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Qué es la autoestima

La autoestima es la percepción que tenemos de nosotras mismas. Abarca todos los aspectos de la vida, desde el físico hasta el
interior, pasando por la valía o la competencia. Se trata de la valoración que hacemos de nosotras mismas que no siempre se
ajusta a la realidad y esa valoración se forma a lo largo de toda la vida y bajo la influencia de los demás.
Lo que los demás ven en nosotras o, más bien lo que nosotras pensamos que los demás ven, es crucial para determinar nuestro
grado de autoestima. Entramos en el terreno de la seguridad y la confianza en una misma, minado por las influencias del
exterior. Pero si hay algo que determina el estado de salud de nuestra autoestima es la infancia. El refuerzo positivo o negativo
con el que nos hayamos contado desde los primeros pasos de nuestra vida va a ser fundamental para nuestra seguridad
emocional en el futuro.
Tipos de autoestima y cómo mejorarla
- Autoestima alta. También llamada autoestima positiva, es el nivel deseable para que una persona logre sentirse satisfecha en
la vida, sea consciente de su valía y de sus capacidades y pueda enfrentarse a los inconvenientes de forma resolutiva.
- Autoestima media. Esta autoestima media o relativa supone cierta inestabilidad en la percepción de una misma. Si bien en
algunos momentos la persona con autoestima media se siente capaz y valiosa, esa percepción puede cambiar al lado opuesto, a
sentirse totalmente inútil debido a factores variados, pero especialmente a la opinión de los demás.
- Autoestima baja. Ineptitud, incapacidad, inseguridad y fracaso son los términos que acompañan a una persona con
autoestima baja. Se trata de un estado de autoestima que debemos evitar en nuestro camino hacia la felicidad.
Lo ideal es mantener la autoestima alta y para ello existen una serie de técnicas que iremos viendo a lo largo de las siguientes
semanas. Hay que tener muy claro que la autoestima se puede mejorar, aumentar y que no solo se puede, sino que además se
debe. Porque los problemas de autoestima no afectan solo a al desarrollo personal.
Los problemas de autoestima se observan en todos los ámbitos de la vida, desde las relaciones sociales, hasta la vida
sentimental, pasando por el ámbito laboral. Una autoestima baja puede llevarnos a un menor rendimiento en el trabajo, a una
inseguridad personal que genere trastornos emocionales o a mantener relaciones de pareja dependientes y autodestructivas.
Para evitarlo, practicaremos con la autoestima hasta que logremos llevarla a los niveles adecuados.
Tipos de autoestima
El autoestima puede definirse como el grado en el que una persona se valora y percibe a sí mismo. Son actitudes
favorables o desfavorables que el individuo tiene para consigo mismo.
Cuando se tiene una buena percepción de sí mismo, y se es capaz de darse el valor que merece como persona, se puede decir
que una persona tiene una autoestima saludable.
Hay tres tipos de autoestima: autoestima alta, autoestima media y autoestima baja.
Baja autoestima o autoestima negativa
Generalmente las personas que presentan baja autoestima son pesimistas, por tanto tienen un panorama negativo de la vida.
Este tipo de autoestima muestra una condición sin esperanza, en la que el individuo se siente incapaz e inseguro y no puede
desarrollar su potencial.
Son personas introvertidas, tímidas e inseguras, que evitan los riesgos por miedo a ser dañados y tienden a preservar su estado
mental huyendo de cualquier situación que les resultase riesgosa .
El estrés y los acontecimientos difíciles, tales como enfermedades o la pérdida de un familiar, pueden hacer fluctuar a una
persona su autoestima. Aunque según expertos, el tipo autoestima que presenta un sujeto procede desde la infancia.
Tipos de autoestima
El autoestima puede definirse como el grado en el que una persona se valora y percibe a sí mismo. Son actitudes favorables
o desfavorables que el individuo tiene para consigo mismo.
Cuando se tiene una buena percepción de sí mismo, y se es capaz de darse el valor que merece como persona, se puede decir
que una persona tiene una autoestima saludable.
Hay tres tipos de autoestima: autoestima alta, autoestima media y autoestima baja.
 1 Baja autoestima o autoestima negativa
 2 Autoestima media
 3 Alta autoestima o autoestima positiva
o 3.1 Más artículos interesantes
Baja autoestima o autoestima negativa
Generalmente las personas que presentan baja autoestima son pesimistas, por tanto tienen un panorama negativo de la vida.
Este tipo de autoestima muestra una condición sin esperanza, en la que el individuo se siente incapaz e inseguro y no puede
desarrollar su potencial.
Son personas introvertidas, tímidas e inseguras, que evitan los riesgos por miedo a ser dañados y tienden a preservar su estado
mental huyendo de cualquier situación que les resultase riesgosa .
El estrés y los acontecimientos difíciles, tales como enfermedades o la pérdida de un familiar, pueden hacer fluctuar a una
persona su autoestima. Aunque según expertos, el tipo autoestima que presenta un sujeto procede desde la infancia.
La posesión de poca autoestima puede llevar a las personas a presentar depresión, trastornos de ansiedad, de
alimentación y déficit de atención. En ocasiones puede llevarles a tener problemas de autoconfianza, tolerar situaciones de
abuso y relaciones violentas, en las cuales se sienten culpables y merecedores de lo ocurrido.
Dentro de la baja autoestima se suelen ver mas comúnmente dos maneras en la que las personas eligen manejarse de acuerdo a
lo que sienten de sí mismo. Una de las formas es la baja autoestima depresiva, en la cual el individuo entra en un túnel oscuro
de depresión, tomando su vida como algo negativo, un error.
Otra de las maneras que suelen usar algunas personas para manejar su baja autoestima es la agresión; a menudo estas personas
se sienten atacadas por el resto, y al tener tan baja su autoestima se sienten inferiores. A su vez tienen miedo de que el
resto de las personas los vean como ellos mismos se ven, por lo tanto usan la agresividad verbal o física y soberbia como un
mecanismo de defensa, para que las otras personas no los vean como realmente ellos se ven.
Según la información proporcionada por nhs.uk , Chris Williams, profesor de Psiquiatría psicosocial de la Universidad de
Glasgow, afirma que “La baja autoestima a menudo cambia el comportamiento de las personas, de tal forma, que las
personas actúan para confirmar que no son capaces de hacer cosas o no son muy buenos para ello.”
Autoestima media
Es el tipo de autoestima que más se encuentra en las personas. Podemos decir que es un tipo de autoestima balanceada y
saludable.
La autoestima media depende de muchos factores y puede variar de acuerdo a diferentes circunstancias, por ej: si se tiene un
buen día o un mal día en el trabajo, en su entorno social o de acuerdo a circunstancias personales.
Quienes presentan este tipo de autoestima tienden a sentir cambios en la misma muy a menudo; en ocasiones pueden
pasar de sentirse certeros a equivocados o de sentirse aptos a incompetentes, por tanto, fluctúan al pasar de tener una
autoestima media a una alta o baja de acuerdo a los factores que intervengan.
Alta autoestima o autoestima positiva
Las personas que tienen alta autoestima generalmente se desenvuelven abiertamente, presentan menos emociones
agresivas-negativas y menos depresión que las personas con una autoestima baja.
Son personas seguras, optimistas, extrovertidas, enérgicas, ambiciosas y capaces de alcanzar lo que se propongan.
No le temen al fracaso, buscan con gran ímpetu alcanzar sus objetivos y están dispuestos a defender sus ideales, aunque
encuentren quien se les oponga.
Quienes poseen este tipo de autoestima generalmente son personas que conocen sus metas, saben dónde están parados y a
donde quieren llegar, pero sin dejar de vivir en el presente. No atraen el pasado, ni se centran en el futuro, simplemente se
encuentran focalizados en el aquí y ahora.
Korman (1970), haciendo referencia al comportamiento organizacional, postula que existe una correlación positiva entre la
autoestima y el desempeño, dado que las personas con una autoestima más alta es probable que sean más grandes triunfadores
en todas las tareas orientadas al rendimiento que aquellos con baja autoestima.
Los empleados con alta autoestima poseen metas más elevadas de las que presentan los empleados con baja autoestima, por
ende quienes poseen una autoestima alta desean desempeñarse a niveles más altos que los que poseen baja autoestima.
Hay dos formas de manejar una alta autoestima, algunas personas lo hacen con humildad y otras con soberbia o agresión.
El segundo caso generalmente se trata de personas que tienen un exceso de alta autoestima.
Y a diferencia de quienes presentan baja autoestima y actúan con soberbia para no salir lastimados, el exceso de autoestima
alta, puede significar que la persona presenta, un trastorno de personalidad narcisista, lo cual debería de ser tratado por un
especialista en la salud mental.
El primer paso para alcanzar nuestros sueños
Tener una autoestima alta es importante porque influye en gran medida en las decisiones que tomamos. En otras palabras, tiene
una función de motivación que permite a las personas cuidar de sí mismas y explorar todo su potencial al máximo. Quienes
tienen una autoestima fortalecida trabajan persistentemente en el cumplimiento de sus metas y aspiraciones personales,
mientras que aquellos que no la tienen, suelen considerarse a sí mismos como no dignos de resultados felices, o incapaces de
alcanzarlos. Ellos de igual manera pueden tener metas ambiciosas, pero por lo general carecen de la determinación necesaria
para hacer que las cosas sucedan.
Un individuo con valor propio elevado tiene también un alto nivel de autoconocimiento, es decir, es consciente de cuáles son
sus mayores fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y debilidades. Esto es útil especialmente al momento de trazar
metas, pues le permite ser más objetivo respecto a la factibilidad de lo que quiere alcanzar. Se acepta tal y cómo es, aun con
sus defectos y sabe que lo importante es rodearse de personas que tengan aquellas características de las que él carece.
Reconoce que trabajando en equipo llegará más lejos, por lo tanto no se encierra dentro de sí, sino que aprende a pedir ayuda
cuando es necesario.
Respetarse a sí mismo para respetar a los demás

Construir relaciones sanas, ya sea de pareja o amistad, se basa en una premisa simple: el amor propio. No nos es posible
demostrar amor a alguien más, si no comenzamos con nosotros mismos.

Cuando empezamos a querernos y auto-valorarnos, nuestra vida prospera, nos sentimos mejor, tenemos acceso a mejores
oportunidades, nos rodeamos de personas positivas, que aportan valor a nuestra vida y nos alejamos de las amistades tóxicas.
Sus relaciones, ya sea mejoran, o los negativos se disuelven y comienzan otras nuevas. Podemos nosotros y madurar a nuestro
ritmo, respetando nuestro proceso.

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