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Las habichuelas

anti-pis.
Pedrito y su madre eran muy pobres. Un
día, su madre le dijo:
-Pedrito, tenemos que vender la vaca porque
nos hace falta el dinero. Mañana acércate al
pueblo a ver si alguien nos la puede comprar.
-Así que al siguiente día, tomo a Daisy
y emprendió el camino.
Ya en el pueblo, un
comerciante le dijo:
-Tienes una vaca
realmente bonita!
Si me vendes esa vaca, te doy estas
habichuelas mágicas y con ellas podrás hacer
todo lo que quieras.
Pedrito pensó que le vendrían muy
bien para dejar de hacerse pis en la
cama, un problema que le
atormentaba desde hacía mucho
tiempo y al que no le encontraba
solución. Así que vendió la vaca al
comerciante y volvió a casa tan
contento.
Al ver que el niño había vendido la
vaca por un puñado de habichuelas,
su madre se llevó un disgusto
tan grande que arrojó las
habichuelas por la ventaja.
Pedrito, muy triste, pensó que
había hecho algo malo.
Aquella noche las
habichuelas no dejaron
de crecer y crecer hasta
llegar a la ciudad de las
nubes.
Un golpe en la ventana
despertó a Jack y vio
como crecía la mayor
planta que jamás había
visto.
¿Hasta donde llegara?, Se pregunto, sin
pensarlo comenzó a trepar
Como era un niño muy curioso, trepó por
la planta para ver lo que había en lo alto.
Trepando y
trepando, llegó a
un país lleno de
riquezas y de
tesoros, que
estaba custodiado
por un ogro
malvado.
En un descuido del ogro, Jack logro
llevarse un saco con un cofre y algunos
huevos de oro.
Pedrito entendió así
que con esfuerzo,
podía conseguir lo
que se propusiera, y
aquella noche no se
hizo pis.
Gracias a la gallina y al cofre, Pedrito y su madre
ya no eran tan pobres, y su madre estaba muy
contenta que Pedrito no mojara más la cama.
Un día la planta se secó y Pedrito no pudo subir
más; él pensó que volvería a mojar la cama, pero
eso ya no ocurrió nunca más. Sus esfuerzos
habían valido la pena.
FIN

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