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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE DERECHO
MAESTRÍA DE DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGÍA

NEO REALISMO DE IZQUIERDA, O NUEVO REALISMO DE


IZQUIERDA EN LA CRIMINOLOGÍA

Abog. Berrios Elías


C.I.V- 16.580.880

San diego, 2016


Neo realismo de izquierda, o nuevo realismo de izquierda en la
criminología
El neo realismo de izquierda empezó a configurarse en 1984, cuando J. Lea y J.
Young este último coautor de la Nueva Criminología (1973), la obra iniciática de la
Criminología Crítica publicaron What´s to be done about Laws an Order (¿Qué hacer con
la Ley y el Orden?). El propósito de Lea y Young era enfrentar a la derecha inglesa, cuyos
políticos planteaban como solución al problema del auge criminal en su país, más policías,
más cárceles y más penas.
Lea y Young, recomiendan volver a ocuparse de las causas del delito (paradigma
etiológico) justificando la involución de su pensamiento en la necesidad de oponerse a la
Criminología Administrativa (neo realismo de derecha) de reciente aparición y que al igual
que la Crítica, rechazaba el estudio de las causas del delito, por considerar que lo
importante es tomar medidas contra el delito y no conocer las causas que lo originan.
En su nueva propuesta, Lea y Young reconocen que la delincuencia es un azote para
la sociedad y que la mayoría de las víctimas igual que los delincuentes proceden de los
estratos más bajos de la sociedad. Arriban a la conclusión de que al delito no podía ser
catalogado como exigían los criminólogos críticos como una abstracción carente de base
ontológica; por el contrario, era algo real, tangible, urgido de medidas concretas y
pragmáticas. Jock Young, en franca abjuración de su antigua posición crítica, recomienda
reabrir la cuestión de las causas del delito.
El eclecticismo del movimiento es evidente, pues si con el enfoque crítico (izquierda)
coincide en exigir profundas reformas estructurales, con la Criminología Administrativa
(derecha) conviene en la necesidad de prevenir y reprimir la delincuencia. Puesto que las
carencias según la nueva posición de Young son causas principales del delito, es obvio que
para contrarrestar la delincuencia, la sociedad debe reducir las desigualdades (promoviendo
empleos, salarios justos, viviendas decentes, entre otros.)
Se adopta por algunos Criminólogos, con la presencia de los ingleses Jock Young y
Jhon Lea, que formalizan sus hipótesis en dos direcciones. En primer lugar, esta corriente
se titula la Realista para contraponerse al idealismo, que por los años ochenta sostuvo la
Criminología Crítica contra la Criminología Tradicional. En segundo lugar, el Criminología
Neo realista se denominó de Izquierda para diferenciarse contra la política criminal de
Derecha que, a través de las campañas de la Ley y Orden, ayudó tomar al poder Margaret
Thacher, en Inglaterra, y Ronald Reagan, en los Estados Unidos.

Para los Neo realistas, la Criminología Crítica debe regresar al análisis y la


investigación completa de las causas y circunstancias del delito, con el objeto de denunciar
los modelos de injusticia estructural de que el delito sería su expresión. Ellos explican que
los pobres, las condiciones frágiles en la sociedad capitalista, hacen que la pobreza tenga
sus reflejos en la criminalidad. Pero ésa no es la única causa de la actitud delictiva, también
se genera por los factores como: el individualismo, la competitividad, la agresividad, la
codicia de bienes materiales, las anomalías sexuales, el machismo, entre otros.

De esta manera, ellos insisten, que sólo una política social ancha puede promover el
mando justo y eficaz en las áreas de delincuencia, desde los Gobiernos, con la
determinación y voluntad, se entienda que inconformidad, agregado a la falta de solución
política genera cometer delitos. Aquí es la razón para el qué los Neo realistas se preocupan
por todos los aspectos del crimen, concentrándose la atención todos los actores de la
escena: el delincuente (reinserción, en lugar de marginarlo en una prisión, con búsqueda de
alternativas), la víctima (replanteado para combatir el idealismo que la Criminología sufría)
y la reacción social. Todo dentro de una estrategia realista para poner el delito como la
resonancia de conflictos debido a la falta de solidaridad entre los miembros de las clases
sociales, prestando importancia a las condiciones de Justicia Social de algunos aspectos que
esta tendencia son:

-Se debe regresar al análisis de las causas del delito, para los que propugnan esta
teoría la pobreza no es el único factor para la comisión de un delito sino que existen otros
valores como el individualismo, la competitividad.

-Conciben al delito como un problema real, principalmente para los grupos más que menos
tienen.

-Es tarea fundamental regresar al estudio de la víctima.

-Sobre el control penal propone: la reducción del control penal y extensión a otras áreas
(minimalistas), reinserción del delincuente (en lugar de marginar en la prisión deben
buscarse alternativas a la reclusión), disuasión preventiva (organización de los grupos de
cooperación ciudadana), defensa de la prisión (ésta debe darse sólo para casos extremos en
el que el infractor represente un grave peligro para la sociedad)

El realismo pretende separar realidad de fantasía, entendiendo que es la política la


que determina la codición social del delito.

La izquierda y derecha están de acuerdo en que la criminología debe tomar el


fenómeno criminal como un hecho de la realidad. Ambas orientaciones tratan al delito
como un hecho perjudicial para los individuos de una sociedad, que afecta la armonía y la
coherencia de un sistema jurídico.

Para Lea Young, Matthew, y Kinsey, el delito es un problema real que va más allá
de los gobiernos, condiciones socioeconómicas e ideologías.

El neo realismo de izquierda, la nueva izquierda (la New left), procura conseguir
la satisfacción inmediata de las necesidades materiales y del deleite placentero, ese deseo
vehemente de la complacencia corporal se constituye en esta subteoria, sumado, o
participando con la carencia, en un determinante motivo del delito. La realidad del delito
se detiene, prioritariamente, en los estudios victimologicos, es decir, en el análisis de la
personalidad de la victima. El crimen no se manifiesta solamente como un fenómeno
clasista, de clase contra clase es decir, como hecho anormal interclasista, sino que aparece
dentro de una misma clase, haciéndose así, también, intraclasista. El pobre roba, al rico,
como a otro pobre. El delinquir se muestra con ausencia de solidaridad clasista.

La postura Neorrealista de Izquierda aboga por la vuelta a la etiología del delito y le


designa importancia especial a los estudios victimologicos. Proponen, como los
Minimalistas, descriminalizar ciertos comportamientos y criminalizar otros.

Criticas:

El realismo de izquierdas, como consecuencia de un errado diagnóstico de la


criminología, tanto convencional (neoclásica), como crítica sobre las causas y efectos de la
criminalidad, especialmente entre los sectores más vulnerables de la población, proclamó la
necesidad de tomarse en serio el crimen. El realismo de izquierda también señaló la
necesidad de vincular teoría y práctica e incorporar un análisis de los procesos sociales,
tanto macro como micro, poniendo especial énfasis en aquellos sujetos y grupos
directamente relacionados con el fenómeno criminal, es decir, los más vulnerables. El
realismo fue, sin embargo, esencialmente un proyecto político centrado en ofrecer a la
socialdemocracia una respuesta alternativa al dominante consenso liberal conservador sobre
la política criminal. Aunque fue capaz de proveer un elenco de provechosos conceptos e
hipótesis criminológicas e intentó desarrollar una metodología alternativa a la mantenida
por la mayor parte de la criminología dominante, hasta la fecha queda pendiente un
adecuado desarrollo teórico y metodológico, que, en última instancia, ha redundado en un
limitado impacto político criminal.

Opinión Personal

En opinión personal, podría decir que en materia de criminalidad el delito es un


fenómeno complejo, variante. Las variables asociadas con la evolución de la actividad
criminal pueden agruparse según su naturaleza y modo de operar sobre el nivel del delito,
la literatura ha comprobado que los ciclos económicos, el desempleo en grupos vulnerables
(hombres jóvenes de nivel socioeconómico bajo y, fundamentalmente, la desigualdad social
son variables fuertemente asociadas a aumentos o disminuciones en el nivel agregado de
delito.

Estas variables obran como incentivos o desincentivos de la actividad criminal.


Contrariamente a la creencia difusa, la pobreza no constituye una causa directa de la
delincuencia, en efecto, dado que el crimen es un fenómeno típicamente urbano,
incrementos bruscos de urbanización y migraciones internas se encuentran fuertemente
asociados con incrementos en las tasas de delitos.

Las situaciones de exclusión social debidas a la cesantía o a la marginalización


prolongada, al abandono escolar o al analfabetismo y a las modificaciones estructurales de
la familia, parecen ser factores que se encuentran frecuentemente entre las causas sociales
de la delincuencia.
Distintos estudios sobre el perfil del victimario han llegado a la misma conclusión.

El delito es una actividad que involucra mayoritariamente a hombres jóvenes,


quienes constituyen el principal grupo de riesgo o vulnerable. Es por ello que incrementos
en la proporción sobre el total de la población coinciden con periodos en donde se observa
una en la tasa de delitos. El Estado interviene sobre la sociedad (sistema de seguridad) en
orden a proteger la vida, libertad y propiedad de su población y garantizar el orden público.
Al intervenir, desde la perspectiva de la economía del crimen, está imponiendo riesgos y
costos al accionar criminal. En efecto, un individuo incentivado a cometer delitos (factor
socioeconómico y demográfico), y sobre el que existan frágiles barreras de ingreso a la
actividad criminal (factor socio-cultural) para operar deberá sortear los riesgos (policía) y
costos (justicia y cárcel) que impone el Estado al proteger los derechos de los ciudadanos.

Es evidente la responsabilidad institucional dada la inadecuación del sistema de


justicia penal (policía, justicia y cárceles) a la delincuencia urbana y a su crecimiento.

Por otro lado la urbanización incontrolada, la carencia de servicios urbanos, la


ausencia del concepto de seguridad en las políticas urbanas, el surgimiento masivo de
espacios semi-públicos, la promiscuidad y la ilegalidad de barrios trasformados en zonas
bajo el control de pequeñas mafias locales. Este aumento de la criminalidad se desarrolla en
un contexto caracterizado por una parte por el crecimiento del tráfico y del abuso de drogas.
Por otra parte coexiste con la globalización de la criminalidad organizada que contribuye a
inestabilidad regímenes políticos, a incrementar los efectos de crisis económicas.

Propuestas:

Como propuesta puedo decir que se debe revisar las fuentes de información sobre la
criminalidad oficial y oculta, así como analizar los problemas vinculados a la prevención
del delito como producto de iniciativas singulares y articuladas en planes más amplios que
involucren al Estado y a la sociedad en el control del delito, con particular referencia a la
reducción de la violencia y el incremento de la seguridad ciudadana.
El Estado para evitar el aumento del crimen, debe encarar y perfilar con políticas
ajustadas a una realidad y no caer en un simbolismo. y en una situación tan critica como la
actual, la cual se presenta tan insegura y desprovista de puntuales políticas para controlar la
criminalidad.

Desde este punto de vista, la importancia de las estrategias para evitar o neutralizar
los estímulos criminógenos en un país, se relacionan, con los principios y medios sociales
en que vive la población actual, teniendo la necesidad de integrar políticas publicas, que
permitan disminuir el índice delictivo. No obstante, hoy la inseguridad constituye la mejor
justificación o explicación de los errores y desatinos que se han cometido cuando se dirige
a un Estado desprovisto de programación y políticas adecuadas; en donde la presencia de
conductas desviadas y la inseguridad pública, llevan a la angustia e inquietud vivida por los
ciudadanos.
Desde luego plasmar una visión clara de esta realidad, es necesario que se plantee la
recomposición social por medio de aplicaciones de programaciones y medidas de políticas
criminales que conlleve a una nueva forma de vida que propicie confianza, credibilidad y
seguridad a la ciudadanía.

Las instancias complementarias y sustitutivas de control social formal e informal


frente a la conducta delictiva, tiene como perspectiva de sistema de justicia, los efectos
previsibles en el manejo, reducción y minimización de la conducta delictiva y de la
violencia y exclusión sociales.

A modo de reflexión se puede inferir, que los Códigos Penales que rigen hoy en
nuestros países, son, por una parte, reflejo de nuestra sociedad y de su capacidad de
asimilar las nuevas realidades, y por otra parte, de su voluntad de redefinir sus instrumentos
y modernizar sus instituciones que hagan viable operar los cambios que deberán estar
orientados a procurar la justicia social y garantizar el respeto a la dignidad humana.

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