Vous êtes sur la page 1sur 2

I

_,

y la memoria; el anclaje en un
viejo caserón familiar; la
presentación de las costum-
11 bres patriarcales sin cuestio-
namiento intelectual ; y cierta

easamie
ternura frente al mundo,

s a pesar de las desgracias.


Las dos novelas, estoy
absolutamente segura, fueron
escritas por mujeres que
AGATA GLIGO necesitaban profunda, visce-
ralmente hacerlo. Isabel, para
rearmar Chile ante sus ojos.
lsidora Aguirre, para recuperar
n los momentos en que se nombrar nuestro presente. nostálgicamente un pasado
preparaen Santiago el pri- Se trata, dije, de una novela distinto de los tiempos pre-
mer congreso de literatu- sobre el amor. Sobre la sentes. Incurren ambas en lo
ra femenina latinoamericana*, eternidad del amor, más bien. que algunos estudiosos nos
aparece en España la obra de Y esa parte -la medular de la critican : la excesiva cercanía
una chilena que actualiza y obra- aparece magnífica- a la verdad, “la intención
renueva nuestras inquietudes mente lograda a través de la directa o velada de probar
sobre el tema: presencia de diversas parejas algo”. Este rasgo marcaría
, T ~ ~ lsidora
- Aguirre, dramaturga de enamorados, de distintas una diferencia clara con Cien
consagrada, autora de La épocas y generaciones, -ta- Años de Scledad, obra que
Pérgola de las Flores, (1960), tarabuelos, abuelos, madre, fabula en torno a las relacio-
Los Papeleros, Lautaro (1981), hermana- especialmente la nes familiares, mostrándolas
Retablo de Yumbel (Premio formada por John Cupper e bajo ángulos nuevos y aleján-
Casa de las Américas 1987), Isolda, que se introducen en dolas de la realidad reconoci-
acaba de publicar una novela: la narración en un ensamblaje ble.
Doy por Vivido todo lo tan perfecto que obtienen 10 Sin embargo, Doy por vivido
Soñado, (Editorial Plaza y que sin duda la autora buscó: todo lo soñado tiene también
Janés, Barcelona, junio 1987). hacer de todos los amantes un bastante en común con otra
Y digo novela sin la menor amante, mostrar en “el espejo obra de García Márquez, El
vacilación, aunque presiento de los amores” el amor, Amor en los Tiempos de
que por estar claramente acercarse a lo esencial del Cólera. No me refiero sólo al
inspirada en la realidad fami- sentimiento trascendiendo los tema de la eternidad del amor,
liar de la escritora -y la límites de cada pequeño gran sino a cierta mirada de
heroína central Laura Cupper, amor particular. cronista de costumbres, a las
en su madre, la pintora ¿Por qué afirmé que e s d descripciones de mobiliarios,
chilena María Tupper- ho fal- libro actualiza mis reflexiones reuniones, accesorios , ropa-
tará quien intente catalogarla sobre la literatura femenina? jes de época, hechas de un
como memorias o crónicas, A pesar de centrarse en un modo que a mí, personalmen-
géneros de los cuales tiene, tema distinto al de la primera te, me gusta poco, pues no
sí, bastantes elementos. novela de Isabel Allende me parece suficientemente
Se trata de una novela sobre -que a mi modo de ver es la fundido con la trama. (Hablo
el tema del amor. Aunque evolución política de la socie- no sólo de lsidora sino tam-
transcurre en la primera mitad dad chilena- y a pesar de las bién de nuestro Premio Nobel
del siglo veinte, transcurre diferencias de tono narrativo, 1at inoamericano).
además en diversos tiempos: al leer Doy por Vivido todo lo He citado juntos los nom-
en el del gobierno del General Soñado encontramos innega- bres de lsidora Aguirre e
Freire y la anarquía (1823- bles similitudes con La Casa Isabel Allende por cuanto veo
1830), en que el coronel John de los Espíritus. Ambos son en sus elementos literarios,
Cupper combate y es asesina- relatos narrados a través de en sus imágenes, algo común
do por .el ejército de los diversas generaciones de una e innegablemente femenino y
conservadores a mando del misma familia; hay un mismo a la vez diferente de lo que
General Prieto; y en el actual, amoroso afán por recoger y
tiempo que sólo aparece en la revivir las historias de los
primera y en la última página, antepasados; la práctica del
enmarcando inquietante y su- espiritismo y la sensibilidad a * Que se realizará del i 7 al 21 de agos-
gestivamente el pasado, con los mundos parapsicológicos to, en la Casa de Ejercicios San FCO.
la voluntad expresa de no como caminos hacia el tiempo Javier.

346 MENSAJE No 361,AGOSTO 1967


algunas corrientes de critica
reconocen como escritura de
mujeres. Creo que la repetida
pregunta "¿existe una literatu-
ra femenina substancialmente '
diferente de la de los homi
bres?" debe resolverse a partir
de lo que las escritoras
escriben. Me explico. La
crítica Iiteraria feminista ha
revalorizado obras del pasado
no consideradas por la cultura
establecida, pero también,
consciente o inconsciente-
mente, ejerce una especie de
tiranía hacia el futuro, dicta-
minando a priori lo que las
mujeres deberían o no escri-
bir. El ejercicio de esta
función al revés negaría la
esencia de la crítica: juzgar,
valorizar y situar a pasteriori
en su contexto cultural una
obra producida por un creador
individual.
Si existe una literatura
femenina substancialmente
diferente de la de los hombres
deberá descubrirse en aque-
llos rasgos comunes a los
escritos de mujeres, anterio-
res a sus planteamientos
intelectuales. Los libros de
Isabel Allende y de lsidora
Aguirre, por ejemplo, mues-
tran la familia como un núcleo
importante de la sociedad, sin
juzgarla; Por la Patria, de
Diamela Eltit, en cambio, la
cuestiona, sumergiéndose do-
'lorosa, desgarradoramente en
el incesto como símbolo
último de la dependencia y
propugnando una mujer autó-
noma y solitaria.
Algo, algo deberá haber en
común entre todas ellas (y
entre todas nosotras), para
poder hablar de literatura
femenina. Algo en la emo-
ción, en la aproximación a la
realidad, en el modo de
recordar, en la manera de
armar las frases, en la manera
de construir o destruir. Si no
lo hay, podemos hablar d e la
filosofía, de la visión del
mundo, de la postura vital o
de la ideología política que
contienen las obras literarias,
pero no podemos hablar de
literatura femenina.0

MENSAJE No 361, AGOSTO 1987

Vous aimerez peut-être aussi