informarían en general sobre el despacho de la comisión; los días 16, 17 y 18 serían dedicados al
capítulo de los derechos sociales e individuales; los días 21 al 25 al capítulo del federalismo y al régimen del petróleo;
los días 26 y 27 al capítulo de los poderes del Estado; los días 28 al 31 al capítulo de los regímenes electoral y
culturales; y del 1 de noviembre en adelante a las disposiciones transitorias y la cuestión de una amnistía general.31

Debate general sobre el dictamen de reformas


Los días 15 y 16 de octubre la Convención discutió en general sobre el dictamen de reformas. Como estaba previsto,
Lavalle y Rourzat informaron en general sobre el dictamen y luego los convencionales debatieron sobre el mismo.
En el curso del debate se evidenció una fuerte oposición de los convencionales conservadores. Los conservadores se
habían agrupado en dos bloques: uno del Partido Demócrata con siete miembros,32 y el otro llamado Bloque de Centro,
que agrupaba a ocho convencionales de los partidos conservadores y liberales provinciales.33 Los convencionales
conservadores expresaron una dura crítica al despacho de reformas, concentrándose en sus normas económicas, a las
que consideró copiadas de la Constitución peronista, calificándolas de "soviéticas", "dirigistas" y "colectivistas".34
El 19 de octubre una delegación indígena de la Comunidad Qom le solicitó incluir en la Constitución una reforma que
tuviera en cuenta los derechos de los pueblos indígenas, particularmente con respecto a la tierra.35 Pese a ello la
Convención no elaboró ningún proyecto que reconociera los derechos de los pueblos indígenas.

Las reformas
Una vez que la Asamblea declaró que se encontraba en vigencia de la Artículo 14 bis
Constitución de 1853, resultó evidente que una parte considerable de
los convencionales que permanecieron en la Asamblea, no estaba "El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de
realmente interesada en producir reformas, sobre todo aquellas las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas
y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones
relacionadas con la economía, los servicios públicos y el derecho de pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual
propiedad. Varios convencionales y medios de prensa cuestionaron a remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de
la Comisión de Reforma por haber redactado un texto similar al célebre las empresas, con control de la producción y colaboración en la
dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del
artículo 40 de la Constitución peronista, que establecía restricciones a empleado público; organización sindical libre y democrática,
los monopolios privados, garantizaba la propiedad pública de las reconocida por la simple inscripción en un registro especial.
fuentes de energía y establecía la obligación del Estado de prestar los Queda garantizado a los gremios concertar convenios
servicios públicos.6 Antes de que se reuniera la Convención colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el
derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de
Constituyente Raúl Scalabrini Ortiz había alertado en un artículo las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión
titulado "El artículo 40 es el bastión de la República", que el objetivo sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.
inconfesado de la dictadura era eliminar el artículo 40: El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que
tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley
Es sabido que el tero chilla en un lugar distante del nido para distraer y alejar a establecerá: el seguro obligatorio, que estará a cargo de
los que buscan sus huevos. Los huevos del tero están en el artículo 40 de la entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y
constitución argentina. Es el artículo 40 el que se quiere eliminar. económica administradas por los interesados con participación
del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes;
Raúl Scalabrini Ortiz36 jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la
familia; la defensa del bien de familia; la compensación
económica familiar y el acceso a una vivienda digna".
Nueve convencionales de la UCRP, pertenecientes al
sector sabbatinista (Línea Córdoba), decidieron abandonar la
Convención.37 La situación alarmó a los sectores más progresistas de
los partidos que permanecían en Santa Fe, en particular al sector radical intransigente que había permanecido en
la UCRP.
En esta encrucijada, Crisólogo Larralde, entonces presidente de la UCRP, se trasladó a Santa Fe el día 23 de octubre
para controlar personalmente la asistencia de los convencionales radicales.38 Ese mismo día once de los quince
constituyentes conservadores se ausentaron haciendo fracasar por falta de quorum la sesión programada para votar el
artículo sobre los derechos sociales, generalizando el clima de incertidumbre sobre el futuro de la Convención.39 El
fracaso de la sesión obligó a los bloques que apoyaban el despacho a renegociar el texto con los conservadores,
quitando varios derechos (protección contra el desempleo, maternidad y menores, formación profesional, rehabilitación
de los incapacitados y fomento del cooperativismo), para que se hicieran presentes al día siguiente.39 De ese modo se
logró que un número suficiente asista a la sesión del 24 de octubre donde se votó el artículo referido a los derechos del
trabajo y la seguridad social, sancionado así como artículo nuevo después del artículo 14, o artículo 14 bis.
En la elaboración del artículo 14 bis tuvo un papel destacado el convencional bonaerense Carlos Bravo, de la UCRP,
autor del proyecto original y uno de los tres informantes sobre el despacho al plenario de la Convención, junto a sus
correligionarios Luis María Jaureguiberry y Mario Giordano Echegoyen, este último responsable de los derechos
relativos a la seguridad social.40 Durante el debate, Jaureguiberry definió el artículo como «una transacción de
contenido histórico entre los que querían mantener la intangibilidad de la Carta del 53 en su redacción y los que
deseábamos colocarnos en nuevos tiempos para no marchar a la zaga en principios de avanzada social».41
El artículo 14 bis volvió a incluir en la Constitución argentina los derechos que caracterizan al constitucionalismo social.
Fue redactado dividido en tres párrafos: el primero trata del derecho individual del trabajo, el segundo del derecho
colectivo del trabajo y el tercero de la seguridad social.
Complementariamente la Convención realizó una segunda reforma, incluyendo en el artículo 67 (renumerado 75 en
1994) la frase "y del trabajo y seguridad social", reconociendo así al poder legislativo federal la facultad de dictar leyes
laborales y previsionales, algo que venía discutiéndose desde principios de siglo.

Disolución por falta de quorum


La Convención Constituyente de 1957 dejó de funcionar por falta de quorum el 25 de octubre. La razón del retiro
definitivo de gran cantidad de convencionales, fue evitar que la Convención fuera más allá de convalidar la vigencia del
texto constitucional de 1953/60, que había dispuesto el general Aramburu. En ese momento los convencionales
comenzaban a tratar las reformas constitucionales al texto de 1853/1860, que habían sido preparadas en las diferentes
comisiones. Las mismas estaban referidas a los derechos individuales (como el derecho de reunión y la función social
de la propiedad), los derechos sociales, el régimen jurídico de las fuentes de energía, el régimen electoral (como
establecer el voto directo), el sistema federal, la autonomía municipal, y un nuevo equilibrio entre los poderes.
Arturo Sampay, padre de la Constitución de 1949 cuenta que:
En la Convención Constituyente de 1957, reunida en la ciudad de Santa Fe, los partidos políticos de raigambre popular intentaron
restablecer la vigencia del artículo 40, pero cuando la iniciativa logró el apoyo de la mayoría de la comisión redactora, la Convención
se disolvió en un santiamén, como por un conjuro luciferino del doctor Fausto.
Arturo Sampay42

El 7 de octubre el Movimiento de Intransigencia Nacional, línea interna de la UCRP, tomó la decisión de que sus
convencionales abandonaran la Convención Constituyente. En esa ocasión el propio líder de la corriente, Amadeo
Sabattini, explicó al periodismo que realizar cualquier reforma a la Constitución durante un gobierno de facto, era "un
agravio a la ciudadanía".43 El 16 de octubre nueve convencionales "sabattinista" abandonaron la Convención, a pesar
del repudio de los restantes miembros de la UCRP.44 Antes de retirarse la postura del MIN fue explicitada por Mario
Roberto:45
Esta Convención no puede proceder a reformar la Constitución Nacional porque en este momento no representa la voluntad de la
mayoría del pueblo argentino... En esto consiste la debilidad esencial de esta asamblea...
Mario Roberto45

El retiro de los radicales sabattinistas dejó la Convención con 112 miembros, del total de 205 que habían sido elegidos;
apenas doce más que los indispensables para formar el quorum. Alarmado por la situación, el presidente de la
UCRP, Crisólogo Larralde, se trasladó hasta Villa María, Córdoba donde se entrevistó con Amadeo Sabattini,
fracasando en su intento de convencer al histórico líder del radicalismo cordobés para que su sector vuelva a la
Convención.46
El día 21 de octubre, cuando el plenario empezó a debatir los despachos de reforma, el ausentismo llegó a su punto
máximo. El cronista del diario El Litoral describe así la situación:
Ayer el número fue más reducido que nunca. Apenas una treintena en la bancada mayoritaria. La mitad de la Convención está en
otras dos convenciones. La bancada del centro tuvo diez inasistencias y faltó íntegramente el bloque Cívico Independiente.47
La evidencia de que existían otros convencionales radicales del pueblo dispuestos a abandonar la Convención, obligó a
Larralde a trasladarse a Santa Fe el día 23 de octubre y hacerse presente en la sala de sesiones, para evitar que otros
convencionales del partido se retiraran antes de finalizar las reformas.3848 Ese mismo día once de los quince
constituyentes conservadores se ausentaron haciendo fracasar por falta de quorum la sesión programada para votar el
artículo sobre los derechos sociales, aumentando el clima de incertidumbre.39 Las negociaciones y modificaciones del
despacho de la Comisión, renegociando el texto con los conservadores, permitió llegar a un acuerdo precario para que
se hicieran presentes al día siguiente.39 De ese modo se logró que un número suficiente asista a la sesión del 24 de
octubre donde se votó el artículo referido a los derechos del trabajo y la seguridad social, sancionado así como artículo
nuevo después del artículo 14, conocido luego como artículo 14 bis.
Pero al día siguiente el problema se volvió a presentar y ya no habría solución posible. Doce convencionales
conservadores se retiraron definitivamente y la Convención se disolvió por falta de quorum. Los doce convencionales
que abandonaron la Convención y causaron su disolución fueron Luis María Otero Monsegur del Partido Cívico
Independiente y once conservadores: Mariano Gómez, Emilio J. Hardoy, Emilio Jofré, Justo G. Medina, Ernesto
Palomedi, Reynaldo Pastor, Manuel E. Paz, Felipe E. Ponferrada, Francisco M. Uriburu, Adolfo A. Vicchi y Ernesto R.
Meabe.49 Los representantes realizaron una declaración pública explicando los motivos de su retiro, sosteniendo que su
decisión tenía como objeto evitar que se incluyeran en la Constitución normas referidas a la "reforma agraria", la
"estatización de la economía", el "debilitamiento del derecho de propiedad" o la "monopolización de los servicios
públicos", explicando que la mayoría de la Convención tenía la intención de reinstalar el artículo 40 de la Constitución
peronista:49
El sistema económico que se intentaba, copiado del tristemente famoso artículo 40 de la reforma de 1949, hubiera implicado no sólo
reincidir en su ensayo totalitario que ya se hizo con funestas consecuencias, sino la rehabilitación histórica del gobierno depuesto.50
Sobre el final de la Convención Constituyente de 1957 y ya sin quorum, el convencional socialista Alfredo Palacios,
cuestionó a los constituyentes que se retiraban con las siguientes palabras:
Los que se han ido serán responsables ante el pueblo y ante la historia. Por hoy basta con el repudio de esta Asamblea y de sus
propios compañeros; repudio terrible, Señor Presidente.
Alfredo Palacios51

En la Convención Constituyente de 1994, el convencional justicialista César Arias hizo mención a esta finalización "por
dispersión", calificándola de "vergüenza":
Fue una Convención Constituyente que no pudo cumplir sus objetivos porque terminó por dispersión, es decir, con el abandono de
sus bancas por parte de los convencionales en una actitud vergonzosa, porque realmente era la vergüenza la que les impedía
continuar en su cometido.
César Arias52

El 29 de octubre el presidente de la Convención, el radical Ignacio Palacios Hidalgo, dio a conocer que al momento de
la disolución, existía un proyecto del bloque mayoritario de proclamar presidente provisional al dictador Pedro Eugenio
Aramburu.53
El día 30 de octubre se realiza una sesión en minoría en la que se exhortó a los convencionales ausentes a regresar a
sus bancas para finalizar el tratamiento de la agenda de reformas.54
El 4 de noviembre se realiza una nueva sesión en minoría. En esta oportunidad varios convencionales presentan
proyectos para traer a los miembros ausentes por la fuerza pública, tal como autorizaba a la minoría el artículo 5º del
reglamento del cuerpo (Jorge Albarracín Godoy, Aldo Emilio Tessio, Hernán Cortés, José Aguirre Cámara). Disgustado
con los proyectos, se retiró de la sesión el presidente Palacios Hidalgo.55 Finalmente, sin nuevas sesiones, la
Convención fue formalmente clausurada el 14 de noviembre.56

Estatuto de la Revolución Argentina de 1966


El 28 de junio de 1966, mediante un golpe de Estado, asumió el poder una junta militar que se
autodenominó Revolución Argentina y dictó un Estatuto de la Revolución Argentinaintegrado por 10 artículos que tenía
preeminencia sobre la Constitución Nacional de 1853, con las reformas de 1860, 1866, 1898 y 1957, que permaneció
vigente, aunque sin el carácter de norma suprema. El Estatuto de la Revolución Argentina quedó de hecho sin efecto el
25 de mayo de 1973, al asumir las autoridades democráticas con la presidencia de Héctor José Cámpora.

Estatuto Fundamental Temporario de 1972


El 24 de agosto de 1972 la Junta de Comandantes que gobernaba la dictadura autodenominada Revolución
Argentina dictó un “Estatuto Fundamental” de cinco artículos, manifestando explícitamente que se hacía en “ejercicio del
poder constituyente”, que incluía una serie de considerandos y reformó quince artículos de la Constitución (texto de
acuerdo a la reforma de 1957), al mismo tiempo que declaró inaplicables otros cuatro artículos.
Entre otras reformas constitucionales se estableció:

 reducción del mandato del presidente, vicepresidente, diputados y senadores a cuatro años
 reelección del presidente por una vez.
 reelección indefinida de diputados y senadores.
 elección directa de presidente, vicepresidente, diputados y senadores.
 obligatoriedad de que el presidente resulte elegido por la "mayoría absoluta de los votos válidos emitidos".
 la creación del cargo de tercer senador por la minoría.
 la simultaneidad de las elecciones para cargos nacionales.
 la reducción del quórum para sesionar.
 un mecanismo de aprobación automática de proyectos de ley presentados por el Poder Ejecutivo si no es tratado en
un plazo determinado.
 un mecanismo de aprobación de leyes directamente por las comisiones internas de las Cámaras.
 un organismo especial para realizar el juicio político a los jueces integrado por miembros del Poder Judicial, del
Poder Legislativo y de los abogados.
Las elecciones de 1973 y las autoridades democráticas surgidas de ellas se regularon por esta reforma. El Estatuto
establecía que el mismo regiría hasta el 24 de mayo de 1981, fecha en que automáticamente quedó sin vigencia.
Notoriamente, casi la totalidad de los cambios vigentes entonces fueron incorporados a la Constitución en la reforma de
1994.
El artículo 4 del Estatuto establecía:
Artículo 4.- Este Estatuto regirá hasta el 24 de mayo de 1977. Si una Convención Constituyente no decidiere acerca de la
incorporación definitiva al texto constitucional, o su derogación total o parcial, antes del 25 de agosto de 1976, su vigencia quedará
prorrogada hasta el 24 de mayo de 1981.
Según la letra de este artículo, el Estatuto debía regir hasta el 24 de mayo de 1981, salvo que una convención
constituyente resolviera acerca del mismo antes del 25 de agosto de 1976, cosa que no sucedió. El Estatuto rigió las
elecciones de marzo y septiembre de 1973. De hecho, en la Capital Federal la elección del senador se realizó en
segunda vuelta, por aplicación del balotaje establecido por el Estatuto. La institucionalidad política entre 1973 y 1976 se
rigió por el marco constitucional establecido por el Estatuto: unificación de todos los mandatos en cuatro años sin
renovación bienal de los diputados y tres senadores por provincia. En la doctrina y la historia constitucional argentina se
discute cuál fue la vigencia exacta del Estatuto Fundamental de 1972, sin que haya dudas de que el mismo no pudo
regir más allá del 24 de mayo de 1981. La mayor parte de sus normas fueron incorporadas a la Constitución por la
reforma constitucional de 1994.

Instrumentos constitucionales del Proceso de Reorganización Nacional de 1976


El 24 de marzo de 1976, mediante un golpe de Estado, asumió el poder una dictadura militar que se
autodenominó Proceso de Reorganización Nacional. «En ejercicio del poder constituyente» la Junta de Comandantes
impuso una serie de «principios liminares», «objetivos básicos», actas y estatutos «para la Reorganización Nacional», al
que deberían someterse todas las otras leyes incluida la Constitución vigente, en lo que pudiera resultar aplicable aún.
Cuatro fueron las normas supraconstitucionales establecidas:
La junta militar dictó una serie de instrumentos normativos de tipo constitucional, a saber:

 Acta para la Reorganización Nacional, del 24 de marzo de 1976;


 Acta fijando el Propósito y los Objetivos Básicos del Proceso de Reorganización Nacional, del 24 de marzo de 1976;
 Estatuto para la Reorganización Nacional, integrado por 14 artículos, publicado el 29 de marzo de 1976;
 Reglamento para el funcionamiento de la Junta Militar, Poder Ejecutivo y Comisión de Asesoramiento Legislativo,
aprobado por la denominada "ley" 21.256, realizada el 24-03-1976 y publicada el 26-03-76
La Constitución de 1853, con las reformas de 1860, 1866, 1898, 1957 y el estatuto temporario de 1972, quedó
formalmente vigente, pero subordinada a esos cuatro instrumentos supralegales. De todos esos instrumentos, el propio
poder militar consideró que tenían jerarquía suprema «los objetivos básicos del Proceso» (art. 14, Estatuto el Proceso
de Reorganización Nacional).
Los instrumentos constitucionales del Proceso de Reorganización Nacional quedaron de hecho sin efecto el 10 de
diciembre de 1983, al asumir las autoridades democráticas con la presidencia de Raúl Alfonsín.

Reforma de 1994
La reforma de la Constitución de la Nación Argentina de 1994 es una importante modificación realizada al texto
constitucional. Definió el texto constitucional, sobre cuya legitimidad plena no existía consenso y le otorgó rango
constitucional a los principales tratados de derechos humanos.
La reforma se concretó a partir de un pacto entre peronistas y radicales (Pacto de Olivos), que por entonces eran los
dos partidos mayoritarios del país, en el que ambos partidos acordaron un "Núcleo de Coincidencias Básicas" para
incluir en la Constitución, que debió ser votado "en bloque" por la Convención, sin poder realizar agregados ni quitas.
Entre otros cambios, introdujo los derechos de tercera y cuarta generación, normas para defensa de la democracia y la
constitucionalidad, las características de los órganos de gobierno, y nuevos órganos de control. La Convención
Constituyente se celebró en las ciudades de Santa Fe (sede tradicional de las convenciones constituyentes) y
de Paraná(primera capital de la Confederación).
Esta reforma constitucional abarca 44 artículos y tiene 17 disposiciones transitorias, estableciendo entre otras normas:
el reconocimiento de los derechos de protección ambientales, del consumidor, a la información, la acción constitucional
de amparo simple y colectivo, los delitos contra la constitución y la democracia, la preeminencia de los tratados
internacionales, el voto directo y la reelección presidencial por una vez y acortamiento del mandato de 6 a 4 años, la
reglamentación de los decretos por razones de necesidad y urgencia, el tercer senador por la minoría, el Consejo de la
Magistratura, la posibilidad de traslado de la Capital de la República, la autonomía a la Ciudad de Buenos Aires, etc.
También estableció el sistema de balotaje, una segunda vuelta electoral en la elección presidencial en caso de que
ningún candidato obtuviese más del 45 % de los votos válidos emitidos o sacando un mínimo de 40 % superase al
segundo por más del 10 %. Entre las disposiciones transitorias se destaca la primera, que ratifica la legítima e
imprescriptible soberanía argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios
marítimos e insulares correspondientes.

Reforma constitucional argentina de 1994


Nación Argentina de 1994 fue una importante modificación de la carta magna argentina, que modernizó y definió su
texto, sobre cuya legitimidad plena no existía consenso. Entre otros cambios, introdujo los derechos de tercera y cuarta
generación, normas para defensa de la democracia y la constitucionalidad, las características de los órganos de
gobierno, y nuevos órganos de control. La Convención Constituyente se celebró en las ciudades de Santa Fe (sede
tradicional de las convenciones constituyentes) y de Paraná (primera capital de la Confederación).
Antecedentes
Luego de recuperada la democracia en diciembre de 1983, existía un amplio consenso de la mayor parte de los partidos
políticos argentinos, sobre la necesidad de realizar una reforma constitucional que incorporara las nuevas orientaciones
en materia de derechos humanos y mecanismos de defensa de la democracia, y resolviera las cuestiones de legitimidad
que afectaban al texto aprobado en 1957, durante la dictadura autodenominada Revolución Libertadora (Argentina).
Durante su gestión, el presidente radical Raúl Alfonsín había encomendado la realización de un proyecto de reforma
constitucional al Consejo para la Consolidación de la Democracia, que fue finalizado y publicado en 1986.1
En el mismo período varias provincias reformaron sus constituciones. Muchas de esas reformas llegarán en 1994 a la
Constitución Nacional, como la autonomía municipal, los recursos naturales, los poderes de las provincias, los nuevos
derechos y garantías y el ministerio público.2
Al promediar su mandato, el presidente justicialista Carlos Menem retomó la idea de reformar la constitución y dio luz
verde a las iniciativas políticas en ese sentido. En 1993 la Cámara de Senadores dio media sanción a un proyecto de
ley declarando la necesidad de la reforma constitucional, que contó con el voto favorable del senador Leopoldo Bravo,
del Partido Bloquista de San Juan, luego de que el proyecto incluyera varias de sus propuestas. El proyecto aprobado
establecía la necesidad de realizar reformas constitucionales sobre temas como el voto directo del poder ejecutivo y los
senadores, jury de enjuiciamiento, mandato presidencial, régimen de la Ciudad de Buenos Aires, medio ambiente,
partidos políticos, defensor del pueblo, democracia semidirecta, derechos del consumidor, consejo de la magistratura,
etc.3
Al mismo tiempo el diputado conservador Francisco de Durañona y Vedia, de la UCeDe, partido aliado en ese entonces
del presidente Menem, presentó un proyecto de ley reglamentando el artículo 30 de la Constitución entonces vigente,
referido al procedimiento para reformar el texto constitucional, estableciendo que las dos terceras partes de los
miembros del Congreso requeridos para declarar la necesidad de la reforma, hacía referencia a los dos tercios de los
legisladores presentes en el recinto, y no del total de sus miembros.3 El proyecto tenía como fin resolver la disputa
histórica sobre la interpretación del artículo 30, que había dividido a peronistas y antiperonistas en ocasión de la reforma
constitucional de 1949.
Con el fin de consolidar el proceso reformista y presionar a los opositores al mismo, el 22 de octubre de 1993 el
presidente Menem sancionó el Decreto 2181/93 convocando a una consulta popular voluntaria para que la ciudadanía
se expresase respecto a la reforma constitucional que debería realizarse el 21 de noviembre. Las encuestas indicaban
que una amplia mayoría apoyaría la reforma.
El principal partido opositor, la Unión Cívica Radical, se encontraba dividido sobre la postura a adoptar frente a la
reforma constitucional. Alfonsín y Fernando de la Rúa se oponían a la misma, pero los gobernadores radicales Eduardo
Angeloz de Córdoba, Horacio Massaccesi de Río Negro, y Carlos Maestro de Chubut, sostenían posturas no
confrontativas.4

Pacto de Olivos y el Núcleo de Coincidencias Básicas


Artículo principal: Pacto de Olivos

Durante su gobierno Alfonsín había elaborado un proyecto de reforma constitucional realizado en el Consejo para la
Consolidación de la Democracia. Cuando el presidente Menemanunció su intención de iniciar el proceso establecido
para la reforma de la Constitución, Alfonsín decidió proponerle a Menem un pacto para garantizar que el contenido de la
reforma no estuviera en contra de las posturas de la Unión Cívica Radical, ni del Partido Justicialista.
Ambos líderes se reunieron en secreto en la casa de quien fuera canciller de Alfonsín, Dante Caputo, ubicada a pocos
metros de la residencia presidencial de Olivos, donde negociaron una serie de "coincidencias básicas" que serían
conocidas como el Pacto de Olivos, firmado el 14 de noviembre de 1993, y que se especificaron en el Pacto de la
Rosada, firmando el 13 de diciembre de 1993. Los pactos obligaban a los miembros del Partido Justicialista y la Unión
Cívica Radical, los dos principales partidos argentinos, a votar autorizando la reforma constitucional en el Congreso y
luego votar en la asamblea constituyente a favor de las reformas incluidas en el "Núcleo de Coincidencias Básicas", que
se debían votar en bloque sin deliberación, para evitar que los constituyentes de uno de los partidos votaran algunas de
las reformas y otras no.
Entre ellas estaba acortar el período presidencial permitiendo la reelección por un solo período considerando el
mandato en curso como primer mandato, establecer un sistema de voto directo con balotaje atenuado para la elección
presidencial, ampliar la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, crear nuevos órganos constitucionales como
el Consejo de la Magistratura para designar a los jueces federales, crear una Jefatura de Gabinete responsable ante el
Congreso, crear un tercer senador para la minoría, regular de los decretos de necesidad y urgencia y la legislación
delegada al Poder Ejecutivo, crear la Auditoría General de la Nación para controlar al Poder Ejecutivo, extender las
sesiones ordinarias del Congreso, entre otras medidas.5

Ley 24.309
Dos semanas después del Pacto de Olivos, el PJ y la UCR presentaron en la Cámara de Diputados un proyecto
conjunto para declarar la necesidad de la reforma constitucional.6 Obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados el
22 de diciembre, con 191 votos a favor contra 59 en contra. El 29 de diciembre obtuvo su sanción definitiva como ley al
ser aprobada en el Senado por 32 votos contra 16. Los senadores introdujeron una modificación al texto aprobado en
Diputados, razón por la cual debía volver a la cámara de origen para que se pronunciara sobre la misma. Sin embargo
ello no sucedió y ese mismo día fue promulgada como Ley 24.309, declarando la necesidad la reforma y estableciendo
las materias y artículos que podían ser reformadas.65
La ley incluyó en su artículo 2 el "Núcleo de Coincidencias Básicas" que había sido acordado en el Pacto de Olivos,
estableciendo que debía ser votado en bloque, por la afirmativa o por la negativa, condicionamiento conocido como
"cláusula cerrojo" o "paquete".2
Adicionalmente, el artículo 3 precisó otras cuestiones que quedaban habilitadas para ser objeto de la reforma, sin
necesidad de ser votadas en bloque. En su artículo 7 la ley dejó aclarado que la reforma no podía realizar ninguna
modificación al capítulo único de la primera parte de la Constitución, dedicado a las "Declaraciones, Derechos y
Garantías" (arts. 1 a 35), correspondientes a lo que la doctrina internacional denomina "cláusulas pétreas".5
Si bien la mayoría de los diputados y senadores peronistas y radicales votaron a favor de la ley, un grupo considerable
de dirigentes políticos se opuso a la misma. El más importante fue el senador radical Fernando de la Rúa, uno de los
más importantes adversarios de Alfonsín dentro de la UCR, que cinco años después le ganaría la elección interna para
consagrarse presidente de la Nación. Otros importantes dirigentes radicales que se opusieron a la reforma
fueron Federico Storani, Horacio Jaunarena e Hipólito Solari Yrigoyen. Algunos peronistas también se opusieron a la
reforma, como José Octavio Bordón y Alberto Rodríguez Saá.6
Tampoco apoyaron la necesidad de realizar la reforma constitucional los integrantes del recién formado Frente
Grande (Carlos “Chacho” Álvarez, Graciela Fernández Meijide y Fernando “Pino” Solanas), el ucedeísta Álvaro
Alsogaray, los socialistas Alfredo Bravo, Guillermo Estévez Boero y Héctor Polino, y el carapintada Aldo Rico, entre
otros.6

Elección de constituyentes
El 10 de abril de 1994 se realizaron las elecciones de convencionales constituyentes. El Partido Justicialista liderado por
el presidente Menem ganó las elecciones con un 37,90% de los votos, pero el resultado expresó también un fuerte
descenso de la polarización bipartidista entre peronistas y radicales, que hasta entonces caracterizaba la política en
Argentina. El radicalismo salió segundo con un escaso 19,74%, mientras que dos fuerzas recién nacidas obtuvieron
cada una un 13%: el "progresista" Frente Grande, liderado por Carlos Chacho Álvarez y creado a partir de un
desprendimiento del peronismo, y el derechista Modín, liderado por el militar carapintada Aldo Rico.
Sobre un total de 305 constituyentes, 134 correspondieron al peronismo, 74 al radicalismo, 32 a partidos de distrito e
independientes, 31 al Frente Grande, 21 al Modín, 7 a Fuerza Republicana, 3 al Partido Demócrata Progresista, y otros
3 a la Unión de Centro Democrático (UCeDe).

Convencionales constituyentes
La Convención Constituyente fue presidida por el hermano del presidente Carlos Menem, el senador riojano Eduardo
Menem. Varios constituyentes ocuparían luego los cargos más altos en la conducción del Estado, como Eduardo
Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, que llegaron a convertirse en presidentes de la
Nación; Federico Ramón Puerta que ejerció la presidencia luego de la renuncia de De la Rúa; Juan Carlos
Maqueda, Eugenio Zaffaroni y Horacio Rosatti que fueron designados jueces de la Corte Suprema; y Carlos “Chacho”
Álvarez que sería elegido vicepresidente de la Nación. También fueron convencionales el expresidente Raúl Alfonsín, y
los exjueces de la Corte Suprema Héctor Masnatta y Rodolfo Barra.
Entre los convencionales que defendieron el Pacto de Olivos se destacaron los peronistas Augusto Alasino, Carlos
Corach y Antonio Cafiero, y los radicales Enrique Paixao, Jesús Rodríguez, César Jaroslavsky y Elisa Carrió.7
Algunos convencionales se destacaron por su fuerte oposición a la reforma, como el constituyente Monseñor Jaime de
Nevares, quien terminó por renunciar a su banca sosteniendo la nulidad de la convención, debido a la inclusión en el
temario de la reelección presidencial. También algunos partidos provinciales hicieron valer su oposición al Pacto de
Olivos, especialmente en la larga discusión sobre el reglamento, tarea en la que, entre otros, destacó Fernando Justo
López de Zavalía. Otros convencionales destacados fueron los socialistas Guillermo Estévez Boero y Norberto La Porta,
y el frenteamplista Eduardo Barcesat.

Deliberaciones
Las deliberaciones se diferenciaron según se tratara del "Núcleo de Coincidencias Básicas" (que debía votarse en
bloque por la afirmativa o la negativa), o los artículos habilitados en la ley de convocatoria para ser reformados
libremente (art. 3).5 Las limitaciones al debate y la imposición a "libro cerrado" del Pacto de Olivos que impuso la Ley
24309 fueron cuestionadas y consideradas inconstitucionales por varios convencionales. La Corte Suprema de Justicia
incluso, al resolver sobre la edad límite para los jueces, en voto de Carlos Rosenkrantz, consideró que la reforma
constitucional de 1994 estaba afectada de "oscuridad" a causa del Pacto de Olivos, al que calificó de "nefasto:
Como final quiero que conste que hace años que sostengo que los jueces y las juezas deben tener un plazo de duración en el cargo
(15 o 20 años) con opción de renovación, pero esto debería ser introducido por una reforma constitucional a través de una
habilitación precisa, clara y concreta de una Asamblea Preconstituyente. Ya bastante tuvo de oscuridad la reforma constitucional de
1994 con el nefasto Pacto de Olivos, para que en un tema tan sensible como este, la inferencia habilitante también pecara de
incertidumbre normativa y excesos constituyentes.
Carlos Rosenkrantz8

Los temas habilitados para el debate libre fueron:5

1. Fortalecimiento del régimen federal (distribución de competencias entre la Nación y las provincias en materia de
servicios públicos, coparticipación de impuestos, regiones, relaciones internacionales de las provincias).
2. Autonomía municipal.
3. Iniciativa y consulta popular como mecanismos de democracia semidirecta.
4. Acuerdo del Senado para designar funcionarios de organismos de control y del Banco Central, excluida la
Auditoria General de la Nación.
5. Actualización de las atribuciones del Congreso y el Poder Ejecutivo.
6. Establecer el Defensor del Pueblo.
7. Ministerio Público como órgano extrapoder.
8. Facultades del Congreso para pedir informes, interpelar e investigar.
9. Institutos para la integración y jerarquía de los tratados internacionales.
10. Partidos políticos, sistema electoral y defensa del orden constitucional (con habilitación de un artículo nuevo).
11. Preservación del medio ambiente (con habilitación de un artículo nuevo).
12. Creación de un Consejo Económico y Social consultivo (con habilitación de un artículo nuevo).
13. Garantía de la identidad étnica y cultural de los pueblos indígenas.
14. Defensa de la competencia, del usuario y del consumidor (con habilitación de un artículo nuevo).
15. Habeas corpus y amparo (con habilitación de un artículo nuevo).
16. Posibilidad de unificar la iniciación de todos los mandatos electivos en una misma fecha (por cláusula
transitoria).
La ley de convocatoria (art. 7) aclaró también que quedaba prohibido realizar modificaciones al capítulo único de la
primera parte de la Constitución vigente (arts. 1 a 35), donde se establecieron las "Declaraciones, Derechos y
Garantías", aludiendo implícitamente a la polémica teoría de la "cláusulas pétreas" (democracia, federalismo, república
y existencia de dios),9 que sostiene que hay ciertas normas constitucionales que no pueden ser derogadas ni
modificadas por ninguna convención constituyente, por legítima o representativa que sea.

Contenido
La reforma incorporó a la Constitución el derecho internacional en materia de derechos humanos, y sistemas de
atenuación de presidencialismo, como el Consejo de la Magistratura, el Jefe de Gabinete, y las reglas para decretos-
leyes. También son muy importantes la introducción en la Constitución de normas para impedir los golpes de estado, los
derechos ambientales, del consumidor, a la información, y la acción colectiva y el amparo, la elección de presidente
mediante voto directo y con balotaje, la posibilidad de traslado de la Capital de la República, la autonomía de la ciudad
de Buenos Aires.
Las reformas de 1994 impactaron en los siguientes temas:

 Nuevos derechos para los cuales se creó un capítulo nuevo;


 Prioridad sobre la ley de los tratados internacionales;
 Nuevos órganos constitucionales;
 Facultades del Congreso;
 Facultades del Poder Ejecutivo;
 Sistema electoral;
 Facultades de las provincias;
 Equilibrio entre el poder central y las provincias;
 Cláusulas transitorias.
Nuevos derechos
La reforma constitucional creó un capítulo nuevo en la primera parte, titulado "Nuevos derechos y garantías", donde se
introdujeron siete artículos nuevos (arts. 36 a 43).

 Defensa de la constitución y la democracia. Criminaliza los golpes de Estado, establece que sus actos son
"insanablemente nulos", reconoce el "derecho de resistencia"contra los gobiernos surgidos de golpes de Estado y
asimila los delitos de corrupción en perjuicio del Estado (art. 36).
 Derechos políticos. Establece que el "sufragio es universal, igual,10 secreto y obligatorio". Ordena dictar leyes
de "acción positiva" para garantizar la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres en el acceso a cargos
electivos y partidarios (art. 37).
 Partidos políticos. Creación libre, organización interna democrática, sostenimiento económico por el Estado,
transparencia económica (art. 38).
 Iniciativa legislativa popular. Derecho de grupos que reúnan a más del 3% del padrón a presentar proyectos de
ley (art. 39). Su aplicación ha sido marginal y vinculada principalmente a iniciativas patrocinadas por los grandes
medios de comunicación masivos.11
 Consulta popular. Vinculante para el caso de proyectos de ley y no vinculante para otras propuestas del Congreso
o el Poder Ejecutivo (art. 40). Nunca se utilizó (editado en 2018).
 Derechos ambientales. Incluye la obligación de recomponer el daño ambiental, la preservación del patrimonio
natural y cultural y de la diversidad biológica, la información y educación ambientales y la prohibición del ingreso al
territorio nacional de residuos peligrosos y radioactivos (art. 41).
 Derechos de consumidores y usuarios. Incluye el derecho a "una información adecuada y veraz", a la "libertad
de elección" y a "condiciones de trato equitativo y digno". Obliga al Estado a defender la competencia, controlar
los monopolios y proveer para la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios. Establece la
participación de las asociaciones de consumidores y de las provincias, en los organismos de control (art. 42).
 Recursos sumarísimos. Para violaciones flagrantes de los derechos constitucionales, incluye los recursos
sumarísimos (de trámite veloz) de amparo, habeas corpus y habeas data. Contempla las acciones colectivas y la
vigencia del habeas corpus aún durante el estado de sitio (art. 43).
Fuera de la Primera Parte, la reforma incorporó también dos grupos adicionales de derechos:

 Pueblos indígenas. Reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, el respeto a
su identidad, el derecho a una educación bilingüe e intercultural, la personería jurídica de sus comunidades,
la propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan y la participación en la gestión de sus recursos
naturales. (art. 75, inc. 17)
 Acción positiva. Ordena al Estado tomar medidas de acción positiva para garantizar la aplicación real de los
derechos constitucionales, en particular para niños, mujeres, ancianos y personas con discapacidad.(art. 75, inc.
23)
Indirectamente, la reforma de 1994 amplió el corpus de derechos, al establecer la jerarquía constitucional de once
normas internacionales de derechos humanos, con la posibilidad de incrementarlos cuando fueran ratificados por las
dos terceras partes del Congreso (art. 75, inc. 22). Con esta inclusión, la reforma constitucional de 1994, interiorizó en el
derecho argentino lo que se denomina ius cogens, esto es, el "cuerpo de derechos humanos básicos que constituyen
el orden público internacional, más allá de todo acto de reconocimiento, ratificación o recepción por los ordenamientos
jurídicos nacionales".12
Las once normas internacionales incluidas por la reforma de 1994 fueron:

1. Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.


2. Declaración Universal de Derechos Humanos.
3. Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica).
4. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
5. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
6. Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
7. Convención Sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
8. Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial.
9. Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer.
10. Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
11. Convención Sobre los Derechos del Niño.
Con posterioridad a 1994 (y hasta 2018) tres nuevos tratados de derechos humanos adquirieron jerarquía constitucional
en Argentina, por obra del art. 75, inciso 22:

 Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (jerarquizada en 1997).13


 Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa
Humanidad (jerarquizada en 2003).14
 Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (jerarquizada en 2014).15
Tratados internacionales
La reforma modificó la pirámide de jerarquía de las normas, al establecer que “los tratados y concordatos tienen
jerarquía superior a las leyes” (art. 75, inc. 22). Hasta ese momento los tratados internacionales y las leyes habían sido
considerados con la misma jerarquía, predominando el último sobre el anterior, en caso de conflicto entre ambos. La
prioridad de los tratados internacionales sobre las leyes nacionales ha sido atribuida a la influencia de la globalización.16

Nuevos órganos constitucionales


La reforma creó varios órganos estatales:
 Auditoría General de la Nación, con funciones consultivas para el Congreso Nacional; (art. 85)
 Defensor del Pueblo, independiente de toda autoridad; (art. 86)
 Jefe de Gabinete de Ministros, dependiente del Presidente pero responsable ante el Congreso; (arts. 100-107). Esta
figura tuvo una gran importancia en el "Núcleo de Coincidencias Básicas" y estaba destinado a "atenuar el sistema
presidencialista". La reforma le impuso la obligación de ir una vez al mes al Congreso, a informar sobre la marcha
del gobierno (art. 101).
 Consejo de la Magistratura, órgano con variada representación política y corporativa para seleccionar los jueces y
administrar el Poder Judicial; (art. 114)
 Ministerio Público, órgano "independiente", integrado por el procurador general de la Nación y el defensor general
de la Nación. (art. 120)
 Organismo Fiscal Federal con participación provincial (art. 75, inc. 2). Hasta 2018 no había sido creado.
 Banco Central Federal (art. 75, inc. 6). Hasta 2018 no había sido creado.
Dentro del objetivo de atenuar el presidencialismo, el Núcleo de Coincidencias Básicas contemplaba la posibilidad de
crear un Consejo Económico y Social con carácter consultivo. Esta reforma no se concretó por falta de acuerdo. Fue la
única propuesta de reforma que no fue sancionada.17

Facultades del Congreso


Uno de los fines principales de la ley que declaró la necesidad de reforma constitucional fue "atenuar el sistema
presidencialista" establecido en la Constitución de 1853. A tal fin:

 Amplió las sesiones ordinarias a nueve meses por año, entre el 1 de marzo y el 30 de noviembre (art. 63). Antes era
de seis meses, entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre.
 En caso de que el presidente dicte un decretos de necesidad y urgencia (DNU), estableció un plazo de diez días
para enviarlo al Congreso, donde debe ser examinado por una Comisión Bicameral y tratado por ambas cámaras
de inmediato. (art. 99, inciso 3)
 Permitió al Congreso delegar facultades en el presidente, en casos de "emergencia", estableciendo el plazo.(art. 76)
 Aumentó la mayoría del Senado necesaria para aprobar los magistrados de la Corte Suprema nombrados por el
presidente y ordena que se realice en sesión pública (art. 99, inc. 4)
Facultades del Presidente
Dentro del plan general de la reforma de "atenuar el sistema presidencialista", se incluyeron en la Constitución las
siguientes normas:

 Aceptación de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), pero limitados a "circunstancias excepcionales que
hicieren imposible" el trámite legislativo. (art. 99, inciso 3)
 Prohibición de los DNU en materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos. (art. 99, inciso 3)
 Limitación para nombrar jueces, debiendo hacerlo de una terna presentada por el Consejo de la Magistratura, en
audiencia pública. (art. 99, inciso 3)
 Limitación de las facultades para intervenir provincias, debiendo convocar "simultáneamente" al Congreso. (art. 99,
inciso 20)
Sistema electoral
La reforma constitucional cambió profundamente las normas constitucionales anteriores en materia electoral,
estableciendo las siguientes reglas para autoridades nacionales:

 El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio (art. 37).


 Todas las elecciones deben realizarse por voto directo, derogando los sistemas indirectos que existían para
presidente, vicepresidente y senadores (arts. 54 y 94). El voto directo aumentó el poder de las provincias más
grandes, en la elección presidencial.18
 Para elegir al presidente y vicepresidente, estableció un sistema de ballotage atenuado entre las dos fórmulas más
votadas, que solo se utiliza si la fórmula más votada en la primera vuelta no alcanzó el 45% de los votos, o diez
puntos porcentuales de ventaja sobre la segunda, si obtuvo el 40% o más (arts. 94 a 98).
 Agregó un tercer senador para la lista que salga segunda (art. 54).
 Acortó el mandato de los senadores de nueve a seis años (art. 56).
 Acortó el mandato del presidente de seis a cuatro años, admitiendo una reelección inmediata; para nuevas
reelecciones deben dejar pasar al menos un período (art. 56).
Facultades de las provincias
La reforma buscó aumentar las facultades de las provincias mediante las siguientes reglas:

 Permitió a las provincias realizar tratados internacionales (art. 125).


 Permitió a las provincias crear regiones (art. 125).
 Estableció que las provincias tienen la propiedad originaria de los recursos naturales existentes en su territorio (art.
125).
 Aumentó el poder de la Ciudad de Buenos Aires, estableciendo un régimen especial de autonomía que se aproxima
a un régimen provincial (art. 129).
Equilibrio fiscal entre el poder central y las provincias
Una de las ideas fuerza de la reforma fue acentuar la descentralización del poder con el fin de corregir la deformación
económica y demográfica del país, que llevó a que la población y la riqueza se concentraran en la Ciudad de Buenos
Aires y sus alrededores, generando una enorme desigualdad estructural.19 Ese objetivo se incluyó expresamente en el
texto constitucional, en el nuevo artículo 75, inciso 2, dedicado a las atribuciones del Congreso en materia fiscal:
La distribución entre la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires y entre éstas, se efectuará en relación directa a las
competencias, servicios y funciones de cada una de ellas contemplando criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y
dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio
nacional.
Art. 75, inciso 2

Pese a esa declaración de intenciones, varios convencionales y analistas han cuestionado el esquema constitucional de
distribución de facultades, recursos y gastos, sosteniendo que el resultado final concentró aún más el poder en Buenos
Aires y el Estado Nacional. Entre ellos, los convencionales Néstor Kirchner y Cristina Kirchner adoptaron una postura
"rebelde" dentro del Partido Justicialista, cuestionando la forma en la que la Convención Constituyente abordó la
distribución de gastos y recursos entre las provincias y la Nación. El matrimonio Kirchner realizó una fuerte defensa de
la coparticipación federal y del derecho de las provincias sobre sus recursos naturales.20 En la sesión del 4 de agosto
Cristina Kirchner sintetizó su postura diciendo:
¿Cómo no va a haber provincias inviables si nos están federalizando los gastos y centralizando los recursos?
Cristina Kirchner20

La discrepancia de la mayoría peronista con Cristina Kirchner llegó al punto que durante varios días la
convencional santacruceña estableció su oficina en la sede del Partido Demócrata Progresista.20
La reforma realizó un cambio de fondo en materia fiscal, al disponer que los impuestos indirectos (como el
crucial impuesto al valor agregado), fueran facultad "concurrente" de la Nación y las provincias (art. 75, inc. 2), cuando
en el régimen constitucional anterior eran facultad exclusiva de las provincias, aunque nunca se había cumplido.21
Adicionalmente, la reforma mantuvo en poder del Estado nacional los "derechos de importación y exportación" (art. 75,
inc. 1), así como los impuestos directos (como el Impuesto a las Ganancias), que tuvieran una "asignación específica"
(art. 75, inc. 2).
Otro aspecto decisivo en materia fiscal fue la inclusión en el texto constitucional (art. 75, inc. 2) del régimen de
coparticipación, un sistema de recaudación que se implementaba desde la década de 1930, que consiste en establecer
un sistema único de recaudación a cargo del Estado Nacional, con el fin de evitar la doble imposición y la duplicación de
la burocracia recaudadora, que luego se distribuye entre la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, de
acuerdo a porcentajes que han sido tradicionalmente objeto de fuertes conflictos.22
La reforma constitucional estableció que para definir los porcentajes de coparticipación que le corresponde a cada
provincia, a la Ciudad de Buenos Aires y al Estado Nacional, debía sancionarse una "ley-convenio" (art. 75, inc. 2),
antes de que finalizara el año 1996 (cláusula temporaria 6ª). La reforma precisó también las características que tenía
que tener esa ley convenio, ordenó que fuera iniciada por la Cámara de Senadores y que debía ser consecuencia de
acuerdos entre la Nación y las provincias (art. 75, inc. 2). Pero la ley-convenio no fue sancionada (situación que
persistía en 2018) y las pujas, desequilibrios y desigualdades fiscales entre la Nación, las provincias y la Ciudad de
Buenos Aires, continuaron produciéndose. El incumplimiento de la sanción de la ley-convenio, trajo también como
consecuencia que no se creara un organismo fiscal federal, codirigido por la Nación y las provincias.
Adicionalmente, la reforma incluyó el principio de que, cuando se transfirieran servicios y competencias, de la Nación a
las provincias, o viceversa, debían reasignarse los recursos correspondientes (art. 75, inc. 2).

Otras reformas
Otras reformas constitucionales incluidas en 1994 fueron:

 La autonomía municipal, que debe ser garantizada por cada provincia (art. 123).
 Régimen de autonomía especial para la Ciudad de Buenos Aires, "con facultades propias de legislación y
jurisdicción (art. 129).
 La autonomía universitaria (art. 75, inc. 19), principio que había sido establecido por la reforma constitucional de
1949, que cayó al ser abolida la Constitución en 1956, por la dictadura autodenominada "Revolución Libertadora".
 Los principios de "gratuidad y equidad de la educación pública estatal" (art. 75, inc. 19).
 El principio de "justicia social" (art. 75, inc. 19).
 Tratados de integración supranacional, facilitando aquellos que promuevan la integración latinoamericana (art. 75,
inc. 24).
 Límite para el nombramiento de los jueces hasta la edad de 75 años, luego de los cual requieren renovaciones por
plazos de cinco años (art. 99, inc. 4). En un polémico fallo, la Corte Suprema declaró inconstitucional esta norma
constitucional, en el caso "Fayt" de 1999, permitiendo que el ministro Carlos Fayt, permaneciera en el cargo sin
dicho requisito hasta la edad de 97 años.2324 En 2017, en el caso "Schiffrin", en fallo dividido y con dos miembros
que fueron convencionales constituyentes en 1994, la Corte Suprema cambió su jurisprudencia y admitió la
constitucionalidad de la limitación por edad, en el nombramiento de los jueces.258
Cláusulas transitorias
 Islas Malvinas. La primera cláusula transitoria ratifica la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del
Sur y Sandwich del Sur y establece que su recuperación es un "objetivo permanente e irrenunciable del pueblo
argentino".
 Unificación del día de inicio de los mandatos. Se adecuaron los períodos vigentes, de tal modo que todos los
mandatos de los poderes Ejecutivo y Legislativo se inicien el 10 de diciembre (cláusulas 4 y 10).
 Mandato del presidente Menem. La cláusula 9ª estableció que el mandato que el presidente Carlos Menem había
iniciado en 1989, debía "ser considerado como primer período".

Sanción
El 22 de agosto de 1994 la Convención aprobó definitivamente la reforma constitucional en la ciudad de Santa Fe.26

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