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“La narración de esta historia nos lleva, de un cosmos inicial que no era más que una bola de energía
expansiva a un universo de estrellas y galaxias; y luego, al menos en un planeta, a la aparición de
moléculas reduplicantes, organismos celulares, vida multicelular, vida consciente y seres humanos. (J.
Polkinghorne).
“El hombre debe darse cuenta que es un pequeño habitante de un insignificante planeta girando en
torno a una estrella ordinaria”. (M.Augros & G.N. Stanciu).
La ciencia nació en Grecia, gracias a la tradición jónica y aristotélica. Los griegos, por lo demás,
descubrieron las matemáticas puras, y las matemáticas son el lenguaje de la ciencia. Prácticamente la
ciencia desapareció en el imperio romano, fue recuperada por los musulmanes, en el siglo XII fue
acogida en el occidente cristiano, y recreada a partir del siglo XVI y la era moderna. La Edad Media le
dio un desarrollo con la creación del molino de agua, el de viento, los anteojos, el arado con ruedas, el
timón, el reloj mecánico, y la imprenta. Dos centros universitarios se destacaron por lo estudios
científicos en esta época: Oxford y Paris. En la primera, Bacon se pronunció contra los que daban más
autoridad a las enseñanzas de los filósofos que a la experiencia. Como destaca Copleston, Bacon hizo
sus propias observaciones en el campo de la óptica y señaló los propósitos prácticos en los que se
podía ocupar la ciencia. Concibió la posibilidad del telescopio. Además, él y Grosseteste pusieron gran
énfasis en el papel de la matemáticas en la ciencia. Empezamos con los datos empíricos, pero la
finalidad de la ciencia teorética es hacerlos inteligibles, explicándolos con el razonamiento matemático.
En la universidad de Paris sobresalieron también dos personajes en el campo de la ciencia. Jean
Buridan que fue rector de la Universidad de Paris a partir de 1340 y al que se considera responsable
de haber originado algunas de las ideas esenciales de la tradición científica moderna. Como filósofo
escribió sobre la moción de proyectiles, la caída de los cuerpos y la rotación de la tierra. Nicolás de
Oresme, fue seguidor de Burilan y enseñó en París. Murió como obispo de Lisieux en 1382. Discutió
sobre la rotación de la tierra en lo que aplicó las teorías de Buridan. Grosseteste, Bacon y Occam
dieron origen al espíritu empírico que va a distinguir al pensamiento anglo-sajón. La influencia de los
trabajos de Bacon, Occam, Buridan, y Oresme se siente en Galileo.
Pierre Deum, físico e historiador de la ciencia, piensa que la ciencia nació en 1277, cuando el obispo
de París, Etienne Tempier, con la sugerencia del papa Juan XXI, condenó muchas tesis que introducían
las leyes necesarias de la naturaleza sobre la soberanía de Dios. El obispo declaró que para no poner
límites a la omniptencia de Dios debía rechazarse la física aristotélica. Con esto, estaba reclamando
una nueva física. Lo que el obispo estaba defendiendo era el voluntarismo cristiano frente al
intelectualismo griego y, de este modo, abrió el camino para el voluntarismo.
Toda la empresa y la aventura científica, desde Aristóteles pasando por Copérnico hasta llegar a
Einstein, Hubble y Hawking, lleva en sí una pregunta antropológica inquietante: ¿qué sentido
antropológico tiene el cosmos? ¿Para dónde va ese imponente proceso cósmico, cuyo avance en su
conocimiento ha modificado tanto nuestra forma de concebir al ser humano? ¿Se puede esperar que
semejante desmesura incalculable sea un día accesible al hombre? Para los griegos ciertamente que el
cosmos era su hogar. ¿Pero para el hombre de hoy y del futuro perdido en semejante infinito, lo podrá
ser? Sin embargo, como dice R. Clarke, “la ciencia no ha sabido darnos una explicación clara de lo que
son el mundo, la vida y el hombre, ni indicarnos cuál es su sentido”
El año de 1590 fue un año importante para la física porque fue el año en que Galileo descubrió y midió
la aceleración, pero lo es también el de 1600 cuando descubrió la ley de la inercia. En realidad todo el
universo está en un constante estado de aceleración lo que es evidente por el hecho de que las
galaxias se separan entre sí a velocidades que aumentan con la distancia (puesto que la distancia
entre las galaxias aumenta con el tiempo, entonces la velocidad debe también aumentar con el
tiempo, lo que es la aceleración). Las dos teorías básicas de la física, inercia y aceleración, había sido
descubiertas pero su relación no se entendía aún. Fue Newton el que puso todo en la perspectiva
exacta cuando mostró que el producto de la masa inercial y la aceleración es fuerza (fuerza: masa x
aceleración).
Hacia 1609 Galileo comenzó a observar el cielo con la ayuda del telescopio. Con este uso, fue claro
para Galileo que la visión antigua de que la tierra es el centro del cosmos era errada y que de hecho
estamos girando en torno al sol. Por otra parte, Galileo pensó a Dios como un gran geómetra, que
formó el mundo entero por medio de las matemáticas. Esto demuestra que el conocimiento del
hombre es parecido al de Dios, porque ambos son matemáticos. Para él, el libro de la naturaleza era
más confiable que el libro de la Biblia. Con Galileo la naturaleza deja de ser un organismo y se
convierte en una máquina manejable.
En 1900 se comenzaron a desentrañar los misterios del átomo. Max Planck formuló la teoría de los
quántos y dio inicio a la física quántica. Posteriormente, en 1925, Schröndinger y Heisenberg inician la
nueva mecánica quántica, con la cual se han venido interpretando la química y la física subatómicas.
Han dado también su aporte decisivo a esta teoría Max Born, Paul Dirac y Niels Bohr. Como se ve, la
mayor revolución de la física desde Newton, como ha sido la teoría quántica, ha sido un proceso en el
que han participado distintos científicos. J. Polkinghorne llama a Einstein el abuelo de esta teoría,
contra la cual, sin embargo, se pronunció y escribió a Max Born: “La teoría cuenta con un buen
número de logros, pero no nos acerca en especial a los secretos del Viejo. De cualquier manera, estoy
convencido de que El no juega a los dados”. La introducción de la física quántica a lo largo del siglo
XX, constituye sin duda la revolución conceptual más profunda de la física, y aun de las ciencias, pues
su influencia se ha dejado sentir en la política contemporánea y la marcha ascendente de la
tecnología: a ella debemos el transistor, los celulares, los bíperes, los portátiles, la biología molecular
y la genética. La teoría de los quanta nos hace ver hoy que la materia se reduce a algo impalpable,
que sólo se puede expresar matemáticamente. Max Planck, profesor de la universidad de Berlín,
imagina que toda la materia consiste en vibraciones y emite energía que existe en forma de quantos.
Es decir, la energía electromagnética debía ser emitida por la materia en forma de “quantos” o
paquetes de energía, lo cual viene a significar que la energía es discontinua como lo es la materia. De
esta manera, Planck eliminaba de la naturaleza la continuidad. En 1905, Einstein desarrolló las ideas
de Plank y demostró que la luz está en realidad formada por corpúsculos distintos, a los que llamó
fotones, que son quantos de luz. Niels Bohr, físico danés, amplió la teoría quántica de Planck, que da
cuenta de la minúscula estructura subatómica de la materia. En su desarrollo a todo lo largo de la
primera mitad del siglo XX, la teoría quántica ha puesto de presente conceptos como la
discontinuidad, la complementariedad, la probabilidad, el indeterminismo y la imprecisión. El primero
de estos conceptos nos dice que la realidad a nivel más profundo no es continua sino discontinua, y el
indeterminismo nos dice que también el mundo de las dimensiones atómicas no es determinista y
parece no conocer el principio de la causalidad. El núcleo de un átomo puede desintegrarse de una
forma puramente casual, impredecible. Los principios de la imprecisión y de la probabilidad afirman
que es imposible conocer exactamente el lugar y la velocidad de una partícula, por lo que es imposible
un vaticinio exacto sobre ella.
Mientras esto ocurría en el micro-cosmos, en 1929, en el telescopio del Monte Wilson de los Angeles,
Edwin Hubble confirma la teoría de la expansión del universo, considerada una de las ideas más
asombrosas del siglo XX, y que el astrónomo R. Jastrow, llama “el último gran paso en la revolución
del pensamiento respecto al lugar del hombre en el cosmos y que fue iniciada por Copérnico”. Según
la ley de la expansión cósmica las galaxias se separan y el universo se expande. Esta expansión hizo
posible que el universo se enfriara y que se fuera creando orden en el cosmos. La teoría de Hubble ha
permitido calcular el tamaño, la edad y el ritmo de expansión del universo. Hubble también confirmó
la existencia de la galaxia Andrómeda y aclaró que podían existir miles de millones de galaxias en un
dinamismo constante de expansión. El primero que trató de explicar por qué el universo se expande
fue el sacerdote católico belga George Lemaitre (m. 1966), relacionando la teoría general de la
relatividad de Einstein y la teoría de la expansión cósmica, sugirió que el universo se había iniciado
como un “huevo cósmico” que estalló de una forma inimaginablemente violenta. Posteriormente, el
astrónomo ruso-norteamericano George Gamow (m.1968) le dio el nombre de Big Bang a esa
explosión original (1948). Hoy se considera que el Big Bang se originó hace 14 billones de años.
Nueve billones de años después se formaron el sol y la tierra. La vida vino a la existencia 10 billones
de años después del Big Bang y la conciencia humana apareció sólo hace unos cientos de miles de
años.
Desde los años 50 del siglo XX se acepta que el universo está hecho de átomos, núcleos, electrones,
partículas elementales, galaxias, estrellas, planetas. Hoy sabemos que la materia ordinaria comprende
sólo el 4% del universo. El resto, o sea el 96%, es desconocido. Un 23% del universo está hecho de
materia oscura, así que partículas desconocidas penetran en la tierra y aún nuestros cuerpos sin dejar
traza. El resto, o sea el 73% del universo, es energía oscura de la cual no tenemos conocimiento sino
sólo que actúa en el universo expandiéndolo a una velocidad cada vez mayor. Hoy sabemos también
que la muerte de las estrellas de la primera generación fue la condición para que se formaran los
planetas, los cuales fueron necesarios para el desarrollo de los procesos químicos y para la evolución
biológica. El desarrollo del universo a partir de partículas elementales y llegar a los seres vivos ha sido
admirablemente dinámico, pero también terriblemente complejo. Hoy también sabemos que las dos
fuerzas fundamentales del universo son el electromagnetismo y la gravitación y que prácticamente
todos los fenómenos de la naturaleza son producidos por estas dos fuerzas primordiales. Todas las
fuerzas del universo, excepto la gravitación, son de origen electromagnético. La materia, en efecto,
está formada por átomos que, a su vez, están compuestos de partículas eléctricas y son las fuerzas
electromagnéticas los que mantienen fijos a los núcleos de los átomos y las que hacen girar a los
electrones alrededor de los núcleos.
Además, nosotros mismos somos parte de un proceso cósmico y nuestra existencia está asociada a
una determinada fase cósmica que requiere de billones de años. El hombre primitivo dependía
míticamente del cosmos. El hombre se entendía en el cosmos y desde él. El hombre de la modernidad
se había liberado de la dependencia cósmica y, al contrario, buscó dominarlo, de tal manera que la
ciencia clásica separó al hombre del cosmos, como dos realidades totalmente distintas. A partir del
siglo XIX, con la teoría de la evolución se volvió a unir el hombre al cosmos, pero no ya en una
dependencia mítica, si no lo contrario, es ahora el cosmos el que depende del hombre. La ciencia
cambió en la segunda mitad del siglo pasado en dos formas: primero, el reconocimiento de que el
proceso cósmico no es lineal puso en duda la capacidad de la ciencia para responder todos los
cuestionamientos. La mecánica cuántica ha puesto de presente los límites inciertos de nuestro
conocimiento sobre las posiciones y la velocidad, y el tiempo y la energía de los objetos. Puesto que la
naturaleza no funciona como un reloj, el cosmos ni es estático ni eterno.
En cuanto al progreso técnico, en los años 30, Alan Turing ideó la primera computadora y en los 40
ideó otra que permitió descifrar los códigos secretos nazis durante la guerra. En la misma década,
Enrico Fermi y J. Robert Oppenheimer desataron los poderes del átomo. Sabemos que todo el
progreso técnico que estamos viviendo tiene su base en cuatro grandes descubrimientos: el quantum,
el gen, la estructura química, y la invención del reactor por Frank Whittle, los cuales, a su vez, se
originan en la gran multitud de laboratorios de física y química que brotan como hongos por Europa,
primero, y luego en los Estados Unidos: Cavendisch en Cambridge, el Instituto de física Kaiser
Guillermo en Berlín en el que trabajó Max Planck y que durante el tiempo nazi tuvo como director a
Heisenberg, quien esperaba que las armas atómicas le dieran la victoria a Alemania; el laboratorio de
Gotinga en el que trabajaron Max Born, Niels Bohr y Werner Heisenberg, el laboratorio Curie del
College de Francia en París, el Instituto Nobel de física experimental en Estocolmo, el Instituto Niels
Bohr de Copenhague, el departamento de física de Chadwick en Liverpool, el Imperial College de
Londres, el laboratorio de Berkeley que dirigió Oppenheimer y en el que Ernest O. Lawrence creó el
primer ciclotrón, los departamentos de física de Princenton y Columbia, a la que llegó Enrico Fermi en
1939; el Instituto Tecnológico de Massachussets fundado en 1861 para responder a los avances de la
ciencia en el siglo XIX y que hasta ahora tiene cerca de 75 premios Nobel; el Met Lab. de Chicago, el
Caltech o Instituto Tecnológico de California, en Pasadera, y el Instituto Físicotécnico de Leningrado.
Los grandes científicos rusos que trabajaron en la investigación atómica fueron Abram Joffé, Meter
Kapitza e Igor Kurchatov. Desde 1943 empezó a funcionar el laboratorio de Los Alamos, con la
dirección de Robert Oppenheimer, y la colaboración de Enrico Fermi, Hans Bethe, Edward Teller y
otros. Este laboratorio era el centro principal del proyecto Manhattan, que hizo de los Estados Unidos
la primera potencia atómica del mundo y que fue dirigido por el general Leslie Groves. Teller es
considerado el padre de la bomba H, una bomba mil veces más potente que la de Hiroshima, y que
estalló experimentalmente por primera vez en 1955. Anteriormente, Teller había trabajado en Los
Alamos con Oppenheimer, Einstein y Fermi, en la fabricacion de la bomba A. Tras haber forjado el
arma más poderosa del mundo, Teller intentará después construir el escudo que ningún cohete pueda
penetrar: un sistema de lasers y de satélites capaces de destruir en vuelo cualquier misil dirigido
contra los Estados Unidos: es la llamada guerra de las estrellas.
A finales de enero de 1939 más de doce laboratorios de todo el mundo habían producido fisión
nuclear, que consiste en que se parte el núcleo de un átomo pesado, junto con la liberación de energía
y partículas atómicas. La posibilidad de la utilización de la energía nuclear en la construcción de
bombas atómicas se hizo evidente y quien se encargó de advertirlo a la comunidad científica fue Leo
Szilard, el científico judío húngaro. Este fue quien sugirió a Einstein para que diera a conocer el hecho
al presidente Roosevelt. En su carta al presidente de agosto de 1939 le decía Einstein: “Un trabajo
reciente de E. Fermi y L. Szilard,… me induce a pensar que el elemento uranio podría convertirse en
una nueva e importante fuente de energía en un futuro inmediato… Este nuevo fenómeno también
podría conducir a la construcción de bombas, y es concebible… que pueda construirse un nuevo tipo
de bomba extremadamente potente”. Los acontecimientos técnico-científicos se producen
aceleradamente. A mitad de los años 40, en el Instituto Rockeffeler de Investigación Médica de Nueva
York, Oswald Thomas Avery descubría el ADN, con lo cual revolucionó la genética y en agosto de 1945
el bombardero B-29 Enola Gay lanza la bomba Little Boy sobre Hiroshima. En diciembre de 1945 ya
había muerto cerca de 140.000 personas por su causa. Así también, en 1947 William Shockley en los
laboratorios Bell inventó el transistor y dio comienzo a la era digital. Robert Noyce y Jack Kilby, una
década más tarde, crean los microchips. En 1953, Francis Crick y James Watson con el descubrimiento
de la estructura del ADN, que viene a ser un portador y transportador físico de información genética,
abren las puertas al gran desarrollo de la biología molecular, la ingeniería genética, la manipulación
genética y a los bebés diseñados a medida. Se abrieron así las puertas para las especulaciones sobre
el transhumano. El ADN ha permitido también calcular el origen de la vida: hace 3.800 millones de
años.
Vamos ahora a considerar, más en detalle, a tres de los científicos más representativos para el
desarrollo de la ciencia, uno en el campo de la biología, y los otros dos en el campo de la física y la
cosmología, ciencias que han hecho avanzar la comprensión del hombre en el siglo XX de manera
insospechada. Consideraremos también la respuesta de un científico católico a los planteamientos
evolucionistas. Nos referimos a Teilhard de Chardin.
DARWIN (1809-1882): “LA REVOLUCIÓN BIOLÓGICA”
“En biología nada tiene sentido si no es a la luz de la evolución”. (Th. Dobzhansky).
J.F. Haught declara que “para la teología es beneficioso sumergirse por completo en el retrato
darvinista de la vida” Por qué? Veamos. En 1859 Charles Darwin publicó su libro sobre el Origen de las
Especies, al que siguió en 1871 el del Origen de lo Humano. Las ideas de Darwin, por su oposición a
las ideas bíblicas, el carácter eminentemente materialista que tienen, la negación de la creación divina
y la providencia, la negación de un principio espiritual en el hombre (el alma), fueron condenadas por
las iglesias, tanto católicas como protestantes. Antes de la publicación del Origen de las Especies de
Darwin, se veía a la Biblia y a las teorías científicas como dos realidades armónicas de la revelación de
Dios. Con Darwin y el darwinismo todo cambió. La ciencia buscó liberarse de su sujeción a la
metafísica y a la teología y, de todas maneras, se dio un profundo rompimiento, que ya se percibe
claramente en el mismo Darwin. Todo esto evidenció una serie de problemas teológicos y científicos:
la evolución y la creación, el diseño inteligente, el azar, la acción de Dios y las causas segundas.
La selección natural reemplaza la idea del diseño. Segundo, Darwin objetó que pensar en un propósito
divino aplicado a la evolución lleva la discusión “fuera del campo de la ciencia”. La ciencia no puede
soportar la causalidad inteligente de ninguna manera.Por parte católica, el tema de la evolución, como
tal, ha sido objeto de muchos debates, aunque nunca ha recibido una condena explícita por parte del
Magisterio católico, como sí la recibió la teoría copernicana, que fue condenada en 1616. Sin embargo,
a finales del siglo XIX una parte mayoritaria de los teólogos y de las autoridades de la Santa Sede veía
la teoría de Darwin como un error insostenible. No se puede encontrar ninguna referencia a la teoría
de la evolución en los documentos del magisterio pontificio o de las congregaciones romanas hasta la
encíclica Humani Generis de Pío XII, publicada en 1950.
Los escritos (prohibidos) de Teilhard de Chardin pudieron ser uno de los detonantes para la
publicación de esta encíclica. El texto atribuía al posible origen evolutivo del cuerpo humano sólo
elvalor de una hipótesis no demostrada. Insistía en que hay puntos sobre los que no es posible la
discusión, como el origen del alma por una intervención especial de Dios, el monogenismo y el pecado
original. Posteriormente, Pablo VI, el 11 de julio de 1966, volvió a tocar el tema del evolucionismo.
Por iniciativa suya se reunió un Simposio Internacional de expertos en teología para tratar el asunto
del pecado original e intentar acomodarlo a la nueva visión del mundo. Juan Pablo II en 1987 con
ocasión del centenario de la publicación de los Principia de Newton (que aparecieron en 1687) afirmó:
“la ciencia puede purificar a la religión del error y de la superstición; la religión puede purificar a la
ciencia de idolatría y falsos absolutos. Cada una puede atraer a la otra hacia un mundo más amplio,
en el que ambas puedan florecer”. El 22 de octubre de 1996 el mismo Juan Pablo II pronunció ante la
Academia Pontificia de Ciencias un mensaje de gran importancia histórica. Aquí se afirma que “la
evolución ha dejado de ser una mera hipótesis” y que las conclusiones a que han llegado las ciencias
profanas a propósito de la evolución, incluido el papel desempeñado en ella en el origen del cuerpo
humano, están sólidamente fundadas. Este mensaje papal concluye un período de más de cien años
de investigaciones científicas y teológicas.
Además, el 7 de julio del 2005, el cardenal de Viena, Christoph Schönberg, publicó en el New York
Times un artículo en donde ponía en duda que un católico pudiera ser evolucionista. Decía que no
podemos prescindir del “diseño inteligente” de la creación frente al azar de los evolucionistas. Este
artículo motivó que un grupo de científicos escribiera al Papa Benedicto XVI pidiéndole que
confirmarse si seguía apoyando la postura de Juan Pablo II sobre la evolución en su discurso a la
Academia Pontificia de Ciencias en 1996. Por otra parte, el jesuita director del Observatorio Vaticano,
padre George Coyne, publicó en la revista The Tablet, el 6 de agosto de 2005, un artículo en el que
rebate los argumentos de Schönberg y en el que habla de la “creación continua” y de la “creación en
la evolución”, negando que haya oposición entre Evolución y Creación.
Los aportes de su labor científica empiezan en 1905 cuando escribió tres ensayos definitivos para el
progreso de la ciencia: en el primero hacía una verificación experimental de la teoría quántica de
Planck, en el otro hablaba del movimiento browniano, que demostraba la existencia de partículas, y en
el tercero exponía la teoría especial de la relatividad y la famosa fórmula E=mc2, que a primer
momento es la expresión matemática de la equivalencia que existe entre la masa y la energía, o sea,
que la masa tiene energía y la energía tiene masa: si se concentra suficiente energía aparece materia.
El efecto fotoeléctrico le valió el premio Nobel en 1922. De acuerdo con esto, la luz no es algo
continuo sino que consta de partículas (fotones).
Esta dualidad entre las ondas y las partículas se convertiría en la base de lo que sería la física
quántica. Esto proporcionó los fundamentos teóricos para la televisión, el láser y los semiconductores.
El segundo confirmaba la existencia de átomos y moléculas. Señaló que el concepto mismo del éter
era erróneo. El tercero cambió nuestra idea del universo, éste no es estático sino dinámico, debía
estar expandiéndose o contrayéndose. El movimiento browniano había sido descubierto por Robert
Brown y es el movimiento aparentemente caótico que cualquier partícula pequeña experimenta en el
agua o en el gas. La materia está en movimiento continuo. La teoría de los átomos es el
fundamento de la mecánica quántica.
Mediante la Teoría Especial de la Relatividad, Einstein aclara problemas como la estructura de la luz, el
electromagnetismo, el movimiento y la relación entre la masa y la energía (la fórmula E=mc2). No
importa cuán rápido nos alejemos o acerquemos a una fuente de luz, la velocidad de ese rayo siempre
será la misma: 300.000 kms por segundo. Es decir, la luz tiene una velocidad constante, sin importar
la dirección en que se mueve el espectador. Resolvió de una vez por todas el problema de la velocidad
de la luz. El tiempo y el espacio tienen una apariencia relativa, el tiempo cambia según las
circunstancias. Demostró que la energía y la materia son aspectos distintos de la misma cosa y
describió su relación a través de la ecuación: la energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al
cuadrado, E=mc2. Es decir, demostró que la masa tiene energía, lo cual fue el punto de partida para
la carrera armamentista nuclear. Esto quiere decir que la masa es energía concentrada y la energía es
masa. Además, según esta teoría, el tiempo y el espacio no son absolutos sino relativos. El tiempo
transcurre de acuerdo con la velocidad a la que se desplaza la persona. En la vida ordinaria como en
los misterios de la física, los acontecimientos son relativos a las circunstancias, no son absolutos.
En 1913, Einstein y Marcel Grossman redactaron un informe en el que exponían que las fuerzas
gravitatorias sólo eran una manifestación de la curvatura del espaciotiempo. La gravedad, en efecto,
es una distorsión del espacio-tiempo. La nueva teoría de un espacio-tiempo curvo se llamó la teoría de
la Relatividad General y fue dada a conocer a partir de 1916. Para muchos es la teoría más bella de
toda la ciencia. Con ella se ha logrado una descripción más precisa del universo Esta prueba definitiva
de la distorsión del espacio y el tiempo representó el cambio más radical en nuestra percepción de
nuestro entorno desde que Euclides escribió los elementos, alrededor del 300 a.C. La Teoría General
de la Relatividad transformó la concepción del espacio y del tiempo, que de ser inertes pasaron a ser
participantes dinámicos en la vida del cosmos.Su teoría Especial permitió interpretar las fuerzas
subatómicas más pequeñas. La teoría General nos explica lo más inconmensurable: desde el Big Bang
hasta los misteriosos agujeros negros, temas en los que ha trabajado intensamente Hawkings. Desde
entonces sabemos que vivimos en un universo agitado y febril: estrellas, meteoros, cometas,
nebulosas, nubes de estrellas, galaxias, sistemas supergalácticos y todos los sistemas gravitacionales
están un movimiento incesante, además, en el universo no hay direcciones ni fronteras. El universo
einsteiniano no es algo rígido colocado en el espacio, es un continuo amorfo, sin arquitectura fija,
plástico y variable, sujeto al cambio y a la distorsión. Anteriormente la vida o tiempo era más largo,
relativo al movimiento que era más lento. Hoy el movimiento es más rápido y por eso todo parece
más efímero. Así que el tiempo es relativo al movimiento y la velocidad. Todo cuerpo es movimiento.
Por eso existe el espacio-tiempo.
Poco después de trazar su Teoría General de la Relatividad, demostró que los fotones poseían un ritmo
propio y redactó una teoría quántica de la radiación según la cual todas las partículas subatómicas,
incluyendo los electrones, tienen características tanto de partículas como de ondas. A partir de este
descubrimiento, Werner Heisenberg, en Copenhague y otros investigadores, Paul Dirac en Cambridge
y Erwin Schrödinger en Zurich, elaboraron teorías quánticas que implican la existencia de una
naturaleza azarosa e incierta y que el simple acto de observación afecta a las características de las
partículas. A Einstein le horrorizó este elemento azaroso e imprevisible de las leyes más básicas de la
física, y nunca aceptó del todo la mecánica quántica. A partir del trabajo de Einstein, investigadores
como Heisenberg, Bohr, Richard Feynman, y Stephen Hawking se lanzaron a descifrar y controlar las
fuerzas del cosmos. Einstein vaticinó la existencia de la energía oscura, al señalar que, en el cosmos,
debía haber una especie de “energía oscura” a la que llamó “constante cosmológica”. Energía oscura
no es lo mismo que materia oscura que es una forma de materia, mientras que energía oscura es un
campo que llena todo el espacio. Ambas forman la mayor parte de la masa del universo. En 1998, la
energía oscura fue detectada por vez primera por dos grupos de astrofísicos.
En 1939 escribió una carta al presidente Franklin D. Rossevelt en la que afirma: “es posible provocar
reacciones nucleares en cadena… Es un nuevo fenómeno que puede llevar a la fabricación de
bombas”. Esto desembocó en el Proyecto Manhattan y posteriormente en la bomba atómica que
estalló sobre Hiroshima en 1945. Einstein pasó los últimos 22 años de su vida en el Instituto de
Estudios Avanzados de Princeton, New Jersey, buscando una teoría unificada de la mecánica quántica
con su teoría de la gravedad, la relatividad general. Quería saber si el universo era inevitable, es
decir, “si Dios tuvo elección a la hora de crear el mundo”.Como dice el teólogo de la ciencia Thomas
Torrance, se sabe que Einstein leía a menudo la Biblia, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento,
aunque no aceptaba ninguna autoridad rígida, dada su actitud mental independiente y crítica. Sin
embargo, mantuvo una gran admiración por la tradición judeo-cristiana. En síntesis, Einstein no tuvo
un compromiso personal religioso, pero sí un profundo espíritu religioso que se expresa en su asombro
ante la inmensidad, unidad, armonía racional y belleza matemática del universo.
En una conferencia dada en Berlín decía: “… La experiencia más hermosa y profunda que un hombre
puede tener es el sentido del misterio. Este es el principio básico de la religión, como también de
empeños serios tales como el arte y la ciencia… Sentir que bajo todo que lo que se experimenta hay
algo que nuestras mentes no pueden comprender y cuya belleza y sublimidad nos llega sólo
indirectamente y como un débil reflejo, esto es religiosidad. En este sentido yo soy religioso”. En
1929, Einstein tuvo una entrevista con la revista The Saturday Evening Post, en la que dijo: “Cuando
niño fue instruido tanto en la Biblia como en el Talmud. Soy judío, pero me siento cautivado por la
figura luminosa del Nazareno”.
STEPHEN HAWKING (1942 en Oxford) “Del El Big Bang a los Agujeros Negros”
“Si descubrimos una teoría global… podremos participar en el debate sobre la pregunta de por qué
existimos el universo y nosotros. Si damos con la respuesta a esta pregunta, ese será el triunfo
definitivo de la razón humana; en ese momento, conoceremos la mente de Dios”. (S. Hawking).
J. Horgan expresa esta opinión de Hawking: “Yo sospecho que Hawking –que tal vez tenga menos de
buscador de la verdad que de artista, ilusionista y bromista cósmico- sabe desde siempre que
encontrar y validar empíricamente una teoría unificada será una tarea extremadamente difícil, por no
decir imposible… Hawking es un practicante magistral de la física y la cosmología irónicas” La cantidad
abrumadora de sus ideas .en el campo de la física y de la cosmología produce perplejidad. Se ha
empeñado en la búsqueda de una teoría final o definitiva la cual podría ayudarnos a conocer la mente
de Dios. Claro está que Dios no existe, afirma, la teoría final excluye a Dios del universo y acaba con
todos los misterios. Así que desarrolla la idea de los agujeros negros, el Big Bang y lo que pudo haber
ocurrido antes de ella, qué existe más allá de los confines del universo, la expansión-concentración del
Universo, la posibilidad de múltiples universos, las nuevas ideas acerca de la gravedad y la estructura
de la realidad. Los agujeros negros pierden energía en forma de gravedad, se encogen, y por último,
tras billones de años, explotan, lo que explica, quizás, los estallidos ocasionales de energía en el
universo. Hizo avanzar la idea que se tenía de los agujeros negros: éstos no son infinitos, ni en ellos
desaparecen las leyes de la física. Son objetos del universo que obedecen a la ley de la entropía y, por
lo tanto, tienen tiempo. Constantemente están engullendo materia y energía: miles de estrellas por
minuto. No son invisibles, sino que pueden ser observados por las leyes de la física. Un agujero negro
tiene tiempo y entropía y puede estallar o explotar al final. De igual modo, Hawking combinó por
primera vez la mecánica cuántica con la relatividad. También ha desarrollado la teoría de la
supercuerdas según la cual existen cuatro fuerzas fundamentales: 1) la gravedad, descubierta por
Newton y que controla la estructura más amplia del universo, incluyendo los planetas, las estrellas y
las galaxias; 2) la fuerza electromagnética, que es la que mantiene unidos los átomos y es
responsable de toda las reacciones químicas; 3) la fuerza nuclear fuerte, que mantiene unidos los
protones y neutrones, es responsable de las reacciones tales como la fisión o la fusión nucleares; 4) la
fuerza nuclear débil, que responde por la desintegración radiactiva del núcleo, cuando hay emisión de
partículas alfa y beta. A esto se agrega que el componente básico de la materia no son partículas sino
cuerdas diminutas y unidimensionales, millones de veces menores que un núcleo atómico y que a
menudo adoptan la forma de una cuerda.
TEILHARD DE CHARDIN (1881 -1955) UNA EXPLICACIÓN CATÓLICA DEL EVOLUCIONISMO
“Somos polvo de las estrellas convertido en personas”. (A. Peacocke).
Aunque el pensamiento de Teilhard sea una respuesta directa a Darwin, desde el punto de vista de un
científico católico, él asume también los logros científicos de Einstein para mostrar que el pensamiento
católico puede avenirse muy bien con los resultados de la ciencia. La obra del P. Teilhard tiene dos
dimensiones fundamentales. Una puramente técnico científica que gira en torno al Fenómeno
Humano, y otra de carácter más puramente cristiano: el Medio Divino. Como lo expresa el P. De
Lubac, “así como El Fenómeno humano asume, para trastornarla de arriba abajo, en beneficio del
hombre, la idea de la evolución universal, igualmente puede decirse que el Medio divino asume la idea
de evolución universal, continuada en el Hombre… pero transformándola también de arriba abajo en
beneficio de la agregación del Hombre a Dios solo” Es por eso que .en la Energía Humana expresa
este pensamiento que compendia todo lo que hemos estado considerando en este estudio: “el sentido
cósmico debe por tanto confluir en el sentido cristiano”, el cual consiste en que “la Persona de Cristo
es principio y alma de la evolución”
En resumen, “su programa consiste en tres palabras: “cristificar la Evolución” y también evangelizar
“el mundo moderno de la ciencia”. En su renombrada fórmula E=mc2, Einstein demostró que la
energía y la materia son transformables la una en la otra. Teilhard, por su parte, ha formulado la ley
de la “complejidad-conciencia”, según la cual la materia es fuente de siquismo y conciencia. De lo que
se concluye que la energía física no es la única realidad, sino que coexistente con la realidad material
encontramos la energía síquica, que escapa a los instrumentos científicos. El principio de
incertidumbre de Heisenberg, por su parte, ha señalado que en los constituyentes últimos de la
materia hay espontaneidad: “No son electrones definidos los que gravitan alrededor de los núcleos
atómicos, sino nubes de probabilidades”. Esas probabilidades o espontaneidades elementales van
constituyendo siquismos cada vez más consistentes. “A su manera, la materia obedece, desde el
origen, a la gran ley biológica de complejificación”, dice Teilhard. Acogiendo la hipótesis del huevo
cósmico o núcleo inicial del sacerdote católico belga, G. E. Lemaitre (m. 1966), expuesta según la idea
del Big Bang por el físico ruso-norteamericano George Gamow (m. 1968) y desarrollada por Hawking,
según la cual toda la materia del universo estuvo comprimida y luego explotó para iniciar la expansión
del universo, por un proceso cósmico de disminución del calor original, se fueron produciendo los
elementos materiales, los planetas, el sol y la tierra, la teoría de la evolución de Teilhard explica la
evolución. La tierra, a su vez, originalmente era un gran laboratorio que producía, por constantes
mutaciones, nuevos elementos. El vapor del agua se condensó, y la tierra se llenó de agua, surgieron
así los mares y los océanos. Fue así como en las aguas los rayos ultravioletas originaron nuevas
síntesis de los primeros compuestos orgánicos y se van originando asociaciones moleculares cada vez
más complejas. Se produce luego la célula y se inicia la biosfera: “Deus creat uniendo”. Como quien
dice, el mundo viviente se fraguó en los mares. En las aguas poco profundas aparecen los anfibios y
los grandes reptiles. Esto ocurrió en la era secundaria (o mesozoica), hace 135 millones de años. La
era primaria (o paleozoica) fue hace 360 millones de años. En la era terciaria (o cenozoica), hace 54
millones de años, se desarrolla plenamente la biosfera. Es cuando surgen los mamíferos y aparecen
los primates, a través de los cuales se continúa la evolución de la vida. En la era cuaternaria, hace un
millón de años, aparece el hombre. Como se ve, el hombre está hecho con el limo de la tierra. Se
suceden varias ramas de antropoides: el pitecantropo, el sinántropo, el eurantropo y el hombre de
Neanderthal, para culminar todo en el homo sapiens, en el que aparecen la religión y la socialización.
Termina aquí la evolución somática y se inicia la evolución síquica. Hasta ahora, la génesis del hombre
estaba a cargo del cosmos, en adelante el cosmos mismo va a depender el hombre, que tiene ahora
en sus manos la suerte del universo. En otras palabras, en el hombre culmina el anhelo cósmico de
ser-más. Por ello, el hombre es la clave de comprensión del universo, y al mismo tiempo es el “centro
de construcción del Universo” El hombre es, pues, “en primer término un fenómeno cósmico”, es “el
más grande acontecimiento telúrico y biológico de nuestro planeta”.
Historia de la ciencia
El primer paso del Gran Trabajo o El laboratorio del alquimista,1ilustración de Hans Vredeman de
Vries para Amphitheatrum sapientiae aeternae de Heinrich Khunrath,2 1591.
Un magister de época escolástica, con toga universitaria, cotejando textos en un scriptorium de
una biblioteca medieval. Ilustración de la Concordia Discordatium Canonum, siglo XIV.
Sarcófago romano del siglo III que representa parte del mito de Prometeo. Es el héroe griego que
representa la capacidad técnica del hombre (techné en griego o ars en latín), así como sus peligros (es
castigado por robar el fuego de Zeus). Junto a él aparecen las moiras (personificaciones del destino
humano) y algunos dioses, como Atenea, la diosa de la sabiduría o de la ciencia (episteme en griego
o scientia en latín), y Hermes, el dios de los comerciantes, los viajeros y los ladrones.3
Índice
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Los primeros problemas de la disciplina son la definición de qué sea la ciencia (un problema
no historiográfico, sino epistemológico, de filosofía o sociología de la ciencia), su identificación
o no con la ciencia moderna surgida de la revolución científica del siglo XVII (un cuerpo
de conocimiento empírico y teórico, producido por una comunidad global
de investigadores (la comunidad científica) que hacen uso de técnicas específicas
y reproducibles para observar y explicar los fenómenos de la naturaleza) y cuáles serían sus
objetivos (el puro conocimiento, el autoconocimiento, o la aplicación a finalidades prácticas
que mejoren la vida humana -ciencia pura o ciencia aplicada-). Buena parte del estudio de la
historia de la ciencia se ha dedicado a la historia del método científico, con la ayuda, en
particular, de la sociología de la ciencia que, estudiando las condiciones sociales en que tiene
lugar el trabajo concreto de los científicos, reconstruye la forma en que se "produce" y
"construye" el conocimiento científico.
A más cómo, menos por qué ... es el aforismo ... que, a mi entender, resume mejor el pensamiento
científico. Preguntar por las causas es siempre una pregunta de emergencia, porque causas puede
haber muchísimas. En cambio, preguntarse por el cómo es investigar el proceso.
Jorge Wagensberg6
A partir de que, desde el primer tercio del siglo XX, la propia ciencia dejara de
ser determinista (demonio de Laplace)7 y se hiciera probabilística y consciente de sus propios
límites (principio de incertidumbre o relación de indeterminación de Heisenberg, teoremas de
incompletitud de Gödel y otras expresiones
de impredecibilidad,8 impredicatividad9 e indecidibilidad en ciencia) y de la influencia decisiva
del observador en la observación; cambió también la perspectiva sobre la teoría y la historia
de la ciencia.
A mediados del siglo XX, tres filósofos de la ciencia presentaron tres opciones distintas en la
consideración de la naturaleza progresiva o no del conocimiento científico y su forma histórica
de producirse: Karl Popper (el conocimiento científico es progresivo y acumulativo, pero
"falsable", con lo que únicamente se puede considerar ciencia lo que puede ser
cuestionado), Thomas Kuhn (el conocimiento científico no es necesariamente progresivo, sino
una respuesta a las demandas sociales, y en la mayor parte de los casos, la "ciencia normal"
es únicamente el constante esfuerzo por confirmar el vigente paradigma, que únicamente
cambiará por una revolución científica, de las que ha habido muy pocas históricamente),
y Paul Feyerabend (el conocimiento científico no es acumulativo o progresivo, sino
inconsistente y anárquico -anarquismo epistemológico-, no habiendo criterio de demarcación,
en términos de método, entre lo que suele llamarse "ciencia" y cualquier otra forma de
investigación).
En el último tercio del siglo se establecieron como disciplina específica los estudios de ciencia,
tecnología y sociedad (CTS), que insisten en la importancia del factor humano10 dentro del
conocimiento científico, y de la subjetividad sobre la anteriormente pretendida objetividad de
los datos científicos, incluso de los llamados "hechos" o datos más evidentes, resultado de la
observación, que fuera de su contexto (las teorías que los explican -o no- y las hipótesis que
confirman -o no-) carecen de valor. Especialmente desde la publicación y divulgación de los
libros de Popper (La lógica de la investigación científica, 1934 y 1959), Kuhn (La estructura de
las revoluciones científicas, 1962) y Feyerabend (Contra el método, 1975), se han generado
constantes debates en las comunidades científicas y académicas, tanto en el ámbito de las
llamadas "ciencias duras" como el de las llamadas "ciencias blandas", el de las ciencias físico-
naturales y el de las humanidades y ciencias sociales (o humanas, o ciencias morales y
políticas), sobre la naturaleza, significado, objetividad, subjetividad,11 capacidad analítica,
sintética y predictiva de la ciencia; el cuestionamiento del objeto12 y la metodología propios de
cada ciencia, las ventajas e inconvenientes de la especialización y el reduccionismo, las
posibilidades de interdisciplinariedad y de perspectivas holísticas;13 y la relación del
conocimiento científico con los conceptos de verdad y de realidad.
La palabra "científico" (scientist) no existía hasta que la acuñó el erudito inglés William Whewell, en
1840. Sólo porque esta palabra sea hoy de uso común, no significa que se haya usado durante mucho
tiempo.
Isaac Asimov
Medición de la Tierra por Eratóstenes (240 a. C.) Los científicos alejandrinos cartografiaron los cielos y
la Tierra con esferas celestes y terrestres. Se dice que el primer globo terráqueo fue construido
por Crates de Malos. En cuanto al primer mapa (quizá el de Anaximandro de Mileto, ca. 550 a. C.), es
fama que durante la revuelta de Jonia (499 a. C.), Hecateo de Mileto mostró uno para demostrar la
inmensidad de Persia en relación con las ciudades griegas. También se dice que cuando los jonios
pidieron ayuda a las ciudades de Grecia continental les mostraron su situación en relación con cada una
de las partes en conflicto en un mapa. Hiparco de Nicea, en sus Explicaciones de los fenómenos de
Arato y Eudoxo (129 a. C.) incluyó un catálogo de más de mil estrellas y otros datos astronómicos. No
se ha conservado, pero se especula que se utilizó para la confección del Atlas Farnese.
Biblioteca de Celso en Éfeso (ca. 135) Para su decoración externa se representó un
conjunto iconográfico de cuatro figuras femeninas: Sofía (la sabiduría), Areté (la virtud -Virtus en latín-),
Ennoia (la inteligencia) y Episteme (la ciencia o conocimiento -Scientia en latín-). Mucho más
importantes fueron la Biblioteca y el Museo de Alejandría; y en Roma el Templo de la Paz de
Vespasiano (75 d. C.)14
Herma doble de Herodoto y Tucídides, los fundadores de la historiografía griega, y de otras ciencias
sociales, como la geografía y la etnografía.
El Atlas Farnese.
Reconstrucción del sismógrafo de Zhang Heng, del que hay descripciones literarias (año 132). A pesar
del extraordinario número de innovaciones técnicas consideradas "inventos chinos", la cultura
china respondía a las peculiares circunstancias de lo que, en términos marxistas, se ha denominado
"modo de producción asiático" o "despotismo hidráulico", en el que las fuerzas productivas ligadas a la
ciencia y la tecnología no cumplen la misma función transformadora de las relaciones socioeconómicas
que en otros modos de producción.
"[Los eruditos clásicos chinos] consideraban el mundo como un flujo de fenómenos concretos
merecedores de una observación cuidadosa y de una relación cronológica: sin embargo, no se valían
mucho de categorías analíticas. La construcción de un sistema lógico no era su fuerte. ... debemos
deducir su sistema desde una confusa clasificación de expresiones registradas, glosas de los clásicos,
cartas a amistades y otros documentos dispersos ... eran por educación más compiladores que
creadores. Habiendo memorizado largas secuencias de los clásicos y otras historias, construían sus
propias obras mediante un extenso trabajo de montaje de frases y pasajes extraídos de aquellas
fuentes. A esta citación no acreditada hoy se le denominaría plagio; sin embargo, los escritores chinos
antiguos se consideraban a sí mismos preservadores del registro más que sus creadores ... Casi no se
utilizaban hipótesis o condiciones teóricas contrarias al hecho; lo mismo ocurría con el razonamiento
lógico inductivo o deductivo. [Las escasas formas de generalizar o de expresar conceptos abstractos]
dificultaba[n] la introducción de nuevas ideas extranjeras en el lenguaje escrito. En última instancia ello
puede haber hecho más difícil el desarrollo de los aspectos teóricos de la ciencia. El problema más
conocido con un término ... fue la frase gewu (kewu), utilizada por Zhu Xi y traducida como la
investigación de las cosas. Algunos estudiosos modernos pensaron que se refería a un estudio científico
de la naturaleza, pero ... el significado real era: la adquisición del conocimiento moral a través del
estudio cuidadoso de los clásicos y de la inspección minuciosa de los principios tras la historia y la vida
diaria."15
El papel de la mujer en la ciencia del periodo clásico, como en todos los aspectos de la cultura, era
subordinado. No obstante, se han conservado algunos nombres femeninos, destacadamente el
de Aspasia, la compañera de Pericles, muy activa en el extraoridinario grupo de intelectuales de que se
reunió en la Atenas de su época (siglo de Pericles), y el de Hipatia, filósofa, matemática y astrónoma de
Alejandría, asesinada por los cristianos en el año 415.
Representación moderna del famoso "baño de Arquímedes" del que salió gritando ¡Eureka! ("lo
encontré") al concebir la solución de un problema (la comprobación de la pureza del metal de una
corona de complejo diseño sin destruirla), que le llevó a la formulación del llamado principio de
Arquímedes.
Pont du Gard, puente que sirve a la vez de viaducto y acueducto. Las técnicas romanas de construcción
de obras públicas eran notabilísimas y eficaces. En concreto, la necesidad de salvar grandes distancias
para el suministro de agua a las ciudades se resolvió con una ingeniería hidráulica muy sofisticada.
Que la ciencia esté sujeta a evolución o sea susceptible de progreso es una idea ajena a las
épocas históricas anteriores a la Edad Moderna (polémica de los antiguos y los modernos,
1688-1704); y nuestra percepción del "atraso" científico relativo a una época, un lugar o una
rama del saber con respecto a otra proviene específicamente del positivismo de Auguste
Comte, para quien hay "tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el
metafísico o estadio abstracto; y por último, el científico o positivo" (Curso de filosofía positiva,
1830-1842). No habría ciencia, desde esa definición, antes de la revolución científica del siglo
XVII. No hay términos universalmente aceptados para calificar a la forma de conocimiento del
hombre prehistórico (que representaba artísticamente su visión del mundo -arte paleolítico- e
incluso ha dejado algunas muestras de cómputos numéricos -hueso de Ishango-); las
producciones intelectuales, muy sofisticadas, de las primeras civilizaciones (para las que se
han propuesto las expresiones "pensamiento pre-filosófico" o "mitopoeico");16 la ciencia
griega (cultura griega), que fue esencialmente un ejercicio teórico que no se sometía
al método experimental, y que no se implicaba en la esfera de la producción (el modo de
producción esclavista no demandaba innovaciones tecnológicas); o la ciencia romana (cultura
romana), continuadora intelectual de la helenística (cultura helenística) en una civilización de
inclinación marcadamente pragmática, donde sobresalió una notable ingeniería.
Véanse también: Historia de la ciencia y tecnología en China, Historia de la ciencia y la
tecnología en el subcontinente indio, Historia de la metalurgia en el subcontinente
indio y Matemática en la India.
17
Véanse también: Ciencia del antiguo Egipto, Historia de la ciencia y la tecnología en el antiguo
Israel, Ciencia en la Biblia e Historia de la ciencia y la tecnología en la Antigüedad clásica.
19 20 21
Zigurat de Ur. La posibilidad de que entre las funciones de los templos sumerios y babilónicos
estuviera la observación astronómica es compatible con el desarrollo precoz de esa ciencia en esa
civilización.
Tablilla de arcilla con escritura cuneiforme, empleada para el registro de datos astronómicos (492
a. C.)
Tornillo llamado "de Arquímedes", probablemente utilizado en Egipto desde épocas anteriores al
científico griego, aunque el método más habitual para sacar agua del Nilo fue tradicionalmente
el chaduf, una especie de palanca.
Teorema de Tales.
Sólidos platónicos.
Manuscrito medieval latino de la Física, de Aristóteles.
Uno de los más antiguos ejemplares de los Elementos de Euclides, hallado en Oxirrinco.
Edad Media[editar]
El trabajo intelectual en un scriptorium de la Alta Edad Media tal como se representa en una ilustración
del Codex Amiatinus, el manuscrito más antiguo conservado de la Vulgata (comienzos del siglo VIII).
Uso del fuego griego en un combate naval en una ilustración del manuscrito llamado Skylitzes de Madrid
(siglo XII).
Edición moderna del Corpus Iuris Civilis, recopilación del derecho romano realizada en Constantinopla
entre 529 y 534 por Triboniano, bajo mandato del emperador Justiniano I. En Occidente, la recepción del
derecho romano, que no se produjo hasta la Baja Edad Media (escuela de Bolonia o "de los
glosadores") contribuyó a dar argumentos a los juristas "romanistas" frente a los "canonistas" en su
justificación de la primacía del poder civil sobre el eclesiástico. Con ello se contribuyó a la formación de
las monarquías autoritarias (véase también poderes universales).
Diagrama óptico en un texto latino del siglo XIII (puede ser De multiplicatione specierum de Bacon o De
natura locorum de Grosseteste).
Mientras que en el Extremo Oriente se siguió desarrollando la civilización china con su propio
ritmo cíclico, en Occidente la civilización clásica greco-romana fue sustituida por la cultura
cristiana (latina y bizantina) y la civilización islámica, ambas fuertemente teocéntricas. Los
cinco siglos de la denominada "época oscura" de la Alta Edad Media significaron un atraso
cultural en la cristiandad latina, tanto en relación con la Antigüedad clásica como en relación
con la simultánea Edad de Oro del islam, que no actuó únicamente como un contacto de
innovaciones orientales (chinas, hindúes y persas, como el papel, el molino de viento o
la numeración hindú-arábiga) hacia Occidente, sino añadiendo aportes propios y originales.
No obstante, el desarrollo productivo del modo de producción feudal demostró ser más
dinámico que el esclavista en cuanto a permitir desarrollos tecnológicos modestos, pero de
notables repercusiones (la collera, el estribo, la vertedera). Aparentemente, el mundo
intelectual, enclaustrado en los scriptoria de los monasterios y dedicado a la conservación y
glosa de los textos sagrados, la patrística y la parte del saber antiguo que pudiera conciliarse
con el cristianismo (Boecio, Casiodoro, Isidoro, Beda, Beato, Alcuino), estaba completamente
desconectado de ese proceso, pero en su torno se fue gestando alguna variación en
la concepción ideológica del trabajo que, con contradicciones y altibajos, inspiró la justificación
de los intereses de la naciente burguesía y el desarrollo del capitalismo comercial a partir de
la Baja Edad Media. Mientras tanto, las instituciones educativas se fueron sofisticando
progresivamente (escuelas palatinas, escuelas monásticas, escuelas episcopales, studia
generalia, universidades medievales) y en ellas, a pesar del efecto anquilosador que se
supone al método escolástico, surgieron notables individualidades (Gilberto de Aurillac, Pedro
Abelardo, Graciano, Raimundo de Peñafort, Tomás de Aquino, Roberto Grosseteste, Roger
Bacon -Doctor Mirabilis-, Duns Scoto -Doctor Subtilis-, Raimundo Lulio, Marsilio de
Padua, Guillermo de Ockham, Bártolo de Sassoferrato, Jean Buridan, Nicolás de Oresme) y
algunos conceptos innovadores en terrenos como el de la química, en forma
de alquimia (destilación del alcohol), el de la lógica (Petrus Hispanus), el de las matemáticas
(calculatores de Merton College) o el de la física (teoría del impetus).23
Ya al final de la Edad Media, fue decisiva la adopción de innovaciones de origen oriental
(brújula, pólvora, imprenta) que, si en la "sinocéntrica" civilización china no pudieron tener un
papel transformador, sí lo tuvieron en la expansiva civilización europea.24
Véanse también: Edad Media, Renacimiento carolingio, Revolución del siglo
XII,Escolástica e Historia de la navegación medieval.
25
Véanse también: Ciencia bizantina, Cosmas Indicopleustes, Ciencia en el islam medieval, Edad
de Oro del islam y Geografía y cartografía del islam medieval.
26 27 28
Institutiones divinarum et saecularium litterarum de Casiodoro (segunda mitad del siglo VI).
Médicos debatiendo en una ilustración del manuscrito llamado Dioscórides de Viena (siglo VI). La
medicina bizantina contó con otros textos, como el Epítome de Pablo de Egina (siglo VII).
Esquema de una lámpara con engranajes en el tratado de dispositivos mecánicos de Ahmad ibn
Mūsā ibn Shākir, uno de los hermanos Banū Mūsā (siglo IX).30
Anatomía del ojo en una obra de Hunayn ibn Ishaq (ca. 1200).
Extracción dental en la ilustración de una letra capitular de Omne Bonum (ca. 1360–1375).31
Edad Moderna[editar]
Producción de libros en Europa occidental en las edades Media y Moderna (en naranja manuscritos y en
azul impresos). Para permitir la comparación obsérvese que la escala no es lineal, sino exponencial en
potencias de diez.
Ars Magna de Gerolamo Cardano (1545), la obra más importante del nuevo álgebra del siglo XVI, que
desarrolla las ideas de Tartaglia32 y precede a las que cierran el siglo (Rafaelle Bombelli y François
Viète). En la primera mitad del siglo habían destacado los maestros calculistas encargados de la
contabilidad en los puertos hanseáticos (Rechenmeisters).33 34
Biblia de Gutenberg (1450-1455). El desarrollo de la imprenta permitió por primera vez un acceso casi
instantáneo y universal a los conocimientos a medida que se iban produciendo. La publicación (que
también podía hacerse mediante la correspondencia) se convirtió en un requisito para la atribución de
un logro científico, y convirtió la ciencia en una actividad colectiva. La alfabetización se generalizó, sobre
todo en los países del norte de Europa, donde triunfó la Reforma protestante (que insistía en la
necesidad del acceso individual a la lectura de la Biblia). La relación entre La ética protestante y el
espíritu del capitalismo fue señalada por Max Weber.
Kepler demostró su honestidad intelectual al renunciar al sistema ptolemaico tras comprobar que las
observaciones daban datos incompatibles con él, a pesar de todas las sofisticadas formulaciones
teóricas que intentó, incluyendo modelos con sólidos platónicos inscritos unos en otros, que pretendían
encontrar la perfección formal de un universo creado por Dios. La solución que encontró, órbitas
elípticas con el sol en uno de los focos, no era tan mística, pero funcionaba (leyes de Kepler, 1609-
1618). El sistema copernicano (expuesto en De Revolutionibus Orbium Coelestium la obra póstuma
de Nicolás Copérnico, 1543) fue defendido también por Giordano Bruno (condenado a la hoguera en
1600) y Galileo Galilei (obligado a abjurar en 1633 de su Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo
Tolemaico, e Coperniciano, 1632), encontrando su definitiva expresión en la ley de la gravitación
universal de Newton, cuyos términos (la atracción entre cuerpos en relación directa a la masa e inversa
al cuadrado de la distancia) estaban en el ambiente intelectual desde el final de las décadas de 1660
antes de ser expuestos ante la Royal Society en 1686, lo que suscitó una acusación de plagio
por Robert Hooke.
Leviathan de Hobbes (1651), uno de los textos fundadores de las modernas ciencias políticas (con El
Príncipe de Maquiavelo -1513-, Los seis libros de la República de Bodino -1576-, Mare
Liberum35 de Grotius -1609- o Tratados sobre el gobierno civil de Locke -1689-). En el siglo XVI fue
decisiva la influencia de la neoescolástica Escuela de Salamanca, mientras que en el siglo XVIII lo
fueron los ilustrados franceses (Montesquieu -El espíritu de las leyes, 1748-, Voltaire -Candide ou
l'Optimisme, 1759- y Rousseau -El contrato social, 1762-) y los italianos Vico (Principi di Scienza Nuova
d'intorno alla Comune Natura delle Nazioni, 1725-1744) y Beccaria (De los delitos y las penas, 1764).
Dibujos realizados por Galileo para representar su observación de la luna a través del telescopio (1616).
Ethica ordine geometrico demonstrata de Spinoza, 1677.
Clasificación del "reino animal" en Systema Naturae de Linneo (1735). El diseño de la nomenclatura
binomial dotó a la biología de una herramienta de clasificación científica de primera magnitud.
Véanse también: Edad Moderna, Era de los descubrimientos, Era de la navegación a vela,Crisis
de la conciencia europea y Academia.
Paracelso.
Christianisimi restitutio de Miguel Servet (1553), en cuyo Libro V se describe por primera vez
la circulación pulmonar.
Instauratio magna de Francis Bacon (1621), que incluye el Novum organum, texto fundamental de
la revolución científica del siglo XVII.
Bomba de aire en una ilustración de New Experiments ... Touching the Spring of the Air de Robert
Boyle (1661).
Institut de France, institución que reúne las academias francesas. La Académie des sciences fue
fundada en 1666.
Diseño de submarino de Denis Papin publicado en las Acta Eruditorum (Leipzig, 1695), una de las
primeras revistas científicas.
Edad Contemporánea[editar]
Reconstrucción teórica de las isoglosas de las lenguas indoeuropeas hacia el 500 a. C. En 1816, el
artículo Ueber das Konjugationssystem der Sanskritsprache in Vergleichung mit jenem der griechischen,
lateinischen, persischen und germanischen Sprache de Franz Bopp, fundó los estudios indoeuropeos y
la gramática comparada; aunque la intuición de la conexión entre ese grupo de lenguas había sido
publicada anteriormente por William Jones (The Sanskrit Language, 1786). La lingüística se convirtió en
un referente fundamental incluso para otras ciencias, tanto sociales como naturales, que seguían el
nuevo paradigma evolucionista, lo que se confirmó en el siglo XX con el estructuralismo, que se derivó
de las propuestas del Cours de linguistique générale de Ferdinand de Saussure (1913), y con
la gramática generativa transformacional planteada por Noam Chomsky en Syntactic
Structures (1957).45
La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna dirigida por Francisco Javier Balmis (1803-1814) aplicó de
modo sistemático el descubrimiento de Edward Jenner (publicado en 1798). Otras expediciones
españolas de la época, muy ambiciosas, habían sido las mediciones hispano-francesas que llevaron a la
definición del sistema métrico decimal. La expedición Malaspina (1789-1794) fue desaprovechada por
cuestiones políticas; mientras que la de Alexander von Humboldt (1799-1804) ha sido calificada como
"segundo descubrimiento de América", pero no tuvo aplicación en España. La expedición científica más
trascendental de la época, y probablemente de la historia de la ciencia, fue la que realizó Charles
Darwin a bordo del Beagle (1831-1836), pero hubo muchas otras (James Cook, Bounty -con su famoso
motín-, La Perouse, Lewis y Clark, etc.)
Perfil trazado por Charles Lyell en 1835, donde aparece el llamado "roble de Lyell"46 (cercanías de
Estocolmo), la estimación de cuya edad, comparada con la de otro roble, le permitió establecer el
fenómeno actualmente denominado ajuste postglacial.
El capital de Marx. El filósofo alemán pretendía construir un "socialismo científico" a partir de su trabajo
intelectual de "crítica de la economía política" (como se indica en el subtítulo de su obra) y la generación
de una "conciencia de clase" en el proletariado. En el siglo siguiente, las pretensiones cientificistas
del materialismo dialéctico terminaron generando unas estructuras académicas que se han denominado
"escolástica soviética" (ciencia y tecnología en la Unión Soviética). Con mayor flexibilidad, la
metodología marxista o "marxiana" se desarrolló en la historiografía como materialismo histórico (Past
and Present, Annales) y en otros ámbitos de las ciencias sociales (Escuela de Frankfurt, geografía
radical).
Cuaderno de notas "sobre la transmutación de las especies" de Charles Darwin (1837) que contiene el
primer diagrama de un árbol evolutivo y unos apuntes en los que reflexiona sobre la necesidad teórica
de la existencia pasada de múltiples formas de vida extintas en la actualidad para explicar la existencia
de las actuales formas de vida.
Sello conmemorativo de Kekulé, con la fórmula del benceno (1862). El nacimiento de la química
orgánica en el siglo XIX permitió el desarrollo de la agricultura (abono artificial), de la energía y
la industria petroquímica y textil (tintes); y en el siglo XX permitió la nueva ciencia de los materiales ("era
de los plásticos" o "de los polímeros"), la nueva biotecnología y todas sus aplicaciones.
Ilustración de la teoría de los lugares centrales de Walter Christaller (Die zentralen Orte in
Süddeutschland, 1933). La geografía cuantitativa y el urbanismo, así como muchas otras ciencias, tanto
sociales como naturales, encuentran en los fenómenos que estudian (tanto las regiones como las
ciudades y los barrios que las integran en sucesivas escalas -Jane Jacobs, The Death and Life of Great
American Cities, 1961-) complejidades de orden creciente que los caracterizan como sistemas
emergentes.
Cartel de propaganda bélica que encomia la penicilina, descubierta en 1928 por Alexander Fleming pero
que no pudo producirse industrialmente hasta la Segunda Guerra Mundial (el Premio Nobel de 1945 fue
compartido por el médico inglés y por los desarrolladores del proceso, Ernst Boris Chain y Howard
Walter Florey).
Esquema del experimento de Milgram (Behavioral Study of Obedience, 1963) que, como
otros experimentos sociológicos denominados breaching experiment47(cárcel de
Stanford, Asch, Robber's Cave) demuestra la gran facilidad con que puede obtenerse la conformidad
con el grupo, el establecimiento de identidades y jerarquías y la obediencia en los seres humanos,
incluso forzando límites morales para llegar a ejercer la violencia contra "el otro".
El conductismo (behaviorism, estímulo-respuesta) es un paradigma compartido por ciencias sociales y
naturales, y ya eran muy conocidos los experimentos con perros y ratas de Pavlov y Skinner, pero el
referente intelectual más evidente era el asombro con el que se había asistido a la desvelación de las
técnicas terroríficas de control social y represión en los totalitarismos nazi y soviético o las dictaduras
latinoamericanas, incluyendo el papel que jugaron en el Holocausto cada uno de los que contribuyeron a
él por "obediencia debida", y que en expresión de Hannah Arendt se denominó "la banalidad del mal"
(similar a la de aplicación más general de Erich Fromm: "miedo a la libertad").48 La aplicación de todo
tipo de técnicas psicológicas y sociológicas innovadoras no se restringe a la manipulación política (tanto
en los sistemas autoritarios como en los democráticos),49 ha sido una constante de campos tan
diferentes como la publicidad y la educación (especialmente de las sucesivas versiones de la
llamada educación progresista). Para Walter Lippmann era una función imprescindible para conseguir lo
que denominaba "consenso manufacturado".
Secuencia del gen AMY1. El proyecto Genoma Humano (Craig Venter, Francis Collins) culminó en el
año 2000 medio siglo de hallazgos iniciados por el descubrimiento de la estructura del ADN (Francis
Crick y James D. Watson, Molecular Structure of Nucleic Acids: A Structure for Deoxyribose Nucleic
Acid, 1953) y el código genético (Severo Ochoa, Arthur Kornberg, Marshall Nirenberg, Har Gobind
Khorana, Robert W. Holley, etc.) El gran número de equipos de científicos implicados hace imposible
establecer una "paternidad" exclusiva de ninguno de los pasos de este proceso, como ocurre en
cualquier otro campo de la "gran ciencia" a partir del siglo XX: en realidad la ciencia y la tecnología son
productos sociales, sujetos a las interrelaciones y retornos del complejo CTS.
En el siglo XIX las matemáticas se refinaron con Cauchy, Galois, Gauss o Riemann. La
geometría se revolucionó con la aparición de la geometría proyectiva y las geometrías no
euclidianas.
La óptica sufrió una revisión radical con Thomas Young y Augustin Fresnel, que pasaron de
una concepción corpuscular de la luz (newtoniano) a una concepción ondulatoria (prefigurada
por Huygens). La electricidad y el magnetismo se unificaron (electromagnetismo) gracias
a James Clerk Maxwell, André-Marie Ampère, Michael Faraday y Carl Friedrich Gauss. La
relación entre el maquinismo de la primera Revolución industrial (la máquina de vapor) y la
ciencia de la termodinámica (Sadi Carnot, Clausius, Nernst y Boltzmann) no fue de ningún
modo la de un principio científico que se aplicara a la técnica, sino más bien al contrario; pero
a partir de la Segunda Revolución Industrial, los retornos tecnológicos se producirán
fluidamente ("era de los inventos", 1870-1910).50 A finales del siglo XIX se descubrieron
nuevos fenómenos físicos: las ondas de radio, los rayos X, la radiactividad (Heinrich Rudolf
Hertz, Wilhelm Röntgen, Pierre y Marie Curie).
Se descubren en el siglo XIX la casi totalidad de los elementos químicos, permitiendo
a Mendeleiev el diseño de la tabla periódica que predice incluso los no descubiertos. Se crea
la química orgánica (Wöhler, Kekulé).
La fisiología abandonó la teoría de la generación espontánea y desarrolló
las vacunas (Edward Jenner y Louis Pasteur). La biología se constituyó como ciencia gracias
en gran parte a Jean-Baptiste Lamarck, que acuñó el término en 1802, proponiendo un nuevo
paradigma: el evolucionista, si bien con bases diferentes a las que terminarán desarrollándose
con Darwin (El origen de las especies, 1859). Se abandonó el vitalismo a partir de la síntesis
de la urea, que demostró que los compuestos orgánicos podían obtenerse por puras leyes
físico-químicas, como los compuestos inorgánicos. La genética nació a partir de la obra
de Gregor Mendel (1866), pero presentada de una forma inaplicable, que hubo de esperar al
siglo XX para que, tras reelaborarse (leyes de Mendel, Hugo de Vries, Carl Correns y Erich
von Tschermak), fuera recibida por la comunidad científica y desarrollara su potencialidad.
La enseñanza tuvo un papel capital en el desarrollo de la ciencia y las técnicas en el siglo
XIX.51 Los Estados que democratizaron la enseñanza se dotaron de un contexto y unos
medios favorables a la investigación científica, y se garantizaron permanecer en la vanguardia
durante muchos años. El ejemplo emblemático fue Francia, que tras su Revolución hizo de la
ciencia uno de los pilares de la escuela pública y las instituciones pre-existentes, que se
impulsaron notablemente (Collège de France, Muséum national d'histoire naturelle, École
Nationale Supérieure d'Arts et Métiers) o crearon ex-novo (École polytechnique, Conservatoire
National des Arts et Métiers, etc.) La sustitución de la Iglesia por el Estado como suministrador
de la educación convirtió al país a una especie de credo laico y republicano, que no
sólo separó la Iglesia del Estado, sino de la ciencia. Con un proceso más gradual, semejantes
resultados se tuvieron en el Reino Unido.
La profesionalización de la ciencia es una de las transformaciones más notables de la
actividad científica en la Edad Contemporánea.52 Instituciones preexistentes
(universidades, academias, museos, jardines botánicos) se convirtieron en centros científicos
en el sentido contemporáneo de ese concepto, y marginalizaron los aportes de los científicos
aficionados. Desaparecen los gabinetes de curiosidades, sustituidos por
un coleccionismo sistemático que nutrió las vitrinas de colecciones públicas y privadas. Los
intercambios que eran tan corrientes entre savants, amateurs y simples curiosos se hicieron
cada vez más raros. Aun así, algunos campos siguieron acogiendo el trabajo aficionado, como
la astronomía, la meteorología, la botánica, la ornitología o la entomología.
Véanse también: Teoría de la evolución, Termodinámica, Teoría de la relatividad y Mecánica
cuántica.
Véanse también: Energía nuclear#Historia, Carrera espacial, Historia de la aviación e Historia del
automóvil.
Véanse también: Historia del registro del sonido, Historia de la fotografía e Historia del cine.
La riqueza de las naciones de Adam Smith (1766), texto fundacional de la ciencia económica.
Balanza para pesar reactivos y productos de las reacciones en Tratado elemental de química,
de Lavoisier (1789).
Una de las cartas escritas por Galois la noche anterior al duelo que le llevó a la muerte, y donde
se esforzó por dejar a la posteridad un extraordinario conjunto de ideas matemáticas, expuestas
precipitadamente (29 de mayo de 1832).
Las ecuaciones de Maxwell en una placa de bronce de su monumento. Inicialmente (1865) eran
ocho, que fueron agrupadas y reformuladas en cuatro (1884, después de su muerte).
Comparación de los embriones de hombre y perro en El origen del hombre, de Darwin (1874).
Observatorio Monte Wilson, donde Edwin Hubble descubrió (1929) el desplazamiento hacia el
rojo de la luz de las galaxias, dato esencial para la cosmología (teoría del Big Bang).
Titular periodístico sobre declaraciones de Albert Einstein contra la teoría cuántica (1935).
Secuencia de imágenes de rayos X de una fase del Proyecto Manhattan (1943-1945) que
desembocó en la primera bomba atómica.
Foto publicitaria de los laboratorios Bell para anunciar la invención del transistor (30 de junio de
1948), con John Bardeen, Walter Brattain y William Shockley (los tres obtuvieron el Premio Nobel
de Física de 1956).
El código genético (la correspondencia entre los tripletes del ARNm y cada uno de los
aminoácidos).
Equipo utilizado por Tim Berners-Lee en el CERN mientras diseñaba la World Wide Web (1991).
Simulación de la generación del bosón de Higgs en el detector CMS del LHC (CERN, 2012).
Véase también[editar]
Historias nacionales[editar]
Ciencias formales[editar]
Historia de la física
Historia de la astronomía
Historia de la gnomónica
Historia de la cartografía
Historia de la navegación astronómica
Historia de la geodesia (geodesia)56
Historia de la química
Historia de la medicina
Historia de la farmacia
Historia de la botánica
Historia de la zoología
Historia de la biología
Historia de la biotecnología
Historia de la ecología (ecología#Historia)57
Historia de la geología (geología#Historia)58
Ciencias sociales, humanas o morales y políticas[editar]
Isaac Asimov
José Babini
Gaston Bachelard
Jean C. Baudet
Jacob Bronowski
Mario Bunge
Georges Canguilhem
Bernard Cohen
Alistair C. Crombie
Pierre Duhem
Paul Feyerabend
Thomas P. Hughes
Stanley L. Jaki
Alexandre Koyré
Helge Kragh
Thomas Kuhn
Imre Lakatos
Ismael Ledesma Mateos
Anneliese Maier
Abraham Pais
Karl Popper
Julio Rey Pastor
Carl Sagan
George Sarton
José Manuel Sánchez Ron
Lynn Thorndike
Michel Serres
Stephen Shapin
Anexo:Cronología de los
descubrimientos científicos
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Índice
[ocultar]
1500-1000
21000-1500
31500
41600
51700
61800
71900
82000
9Notas
10Enlaces externos
500-1000[editar]
830 - El matemático árabe Al Juarismi desarrolla el álgebra.
1000-1500[editar]
1150 - Se crean las universidades.
1500[editar]
1514 - Nicolás Copérnico publica su texto Commentariolus en el cual posiciona en nuestra
galaxia al Sol en el centro y la Tierra girando alrededor de él.
1543 - Nicolás Copérnico propone el modelo heliocéntrico.
1543 - Vesalio publica la obra de De humani corporis fabrica, sobre la anatomía humana.
1600[editar]
ca. 1600 - Galileo Galilei realiza el experimento del plano inclinado, refutando la
teoría Aristotélica del movimiento.
1609 - Galileo Galilei observa cuatro lunas en Júpiter aportando evidencias contundentes
del modelo heliocéntrico.
1609-Johannes Kepler Publica Astronomia nova, libro en el que establece las dos
primeras leyes del movimiento planetario.
1619 - Johannes Kepler publica Harmonice Mundi y formula la 3.ª ley del movimiento
planetario, que completa las ahora conocidas como leyes de Kepler.
1637 - René Descartes publica los 3 ensayos del Discurso del método (ver también: Roger
Bacon).
1642 - Blaise Pascal diseñó y construyó la primera máquina de calculo del mundo de la
que existe constancia.
1648 - Blaise Pascal: experiencia del puy de Dôme para demostrar que el fenómeno
conocido en la época como la "suspensión del licor" no era debido al principio aristotélico
del horror al vacío, sino más bien a la existencia de la pesadez del aire, la presión
atmosférica. La caída de presión medida en un barómetro de mercurio, entre Clermont-
Ferrand y la cumbre del Puy permitió validar esta hipótesis.2
1669 - Isaac Newton, escribió un relato de las bases de cálculo que llamó "método de
fluxiones" que funda el análisis matemático moderno.
1665 - Philosophical Transactions of the Royal Society, primera revista científica revisada
por pares publicada.
1669 - Nicolás Steno propone que los fósiles son restos orgánicos incrustados en las
capas de sedimento, base de la estratigrafía.
1669 - Jan Swammerdam demostraron que las diversas fases durante la vida de un
insecto —huevo, larva, pupa y adulto— eran diferentes formas de la misma especie.
1673 - Christiaan Huygens realiza el primer estudio del sistema oscilante y el diseño de
los relojes de péndulo.
1687 - Isaac Newton publica sus Principia Mathematica que contienen la formulación de
las leyes de la física y la gravitación.
1700[editar]
1701 - Ole Christensen Rømer propone una escala de temperatura (Grado Rømer).
1745 - Ewald Jürgen Georg von Kleist inventa el primer condesador, la botella de Leyden.
1749-1789 - Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, pretende compendiar todo el saber
humano sobre el mundo natural en su obra en 44 volúmenes Histoire naturelle.
1751-1772 - Jean Baptiste le Rond d'Alembert y Denis Diderot dan inicio al proyecto
del Encyclopédie, la primera enciclopedia francesa que recoge la síntesis de los
principales conocimientos de la época.
1763 - Thomas Bayes publica la primera versión del teorema de Bayes, allanando el
camino para la probabilidad bayesiana.
1776 - John Walsh demuestra la naturaleza eléctrica de las descargas producidas por el
órgano eléctrico del torpedo a raya eléctrica, "nacimiento" de electrofisiología
1785 - William Withering publica el primer relato definitivo del uso de la dedalera (digitalis)
para el tratamiento de la hidropesía.
1789 - Antoine Lavoisier publica su Traité Élémentaire de Chimie en el que formula la ley
de conservación de la masa, base de la química moderna, y elimina la teoría del flogisto.
1800[editar]
1800 - Alessandro Volta inventa la celda voltaica
1801 - Thomas Young realiza el experimento de la doble rendija demostrando la dualidad
onda-corpúsculo de la luz.
1802 - Jean-Baptiste Lamarck desarrolla su teoría.
1808 - John Dalton Afirmó que todas las cosas estaban formadas por pequeñas partículas
llamadas átomos y que estos se combinaban para crear moléculas.
1817 - Johan August Arfwedson descubre el litio.
1820 - Hans Christian Orsted descubre la conexión entre electricidad y magnetismo.
1827 - Amadeo Avogadro crea la ley de los gases.
1843 - James Prescott Joule mide la equivalencia entre el trabajo mecánico y el calor,
resultando en la formulación de la ley de conservación de la energía.
1845 - Christian Doppler demuestra el efecto que lleva su nombre (efecto Doppler).
1851 - Léon Foucault, utilizando un péndulo, demuestra la rotación de la Tierra.
1859 - Charles Darwin publica El origen de las especies donde presenta su teoría de
la evolución biológica por selección natural.
1860 John Couch Adams y Urbain Le Verrier calculan la posición del planeta Neptuno a
partir de la órbita de Urano. Neptuno es descubierto en 1846.
1861 - Louis Pasteur refuta concluyentemente la teoría de la generación espontánea.
1863 - Gregor Mendel comienza el estudio de las leyes de la herencia genética.
1869 - Dmitri Mendeléyev describe la tabla periódica de los elementos químicos.
1871 - Lord Rayleigh descubre la dispersión del cielo.
1873 - James Clerk Maxwell formula las leyes clásicas del electromagnetismo.
1875 - William Crookes descubre los rayos catódicos.
1877 - Ludwig Boltzmann define estadísticamente la entropía.
1879 - Thomas Alva Edison inventa la primera bombilla.
1887 - Heinrich Hertz reformula las ecuaciones de Maxwell y prueba experimentalmente
que las señales eléctricas pueden viajar a través del aire libre.
1887 - El experimento de Michelson y Morley refuta la teoría del éter luminífero y sienta
las bases experimentales de la relatividad especial.
1895 - Wilhelm Röntgen descubre los rayos X
1896 - Henri Becquerel descubre la radiactividad.
1897 - Joseph John Thomson descubre el electrón.
1898 - Marie Curie descubre el radio y el polonio.
1900[editar]
1900 - Max pitock explica el espectro de emisión de un cuerpo negro.
1905 - Albert Einstein publica su teoría de la relatividad especial. En ese mismo año
explica cuánticamente el efecto fotoeléctrico.
1909 - Robert Millikan en su experimento de la gota de aceite muestra que los electrones
poseen una carga eléctrica definida y consigue medirla.
1911 - Ernest Rutherford sienta las bases experimentales de la teoría atómica de la
materia.
1911 - Onnes: Primeros pasos en Superconductividad.
1913 - Niels Bohr presenta su modelo del átomo.
1915 - Einstein publica la teoría de la relatividad general.
1919 - Arthur Eddington demuestra la teoría de la relatividad general al medir el efecto
gravitacional del Sol sobre la luz de estrellas distantes.
1920 - Otto Stern y Walter Gerlach realizan el experimento de Stern y Gerlach, es un
famoso experimento realizado por primera vez en 1922 sobre la deflexión de partículas, y
que ayudó a sentar las bases experimentales de la mecánica cuántica.
1920 - John B. Watson y Rosalie Rayner.
1927- Werner Heisenberg
1927 - Georges Lemaître propone las bases de lo que se convertiría en la teoría del Big
Bang.
1928 - El experimento de Griffith muestra que la herencia genética puede transformarse.
1929 - Edwin Hubble descubre que el Universo se expande, y junto a Milton
Humason formulan la ley que rige esta expansión.
1930 Descubrimiento de los isótopos, primeras reacciones ´de química nuclear y síntesis
de nuevos elementos químicos
Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki. Los ataques se efectuaron el 6 y el 9
de agosto de 1945, y pusieron el punto final a la Segunda Guerra Mundial.
1942 - Enrico Fermi logra la primera reacción en cadena de fisión nuclear controlada.
1947 - John Bardeen y Walter Brittain fabrican el primer transistor.
1952 - Alfred Hersey y Martha Chase demuestran en el experimento de Hershey y
Chase que el ADN contiene las instrucciones genéticas de la vida.
1953 - Stanley L. Miller y Harold C. Urey demuestran en su experimento que la materia
orgánica puede surgir a partir de materia inerte en las condiciones adecuadas.
1953 - James Watson y Francis Crick descubren la estructura en doble hélice del ADN.
1955 - Clyde L. Cowan y Frederick Reines confirman la existencia de los neutrinos.
1957 - El 4 de octubre, Sputnik 1 fue lanzado por la Unión Soviética. Fue el primer satélite
artificial de la historia.
1965 - Arno Penzias y Robert Wilson descubren accidentalmente la radiación de fondo de
microondas del Universo, evidencia observacional de la teoría del Big Bang.
1965 - Richard Feynman: Electrodinámica cuántica.
1968- Thomas Gold: Estrella de neutrones
1996 - Clonación de la oveja Dolly.
2000[editar]
2001 - Se completa el primer borrador del genoma humano.
2002 - Raymond Davis Jr. y Masatoshi Koshiba detectan las transformaciones de los
diferentes tipos de neutrinos, mostrando que éstos tienen masa.