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CIVILES.
La obligación romana nació en tiempos arcaicos dentro del terreno de los delitos.
Originariamente, la comisión de un delito hacía nacer a favor de la víctima o de
sus familiares, un derecho de venganza, el cual, mediante una composición podía
transformarse en el derecho de la víctima o de su familia a exigir cierta prestación
del culpable o de su familia. Como garantía del cumplimiento de tal prestación, un
miembro de la familia del culpable quedaba obligatus, o sea, “atado” en la domus
de la víctima como una especie de rehén. Por tanto, la obligación antigua era una
atadura en garantía de cumplimiento de prestaciones nacidas de los delitos, es por
esta razón que desde los tiempos romanos vemos utilizada la palabra obligación
en el sentido de deber jurídico, pero también empleada para el hecho de obligarse,
para designar el vínculo jurídico entre sujeto activo y sujeto pasivo, e
implícitamente en el sentido del derecho del sujeto activo (como en la expresión
obligaciones adquiere).
El jurista Justiniano recogió la evolución de las INSTITUCIONES y designó cuatro
orígenes de fuentes de las obligaciones las cuales podemos mencionar:
Ex contractu
cuasi ex contractu
ex maleficio
cuasi ex maleficio
Y de estas importantes fuentes nacieron las cuatro grandes fuentes de las
obligaciones, CONTRATO CUASI CONTRATO DELITO CUASIDELITO.
Y a través de la doctrina del jurista Pothie estas pasaron al código francés que
creo la categoría de las obligaciones las cuales se crean sin convención y dentro
de las cuales se encuentra la ley y las obligaciones nacidas de los cuasicontratos,
de los delitos y de los cuasidelitos
En la noción primitiva de la obligación se encuentra la idea material de que las
mismas cosas resultan obligadas. Y que la obligación se considera más como
facultad del acreedor que como deber del deudor. Adquirir la obligación significa
hacerse acreedor y no deudor. Un vínculo o relación entre dos personas, acreedor
y deudor nace en virtud del antiguo negocio de la sponsio, por declaraciones
recíprocas se vinculan las partes, o los que se ofrecen como garantes, al
cumplimiento de la prestación.
Por otra parte las sentencias son por si mismas fuentes de obligaciones y a pesar
que nuestra legislación civil no las considera así efectivamente lo son. El art. 1308
de nuestro código civil salvadoreño nos hace referencia a que las obligaciones
nacen de los contratos, cuasi contratos, delitos, cuasidelitos faltas y de la ley.
Rigurosamente las fuentes de las obligaciones es decir, aquellas que por sí solas
dan existencia a obligaciones son; los contratos, la Ley y las Sentencias.
Los cuasi contratos como hechos jurídicos no producen obligaciones, ya que la
obligación propiamente se originan de disposición de Ley, es decir que por
mandato de ley los cuasi contratos generan obligaciones, cosa semejante pasa
con los delitos y los cuasi delitos.
Sin embargo las sentencias que no se encuentran plasmadas en el artículo en
mención si producen obligaciones civiles por si mismas; La ley evidentemente es
fuente de obligaciones.
La noción moderna del delito civil es distinta de la antigua, en los tiempos
primitivos en el derecho romano no existió la idea de una obligación de indemnizar
como sanción de delito. La víctima tenía derecho sobre el agente mismo. El
concepto de pena pecuniaria apareció más tarde en forma de transacciones
privadas entre el agente del delito y la víctima. El derecho romano no generalizo la
noción del delito. Los casos que generaban obligaciones de indemnizar eran
enumerados.
LA SENTENCIA COMO FUENTE DE OBLIGACIONES.
DOCTRINA
3
(Somarriva, 1945)
B) FUENTES MODERNAS DE LAS OBLIGACIONES: SENTENCIA,
DEFINICIÓN Y ELEMENTOS DE LA SENTENCIA, NATURALEZA,
PRINCIPIOS SENTENCIA COMO ACTO JURÍDICO, CASOS EN QUE LA
SENTENCIA PUEDE SER FUENTE DE OBLIGACIONES.
Alfredo Rocco: “El acto por el cual el Estado por medio del órgano de la
jurisdicción destinado para ello (juez), aplicando la norma al caso concreto, indica
aquella norma jurídica que el derecho concede a un determinado interés. 4
Rafael Rojina Villegas dice: “La sentencia es un acto jurídico en virtud de que
constituye una manifestación de voluntad con el objeto de producir consecuencias
de derecho”5.
4
(Rocco, 1969)"Derecho Procesal Civil".
5
(Villegas, 2009) “Derecho Civil Mejicano, TomoV.
NATURALEZA DE LA SENTENCIA.
Becerra Bautista apunta, a su vez, que la sentencia "…es la resolución del órgano
jurisdiccional que dirime, con fuerza vinculativa, una controversia entre partes."
6
(Biblioteca-Articulos electronicos)
jerarquía. Radbruch opina al respecto que, "La justicia conmutativa representa la
igualdad absoluta entre una prestación y una contraprestación, por ejemplo, entre
la mercancía y el precio, entre el daño y la reparación, entre la culpa y la pena. La
justicia distributiva preconiza la igualdad proporcional en el trato dado a diferentes
personas, por ejemplo, el reparto entre ellas de los tributos fiscales con arreglo a
su capacidad de tributación, su promoción a tono con su antigüedad en el servicio
y con sus méritos…" para culminar diciendo que aquélla es propia del Derecho
Privado, mientras que ésta lo es del Derecho Público. En base a esto podemos
decir entonces, que la justicia debe suponer trato igual para los iguales y desigual
para los desiguales; lo que equivaldría aplicándolo en actos jurídicos, a que la
sentencia judicial, según sea el área jurídica de que se trate, deberá corresponder,
necesariamente, a tales imperativos, lo que viene a corroborar su naturaleza
jurídico-filosófica.
La labor interpretativa o de integración del derecho, por parte del Juez, que
exterioriza la voluntad del Estado, en las sentencias, tiene un aspecto creador. Las
lagunas del derecho obligan al juzgador a resolver el caso imprevisto, para lo cual,
la interpretación es del todo inconducente. Es un acto jurídico, porque el “hecho
está impulsado por la voluntad y se halla dotado de determinados efectos jurídicos
que se proyectan, o sobre el proceso en que se dicta, o sobre el derecho que en él
se dilucida. Es un documento, porque registra y representa una voluntad jurídica.
“El acto es una especie de hecho, dominado por la voluntad jurídica. La voluntad
de uno de los sujetos transforme al hecho lícito en acto jurídico”.8 “Hecho jurídico
es todo hecho que el derecho atribuye el nacimiento, la modificación o le extinción
de las relaciones jurídicas. Los hechos jurídicos se clasifican en, hechos naturales,
y en, hechos jurídicos voluntarios (actos jurídicos). Una distinción ulterior es la que
separa los actos jurídicos ilícitos. Y una última distinción concierne a los hechos
jurídicos voluntarios, y es la que media entre actos jurídicos en sentido estricto, y
negocios jurídicos, estos últimos se distinguen, en negocios jurídicos unilaterales,
y en negocios jurídicos bilaterales.
7
(Couture, 2010) Pg277
8
(Couture, 2010)Ob. citada.
categorías de hechos jurídicos procesales. Son estos, aquellos acontecimientos
procesales, o aquellas circunstancias de hechos relevantes, a las cuales, el
derecho vincula efectos jurídicos procesales. Distíngase, como dije anteriormente,
en hechos jurídicos procesales involuntarios (o naturales) y hechos jurídicos
procesales voluntarios o actos jurídicos procesales)”. “Así pues, todos los netos
procesales no pueden ser sino, o manifestaciones de voluntad (acciones y
omisiones) jurídicamente permitidas, o autorizadas, constitutivas del ejercicio de
un particular derecho subjetivo (derecho de acción); o manifestaciones de voluntad
(acciones u omisiones) jurídicamente obligatorias, y que constituyen el
cumplimiento de una obligación jurídica (obligación de las partes de ejecutar
ciertos actos procesales). Estas manifestaciones de voluntad que son, casi
siempre, declaraciones de voluntad, en cuanto se enderezan a personas o a
sujetos determinados (elementos que faltan en la manifestación), pueden todavía
distinguirse, según el contenido de las declaraciones de voluntad, y de los efectos
jurídicos que estas producen”. 9
Muchos autores consideran que no se trata de un principio sino más bien de una
faceta del principio de congruencia ya que exigen lo mismo en cuanto a requisitos
de fondo de la sentencia, Sin embargo se considera necesario complementar el
análisis estableciendo que el principio de estricto derecho también implica que el
Estado no debe de iniciar la función jurisdiccional, ni menos aún culminarla con el
fallo decisorio dictado por el juzgador, mientras parte interesada no lo solicite en
acatamiento a la máxima "nemo iudex sine actore; ne procedat iudex ex officio”.
Es decir, que el procedimiento judicial y la forma natural de concluirlo constituida
por la sentencia, no pueden generarse de la actividad oficiosa del órgano
jurisdiccional, excepto en casos específicamente contemplados por la ley.
Aquí, están los casos discutibles en los que se afirma, que es la voluntad del juez,
por violación expresa de un precepto de derecho, la que crea la obligación. El juez
podrá incurrir en una falsa apreciación de las pruebas para considerar probado un
hecho, acto o estados jurídicos, que son fuentes de obligaciones conforme al
código civil, el código de comercio, etc. Así, la violación estará, no en la tesis que
sostenga el juez declarando, por ejemplo, que exista un contrato capaz de crear
derechos y obligaciones, sino, que habrá que buscarla en la estimación falsa en
que incurra, al considerar que hay un contrato, en donde no existe.
EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES.
El juez, en sus considerandos, alude a la imprevisión del caso (Art. 1791 regla y 2
C.), critica al legislador por la injusta solución y falla arbitrariamente. Aquí la
sentencia es fuente de obligaciones.
CASOS DE INEXISTENCIA.
Habrá que condicionar esa consecuencia y actualizarla; más aún, podrá ser
ejercida mediante la intervención de un órgano estatal, y este es el papel de la
sentencia cuando se declara la inexistencia. El acto no produce efectos; pero si,
ha habido entrega de prestaciones, deben ser restituidas (Art. 1619 C.) y su
devolución no opera, por el silogismo del particular, sino del juez. “Se ha llegado a
negar a la función jurisdiccional el carácter de actividad de orden jurídico, porque
se dice que, en ella, el Estado no realiza, ni un acto de voluntad, ni crea una
situación jurídica, que son los dos elementos fundamentales del acto jurídico. Se
afirma que, no hay acto de voluntad, sino una simple operación de la inteligencia
que se resuelve en un silogismo, cuya premisa mayor es la regla legislativa de
derecho; la menor, la comprobación de la especie concreta sometida al juez y la
conclusión, la decisión de este último. Se dice que la sentencia no aporta
modificación alguna al orden jurídico, porque se limita a fijar el derecho que habrá
sido discutido o contradicho. En otros términos, se afirma que la sentencia judicial
no es atributiva, sino simplemente, declarativa de derechos. Las afirmaciones
anteriores no pueden sostenerse si se tiene un concepto completo del acto
jurisdiccional. Si se reduce el carácter de este a una simple operación lógica y a
una simple declaración de derechos, no se explica, por qué esa misma operación
y esa misma declaración, cuando son realizados por un particular, no tienen los
mismos efectos que cuando se realizan por el Estado. Esto hace suponer que
existen otros elementos que no concurren cuando un particular interviene.
CASOS DE NULIDAD.
Declarando el acto nulo, las partes se harán la evolución de las prestaciones que
hubiesen recibido o percibido por el mismo, entre tanto una de ellas no restituyan
la otra no tiene obligación de restituir, (Art. 1423 C.). Hay discusión sobre si el acto
es válido o nulo. Declarada la nulidad, la obligación de devolver, de restituir, tiene
su fuente en la sentencia (Arts. 1557, 1558, 1559 C.). Si bien, la ley, señala las
consecuencias que produce la declaratoria de nulidad, el Juez, resuelve a través
de la sentencia, y de acuerdo con el derecho, si se produjo o no la nulidad del acto
o contrato. No hay simplemente ejecución de una norma más general respecto de
otra menos general o individualizada, sino que se cumple el efecto de ejecución y
de creación normativa el mismo tiempo.
CASOS DE RESCISIÓN.
b) Las partes, antes de que haya ocurrido la causa de rescisión, están de acuerdo
en que si se presenta determinado hecho, por ejemplo, si el comprador no paga el
precio, podrá el vendedor rescindir de plano y sin necesidad de juicio, la
compraventa, para disponer de la cosa vendida (Art. 1406 C.)
1367 S.S.