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CASO LA MICNONETTET)
CHrrs,l, Luis E.
Associate Professor of Law. Pace University
SUMARIO:
I, INTRODUCCIÓN
il. LAVALORACTÓN DEL CASO POR PARTE DEL (QUEEN',S BENCHo
III. RELEVANCIA DEL CASO EN LA DISCUSIÓN DOCTRINAL EN TORNO
AL ALCANCE DEL ESTADO DE NECESIDAD
lll.1. ¿Puede invocarse el estado de necesidad como causa de
justificación cuando el delito imputado es asesinato?
(*) Sentencia del Queen's Bench de Inglaterra en Regina v. Dudley and Stephens t1 BB4l i 4
QBD 223
O LA LEY 95
Casos que hicieron doctrina en Derecho penal
2. Caso del abortivo inocuc¡
destinatario cle la norma adecua su comportamiento a la misma a partir de i'.'l la norma, porcuanto lo relevante es el signiíicado de
laclel destinatario cle
la aprehensión de la realidad en el momento en que se dispone a actuar. por ese destinatario pai'a la misma norma de conduc-
i] ,..¡On reallzada
Expresado en los términos cleliinalismo: porque sólo desde lo representado desde una perspectiva ex ante'
ta(2e). Es decir,
por el nhorizonte de comprensióno del destinatario podría elevarse 9o_ntt. -.,
pefo, a su vez, el juicio sobre la potencialidad lesiva de la acción no
él unu prohibición eficazl'j. Ahora bien. frente a lo afirmado por el fina-;, (tal como
noclrá ilmitarse a la representación que tuviera el mismo autor
lismo, ón absoluto es obligado acoger además una perspectiva subietiva,:'' subjetivas), porque lo relevante no es sólo el significado
basada en la exclusiva representación del autor. Ello porque la norma que, ' [ortrlrn las teorias
objetivamente configurada, prescribiría: nNo debes realizar una acción que tue el autor otorga a su hecho, sino el significado que la sociedad otorga a
' to realizado porel autor. En otras palabras, la contemplación de
la acción
según un juicio racional pueda producir un resultado Xr será siempre inter-
no puede ser subjetiva: la del autor, sino intersubletiva, la de la sociedad.
pr;tacla por él destinatario como: oNo debo realizar una acción que según ante obietiva, como la que emplea la teoría de
Es iecir, una perspectiva ex
mi comprensión de la realiclacl pueda produc¡r un resultado X>, puesto que
la peligrosidad{ro).
todo aquel que quiere producii un resultado cree que los medios emplea- ,
clos serán ad'ecuaclos para el mismo (en caso contrario no existiría dolo), y :
creerá por tanto que su acción muy irracional que sea- está abarca- l:
-por
da por la prohibición. No ha de ser el autor, en suma, quien determine el .':
contenido de lo prohibido, sino la norma(27)
b) Desde el cometiclo (esencial) de la norma de sanción de confirmación r'::
de la vigencia de las normas, la perspectiva ex ante determina un estándar
intersubJetivo de racionalidad acorde a dicho fin de protección. Siendo el,-
conteniclo de la vigencia de las normas la expectativa de que terceras per-
sonas no lesionarán los bienes jurídicos protegidos por las mismas(28), para;,.
afectar esa vigencia, la tentativa deberá ostentar un cierto Srado de.seriedad ":,'
cle cara a la consecución de ese fin, la cual viene dada por un grado medio
;,'
autoría mediata con instrumentos que actúan por error como problema de imputación
del autor e imp-utación objetiva,. en Jeroas, Estudios de Derecho Penal, 1997, passim,t,
obietiva, Bogotá, 1996, pág. 9, cuando pone de rnanifiesto por qué la impuiación de
Otra opinión, f,4our¡ Fra.¡Án¡orz, Antiiuriclicidad penal y sistema del clelit'c,2001, págs ':
responsabilidad penal ha de ser oobjetiva): (porque para la vaioración de la situacion
811 ss,, quien argumenta la necesrclad de una configuración del contenido de la norma
tipica no son decisivas las opiniones individuales del autor, de la vict ma o del tercero
basado en [a representación del autor'
acerca del significado del conrportamiento, sino que Io decisivo está en lo que una per-
(2Sl Más ampliamente sobre la complementariedad entre e[ fin cle protección de bienes iuri-
sona racional en el rol respectivo tomaría conro signiiicado, de quebrantamiento de Ia
dicos y el fin de protección de la vigencia de la norma, en ArcÁcrn cute.to, nLos fines del :
vigencia de la norma.
Derecho penal,. ADPCP 1 998, págs. 365 ss.. págs 539 ss'
@ LA LTY 93
97 @ L,A LEY i:::
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Casos que hicieron doctrina en Derecho penal
=
3. Caso la M¡gnonette
t2)
(3)
lid.,.por ejemplo, C.KE, /ns¿iru¿es of the Laws of Eng!and, philaclelphia, 1853, pág.47.
En el ejemplo propuesto por Carnéades, dos náufra"gos-x yy-
r,-¡"'r]il,"r,r.,
que solamente puede usarse para mantener a frote
á uno cre eilos.""¿""
X ilega a i" i"rrr" p,
(t) mero. Sin embrargo, Y le arrebata la tabla a X para
Resumen extraído de los hechos probados cle la sentencia: salvar su propia vicla. X muere ahog;r
cfr. nota anterior. do' Poco tiempo cíespués y es rescatado.
¿Dete castigarse a y por haber nlatado a Xr
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O LA LEY O LA LEY (t /
Casos que hicieron doctrina en Derecho penal
3. Caso [a M¡gnonette
cuestión. Al abordar el asunto, el tribunal señaló que procedía condenar caso fue que los más fuertes sacrif¡caron al más indefenso. Esto le parece
a los procesados na no ser que la muerte pueda justificarse mediante inaceptable, pues/ como señaló el jurado en su informe especial, no es más
Ila
eximentel conocida como estado de necesidado. necesario matar al indefenso que matar al fuerte.
En cuanto a este punto, el tribunal concluyó que u la tentación
. que [llevó A pesar de que el tribunal condenó a ios procesados, al final de la sen-
a los procesadosl a actuar en este caso no se'consiclera jurídicamente cons-
tencia hizo constar que las circunstancias que los llevó a matar a Parker
titutiva de estado de necesidad>. Eltribunal defendió su posición señalanclo
crearon una situación en la que era muy difícil (mantener un juicio recto
que eximir de responsabiiidad penal a los procesados en este caso tendría
y la conducta purar:. Sin embargo, sostuvo que la compasión que se sien-
(consecuencias fatales> ya que diluiría el valor de la
vida humana y fomen_ te por los que se encuentran en una situación como Ia enfrentada por los
taría que individuos que se enfrenten a situaciones simiiares actuaran de
procesados no puede generar una absolución en este caso. Finalmente, el
igual manera que los procesados. Citando con aprobación al comentarista
tribunal sugirió que si el castigo que según la ley procedía imponer en este
Hale, s.e expresó que.la conducta de los procesaios debe castigarse, ya que
caso parecía muy severo, la corona tenía la prerrogativa de modificar la
nsi un hombre en peligro de muerte [...] solamente puede
salvarse matanclo pena si lo estimaba adecuado.
a un inocente, el miedo que le tiene a la muerte no lo absolverá de respon-
sabilidad por asesinato [...] pues debería primero sacrificar su propia vida
antes de matar a un inocente>. III. RETEVANCIA DEL CASO EN LA DISCUSIÓN DOCTRINAL EN TOR.
NO AL ALCANCE DEL ESTADO DE NECESIDAD
De otra parte, el tribunal también apoyó su conclusión aluclienclo a lo
resuelto en los Estados unidos de América en el caso de U.s. v. Colmes$t. Los pronunciamientos hechos por el nQueén's Benchn en el caso La
En Holmes, la Corte Federal de Distrito (Federal- Distric Court) para Mignonette han generado vigorosas discusiones doctrinales acerca de la
el Es- naturaleza y alcance del estado de necesidad. A pesar de que los debates
tado de Pennsylvania resolvió que unos marineros no podían'salvar sus
viclas arrojando a pasajeros inocentes por la borda de la embarcación. generados por el caso son múltiples, en lo que sigue me enfocaré en dos
No
o[rstante, el nQueen's Bench, también señaJó su clesacuerdo con el asuntos que a mi juicio son fundamentales, a saber: (1)si el estado de ne-
seña-
l¡rnriento que hiciera la Corte Federal en Hormes acerca de que otro pudo cesidad puede justificar un homicidio, y (2) si el estado de necesidad puede
h¡ber sido el resultado si los marineros hubiesen echado a las suertes la exculpar un homicidio.
rl.r;isión acerca de quiénes habían de ser arrojados por la borda cle la em-
lr,rrcacíón para salvar a los demás. lll.1. ¿Puede invocarse el estado de necesidad como causa de justifica-
ción cuando el delito imputado es asesinato?
l'or otro lado, el tribunal. se mostró preocupado por el hecho cle que
.n situaciones como las del presente caso no existen criterios objetivos 111.1.1. El argumento kantiano en contra de la justificación en este tipo de
r¡rrc puedan invocarse para deterrninar cuál de los actores involuárados caso
rlrbc sacrificar su vida para salvar la de los demás. El problema, señala el
tribunal, radica en determinar cómo se ha de .ornpnrui el valor relativo cle La primera cuestión de interés que suscita el caso de La Mignonette es
l,rs vidas humanas en juego. Luego de rechazar ia posíbiridacr de si puede invocarse una causa de justificación que excluye la antijuricidad
que se de un curso de acción que supone causar la muerte de una persona en cir-
s.l.ccione la persona a ser sacrificada a base de ciertas cualidades como
srr inlclecto o su fortaleza, el tribunal indicó que lo que sucedió en cunstancias que no son constitutivas de legítima defensa. En otras palabras:
este
¿existe algún supuesto en que no es contrario a derecho matar a un ser hu-
mano que no agrede antijurídicamente a otro? No existía una posición cla-
ramente mayoritaria en el cornmon law en cuanto a este asunto, al menos
(.r) 26 F,Cas.360 (1842) hasta finales del s. xrx. Esto cambió radicalmente a partir de que el <Queen's
rlll
O LA LEY O LA LEY 99
Casos que hicieron doctrina en Derecho penal 3. Caso [a Mignonette
-
.:.
Bench, decidió en ef caso La Mignonette que el estado de necesidad no en las jurisdicciones continentales, sostiene que el estado de necesidad jus-
podía justificar la comisión de un asesinato. El caso marcó el comienzo de .: tificante no permite que olas vidas humanas fpuedan] cornpensarse entre
una corriente doctrinal que poco a poco iría ganando adeptos hasta que ya sí>íil, ya que ni la vida ni la integridad física <puedeIn] instrumentalizarse
a principios del s. xx podía decirse con seguridad que la posición acerca por nada, ni siquiera como medio para salvar la vida o la integridad física
de que el estado de necesidad no puede justificar la causación intencional de otra persona)¡(e). Se aduce que €ste argurnento es de raigambre consti-
cle la muerte de un ser humano se había convertido en mayoritaria en los tucional en España, pues se entiende que instrumentalizar [a vida de una
países del common law. El juez Benjamin Cnnoozo, por ejemplo, sostenía persona equivale a privarle de su derecho fundamental a la dignidad huma-
ya para el 1 930 que ncuando dos o más se enfrenten a un desastre, no hay na(r0). A igual conclusión llegó el Tribunal Constitucional alemán (BVerfC)
un derecho de parte de uno de salvar Ia vida de algunos mediante el sacri- recientemente en el caso de la Ley de la Seguridad Aérea (LuftSiC), en el
ficio de otro)), ya que el ordenamiento juríciico (no reconoce una regla que cual se sostuvo que no podía invocarse el estado cie necesidad justificante
autoriza echar por la borda a ciertos humanosu(s). como autoridad para derribar un avión comercial secuestrado por terroris-
tas aunque ello fuera necesario para salvar la vida de miles de personas en
La premisa inarticulada que parece ser el hilo conductor tanto de la sen-
una situación de tipo 9/11, pues esto contravendría la dignidad humana
tencia emitida en el caso La Mignonette como de las expresiones de apro-
de Ios pasajeros inocentes que viajan en el avión en vista de que se estaría
bación con las qr-re la decisión fue recibida en el mundo anglosajón apa-
utílizando sus vidas como medio para lograr un fin(11).
renta ser el argumento kantiano de corte claramente no-consecuencialista
que sostiene: que resulta moralmente reprochable utilizar a un ser humano
111.1.2. El argumento consecuencialista a favor de la justificación en este
como medio para obtener un fin, independientemente de cuan loable sea
el fin que se pretende obtenel6). Una vez se toma este argumento como tipo de caso
punto de partida, la decisión en este caso resulta inobjetable, ya que los La aprobación casi unánime a lo resuelto en el caso de La Mignonette en
marinos mataron a Parker para utilizar su cuerpo como medio para obtener los países de tradición jurídica anglosajona comenzó a desmoronarse para
el fin de salvar sus propias vidas. lndependientemente de si la autopreserva- mediados del s. xx, principalmente debido a la posición que adoptaran los
ción constituye un fin laudable, la filosofía moral kantiana vedaría la con- redactores del influyente Código Penal Modelo aprobado por el lnstitutoJu-
secución de este objetivo mediante conductas que en este caso- rídico Americano (American Law lnstitute) con relación al asunto que aquí
-como para obrtener el
suponen utilizar la vida de un ser humano como vehículo se trata. En los comentarios al precepto en que se codifica la eximente de
resultado deseado. Se trata también de un principio con raíces religiosas estado de necesidad justificante, los redactores del Código Penal Modelo
innegables. En un famoso fragmento delTalmud, por ejemplo, se le advierte (Model Penal Code - MPC) expresaron que el estado de necesidad justifi-
a un joven que ( no mates y déjate matar [...] ¿o acaso piensas que tu sangre cante debe poder invocarse como causa de exclusión de responsabilidad
es más roja que la de él? Quizá la suya es más roja que la tuyar(z), aun cuando el delito imputado es homicidio, siempre y cuando ia conduc-
ta del actor haya salvado más vidas que las sacrificadas{]2). Se trata de un
El argumento kantiano en contra de sacrificar una vida para salvar otras
argumento de naturaleza evidentemente consecuencialista en el cual se
ha recibido el aval cle [a gran mayoría de los comentaristas que se han ex-
sopesan las vidas en juego y se justifica la conducta si se evitan más muer-
presado al respecto de este asunto en los países de tradición continental.
Mrn Purc, quien es representativo de la posición absolutamente dominante
(8) Mrn Purc, Derecho penal. Parte general, Z.'ed., BuenosAires, 2004, pág. 465.
(9) Mrc Purc, DP PC, pág.465.
(5) C,+noozo, Law and Literaturc, Buffalo, 1930. pág. I 13. (10) Vid. ibidem.
(61 KnNr, Ihe Metaphysics of Morals, Cambridge, 1996, pág. 60 (üad., Ccrcor) (1 1i BVerfC 15 f-ebrero 2006 (en este mismo volumen: Caso de la Luftsicherheitsgesetz)
(7) falmud, Pesahim 25 lbi. (12) MPC, Sección 3.02, comentario 3, págs. 14-1 5 (1980).
i 3. Caso la Mignonette
tes de las que se causan. Los redactores der Mpc señaran, además, que
si el propósito del delito de homicidio es prevenir muertes. autarizó el procedimiento quirúrgico dado que es preferible salvar a una
sería absurdo
castigar por homicidio a quien sacrifica una o más vidas de las gemelas a dejar morir a las dos. una tesis similar fue clefendida hace
cuando ello es
poco por Antonio cnssrss¡ en su opinión disidente en el caso Erclernovió
necesario para salvar más vidas que las sacrificadas, ya que
quien así actúa resuelto por el Tribunal Penal lnternacional para la ex yugoslavia cuancfo
reduce las muertes que se producirían como consecuencia
de las circuns- sugirió que el procesado <escogió el mal menor)) cuandolecidió matar a
tancias que generan la situación de necesidad. si se toma
este argumento
como punto de arranque, los argumentos a favor cle justificar la docenas de civiles inocentes a cambio de salvar su propia vida, ya que los
conducta civiles hubiesen muerto a manos de otros solclados independiéntemente
de los procesados en el caso dJLa vtignonette se tornan más
poderosos,
pues éstos sacrificaron una vida (la de parker) para salvar de si el procesado se rehusaba a matarlos{l6). Está por versé si el desarrollo
tres (sus propias
vidas y la de Brooks). . de Ia normativa acerca del estado de necesidad justíficante se moverá en
esta dirección, aunque el hecho de que este tipo de argumento haya siclo
La posición adoptada por el Mpc en cuanto a este particular defendido por un tribunal de lnglaterra y un juez de un tiibunal penal inter-
,. ha sido
bien recibida en años recientes por un sector importante de la nacional sugiere que se trata de una tesis que muy bien pudiera ser tomada
doctrina
anglosajona. Le,F,nvr,.por.ejemplo, coquetea con la posibilidad en serio por los tribunales en los años venideros.
de que el
estado de necesidad justificante pueda invocarse cuando
se sacrifica a una
persona para salvar más vidas que las sacrificadas, pero sólo
si la persona 111.1.3. Toma de postura
sacrificada se escoge al azartl3). Este autor sugiere, además,
que el estado de
necesidad justificante debe poderse invocar en casos de
homiciclio cuan_ A mi juicio, resulta aceptable como regra general lo resuelto en el caso
do la persona a sacrificarse hubiese muerto de todos modos.a). El La Mignonette en cuanto a que el estado de necesidad no debe justificar
ejemplo
paradigmático es el de A que está atado a B mientras
ambos escalan una
el homicidío de una persona que no agrede antijurídicamente a otro. El
montaña. Si B se cae al vacío, problema principal en este tipo de rupreito es que resulta extremadamente
¿puede A cortar la soga que los une para
evitar que el peso de B lo haga perder er agarre y cáe," ar vacío? difícil determinar si el que mata a unos para salvar la vicla de otros causa
LnFnve
sostiene que el cortar la soga debe quedar un mal menor que el evitado. se trata de un problema escabroso que no
lustiticaáo por vía de un estaclo
de necesidad a pesar de que eilo.precipita ra muerte á"
e, f" qr" éste iba
tiene fácil solución, puesto que no parecen existir críterios objetivos me-
a morir independientemente de lo que ocurriera, pr", i"'no diante los cuales se puede medir el valor relativo de las vidas humanas en
cortarse ra
soga A perdería el agarre de la montaña con la consecuencia conflicto. si bien es cierto que/ como proponen Ios reclactores del MpC, se
de que tanto
A como B perderían sus vidas. Entiencre LnFnvr que debe justificarse puede resolver el asunto mediante un sencillo cálculo aritmético que justi-
cortar
la soga.en este caso puesto que (es mejor que uno de rás ficaría la conducta siempre que se salven más vidas que las sacrificadas, no
dos se sarve a
que ambos ffiuerann(tt,. Esta pareció r", lu tuii, que motivó es menos cierto que es simplista reducir la comparación de males en
a una corte de estos
apelaciones de rnglaterra a concluir hace varios años supuestos a cotejar cuantos mueren y cuantos sobreviven. si el cálculo
que unos médicos
podían invocar exitosamente el estado de necesidad;ustiiicante consecuencialista que subyace a esta ecuación se tomara en serio, no que-
a cabo una operación de separación de gemelas siamesas
far" ll"uu,. da claro porqué ha de examinarse meramente si se sarvan más vidas que
media'nte la cual
se mataría a la más débil de ras gemeras para sarvar las-sacrificadas. ¿Por qué no tomar también en consicleración las virtudes
a ra más fuerte. En vis- y
ta de que ambas gemelas moririan cre no rearizarse ra de cada persona al determinar cuares vidas deben salvarse y cua-
op"ru.ián, ra corte fefecqos
les deben sacrificarse desde un punto de vista consecuencialista? piénsese,
102
O LA LEY O LA LEY
I t,, 1
E
por ejemplo, en una situación en la que se debe decidir si sacrificar la vida lieve el caso de La Mígnonette es si existen circunstancias extremas en que
de un científico genial que está cerca de desarrollar la cura para el cáncer o puede justificarse la muerte de un inocente. El invocar el azar no ayuda a
la vida de un criminal que ha pasado la mayor parte de su vida en la cárcel. resolver este complicado problema, ya que la suerte meramente suple un
Desde la óptica consecuencialista la decisión parece ser obvia. No obstan- criterio de selección de las personas a sacrificarse/ rnas no proporciona un
te, una vez se admite la posibilidad de justificar la muerte del criminal para estándar para determinar si resulta justificado sacrificar a unos para salvar
salvar al científico brillante nos comenzamos a deslizar por una pendiente a otros. Es decir, la aplicación del azar como criterio de selección supone
resbaladiza muy peligrosa. ¿Por qué no sacrificar al viejo para salvar al jo- ya de antemano que es justifícado matar a unos pocos para salvar a otros
ven, al enfermo para salvar al saludable, al idiota para salvar al genio, al po- muchos. Esta suposición es problemática, pues este asunto debe justi-
bre infeliz que solamente ie trae problemas a los que lo rodean para salvar ficarse matar a aiguien para salvar a otros- es precisamente-si lo que está en
al gran jugador de fútbol que Ie trae felicidad a mrllones de personas? No controversia.
creo que la sociedad esté equipada para contestar estas preguntas sin abrir
A pesar de lo anterior, entiendo que hay ocasiones excepcionales en
una <caja de Pandora, que es preferible mantener cerrada. Por ende, me
que el argumento consecuencialista a favor de justificar la conducta se
parece que, como regla general, el Estado debe abstenerse de imprimir su
torna tan poderoso que cualquier consideración en contrarío debe ceder.
sello de aprobación a cursos de acción que suele ocurrir en estos
-como
supuestos- necesariamente implican pasar juicio acerca del valor relativo
Esto de ordinario ocurre cuando cumplir con el deber deontológico de
no utilizar a un ser humano como medio para alcanzar un fin tendría
de vidas humanas en conflicto.
consecuencias catastróficas. Un caso claro es el de una situación en que
lgualmente peligroso me parece el argumento acerca de que debe poder- matar a una persona inocente es la única manera de evitar la detonación
se invocar ei estado de necesidad justificante cuando la persona sacrificada de una bomba nuclear que mataría a millones de personas. Me parece
seguramente hubiese muerto de todos modos. A pesar de que se trata de un que en este tipo de caso las consecuencias de respetar el imperativo ca-
argumento intuitivamente plausitrle, entiendo que son muy pocos los casos tegórico kantiano son tan calamitosas que debe justificarse el sacrificio
en que puede afirmarse con seguridad que la persona a sacrificarse hubiese de una persona inocente para salvar a otras muchas. Debo aclarar, sin
muerto de todos modos. Los hechos dei caso La Mignonette constituyen un embargo, que no sugiero que se sustituya el criterio deontológico por uno
buen elemplo. Aunque el niño Parker se encontraba en mal estado de salud consecuencialista en todos los casos/ sino que se reconozca que existen
y es probable que no hubiese sobrevivido cuatro días más de no haber sido supuestos extraordinarios en que las consideraciones deontológicas en
sacrificado, con toda probabilidad hubiese podido sobrevivir varias horas contra de sacrificar a un ser humano inocente para salvar a otros muchos
más o hasta un día más. Desde un punto de vista ex ante, los marinos no no son lo suficientemente poderosas como para derrotar los argumentos
podían descartar que Fbrker hubiese sido rescatado si hubiese sobrevivido consecuencialistas a favor de realizar la conducta. Se trata de una po-
varias horas o días rnás. Además, hasta en los pocos casos en que se puede sición defendida por muchos, incluyendo algunos que, como Michael
sostener con certeza que la persona a sacrificarse hubiese muerto de todos MooRE(]7), Robert Nozlc<(l8) y Thomas ÁNCrL(,n), rechazan la tesis conse-
modos, no queda claro que la vida del que está más cercano a la muerte cuencialista en la gran mayoría de los casos.
es menos valiosa que la del que está más lejos de ella. Admitirlo llevaría
a tomarse en serio proposiciones cuestionables como, por ejemplo, que la
vida de los viejos es, ceterrs paribus, menos valiosa que 1a de los jóvenes, o
que la vida del que tiene diabetes es menos valiosa que la del que está en
hr¡en estado de salud. (17) Mooee, Placing Blame: A Ceneral Theory of the Criminal Law, Cambridge, 1997, pág.
719.
Tampoco me parece que escoger al azar a los que deben ser sacrificados (18) Nozrcr, Anarchy,state and Ufopra, Nueva York, i974,pág. 30.
resuelve el asunto. Corno ya se ha señalado, el problema que pone de re- (19) N,rceL, Mortal Questions, Cambridge, 1979, pág. i3.
i
Casos que hicieron doctrina en Derecho penal 3. Caso la Mignonette
lll.2. ¿Fuede invocarse el estado de necesidad como causa de exculpa- ricidad de la conducta y un estado de necesidad exculpante que reduce la
ción cuando el delito imputado es homicidio? cuipabilidad del sujeto.
El segundo asunto de interés que pone de relieve el caso de La Mig- La distinción entre justificación y exculpación comenzó a adquirir ma-
nonette es si puede invocarse exitosamente una causa de exculpación en yor relevancia en los países de tradición anglosajona a partir de la redac-
supuestos en que una persona mata a otra para salvar su propia vida en ción del MPC durante la segunda mitad del s. xx. En cuanto al estado de
circunstancias que no son constitutivas de legítima defensa. De lo que se necesidad, en la Sección 3.02 de dicho código se incluyó la vertiente jus-
trata, por tanto, es de indagar acerca de la posibilidad de eximir de respon- tificante que se aplica cuando eI ma] causado por el actor es menos que
sabilidad a los que matan en este tipo de supuesto no porque su conducta el evitado. Por otra parte, en la Sección 2.09 se introdujo una disposición
debe considerarse conforme a derecho en virtud de la concurrencia de una que encapsula la eximente de duress. La duress constituye una causa de
causa de justificación, sino porque la necesidad extrema que motiva al exculpación similar al estado de necesidad exculpante, ya que exime de
sujeto a actuar en estos casos disminuye su culpabilidad hasta el punto en responsabilidad a quien causa un mal igual o mayor que elevitado cuando
que ya no resulta justo o adecuado imponerle una pena. se enfrenta a una situación de necesidad extrema. De conformidad con
Este asunto no fue abordado en la sentencia emitida por el nQueen's esta disposición, debe eximirse de responsabilidad a quien lesiona a otro
Bench, en el caso de La Mignonette, ya que para el tribunal la única pre- porQue sucumbe frente a una amenaza ante la cual una persona de razo-
1'nable
gunta presentada en este caso era si <para salvar la vida propia se puede firmeza también sucumbiría. Según está concebida en el MPC, la
lícitamente quitarle la vida a otro>(2o). De ello se puede colegir que el tri- duress exime de responsabilidad hasta en casos en que el delito imputado
bunal enfocó el caso como uno en que la única cuestión a resolver era es homicidio{2r). Sin embargo, la exención de pena otorgada en virtud de la
si la conducta de los procesados podía considerarse conforme a derecho duress está sujeta a la importante limitación de que sólo procede cuando
en vista de la concurrencia de un estado de necesidad iustificante, ya que la situación de necesidad se origina en una amenaza proveniente de un ser
solamente las causas de justificación (y atipicidad) inciden sobre la licitud humano, ya que el MPC no reconoce una causa de exculpación que cobija
de Ia conducta. Esto resulta desafortunado, pues, como hoy es bien sabido, supuestos en que la situación de necesidad se origina en una amenaza de
una conducta típica puede resultar impune ya sea porque no debe conside- la naturaleza(22). Por ende, si se juzgaran los hechos que generaron el caso
rarse antijurídica en virtud de una causal de justificación o porque a pesar La Mignonette bajo estas disposiciones del MPC, no procedería exculpar a
de que la conducta es antijurídica no debe castigarse al autor en vista de los procesados en vista de la exirnente de duress, pues la amenaza que ge-
una causa de exculpación que notablemente disminuye su culpabilidad. neró la situación de necesidad en este caso no provino de un ser humano.
(26) suele decirse, con razón, que resulta exigible que la tripuración cle una embarcación
sacrifique sus intereses para salvar los intereses de los pasajeros de la embarcación. Este
Frercnrn, Rethinking Criminal Law, Nuevayork, asL¡nto no fue abordado por el nQueen's Bench, en el caso La Mignonette, probablemen_
l?a.!
124) DressLrr, Understanding,págs.
2000, págs. 833-834. te debido a que los náufragos eran todos miembros cle la tripulación. por ende, no se rrata
336_332.
(251 vicf., por todos, a fescHe.</vúrrceNo, Tratado de Derecho penar. parte generar,
del supuesto clásico en el que la tripulación tiene un deber cJe sacríficarse para salvar a
Cranada, 2002, págs. 516_525. s.^ ed., los pasajeros.
Q7) Regina v. Dudley and Stephens 11BB4l 14 eBD 273.
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