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12 Pasos para Superar la Masturbación

junio 13, 2011


Debido a que es una práctica tan habitual e incluso aceptada en
secreto, muchos piensan (están convencidos) que no hay forma de
dejar de lado la masturbación. Hasta se ha llegado a decir que "es
preferible antes que tener relaciones sexuales". Y aunque esto es
verdad, ya que la masturbación no involucra a un tercero en la caída,
sí hay forma de evitarla.
Es fundamental poner el asunto en manos de Dios a través de la
oración, y permitirle al Espíritu Santo que mande y controle nuestra
vida. Dios desea tener un grado de intimidad con nosotros que
puede compararse a la unión sexual entre un hombre y una mujer. Él
quiere saciar y controlar nuestro deseo sexual (antes del
matrimonio) estando en Su Presencia.
La Biblia nos enseña que estando en junto a Dios, alcanzamos la
"plenitud".
En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para
siempre (Salmos 16:11)

Otras versiones bíblicas traducen "hartazgo" en lugar de plenitud. Ese


hartazgo de gozos se refiere a nuestro ser completo, es decir
"espíritu, alma y cuerpo".
Dios quiere ser Él quien aplaque nuestro deseo que nos lleva a "estar
quemándonos".
Dedicarse a actividades que beneficien a otros; evitar los
materiales sexualmente estimulantes (fotos, novelas eróticas o el
acceso a sitios pornográficos en Internet); reconocer que el
pecado

(incluyendo lascivia) es perdonado por Dios cuando es conf


sinceridad y arrepentimiento; son algunas de las pautas pr
te ayudarán a dejar la práctica.

1. Sé honesto con Dios.


Reconoce que no puedes manejarla. Como con cualquier otro hábito
(o vicio) erramos al decir "yo puedo controlarlo". Acepta también

que los pensamientos que te llevan a la masturbación y mientras lo h


pecado contra Dios. Sé honesto en cuanto a tu pecado y pide que se
ydecide dejarlo.

2. Planta una estaca.


Una "estaca" es un punto fijo que marca el comienzo de un viaje.
Decide si quieres complacer a Dios más de lo que te quieres
complacer a ti mismo, haz un pacto con Él y decídete a hacer tuyas
estas palabras:

Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos
de la naturaleza pecaminosa. (Gálatas 5:16)

3. Enchúfate al poder.

Reconoce que no puedes ganar esta batalla con tu propio poder. No


existen los Super Hombres ni Super Mujeres. El poder de tus
fuerzas se termina delante de la tentación. Sólo el poder del
Espíritu Santo te puede librar... ¡y lo hará! Empieza ahora mismo a
dedicar cada día un momento regular y constante con el Señor.

4. Renueva tu mente.

Este problema empezó en tu mente, así que deja qu


cambie. La manera en que Dios renueva tu mente es
compenetrarte en la Biblia. Es allí donde se encuen
pensamientos de Dios. Anhela que los pensamientos
tuyos. Lee cada día ¡por lo menos! un capitulo de la
Memoriza un versículo por día.

5. Enfoca tu vista.
Aparta tus ojos de cualquier cosa que te estimule sexualmente. Es
obvio que no puedes vivir en un monasterio, así que tus ojos verán

objetos sexualmente estimulantes. Pero no sigas


mirándolos, especialmente los materiales pornográficos,
tanto impresos
como en la web, las novelas de TV o las películas no aptas para menores, o de fuert
sensual. No mires una segunda vez a la persona vestida sensualmente. Mantente en
cuando estás solo, especialmente donde es fácil sentirte tentado.

6. Controla tu cuerpo.

Cuando sientes que tu cuerpo va a explotar si no te alivias


un poco de la presión sexual, mantenla bajo control por
medio del ejercicio físico, haciendo el bien a otros, o
dedicándote a actividades físicas divertidas
(como andar en bicicleta o jugar al baloncesto). La actividad física es el mejor rem
controlar la tensión que se produce en tu cuerpo por la actividad hormonal.

7. Sincérate con un amigo.

Pídele a alguien de tu mismo sexo, que sea espiritualmente


haga rendir cuentas de tus actos. Confía en un amigo o líde
Pídele que te pregunte regularmente si estás evitando las m
incluso te pregunte si estás masturbándote.

8. Evita estar ocioso


Cuando estamos ociosos, sin tener actividad alguna o desatendiendo
nuestras responsabilidades, labramos así el terreno de nuestra mente
para dar
lugar a todo tipo de siembra de tentación que vuele sobre nosotros.
Pareciera en esos momentos que los pensamientos bombardean (¡así es!) nuestra m
reyDavid es un ejemplo de cómo puedes caer en tentación por hacer... ¡nada!

Una tarde, al levantarse David de la cama, comenzó a pasearse por la


azotea del palacio, y desde allí vio a una mujer que se estaba
bañando. La mujer era sumamente hermosa, por lo que David mandó
que averiguaran quién era, y le informaron: "Se trata de Betsabé, que
es hija de
Elián y esposa de Urías el hitita." Entonces David ordenó que la llevaran a su
presencia, y cuando Betsabé llegó, él se acostó con ella.
(2 samuel 11: 2-4)

9. Reemplaza tus malos hábitos por buenos


Es por demás conocido que sólo se puede vencer un mal hábito
reemplazándolo por uno bueno. Especialmente cuando el problema
raya en el límite de la adicción, si se intenta abandonar sin llenar el
vacío que deja, generalmente genera ansiedad y nerviosismo que
derivan en otro mal hábito o en una recaída.

La necesidad imperiosa e incontenible que sienten algunas personas por


masturbarse (o por disfrutar de la pornografía) no es porque en el ser
humano exista una necesidad básica y vital por hacer estas cosas, sino mas
bien se debe a que a fuerza de jugar con ellas con la tonta idea de poder
controlarlas
terminaron cayendo en la dependencia de éstos estímulos, llegando
éstos a ser, en los casos más extremos de adicción, tan
importantes

como comer o hacer sus necesidades fisiológicas. La solución ya se


persona se encuentre en cualquier nivel de dependencia o crea "co
mal habito es remplazarlo por uno bueno como aconseja Filipenses
Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo
lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en
todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es
agradable y merece ser alabado.

10. Sigue adelante a pesar de tus fracasos.

Si fracasas, no te desanimes. Te llevó tiempo formar este hábito, te llevará tiemp


caes, no te revuelques en el polvo: más
bien levántate, sacúdete el polvo por medio de confesar inm
tus pecados y de recibir, por fe, el perdón de Dios. Una rein
significa que no alcances la meta, simplemente que debes vo
intentarlo. Pero no te acostumbres a aceptar trivialmente t

11. Si Dios te mostró quien es tu pareja de por vida...


¡Cásate!

Quiero tomar este asunto con pinzas para que no se malinterprete. Toda pareja jo
guardarse célibes en obediencia al Señor es una lucha grande. Si estás "noviando"
cuentan con la venia de Dios, de sus padres y pastores para casarse es preferible
sin darle muchas vueltas al asunto a estarse "quemando" como decía Pablo. La may
luchas y tentaciones sexuales finalizan cuando contraes matrimonio.

Pero si no pueden dominar sus deseos sexuales, es mejor que se


casen. Como dice el dicho: "Vale más casarse que quemarse".
1ra.Corintios 7:9 VLS
Suena difícil, y es cierto HAY QUE ESTAR PREPARADOS, ESTE
NO ES UN CONSEJO PARA PAREJITAS DE ADOLESCENTES O
JÓVENES INMADUROS. En todo caso creo que si no estás
preparado para afrontar un noviazgo "en serio" y estar enamorado
te hace pecar, es preferible que termines la relación.

12. Empéñate en la victoria total.

No tienes que pecar. No tienes que dejar que el radiador se recaliente. Al ofrecer
lugar de ofrecerte al pecado como instrumento de maldad), tu energía sexual se c
hacer de ti un hombre o mujer poderoso para Dios. Confía en Cristo. Obedécele. E
victoria.

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