Durante 9 meses, el vientre de la mujer embarazada es el lugar de
transformaciones, rodeado y sostenido por los músculos abdominales, adquiere diferentes formas en función de la sujeción muscular, se adapta al crecimiento del útero, esta adaptación puede ser a partir del estiramiento de las fibras musculares y fasciales. Un abdomen tonificado es mejor que un abdomen hipotónico, por las implicaciones que puede tener en la estabilización lumbopélvica , e control de las presiones e incluso del alineamiento del feto durante el embarazo . El propio feto, útero y liquido amniótico ya supone un trabajo contra resistencia importante para los músculos abdominales. Un trabajo de tonificación que se incrementa progresivamente a medida que avanza el embarazo, el objetivo durante el embarazo será el mantenimiento de tono muscular y la flexibilización, el control abdominal durante el segundo trimestre a partir de diferentes ejercicios, suaves y mas intensos y en el tercer trimestre mantener el tono y el control postural y abdominal. Ejercicio de cubito lateral: Posición inicial: decúbito lateral con las rodillas flexionadas y el abdomen sobre la colchoneta Movimiento: contra el suelo pélvico: sentir la tensión que se genera en la fraumbilical y reforzarla. Conseguir despegar ligeramente el abdomen de la colchoneta Ejercicio en cuadrupedia: Posición inicial: en cuadrupedia apoyada en el balón Movimiento: contraer el suelo pélvico, sentir la tensión que se genera en la infraumbilical y reforzarla. Sentir como se sujeta al bebe. Progresivamente los ejercicios para los músculos abdominales pueden subir de intensidad, siempre que no existan riesgos para el propio embarazo.