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El burnout es una forma avanzada de estrés laboral que llega a desarrollar una
incapacidad total para volver a trabajar y que se presenta en personas cuya
profesión se basa en el trato directo con gente, como profesores, enfermeras,
médicos, servidores públicos y hasta comerciantes. Conozca y prevenga la
aparición de este mal.
Es bien cierto que existen profesionistas de gran importancia social que inspiran
respeto y admiración por el tiempo y las atenciones que brindan a otros individuos,
tales como profesores, bomberos o personas dedicadas al servicio médico en sus
diferentes vertientes, como enfermería, medicina general y urgencias.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, ya que desde la segunda mitad del
siglo XX se ha encontrado que este tipo de actividades, junto con rasgos
particulares de la personalidad, exponen a las personas a una forma especial de
estrés que puede resultar devastador, el llamado síndrome de burnout (quemado)
o de desgaste.
Este padecimiento fue descrito por primera vez en 1974 por el psicólogo clínico
Herbert Freudemberg, quien trabajaba en una clínica para personas con
problemas de adicción en Nueva York (Estados Unidos). El especialista observó
que luego de laborar un año, la mayoría de los voluntarios sufrían ansiedad,
depresión, progresiva pérdida de energía hasta llegar al agotamiento,
desmotivación en su trabajo y agresividad hacia los pacientes, de modo que lucían
o manifestaban sentirse "quemados" o "fundidos".
En ocasiones los afectados consideran que con el paso del tiempo o un par de
días libres se solucionará el problema, pero no es así, ya que el desarrollo de este
síndrome es cíclico: después de una baja laboral temporal, el afectado suele
incorporarse a su puesto de trabajo con ganas de empezar de nuevo, pero la
situación y los problemas con que se encuentra son los mismos y descubre que
nada ha cambiado.
Manifestaciones físicas. Suelen ser los mismos que en otros estados de estrés:
cansancio, malestar general, dolores de cabeza y espalda, insomnio y alteraciones
gastrointestinales y del ritmo cardiaco (taquicardias).
En cuanto a los factores individuales, se sabe que las personas más afectadas
son las que tienen alto grado de autoexigencia y presentan baja tolerancia a que
las cosas no salgan como desean, incurriendo en estados de ansiedad y
frustración. También el desempeño emocional influye, debido a que quienes
presentan simultáneamente problemas laborales y en su familia o pareja son más
vulnerables a estrés.
¿Cómo detenerlo?
Finalmente, se debe subrayar que las personas que brindan servicio a la población
o que se encuentran en contacto directo con víctimas de distintas formas de
violencia y maltrato, deben mostrarse atentas a la aparición de los síntomas del
síndrome de burnout para acudir al especialista en problemas emocionales, y así
evitar el riesgo de desarrollar la fase crónica del padecimiento; es por su bien y por
el de toda la comunidad.
- TRATAMIENTO:
Tanto el Burnout, como el denominado post-vacacional (rechazar el trabajo luego
de las vacaciones), el síndrome del domingo (temer volver el lunes a la oficina) y
el presentismo patológico (ir a trabajar por más que uno está enfermo, por miedo a
perder la fuente de dinero), son fenómenos interconectados, que más allá de la
sintomatología clínica o de la cuestión psiquiátrica, están ligadas a situaciones
donde el trabajador se ve sometido a una gran presión... pero de la cual no todos
reaccionan igual. En el tratamiento ocupa un lugar importante la psicoterapia, que
entrena al paciente y le brinda herramientas para que pueda disfrutar de otras
actividades buscando un equilibrio entre la tensión y la relajación.
Buscar hobbies o tareas placenteras y aprender hábitos que permitan alcanzar el
bienestar.
- Algunas estrategias:
= Trabajar mejor en vez de más; realizar pequeños cambios que pueden hacer el
trabajo menos estresante y más eficiente.
= Establecer objetivos realistas, teniendo en cuenta nuestra capacidad y nuestras
limitaciones.
= Realizar lo mismo de forma diferente, intentar huir de la rutina, ya que esto
proporciona psicológicamente un mayor sentido de autonomía y de libertad
personal.
= Tomar las cosas con más distancia, ya que el agotamiento emocional aumenta
cuando se implica demasiado con la gente.
= Procurar no llevarse el trabajo a casa, y "desenchufarse" de los temas laborales.
= Acentuar los aspectos positivos. Pensar en los éxitos y gratificaciones
personales que obtenemos de nuestro trabajo, así contrarrestaremos las
frustraciones y los fracasos.
= En la mayoría de los casos de agotamiento profesional, un buen apoyo es la
pareja y los amigos, ya que constituyen una ayuda en la reducción de la tensión
emocional.
= Autoanálisis. Es sumamente importante conocerse a sí mismo. Analizar nuestras
propias reacciones y reflexionar. Reconocer nuestros límites y aprender de
nuestros errores, ya que esto será un paso hacia el crecimiento personal.
También es importante identificar cuales son factores que nos tensionan y tratarlos
para reducirlos. Lo mejor es analizar cada caso en particular. A través de una
consulta con un profesional especializado en el tema se puede tener respuesta a
estos interrogantes y así prevenir la enfermedad.
Se han establecido (Edelwich y Brodsky, 1999) varias etapas por las que
atraviesa el trabajador hasta llegar al burnout:
Cherniss (1980) subraya que se llega al burnout desde el estrés laboral por
un proceso de acomodación psicológica entre un trabajador estresado y un
trabajo estresante, y distingue entre: