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Clase social y conocimiento escolar

ANYON, J. “Clase social y conocimiento escolar” en Enguita, M. F. (editor). Sociología de la educación, Ariel, 2001, 1ª reimp. Barcelona, pp.566-592.
Clase social y conocimiento escolar

La lectura tuvo un impacto particular en mí, pues por medio de la Normal Superior de México, asistí a 6 prácticas en
secundarias del D.F., seis escuelas de distinta clase social, de distinta área, incluso en zonas difíciles como Tepito,
Netzahualcóyotl e Iztapalapa, en Chapultepec y Mixcoac la situación si era parecida en algunos aspectos por ejemplo los
planteles le hacía falta demasiado mantenimiento, era muy fuerte que nos dijeran que a un plantel como ese iríamos a
trabajar los próximos 25 o 30 años, era difícil soportar por un día las incomodidades con las que se tenía que trabajar, a
veces inhumanas, porque era imposible entrar al baño, tomar agua en los bebederos, lidiar con 50 voces que no cesaban,
la saturación de grupos es complicada. Pero en esa zona los profesores mencionaban que los chicos ya sabían a lo que
iban pues sus padres eran médicos, ingenieros, arquitectos y ellos ya sabían el camino, en realidad trabajaban bien y no
era difícil controlarlos, sin embargo las instalaciones son decadentes en todos los lugares, unas por la falta de
mantenimiento y otras por el descuido de los mismos alumnos y personal.
En las otras escuelas donde las clases sociales eran más bajas, las entrevistas con los profesores o los prefectos
no eran muy distintas a las que mencionan en la lectura, se cumple con un trabajo a medias, porque se juzga y etiqueta a
los jóvenes, “ellos no quieren” “ellos no esperan” “ellos son flojos”, de hecho han sido de las experiencias más fuertes que
me ha tocado vivir porque el ambiente de las secundarias es muy difícil, es una lucha constante, una guerra que parece
perdida y solo se sobrelleva. En una actividad que les realizamos a algunos alumnos era: escribe “qué harías en 24 horas
si tuvieras todo el dinero del mundo”, las respuestas en muchos casos nos conmovían pues algunos escribieron “yo
compraría comida”, “compraría ropa a mi mamá y cosas a mis hermanitos”, “compraría el piso para mi casa”, otros
radicaba en anhelos como una computadora o un celular, acceso que no tenían dado su condición. Siempre
comentábamos en grupo, que hay mucho trabajo que hacer y que lo más importante era no dejarse arrastrar por el
sistema, al cual era muy difícil no caer y sobretodo no desistir, cuando eres estudiante quieres cambiar la educación, sus
formas, sus procesos y al obtener una plaza esos conceptos quedaban en el olvido, entonces la lucha diaria era siempre
un reto, era un conocimiento que no se tenía porque la situación allá fuera era distinta. Porque era difícil entender cómo
ayudar a todos esos jóvenes que se sentían atacados, incomprendidos y a la vez tan seguros, a la vez tan decididos. La
lucha constante entre adolescentes, clases sociales, afectividad, profesores, padres de familia es un torbellino muy
complicado, todo ello es el sistema educativo, todo ello parece mal. Me pregunto si aún queda algo de esa fuerza con la
que se empieza y después donde muchos estudiantes y profesores parecen contrarios. La lectura es un reflejo tal cual de
lo que es en México y en otros países, no hay mucha diferencia, hemos permitido que el sistema educativo lejos de edificar
una educación acorde a una sociedad buena, sea la cuna de todo lo malo de lo que siempre nos quejamos.

ANYON, J. “Clase social y conocimiento escolar” en Enguita, M. F. (editor). Sociología de la educación, Ariel, 2001, 1ª reimp. Barcelona, pp.566-592.
Clase social y conocimiento escolar

ANYON, J. “Clase social y conocimiento escolar” en Enguita, M. F. (editor). Sociología de la educación, Ariel, 2001, 1ª reimp. Barcelona, pp.566-592.

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