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Red Voltaire

Las mentiras del Poder argelino


por Thierry Meyssan

Los criterios habitualmente utilizados en política para explicar


los rejuegos del ​p oder no sirven en Argelia. Los actuales dirigentes
de ese país son ante todo ​i mpostores que han ido fabricándose,
uno a uno, biografías falsas para obtener el ​respeto de sus
conciudadanos. Poco a poco han ido escalando posiciones hasta
llegar a ​l a cúpula del Estado, donde se mantienen por voluntad de
las grandes potencias, que ​f ingen creer sus mentiras para
manipularlos mejor. ​

RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 19 DE MARZO DE 2019

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Hace unos 20 años que la mayoría de


los dirigentes argelinos vienen
​falsificando sus biografías. Todos
dicen haber luchado por la liberación
nacional batiéndose ​contra el
colonialismo francés pero son pocos
los que realmente lo hicieron. Los
verdaderos ​héroes fueron apartados
hace mucho tiempo.
L
os medios internacionales de difusión están descubriendo
con asombro la realidad del poder ​argelino, realidad que
hasta ahora se esforzaron en ocultar. Ese poder no está
en manos de un ​clan sino de varios cuyo punto de equilibrio es la
figura del presidente Abdelaziz Bouteflika. ​

¿Quién defiende qué


en el poder argelino?

Esos clanes libran entre sí una batalla feroz que les ha impedido
no sólo ponerse de acuerdo sobre ​quién será el sucesor del
presidente saliente sino incluso para designar un primer ministro.
​Por eso han optado por designar 3 personajes para ocuparse de
esa función. Se trata de ​Noureddine Bedoui, quien ocupará
oficialmente ese cargo; Ramtane Lamamra, nombrado ​oficialmente
viceprimer ministro, mientras que Lakhdar Brahimi los supervisará
a los dos. ​

Veamos cómo se reparten los papeles:​

Abdelaziz Bouteflika es un estafador de poca monta que fue


secretario de Houari Boumediene y ​con el paso del tiempo supo
inventarse un pasado [1]. Hace 20 años que viene usurpando
la presidencia de ​la República gracias a una serie de violaciones de
la Constitución y mediante elecciones ​notoriamente “arregladas”.
Durante sus 2 semanas de hospitalización en Suiza, para
«controles ​médicos periódicos», se le diagnosticaron «problemas
neurológicos y respiratorios». Habiendo ​comprobado que
el paciente estaba incapacitado para autorizar los cuidados que
necesitaba, ​los médicos preguntaron quién era su tutor legal, para
solicitar a esa persona la autorización ​necesaria. En respuesta,
el paciente –moribundo e incapacitado– fue repatriado
por personas ​que evitaron cuidadosamente mostrarlo en público.
Después de su regreso a Argelia, ​se difundieron a través de An
Nahar TV breves secuencias de imágenes de Bouteflika, filmadas ​el
18 de octubre de 2017, presentándolas como filmadas el 11 de
marzo de 2019 [2]. También ​se publicó una carta, atribuida a
Bouteflika, donde se anuncia la prolongación de su mandato
​presidencial por tiempo indeterminado.

La persona que redactó la carta atribuida a Bouteklifa designó a


Noureddine Bedoui como nuevo ​primer ministro. Hasta
ese momento, Bedoui –conocido como personaje cercano a uno de
los ​hermanos de Bouteflika– era ministro del Interior. Fue Bedoui
quien concibió la posibilidad de ​imponer un quinto mandato para
el presidente inválido y quien al parecer “consiguió” 6 millones ​de
firmas para realizar ese proyecto. Su papel sería seguir
manteniendo la ilusión de que ​Bouteflika continúa ejerciendo la
función presidencial.​

Ramtane Lamamra fue nombrado primer ministro adjunto.


Hasta ahora era consejero del ​presidente inválido, lo cual significa
que en realidad ejercía el poder en lugar del presidente. ​Se dice
que Lamamra representa los intereses de Francia, la antigua
metrópolis colonial de ​Argelia.

Lakhdar Brahimi fue nombrado presidente de la Conferencia


Nacional a cargo de la transición ​democrática, tantas veces
anunciada sin que haya llegado a concretarse. Brahimi, de
85 años, ​entra nuevamente en escena gracias a su hoja de
servicios, desempeñó un papel central en la ​creación del actual
sistema y representa los intereses de la nueva potencia colonial:
​Estados Unidos. ​

Brahimi ni siquiera es la persona que dice ser. Proveniente de


una familia de colaboradores del ​ocupante francés, Lakhdar
Brahimi ha logrado hacer creer en su propio país que proviene,
​al contrario, de una familia que luchó por la independencia de
Argelia.
•​ En 1965, Lakhdar Brahimi fue la última persona que recibió al
líder marroquí Mehdi Ben Barka. ​Informó a los servicios secretos
marroquíes sobre los planes de Ben Barka y facilitó así ​el secuestro
y asesinato del secretario de la Tricontinental.
•​ En 1982, en el marco de los esfuerzos de Argelia, Marruecos
y Arabia Saudita, Lakhdar Brahimi ​fue el artífice de los Acuerdos de
Taif, que pusieron fin a la guerra civil en Líbano a cambio de la
​instauración de un sistema de gobierno de tipo confesional, que
hace del Líbano un país totalmente ingobernable, poniéndolo
de hecho bajo el eterno control de las grandes potencias
regionales e internacionales.
•​ A finales de 1991, Brahimi fue uno de los 10 miembros del
Alto Consejo de Seguridad argelino ​que destituyó al presidente
Chadli Bendjedid, anuló las elecciones municipales y abrió a
Abdelaziz ​Bouteflika el camino hacia el poder [3].
•​ En 2000, Brahimi concibió y favoreció la creación de un servicio
de inteligencia en el seno de la administración de ​la ONU [4].
•​ ​En 2001, a pedido de Washington, Brahimi concluyó los
Acuerdos de Bonn poniendo fin a la ​intervención de
Estados Unidos y Gran Bretaña en Afganistán y llevando a la
instalación de ​Hamid Karzai y los narcotraficantes en el poder
afgano [5].
•​ En 2012, después de la dimisión de Kofi Annan como mediador
en Siria, Lakhdar Brahimi fue ​nombrado conjuntamente por la ONU
y la Liga Árabe​ no mediador sino «representante ​especial». Lejos
de aplicar el plan de paz Lavrov-Annan, que había sido aprobado
por el Consejo ​de Seguridad de la ONU, Brahimi trabajó para
aplicar el plan secreto de su jefe, el ​estadounidense Jeffrey
Feltman, número 1 en la jerarquía de la ONU, plan que implicaba
una ​capitulación total de la República Árabe Siria [6].​

El papel de los islamistas

Hay varias narraciones diferentes sobre el decenio negro de


Argelia (1991-2002), que dejó entre ​60 000 y 150 000 muertos en
ese país. La único seguro, si se estudia ese largo periodo, es que
​las obras sociales wahabitas sustituyeron al Estado argelino en las
regiones rurales, que ​el terrorismo islamista fue un intento
británico de poner fin a la influencia de Francia y que el ejército
argelino salvó el país mientras que algunos militares se pasaban al
bando de los ​«degolladores». ​

Cuando todo terminó, en 2004, el presidente Bouteflika


estableció una alianza personal con los ​«degolladores»
(los islamistas) [7] en contra de los «erradicadores» (los militares).
​Bouteflika se presentó como un viejo soldado capaz de llegar a la
paz con sus enemigos. ​En realidad, lo que hizo fue establecer una
alianza personal con los islamistas para quitar prerrogativas
​al ejército y a los servicios de inteligencia que lo habían puesto en
el poder.

En 2013, Abdelaziz Bouteflika reestructuró el Departamento de


Inteligencia y Seguridad, ​quitándole gran parte de sus atribuciones
y de los medios con que contaba y pasando a retiro al general
​Mohamed Mediene.​
En 2014, autorizó el Ejército Islámico de Salvación (AIS, siglas
en francés), rama armada del ​Frente Islámico de Salvación (FIS) –
responsable de miles de muertes–, a crear un campo de
​entrenamiento, cuya existencia era incluso pública.
En 2016, hizo que el jefe del AIS, Madani Mezrag, fuera recibido
por Ahmed Ouyahia –a quien ​nombró después primer ministro–
para que este último comunicara al jefe islamista que se
​le concedía una amnistía e inmunidad.
En marzo de 2019, el clan Bouteflika trajo al jefe islamista
Madani Mezrag de regreso al ​escenario nacional para utilizar la
amenaza de una nueva guerra civil frente a las manifestaciones
​populares. ​

La nominación de Lakhdar Brahimi encaja perfectamente en ese


contexto. Cuando estaba a cargo ​del tema sirio como enviado de
la ONU y de la Liga Árabe​, Brahimi trató de imponer una ​«solución
política» que incluía arrestar al presidente Bachar al-Assad y poner
en su lugar a ​Burhan Ghalioun, un expatriado sirio que había sido
profesor en la conocida universidad de ​la Sorbona, en Francia.
Ghalioun, colaborador de la National Endowment for Democracy
(la NED, ​que es una pantalla de la CIA) y presentado oficialmente
como un laico partidario de una Siria ​no confesional, había sido el
escritor de discursos de Abbassi Madani, el jefe del FIS, durante
​su exilio en Qatar. ​

La Argelia independiente se contruyó inicialmente en el


secretismo inherente a la lucha de ​liberación nacional. Pero esa
característica se mantuvo y ciertos personajes la han utilizado
para ​construirse una leyenda atribuyéndose actuaciones gloriosas
que nunca tuvieron. Repetido ​durante décadas, ese engaño ha
impedido al pueblo entender los acontecimientos y ha permitido ​a
esos personajes hacerse indispensables alimentando
simultáneamente el peligro (los ​«degolladores») y la protección
(los «erradicadores»). Hoy en día, prisioneros de su propio engaño,
​se ven obligados a aceptar el chantaje de Francia y de
Estados Unidos.​

Thierry Meyssan
[1] Bouteflika, une imposture algérienne, ​Mohamed Benchicou, Le Matin, 2003.

[2] «La posposición de la elección en Argelia ​y la bomba Brahimi», por Khalida Bouredji, Red
Voltaire , 15 de marzo de 2019.

[3] Islam and democracy: the failure of dialogue in Algeria, ​Frédéric Volpi, Pluto Press, 2003 (p.
55 y siguientes).

[4] «Informe del Grupo sobre las Operaciones de Paz de las Naciones Unidas», Naciones Unidas
A/55/305, o ​S/2000/809.

[5] «El opio, la CIA y la administración Karzai», por Peter Dale Scott, Red Voltaire, 27 de
diciembre de 2010 . «El socio afgano de Monti», por Manlio ​Dinucci, Il Manifesto (Italia),
Red Voltaire, 12 de noviembre de 2012.

[6] «Alemania y la ONU contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 28 de
enero de 2016.

[7] Para nosotros, hay una clara diferencia entra la religión m ​ usulmana y la manipulación
política de esa religión que es el islamismo formulado por la ​Hermandad Musulmana. Nota de la
Redacción.

Fuente : «Las mentiras del Poder argelino», por Thierry Meyssan, Red Voltaire , 19 de
marzo de 2019, www.voltairenet.org/article205659.html

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